Que significa ser progresista

Page 1

Que significa ser Progresista.

Progresista pretende ser un movimiento en que se respetan los derechos de cada ciudadano, sin importar la condición social, el origen étnico, las creencias religiosas, ni la orientación sexual, donde se respete la vida y se rechace la violencia en todas sus formas y manifestaciones, donde se impulse el desarrollo productivo y se respete el medioambiente; donde la tierra y el agua sean el eje de la seguridad alimentaria y el bien social; donde el crimen no tenga cabida y se garantice la seguridad de nacionales y extranjeros que nos visiten o inviertan en el país; donde se proscriba la corrupción y donde la justicia sea la norma y no la excepción; un Estado que mantenga relaciones internacionales basadas en la igualdad y el respeto da la soberanía. Vladimir Flórez – VLADDO 31 de mayo de 2011. Centro Cultural Gabriel García Márquez


UNA NOTA DE UN PROGRESISTA A LOS OTROS PROGRESISTAS Bogotá, octubre 31 de 2011 Un saludo en el progreso. Hay un sentimiento de alegría, unos abrazos de gozo, la evocación a estar contento, una expresión de júbilo, la manifestación de agrado, un semblante de satisfacción, de dicha, de cariño y complacencia que se ofrece con deleite, un regocijo de ánimos… en fin, son tantas emociones como huellas traemos y se cruzan en medio de sonrisas complacientes liadas con manojos de afectos que hacen posible renovar los propósitos y empeños que hace rato (por lo menos 20 años) venían pujando por salir nuevamente a la vida en primavera. Nos recorre un sentimiento de abrigo, de ‘echar pa’lante’, de volver a vernos, de ‘ser gobierno’, de retomar las cartillas del ‘gallero enamorado’ y practicar la ‘política y los afectos’, en fin, se avecinan grandes acontecimientos que pueden ayudarnos al reencuentro de luchar por la vida en un país de alegrías y justicias en paz, que Petro, al igual que muchos otros, hemos soñado y seguimos construyendo. Es el tiempo de rehacer caminos de ‘progreso’, los vientos del sur nos ayudan y empujan a asumir el reto de ‘ser gobierno’, de recuperar valores como la ‘ética en la política’ y de ‘cumplir la palabra empeñada’, y naturalmente de seguir cocinando el ‘sancocho nacional’, tan necesario en esta nueva era del nuevo milenio para los nuevos encargos de la política del amor; esta oportunidad nos reclama estar seguros de seguir participando en la construcción de las nuevas cosechas, con las nuevas armas, el dialogo, la concertación, la minga, el convite, la junta, el pacto… todas haciendo un tejido hacia el buen gobierno. Con estos ánimos del triunfo en Bogotá, compartamos un mensaje tan válido ayer como mañana. “Si una persona es absolutamente sentida, constantemente querida, y si en ella se dan cita cantidad de afectos fuertes, el afecto de la madre, de la hermana, de la amante, el calor de los amigos. Esa cadena de afectos te defiende del peligro, te protege de la muerte, te vuelve casi inmortal, o por lo menos impide el que lo maten a uno así no más.

El amor es certeza, la certeza de la Vida!” Con afecto, ….H i p ó l i t o


EL TONO Y DEBER MORAL DE LOS PROGRESISTAS. 13 de abril de 2012 a la(s) 19:42 El “Grupo Significativo de Ciudadan@s Progresistas”, que ganó en las elecciones del 30 de octubre del 2011, la Alcaldía Mayor de Bogotá más otros espacios de representación política, con el apoyo de un colectivo comprometido, diverso, hiperactivo y multilateral, dispone como capital político de dos Alcaldes, 9 concejales, 28 ediles, una red de líderes y simpatizantes, más un legado, una historia y una impronta. Por ello se hace necesario preservar el patrimonio político, encuadernando el ideario del movimiento dentro de las formalidades mínimas que el momento amerita, acudiendo a una metodología que garantice la confluencia de las plumas, las ideas cerebrales, las mentes inteligentes, sapiencia y experiencia de quienes queremos un mejor país, una mejor sociedad, un mejor ejercicio de la actividad política. La construcción de una plataforma del movimiento progresista, dentro del clivaje histórico que vive Colombia, con sus principios, objetivos y criterios, enfundados en su respectiva doctrina, filosofía, programa y aspiraciones que lo identifican, es imperativo en este momento. En los meses de actividad progresista, con sus líderes en Bogotá y algunas fracciones a nivel nacional, el movimiento, escaló un importante peldaño en el escenario político nacional, con un interesante respaldo fuera de la Capital y resonancia internacional. Fruto del trabajo colectivo, el cubrimiento territorial, la apropiación de tecnologías en comunicación, el uso de redes sociales y lo que se denominó “pequeñas circunstancias que cambiaron los rumbos”, estamos bajo la expectativa de acrisolar el “primer movimiento significativo de ciudadanos del siglo XXI en el mundo”, realmente exitoso en el inmediato futuro. Sobre los pilares básicos, “en contra de la connivencia con la corrupción, el cambio climático y la segregación social”, se han dado la primeras pinceladas para fortalecer el vínculo entre “elegido y elector”, a partir de figuras como el empoderamiento ciudadano, el presupuesto y la planeación participativa, y los cabildos deliberativos y consultivos, bajo claros esquemas de independencia y el fortalecimiento como requisito para debates sobre políticas públicas de altura, dentro de espacios de deliberación y toma de decisión en consenso y respeto al disenso.


