Visor
N.o 469
domingo 24 de junio de 2012
IMÁGENES: ARCHIVO MILENIO
Política cultural
Textos de: 8e[i j DXel\c C g\q FYiX[fi <ei`hl\ G\ X E`\kf >XYi`\c HlX[i` [\ cX Kfii\ Afj\ÒeX M}qhl\q DfkX MILENIO
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MILENIO
antesala TERCER LUGAR JUAN JOSÉ ARREOLA DE RELATO FANTÁSTICO BREVE
El alma rusa
Evelyn Franchesca Espinoza Cuevas Segundo grado Secundaria 13 mixta Francisco Márquez La casona de Doña Lucrecia Mendizaba Ruvalcaba
TOSCANADAS ESPECIAL
David Toscana dtoscana@gmail.com
S
i hay en el mundo un país desconocido para los demás países lejanos o vecinos suyos, ignoto, inexplorado, incomprendido e incomprensible, es, sin duda, Rusia… Se descubrirá el perpetuum mobile o el elíxir de la larga vida antes de que los hombres de Occidente lleguen a comprender la verdad rusa, el alma rusa”. Dostoyevski da inicio a su diario con estas palabras; parecen exageradas, y de hecho en el resto de las páginas el escritor peca de ombliguismo o, más correctamente, umbilicalismo. Repite una vez tras otra la idea de “esto ocurre sólo en Rusia” y muy fácilmente salta a la conclusión de que el alma rusa es universal. Algo de razón ha de tener, pues el mejor laboratorio de la condición humana, después de la guerra, es la literatura rusa. Podemos evaluar nuestra razón o sinrazón, nuestros ángeles o demonios según entendamos a Raskólnikov o los motivos del suicidio de Ana Karenina o dependiendo de nuestro Karamazov preferido. ¿Cómo podemos relacionarnos con la muy personal moralidad de Sanin? ¿Qué podemos sentir por el buen Oblómov, que tarda ochenta páginas en decidirse a salir de la cama? ¿Lo que me cuenta Chéjov es chistoso o tristísimo? ¿Turgénev es fino o bárbaro? Se puede comparar Los Buddenbrook, de Thomas Mann, con Los señores Golovliov, de Mijaíl Saltykov. En ambas novelas asistimos a la decadencia de una familia. Los Buddenbrook nunca caerán tan bajo como los Golovliov; los primeros son intelectuales, los segundos, salvajes. A los
germanos la religión les sirve de agarradera; a los rusos los lleva a la perdición. Cualquier lector se puede sentir cómodo con El conde de Montecristo. Ahí las culpas están claramente repartidas y la justicia, la venganza, el perdón y hasta el honor llegan con criterios más o menos bien aceptados. ¿Pero qué diablos es la culpa o la justicia en Dostoyevski? ¿Por qué ciertos delitos caen como el pecado original? ¿Por qué es preferible la redención a la libertad? Uno de los mejores respaldos a la idea de Dostoyevski sobre la incapacidad de Occidente de entender Rusia es la adaptación que en 1935 hizo Hollywood de Crimen y castigo. Apenas comienza el filme, le meten un cartel que dice: “Esta historia pudo ocurrir en cualquier sitio”. No es sino una burda forma de confesar: “No entendimos la novela, así que la vamos a convertir en una gringada”. Y sí, el cartel también es un modo de ahorrarse una lana con escenografías gringas que nada tienen que ver con San Petersburgo. Encima, el protagonista se parece a Ernesto Cordero, así que me fue imposible meterme en la historia. Mucho mejor trabajo hicieron con la adaptación de Los hermanos Karamazov, en 1958; pero como no me gusta hablar bien del cine, no lo haré. Buena parte de las ideas que en los textos periodísticos de Dostoyevski parecen simples, erráticas o descabelladas, son en su narrativa piedra angular. Él evidencia mejor que nadie la diferencia entre estos dos mundos. La complejidad del alma, la locura, las contradicciones son asunto novelesco. De un columnista de periódico, en cambio, esperamos puras tibiezas, puros llamados a la justicia y la paz. v
E
ra una casona de los años 1900, rodeada de pinos altos y hojas secas. Pareciera otoño en la primavera de 1990. “Las casas tienen alma”, dijo mi madre cuando abrió el viejo candado del antiguo portón de madera. La cerca de la finca estaba cubierta por abundantes enredaderas semisecas que casi nada dejaban ver de su interior.
“Al menos ésta parece tenerla”, dijo mi padre susurrando. La casa había pertenecido a la señora Lucrecia Mendizaba Ruvalcaba, construida en 1898, en la ciudad de Oaxaca. Unos 20 metros de camino empedrado nos condujeron a la puerta principal. Contemplé la fachada con balcones y altos ventanales. Empecé a respirar un aire de nostalgia por lo que nunca había conocido. “Entremos”, dijo mi padre titubeando. Un bellísimo cuadro al óleo de la señora Lucrecia joven, pintado en 1916, colgaba de la pared altísima, una característica de las construcciones de esa época. El techo era de vigas de madera. “Fue bellísima”, -dijo mi padre embelesado. Miré nuevamente el rostro de doña Lucrecia y mi mirada se perdió en sus ojos tristes y profundos. “Extraño” -pensé-, ¿será que es una forma de no abandonar completamente este mundo después de la muerte, conservar la materia que se impregnó de nuestra vida? Mi pensamiento se escapó. Volteé a mi izquierda. Me vi reflejada en un espejo. En él pude mirar parte de la pared derecha llena de cuadros de diferentes tamaños y los espacios todos llenos de muebles antiquísimos y objetos finos traídos por doña Lucrecia en sus viajes por Europa. Un reloj de péndulo anunciaba las 6:00 de la tarde. La visita a la casona apenas empezaba. Atravesé el cuarto y caminé hacia una puerta entreabierta. Volví mi rostro hacia mis padres. Parecían ignorarme. De pronto, me vi en un pasillo circular techado, enmarcado con muros gruesos de ladrillos rojizos, desde donde podía ver todas las puertas de los cuartos de la casona, como ventanas que me asomaban al siglo XIX. En un instante, mis pasos cortos se hicieron lentos. El silencio me dio miedo. Respiré profundo. Miré a todas partes. No había nadie, sentí el acecho de un fantasma. En el centro estaba el patio, una bonita fuente de cantera sin agua dibujaba un paisaje que contrastaba entre lo bello y lo triste. Al fondo, una alta pared cubierta de enredaderas semisecas encerraba la casona sin salida hacia el terreno. Escuché a mi madre en el pasillo llamándome. Después desapareció en una puerta. La busqué con mis manos, empujando suavemente con mis dedos una puerta tras otra sin encontrarla. El viento vino a regalarme un respiro fresco, llevándose las hojas secas tiradas en el piso. Murmullos tras una puerta me llevaron al cuarto de doña Lucrecia. Mi padre, sentado en un sillón estilo victoriano, fumaba un cigarrillo serio y pensativo. Una carta y un sobre abierto yacían sobre un buró de la fastuosa y ancestral recámara, iluminada por dos lámparas, aun así la luz era tenue. El rostro de mi madre, a media luna, sonreía como un sol y caminé por la alfombra hacia ella. En un ambiente mágico, la mano suave de mi madre me llevó a un enorme baúl. “¿Sabes que los tesoros existen?”, musitó sua-
TONATIUH FIGUEROA
