El lenguaje del balón 22.36 horas del pasado 24 de mayo. Sergio Ramos remata a gol un córner botado por Modrić y manda a la prórroga la final de la Champions League en el último suspiro, cuando ésta ya agonizaba. En el Santiago Bernabéu, en la lisboeta Plaza de Rossio y en algún recóndito bar de Chile se produce un estallido de alegría directamente proporcional a la decepción que empiezan a sentir las miles de personas que abarrotan el Vicente Calderón, las que se congregan en una taberna de la propia capital portuguesa y las que se dejan las uñas en esa tierra del fuego que responde al nombre de Azerbaiyán. Todos se abrazan y algunos, incluso, lloran: unos de felicidad, otros de rabia mientras buscan el abrazo de los que visten sus mismos colores. Pero, a pesar de que se dejan llevar por sus emociones, la gran mayoría es capaz de dominar sus instintos más primarios, esos que en ocasiones utilizan el fútbol –o el deporte, en general– como pretexto para emprenderla a golpes con lo que tengan más a mano, ya sea el mobiliario urbano o el rostro del aficionado del equipo rival. Más allá de henchir el pecho de orgullo porque dos de sus equipos acapararan los ojos de toda Europa en la renombrada final de Lisboa, la villa de Madrid tuvo en ese espectacular evento la oportunidad de demostrarle a todo el continente el saber estar de sus ciudadanos que, desplazados o no, fueron noticia precisamente por la ausencia de las mismas, ya que en ninguna de las dos ciudades tuvieron que lamentarse incidentes entre las dos aficiones ni destrozos materiales como si de un estado de sitio se tratara. Son muchos los escritores y sociólogos que han afirmado que no hay mejor termómetro para pulsar la temperatura de una sociedad que el fútbol. Así, cuando faltan sólo unos días para que arranque en Brasil la cita deportiva que más focos atrae de todas cuantas existen, las miradas se concentran con más fuerza en las protestas de la población que en el desembarco de estrellas en el país carioca. Y es que la nación del orden y el progreso, con Dilma
Rousseff a la cabeza, afronta estos días un reto mayúsculo más allá de dar cobijo a una Copa del Mundo por segunda vez en su historia, un desafío tan determinante para su futuro como lo es atender a las necesidades que reclama una población que venera el balompié pero que no está dispuesta a renunciar a elementos básicos como la educación o la sanidad para alimentar el insaciable negocio de la FIFA –y del COI, que pondrá su foco en Brasil a partir de agosto–. Es por ello que las manifestaciones y las protestas se han intercalado con actos protocolarios de lo más pomposos, por mucho que le pese a Ronaldo Nazario, uno de los hombres fuertes de Brasil 2014 a la hora de promocionar el Mundial. De este modo, queda patente que los ciudadanos, consciente o inconscientemente, han vuelto a utilizar el fútbol a la hora de mandar un mensaje al mundo. Unos, con un lenguaje no verbal para demostrar que es factible convivir sin violencia; otros, a través de un lenguaje de signos para hacer ver la necesidad de un cambio. Pero siempre utilizando el altavoz más potente que existe en nuestros días: el balón.
Los ciudadanos han vuelto a utilizar el fútbol a la hora de mandar un mensaje al mundo
SUMARIO JUNIO #15 ENTREVISTA DAVID DE GEA
DAVID DE GEA EN LOS MEDIOS
DE GEA PERSONAL HABLA SU PADRE
FÚTBOL
OTROS DEPORTES
TENIS
DERBIS DEL MUNDO
FALSO 9
POR DEPORTE
Ezequiel Costa viaja a Manchester para evocar el tanto más triste en la carrera del escocés Denis Law
La reconstrucción del Manchester United tras la Segunda Guerra Mundial corre a cargo de Álvaro Méndez
Luis Aznar tiene claro que la temporada que ha hecho el Atlético no la puede empañar un gol en el descuento.
Nacho Mühlenberg recrea el ambiente en la Philippe Chatrier
VOCES AUTORIZADAS BALONCESTO Uno contra uno con Sergio Scariolo
MIGUELÁNGEL DÍAZ
JOSÉ FÉLIX DÍAZ
Y MÁS... QUÉ FUE DE...
DEPORTE Y CINE
La inmensa figura del pívot soviético Vladimir Tkachenko es silueteada por Hugo Condés
La transformación de Mickey Rourke en luchador, frame a frame desde la óptica de Sergio Menéndez
LAS CHICAS SON GUERRERAS Para David Guerra el fútbol ha dejado de ser un coto reservado a la testiculina de los hombres
FÓRMULA 1 La estrella de Mercedes a través de la lupa de Mario de Toro
Entrevista con David De Gea
“VAMOS A
BRASIL PARA GANAR EL
MUNDIAL” Por: Diana Sanchidrián, Julián Carpintero y Jaime Aznar @dsanchidrian, @carpintero_ jgc y @jaimeaznarsanzo Fotografía: Alma Neila y Martina Martín
REVISTA MINUTO 116: Usted jugaba en Casarrubuelos y luego en Torrejón de la Calzada, hasta que un día llegó Diego, que era el preparador de porteros del Atlético de Madrid en aquella época, y le explica que el club le quiere. ¿Cómo vivió ese momento? DAVID DE GEA: Bueno, pues raro ¿no? Yo estaba jugando con mi equipo de siempre, en Casarrubuelos, y cuando me llama el Atlético de Madrid y viene Diego a verme y me dicen que vaya allí a probar pues lo vivo mucha ilusión y un poco de nervios.
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isueño y cercano. Esas son las primeras sensaciones que transmite David De Gea con su presencia. El portero del Manchester United no esconde su felicidad por la temporada que ha realizado a nivel individual, culminada con el billete de Del Bosque para viajar a Brasil, la misma que se empaña con la decepción de que los ‘diablos’ no vayan a recorrer Europa la próxima temporada. Una botella de agua es todo el acompañamiento que le hace falta para charlar, de fútbol y de la vida, con Revista Minuto 116 sin perder ni un instante esa media sonrisa tímida y enigmática que tanto caracteriza al guardián de Old Trafford.
En su vida ha habido muchos cambios importantes de ese tipo, como el irse a vivir a Manchester. Pero, ¿cuál es el que cree que le ha marcado más, como portero y como persona? Hombre, yo creo que todos los cambios te marcan y te hacen madurar, pero pienso que el salto más grande fue irme a Man-
“EN INGLATERRA ENTRENAMOS SIN CÁMARAS, SOLOS, Y NO HAY PERIÓDICOS QUE SE DEDIQUEN ÚNICAMENTE AL FÚTBOL. ALLÍ LA PRENSA TE DEJA MUY TRANQUILO”
“LA VERDAD ES QUE ESTOY MUY CONTENTO DE HABERME IDO A MANCHESTER. LAS COSAS ESTÁN SALIENDO BIEN Y
chester. La verdad es que estoy muy contento de haberme ido allí, las cosas están saliendo bien y soy feliz. Sus padres nos han contado en alguna ocasión que el camino ha sido duro, porque a veces tenían que turnarse para llevarle a entrenar. ¿Tiene la sensación de que ha sido una época de mucho esfuerzo para obtener la recompensa? Sí, bueno, sobre todo para ellos, que para que su hijo pueda hacer lo que le gusta tuvieron que hacer muchos esfuerzos. Pero fue una época dura y, gracias a Dios salió todo bien y he tenido la suerte de estar donde estoy. Estoy muy agradecido a ellos. En esa época tampoco sabían para qué iba a servir, ¿verdad? Simplemente creían y confiaban en usted e hicieron el esfuerzo… Sí, claro, lo hacen para que tú cumplas tu sueño, pero, evidentemente, nadie sabía que podía llegar a estar aquí, a jugar en el Manchester United y en el Atlético de Madrid. Pero la verdad es que nadie lo
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“LAS PRIMERAS SEMANAS FUERON DURAS. ME COSTÓ UN POQUITO ADAPTARME, PERO POCO A POCO FUI APRENDIENDO, MADURANDO, MEJORANDO, Y AHORA ESTOY MUY INTEGRADO Y MUY A GUSTO”
sabía, nadie se lo imaginaba, y les estoy muy agradecido. ¿Cómo se apaña para que le lleguen los tupper de albóndigas de su madre? Bueno, difícil, ¿no? (risas). Pero la familia siempre que viene trae comida, mi hermana o mis padres, y la verdad es que allí se come bien. Su hermana vive en Inglaterra y sus padres pasan mucho tiempo allí, ¿no? ¿Es muy importante para usted tener cerca a la familia?
Sí. Siempre la he tenido cerca, son un gran apoyo para mí y han sufrido conmigo desde pequeñito. Son parte de mí. ¿Qué es lo que más le gusta de su vida en Manchester? La tranquilidad que hay allí. Se vive muy tranquilo y la gente es más respetuosa con los futbolistas y los famosos. En esencia eso, la tranquilidad. En cuanto al tema de la prensa, ¿nota la diferencia entre España e Inglaterra?
Sí, hay mucha. Nosotros entrenamos sin cámaras, solos, y no hay periódicos que se dediquen únicamente al fútbol. La verdad es que te dejan muy tranquilo. Pero hubo un momento delicado con el tema de la vista que aquí seguramente no hubiera trascendido y allí sí tuvo más repercusión. ¿No cree que para eso son más sensacionalistas? Sí, también publican muchas tonterías. De cosas pequeñas hacen cosas grandes y quizá en ese sentido sí lo son. Pero luego se vive bien y te dejan tranquilo. No todo el mundo sabe que el pequeño David de Gea no siempre quiso ser portero… Hombre, cuando eres pequeño te gustan varias cosas y nunca sabes bien lo que quieres. Me gustaban más deportes, también jugar de jugador de campo, aunque al final me quedé con la portería. También le gustaban los videojuegos, ¿no? Sí, me gustaban y me gustan. Me gusta mucho jugar, me desconecto de todo y creo que es una forma buena de evadirte de todo y pasarlo bien un rato. ¿Cómo es jugar y escogerse a sí mismo? (Risas) Se hace raro verte ahí. Cuando eras pequeño y jugabas siempre soñabas con estar ahí y ahora que estás pues... Es la
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“NO LE PRESTÉ MUCHA ATENCIÓN A LO QUE SE PAGÓ POR MÍ. SABÍA QUE IBA A UN CLUB MUY GRANDE, CON MUCHA PRESIÓN, CON PORTEROS QUE HABÍAN SIDO LEYENDA ALLÍ Y QUE TENÍA QUE HACERLO MUY BIEN PARA ESTAR A LA ALTURA” bomba ¿no? Me encanta verme y es una sensación muy especial.
¿Cómo recuerda sus primeras semanas en Inglaterra? ¿Le costó adaptarse a lo que es el fútbol inglés? Sí, las primeras semanas y meses fueron duros. Al final vas a un país que no conoces, a un equipo nuevo, un idioma distinto… Todo. Y, bueno, me costó un poquito, pero poco a poco fui aprendiendo, madurando, mejorando, y ahora estoy muy integrado y muy a gusto.
¿Qué siente cuando salta a campos como Old Trafford o Stamford Bridge con la camiseta de un club de leyenda como el Manchester United?
Mejor Jugador del año en el United por los propios aficionados. ¿Cómo encaja todo eso? ¿Se siente una especie de niño prodigio? No. Yo creo que hay que entrenar mucho y hacerlo muy bien. Al final es un trabajo y yo intento hacerlo lo mejor posible. Las cosas están saliendo bien y hay que seguir en esta línea. A ver si el año que viene el equipo mejora y va todo algo mejor. En su día fue el segundo guardameta más caro de la historia. ¿Eso le ha supuesto una especie de losa o, al revés, ha reforzado las expectativas que tenían en usted? Bueno, tampoco le presté mucha atención a eso. Sabía que iba a un club muy grande, con mucha presión, con porteros que habían sido leyenda allí y que tenía que hacerlo muy bien para estar a la altura.
Llegó a decir que las complicaciones le han hecho más fuerte, ¿no es así?
Imagínate. Ser portero del Manchester es algo muy grande y siempre que salgo con esa camiseta intento dar el máximo, algo que también hacía con el Atlético de Madrid. Hay que vivirlo para saber lo que es.
¿Siempre ha tenido la sensación de haber acertado?
Sí, creo que cuando cualquier persona tiene dificultades y las cosas van mal es cuando más aprende. Cuando todo va mal y tienes que luchar más es cuando se aprende mejor.
