Viernes 17 de Febrero de 2012
15 CHEMA MARTÍNEZ
A 470 años, sin infraestructura cultural especializada Desde los jacalones hasta los majestuosos teatros, Guadalajara tiene una gama de inmuebles para fines culturales. Sin embargo, no son del todo profesionales Teatro Degollado
MIRIAM PULIDO
U
na de las tres ciudades más importantes a nivel nacional como Guadalajara, debería tener una infraestructura cultural adecuada para exhibir las expresiones artísticas realizadas tanto en lo local, nacional y recibir a lo internacional, de todo tipo de calidad, en cualquier disciplina del arte como la música, teatro, danza, artes plásticas e incluso las creaciones nuevas, del arte contemporáneo. En la historia de la capital jalisciense, los inmuebles construidos con fines meramente culturales, han sido pocos. Sin embargo, estos se han transformado conforme pasa el tiempo. En la época del Virreinato, cuando Jalisco era la Nueva Galicia, comenta Efraín Franco, jefe del Departamento de Artes Escénicas de la Universidad de Guadalajara, la infraestructura dedicada a la cultura se reducía a los jacalones para los espectáculos teatrales, había también por supuesto la Plaza de Toros, ya que las corridas se realizaban desde 1526. La primera, incluso, se llevó a cabo para celebrar el regreso de Hernán Cortés de las Higueras; después se volvió una práctica común, una afición y luego, una pasión. Para el siglo XVIII se construyó un teatro formal, para responder a las necesidades del Virreinato que se llamaba el Coliseo, que fue el primer edificio formal para estos propósitos. Por supuesto, los montajes que se hacían en aquella época eran espectáculos traídos o copiados de la Ciudad de México. Ya para 1818, en plena guerra de Independencia, se inicia la construcción de un gran edificio, que va a ser el segundo para efectos culturales, que fue el Teatro Principal, ubicado en lo que hoy llamamos la avenida Juárez y la calle Molina. Este inmueble funcionó para cuestiones teatrales, de opereta, zarzuela, pero también para otros de corte político y convivencia de la alta sociedad. Su fin llegó en el año de 1940 para modernizar la ciudad. Paralelo a los edificios antes mencionados, se realizaban actividades en los atrios de las iglesias, los cuales fungieron y siguen constantes en la vida cultural. Para el académico del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores del Occidente, ITESO, Juan José Doñan, en Guadalajara el más importante y más antiguo es el Teatro Degollado, que fue inaugurado en el año de 1866 cuando Maximiliano era Emperador de México, el cual salió a la fama cuando aún el inmueble estaba en obra negra. A partir de entonces comenzaron a surgir otros espacios, que según Doñan, han sido convertidos con fines culturales a pesar de que fueron concebidos para otra cosa. Por ejemplo, el Museo Regional, que anteriormente fue Seminario, después fue liceo; del mismo modo se encuentra el Instituto Cultural Cabañas, que fue un hospicio; el Foro de Arte y Cultura, que se construyó en los años setenta como centro de convenciones y luego funcionó como parte del Congreso del Estado, para finalmente dedicarlo a actividades culturales. En cambio, La Casa de la Cultura Jalisciense, que fue hecha en los años cincuenta, la cual por cierto, fue la primera casa de la cultura en el país, concebida con espacios, salas, biblioteca. Aún cuando se le han agregado otras funciones. Después se construyó el Teatro Guadalajara del IMSS, el Teatro Experimental, que tienen lo necesario para sus espectáculos. Así también, el Teatro Jaime Torres Bodet que, aunque también es una adaptación, en su momento tuvo un fuerte efecto y tiene una buena acústica. El Patio de los Ángeles que primero fue para exposiciones de arte, se convirtió en oficinas burocráticas. En años posteriores se comenzó la rehabilitación del Teatro de la Ciudad LARVA, que según Doñan,
pretende ser alternativo pero uno de sus defectos es que no tiene estacionamiento al igual que el Teatro Diana, que fue retomado por la Universidad de Guadalajara. Sin embargo, el corte de espectáculos que llegan a este teatro ha sido comercial, a pesar de que cuenta con el Estudio Diana que está dedicado a los grupos locales de la ciudad. Otro inmueble que también se construyó especialmente para eventos y que también ha sido escenario para propuestas comerciales, es el Auditorio Telmex, aunque su
ubicación es en Zapopan. Y si contamos el Centro Cultural Universitario de la casa de estudios tapatía -también en tierras zapopanas-, asegura el académico, no tiene cabida la comunidad artística local, porque el carácter predominante es comercial. Sin embargo, coinciden ambos académicos, en conclusión, al no ser inmuebles especializados en un arte en particular, sino adaptaciones, en Guadalajara sigue habiendo un hueco de infraestructura cultural.