vemente en mi oído, como música saliendo por su boca. Comprendí el encanto de sus palabras, cuando vi cientos de monedas doradas y brillantes. “¿Son de oro de verdad?”, –pregunté. “Sí”… “Sí”… repitió dulcemente entre pausas. Pasé las palmas de mis manos por la superficie y las palpé fría y distantes. “¿Son nuestras?”, -volví a preguntar. Volteó mi mentón hacia su cara. Me miró a los ojos y respondió: “No, no son nuestras. Ella me ha pedido entregarlas a los necesitados, podría caminar en la eternidad sino lo hago. Cumpliré lo que nunca prometí”. Puso su brazo en mi hombro y volteó lentamente mi espalda para volver al centro del cuarto. “Ven, descansemos un poco”, me dijo. Mi padre comía unos panecillos como si estuviera ausente, apenas nos miró de reojo recostarnos en la cama todavía con olor a muerte. Una sensación extraña me despertó en el umbral de la noche. Podía oír los pasos de alguien caminar por el pasillo arrastrando los pies. Abrí la puerta, asomé apenas mi rostro. Entonces la vi, era la silueta de doña Lucrecia como una neblina. Volví a mi cama y ahí me quedé inmóvil hasta ver la luz del alba entrar por las rendijas de la puerta. Al amanecer salí de la casona con mis padres, no pude dejar de mirar su retrato, ahora parecía tener una sonrisa tranquila, llena de paz. Han pasado seis primaveras de aquella que fue inolvidable. Hoy, al hojear un libro en la biblioteca, encontré la carta de doña Lucrecia, fechada el 1 de abril de 1990. Dirigida a mi madre, decía: Señora Concepción: Cuando fui joven, me soñaba a menudo caminando sola por el desierto. Ante un intenso sol, caminaba y caminaba, pero no llegaba a ninguna parte. No cargaba nada a cuestas, pero algo pesado me hacía sudar y cansarme. Dejé de soñar. Pasaron los años. Me convertí en una anciana. El sueño del camino volvió a mí. Aparecía mi prima Carmen de los Santos. Mi caminar ya no era cansado. La busqué varios años. La encontré en una tumba, en un cementerio. Había muerto hacía muchos años. Había dejado una hija… Tú. Mi tiempo no me alcanzó para llegar a ti. Tarde me di cuenta que los sueños son nuestra conciencia. Mi riqueza es algo tan pesado que no me permitirá llegar a donde voy. Atesorarla fue mi pecado. Le ruego a usted reparta mi tesoro a los pobres. Firmaba Doña Lucrecia. Casualmente, he pasado por alguna calle y he visto una casa antigua. Me pregunto qué misterios encerrará. Hoy, la casona de Doña Lucrecia es un museo, fue donada al gobierno. Seguramente tendrán los recursos para conservarla un siglo más. v
MILENIO FRANCISCO A. GONZÁLEZ presidente · JAIME BARRERA RODRÍGUEZ director editorial · MARINA MIRANDA directora general de negocios · JORGE VILLARREAL comercialización · MIGUEL ÁNGEL PUÉRTOLAS jefe de información · ANTONIO NAVARRETE jefe de cierre editores: JORGE VALDIVIA G. ciudad y región · MOISÉS MORA negocios · IGNACIO DÁVALOS cultura · ELDA ARROYO mp · HUGO MERINO diseño · KALIOPE DEMERUTIS ocio · IRENE SELSER fronteras · HORACIO SALAZAR tendencias · JAIRO CALIXTO ALBARRÁN qrr y el ángel exterminador · SUSANA MOSCATEL hey! · FERNANDO TORRES circulación · NOÉ ANAYA producción ·
MILENIO diario b VISOR b Dirección: José Luis Martínez S. Edición: Alicia Quiñones Coedición: Roberto Pliego Arte y diseño: Salvador Vázquez Mejía
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antesala Mesa de novedades en Gandhi MIRIAM PULIDO
Gorostiza y el mole poblano ESCOLIOS ESPECIAL
El siglo que despierta Carlos Fuentes y Ricardo Lagos Edición de Juan Cruz Taurus $199
La casa de los primates Sara Gruen Suma de Letras $259
Armando González Torres
El precio del trono Pilar Urbano Planeta $568
La pesca del salmón en Yemen Paul Torday Salamandra $300
Los invitados de la princesa Fernando Savater Espasa $298
Cárceles imaginarias Luis Leante Alfaguara $239
El impostor. La verdadera historia de San Pablo el espía
La canción de los Maoríes Sarah Lark Ediciones B $360
El diamante de los Tudor Will Whitaker Ediciones B $230 Arrecife Juan Villoro Anagrama $206
que se convirtió en apóstol Pedro Ángel Palou Planeta $248
EL LECTOR SE LLEVA MIRIAM PULIDO
Efraín Reyes Músico, violinista 27 años En Gandhi ¿Qué compraste? Compré cuatro discos de Jordi Savall y un libro de cocina que es sobre panes. ¿Por qué los compraste? El libro de cocina porque a mi padre le gusta mucho cocinar, tanto repostería como alimentos, y los discos porque el musicólogo Jordi Savall, cuando saca un disco al mismo tiempo publica un libro donde explica a detalle puntos como contextuales respecto a la obra que interpreta. Incluso libros de él los considero hasta más valiosos que algunos especializados en música. ¿Con cuánta frecuencia asistes a una librería? Tres veces al año. ¿En qué basas tus compras de libros? En la necesidad de conocimiento, si tengo alguna
incógnita y necesito saber la respuesta es cuando me pongo a buscar libros. ¿Cuál género literario sueles leer? Más bien filosofía, religión, música y nada más. A veces suelo leer una novela, pero si tiene que ver con filosofía.
H
asta hace no muchas décadas, el concepto de cultura remitía a un acervo patrimonial y a un conjunto de bienes y actividades artísticas muy localizado; sin embargo, a partir de la segunda mitad del siglo XX, la extensión del concepto de cultura lo volvió ambiguo. El movimiento tendiente a la ampliación de la vieja concepción patricia de la cultura, plasmado en la labor de organismos internacionales como la UNESCO, se caracteriza por una democratización y popularización de las bellas artes y, sobre todo, por un reconocimiento de la relatividad y las diferencias culturales, así como por una reivindicación de las culturas locales y subculturas. Hoy, el término cultura engloba un conjunto de actividades y productos que van desde la ópera hasta la pantomima callejera, desde la pintura mural hasta el tatuaje, desde la poesía hasta la gastronomía regional, desde la música sinfónica hasta la mezcla del DJ, desde el cine hasta las teleseries y la publicidad, desde la novela hasta el cómic, desde la danza clásica al baile callejero, desde la poesía hasta la expresión aforística del twitter. Esta explosión demográfica de manifestaciones culturales responde a una concepción más democrática y plural de la experiencia cultural, aunque no deja de generar distorsiones como la desaparición de jerarquías entre diversas manifestaciones, la reivindicación revanchista de culturas locales o nacionales, la confusión del valor sociológico
con el estético y la orientación al mero entretenimiento o al escándalo de muchas manifestaciones artísticas. Por lo demás, la ampliación de la noción de cultura no sólo implica un problema de redefinición conceptual, sino que genera conflictos prácticos que van desde la identificación del campo de acción de la política cultural hasta las decisiones sobre el establecimiento de incentivos (un chef, por ejemplo, afirma que la experiencia de probar un buen mole poblano es equivalente a la de leer “Muerte sin fin” de Gorostiza y reclama asignar becas para creadores en el ramo de cocina). En un entorno donde conviven y se mezclan culturas étnicas, de edad, clase y género, la cultura de masas y los restos de la alta cultura, ¿cuál es el papel de la política cultural? Por supuesto, ya no puede ser esa fórmula casi mágica de mecenazgo y promoción que asociaba al Estado, al mismo tiempo, con todo el patrimonio histórico y cultural, con la creación más prestigiosa y con el imaginario popular. Sin embargo, lo anacrónico del dirigismo no implica que la política cultural no deba cumplir viejas y nuevas funciones como, entre otras, estimular mercados culturales para el despliegue de las más distintas manifestaciones; asegurar la diversidad de oferta cultural actual y futura resguardando acervos de identidad y memoria y fomentando obras de larga maduración y, sobre todo, crear nuevos públicos en todas las artes que aprendan a apreciar a Gorostiza, sin privarse de un buen mole poblano. v
VISOR
En esta edición, hemos invitado a los cuatro aspirantes a la Presidencia de México a que expongan su proyecto de política cultural. Ofrecimos el mismo espacio a cada uno de ellos. La candidata y los candidatos, sin embargo, decidieron ampliar o acortar ese límite. Respetamos su decisión. Aquí están, pues, sus propuestas
JESÚS QUINTANAR
Enrique Peña Nieto Candidato a la Presidencia de México por la coalición Compromiso por México (PRI, PVEM)