En su primera temporada en España fue elegido Mejor Portero Revelación y ahora ha sido escogido Mejor Portero de la Premier y
Sí, sí. Evidentemente, los primeros días y meses son difíciles porque el cambio es grande, pero sí. No me arrepiento de nada.
En ese sentido, ¿cuándo y cómo toma la decisión de poner rumbo a la Premier y abandonar el Atlético de Madrid?
Cuando un club como el Manchester viene a por ti es un tren que pasa una vez y pensé que había que aprovecharlo. El Atlético era mi club de siempre y, evidentemente, fue duro pero me sentía con ganas de cambiar, de ir allí y de seguir creciendo como futbolista. ¿Tuvo mucho peso la figura de Ferguson? Sí, llevaba muchos años allí, todo el mundo le quiere, es una leyenda allí. Y que él mismo te quiera en su equipo dice mucho sobre mí. Quise ir allí con él. ¿Qué tipo de relación tenía con él? Bien, la relación de un entrenador y un jugador. Él era muy cercano, sabía hablar con los jugadores y todos le tenían mucho cariño. La verdad es que es un entrenador que seguramente sea el más grande de la historia y una persona muy buena. ¿Qué voy a contar yo, no? ¿Le han echado de menos este año? En Inglaterra se suele decir que se tiene más paciencia con los entrenadores, pero con Moyes no ha sido así…
Hombre, siempre se echa de menos a todos. Jugadores y entrenadores. Pero se cambió y vino Moyes, pero el equipo no estaba bien y no encontró la pieza clave para hacer funcionar al equipo. Es un gran entrenador, pero venía de un club diferente al nuestro y las cosas son así. Al final, en un club tan grande, es al entrenador al que se mira primero. ¿Qué sensaciones le genera Van Gaal como entrenador? Buenas. Yo creo que es un entrador que lo ha ganado todo y que tiene muchísima experiencia, así que ojalá haga un buen trabajo y volvamos a ganar títulos. ¿Has tenido ya alguna conversación con él? No, de momento no hemos hablado nada. Siempre podrá decir que ha jugado y le ha entrenado Ryan Giggs. ¿Qué puede decir de él? Eso poca gente pude decirlo, ¿no? Yo le admiraba mucho ya como jugador y es una de las personas que más me ha sor-
“IR A UN MUNDIAL ES LO QUE SUEÑAS DESDE PEQUEÑO Y YO LLEVO DESDE MUY PEQUEÑITO EN LAS CATEGORÍAS INFERIORES, ASÍ QUE, OBVIAMENTE, ESTE ES MI SUEÑO: IR A UN MUNDIAL Y CONVIVIR CON JUGADORES TAN GRANDES”
“LAS SENSACIONES NO HAN SIDO BUENAS ESTA TEMPORADA, PERO SOMOS UN CLUB GRANDE Y EL AÑO QUE VIENE TENEMOS QUE VOLVER A LUCHAR, A METERNOS ARRIBA Y A GANAR ALGÚN TÍTULO” prendido y más me ha marcado. Para mí es el mejor. Como usted mismo decía ha sido una temporada complicada para el United. ¿Quedarse fuera de Europa ha sido lo más duro? Sí, quedarse fuera de Europa y no ganar ningún título. Las sensaciones no han sido buenas, pero somos un club grande y el año que viene tenemos que volver a luchar, a meternos arriba y a ganar algún título. Hasta ahora ha sido el portero indiscutible de las categorías inferiores de la Selección pero ahora llega la llamada para la absoluta y el Mundial. ¿Cómo recibe esa noticia, esa llamada de Del Bosque? Cuando dio la lista y vi que estaba ahí... Ir a un Mundial es lo que sueñas desde pequeño y yo llevo desde muy pequeñito en las categorías inferiores, así que, obviamente, este es mi sueño: ir a un Mundial
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“EL ATLÉTICO ESTÁ HACIENDO HISTORIA Y CREO QUE TIENEN QUE SEGUIR ASÍ. OJALÁ EL AÑO QUE VIENE LO VUELVAN A CONSEGUIR SIGUIENDO ESTA LÍNEA. EL ‘CHOLO’ HACE UN TRABAJO MUY GRANDE CON LOS JUGADORES Y SON UN EQUIPO INCREÍBLE” y convivir con jugadores tan grandes. Ojalá repitamos lo del Mundial anterior.
bien. Tiene algo especial que solo tiene él y estará ahí hasta que él quiera.
Viene de ser el portero titular en tu equipo y, como decía, en la categorías inferiores. ¿Cómo afronta ser, quizá, el segundo o tercer portero? ¿Cómo se prepara mentalmente un jugador para eso?
Como compañero suyo y como futbolista, ¿cómo cree que ha sido para Casillas vivir todo lo que ha tenido que pasar estas últimas temporadas en el Madrid?
Hombre, he ido muy poco a la absoluta. Es normal, yo sé a lo que voy, soy joven y es la primera vez que voy a un Mundial. Está Iker [Casillas], que tiene mucha experiencia y es el capitán, lo es todo en la Selección y yo tengo que estar ahí, entrenar bien y dejar buenas sensaciones. Y si tengo alguna oportunidad pues aprovecharla para que en un futuro cuenten conmigo.
Habla de Iker como un hombre con muchísima experiencia. Aunque en edad se llevan mucha diferencia, ¿coincidir en el tiempo con él es una faena? Yo creo que sí. No solo yo, todos los porteros que han pasado por ahí, que han sido muchos. Al final siempre ha acabado jugando él, porque es el mejor y el que mejor ha estado, y con la Selección compite muy
Creo que cualquier futbolista pasa por un momento en el que tiene que bajar un poquito el listón. No siempre se puede estar al 100 por cien. Al final no sé cómo lo habrá vivido, pero seguro que sabe de sobra lo que tiene que hacer: entrenar bien y jugar bien, y lo está haciendo. Seguro que aprende mucho de todo esto, que nunca le había pasado. España ha pasado de la maldición de cuartos a ganarlo todo. ¿Es una presión añadida para ustedes que la gente esté acostumbrada a ganar? Al final la gente se acostumbra. España ha ‘malacostumbrado’ a la gente y no es fácil ganar todo como está ganando España, jugando bien. Y otro Mundial es difícil. La gente tiene que saber que España puede perder y puede pasar cualquier cosa. Pero
“AL FINAL SIEMPRE HA ACABADO JUGANDO CASILLAS, PORQUE ES EL MEJOR Y EL QUE MEJOR HA ESTADO, Y CON LA SELECCIÓN COMPITE MUY BIEN. TIENE ALGO ESPECIAL QUE SOLO TIENE ÉL Y ESTARÁ AHÍ HASTA QUE ÉL QUIERA”
el país sabe la Selección que tiene y cómo juega. Iremos a ganar el Mundial. ¿El objetivo, entonces, es ir a ganar el Mundial? Claro. El objetivo de todas las selecciones que van es ir a ganar el Mundial. Si no, no estarías ahí. Por la Selección que hay y por todo lo que hay conseguido, iremos a ganar, claro. Muchos jugadores, dejando de lado la Selección, cuando se marchan de un club no dicen un adiós sino un hasta luego. ¿Usted se plantea volver a jugar en el Atlético de Madrid? No lo sé. Yo estoy muy a gusto en Manchester y, obviamente, en el futuro nadie sabe lo que puede pasar. Pero estoy muy feliz allí, espero estar muchos años y conseguir muchos títulos. Como atlético de cantera, ¿cómo ha vivido esta temporada? ¿Cree que el Atlético está consiguiendo cambiar el rumbo del futbol aquí en España? Sí, hasta hace nada había dos equipos que dominaban el futbol español y ahora ha llegado un equipo que pone lucha y corazón. Cómo lo han conseguido es increíble. Están haciendo historia y creo que tienen que seguir así. Ojalá el año que viene lo vuelvan a conseguir siguiendo esta línea. Yo creo que el ‘Cholo’ está haciendo un trabajo muy grande con los jugadores y son un equipo increíble.
¿El ‘Cholo’ es, quizá, el mejor ejemplo de la importancia de un entrenador en un vestuario? Yo creo que sí. Ha habido entrenadores buenos en el ‘Atleti’, pero éste ha cambiado un poco la mentalidad de los jugadores. Se dejan la vida en el campo y todos están con él. Yo creo que es un ejemplo. ¿Cuál es el minuto 116 de su vida? Cuando ganamos la Europa League en la final de Hamburgo. Ése es mi mejor momento.
CUMPLIÓ
Por Jaime Aznar @jaimeaznarsanzo
Cuando se dice que alguien cumplió muchos pueden pensar que se quedó en el mínimo de lo exigido, pero ese no es el caso de David De Gea. El hoy Mejor Jugador del Manchester United en la temporada que acaba de terminar fue durante años el portero más prometedor de las categorías inferiores del Atlético de Madrid y de la Selección española. ‘El sucesor de Casillas’, decían algunos. De Gea caminaba con paso firme, siempre compitiendo con chicos más mayores de lo que su edad le correspondía. En el Calderón ansiaban que llegase al primer equipo, pero desde el club se tuvo una paciencia que no suele ser usual a orillas del Manzanares. La llegada de Asenjo supuso, para muchos, un golpe bajo en la carrera de David. Sin embargo, supo esperar un momento que acabaría llegando. El guardameta palentino se encontraba disputando el Mundial sub-20 y Roberto cayó lesionado. Contra el Oporto y en Champions League. Así se produjo el debut de De Gea con el primer equipo del Atlético. Tan solo unos días después le tocaría estrenarse en Liga, contra el Zaragoza, cuando detuvo un penalti. El niño prodigio de la portería rojiblanca había llegado para quedarse. David confirmaba en cada actuación que lo que se decía de él cuando únicamente era un niño era cierto. Tenía unas condiciones impresionantes a las que sumaba una cabeza envidiable. 2010 fue el año de su consagración, pues partía como el portero titular del club de toda su vida, pero tenía que confirmar las buenas sensaciones que había dejado en los primeros partidos. ¡Y vaya si lo hizo! El espigado arquero, igual que el resto de atléticos, no olvidará aquella noche de mayo en Hamburgo, quizá su mejor partido con la rojiblanca, en la que tuvo un papel protagonista en la película que terminaba con la Europa League en Neptuno. Desde su llegada al primer equipo colchonero hizo constantes méritos para que un hombre como Sir Alex Ferguson decidiera apostar por él con 25 millones de euros bajo el brazo. Una apuesta que, a todas luces, le salió redonda al técnico escocés.
AUSENCIA DE TRANSICIONES
Por Julián Carpintero @carpintero_ jgc
En el césped del Camp Nou, con la Champions League bajo el brazo, fue donde Peter Schmeichel supo que debía abandonar el Manchester United. Era una noche de mayo de 1999 y estaba en la cima. Para llenar un vacío tan grande como el que dejaba el portero danés, Sir Alex Ferguson puso sus ojos es Mark Bosnich, un arquero australiano que se había ganado el corazón de Villa Park y que tenía unas cualidades parecidas a las del ‘Gran Danés’. Sin embargo, Bosnich sólo permaneció dos temporadas vestido de ‘diablo’ antes de marcharse al Chelsea por la puerta de atrás, con apenas una veintena de partidos en dos temporadas. Y es que suceder a un mito en un club tan exigente como el Manchester United nunca es una tarea sencilla. Una década después, Ferguson se encontró ante la misma diatriba. Edwin van der Sar, el guardameta que había custodiado la portería de Old Trafford durante el último lustro, también eligió una final de Champions –sólo que esta vez sin el trofeo– como despedida del club ‘mancuniano’. Pero a pesar de la mala experiencia con Bosnich, el técnico escocés no dudó ni un instante en repetir la maniobra y pensó en un joven que tuviera unas características físicas y técnicas lo más parecidas posible a las del hombre que con sus paradas les dio la Copa de Europa de 2008. El candidato tenía nombres y apellidos: David De Gea. Sus grandes campañas con el Atlético de Madrid habían hecho que su nombre figurara en las agendas de los directores deportivos de los grandes clubes europeos, pero fue el Manchester United el que se hizo con sus servicios a cambio de 25 millones de euros. De Gea desembarcaba en la Premier en el verano de 2011 y apenas un mes después ya podía presumir de haberle ganado al Manchester City, el rival vecino, la Community Shield. Su proceso de adaptación le llevó a compartir la titularidad con Lindegaard, aunque al final de la temporada ya estaba consolidado en el once ‘red devil’. La campaña 2012/13 fue la de su consagración en Inglaterra, pues fue decisivo en la conquista de la Premier del Manchester United, que a finales de temporada despedía al propio Ferguson, uno de los personajes más trascendentales de su historia. La llegada de Moyes no variaría la concepción que en el seno de Old Trafford tenían de De Gea y, de hecho, ha sido de lo poco salvable en la temporada que acaba de terminar, pues el guardameta español ha sido designado Mejor Portero de la Premier League y Mejor Jugador del Manchester United por sus propios fans. Quizá el único lunar que aparece en sus tres años en Inglaterra sea Europa, una cuenta pendiente que intentará saldar tarde o temprano. Pese a todo, Schmeichel, Van der Sar y hasta el desafortunado Bosnich pueden estar seguros de que la transición ha sido de todo menos traumática.
