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Gastronomía
producto de fuerzas naturales de orden espiritual y/o emocional antes que por agentes físicos o biológicos.
Como se ha observado en la medicina tradicional de otras regiones altoandinas, la enfermedad es identificada con el malestar, y se necesita un tratamiento especializado solo cuando este malestar impide el desenvolvimiento normal de la actividad cotidiana. De no identificarse una causa aparente de enfermedad, se considera que es causada por alguna de las fuerzas de la naturaleza, dentro de una concepción de la relación entre el hombre, la naturaleza y el mundo espiritual, que supone que alguna regla de esta relación ha sido posiblemente transgredida. En esta perspectiva, los elementos abióticos de la tierra tienen vida, y por tanto pueden premiar o castigar a los hombres según su proceder: “(…) hay que saber dónde echarse en el cerro, si no sabes te puede agarrar la Pachamama, te puedes enfermar, hasta te puedes morir si no te curas (…)” (Carbajal Escobar, entrevista personal, junio de 2008).
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La medicina tradicional del área chopcca ha perdido difusión en las últimas décadas, como consecuencia de los muchos factores que han obligado a la semiclandestinidad o el abandono directo de estas prácticas. Tal ha sido el papel de las políticas públicas de salud, que deliberadamente trastocan la continuidad de la medicina tradicional a través de la aplicación de programas de carácter asistencialista –como el programa Juntos, para citar un ejemplo actual–. Se ha sabido, por testimonio de los propios agentes de salud, que si una gestante da a luz en la casa, el recién nacido no tiene derecho a tener una partida de nacimiento o recibir comida donada administrada por la posta o el centro de salud, obligando de esta manera a los pobladores a ser atendidos en las postas locales. Esta condición, auténtica censura de prácticas culturales tradicionales, ha sido un factor limitante en la búsqueda de información sobre el tema. El informante principal sobre este tema, un yachaq, compartió los datos sobre las enfermedades y su curación que se describen en las páginas siguientes con la condición de que su nombre y procedencia no sean mencionados.
La presencia del evangelismo es otro factor importante para el ocultamiento de prácticas culturales originales, en la medida que esta medicina está íntimamente unida a una concepción del mundo no cristiana. El cristianismo evangélico ha creado en el poblador chopcca una actitud contradictora respecto a sus conocimientos de medicina tradicional
heredados, truncando la expresión pública de los mismos y, en ese sentido, impidiendo su difusión. Este aspecto es importante, porque la transmisión de conocimientos refuerza una identidad. Así, la sociedad choppcca, que ha construido una identidad muy marcada, tiene que ocultar, censurar o abandonar sus conocimientos en una instancia que afecta su identidad en un nivel muy íntimo, ello debido al credo dominante adoptado.
La ruta terapéutica chopcca tiene, como es usual en las medicinas rurales tradicionales, dos niveles de tratamiento de la enfermedad. En el primero, la escala doméstica, la finalidad es aliviar o eliminar la dolencia, recurriendo a insumos naturales de probada efectividad. Las hierbas naturales componen la parte más importante de la farmacopea chopcca, y en menor proporción los elementos de origen animal, como grasas y ungüentos. El tratamiento suele ser aplicado por algún miembro de la familia, o por conocedores que manejan procedimientos curativos muy concretos: hueseros y sobadores (que atienden la dolencia aplicando masajes sobre la parte afectada del cuerpo), parteras (que atienden los nacimientos) y hierberos (conocedores de las capacidades curativas de las plantas, a veces acopiadores y comerciantes de estos insumos), quienes para el tratamiento preparan generalmente infusiones que han de ser ingeridas por el enfermo. Las hierbas locales más conocidas y usadas por los chopcca para el tratamiento de enfermedades son:
• Qamakay, empleada para curar problemas de empacho a través de constantes frotamientos en la barriga. • Cola de caballo, se consume en infusión para aminorar el dolor del parto después del alumbramiento. • Chichikara, se toma en infusión para curar el empacho. • Santa Lucía, cuyo zumo en los ojos los alivia del dolor. Además, mojarse la cabeza con la infusión fría de esta planta quita el dolor de cabeza. • Lengua de perro, actúa como un cicatrizante sobre las heridas. • Ancerquru, se ingiere en infusión para prevenir cualquier tipo de cáncer. • Yanaitaña, calentada con los rayos de sol, se frota en la parte afectada por el dolor de huesos. • Ñuñunwi, se usa como emplasto para el cólico estomacal. • Amor seco, se toma en infusión para aliviar los dolores de espalda y estómago.