El reto hoy, radica en dejar las bases sentadas para que en los vientos postreros, el Movimiento Significativo de Ciudadan@s Progresistas, representado en sus líderes y espontáneos que se han venido sumando a la causa, no caiga en las prácticas tradicionales de grupismos, rivalidades, secretismos, abuso de posición dominantes, manipulación de la información, monopolización del conocimiento y el sectarismo. Hay un deber moral de garantizar el virtuosismo, diversidad, multipartidismo y multicolor resultado del ejercicio democrático del 30 de Octubre, producto del arrastre de líderes significativos y las iniciativas personales y colectivas que se alinearon con la tesis de cero corrupción y manoseo de la sociedad. La estructuración del movimiento, como instrumento para contribuir a hacer gobernanza, gestión pública, convocatoria social, participación ciudadana y control político, debe reposar sobre el conocimiento, la trasparencia, la responsabilidad, el reconocimiento, la democracia y la libertad, como verdaderos hijos del proceso de paz, garantes de la Constitución del 91. Articular el movimiento sobre la pregonada “Política del Amor” requiere reivindicar la diversidad, conocer las cualidades, capacidades y limitaciones de los unos y los otros, generar confianza entre simpatizantes, prohijar los argumentos, garantizando el respeto, y la verdad por encima de los acuerdos y componendas tradicionales, clásicas de los partidos políticos. Una organización con estructuras dinámicas, abiertas y flexibles en nodos, debidamente articulada, interconectada, comunicada y visible, que propicie la creatividad, la innovación y la libertad de pensamiento, son garantía para no dar al traste, con una causa que se busca no sea efímera. El tono moral de los Progresistas puede llenar de contenido el patrimonio político, siendo incluyente con los elegidos, los no elegidos, los activistas, los pregoneros, los simpatizantes, los nuevos progresistas, basados en el concepto de la ampliación de la democracia con acuerdos sobre lo fundamental, con disposición a realizar proyectos grandes y chicos, basado en la discusión con argumentos. El reto es consolidar una virtuosa red multilateral con líderes barriales, locales, gremiales, sectoriales y políticos que permitan conducir el debate deliberativo y propositivo, en las gestas políticas que se avecinan.

Miguel Ospino Rodriguez Bogotanos A Un Tic.


SER PROGRESISTA, A MANERA DE PROCLAMA: Autor Desconocido. Inicia el milenio y nos adentrarnos en la Era del Cuarzo y la Transparencia, aceptamos el reto de transitar por los caminos abiertos en medio de dificultades y también de esperanzas y nuevas posibilidades siempre con la certeza de la vida, no seremos inferiores al desafío de transformarnos en una organización consecuente, y con ella avanzar en la dirección de los progresos de la humanidad, un movimiento capaz de atender las exigencias que el mundo requiere frente a sus nuevos desarrollos y miserias, reclamando un compromiso de respeto y recuperación con nuestro desgastado y mermado Hábitat que a gritos demanda urgentes acciones de cuidado, preservación y reparación. Ser Progresista es disponernos a luchar contra los atávicos males que atacan a Colombia, males provocados por unos pocos, para mal de todos, o casi todos; a nuestras familias, a la sociedad, a las generaciones venideras, males como la desesperanza, la intolerancia, la guerra, el olvido impuesto, la injusticia, el individualismo, el odio, el desamor, el desarraigo, el despojo cultural, la miseria, el despotismo, la perversidad, los malos gobiernos, y quizá la madre de todos, la corrupción, y muchos más; ser Progresista es luchar sin tregua por lograr bienes sociales como la convivencia en paz, el ejercicio de la ética en la política, la transparencia en los hechos de gobierno, la democracia real, la participación ciudadana como expresión de poder y naturalmente para ‘ser gobierno ya’. Progresistas será una organización que respeta la individualidad en la construcción de proyectos colectivos, trabajará en red horizontal, por Nodos y grupos de interés e identidades, por ejemplo: juventudes, profesionales empleados, amas de casa, artistas, campesinos, estudiantes, empresarios, profesores, ecologistas, gremios, vendedores ambulantes, deportistas, creyentes y no, transportadores, coteros, agentes de seguridad, recicladores, intelectuales; nos convocaremos con comunidades afro, indígenas, raizales, rom, blancos, negros, amarillos… que la multiculturalidad de la vida misma sea la riqueza nuestra y más y más.