DESPACITO Y CON BUENA LETRA David De Gea nunca pasó de largo para los combinados nacionales. Su altura, sus largas extremidades, sus reflejos y, por supuesto, sus intervenciones provocaron en todos los seleccionadores inferiores levantar el teléfono una y otra vez para citarle casi sin excepción. Despacito y con buena letra, escalón a escalón, el madrileño ha ido marcando con ‘checks’ las inferiores de ‘La Roja’ hasta llegar a la absoluta, protagonizando encuentros junto a una generación histórica de la mano de jugadores que, como él, gozan de puestos privilegiados en los onces titulares de los mejores equipos del mundo. Esto, para Vicente Del Bosque, no ha pasado de largo, pues ya citó a De Gea para la preselección que finalmente fue campeona del mundo hace cuatro años. En aquella ocasión, David se quedó en casa. Tenía solamente 19 años. Hoy, siendo una referencia mundial al defender la meta local de Old Trafford con las tablas de un veterano, será el segundo o el tercer (¿?) portero de la Selección nacional. Un sueño que sólo imagina un final posible: vestir el dorsal número ‘1’ de la camiseta de ‘La Roja’ y quién sabe si el brazalete como su predecesor y admirado Iker Casillas. Pues eso, que siga despacio y con buena letra.
Por Pablo Ramos @PabloRamosd
“Los padres, por los hijos, hacemos todo lo que está en nuestras manos”. De esta forma tan contundente resume José, el padre de De Gea, el largo camino que toda la familia inició hace años para conseguir que el pequeño David pudiera hacer realidad su sueño de ser futbolista. Con su voz serena y segura, José explica cómo, después de que David jugara en el modesto Casarrubuelos, le llevaba a entrenar desde su casa de Illescas hasta las instalaciones del Atlético de Madrid. Un trayecto de 100 kilómetros diarios en el que se involucró toda la familia. “A David le encantaba el fútbol, así que nosotros procurábamos llevarle a todos los partidos; comprarle los guantes, las botas, las espinilleras… En fin, todo lo que necesitaba,
que implicaba unos gastos bastante grandes, aunque ese son el tipo de cosas que uno hace con mucho gusto”, cuenta. Sin embargo, la perspectiva del tiempo ha hecho que José recuerde aquella etapa con el mismo cariño con el que habla para referirse al club que les ha cambiado la vida a él y a su familia: “Hasta que no estuvimos allí no nos dimos cuenta de la grandeza del club. Todo el mundo nos decía que el Manchester United no es un equipo cualquiera y, efectivamente, hasta que no llegas allí y ves cómo manejan todo, no lo entiendes. Ves que es un club grande sólo con aproximarte allí: es inmenso”, relata con un halo de misticismo y admiración.
Desde que era un niño los guantes también han sido sus compañeros.
“A DAVID LE ENCANTABA EL FÚTBOL, ASÍ QUE PROCURÁBAMOS LLEVARLE A TODOS LOS PARTIDOS Y COMPRARLE TODO LO QUE NECESITABA, QUE IMPLICABA UNOS GASTOS GRANDES, AUNQUE ESE SON EL TIPO DE COSAS QUE UNO HACE CON MUCHO GUSTO”, CUENTA JOSÉ DE GEA, EL PADRE DE DAVID
Pero, a pesar de las loas con las que José De Gea agasaja al club de Old Trafford, José De Gea admite que los inicios en Manchester no fueron todo lo sencillos que hubiera deseado. “Acoplarse no es fácil, sobre todo cuando uno cambia de país y tiene que adaptarse a un clima distinto y a un idioma y una cultura diferentes. Es muy sacrificado. Uno se termina haciendo, pero cuesta mucho”, reflexiona ahora que ya han pasado tres años al tiempo que confiesa, entre risas, sus temores cuando tiene que coger un avión. Pero el padre de De Gea abandona el tono distendido cuando recuerda las críticas de la prensa británica a David en sus primeros meses como ‘red devil’. “Bajo mi punto de vista, al principio la prensa se cebó en exceso con David, porque se le criticaron paradas de las que en España nadie hubiera dicho nada. Pero allí, alguna mala salida o una indecisión bajo
palos…”, y añade: “Por suerte, eso se superó y la prensa, hoy en día, le valora en la medida en que tiene que hacerlo, así que estamos muy contentos”. Una alegría, la que siente José, comparable a las que el ahora guardián del Manchester United le dio cuando empezó a despuntar en las categorías inferiores del Atlético de Madrid y la Selección española. “Los tres momentos más importantes yo creo que han sido el Europeo sub-17 con España, la Europa League con el ‘Atleti’ y la Barclays que ganamos en Manchester”. Porque, como no podía ser de otra manera, también siente esos triunfos como propios. Aun así, las satisfacciones no terminan ahí, puesto que la llamada de Del Bosque para acudir al Mundial de Brasil ha despertado en el padre tanta o más ilusión que en el hijo. “A él le encanta ir a la Selección y representar a su país. Lo ha hecho desde chiquitín –con la sub-17, la sub-19, la sub-21– y ahora con la absoluta ni te cuento. Jugar un Mundial es lo máximo a lo que puede aspirar un futbolista a nivel de selección, por lo que toda la familia estamos muy contentos”. José todavía no sabe si podrá acompañarle a Brasil porque la RFEF no fletará vuelos para los familiares, pero hay una cosa que tiene clara: “Se me ponen los pelos de punta al pensar en un vuelo de siete u ocho horas, pero mi mujer y mi hija quieren ir y la ocasión lo merece”, sonríe. Faltaría más. Desde Illescas al resto del mundo.
Defender la camiseta nacional no es nuevo para el meta de Illescas.
UN ALEMÁN DE ILLESCAS De Gea, un tío con la cabeza de un alemán. Cuadrada, ordenada, capacitada para aislarse de un huracán. Y su cabeza cumplió con el objetivo. Pasó de la nada al todo, de no tener equipo y ahogarse en decenas de entrenamientos en solitario a ser el portero joven más cotizado de Europa. Y él, tan normal, como si nada a su alrededor hubiera cambiado. Cuando el hermano del gran Alex Ferguson le llamó por primera vez, ni se inmutó. Siguió parando, jugando, concediendo entrevistas... No era el clásico jugador que permanece en la sombra, agazapado, esperando que la tormenta pase. Él daba la cara, decía lo que podía o le dejaban decir. Cuando se marchó, ofreció ante los medios una de las más difíciles comparecencias de prensa que ha tenido que dar el portero. Se marchaba de su casa y, aun así, estuvo entero, acordándose de los fisios, utileros y demás empleados que trabajan en la sombra. Ser el portero del United le ha cambiado la vida. Es rico, famoso y joven. Lo tiene todo. Pese a todo, de cara a los medios de comunicación, sigue siendo ese tipo accesible que te recibe con una sonrisa. Es sorprendente ver cómo ha crecido mediáticamente, poniéndose a la altura de los más grandes iconos del fútbol español, con buenos modos, sin salirse del camino marcado y con las ideas claras. Supongo que compartir vestuario con Giggs y compañía debe ser un máster de vida. Recuerdo sus primeros meses en el United y no puedo evitar sonreír. Algunos errores, el episodio del donut, Ferguson mandándole al banquillo... Era de locos. Y, sin embargo, frío como un témpano, aseguraba siempre que las cosas malas también servían, que aprendería. Sin rencores, sin pasar facturas, sólo parando. Así le ha dado la vuelta a la situación De Gea, ya reconocido por todos en Manchester. Y ahora mundialista. Algo con lo que siempre soñó. Ya ha conseguido ser portada de los grandes medios de comunicación mundiales sin ser titular en la Selección. Sin grandes discursos, un mensaje directo y muchas sonrisas, David De Gea es capaz de llevarte a su terreno. Así es él y así será siempre, un tipo normal. Tan normal que sigue comiendo en el mismo sitio en Majadahonda, firmando autógrafos a la misma fan que le sigue o jugando a la consola con su amigo de la infancia. Tan fácil, tan difícil. FOTOGRAFÍA: FUTBOL.AS.COM
Por Javier Amaro co-autor de la biografía de Vicente del Bosque
José Boada, Director General de Pelayo entrega a David De Gea su póliza personalizada
ASEGURADOS
Queridos lectores, pueden estar tranquilos, puesto que la expedición que viajará a Brasil a defender el título de campeón del mundo está completamente asegurada. Y es que antes de viajar al Mundial, tanto los jugadores como el cuerpo técnico de ‘La Roja’ recibieron una póliza personalizada con el fin de que en su mente sólo exista la responsabilidad de volver con una segunda estrella sobre el escudo. No tienen que tener ninguna otra preocupación. Nuestros 23 guerreros pueden olvidarse de todo lo demás, ya que la aseguradora oficial de la Selección española ha concedido a todos ellos un seguro que va más allá de
lo deportivo y se centra en lo que hay detrás de nuestros futbolistas: las personas. En el citado acto de entrega, el director general de la compañía, José Boada, aseguró esperar “que todo salga bien y no tengan que echar mano de la póliza”.
En este sentido, los jugadores recibieron, además, la pulsera solidaria de Pelayo ‘Siente La Roja’, una muestra más de que este equipo está hecho de otra pasta y, convocatoria tras convocatoria, se vuelca con las iniciativas solidarias. Esta pulsera, a beneficio de la Fundación de Síndrome PULSA de Down PARA de Madrid, AMPLIAR es gratuita INFORMACIÓN para todo aquel que la solicite en los puestos de ven-
ta que Pelayo dispone por toda la geografía española. Con la adquisición de la misma, la aseguradora se compromete a donar un euro por cada una de las pólizas que se firmen durante el campeonato, así como promover el apoyo incondicional de los aficionados con la Selección Española. Así, la conexión entre Pelayo y los chicos de Vicente Del Bosque seguro que hace más sencillo –o menos difícil– que en el avión que los debería traer de vuelta el próximo 14 de julio regresen con un pasajero de más. Nació en Milán, mide casi 37 centímetros y pesa cinco kilos. Ya vino con ellos desde Sudáfrica. ¿Les suena?
Así hablan de... DAVID DE GEA “Tiene una gran fe en sí mismo, lo que es una virtud importante. No deja que nada le afecte” Juan Mata “De Gea se ha convertido en un guardameta ‘top’. Es joven, muy rápido, con colocación, presencia y es un sensacional sustituto para Van der Sar” Sir Alex Ferguson “De Gea peleará pronto por mi puesto” Iker Casillas “David de Gea es fantástico. Llegó como un joven portero que era bueno y se está convirtiendo en un gran portero que va a ser aún mejor” David Moyes “Creo que David es un porterazo. Me parece que técnicamente es muy bueno y si tiene la oportunidad de seguir creciendo en el extranjero será muy positivo para él” Pepe Reina “Seguro que va a marcar una época en el Manchester y en el fútbol mundial. Tiene una gran exigencia” Joaquín Caparrós “Es un portero maravilloso, para mí el mejor del mundo. David y Van der Sar son dos de los mejores porteros con los que me he entrenado, con un maravilloso nivel y el mismo estilo” Javier ‘Chicharito’ Hernández “De Gea también sabe jugar con los pies. Me encanta eso en un portero” Rio Ferdinand
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El umbral del fracaso s Vocezadas i or Aut
Por Miguel Ángel Díaz @miguelitocope
E
n España hemos pasado de pensar que nunca ganaríamos el Mundial a creer que a partir de ahora lo vamos a ganar siempre. Somos así, no tenemos término medio. O blanco o negro. Simplemente, por una mera cuestión estadística lo más normal es que España no salga campeona. Sólo Italia (1934 y 1938) y Brasil (1958 y 1962) consiguieron revalidar el título cuatro años después. A los actuales campeones del mundo hay que exigirles que den la talla. Sabemos de lo que son capaces y no se pueden ir de rositas si no cumplen. Es evidente, con lesiones y bajos momentos de forma de algunos jugadores aparte, que España está entre el ramillete de principales favoritos al título junto con Brasil, Alemania y Argentina. Pero, ¿cuál es el mínimo que hay que exigirle a ‘La Roja’? El de Brasil será el decimocuarto Mundial en el que participe España, el décimo consecutivo. Hubo un tiempo en que se consideraba un éxito disputar la fase final. Posteriormente, la idea era pasar de los malditos cuartos y después de conquistar Sudáfrica hace cuatro años, parece que lo suyo es ya ganar siempre los Mundiales. De por vida… Cuando futboleo y participo en tertulias con amigos y compañeros, les digo que para mí sería un éxito llegar a semifinales. No lo firmaría, porque creo que debemos ser ambiciosos y aspirar a lo máximo,
pero lo daría por bueno. Y me sorprende que algunos me tuerzan el gesto o resoplen cuando se lo comento. Consideran que sería “!un fracaso!”. España cayó eliminada en la primera fase en cuatro ocasiones (1962, 1966, 1978 y 1998); en una la apearon en la segunda ronda (1966); en dos alcanzó los octavos de final (1990 y 2006); en cuatro nos largaron en cuartos (1934, 1986, 1994 y 2002) y en una llegamos a las semifinales y acabamos siendo cuartos (1950). Conclusión: si España se metiera entre las cuatro mejores, al menos igualaría el segundo mejor registro de su historia. Al menos, lo digo, porque habrá partido por el tercer y cuarto puesto. Está bien que seamos exigentes y nada conformistas, pero hay que tener los pies en el suelo. Después de muchos años dando tumbos, España se ha instalado con cierta ESTÁ BIEN QUE SEAMOS comodidad en la élite del fútbol, de EXIGENTES Y NADA la que ya no deberíamos salir nunca CONFORMISTAS, PERO más. Defendamos la estrella a capa HAY QUE TENER LOS PIES y espada, pero no olvidemos que hay EN EL SUELO. DESPUÉS DE selecciones que tienen una, dos, tres MUCHOS AÑOS DANDO o cuatro más que nosotros.
TUMBOS, ESPAÑA SE HA INSTALADO CON CIERTA COMODIDAD EN LA ÉLITE DEL FÚTBOL, DE LA QUE YA NO DEBERÍAMOS SALIR NUNCA MÁS
El sorteo parece que lo diseñó un enemigo. Holanda, actual subcampeón, para abrir boca. Luego Chile y si conseguimos esquivar a Brasil en octavos nos podríamos cruzar con Croacia o México. Y a partir de aquí el camino podría ser para echarse a temblar: Italia, en cuartos; Argentina, en semifinales y Brasil en la final. Once Mundiales suman entre las tres… Del Bosque apostó por los ´clásicos’ Torres y Villa y confeccionó una lista de 23 jugadores, con una media de edad de 28 años. Doce fueron campeones de Europa en 2008; 16 campeones del mundo en 2010 y 18 campeones de Europa en 2012. Cuando esta gente se pone seria sabe lo que se hace. Y tumbar a España no será nada fácil. Soñemos, que es gratis, pero con los ojos cerrados y sin despegar los pies del suelo.
No hay motivo para dudar de esta España campeona s Vocezadas ori Aut
N
Por José Félix Díaz @jfelixdiaz
o hay motivo alguno para la duda. Los busco pero no los encuentro. Sólo hallo argumentos para pensar en que la España campeona del mundo está en el camino correcto para, por lo menos, pelear por repetir emociones de un pasado muy reciente. Esta España, la campeona, lleva seis años en lo más alto. Parece que desconecta, pero llega el momento decisivo y por ahí aparece esa ambición que por momentos parece dormida, pero que cuando se la necesita aparece a tiempo. Pasó en Sudáfrica, se repitió en Ucrania y Polonia y vivió una nueva repetición en París, en el partido decisivo para lograr el pasaporte para el Mundial que se inicia el próximo día 12. Del Bosque ha optado por una lista de convocados conservadora. Pocas novedades, más allá de la anunciada de Diego Costa, jugador que ha tenido un extraño final de temporada, pero por el que la Federación ha apostado a ganador y confían en el todavía rojiblanco para ser la referencia en ataque en Brasil. No había tiempo para esperar a Jesús Navas, pero sí para certificar la total recuperación de ese delantero tan atípico como es Diego Costa.
El debate es inevitable. Del Bosque ha impartido justicia. La suya. El tiempo dirá si el seleccionador ha acertado o no con los jugadores que ha elegido para la ocasión. Reparte más que nunca entre los equipos, con un Atlético que reaparece a lo grande en una cita mundialista con Villa –ya camino de Nueva York–, Juanfran, Koke y el citado Diego Costa. Premio a una gran temporada de los rojiblancos. Los Deulofeu, Carvajal e Iturraspe tendrán que esperar a que termine el Mundial para empezar a jugar un papel decisivo en la Selección. Del Bosque les espera. El reto del seleccionador es recuperar la mejor versión de jugadores que han vivido un año extraño, cuando menos, y que han sido decisivos en los recientes éxitos de esa España ganadora. Del Bosque sabe que Xavi, Xabi, Busquets o Piqué no han vivido su mejor temporada. Los azulgrana por culpa de esa campaña tan atípica como mala, y el madridista por esa lesión que no le ha dejado vivir tranquilo los primeros meses de competición y que tampoco los ha podido terminar de la mejor manera posible por la sanción y por el bajón liguero del equipo blanco. La otra duda que gira alrededor de la Selección es saber si la figura del ‘9’ tendrá peso específico o no. La presencia de Diego Costa y la insistencia en que esté dan que pensar que será titular, pero apuesto a que al final será Cesc el que se haga con ese puesto, en este caso el de falso nueve. Por si acaso, Fernando Torres y Villa tendrán oportunidad para lucirse. Seguro. La tela de araña que España suele tejer volverá a ser clave en el buen desempeño de la Roja. Silva, el citado Cesc, Mata y Xavi volverán a ser decisivos. En la defensa no hay dudas. Combina la seguridad del centro con Ramos y Piqué, con la fiabilidad de Azpilicueta y la rapidez de Jordi Alba. Y todo con Casillas en la portería. Toda una garantía. Ante este panorama cuesta encontrar una selección que pueda presentar tantos credenciales para optar al título. Brasil, Alemania, Holanda, e Italia compartirán favoritismo con esta España que permite e invita a ser optimista una vez más. Y es que Luis Aragonés se merece el mejor homenaje posible, que será el ver a España pisar Maracaná el 13 de julio.
Mis Villanos favoritos Por Fran Guillén, @guillenfran
Entrenar en Old Trafford hoy viene a ser como cantar en la Ópera Estatal de Viena delante del tenor recién retirado, que te mira frunciendo el ceño desde el patio de butacas. Así se debió sentir David Moyes, reflejado en el espejo de la bruja y convertido para el público en la madrastra. El cuento en Manchester comenzó por el desenlace. Y no fue precisamente un final feliz. A Ferguson y a Moyes les unía algo más que el pasaporte. Ambos tenían en su currículum al Drumchapel Amateur, un pequeño club escocés cercano a Clydebank popular por haber servido de cuna a nombres históricos sin renunciar al perfil bajo de lo no profesional. Ahí terminaban, eso sí, las similitudes de quienes parecían
maestro y padawan. El mancuniano novel no compartía el carácter agrio y el punto de genio resabiado de quien le dejaba aún caliente la almohadilla del banquillo. Moyes, de quien Andy Burnham, Secretario de Estado para el Deporte, llegó a decir que era “un gran ejemplo para todos en el Gobierno por su estabilidad y capacidad de tomar las mejores decisiones a largo plazo” (sic), se dio un costalazo tan grande que sus seis años de contrato se terminaron achicando en uno. Con los vecinos irreverentes de celeste suplicando con cánticos que no se fuese, el heredero de la mayor trayectoria futbolística contemporánea se sabía detentor de un linaje peliagudo, pero nadie imaginó el pánico escénico de quien debía pisar con firmeza las tablas del Teatro de los Sueños.
Quizá no supo que aquello no era la ‘band of brothers’ que había entrenado en Goodison Park. Él, que allí miró de reojo al Celtic, terminó saltando casillas en el tablero hasta caer en la de la bancarrota y volver al principio. El motín de un vestuario que temió ser sonrojado incluso por un Olympiacos enfurecido no lo cosió ni el remiendo de lujo de Juan Mata, talento náufrago tratando de nadar entre islotes. Fue el asturiano de Burgos el que intentó hacer sonreír el fútbol lánguido de un United con nombres pero sin hambre, exprimido por un Ferguson que tras el festín dejó poco más que los envases para el reciclaje. Nadie tiraba una pared, nadie trotaba con alegría. Y el fútbol del equipo terminaba ahogado en el cuello de botella de la mediapunta. Se marchó Moyes antes de que cerrase la Bolsa. Cosas del fútbol moderno, que no respeta ya ni la paciencia histórica.
EL HEREDERO DE LA MAYOR TRAYECTORIA FUTBOLÍSTICA CONTEMPORÁNEA SE SABÍA DETENTOR DE UN LINAJE PELIAGUDO, PERO NADIE IMAGINÓ EL PÁNICO ESCÉNICO DE QUIEN DEBÍA PISAR CON FIRMEZA LAS TABLAS DEL TEATRO DE LOS SUEÑOS
DERBIS DEL MUNDO
EL ÚLTIMO Y AMARGO GOL DE
DENIS LAW
Por Ezequiel Costa @ezequieldcosta
Antonio Mohamed, delantero de Boca, falló un gol cantado ante Huracán en 1992. Poco después, ‘El Turco’ abandonaría el club de la Ribera al no poder ocultar la verdadera razón de su clamoroso error: “Es que soy hincha de Huracán”, se defendió. Pocos futbolistas profesionales admiten que los colores de su corazón están por encima de todo. Por el contrario, hubo otros que priorizaron su faceta profesional amén de sufrir internamente el tener que marcarle a un ex equipo. Uno de los casos más sonados fue el de Denis Law, genial delantero escocés que en 1974, defendiendo la camiseta del Manchester City, anotó de tacón ante ‘su’ Manchester United, el cual terminaría perdiendo la categoría. Nacido en Aberdeen, Denis Law despuntó en el Huddersfield Town de Segunda división. En 1960 fichó por el Manchester City a cambio de 55.000 libras, cifra récord para el Reino Unido. Una temporada después pasó al Torino por el doble de dinero y, tras un accidente de coche y no haberse podido adaptar al juego defensivo que se practicaba en Italia, regresó en 1962 a Manchester, pero al United, que no dudó en desembolsar otra cifra histórica por el ex atacante azul: 115.000 libras. Bajo la dirección técnica de Matt Busby formaría la ‘Santísima Trinidad’ junto a Bobby Charlton y George Best, hoy reunidos en una estatua frente a Old Trafford. Law ganaría el Balón de Oro en 1964, consagrándose en un United que en 1968, diez años después de la tragedia aérea de Múnich, consiguió levantar la Copa de Europa, hito nunca antes alcanzado por un conjunto inglés. Un dato de color que refleja la trascendencia de Law en aquella época es que un electricista de Ámsterdam decidió ponerle Dennis a su hijo nacido en 1969. Su apellido, Bergkamp. Pese a que seguía siendo un ídolo en Old Trafford, la edad y el declive del equipo propiciaron que 11 años después de llegar al club ‘mancuniano’, éste prescindiera de ‘The King’, el segundo máximo artillero en su historia con 237 goles en 404 partidos y sólo superado por Charlton. Law tenía 33 años y en aquel verano de 1973 aceptó la oferta del City, regresando así a Maine Road. La temporada 1973/74 consagraría al Leeds United, pero el 27 de abril se finiquitaría el descenso del Manchester United. En su
penúltimo partido, los ‘Red Devils’ estaban obligados a llevarse el ‘Manchester derby’ en Old Trafford. Todos los focos recaían sobre Denis Law, ovacionado en la previa de un clásico caliente. En el minuto 84 llegaría el único tanto del partido, y sí, de Law, quien de tacón, al borde del área chica, anotó un gol que le dejó casi petrificado. Los pocos compañeros que se acercaron al ‘10’ amagaron con felicitarle, pero apenas pudieron darle un par de palmadas. No sólo no celebró el gol, sino que, angustiado, pidió el cambio y con la mirada fija en el césped se fue directamente a los vestuarios, sin ni siquiera percatarse de la presencia de Phil Henson, su sustituto, que aguardaba en la banda para entrar. El encuentro acabaría 0-1 a pesar de que se suspendiera antes del final por la invasión de cientos de aficionados locales, que pretendían, en vano, la anulación del encuentro para que volviera a disputarse.
LAW NO SÓLO NO CELEBRÓ EL GOL, SINO QUE, ANGUSTIADO, PIDIÓ EL CAMBIO Y CON LA MIRADA FIJA EN EL CÉSPED SE FUE DIRECTAMENTE A LOS VESTUARIOS, SIN NI SIQUIERA PERCATARSE DE LA PRESENCIA DE PHIL HENSON, SU SUSTITUTO, QUE AGUARDABA EN LA BANDA PARA ENTRAR
Denis Law marca de tacón el gol que condena a su querido United A las pocas semanas Law se retiraba. “¡Fue horrible! Estaba muy triste porque todo el estadio se había quedado en silencio, a excepción de los aficionados del City. Yo era un profesional… Tenía que… Puedo asegurar que fue pura suerte, si estaba de espaldas y no tenía ni idea de dónde estaba la portería. Yo no quise marcar ese gol. Pedí salir del campo inmediatamente. De hecho, ese fue el último balón que toqué en la liga inglesa. Pocas veces me sentí tan deprimido en mi vida como lo hice ese día. Estuve 19 años dándolo todo en el campo, deseando marcar goles, y anoté el último justo cuando no quería hacerlo”, se lamentó el ex delantero escocés. En rigor, y como consuelo, el triunfo por la mínima de los ‘citizens’ tampoco cambió nada debido a que la victoria del Birmingham condenaba de todas maneras al United.
“¡FUE HORRIBLE! ESTABA MUY TRISTE PORQUE TODO EL ESTADIO SE HABÍA QUEDADO EN SILENCIO, A EXCEPCIÓN DE LOS AFICIONADOS DEL CITY. YO ERA UN PROFESIONAL…”, DECLARÓ EL DELANTERO ESCOCÉS Tras ese partido, traumatizado, Denis Law apenas jugó un encuentro del Mundial de Alemania, ante Zaire. Comenzó la pretemporada con el City, pero acabó colgando las botas antes de empezar la liga. El último gol de Denis Law fue en contra de su propio corazón, aunque nunca nadie podrá reprocharle su lealtad con el fútbol.
FALSO 9
Reconstrucción ‘red’ Por Álvaro Méndez
S
obra decir que la temporada que termina no ha sido quizá la más soñada por la afición del Manchester United, una hinchada que ha vivido su particular pesadilla cada fin de semana en el ‘Teatro de los Sueños’ durante los últimos nueve meses. El exitoso legado de Sir Alex Ferguson ha supuesto una carga demasiado pesada para un David Moyes al que, pese a su voluntad, le ha faltado la experiencia necesaria a los mandos de una nave que sólo los elegidos pueden maniobrar. 19 victorias en 38 encuentros no son, en absoluto, números dignos para el club más laureado de la historia del fútbol inglés. Perdidos en mitad de la tabla, los ‘Diablos Rojos’ están obligados a reinventarse para volver a una cumbre balompédica que jamás debieron abandonar. Sin embargo, con un estilo por desarrollar, unas estre-
llas cuestionadas, unos seguidores con hambre y sed de títulos y una campaña por delante sin visitar los principales coliseos europeos el panorama se asemeja al de Antes del accidente de Múnich el United sobrevivió a la II una dramática posguerra diGuerra Mundial fícil de gestionar. Ahora bien, no sería la primera vez que el Manchester a orillas del río Mersey, el Manchester UniUnited sobrevive a la tragedia deportiva… ted se estancaba en la Football League First O, incluso, a la histórica. Division encasillado en el rol de ‘yo-yo club’ tras haberse alzado con el título liguero en La primera mitad del siglo XX dejó un club 1908 y 1911. muy distinto al que estamos acostumbrados a ver en la pantalla. Después del baño Sin embargo, el ascenso de Adolf Hitler a la de sangre que supuso la I Guerra Mundial, Cancillería alemana y el estallido en 1939 los felices años 20 y la triste década de los de la II Guerra Mundial cambió el destino 30 vieron a Huddersfield Town y Arsenal del planeta para siempre. La libertad, la imponer su fútbol con puño de hierro al prosperidad y el futuro se decidían en un ritmo que marcaba Herbert Chapman desde terreno de juego que nada tiene que ver con los banquillos de ambos clubes. Mientras, aquel que delimitaba la línea de cal. Mien
Hijo del 68 tras los panzer avanzaban sin piedad por la Gran Llanura Europea y la aviación del III Reich castigaba duramente las Islas Británicas, la población de los países aliados dejaba sus hogares para cubrir la retaguardia en el frente de batalla. Las ilusiones y las esperanzas quedaron aprisionadas en las trincheras al tiempo que los fusiles y los proyectiles escribían un nuevo capítulo dramático en la historia del viejo continente.
en un puñado de escombros. No obstante, el golpe más duro fue la muerte en plena contienda de Hubert Redwood, Francis Bertram Carpenter y George Curless, tres jóvenes promesas del United que no pudieron vivir para ver lo que estaba por llegar.
Con el campeonato liguero suspendido, Old Trafford se transformó en un almacén estratégico para las tropas británicas y, en consecuencia, en un objetivo para los bombarderos nazis. Así, el 11 de marzo de 1941, el estadio quedó gravemente dañado después de un brutal ataque aéreo alemán tras el cual la tribuna principal quedó convertida
Comenzaba así la transformación del Manchester United en una potencia mundial, una etapa gloriosa de 25 años que la mitología balompédica ha bautizado como la ‘era de los Busby Babes’ y sin la cual es imposible entender los éxitos cosechados hasta ahora. Van Gaal es consciente de ello. Y si no, debería.
Porque, a pesar de la destrucción que sufrió Inglaterra, la II Guerra Mundial posibilitó que dos de los nombres más influyentes del balompié británico se encontraran por primera vez y El mundo del fútbol no se quedó al margen forjaran una alianza definitiva para el futuro de las exigencias del conflicto bélico. Mudel Manchester United. Fue en los campos de chos de los jugadores que habían servido entrenamiento de la Royal Army, en la ciudad en el ejército años atrás fueron inmediata- italiana de Bari, donde Matt Busby vio a un tal mente reclutados y otros se alistaron como Jimmy Murphy dando una charla a algunos voluntarios para trabajar en las fábricas soldados aliados sobre tácticas futbolísticas. que suministraban armamento. Los ‘diaCuentan las crónicas de la época que el de Orblos’ Johnny Carey, Johnny Hanlon, Allenby biston quedó tan impresionado por la oratoria Chilton y Charlie Mitten cambiaron el balón del ex de West Bromwich Albion que no dudó por las Bren en la causa común contra las en incorporarle a la disciplina ‘red devil’ para potencias del Eje. que fuera su mano derecha.
Durante la II Guerra Mundial, Old Trafford se transformó en un almacén estratégico para las tropas británicas y, en consecuencia, en un objetivo para los bombarderos nazis
Por Luis Aznar, redactor de MARCA
Minuto 93. Córner en contra del Atlético. Todo el equipo defiende en el área una jugada que vale un título. El balón vuela desde la esquina… Y despeja Tiago. Instantes después, Mateu Lahoz señala el final del partido en el Camp Nou y los rojiblancos se proclaman campeones de Liga 18 años después. Minuto 93. Córner en contra del Atlético. Todo el equipo defiende en el área una jugada que vale un título. El balón vuela desde la esquina… Y Sergio Ramos lo manda de forma impecable a la red. Media hora más tarde, Casillas levanta al cielo de Lisboa la décima Copa de Europa blanca mientras los jugadores rojiblancos le observan desde el césped con la mirada perdida y los cánticos de su hinchada de fondo. Fútbol.
Entre una acción y otra transcurrió una semana en la que hubo tiempo para festejar, para descansar, para entrenar, para concentrarse y para que los últimos 60 minutos se convirtieran en eternos. Ese fue el tiempo que pasó desde que un cabezazo de Godín superó por alto a Casillas para entrar llorando en la portería del fondo sur de Da Luz, y otro de Ramos, exactamente en el mismo lugar, apuñaló a un equipo que se defendía como podía en busca de un final que no llegaba nunca. En ese instante, y no con el tanto de Bale ni el de Marcelo ni mucho menos el de Cristiano –aunque él se empeñara en autoproclamarse el héroe que no era– se esfumó un sueño que seguirá vivo en los corazones de todos los hinchas del Atlético durante otros
SI NADIE VIO NADA RARO EN EL PARTIDO ENTRE ALMERÍA Y BETIS, ME CALLO. SI LAS DECLARACIONES DE RUBÉN, FUTBOLISTA DEL LEVANTE, A TODO EL MUNDO LE PARECIERON NORMALES, TAMBIÉN
40 años. Que se lo pregunten a Gárate, Reina, Ayala, Irureta, Panadero, Ovejero, Adelardo y compañía. Pero ya no es momento de lamentos. Es momento de reflexión y de escoger. Ahora hay que pensar si uno prefiere quedarse con el momento fatídico o hacer una lectura positiva de una temporada para la historia. En el ADN del Atlético está el quedarse anclado en ese cabezazo que alejó al equipo de la gloria, pero para seguir creciendo hay que pensar en que esta temporada no pasará a la historia del club como la del subcampeonato de Europa sino como la del título de Liga.
Neptuno y Gabi, un abrazo para la historia
Cuando dentro de 20 años la gente recite de memoria el once que el ‘Cholo’ hacía saltar al campo domingo tras domingo, debe hacerlo reviviendo aquella goleada al Getafe, aquel sufrimiento para remontar una y otra vez un partido contra un Levante peleón en el Calderón, ese duelo que por fin se le ganó al Real Madrid en el Bernabéu con gol de Diego Costa, aquella victoria con doblete de Villa en Vigo o la machada de ganar en Bilbao, donde no ganaba nadie y el Atlético puso su candidatura al título liguero encima de la mesa del Real Madrid y el Barcelona. Conquistar una Liga después de dos décadas sin aproximarse siquiera a los más grandes es un logro que no puede pasar inadvertido por perder una final. Por mucho que duela. Haber peleado y derrotado a dos equipazos que bien podrían estar entre los mejores de la historia de este deporte es digno de alabar y no puede quedarse en poco menos que una anécdota. Una campaña así debe terminarse con la cabeza más alta que nunca porque antes se ha vivido un descenso, se ha vivido un no ascenso, se han vivido años y años vagando por el desierto de los decimocuartos puestos. Porque por el banquillo del Calderón han desfilado docenas de entrenadores y centenares de jugadores que jamás imaginaron lograr lo que sí ha conseguido este equipo a base de coraje, de solidaridad, de corazón, de entrega y, le pese a quien le pese, de fútbol. De mucho fútbol. Perder la final de la Liga de Campeones duele, sí. Pero el tiempo y la memoria situarán a este Atlético donde se merece. Yo ya lo estoy haciendo. P. D.: No lo pude evitar. Estuve más de media hora tragándome las lágrimas, pero al final se me saltaron. El Atlético había rozado con la punta de los dedos la Copa de Europa y todo se había venido abajo en un instante, en una Décima. Por un momento, mi condición de periodista no pudo con la de aficionado y lloré como un bebé en la tribuna de prensa del Estadio Da Luz. El niño que todos llevamos dentro ganó la batalla al profesional durante unos segundos que el dolor convirtió en eternos y a la vez inolvidables. Gracias, Atlético.
BALONCESTO
ENTREVISTA CON SERGIO SCARIOLO Por Julián Carpintero @carpintero_jgc
“LA SELECCIÓN ESTÁ EN SU PUNTO MÁXIMO DE MADUREZ”
S
u figura elegante, iconizada en una camisa impoluta y un pelo engominado, se ha convertido en una constante del baloncesto nacional desde principios de los 2000. Sergio Scariolo, el hombre que comandó una de las etapas más brillantes de la Selección española de basket, afronta desde hace varios meses el enésimo desafío de su carrera en el mismo escenario en el que se dio a conocer en España. Y es que toda Vitoria se entregó a su ‘savoir faire’ para conseguir que el Baskonia recupere el lugar privilegiado al que él le llevó.
REVISTA MINUTO 116: No deja de ser cuMenuda alegría se llevaría, ¿no? rioso que usted entrenara a la Selección Militar italiana en 1985. ¿Cómo llegó allí? Era una forma diferente y divertida de hacer la ‘mili’. Estabas con gente con la que SERGIO SCARIOLO: Era el tiempo de la luego compartías alojamiento y mesa; en ‘mili’ obligatoria, al menos en Italia, por fin, una situación diferente. Pero luego, a lo que aquello fue una manera bastante la hora de competir, había gente que iba bonita de hacer el servicio, porque yo enal Mundial con la absoluta. Vamos, que en trenaba a un equipo que estaba en una di- el día a día estaba con jugadores de nivel visión parecida a la LEB plata con 22 años, de LEB plata y dos veces al año, por primea gente mayor que yo, pero que también ra vez en mi vida, con 22 años, estaba con estaban haciendo la ‘mili’, en el centro gente de un nivel más alto. Nos fue bien. deportivo de la Aviación Militar. Dos veces al año reunía a todos los jugadores que ¿Cómo recuerda sus inicios en Brescia? se habían marchado desde sus clubes al ¿En qué momento se dio cuenta de que Ejército. Los habían destinado cerca de la quería dedicarse a esto? ciudad donde jugaban los profesionales y participamos en el campeonato de Europa ¡Me lo dijeron! Bueno, me gustaba el bay del mundo. Es cierto que era algo infor- loncesto, pero a raíz de una lesión hice el mal, pero recuerdo que ganamos a Estaprimer cursillo y volví a jugar, pero era el dos Unidos en la final (risas). jugador número 11 cuando se jugaba con
“A LOS DOS DÍAS DE GANAR LA COPA DEL REY FUIMOS A TELAVIV A JUGAR UN PARTIDO DE EUROLIGA, MEDIO ATONTADOS, Y NOS GANARON DE 40… FUE TAN FUERTE LA CELEBRACIÓN QUE NOS QUEDAMOS CON LA CABEZA EN ESE TÍTULO”
8… El primer entrenador, Ricardo Sales, que ha sido uno de mis maestros y que fue entrenador de la Selección y de Brescia y Varese, el año siguiente me recomendó, aún siguiendo jugando, empezar con seriedad lo de entrenador, porque en su opinión tenía talento para liderar y entender el juego. Me dieron un equipo de cantera más mayor y, poco a poco, a los dos años, cuando ya había dejado de jugar, me subieron como segundo asistente. El año siguiente fui primer asistente y el que vino después fue el de la ‘mili’. Luego ya empezó mi carrera.
fue muy bueno para mí. Se percibía una línea ascendente en el club y finalmente fuimos campeones de la liga regular, que nunca se había conseguido; llegamos a la final, que nunca se había conseguido; y se establecieron pasos importantes para el camino hacia la excelencia que el Baskonia emprendió paso a paso.
Y después pasa a entrenar al Real Madrid, una etapa con luces y algunas sombras. ¿Qué significó para usted trabajar en una institución tan grande como ésta?
Tras pasar por varios equipos italianos, ¿cómo fue el salto a España? Ya el primer año estuvo a punto de hacer campeón al TAU… La verdad es que al inicio me asustaba un poco, pero fui yo el que elegí eso. Llevaba meses estudiando castellano y era consciente, pero era la primera vez que dejaba mi país. Por entonces, además, no era muy frecuente que un entrenador de Italia, que podía entrenar en Italia o en Suiza, lo hiciera en una liga importante como la española –diferente, importante, con muchos matices desconocidos–. La verdad es que
cógnitas, con muchos jugadores con los que yo había asumido personalmente la responsabilidad de traer, como Scott o Bennett. Y también fuera del equipo, porque la afición participó mucho, desplazándose, y luego en la celebración en la Virgen Blanca. Me acuerdo también que a los dos días, que estábamos todavía medio atontados, fuimos a Tel-Aviv a jugar un partido de Euroliga y nos ganaron de 40… (Risas). Fue tan fuerte la celebración que nos quedamos con la cabeza en ese título.
Pero en 1999 llega su primer título en España, la Copa del Rey. Guardará grandes recuerdos de aquella tarde, ¿no es así? Sí, son recuerdos muy bonitos, porque que era un equipo que estaba muy unido. Lo habíamos hecho casi nuevo, con muchas in-
Fue muy bonito desde todos los puntos de vista. Es una experiencia importante para todo. Fue increíble ganar el titulo en Barcelona en una final tan complicada y, por supuesto, un error aceptar la propuesta del club de sumar el cargo de entrenador con el de la sección. Yo creo que por mucha buena voluntad que tú tengas y por mucho espíritu de servicio que puedas tener hacia tu club, las responsabilidades siempre hay que compartirlas y no es bueno que una única persona tenga que cargar con todo. Para
bien y para mal. Es necesario tener un buen equilibrio entre un club fuerte, una directiva fuerte y un equipo técnico con peso dentro del equipo. Pero siempre en su lugar, en su cargo. Hablar de los Nets, con los que trabajó un verano, será hacerlo de otra forma de trabajar completamente diferente, ¿no? Desde luego. Allí me di cuenta de que la tecnología bien utilizada puede ayudar muchísimo al desarrollo del jugador y del equipo, y me reafirmé en el concepto de que la buena organización del trabajo dentro de un cuerpo técnico de un equipo siempre lleva a que el equipo trabaje más, de forma más seria y mejor estructurada. El nivel de desarrollo, de organización y hasta de cuidar los mínimos detalles en un equipo NBA es importante. Hay cosas de la cancha que van mucho más allá de lo que los ignorantes de aquí, que a lo mejor ven tres partidos de NBA en un año y se permiten opinar, dicen que no sirve para nada. Es una forma de ignorancia más, como lamentablemente hay muchas en nuestro deporte. Muchas voces afirman que sus equipos siempre van de menos a más, que al principio les cuesta carburar y acaban en lo alto. En los últimos dos meses aquí hemos ganado el 70 por ciento de los partidos, con un equipo extremadamente limitado como éste, pero también nos ha pasado en muchas otras ocasiones. Obviamente, sobre
todo el primer año, a los jugadores puede costarles un poco asimilar la exigencia y la carga táctica. Hay distintas razones y, muchas veces, sencillamente son que el primer año, con un equipo casi siempre nuevo, siempre es una temporada complicada a nivel de cohesión y de encontrar la química correcta, independientemente de que el entrenador sea yo o sea otro. De todas formas, siempre es mejor ir de menos a más que de más a menos. Si tuviera que elegir un jugador de los que ha entrenado, ¿cuál diría que ha sido el mejor? (Suspira) He tenido grandes jugadores. Es muy difícil hacer una comparación. Mucho. He tenido campeones olímpicos, campeones del mundo… Haría un feo a alguno sin quererlo. Sinceramente, no sé qué decir. Son muchos.
“SIGO PENSANDO QUE SI SE HUBIERA TENIDO TIEMPO PARA PONERLE EN FORMA HABRÍA SIDO UN JUGADOR DETERMINANTE. LAMENTABLEMENTE, EL CUERPO DE LAMAR NO NOS LO PERMITIÓ”
¿Se ve capaz de devolver al Caja Laboral al sitio que le corresponde con las herramientas con las que cuenta a día de hoy? Es una cuestión más de club que de entrenador. El técnico trabaja a tope con las herramientas que tiene, pero el tiempo ayuda a madurar a los jugadores menos hechos y hacer crecer a los equipos a lo largo de la misma temporada. En la situación económica existente, como el camino del talonario no es viable, habrá que recorrer el de la paciencia de la construcción de jugadores, del acierto en los
fichajes y el de todas las herramientas que dependen no sólo del entrador, sino mucho más del club, incluso, pero en el que el preparador tiene que hacer su papel para poner un valor añadido y para que las cosas vayan, como decía antes, de menos a más. El ‘doping financiero’ ha hecho que el Baskonia esté uno o dos escalones por debajo de Barça y Madrid cuando hace unos años no era así… Yo creo que es una cuestión de números y de menos suerte en las decisiones to-
madas a la hora de construir el equipo. El Baskonia ha sido, históricamente, un equipo con un porcentaje altísimo de acierto en los fichajes, pero hay momentos en los que ese tanto por ciento es más bajo; aun así, no hay que criminalizar o culpabilizar a nadie. Sencillamente, es como si un tirador de triples mete siete triples seguidos y luego falla otros tres. Obviamente, uno se queda con la mala sensación de los tres fallos, pero sigue siendo un tirador del 70 por ciento. Un gran tirador. Eso puede ser un poco lo que nos ha pasado, pero, normalmente, un buen tirador tira un cuarto y lo mete, así que esperemos que el próximo entre.
¿Cómo fue, desde su perspectiva, el serial de la llegada y la marcha de Lamar Odom? Lo viví desde mi punto de vista, que fue el deportivo. En principio lo vi como una incorporación adecuada, tanto por las necesidades del equipo como por las características del jugador. Pero en cuanto llegó comenzó mi preocupación por las condiciones físicas en las que el jugador se encontraba. Así que, digamos, de una manera muy racional. Desde luego que las tonterías de los que se desviaban de la realidad se han mantenido siempre muy alejadas de mi visión, porque tenía datos concretos, muy de primera mano, y sabía cuál era la situación. Sigo pensando que si se hubiera tenido tiempo para ponerle en forma habría sido un jugador determinante. Lamentablemente, el cuerpo de Lamar no nos lo permitió. Fue dos veces campeón de Europa como seleccionador (2009 y 2011) y subcampeón olímpico en Londres. Sin embargo, ¿tiene la sensación de que desde algunos frentes se le trató de manera injusta? Ha pasado con todos. Con Orenga, cuando se perdió el Europeo en casa con ‘Pepu’… Bah, con cualquiera. El cargo de seleccionador conlleva, por definición, que todo lo bueno vaya hacia los jugadores y todo lo malo se concentre en el entrenador. En cualquier deporte, ¿eh? Y en cualquier país, siempre cae sobre el entrenador. Sinceramente, de las opiniones no fundamentadas sobre un conocimiento profundo de la materia he aprendido a pasar. Me valen las
opiniones de los jugadores que he tenido, de los directivos y de colaboradores, y con eso me quedo. Eso es el reconocimiento, la recompensa más grande. Luego es un trabajo en el que el consenso total no existe, faltaría más. Muchas veces, el seleccionador hace un poco de pararrayos para que lo que está idealizado no se vea afectado y, aunque pueda ser injusto, en cierto sentido es así. Es también una función de uno mismo, y la cumples sabiendo que lo único que cuenta es que cuando entro donde tengo los trofeos veo dos medallas de oro europeas y una medalla de plata olímpica, y eso nadie lo tiene. Así que me compensa todo. Los que dicen algo para aparecer en los medios y llenar la tertulia no son lo que me preocupan o me interesan. En líneas generales, ¿está satisfecho con el papel que hizo su Selección española? Sí, diría que fue extremadamente positivo. Sería fácil decirlo por los resultados, pero hablo, sobre todo, de cómo ha jugado el equipo, de cómo ha actuado, de las relaciones que se han establecido, de lo mucho que he aprendido… Extremadamente positivo en todos los sentidos, aunque haya habido momentos puntuales difíciles, por supuesto, pero con la perspectiva del alejamiento, de los años que pasan, desearía a cualquiera vivir un cuadrienio como ese. ¿Qué cree que le espera a España en el Mundial? ¿Cree que la presión de jugar en casa puede afectar en una cita así? No, yo creo que se trata de una selección que está en su punto máximo de madurez. Pien-
so que la presión pudo haber afectado hace siete años, en el Eurobasket, porque pilló a jugadores mucho más jóvenes, pero creo que ahora no afectará tanto. En cualquier caso, bajo mi punto de vista será un valor añadido. Por supuesto, nadie puede pensar que el campeonato del mundo se vaya a ganar de calle porque los Estados Unidos no llevan a sus mejores jugadores, porque juegas en casa o porque van a ir prácticamente todos los primeros espadas de España, pero yo estoy convencido de que los primeros en saberlo serán los miembros del equipo, la Federación y los técnicos, y por eso sabrán mantener una actitud humilde y concentrada. Honestamente, no veo ese peligro. Como reconocido aficionado del Inter de Milán, ¿cómo ha vivido la marcha de jugadores tan legendarios como Zanetti, Milito o Cambiasso? Siempre con el recuerdo de esa noche de Madrid. Es imposible no tenerlo. Por supuesto, como deportista profesional me doy cuenta de que los ciclos se cumplen, que llega un momento en el que las decisiones hay tomarlas más con el cerebro que con el corazón, y lo entiendo perfectamente. Yo creo que los mismos protagonistas que hemos nombrado lo han entendido al 100 por cien, pero como mi pasión con el Inter es más de hincha, de aficionado de calle, es obvio que con el último partido de Zanetti me emocioné. Estaba en casa con amigos, en una cena, y dije: “No, no. Dejad la cena. Esto lo tengo yo que ver porque es algo que va más allá de un momento deportivo”. Si mi hijo finalmente fuera deportista me gustaría que se asemejara a Javier Zanetti.
“CREO QUE MI PASO POR LA SELECCIÓN FUE EXTREMADAMENTE POSITIVO EN TODOS LOS SENTIDOS, AUNQUE HAYA HABIDO MOMENTOS PUNTUALES DIFÍCILES, POR SUPUESTO, PERO CON LA PERSPECTIVA DE LOS AÑOS DESEARÍA A CUALQUIERA VIVIR UN CUADRIENIO COMO ESE” ¿Cuál es su minuto 116? Bueno, hay muchos momentos en los que aparecen los títulos, pero hay muchos otros que son significativos y que a lo mejor ni han salido a la luz. Partidos ganados, jugadores que han mejorado, profesionales que te han reconocido un papel importante en su crecimiento… Quizá me quedo más con eso. Al final, los recuerdos emocionalmente más brillantes que tengo más cercanos son esos. Son los demás los que se encargan de recordar la final olímpica, la del Europeo, la de la Liga, la de Copa y demás. Pero, personalmente, me acuerdo más de esos otros momentos de mi trayectoria profesional.
Por Nacho M端hlenberg @nachomulhenberg
R
oland Garros respira tenis. Es la cita del año para miles de franceses y amantes del tenis provenientes de todas partes del mundo. En el complejo ubicado en el suroeste de París, concretamente dentro del Bois de Boulogne, se aglutinan entendidos del tenis, apasionados del mundo de la raqueta y fieles fans en busca del mayor espectáculo tenístico del mundo sobre tierra batida. El recinto está siempre a rebosar de gente. No hay día donde no se vea colgado el cartel de ‘no hay entradas’ en las taquillas. Todo está absolutamente vendido y rematado desde hace meses. Los tickets, que son personalizados para evitar la reventa en los aledaños, son un tesoro muy codiciado entre los fanáticos del tenis. Las tribunas de las pistas o los pasillos que unen a todas las canchas son una buena prueba de que el cartel de ‘sold out’ no engaña. No cabe un alfiler en Roland Garros. No importa el día que sea, la ronda que se esté disputando ni los tenistas que estén batallando: la gente siempre responde. El aficionado de Grand Slam no va a ver a un solo deportista o a una estrella, sino que le mueve la pasión por este deporte, le gusta respirar el ambiente inigualable que se vive en cada partido como si fuera una final y le saca el máximo rendimiento posible a su entrada. Las puertas abren a las 10.00 horas y cierran más allá de las 22.00 horas, cuando cae el sol sobre París.
Roland Garros vibra con los hinchas de cada rincón del planeta. Los partidos de tenis se transforman en finales de fútbol. Los aficionados cantan, animan, se involucran, gritan y levantan a los tenistas. Jugar en París tiene un plus de motivación que les hace competir con el espíritu y el alma. La magia de la Philippe Chatrier, la tensión de la Suzanne Lenglen o la acústica del Court 1 hace que estas tres pistas hayan sido escenario de batallas épicas, de llantos de alegría, de revolcones por el polvo de ladrillo, de enfados, de lágrimas de tristeza y, sobre todo, de gloria. En París se vive un mix de emociones tanto para los jugadores como para los aficionados. Difícil de describir, fácil de entender e imposible de perderse. Roland Garros es el sueño de cualquier jugador, la ilusión de cualquier hincha del tenis y el lugar idóneo para que a uno se le pongan los pelos de punta viviendo el mayor espectáculo de tenis del mundo. ¡Allez!
EL AFICIONADO DE ROLAND GARROS NO VA A VER A UNA ESTRELLA, SINO QUE LE MUEVE LA PASIÓN POR EL TENIS, LE GUSTA RESPIRAR EL AMBIENTE INIGUALABLE QUE SE VIVE EN CADA PARTIDO COMO SI FUERA UNA FINAL Y LE SACA EL MÁXIMO RENDIMIENTO POSIBLE A SU ENTRADA
FÓRMULA 1
La estrella que ilumina el campeonato Por Mario de Toro @mariodetoro
A
MERCEDES YA NO TENDRÁ QUE AGARRARSE AL TÍTULO FICTICIO QUE LE HABRÍA REPORTADO EL BICAMPEONATO LOGRADO POR JUAN MANUEL FANGIO EN 1954 Y 1955
penas consumido un tercio del Campeonato Mundial de Fórmula 1 la primera conclusión a la que puede llegar el aficionado es que el dominio axiomático de Red Bull y Sebastian Vettel en los últimos años parece haberse quedado en punto muerto. La superioridad decretada en el asfalto por el equipo dirigido por Christian Horner tras cosechar un póker de títulos mundiales de manera consecutiva se ha visto difuminada. El inicio de esta temporada tiene para el equipo morado más tintes de quien está repitiendo curso que de quien firmó un sobresaliente en los 19 exámenes realizados durante la última campaña. Tras una pretemporada llena de obstáculos y contratiempos en cuanto a la puesta a punto del monoplaza, el telón de la competición se alzaba el pasado 16 de marzo dejando al campeón a medio vestir. Los focos apuntan ahora hacia otra dirección. Los halagos y las alabanzas han cambiado de dueño. Los Red Bull miran recelosos a quienes les han robado el protagonismo, contemplativos ante quienes amenazan con arrebatarles el trono. Todavía es pronto para presagiar nada, pero la sublevación por la lucha del Mundial de automovilismo tiene ya mucho terreno conquistado.
Este año la escudería Mercedes GP se postula, hasta la fecha, como la alternativa más fiable para alzarse con el título mundial de constructores. Un logro que –de llegar a producirse– bien podría festejar y del que presumir en sus vitrinas. Ya no tendría que agarrarse al título ficticio que le habría reportado el bicampeonato logrado por Juan Manuel Fangio con esta entidad en 1954 y 1955, puesto que dicho campeonato no entraría en vigor hasta tres años más tarde. Ha tenido que pasar mucho tiempo para que la firma alemana apostara por dar un salto cualitativo en la parrilla. Lo dio tras la compra de tres cuartas partes del accionariado del equipo Brawn GP al finalizar la temporada de 2009. El cuadro británico se había alzado con el campeonato de constructores ese año, el mismo de su debut en la competición y fue entonces cuando Mercedes se percató de que podrían estar ante las primeras líneas de un interesante boceto. Pero era algo que debía asumirse con liderazgo y responsabilidad, dejando a un lado el papel un tanto complementario que ha interpretado en los últimos años como proveedor de motores. Primero, suministrando a Sauber en 1993 y, dos años más tarde, comenzando un idilio profesional con McLaren.
Era, por tanto, el momento de dar un acelerón y de convertirse en la cabeza visible de un gran proyecto que tras cinco años en marcha parece haber cuajado. La puesta en escena como escudería allá por 2010, con el heptacampeón mundial Michael Schumacher como cabeza de cartel, llenaba de esperanza a quienes habían apostado por ver triunfar a Mercedes en solitario. Tras dos cuartos puestos y un quinto en la clasificación de constructores en los tres primeros años de vida del equipo, la curva en el eje de coordenadas del box alemán comenzaba a dibujar una tangente ascendente, motivada en parte por la llegada de Lewis Hamilton en 2013, que sustituía al ‘Káiser’ a los mandos del bólido germano. Una temporada en la que se conseguía firmar un subcampeonato que les acercaba al objetivo perseguido. Este año, con el piloto inglés hípermotivado, con un Nico Rosberg más maduro y con un coche con las máximas prestaciones, desde el equipo capitaneado por el austriaco Toto Wolff ven en ésta la oportunidad que tanto ansiaban para colarse en el club de los campeones. Hay quienes rezan, hacen promesas o piden un deseo cuando ven pasar una estrella fugaz. En este caso, desde Mercedes pueden estar tranquilos, ya que la estrella la llevan ellos incrustada en el mismo morro de sus flechas plateadas. Aquella que sabrá guiarles hacia el triunfo final.
LOS RED BULL MIRAN RECELOSOS A QUIENES LES HAN ROBADO EL PROTAGONISMO, CONTEMPLATIVOS ANTE QUIENES AMENAZAN CON ARREBATARLES EL TRONO
Las chicas son guerreras
I
ban vestidas de blanco o rojiblanco y reían con desparpajo o lloraban sin consuelo en futbolera consonancia. Les dedicaron chistes sobre su belleza o fealdad, las consideraron por cómo les sentaba la camiseta más que por su explícita pasión por Atlético o Real. Y, aun así, se empeñaron en jugar la Champions, no sólo en el plano de los sentimientos. Estaban para opinar, con conciencia y una sobresaliente educación deportiva, y ser un ‘macho’ más del rebaño. Parece lo obvio en una sociedad que tiende a paritaria, pero en el fortín de los valores arcaicos, en la barra de un bar, en un estadio enfervorecido o en la compartida sabiduría de un ajado periódico deportivo, cuesta desterrar el tópico de la masculinidad. A pesar del titánico y talentoso esfuerzo de Vero Boquete por remover los cimientos del fútbol, las sacudidas apenas han llegado a provocar un estornudo del deporte rey. La primera española en disputar una final de la Champions quedó en tercer plano ante el torbellino madrileño de Lisboa que todo se lo llevó a su paso. Jugó con el Tyresö sueco y fue protagonista marcando un gol. Su
Machas
equipo cayó derrotado por el Wolfsburgo. Es tan extraordinario que habría que elevarlo a la categoría de hazaña, una nueva barrera de nuestro deporte que cae con apenas repercusión en el gran público.
[Entre las proezas de los últimos días que también se tragó la Champions hay que incluir al equipo femenino del Valencia, Terra i Mar, que se proclamó campeón de Europa por primera vez en la historia. Las victorias de Mercedes Chilla –jabalina– o Diana Martín –330 obstáculos– hicieron posible el éxito. Unas cuantas fechas antes, Irantzu García, junto a su primo Sergio Vez, lograron en el Mundial de Escocia la primera medalla absoluta de la historia de nuestro país, de bronce, en curling –ese deporte que provoca cierta hilaridad al ser mencionado dentro de
Por David Guerra @davguerra nuestras fronteras–, lo cual viene a suponer cruzar el ciberespacio que separa España del resto del mundo en deportes de invierno. El nombre de Eva Calvo también merecería aparecer en letras destacadas tras haber conseguido proclamarse en Bakú campeona de Europa de taekwondo en 57 kilos]. Nos hemos acostumbrado a que los enormes éxitos del párrafo anterior queden arrinconados en la balda más escondida de la información. Incluso los más futboleros como el de Vero Boquete también sucumben ante la voracidad del propio balompié. No es necesario reclamar, pero sí constatar, que las mujeres también son parte activa de ese escenario que mueve en primer plano el deporte mundial. En la principalísima portada informativa,
VERO BOQUETE, LA PRIMERA ESPAÑOLA EN DISPUTAR UNA FINAL DE LA CHAMPIONS, QUEDÓ EN TERCER PLANO ANTE EL TORBELLINO MADRILEÑO DE LISBOA QUE TODO SE LO LLEVÓ A SU PASO. JUGÓ CON EL TYRESÖ SUECO Y FUE PROTAGONISTA MARCANDO UN GOL
Las chicas son guerreras
el comentario de la mujer de un futbolista en las redes sociales –esta vez tocó la de Nasri, cargando contra el seleccionador francés por dejar fuera del Mundial a su chico– se hace de manera cada vez más asidua. Se antoja más una concesión secundaria y tendenciosa que una conquista, casi el único refugio de ellas como protagonistas. De cuando en cuando nos asalta la noticia de una mujer arbitrando, de la primera entrenadora que dirige un equipo profesional, de una más que osó cruzar líneas hasta ahora prohibidas, en un terreno tan masculino que ni la homosexualidad ha abierto los armarios que ha desempolvado con tanta libertad en otros campos de la sociedad. Me contaba un amigo que instantes después de que el Madrid levantara la Copa de Europa, una niña que no llegaría a los 13 años lloraba a lágrima viva en las gradas del Estadio Da Luz fundida en el comprensivo abrazo de su madre. Estaban allí y alguien las vio. Como a las muchas que se enfundaron la camiseta blanca para visitar a la Cibeles antes de que el amanecer les trajera su décima Copa de Europa.
En la victoria y en la derrota no hubo género que las discriminara. Si no les sorprende que allí estuvieran, acordemos que podrían participar sin complejos en los rituales del fútbol, en eso que muchos hombres aún consideran su sagrado territorio. Están apuntadas en la convocatoria para jugar por la Champions. Pronto querrán ser también titulares y demostrar que, sin perder un ápice de feminidad, ellas son cada vez más machas.
Con permiso de la brasileña Marta, Boquete es la gran estrella del subcampeón Tyrsö.
aquellos maravillosos 80 Por Sergio Menéndez, @menendez_sergio
“Los únicos que podéis decirme cuándo tengo que dejar de hacer esto sois vosotros. Vosotros sois la gente por la que vale la pena seguir. Vosotros sois mi familia”. Randy ‘The Ram’ Robinson dirigiéndose al público.
Nintendo y los videojuegos de 8 bits frente a los gráficos hiperrrealistas del ‘Call of Duty’. Deseo frente a necesidad. Guns N’ Roses, Motley Crue y Def Leppard ante el “marica de Kurt Cobain”, Madonna y la “puta mierda” de los años 90. Experiencia contra juventud. El lejano recuerdo de un pasado de gloria que le pertenece cara a cara con un presente hostil que pelea a cada momento por hacerle tirar la toalla. “The Wrestler” es mucho más que el combate de Randy ‘The
Ram’ Robinson frente a Bob ‘El Ayatollah’. Es el crudo relato sobre el descenso a los bajos fondos de la lucha libre desde la perspectiva del hombre que un día tocó la cima de una forma de entretenimiento para el espectador a caballo entre el deporte y la dramaturgia, siempre salpicada con grandes dosis de psicodelia. La historia de un combate que se libra en el fuero interno de quien se resiste a dar su brazo a torcer frente a los reveses de un destino cruel.
Dirigida por Darren Aronofsky, estrenada en 2008 y ganadora del León de Oro en el Festival de Venecia, la cinta nos sitúa a través de los acordes del tema ‘Bang your head’ de Quiet Riot, la voz en off del comentarista de turno y un collage multicolor de recortes de periódico, tickets validados y portadas de revista en los años 80, edad dorada del wrestling y de Robinson, para situarnos con la rapidez del fundido en negro en el momento actual, donde nuestro protagonista se encuentra en una silla, cabizbajo, como si todo lo que se ha podido ver en los títulos de crédito sólo fueran las ilusiones que retumban en la cabeza de un viejo loco. Y, por supuesto, en la más absoluta de las soledades. El coloso, magistralmente interpretado por Mickey Rourke y caracterizado en lo que podría considerarse un híbrido entre Hulk Hogan y John Galliano, que hacía no mucho acaparaba los focos del Madison Square Garden y enfervorecía al público cada vez que se golpeaba los codos con la palma de la mano, vislumbra con filosofía y el mejor humor posible la decadencia del juguete roto. Sirvan a modo de baúl el destartalado furgón que hace las veces de hogar cuando se retrasa en el pago del alquiler de su caravana, el club de striptease donde se deja caer de vez en cuando para beber y evadirse de su tormento gracias a la conversación y los pases privados de Pam –la bailarina de nombre artístico Cassidy a la que da vida una espectacular Marisa Tomei y a la que Randy cree su alma
gemela–, y los rings que los dueños de los gimnasios improvisan para sacar tajada de viejas glorias luchando por su dignidad contra pobres diablos sin nada que perder en combates donde todo vale. Desde muletas reforzadas con alambre de espino hasta grapadoras de pared. Fiel a su tradición de experimentar con sus protagonistas en situaciones límite, el cineasta neoyorquino opta en esta ocasión por hacer coincidir en el tiempo la oportunidad de reconquistar de modo efímero la cima mediante la reedición de un combate frente a su archienemigo de
EL LUCHADOR, UN COLOSO MAGISTRALMENTE INTERPRETADO POR MICKEY ROURKE, VISLUMBRA CON FILOSOFÍA Y EL MEJOR HUMOR POSIBLE LA DECADENCIA DEL JUGUETE ROTO los 80 con un maltrecho corazón que amenaza con pararse definitivamente si sube a la lona. El enésimo juego de sensaciones encontradas y conflicto permanente que rigen el día a día de Robinson, que intentará hallar explicaciones reconciliándose con su hija, Stephanie, interpretada por Evan Rachel Wood, y tratando de llevar una vida de aparente normalidad. Todo ello, con un montaje donde impera la sencillez, exento de los artificios narrativos de “Réquiem por un sueño”, la nitidez de guion que tanto se echaba de menos en “La fuente de la vida”, y
conducida por una banda sonora compuesta, naturalmente, por Clint Mansell que se alterna con Bruce Springsteen, Ratt, Accept o Guns N’ Roses, continuas reminiscencias a los años en que la lucha libre constituía la estrella indiscutible del combate cuerpo a cuerpo. Una estrella que se niega perder la luz con la que un día brilló.
TECNOLOGÍA
Por Pablo Ramos @PabloRamosD
RECOMENDACIÓN DEL MES El otro Dream Team Todo el mundo conoce la historia del bautizado como ‘Dream Team’ en Barcelona ’92, es decir, aquella generación de baloncestistas norteamericanos compuesta por Barkley, Bird, Ewing, ‘Magic’, Jordan, Malone o Pippen. Aunque ellos fueron los que se colgaron la medalla de oro en el Pabellón Olímpico de Barcelona poco se sabe del equipo lituano que ese mismo año consiguió llegar a la semifinal de los Juegos y que cayó con honores para acabar ganando la medalla de bronce. De este modo, esta cinta narra la historia del otro equipo de ensueño, “The Other Dream Team”, un documental de Marius A. Markevicius que cuenta el devenir de estos profesionales que lucharon por su particular sueño en la época del régimen soviético.
Surf Search Spot Surf Search Spot os permitirá viajar con vuestra tabla casi con la total certeza del estado del mar que os vais a encontrar a tres días vista. La app, en su totalidad, ofrece información sobre olas, viento, periodo, mareas, mapas y hasta una webcam en directo de las mejores playas para los amantes de este deporte.
FunGolf
La Liga Himnos
Esta revolucionaria app os mostrará, a través de un sistema de geolocalización, vuestra posición dentro del campo y las distancias al hoyo, además de recomendaros el palo correcto, llevar el registro de vuestros golpes y presentaros un mapa en 3D. ¿Es el principio del fin de los caddies?
Normalmente nos hemos acostumbrado a presentaros aplicaciones para la realización o el seguimiento de algún acontecimiento relacionado con el mundo deporte. En esta ocasión, analizamos una app, cuando menos, llamativa, porque gracias a esta curiosa app podréis escuchar todos los himnos de los equipos de Primera división, además de consultar además los resultados y la tabla de clasificación de la Liga.
PERSONAJES DEL MES JUSTIN DOELLMANN El ala-pívot estadounidense del Valencia Basket fue elegido MVP de la Liga ACB en la temporada 2013/14 el pasado 27 de mayo tras sumar 85 votos e imponerse en la votación a Sergio Rodríguez. De esta forma, Doellman, que sucede en el palmarés a Nikola Mirotic, pone el broche de oro a una temporada brillante en la que su equipo, además, ganó la Eurocup al Unics Kazan ruso el 7 de mayo.
CARLES PUYOL El defensa central del FC Barcelona anunció su retirada como profesional el pasado 15 de mayo en una emotiva rueda de prensa. Campeón de todo con el club de toda su vida y bastión clave en los éxitos recientes de la Selección española, el capitán del mejor Barça de la historia pone fin a una trayectoria de 15 años en el Camp Nou lastrado por las lesiones en sus rodillas, pero pasará a formar parte del organigrama del club culé como adjunto a Andoni Zubizarreta.
NAIRO QUINTANA El ciclista colombiano del Movistar Team se proclamó campeón del Giro d’Italia el pasado 1 de junio, cuando certificó ser el corredor con más futuro del pelotón mundial. Quintana, que ha ofrecido una exhibición en cada una de las etapas de la ronde italiana, ha demostrado estar varios escalones por encima del resto de sus rivales, especialmente en las etapas de montaña, a pesar de la ausencia de “gallitos” como Contador o Froome. Su compatriota Rigoberto Urán ha sido la gran sorpresa.
MARC MÁRQUEZ El piloto de Cervera sigue demostrando no tener rival en el Mundial de MotoGP, donde camina firme hacia su segundo título consecutivo. Durante el mes de mayo, el actual campeón de la categoría reina del motociclismo ha ganado Jerez, Le Mans y Mugello –esta última el pasado 1 de junio–, victorias que se unen a las obtenidas en Losail, Austin y Argentina, y que dejan patente que su nivel es, hoy en día, muy superior al de Lorenzo, Pedrosa o Rossi.
GARBIÑE MUGURUZA La tenista venezolana de nacionalidad española dio la gran sorpresa en Roland Garros al derrotar a la número 1 de la WTA Serena Williams el pasado 28 de mayo. Muguruza, de sólo 20 años de edad, se impuso a dos veces campeona del Grand Slam de tierra batida en dos sets con un contundente 6-2; 6-2, un recital que dejó boquiabierto al público parisino y a la propia Williams, que animó a Muguruza a seguir jugando a ese nivel.
JONNY WILKINSON El apertura inglés puso fin a su carrera profesional a los 35 años alzándose con el Heineken Cup con su club, el Toulon francés, el pasado 24 de mayo después de derrotar en la final al Saracens inglés por 23-6. Wilkinson, leyenda viva del rugby mundial, anotó el tanto decisivo en la vistoria de Inglaterra ante Australia en el Mundial de 2003, ahsta ahora el único triunfo de la selección del hemisferio norte en una Copa del Mundo y deja tras de sí un legado imborrableen el rugby inglés.
WOLFSBURG El equipo alemán se volvió a proclamar campeón de la UEFA Champions League femenina el pasado 22 de mayo tras derrotar al Tyresö sueco por 3-4. La final, disputada en el lisboeta Estadio Da Luz fue trepidante de principio a fin, ya que el Tyresö llegó a ir ganando por 0-2 –la española Vero Boquete anotó un tanto–, pero el buen hacer de las alemanas permitió una espectacular remontada en la segunda parte. De este modo, el cuadro germano revalida el título ganado la temporada pasada al Olympique de Lyon.
Personaje emblemático donde los haya el que ocupa estas líneas, Vladimir Tkachenko fue el ‘techo’ del baloncesto mundial durante muchos años con sus 221 centímetros, y su número 56 de calzado.
da no sin antes pasar por España, por un Guadalajara que estaba en Segunda división. Fue su único escarceo fuera de sus fronteras, ya que declinó jugar en la NBA para mantenerse fiel a sus raíces.
El pívot nació en Golovinka, Ucrania, y con 12 años ya superaba el 1’90. Comenzó a deslumbrar en la Selección con 16 años recién cumplidos y más de 2’10 de estatura. Sí, sí, en la selección de la URSS, con la que debutó en los Juegos Olímpicos de Montreal en el 76 para colgarse la medalla de bronce. Su prominente bigote y su aspecto de malo de una película de James Bond le hicieron popular y, a su vez, temido por los jugadores y aficionados rivales. Cada vez que jugaba, bien con ‘su’ Unión Soviética bien con el CSKA de Moscú, el miedo era latente dentro y fuera de la cancha, y eso que nunca fue un jugador violento ni marrullero; todo lo contrario, pues fue un caballero cuando pisaba el parqué y cuando dejaba de hacerlo.
La vida de Tkachenko una vez concluida su andadura en el baloncesto fue, cuando menos, curiosa. ¡¡¡Trabajó de telefonista de Taxis!!! En Moscú, en los años 80, su voz grave quizá fuera algo más que un reclamo para las personas que pedían ese medio de transporte en la vetusta capital soviética. Aun así, al cumplir 50 años viajó a España para realizar spots de publicidad de una cooperativa de vinos.
Su palmarés es algo más que envidiable. Coincidió con la mejor generación del baloncesto ruso, jugando mano a mano con Sabonis para guardarse en la vitrina dos bronces olímpicos (1976 y 1980), un Mundial (1982), dos platas mundialistas (1978 y 1986), tres campeonatos de Europa (1979, 1981 y 1985) y dos platas continentales (1977 y 1987). Sus constantes problemas de espalda, debido a su envergadura, forzaron su retira-
¿Qué fue de...
Vladimir Tkachenko
En la actualidad, ‘El Gigante Rojo’ trabaja en una empresa de logística de transportes donde su voz vuelve a ser protagonista en el traslado, en este caso, no de pasajeros, sino de mercancías. El pívot no ha perdido el gusanillo por el baloncesto e intenta dar magistrales clases en la pintura a niños de entre 9 y 12 años que quieren descubrir los secretos de uno de los pívots más carismáticos de los años 80. