EL ORO DEL CONSERJE José María de la Fuente
El libro comienza hablando sobre Prospero, un conserje que se incorpora en una empresa llamada Seguros La Esperanza que está al borde de la quiebra. Aunque contrataron unos expertos ejecutivos, a la empresa no le fue mejor, la cartera de clientes seguía a la baja. Todos los empleados temían por el futuro de la empresa, menos Prospero que estaba feliz con su pequeño sueldo. Un día a Prospero se le ocurre poner una vasija de flores justo en la entrada, de esta forma consigue llamar la atención al Jefe de Contabilidad que enfadado le pregunta porque había hecho esto, Prospero le contesta y aprovecha la ocasión para darle ”un consejo de oro”, después tiene otras conversaciones con otros jefes de la empresa como el Jefe de Marketing, la Directora Comercial, el Jefe de Presupuesto, la Jefa de Finanzas y por lo último el Presidente de Seguros La Esperanza, a todos Prospero les da “consejos de oro”, todos se quedan asombrados de la sabiduría de un hombre que aparentemente era insignificante y simple. Pronto se gana la fama y el respeto de todos los directivos y se convierte en la persona que todos necesitan consultar para la toma de decisiones en la empresa. De esta forma, aconsejando y a la vez motivando a los empleados, consigue regenerar la empresa desde abajo hacia arriba, devolverle su rentabilidad y salvarla de la quiebra. Los consejos de Prospero eran: La prosperidad se construye desde abajo hacia arriba. Lo que se cobra no es lo mismo que lo que se gana. Para subir de manera segura, hay que tomar una escalera. El verdadero poder es la capacidad de no ejercerlo. La vida no empieza después del trabajo. La grandeza de un líder se mide en los pequeños actos. El mejor líder es el que mejor se adapta a los cambios Las ideas son el mayor patrimonio de una empresa. El cliente más importante es el que está por hacer. La riqueza está en lo que tenemos, no en lo que nos falta. Cuando descubrimos el valor de las cosas, todo lo que tocamos se convierte en oro. A veces hay que agrandar un problema para solucionarlo. Toda crisis es una oportunidad para crecer.
Las nuevas ideas siempre parecen absurdas hasta que se comprueban que funcionan. Tratar a los clientes como personas siempre es un buen negocio. Para hallar una solución, a veces hay que imaginar lo peor. Para cuidar lo más grande, hay que saber cuidar lo más pequeño. Nadie es imprescindible, aunque todos seamos necesarios. Después de cumplir con su objetivo en la empresa Prospero se marcha dejando una carta de despedida a todos los trabajadores, diciéndoles que él era el único y misterioso propietario de la empresa, que había vuelto para salvar la empresa de la situación en la que se encontraba y que se marchaba dejando a todos los trabajadores una buena parte de sus acciones con la intención de que se garantizara la rentabilidad de la empresa. El libro es una invitación a la reflexión, una forma de ver el trabajo como parte de nuestra vida, indispensable, no solo por la necesidad de obtener beneficios materiales que a menudo se confunden con lo único que puede traer la felicidad, sino por la necesidad de obtener felicidad a través del mismo trabajo, hacer lo que más nos gusté y ser orgullosos de ello, pues la vida no empieza después del trabajo, sino que todo aquello que hacemos es parte de nuestra vida.