Progresistas será una organización de proyección nacional, orientada desde las dinámicas modernas de coordinación y acción en el ejercicio de la política, basada en una amplia y establecida red de redes que se expresa desde los diferentes escenarios de la sociedad colombiana (social, cultural, económico, político, ambiental…); a un país de regiones, reconocidas en su territorialidad y variopinta culturalidad, se debe corresponder con núcleos progresistas regionales formalmente reconocidos, en forma de Nodos que atiendan las estructuras provinciales propias de nuestra dinámica geopolítica nacional (departamentos, regiones, provincias, municipios, localidades, comunas, barrios, veredas…) es decir, desde lo local a lo nacional y naturalmente tendrá representación con Nodos Internacionales. A nivel nacional, como Progresistas apoyaremos los planes de gobierno que en cada región respondan a los principios de participación, transparencia, ética y buen gobierno; nuestra organización Progresista básica definida en Nodos y Comités Locales será un caudal tempestuoso que como ojos y oídos de la sociedad, forjará la veeduría ciudadana cuidando los recursos del Estado y su destinación y gestión correcta, igualmente las estructuras nodales de Progresistas exigirán permanentemente una gobernabilidad diáfana, comprometida y eficiente; y desde los diferentes escenarios de la participación ciudadana, Progresistas participará en la construcción de los programas y proyectos que decidirán donde invertir. Ser Progresista es proponemos el rescate de valores como la perseverancia, la ética en la política, la solidaridad, la transparencia, la humildad, la inclusión, la participación ciudadana, las relaciones generosas y de afectos, la confianza, la amplitud, la justeza, la cooperación, la solidaridad, la democracia de multitudes, la fidelidad política, la autonomía practicada en toda la dimensión y alcance, la equidad, la dignidad, la autogestión, la interdependencia, la reconciliación y la equidad, la unidad que en el progresismo se entiende como la multiplicidad junta, como la variedad mutuamente reconocida, el respeto reconocimiento, en toda la dimensión, de la diversidad y de la pluralidad, entre otros tantos; y sobre la base de un ideario claro que retome las aspiraciones de las mayorías, que contenga la audacia y la visión de impulsar ideas y valores de transformación, pensar y actuar sin complejos y sin dejar espacio a la ambigüedad. Hoy contamos con un acumulado histórico construido en la dimensión de la dignidad en la lucha, de los sueños buscando el camino de hacerse realidad, de la palabra empeñada, de la perseverancia, de los compromisos adquiridos, unos cumplidos y otros a la espera, de propósitos pensados y diseñados con decoro y entereza; Progresistas lleva sobre sus hombros un acumulado de historias, dificultades vencidas, proyectos de vida dibujados en la certeza del amor por Colombia y de otras tantas experiencias cargadas en el morral de las enseñanzas, de experiencias y siembras esperando tiempos y primaveras para mejorar en sus cosechas; hoy somos un cúmulo de vidas que, a manera de muchedumbre obstinada y persistente, se compromete a seguir trabajando para bien de la historia de Colombia.


