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Los nuevos aires
LOS NUEVOS AIRES
He soltado las amarras y el ancla no fue, mi balandro va en su riela para no volver. —Chabuca Granda, Paracutá, 1967.
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El nuevo periodo creativo de Chabuca Granda, que se inició a finales de la década de 1960, implicó para muchos la inexcusable ruptura con una tradición musical criolla que exigía restringirse a estrictos cánones estilísticos dentro de los cuales había creado la artista su producción hasta ese momento. En adelante, no compondría más valses de corte tradicional ni dedicaría otra pieza a Lima11 .
Así, si la producción anterior de Chabuca había respetado solemnemente los ritmos y armonías del género más representativo de la música criolla de Lima, ahora nuestra artista proponía romper los límites de ese espectro al introducir a su repertorio nuevos aires —y algunos viejos, pero renovados, también— que, sin perder la gravedad de sus raíces, daban al fin completa libertad a su genio. Este nuevo momento compositivo es descrito apropiadamente por el escritor Alonso Cueto como «intimista y personal», con canciones «hechas de frases interrumpidas y emociones sugeridas antes que proclamadas» (Cueto, 2005, p. 70).
Su gran amigo, el poeta César Calvo, se pronunció en una entrevista de 1997 sobre esta evolución de Chabuca Granda de la cual pudo ser testigo y fiel crítico; para él, su pluma era
11. En la década siguiente, escribió la letra para un vals de corte clásico de Juan Castro Nalli, Pasito a paso otra vez. Sin embargo, en este, sus autores se valen sarcásticamente del tradicional género para denunciar las consecuencias retrógradas que suponía la limitación del tránsito automotriz en Lima.