Acerca del amor entre maricas.

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Acerca del amor entre maricas. por Mikhail Vera. "el dijo haceme lo que quieras y entonces lo cuide", Ioshua Belmonte. "¿Tiene miedo que se homosexualice la vida? / Y no hablo de meterlo y sacarlo / Y sacarlo y meterlo solamente / Hablo de ternura compañero" Pedro Lemebel.

En esta ocasión voy a escribir acerca del amor, pero no cualquier amor: El amor entre pibes y pibix. El amor marica de conurbano y también el de las marginalidades varias de la capital federal. El presente no tendrá las características de una tesis, ni aún una propuesta. Pero sí haremos una breve genealogía la cuestión marica y su manera de vivenciar el amor romántico. Contexto: Fue luego de escribir "la homosexualidad vengativa"; un conjunto de textos (No uno solo, sino varios) que nos increparon por no hablar del tema pese a tener voluntad y predisposición para amar. Un fuego por fuera de lo correctamente político (micropolítico-queer, mejor dicho). Así es, si bien pensamos nuestras relaciones homosexuales desde la amistad y el "sexo-afecto", ciertamente no negamos que exista otro modo de relación entre les homosexuales: ese modo es el modo amoroso que intentamos rescatar del lodo en que ha sido hundido con culpa (curioso ya que es propio de las maricas el sentimiento de culpa o verguenza con los que se nos intenta reducir; de ahí que el orgullo sea un arma política). El primer mito a desmontar será el que dice que las maricas monogámicas son "iguales a los heterosexuales" o por lo menos parecidxs (ignorando que hay maricas que se autoperciben trans, neutrxs, no-binarixs, queers, fluidxs, si falta uno pido mis disculpas) y maricas que se sienten varones-cis sin que ello les genere un perjuicio para relacionarse con hombres. No es nuestro propósito en este texto decir cuál es la autopercepción correcta, ni tampoco defender de manera ciega los privilegios sabidos (y visibilizados por el lesbotransfeminismo) de quienes son bio-asignadxs varones al nacer y esto no representa un mayor conflicto en el


desarrollo de sus vidas, sintiendose en lugares cómodos con su auto-percepción (osea personas "cis"). Tampoco es el interés nuestro señalar cuál es el mejor modo de vida: si la sexoafectación, el poliamor, la castidad o la monogamia. Pero sí defenderemos el derecho amatorio en cualquiera de sus formas de todas las maricas, abriéndonos, sin temor a ser políticamente incorrectxs, y abriendo paso a que cada une explore sus propias formas de relación. Ya explicamos quienes seríamos las maricas (que no es lo mismo que definir "qué somos"), un abanico extendido de la diversidad: simpatizamos con dicha palabra (y no colocamos puto, u homx) porque creemos que en ella se engloba una serie de identidades. Decir Marica es hablar de una coalición. Hay lesbianas que utilizan la palabra marica. Hay putos que se sienten maricas. Hay varones trans-subdevenidos gays-maricas. Hay gays-cis-maricas. Junto al abanico no-binario y queer. Segundo, ¿Cual sería la forma amatoria por defender, los vínculos que nos potencian y nos dan mayor placer y de qué defenderlos? ¿El amor romántico siempre ejerce violencia, cohercionando nuestra libertad? Lamentablemente no podemos responder a la segunda pregunta, ni lo intentaremos. Pero sí veremos 1. que el amor entre maricas no es el mismo amor que el heterosexual. 2. acerca de quienes pueden (deben) hablar por las maricas. Si partimos de la base de nuestras luchas nos remetiremos a las siglas LGBT; la misma se plantea como una comunidad minoritaria que engloba diferentes identidades. En la cuestión gay, especialmente, se trata de hombres que gustan y conviven con hombres. El esquema queer planteó que las identidades son construcciones sociales y que no son naturales. Judith butler hablará de la homosexualidad como "copia de la copia". Lo que en principio no es homofóbico. aunque no podremos pensar igual de buena parte de la teoría queer... al mismo tiempo que se planteaba en algunos ámbitos under y minoritarios el slogan "las lesbianas no son mujeres" (y por tanto, los gays no son varones): en la práctica se sostenía; "las lesbianas no son mujeres (porque no se relacionan con hombres): los gays son traidores porque se acuestan con ellos. Preciado en testo yonki llega mas lejos: "el movimiento homosexual en su alianza con los medios ha traicionado al


movimiento trans-feminista" Sabemos que hoy en día todas las corporalidades no-hegemónicas han llegado a los medios de comunicación sin que esto implique un cambio en nuestras vidas. En tanto policía LGBT la hay en todas sus formas, sabidamente, lesbianas, gays y transexuales. Volviendo al problema de antes: ver a la marica como un varón, o bien como el "Objeto" cosificado por el macho heterocis en ambos casos conservando sus privilegios "cis" es todavía más abarcativo: Sabemos que en America Latina se nos llamaba "invertidos" siendo causa directa de prisión. Sabemos que en malos aires actualmente es frecuente el abuso correctivo callejero y a los golpes contra las maricas sólo por ir de la mano. la ley cambió, la cultura aún nos lo debe. Sabemos también que muchas maricas arrojadas a su propia suerte (a la calle) por denunciar abusos o solamente por decir "soy gay" bajo el techo familiar-patriarcal (lea La homosexualidad Vengativa: facebook.com/HomxVenganza). Vale preguntarse, entonces, de qué privilegios nos están hablando cuando hablan de las maricas desde cierto academicismo queer que vendría, teóricamente, a patear viejos tablones. Aunque la cuestión poco importa: la homosexualidad en latinoamerica no responde en los mismos términos a los encasillamientos academicistas pues la homosexualidad es sinónimo de calle (ni qué decir que se ha fugado de su término médico-jurídico original, planteando una fuga de su propósito trazado por el heteroimperio). El encuentro homosexual supera por mucho un esquema teórico, aún el del presente escrito. La homosexualidad como modo hiper-singularizante de vivir. Dice Guy HOCQUENGHEM en "El deseo homosexual": "El homosexual pasea y en su paseo sus ojos son como los del squizofrenico, van de un lado a otro buscando el objeto de su deseo". Tambièn podemos preguntarnos si el deseo por el amor romántico en el cuerpo homosexual es un deseo autónomo o una inyección mediante los flujos capitalistas dominantes. mas caeríamos en la estupidés de contemplar al cuerpo como una víctima del poder exterior y no entraríamos en el detalle de que un cuerpo es también constituido por ese poder. ¿Cómo podremos entonces establecer cuales son los deseos inherentes y "naturales" a la homosexualidad, y cuales los


