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CAPÍTULO XV PROYECCIONES DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS

EL HOMO SAPIENS -DE LA CURIOSIDAD CREADORA A LA CIVILIZACIÓN TECNOLÓGICA-

CAPÍTULO XV PROYECCIÓN DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS

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EL HOMO SAPIENS -DE LA CURIOSIDAD CREADORA A LA CIVILIZACIÓN TECNOLÓGICA-

Las tecnologías representan fórmulas y vías idóneas para la concesión al hombre de herramientas, equipos, máquinas y conocimientos, a través de lo que se llama inteligencia artificial, a fin de atender los requerimientos de la posmodernidad, que sus propias fuerzas no generan ante las distintas fases de sus actividades o necesidades de realizar trabajos que requieran esfuerzos superiores a su fuerza o capacidad física. Así como antaño, el hombre se distingue y separa cada vez con mayor claridad y precisión, mientras más sofisticados sean sus exigencias de su condición primigenia de Homo spiens, recurriendo a otras facilidades, ideadas y diseñadas por elementos o aparatos creados por su inventiva, pero puestos en el laboratorio a disposición de equipos fundamentalmente.

En el mundo de las partículas, por ejemplo, los laboratorios, a cargo de técnicos, pero procesados por aparatos que demuestran al concluir el tratamiento “que el mundo de los objetos muy pequeños será completamente diferente del mundo ordinario.”271

Igualmente, la extrema especificidad de la nanociencia y la nanotecnología, no son analizados manualmente, sino por medio de “la ciencia e ingenierías modernas de nanomateriales.”272 “Así como un número creciente de desarrollos y aplicaciones prácticas, por lo que el entendimiento teórico de sus propiedades –como función de su tamaño, su composición atómica, su estructura geométrica, etc. – es un gran reto intelectual…”273

El amplio y variado panorama de la biotecnología constituye un campo de estudio y análisis que, a diferencia del marco del desarrollo científico y tecnológico del pasado, no comprendía el hombre y sus interioridades, mas bien se proyectaba en su entorno. En cambio, hoy la biotecnología involucra toda la vida, incluyendo a la humana, procurando, mediante la inteligencia artificial crear otra naturaleza de las cosas y de la vida.

“El sueño final, el motivo central de la era moderna ha sido encontrar formas tecnológicas más eficientes de controlar y dominar la naturaleza con fines utilitarios y comerciales. Era Francis Bacon, fundador de la ciencia moderna, quien urgía a las generaciones futuras a “exprimir”, “moldear” y “esculpir” la naturaleza para “agrandar los límites del ingenio humano y efectuar todo lo que posible sea.” Armados con el método científico, Bacon estaba convencido de que por fin teníamos una metodología que nos concedería “el poder de conquistar y someter la naturaleza” y “sacudirla hasta los cimientos”. Bacon, con su visión sistemática de un ascendente final de la humanidad sobre la naturaleza, puso los fundamentos de la era de la Ilustración que vendría después. Isaac Newton, René Descartes, John Locke y otros filósofos de la Ilustración construyeron una visión del mundo que sigue inspirando a muchos de los biólogos moleculares y empresarios de hoy que ansían tomar y colonizar la última frontera, el patrimonio genético común, el corazón del mundo natural. “274

El empeño en el diseño de mejoras en su entorno no constituyó un esfuerzo en sí mismo, es decir, contemplativo, con un afán de autorrealización estática de carácter personal presidido por complejo egoísta. Respondió a la lucha por sobrevivir alcanzando metas superiores de convivencia. Bajo esta inspiración “todas las sociedades son una expresión organizativa del profundo deseo de la humanidad de superar los límites impuestos por el tiempo y el espacio. La meta es siempre la misma.”275

En el relevo de estaciones de la vida, la refinada tecnología de la información que registra, programa, clasifica y distribuye información, que crea métodos, que transforma industrias, coadyuva al estudio, análisis y creación de la inteligencia artificial, la ingeniería genética y otros conocimientos científicos hacen que súbitamente la visión y noción darwiniana de supervivencia del más apto “es reemplazada por la de “supervivencia del mejor informado”.276

El mundo de la información, que recoge, procesa y divulga conocimiento, no solo acontecimientos, constituye la génesis del nuevo mundo de la posmodernidad.

La creatividad, lejana curiosidad productiva, sigue iluminando los descubrimientos, construcciones e innovaciones como un faro permanente de guía y centinela que custodia al hombre en el desafío que representa su inquieta existencia, acostumbrada a enfrentarse a lo desconocido, con vocación de aprendizaje, valor ante el peligro y grandeza frente a la adversidad.

271 Gerard’t Hooft. Op. cit., p. 15 272 José Luis Morán López/José Luis Rodríguez López. Op. cit., , p.14 273 Ibídem 274 Jeremy Rifkin. Op. cit., pp. 240-241 275 Jeremy Rifkin. Op. cit., p. 298 276 Jeremy Rifkin. Op. cit., p. 297

EL HOMO SAPIENS -DE LA CURIOSIDAD CREADORA A LA CIVILIZACIÓN TECNOLÓGICA-

El mundo de la tecnología reposa en la economía capitalista globalizada, nuevo escenario donde se agita el poder que desplazó el predominio del poder territorial del Estado-Nación.

Ante el capitalismo globalizado sin cobertura política y humana que amparen sus realidades y proyecciones, se imponen los postulados de la “sociedad de bienestar”, en donde la población organizada vele por sus valores, cultura y desarrollo, “desde los fundamentos del Estado de bienestar”.277

En este sentido, “la creación social y los proyectos políticos son esenciales para mejorar una sociedad que necesita claramente cambio y esperanza.”278

277 Manuel Castells y Pekka Himanen (editores). Reconceptualización del Desarrollo en la Era Global de la Información. Fondo de Cultura Económica Chile, Santiago de Chile, 2016, p. 90 278 Manuel Castells. La Era de la Información, Vol.3, Fin del Milenio,. Nueva Edición, Alianza Editorial, S.A., Madrid, España, 2006, p. 429

EL HOMO SAPIENS -DE LA CURIOSIDAD CREADORA A LA CIVILIZACIÓN TECNOLÓGICA-

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