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Cultura es libertad ESPECIAL
Andrés Manuel López Obrador Candidato a la Presidencia de México por la coalición Movimiento Progresista (PRD, PT, Movimiento Ciudadano)
L
a cultura de México es nuestra principal fuerza como pueblo y nuestra seña de identidad. Son múltiples las formas de convivencia, valores, visiones del mundo, modos de pensar y de vivir. Son numerosas las expresiones del arte y el saber, pensamiento e imaginación. Son diversas las culturas, lenguas, costumbres, saberes y tradiciones de los pueblos indígenas. México es uno de los países con mayor diversidad cultural y biológica. Existen zonas arqueológicas, ciudades y pueblos mágicos; monumentos, edificios, conjuntos arquitectónicos y patrimonio de diversas épocas. En nuestro proyecto de nación, la cultura tiene un papel fundamental en la transformación de la sociedad y de las instituciones. Frente a la crisis actual de México, la degradación de la sociedad y de las instituciones; la destrucción de la naturaleza; la desigualdad, la corrupción, la concentración de poder y de riqueza, es imprescindible un profundo cambio político, social, económico y, sobre todo, moral y cultural. La promoción de la cultura en la vida cotidiana, es la mejor manera de enfrentar la descomposición social, la corrupción, la violencia y la delincuencia. La cultura da sentido a las acciones de prevención del delito, a la apropiación del espacio público y regeneración del tejido social, al ofrecer alternativas de inclusión comunitaria, democrática y participativa de públicos y creadores. Con la cultura podemos cambiar la estrategia de guerra por una estrategia de paz. La cultura no sólo es arte y entretenimiento. El acceso a la cultura, el disfrute de todas sus manifestaciones, es un instrumento de liberación, de dignificación, es un acto de respeto por uno mismo. El derecho a la cultura, reconocido en la Constitución, debe ser llevado a la práctica con programas y políticas públicas incluyentes. El sector cultural es generador de empleos, ingresos y riqueza. El bienestar social florece en una sociedad culta, educada y formada. Requerimos una política cultural que potencie nuestro sistema educativo. Que promueva la formación artística y humanística desde el nivel básico, mediante programas que acerquen a los niños a la música, el arte y la literatura, hasta la formación de técnicos profesionales en producción y gestión cultural. La cultura debe ser para todos. El Estado debe garantizar el acceso a la cultura a los mexicanos y proteger la diversidad y el extraordinario patrimonio cultural material e intangible de los mexicanos, incluyendo la riqueza arquitectónica, arqueológica y natural.
México: potencia cultural del mundo
Acciones inmediatas en favor del arte y la cultura 1. Apoyo a las actividades de investigación, preservación y divulgación del patrimonio cultural de nuestro país. 2. Las culturas indígenas tendrán un lugar importante en la vida cultural del país. 3. Se estimulará la creación artística y se aplicará un amplio programa de becas para escritores, actores, bailarines, cineastas, pintores, artesanos, escultores, productores de video, músicos y promotores culturales, y otros artistas. El proceso será equitativo y transparente para creadores en todo el territorio nacional y de todas las ramas del arte y de la cultura. 4. La política cultural incluye la democratización de los medios de comunicación. Se promoverán medios públicos y se otorgarán permisos y concesiones a las radios y televisiones educativas, culturales y comunitarias. 5. Se otorgará apoyo a la producción, distribución y exhibición de películas mexicanas de calidad. 6. Se fomentará la lectura, se fortalecerá la red de bibliotecas, salas de lectura y librerías. 7. Se realizarán coediciones económicas con editoriales e instituciones públicas y privadas para acercar a los niños y jóvenes a la literatura universal; al conocimiento científico y tecnológico; a nuestra historia y culturas. 8. Se alentará la formación artística en escuelas, barrios y centros de trabajo. 9. Se promoverán campañas culturales, brigadas culturales y la edición de publicaciones para difundir y fortalecer la cultura ciudadana y valores culturales y morales. 10. Se emprenderán campañas para la divulgación científica y para relacionar la ciencia y la tecnología con la vida cotidiana. 11. Las plazas públicas del país serán escenarios abiertos a las actividades artísticas y culturales. 12. Se creará la Secretaría de Cultura y Elena Poniatowska será su titular para llevar a cabo este programa de cultura. El arte y la cultura serán una prioridad de nuestro gobierno; son la única salida a la profunda crisis nacional. v
a cultura es uno de los principales elementos de identidad y unidad de un pueblo. A través de la cultura las sociedades se reencuentran con su pasado, comprenden su presente y proyectan su futuro. En su riqueza y diversidad cultural, México se sabe fuerte: somos un país multiétnico y pluricultural, orgulloso de su historia. Contamos con más de 30 sitios inscritos en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO y somos una de las primeras 20 naciones exportadoras de productos culturales en el mundo (UNCTAD, Creative Economy: A Feasible Development Option, 2010). Sin embargo, el Estado mexicano no ha podido traducir este invaluable patrimonio en mayores fuentes de empleo, ingreso y bienestar para las familias mexicanas. No ha logrado detonar el potencial de nuestra cultura para que toda la población tenga acceso, participe, disfrute y se beneficie de nuestra riqueza artística y cultural. Por ello, como Presidente de la República impulsaré a México como potencia cultural del mundo, en beneficio de todos los mexicanos. Para que nuestro país asuma cabalmente este papel, propongo poner en marcha una política cultural basada en tres grandes ejes estratégicos: la cultura como elemento de unidad nacional y construcción de paz; la cultura como motor de desarrollo económico, y la cultura como una poderosa herramienta de política exterior. En primer lugar, debemos replantear la política cultural como instrumento de unidad nacional y construcción de paz, garantizando que sea de libre acceso y respetuosa de los derechos culturales individuales y colectivos. Acercaremos la cultura a toda la población, favoreciendo
públicos diversos y democratizando tanto la creación como el consumo. Como Gobernador del Estado de México, impulsé la creación del Centro Cultural Mexiquense Bicentenario en Texcoco, el cual cuenta con una moderna biblioteca pública, espacios museísticos, una amplia sala de conciertos, un teatro al aire libre y diversos talleres multidisciplinarios beneficiando a más de 6 millones de habitantes en 34 municipios de la zona oriente del estado. Como Presidente de México, aprovecharé las nuevas tecnologías e invertiré en una infraestructura cultural de excelencia en todo el país para acercar la cultura a toda la población, particularmente a los habitantes de las localidades más marginadas, en aras de fortalecer los lazos de convivencia comunitaria y recuperar espacios secuestrados por la inseguridad. Además, en el marco de las Escuelas de Tiempo Completo, se acercará a nuestros niños y jóvenes a la cultura y las artes, alejándolos de los vicios y la delincuencia. También fortaleceremos la Red Nacional de Bibliotecas, equipándolas con nuevos instrumentos digitales, para facilitar el acceso al conocimiento, y protegeremos nuestro patrimonio cultural para que las generaciones futuras puedan disfrutar de él.