Progresistas debe ser ‘más que un partido’, debe representar los requerimientos organizativos del nuevo milenio, de la política del amor, de la convivencia pacífica entre las diferencias y aún entre contrarios, seremos promotores del pacto, el acuerdo, el consenso y la concertación como las mejores herramientas para construir nuestro propio destino de coexistencia pacífica, Progresistas, como dijo vehemente Petro en su discurso de saludo y triunfo el 30 de octubre,“debe ser la colectividad nacional del Siglo XXI, el partido de la Constitución de 1991…” en su amplia concepción como un pacto paz; y hablar de la colectividad del siglo veintiuno significa, meterse a profundidad en temas presentes y futuros, como la diversidad, la inclusión, el cambio climático, la ética pública, la equidad y género, la gobernanza del agua, entre otros de cardinal interés ciudadano. Como Progresistas nos proponemos una tarea primordial: hacer un buen gobierno; Bogotá es el comienzo de esta gestión amasada con pasados, presentes y futuros. En cada Barrio, UPZ, Localidad, en toda la Ciudad Capital, los Progresistas seremos ojos, oídos, manos laboriosas y veedurías ciudadanas que propenden por el buen gobierno, Progresistas será una fuerza que resguarda y abriga el buen gobierno y estará alerta, activa y diligente a los procesos de participación ciudadana en la planeación, en la movilización, en la fiscalización y naturalmente en la defensa del plan de gobierno ¡Bogotá Humana ya! Y al lograr estos propósitos, asumiremos la tarea de conseguir para nuestros hijos y nietos y para los hijos de ellos, una herencia responsable y en dignidad, al convocarnos nuevamente en una gestión ética y pública desde la acción política responsable, entonces seremos parte de una generación que no se doblega ante el temor ni ante la arrogancia de la guerra, una generación altiva y presta que fue capaz de hacer hasta lo imposible por la paz en democracia plena, pues la victoria del Movimiento Progresista en Bogotá constituye un logro mayor, portador de esperanza y preludio de otras victorias en el ámbito nacional con repercusiones históricas. Progresista. Noviembre 6 de 2011 http://avanzadaprogresista2019.blogspot.com/2012/04/movimiento-progresistaser-progresista.html Avanzada Progresista no tiene claro el autor del texto. Se publica por los aportes a la construcción colectiva.


Las diferencias entre ser “progresista” y ser polista son de fondo. Por Aurelio Suárez Montoya La palabra “progresista” suena a izquierda y es atractiva para quienes suponen que con unas cuantas reformas para el mejoramiento de las condiciones de vida de grupos vulnerados, se llegaría a estadios sociales superiores, al “progreso” y hasta al “perfeccionamiento”. Las proclamas “progresistas” explican que la causa de las degradantes situaciones de iniquidad se debe a malas obras de corruptos o mafiosos, como catalogan a los congéneres perversos. Los “progresistas”, como dice un filósofo alemán, ven el mundo a través de la lucha entre “bandidos y caballeros” y, aunque a veces se hace con buenos propósitos, en muchas otras sirve de camuflado para proponer eventuales “cambios radicales” pero desde el centro. No es extraño que las proclamas “progresistas”, ligadas a las corrientes liberales, se inspiren en Hegel, quien explicó la sociedad, el Estado y su devenir como frutos de fuerzas superiores al hombre. La monserga “progresista” dista del discurso del Polo Democrático Alternativo; no le es equivalente como quiere hacerse creer. Mientras la primera no tiene tiempo ni lugar, puede corresponder a cualquier momento; el Ideario de Unidad, en contrario, parte de la realidad concreta de Colombia del siglo XXI para transformarla. La primera busca corregir almas, el segundo cambiar realidades. Por esto, cuando habla de alcanzar la soberanía nacional, no sólo denuncia la dominación de una nación fuerte sobre una débil sino que propone la autodeterminación como forma única de superar el consecuente estado de postración de una colonia. Y esa dominación, a contramano de los “progresistas”, no se declara como conducta censurable de extranjeros malvados sino como hecho económico y político por el cual las potencias resuelven sus contradicciones materiales y sus crisis de excedentes con sus satélites. Es decir, el Polo, como corresponde a una fuerza seria, ubica la lucha por el progreso en el mundo de las contradicciones entre intereses económicos y políticos, no en la retórica. La división entre bienhechores y malhechores, extendida por los “progresistas” por encima de la organización social, facilita a cualquier bribón que, haciendo gala de buenos modales, pase la prueba ácida para ingresar al mundo de “los buenos” y asalte la buena fe de los demás, sin importar ni los intereses que defiende ni los actos de gobierno que realice contra las mayorías; estos, en la óptica “progresista”, serían calificados como meros errores humanos. Así, la corriente “progresista”, en tanto desarma políticamente a la opinión, induce a que los juicios sobre los gobernantes se emitan por aspectos formales y no esenciales, dejando la sociedad a merced de cualquier salteador de conciencias. ¿Son acaso estos los “nuevos conceptos que “los progresistas” presentan como aporte? Bogotá, marzo 30 de 2011.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.