• Qaya qaya, utilizada en el sahumerio para curar el susto de un niño. • Corpus y yanakanlla, bebidas en infusión curan las enfermedades del hígado y el riñón. • Maichi y kishuar, se usan como emplasto para desinflamar golpes de la piel. • Chilka, se usa como emplasto para aliviar el dolor del vientre causado por el frío. • Tara, las gárgaras con la infusión fría de esta planta alivian la tos. • Marmakilla, se usa como emplasto para el dolor de espalda. • Pachataya, se toma en infusión o se frota la planta caliente para aliviar el dolor de espalda. • Qala qapinchu, se tomar en infusión para aliviar el cólico estomacal.
Los hierberos también realizan algunos procedimientos menos empíricos, como la curación con humo y oraciones, e incluso algunos procedimientos simples de magia de contacto, como la limpieza del malestar mediante la frotación de una planta o animal sobre el cuerpo del enfermo, para que el mal que produce la dolencia pase a aquél, procedimiento conocido en otras regiones andinas como jubeo.
Si el malestar continúa, se pasa a un segundo nivel recurriendo al yachaq, quien diagnostica a través de la lectura de la hoja de coca y de los naipes, así como del pulso. Simultáneamente, indaga dónde estuvo el paciente antes de enfermar, así como la localización, intensidad y características del malestar. Puede suponerse a estas alturas que un malestar no curado por procedimientos empíricos es producto de agentes espirituales; según el tipo de síntomas y la cercanía a determinados lugares, el malestar es identificado como puquio, pacha o tierra, susto, chacho, gentil wayra u otros. En este punto, el procedimiento curativo es el ritual de sanación a través de un pagapu en contacto con los espíritus de los apus. Los yachaq pueden llevar a cabo esta curación porque mantienen una relación con dichas deidades, las mismas que le otorgan poder. Presentamos a continuación una descripción de estos malestares y los procedimientos para su curación.
Pacha
Enfermedad ocasionada por la tierra, de dónde viene su nombre, a consecuencia de haber descansado en el suelo de un lugar inconveniente, por ejemplo, cerca de un cerro; por realizar alguna actividad agropecuaria o festiva sin haber hecho el ritual de rigor de pedir permiso a la Pachamama
o a los apus; o porque se han transitado zonas prohibidas o sagradas. Los síntomas de este mal, como la pérdida de apetito, el malestar generalizado y la coloración inusual de la piel, aparecen intempestivamente y, de no tratarse con rapidez, pueden causar la muerte.
Cuando se ha llegado a la conclusión de que el malestar es producto de la influencia maligna de algún cerro o de la misma tierra, se hace la curación por medio de un pagapu compuesto por hojas de coca, granos de maíz, trigo, azúcar y trago dispuestos sobre una mesa ritual. El curandero ofrece todos los elementos a la Pachamama.
Gentil wayra
Los pobladores tienen temor a los restos óseos desparramados, pues se piensa que pertenecen a los antepasados, conocidos como gentiles o abuelos. Se dice que hay que tener cuidado con ellos, porque si uno los pisa o recoge, estos pueden entrar al cuerpo de las personas, ocasionándoles el mal del gentil wayra, una enfermedad muy dolorosa. Para curar este mal, el curandero tiene que buscar los huesos que ocasionaron el mal, sin importar la distancia que deba caminar, para después quemarlos y tirarlos al río, mientras reza y pide disculpas a los gentiles.
Susto
Es causado por tener impresiones fuertes y repentinas por miedo, espanto o pavor. Se considera común en el caso de los niños, pues se caen y se accidentan con frecuencia. Los malestares que genera son diarrea, falta de apetito y espasmos al dormir. En la concepción local, el susto implica que el alma del niño ha dejado el cuerpo por el impacto, lo que explica el comportamiento errático del menor. Así, este mal se trata con el qayapu, que consiste en llamar al espíritu del niño que se fue con el impacto del susto. Durante el ritual curativo corresponde al curandero u otra persona entendida rezar, orar y llamar, haciendo uso de coca y cigarro. En caso el susto haya sido muy fuerte, la curación se realiza en varias sesiones.
Puquio
Cuando se ingresa sin cuidado a los puquios mientras se ha formado un arco iris, el mal puede ingresar al cuerpo de la víctima. Las mujeres están más propensas a contraer esta enfermedad; por ejemplo, si está comiendo y el arco iris pasa por la comida, puede hacer que el vientre de