vehículos para adaptarse al régimen heterosexual, vía monogamía? Y por qué la monogamia sería un síntoma de "La heterosexualización de la homosexualización"? Más aún: Si sostenemos como en "El genero en disputa", que las relaciones lésbicas entre butch y femme no son (como se ha sostenido desde cierto lesbianismo golden) "la reproducción de la heterosexualidad" sino que demuestran, en su "copia de la copia" que la heterosexualidad es una performance cuyos elementos pueden separarse, repetirse, resignificarse, utilizarse: osea que la heterosexualidad obligatoria es una serie de mecanismos repetidos para darle poder a un discurso dominante. Y si aceptamos como verdadera esta propuesta: ¿no podríamos trasladarla al amor romántico? Entonces, ¿dos personas del "mismo sexo" (bio-asignado) que se aman una a la otra, no estarían desmontando en parte el mito de la exclusividad heterosexual de la monogamia? Y por qué quedarnos solo ahí, ¿qué tal plantear el sin fin de posibilidades que se avecinan? Una de las luchas que protagonizó Latinoamerica y que ha colocado al vaticano de cabeza es la lucha democrática por el "matrimonio igualitario": ¿Realmente nos opondremos a polemizar con la moral de la iglesia? Sin mencionar que se suman derechos a nuestras comunidades. Mas bien prefiero imaginar que se abren situaciones insólitas que podremos aprovechar a nuestro favor: ¿qué tal el casamiento de a tres?: La amistad como forma de vida: El amor sin perder la amistad con lxs que estuvieron siempre: La cosificación del chongo-heterosexual y la asexualidad entre las amistades potentes. La sexo-afectación. Y por último y porqué no, el amor entre maricas como una forma de continuar irritando a los poderes establecidos que en pleno siglo 21 intentan sofocar nuestros movimientos sobre nuestra latinoamerica tan influenciada por la iglesia genocida (aunque en la actualidad no haya stonewall pero sí movimientos democráticos y lo que más importa: movimientos moleculares a la orden de plantearnos estos y mil problemas mas). Cierto es que una pareja del "Mismo sexo" (según los términos médico-estatales) será más fácil de controlar desde el estado que una manada okupa. Al mismo tiempo: ¿quién puede determinar que sólo se le confiera una sola y exclusiva forma de relación a la homosexualidad? ¿Y si hay tantas formas de homosexualidad como homosexuales?


Hasta aquí hemos validado la pregunta y validado quién pregunta: un homosexual acerca del amor, pero no cualquier amor: el amor entre iguales. Nos hemos sujetado a la idea de hablar en primera persona y a responder a los paradigmas (hasta ahora sin respuesta) del lesbofeminismo para con la cuestión marica. Lejos de ponernos en la vereda del frente del feminismo visibilizador de abusos, destructor (teórico al menos por el momento) del "amoR romántico": mejor agradecemos a las feministas el haber cuestionado y problematizado una estructura de siglos ocupada por el patriarcado, como es el amor romántico. También pensamos que no se puede aplicar la misma lógica del caso hombre-mujer en el amor hombre con hombre o bien "x con X". por fuera de ese amor hegemónico entre el hombre y la mujer que, en su version positiva garantiza cuidados y sentires placenteros y en la negativa culmina con el femicidio: se me ocurren ejemplos de amores clandestinos, amores al costado que igualmente supusieron una respuesta a la agonìa afectiva y espiritual a la que nos somete el capitalismo; el amor libre desarrollado por lxs anarquistas de mitad del siglo pasado, el amor entre delincuentes; el amor para sobrevivir al encierro de una prisión para hombres (o de mujeres), amor puto en tiempos de macri, la amistad como una forma libre de amar, etc. ¿acaso no nos encontramos frente a una buena fuente de resistencia (aunque riesgosa)? Pero para que sea un lugar desde donde resistir y no una prisiòn hemos de desvastarla tal como existe hoy en dìa, arrebatandosela al règimen heterosexual, re-significandola, dotándola de un contenido propio (la historia homosexual es riquísima en toda su contracultura) El presente no presupone una propuesta concreta (es cierto) pero al menos plantea en tan cortas lìneas que es posible luchar sin abandonar la ternura, evitando primeramente convertirnos en los monstruos sin corazón que nos expulsan de nuestros hogares o nos gritan "putos" por ir de la mano en la calle y segundo evitando recular ante la miseria de las relaciones humanas, esa actual epidemia que suicida y condena al silencio a las maricas marginadas por falta de cariño, sexo sin cuidado y desinterés fatal.


el amor tal como lo vivenciamos en los mรกrgenes dista mucho del primero (el amor heterosexual) y del otro (poliamor neoliberal, sexo-sexuarse sin afecto, etc). fin. ............................


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