La política cultural en México: retos y oportunidades para el siglo XXI Gabriel Quadri de la Torre Candidato a la Presidencia de México por Nueva Alianza
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esde una perspectiva sociológica, México construyó su identidad como pueblo, nación y Estado en la primera mitad del siglo XX. Una vez consumada la Revolución Mexicana, dio inicio un proceso de cambio social basado en una política cultural ambiciosa, creativa, propositiva y exitosa. La obra de José Vasconcelos, La raza cósmica, resumía los anhelos, las creencias, los valores y los deseos de una sociedad mexicana que se buscaba a sí misma. Esta búsqueda y reconocimiento de la mexicanidad encontró en los programas educativos del cardenismo el instrumento idóneo de socialización de la identidad; previo, y simultáneamente, proliferaron un caudal de obras artísticas, literarias, cinematográficas y plásticas, que abonaron a la construcción de un México moderno. Sin embargo, la política cultural en México
durante el último cuarto del siglo XX fue simplemente espectadora de los cambios que estaban ocurriendo en el mundo de la política, la economía y la sociedad. Hoy en día México requiere de una revolución cultural que interprete la nueva realidad social del país y lo apuntale a las exigencias del siglo XXI. Nada trascendental podrá alcanzarse si no se modifican las matrices culturales existentes en un nuevo paradigma. Es decir, no se puede apostar por un nuevo modelo de desarrollo económico y una democracia de calidad ignorando los valores y las creencias de los individuos involucrados en el proceso de cambio. Tenemos que reconocer que la política cultural es una lucha constante por interpretar la realidad social y asume como compromiso irrenunciable la construcción de un nuevo modelo de Estado y Nación. La base para construir la Nueva Sociedad en México requiere de una revolución educativa que ponga en práctica formas novedosas de enseñanza pública, considerando que la cultura es el conjunto de creencias, conocimientos que dan sentido, significado y dirección al acontecer humano.
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de portada En segundo lugar, haremos de la cultura un motor estratégico del desarrollo regional y nacional. Impulsaremos una “prosperidad creativa” a través del apoyo a las industrias culturales, que son fundamentales para el crecimiento económico y la creación de empleos en el país. Según ProMéxico, la cultura representa cerca del 6% del PIB y emplea a más de 3 millones de personas. Un dato revelador: en 2008, mientras que la crisis financiera y económica mundial provocó una contracción del comercio internacional, las exportaciones mundiales de productos y bienes creativos mantuvieron el ritmo de crecimiento alcanzado en los seis años anteriores, llegando a generar 592 mil millones de dólares en 2008 (UNCTAD, 2010). Si bien México tiene ya un mercado importante que demanda y consume nuestros productos culturales aún hay espacio para crecer. Mientras que, como señalé, en México las industrias culturales contribuyen con cerca del 6% del PIB nacional, en Estados Unidos la cifra asciende a 11%. Estoy convencido que México puede convertirse en líder del impulso al español y sus productos culturales: cine, libros, radio, prensa, televisión y educación superior. Somos el país más grande de habla hispana, lo cual no es una cuestión menor, ya que el español es el tercer idioma más hablado como lengua materna en el mundo, después del mandarín y del inglés. Es el idioma oficial de más de 20 países y es hablado por cerca de 450 millones de personas. En este sentido, la población de hispanoparlantes tanto en Iberoamérica como en Estados Unidos, en donde los hispanos conforman la minoría más grande (50 millones de personas), constituye un poderoso mercado de productos, servicios y cultura en español, en cuya oferta México podría tener todavía una mayor participación. El impulso a la “prosperidad creativa” redituará en la generación de empleos, particularmente en la pequeña y mediana industria del ramo, y en la atracción de mayores inversiones y turistas. Para ello, fomentaremos nuevos esquemas
de financiamiento y estableceremos programas de apoyo alternativos para creadores, empresas y emprendedores culturales, que involucren activamente a la comunidad creadora, al sector privado, a la sociedad civil y a los organismos internacionales. En particular, daremos un impulso renovado a la industria del cine, fortaleciendo los apoyos y los recursos para la producción, distribución y exhibición de películas mexicanas. Asimismo, siguiendo el ejemplo de experiencias exitosas como la de Irlanda, aprovecharemos la diversidad geográfica de México y nuestra posición estratégica en Norteamérica para promocionar al país como destino atractivo de producciones internacionales. Éstas deberán incluir la Marca México en sus obras y contratar a un cierto porcentaje de mexicanos y/o establecer esquemas de asociación con empresas mexicanas para que su derrama en capital económico y social sea mayor. En tercer lugar, volveremos a hacer de la cultura una poderosa herramienta de política exterior para recuperar la imagen y el liderazgo de México en el mundo. No hay duda, nuestro legado artístico prehispánico y colonial, la gastronomía, las tradiciones mexicanas y las obras de artistas y creadores mexicanos han sido y continúan siendo los mejores embajadores de México. En este sentido, v incularemos estrechamente la política cultural con la política exterior para impulsar una efectiva promoción y difusión cultural en el extranjero, a través de la ampliación y articulación de la Red de Institutos Culturales de México. En este esfuerzo, buscaremos involucrar a los millones de mexicanos y sus descendientes, residentes fuera del territorio nacional y particularmente en EE.UU., tomando como bandera la enseñanza del idioma español como lengua extranjera y la difusión de nuestros productos culturales. Como Presidente de México lograré que México se convierta en una potencia cultural. El impulso decidido a la cultura nos permitirá construir una sociedad más unida, en paz, con desarrollo económico y con prestigio y liderazgo internacional. v
La cultura estructura la vida social ESPECIAL
Josefina Vázquez Mota Candidata a la Presidencia de México por el Partido Acción Nacional
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rabajar por la cultura es trabajar por una agenda de prevención para la seguridad y la paz. Voy a consolidar una política cultural para cerrar brechas y otorgar viabilidad a derechos culturales colectivos e individuales. Los espacios culturales y recreativos no pueden ser exclusivos de las zonas de mayor ingreso económico. Deben estar también en las zonas más pobres del país. Democratizaré la cultura. El futuro de México depende en gran medida de que la cultura tenga un papel protagónico en la vida social. de créditos para potenciar a las pequeñas y medianas industrias culturales para Para hacer de la cultura un pilar del convertirlas en motores del desarrollo local México que sí es posible: y regional. Así, las compañías de teatro, las 1. Fundaré la Secretaría de Cultura como cooperativas de artesanos, las librerías, la articuladora de la política pública de esta los grupos musicales, las productoras de naturaleza. Y durante mi gobierno multiplicaré audiovisuales y de nuevas tecnologías, por 10 el presupuesto dedicado a la cultura. las editoriales que traduzcan a nuestros 2. Voy a invertir 600 millones de pesos cada autores y exporten libros mexicanos, podrán año para revivir y consolidar las bibliotecas capitalizar e internacionalizar el producto escolares y las bibliotecas de aula de toda de su creación con mayores facilidades. la educación básica del sistema educativo 5. Apoyaré la formación de 500 bandas, coros nacional. y orquestas infantiles y juveniles en todas las Las más de 870 mil aulas de las escuelas de regiones de México. Desde el primer día de México (incluyendo las Telesecundarias) mi gobierno para los niños y jóvenes será serán centros de lectura para que los niños más fácil tener acceso a un instrumento lean con sus maestros y con sus compañeros. musical que a un arma. 3. Convertiré a las bibliotecas de México en 6. Estableceré un sistema permanente de una herramienta de futuro. Voy a iniciar una Detección, Seguimiento y Apoyo de Talentos cruzada de renovación del acervo de las más Artísticos que funcione en todo el territorio de 7 mil bibliotecas de la Red Nacional de nacional y duplicaré los recursos del Sistema Bibliotecas Públicas. Y las dotaré de equipos de Becas para que se beneficien los talentos modernos y de conectividad de banda ancha mexicanos más jóvenes. que permita a los jóvenes usuarios convertirlas 7. Impulsaré un programa para que el en Células de Conocimiento con el único producto de la imaginación y el arte de los límite de su imaginación y sus necesidades artesanos mexicanos tenga acceso directo y de formación. Además, crearé 50 nuevas transparente a los mercados internacionales, bibliotecas para invidentes. Todos debemos aprovechando la red del Servicio Exterior. tener la oportunidad de disfrutar de las letras Invertir en cultura significa invertir en el y el placer de cambiar la página. desarrollo social integral de los mexicanos. 4. Ofreceré nuevos mecanismos más ágiles Y en la paz. v NOTIMEX
En la candidatura presidencial de Nueva Alianza estamos convencidos de la necesidad de una nueva política cultural que se distinga por ser eficiente en los objetivos, en los instrumentos de política y en la evaluación de las mismas. En este sentido, el cambio de paradigma cultural en México deberá incluir una revolución educativa que involucre tanto a la enseñanza formal en las escuelas en todos sus niveles, a la educación informal, a los medios masivos de comunicación, al arte y sus creadores, a la ciencia y la tecnología, a los investigadores y científicos, a las editoriales, a los museos, entre otros. Es decir, es imposible pensar en una nueva política cultural si no tenemos un ambicioso programa de políticas educativas, de medios de comunicación al servicio de los ciudadanos, de mayor participación en la sociedad de la información y digital; de promoción deportiva, de apoyo a los creadores de arte y a los investigadores; en la producción, distribución y consumo de objetos culturales. En esencia, un paradigma que intenta transformar la política cultural a través de una revolución educativa es, en última instancia, una propuesta democrática. No se puede hablar de una política cultural válida si no se parte de una política general sana, que busque el bienestar de todos y no el de algunos intereses particulares. Asumimos, pues, que la política cultural es un indicativo de la salud de nuestra democracia. Por ello, la propuesta cultural de nuestra candidatura por Nueva Alianza es ambiciosa
y amplia. En la plataforma presidencial planteamos la necesidad de una reforma cultural profunda que permita avanzar a una mejor producción de bienes públicos para todos los mexicanos. Para ello es necesario un cambio que genere gobernanza e institucionalidad tripartita y flexible para un Conaculta independiente de la SEP, con presupuesto y personalidad jurídica propios, y autonomía de gestión. De esta manera superaremos la estructura institucional gestada durante la primera mitad del siglo XX, podremos dar paso hacia un Consejo realmente autónomo con un órgano directivo integrado por UNAM, ANUIES, patronos privados relevantes, e institutos de cultura de las entidades federativas. En este nuevo diseño estarían integrados el INBA e INAH formalmente bajo las facultades del Conaculta, cuyos titulares serían nombrados por el presidente de esa entidad y con un Fideicomiso Nacional de Cultura con aportaciones privadas e internacionales, además de presupuestos federales y estatales, aportaciones de la Lotería Nacional y otros juegos. Con esta nueva ingeniería cultural nos proponemos fundar el Instituto Mexicano Octavio Paz como un instrumento de política exterior que promueva de manera estratégica la cultura mexicana y la enseñanza del español y de las principales lenguas indígenas en todo el mundo; dignificar zonas arqueológicas prioritarias degradadas por el comercio informal y construcciones
irregulares; rescatar el espacio arquitectónico de instalaciones comerciales y de servicios; configurar el Sistema de Zonas Arqueológicas Prioritarias como capital histórico y cultural para el desarrollo del turismo en México; promover y desarrollar una educación artística en escuelas primarias de tiempo completo, mediante la re-capacitación de maestros de turnos vespertinos sin suficiente alumnado; reestructurar el sistema de becas, exposiciones, apoyos a creadores jóvenes, promoción y difusión, curadores, adquisición de patrimonio cultural. En síntesis, poner fin a la discrecionalidad en la distribución de fondos públicos para la cultura y las artes, definiendo reglas claras para el financiamiento público de instituciones, entidades federativas y sociedad civil, a partir de criterios de descentralización, inclusión y beneficio social. Mi plataforma propone además evitar que las normas y procedimientos de conservación del patrimonio arquitectónico lleven a la decadencia y al abandono a los inmuebles históricos; promover su restauración y funcionalidad como palanca para la recuperación de los centros históricos en las principales ciudades de México; evaluar el desempeño de museos, teatros y zonas arqueológicas de acuerdo a sus condiciones y objetivos específicos; impulsar un sistema de salarios incentivados para los directores de acuerdo al desempeño bajo normas y procedimientos claros y, sobre todo,
promover políticas de industria creativa y productos culturales en música, diseño y artes visuales. Por último, si bien el clima de inseguridad que vive el país obedece a diversos factores, la ausencia de una política cultural y un modelo de desarrollo obsoleto contribuyen a la precariedad económica de millones de mexicanos y abonan perniciosamente a la fractura de la cohesión social. Esta candidatura presidencial por Nueva Alianza conoce los por qué de este fracaso de planeación nacional, pero también conoce los cómo para salir de esta situación agravante. Por ello, este 1 de julio te invitamos a votar por los candidatos de Nueva Alianza: ¡contamos contigo! v
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El proyecto de cultura de Morena
Candidatos y propuestas
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Pedro Salmerón
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ara presentar la propuesta de política cultural de Andrés Manuel López Obrador, lo primero que me viene a la cabeza es que no se trata de hablar de las ideas o las ocurrencias de un candidato a la presidencia de la República, sino una plataforma que está siendo construida y discutida colectivamente por artistas, académicos, promotores, escritores: en general, trabajadores de la cultura. Son ellos —somos nosotros— quienes en el seno de Morena Cultura hemos discutido las necesidades del sector y las hemos presentado a otros actores colectivos de la vida cultural del país. Morena Cultura se organizó de manera autónoma, tras convocatoria pública en la prensa y difusión de oído a boca, y en sus asambleas, verdaderamente multitudinarias, se vertieron las propuestas y demandas de los trabajadores de la cultura, recogidas por una comisión redactora que elaboró la plataforma de política cultural del nuevo gobierno en la asamblea, del 28 de enero de 2012. En ella decimos: “Ante la degradación de la sociedad, el desmantelamiento de las instituciones públicas, la destrucción de la naturaleza; frente a la desigualdad, la corrupción, la deshumanización, la concentración del poder y de la riqueza, es imprescindible e impostergable que en México se realice un profundo cambio en todos los campos: el político, el socioeconómico y, de manera fundamental, el cultural y moral”. Tras ello exponemos una visión abarcadora de la cultura, como construcción humana, basada en nueve lineamientos: 1) universalidad: la cultura es un bien de todos y debe garantizarse el derecho de todos a la cultura, rechazando el uso esteticista y academicista de la cultura, centrada en las llamadas “bellas artes”; 2) libertad: rechazo explícito a cualquier restricción a la creación, lo que implica cancelar la noción de “cultura oficial” y democratizar la cultura y la toma de decisiones en materia cultural; 3) diversidad: reconocimiento y fomento de la diversidad cultural de México, con la extinción de las políticas culturales del PRI y PAN homogeneizadoras y destructoras de culturas. Naturalmente, hacemos nuestro el espíritu y la letra de los Acuerdos de San Andrés y reclamamos que se retome su senda emancipadora y descolonizadora; 4) valores: la actividad cultural no sólo produce obras, sino además sentidos, sentimientos y, sobre todo, valores. Los últimos gobiernos han provocado una crisis de valores que tiene su origen en los principios neoliberales, asumidos por una oligarquía, que justifican el individualismo, la desigualdad social, el abuso de poder y la antidemocracia. Frente a esta crisis, llamamos a una política cultural que impulse una nueva moral pública solidaria y emancipadora, tomando como punto de partida nuestras propias raíces. 5) Patrimonio: el Estado debe fomentar y proteger el patrimonio arqueológico, histórico, artístico y cultural, tangible e intangible y las instituciones encargadas del resguardo de dicho patrimonio; 6) educación y desarrollo social: requerimos una política cultural que potencie nuestro sistema educativo y favorezca el desarrollo social de todos los mexicanos, dando lugar a un nuevo sentido cívico, de la legalidad, la equidad y el respeto a la dignidad de los ciudadanos; 7) seguridad: la cultura es un elemento fundamental en la construcción de cohesión e identidad de la sociedad mexicana. La cultura genera contenido social a la acciones de prevención del delito, al propiciar la correcta apropiación colectiva del espacio público y la regeneración del tejido social; 8) economía: la cultura brinda un contenido distintivo a un importante número de actividades relacionadas con la economía de servicios y turismo, además de la oferta museística, teatral, cinematográfica, literaria, musical y fiestas regionales, etcétera; pero ante los intentos por mercantilizar la cultura reclamamos el principio de la “excepcionalidad de la cultura”, en la medida en que ésta no es una mera mercancía, sino sustancia fundamental de la vida social. Sobre estos lineamientos, aquí apenas esbozados construimos un plan de acción inmediato de nueve puntos. Ambos documentos pueden consultarse en http://morenacultura.org/docs/. Una cosa más llama la atención de la propuesta de cultura y de la campaña de Andrés Manuel López Obrador: la lista de historiadores, científicos sociales, artistas, cineastas, músicos, escritores y creadores que lo apoyan. Se puede decir, sin temor a equivocarse, que los creadores de arte y cultura y los estudiosos de la realidad nacional están mayoritariamente con un proyecto de nación viable, que representa la única salida de la profunda crisis nacional.v
Josué Barrera
E
n las campañas políticas se habla de educación, inversión y bienestar social pero por lo regular se ve a la cultura como un tema independiente que no está ligado a otras esferas de la sociedad. Esto va aunado a la carencia de análisis sobre el tema por parte de los expertos en la materia. A punto de concluir las campañas a la Presidencia de 2012 debemos preguntarnos: ¿los partidos y sus candidatos están preparados para asumir el reto de la cultura en México los próximos seis años? Los cuatro candidatos que contienden han expuesto sus propuestas en el tema de cultura en sus páginas de campaña (y ahora también en las páginas de Laberinto). Todos coinciden en el fomento a la lectura, en el equipamiento de los EKO recintos culturales y en impulsar la creación artística, actividades que cada administración ha realizado. Sin embargo hay propuestas que resaltan en cada uno de ellos por ser diferentes respecto a sus opositores y son las que se destacan a continuación.
Andrés Manuel López Obrador
El antecedente que trae el Partido de la Revolución Democrática es el fomento a la cultura que se ha venido dando en los gobiernos perredistas del Distrito Federal desde que llegó Cuauthémoc Cárdenas. Actualmente el DF cuenta con una Secretaría de Cultura cuyas actividades no se comparan con las que se realizan en otros estados del país dado que el público en el Centro es más activo que en otras regiones y el presupuesto que el gobierno federal le transfiere en el rubro de cultura oscila en los 225 millones de pesos, siendo el más alto en el país, seguido por los estados de Veracruz y Jalisco con 150 millones de pesos. Andrés Manuel fue el primer candidato que habló abiertamente sobre el tema de la cultura proponiendo la creación de una Secretaría de Cultura. En los foros que se han hecho en relación con el tema podemos ver la presencia de Elena Poniatowska y Paco Ignacio Taibo II, entre otras personas. No es de extrañarse que esta propuesta temprana haya ganado seguidores en el área cultural ya que por tradición es un tema al que pocos candidatos se refieren durante la campaña.
Enrique Peña Nieto El Partido Revolucionario Institucional es el que ha puesto las bases de las políticas culturales en el país desde que era el PNR en la etapa posrevolucionaria. El trabajo de José Vasconcelos es tan importante que hasta el día de hoy se pueden notar las influencias de su labor. En 70 años el PRI impulsó sobre todo una política pública de mecenazgo
apoyando a muchos artistas y centralizando las actividades culturales. Eran otros tiempos. Desde finales del siglo pasado se ha venido manejando una visión democratizadora de la cultura ligada a la idea de llevar la cultura y el arte a toda la población. Enrique Peña Nieto propone diez puntos, de los cuales destaco dos que me parecen los más relevantes a comparación de los otros candidatos: 1. Impulsar una política cultural que incluya a los millones de mexicanos residentes en Estados Unidos. 2. Fomentar la inversión pública y privada en la cultura e impulsar nuevos esquemas de financiamiento y programas de apoyo alternativos para creadores y artistas independientes.
Gabriel Quadri En Nueva Alianza no podemos encontrar antecedentes sobre cómo han manejado los temas culturales en otras administraciones ya que es un partido político relativamente nuevo. En la página web de Nueva Alianza (http:// www.nuevaalianza.mx/) el rubro cultural se ubica en el lugar 17 de 18 que contempla. De los cuatro partidos que aspiran a la Presidencia es el que propone más puntos: veinte en total. Entre las propuestas se habla de un Plan Nacional de Cultura, el cual será supervisado y evaluado por un consejo directivo constituido por personas de varias instituciones universitarias, sin embargo desconocemos en qué consiste dicho Plan Nacional de Cultura. A diferencia de lo esperado, de los 20 puntos solo uno toca la educación, cuando habla de educación artística, pero para esto se necesita de reestructurar el plan de estudio de educación básica. Resalta también la propuesta de evaluar constantemente museos, teatros y zonas arqueológicas así como el impulso de políticas que promuevan la industria creativa.
Josefina Vásquez Mota La candidata del Partido Acción Nacional, en materia de cultura hace quince propuestas, entre ellas la de potenciar e impulsar las industrias culturales (editoriales, revistas, galerías, teatros, etc.), que en diferentes regiones del país no subsisten por falta de público e inversionistas. Descentralizar la cultura es un paso que necesita dar el país para impulsar el apoyo a las industrias culturales de cada región. Garantizar la seguridad social es otro punto importante, ya que todos conocemos personas en distintas disciplinas artísticas que no han recibido atención médica oportuna y de calidad porque su profesión no permite que tenga seguridad social. Habría que ver cómo se van a seleccionar a estos artistas y creadores. La política cultural no sólo se debe enfocar al grupo de artistas o a la gente involucrada en la cultura sino a la población en general. Debe estar en constante comunicación con la sociedad civil y ser representada por agentes que conozcan y que estén en constante búsqueda de las necesidades de cada región. La gran pregunta de las políticas culturales actuales es: ¿cómo ser parte de un mundo plural y globalizado sin dejar de lado las costumbres y tradiciones locales? v 1
Ver: Ernesto Piedras, Índice de capacidad y aprovechamiento cultural de los estados, basado a su vez del Presupuesto de Egresos de la Federación 2011, Anexos 29.7 y 29.8.
domingo 24 de junio de 2012 b07
VISOR
en librerías
Personas
Todos eran mis hijos Carlos Fuentes Alfaguara México, 2012 259 pp.
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ersonas es un conjunto de semblanzas permeadas por la admiración y el afecto. Después de éste, sólo queda por publicar la novela Federico en su balcón para tener las obras completas de Carlos Fuentes. Gestos, anécdotas, escenarios, nada escapa a la mirada y memoria del escritor mexicano. Así, por ejemplo, al hablar del periodista francés Jean Daniel subraya la fidelidad de éste hacia su oficio, que no le impedía acercarse al poder pero sin dejar de juzgarlo, sin perder su independencia. Alfonso Reyes, Luis Buñuel, André Malraux, William Styron, Pablo Neruda, Julio Cortázar, Lázaro Cárdenas y Susan Sontag son algunos de los personajes que deambulan por las páginas de este libro donde todo es revelación y asombro. Al hablar, por ejemplo, de Sontag la describe y define: muy alta, muy morena, de ojos negros y con “el cerebro más rápido e intransigente que me ha cabido, en vida, conocer”.
Arthur Miller Tusquets México, 2012 141 pp.
P
ocos son los dramaturgos estadunidenses de la primera mitad del siglo XX que, como Arthur Miller, plasmaron en cada diálogo una simbología, y en cada historia el camino de la destrucción del hombre contemporáneo. Todos eran mis hijos, su segunda obra teatral, retrata a la familia Keller, que ha perdido a uno de sus hijos en la II Guerra Mundial. Aunque la señora Keller aún tiene la esperanza de que Larry, quien fuera piloto en el ejército, aparezca, este tema parece haber sido “superado” en casa. “La guerra descuadró todas las cuentas”, dice el padre. En principio, el número de hijos: “Bueno, es lo que traen las guerras”. En este drama se muestra no sólo el saldo que deja la violencia; también propone una mirada crítica sobre “el sueño americano”, motivo por el que Miller fue llamado a comparecer ante el Comité de Actividades Antiestadunidenses, temible institución de censura y represión.
Vonnegut y el cuerpo coloreado LOS PAISAJES INVISIBLES LIFE
Iván Ríos Gascón
dulzura, y él ama a ese artefacto porque, sencillamente, no puede soportar la imperfección de los humanos. Parábola de ue un superviviente por Pigmalión, de Frankenstein, partida triple. A los 22 del doctor Caligari, el personaje años, en 1944, resistió femenino de Vonnegut va a con estoicismo la muerte de contracorriente del silogismo de su madre, cuando ésta eligió Joubert, porque el aparato no es la salida de emergencia de cuerpo que se pinta solo, sino una sobredosis de somníferos, un lienzo en el que el ingeniero y también sobrevivió como George Castrow ejercita prisionero de los nazis en el dripping de sus anhelos la II Guerra Mundial. De ese cautiverio en Dresde emergería tempestuosos. Sin embargo, el su más célebre novela, Matadero cuento “Fuera, vela efímera” es, quizás, el más satírico y amargo cinco, una conmovedora, de esos asuntos que recaen en los oscura y divertida historia pinceles: la viuda Annie Cowper que transpira “el sentimiento recupera las ganas de vivir, a apocalíptico de la vida”, como elocuentemente dicta el apartado través de intensas, románticas misivas que recibe de un hombre 154 de El libro del desasosiego misterioso, que sólo le pide de Fernando Pessoa. Décadas no caer en la vulgaridad de después, a mediados de los intercambiar fotos. años ochenta, él mismo intentó Annie Cowper languidece de inmolarse con barbitúricos y amor y compasión. A kilómetros alcohol mas la muerte le hizo de distancia, su novio epistolar le el feo hasta hace cinco años, en cuenta que no deja de pensarla 2007, cuando se murió por fin a en la agónica enfermedad que lo la edad de 84. Las escaleras de consume, y ella rompe el pacto su casa de Manhattan hicieron mandándole un retrato. Tras el trabajo sucio. Lo derribaron un largo silencio, Annie decide aparatosamente, las lesiones ir a buscarlo, imaginando a un se acumularon en el cerebro. hombre fino, apuesto, postrado ¿Para un hombre tan avispado, en su lecho. La aventura la lleva imaginativo y elegantemente hasta un cementerio donde sólo irónico, tenía sentido seguir encuentra a un enano añoso, en este mundo con taras o cuya fealdad es subrayada por un trastornos irreparables? La ojo grisáceo como huevo cocido. respuesta es incontrovertible El enano dice ser sepulturero si recordamos lo que decía el pensador francés Joseph Joubert: y, por desgracia, esa mañana echó bajo tierra al distinguido “Un cuerpo se pinta a sí mismo por la emisión de sus colores”. John P. Hawkins. No obstante su dolor, Annie Cowper irradia un El cuerpo coloreado. En la arcoiris. El gnomo le confirmó antología póstuma Mientras los su intuición de que sólo los seres mortales duermen (Sexto Piso), habitan dos relatos excepcionales sensibles son hermosos. “Un cuerpo se pinta a sí (bueno, la verdad es que todos los mismo por la emisión de sus textos son piezas maestras) que colores”, dijo Joseph Joubert, se relacionan con la policromía pero Kurt Vonnegut cierra su epidérmica con que intentamos historia con ese enano tuerto y arroparnos, aunque a ojos del viejo escribiendo en una carta: gran Kurt Vonnegut, a decir “Por favor, por favor, por favor, verdad esos matices no sirven no descendamos a la vulgaridad para nada. “Jenny” es la historia de un científico que se inventa un de lo que llaman ‘intercambiar fotos’. Ningún fotógrafo, salvo frigorífico con la apariencia de en el cielo, podría conseguir una Nancy, su ex mujer, que controla imagen del ángel que se alza desde unos zapatones forrados desde sus cartas y me ciega de con botoncitos. La máquina adoración”. V habla, se mueve, lo trata con thewhitesubway@yahoo.com
Insolencia. Literatura y mundo
Punto de fuga
Guillermo Fadanelli Almadía México, 2012 218 pp.
L
a insolencia de Guillermo Fadanelli no es sino una manifestación de rebeldía contra los valores establecidos, una manera de reiterar su independencia y derecho a la crítica. En este libro, advierte al hipotético lector: “Encontrará preocupaciones personales, mis autores más queridos, mis lecturas de amateur de la filosofía”. Dice que es banal pretender ser objetivo o abarcar con palabras la totalidad del conocimiento. Dice también que los escritores “Siempre estamos en medio de algo. En medio de un camino o de una historia”. Con el correr de las páginas se hacen evidentes las obsesiones del autor de Elogio de la vagancia, quien se pregunta acerca de temas como la ciencia, la teoría literaria, o la relación entre lo moral y la literatura de ficción. Se pregunta, sobre todo, si vale la pena dedicar toda la vida al mundo de la literatura, con sus sacrificios y recompensas.
Ladrón de dinosaurios
Elizabeth Flores Ficticia México, 2012 96 pp.
E
n su primer libro, la autora se muestra dueña de una escritura madura que supera lo que llamaríamos una visión de la vida. Si estos dos aspectos logran equilibrarse, Elizabeth Flores será sin duda una de nuestras grandes escritoras. Otro detalle que deberá cuidar es su adjetivación, que en ocasiones pudiera parecer novedosa pero si no refuerza la historia se queda en mero ingenio. De los diversos temas que toca, donde se siente más plena es en el del desamor, como en el cuento epónimo. Sabedora de que las emociones no tienen género, destaca el recurso de que la mayoría los protagonistas sean varones; de este modo se anula cualquier señalamiento de feminismo. Los hombres, como las mujeres, no están exentos de sufrir. La fuerza de las historias proviene de la carga simbólica que adquieren los elementos que las integran: el muro en “Punto de fuga” o el mar en las dos que abren el volumen.
El 68. Conspiración comunista
Eric Uribares Ficticia México, 2012 86 pp.
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unque por aquí y por allá salen al paso individuos con las más insospechados oficios —fontaneros, sicarios que ofrecen sus servicios profesionales con el aval de la Procuraduría Federal del Consumidor, luchadores enmascarados, plañideras—, lo cierto es que el personaje central de esta reunión de cuentos es la misma literatura… o al menos algunos de sus máximos representantes: Mario Vargas Llosa, Jaime Sabines, Augusto Monterroso. Juan Rulfo. Son ellos mismos o podrían serlo sin arrobo, y han sido expuestos al ridículo. A Eric Uribares no le faltan imaginación ni sentido del humor. Parece conocer la insolencia y no amilanarse frente al canon latinoamericano. Tiene 32 años y dos poemarios. Debe, sin embargo, dosificar sus atributos. El humor puede disolverse en la risotada y la insolencia confundirse con la bravuconada. Con todo, Ladrón de dinosaurios exhibe una atendible frescura.
Arturo Martínez Nateras UNAM México, 2011 368 pp.
E
xtremando las cifras, hay tantas versiones del 68 mexicano como participantes hubo. Bajándole al número, todo se reduciría a las tendencias políticas que participaron. El académico y militante del Partido Comunista Arturo Martínez Nateras explica por qué escribió el libro que se comenta: “Sin rodeos ni subterfugios, respetándolos, discuto con Raúl Álvarez Garín, Gilberto Guevara Niebla, Luis González de Alba, Eduardo Valle Espinoza, Carlos Monsiváis, Barry Carr”. El libro se divide en dos partes: “Brillo de memoria”, que muestra gráficamente cómo se fue desenvolviendo el movimiento, y “Conspiración comunista”, donde expone la participación de los jóvenes comunista y el partido. Esto para oponerse a la visión de “los apoderados de la franquicia del 68”, quienes los han calumniado, difamado y caricaturizado. Carlos Montemayor escribe el prólogo de este otro libro rojo.
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08 b domingo 24 de junio de 2012
MILENIO
varia EKO
ESPECIAL
AMLO no es de izquierda
La rueda de la fortuna
ARCHIVO HACHE
CASTA DIVA
Heriberto Yépez hyepez.blogspot.com
L
a gran ausente del 2012 electoral: la izquierda. Culturalmente, el discurso de AMLO pasó de guerrero y furioso a evangélico y “amoroso”, es decir, del Viejo al Nuevo Testamento. La piedra ideológica de AMLO es el cristianismo. “Para mí la izquierda no es más que ser honesto y pensar en el otro, el amor al prójimo”, dijo AMLO en el encuentro de mayo con Javier Sicilia (otro agente bíblico). La izquierda reducida a “Buen corazón”. Morena —su organización— es acrónimo guadalupano. Ser conservador gana a AMLO muchos adeptos en un país católico y dentro de una dizqueizquierda visceral, nacionalista y religiosa. La condena derechista —desde cristeros hasta Díaz Ordaz— contra los “rojillos” y fortalecida por el PAN contra los “izquierdosos” entró en la propia izquierda, hoy retraída en actitud cristiana y contradicción con el marxismo. La teología de AMLO se nota en su evangelismo —ayer Mesías; hoy Apóstol— y en que al centro de su propuesta no está la transformación de la economía sino la “renovación moral” (¡algo hurtado a De la Madrid!), tal y como su “República del Amor” es un mensaje muy similar al himno de “Solidaridad” de Televisa-Salinas. Esas posiciones encarnan en populismo para “serenar” (AMLO dixit) y ambivalencia en temas como aborto o matrimonio homosexual. (Una monja habla a favor de la masturbación. El Vaticano la llama “feminista radical”. AMLO diría “sometámoslo a votación”.)
El ideario de AMLO es burgués. Habla de moral en lugar de economía. George Orwell distingue entre el moralista y el revolucionario. El moralista es aquel que pide “un cambio de corazón que es, de hecho, la coartada de la gente que no quiere poner en peligro el status quo”. La aproximación del moralista “siempre está en el plano moral” y “apuntar hacia un cambio espiritual en lugar de un cambio estructural”. AMLO es un moralista. Paradoja: los autores que no logró hilar Peña Nieto en la FIL 2011 son los que M.A. Mancera enlista ante pregunta “Culturalmente, ¿cómo se define?” (revista Proceso, #1857): Fuentes y Krauze. Como Ebrard. Que Krauze —líder letrado de la derecha moderada— sea la lectura favorita del iletrado Peña Nieto (PRI) y de la Izquierda-Bien de Mancera y Ebrard es sintomático de la Democracia-Ficción y la Oposición-Que-No; tan happy de la “izquierda moderada”, cuyo voto pidió, por cierto, Vázquez Mota (PAN). Lo que Pueblo Bueno y PRIAN tienen en común es AMLO. En el Manifiesto comunista, Marx y Engels decían que como izquierda estamos obligados a apoyar a todos los partidos y causas democráticas. Asimismo, no abandonar el objetivo final: sustituir el capitalismo por un sistema económico más justo. AMLO no es de izquierda. Ni de derecha, sino todo lo contrario. Reformitis tutti frutti. Gane o pierda, parte de su herencia es haber llevado el discurso de izquierda al fondo a la derecha. v
Avelina Lésper avelinalesper.com.mx
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or fin termina un ciclo de seis años de política cultural ignorante y caprichosa en el que un pequeño grupo se repartió la bolsa de los privilegios. Los inicios motivan al optimismo, queremos que lo que venga sea mejor. Corregir lo que está mal es el único paso real para cambiar. Si los próximos jerarcas de la política cultural que está enfocada al arte la establecen con visión inclusiva y honrada tendrían que tomar en cuenta lo siguiente. El arte no sigue los dictados de la moda. Los museos se radicalizaron y expulsaron a cientos de creadores que durante este periodo no pudieron exponer. La pintura, la escultura, el dibujo y el grabado quedaron fuera de las exposiciones y saturaron a los museos con los mismos artistas de galerías que promocionan obras neoconceptuales sin calidad. Los museos de la UNAM y de Bellas Artes tienen una misión social: no son de los curadores, no son un patio privado para promocionar a sus amigos y repartirse los catálogos, las exposiciones, los viajes y los intercambios. Estos museos tienen la obligación social, artística y cultural de exponer a las artes plásticas; si no les parece, cambien a sus curadores y directores. Establezcan de forma equitativa las exposiciones de artes plásticas y las de pseudo formas del arte contemporáneo. El público tiene derecho a verlo todo, no nada más unas obras y una línea de exposiciones. Las bienales y las exposiciones internacionales a las que envían artistas deben otorgarse por concurso abierto y publicarse la lista de candidatos, quién es el jurado y los criterios de selección. Estas exposiciones deben mostrarse en nuestro país para que apreciemos lo que fue enviado. Es una actitud antisocial que una inversión tan onerosa se haga únicamente para el extranjero. El arte no es publicidad, es conocimiento que se comparte. Las becas y los apoyos no son prebendas, son impulso al mérito; no pueden concederse cada año a las mismas personas ni ejercer un tráfico de influencias digno de un sindicato amafiado. Saquen del abandono y la ruina al Museo de Arte
Moderno, el museo peor gestionado del sexenio y con las exposiciones más fallidas. Expongan las colecciones permanentes del Museo Tamayo y el Carrillo Gil. Acaben ya con el centrismo cultural: México no es nada más la ciudad. Los artistas del interior del país están en el olvido absoluto; nunca exponen en los museos de la capital. Hagan giras en los estados del país con las exposiciones que se montan en la Ciudad de México. Los recursos que se asignan para la cultura en los estados deben estar al margen del egoísmo partidista: no pueden seguir dejando en la inanición cultural a un estado sólo porque lo gobierna otro partido. El interior es fuente de talento y necesita más atención. Como la cultura y el arte son considerados carteras de poca influencia, son el lugar perfecto para ubicar puestos de compromiso sin cabida en áreas clave. Entonces, paradoja fatal, envían a gente con nula preparación y sin vocación para esta delicada labor. Para acabar el cuadro del esperpento, la cultura es arma arrojadiza para llenar los vacíos de promoción de imagen del gobierno. Se despilfarran inmensos recursos económicos en obras faraónicas, sin cordura. La política cultural no puede ser propaganda, ni refugio de inútiles: por favor, no más estelas de luz, bibliotecas sin libros y con goteras, proyectos para darles trabajo a los amigos, desfiles de disfraces, etcétera. Es una infamia que los museos del interior no tengan acervo, que los estados no compren obra a los artistas locales y se construya una torre de focos que vale lo que en Estados Unidos cuestan tres museos, con proyecto y terreno incluido. La política cultural no es para encumbrar a personas sin méritos artísticos. Consagrar a Gabriel Orozco con una gira millonaria por la Tate, el MoMa y el Centro Georges Pompidou, y que Melanie Smith y Teresa Margolles vayan a la Bienal de Venecia, entre varias exposiciones, son lujos ególatras que no debemos pagar con dinero público. Y para terminar con la lista, den más recursos a las escuelas de arte, inviertan el dinero que se desperdicia en obras pretenciosas, embrutecedoras y sin vocación social. v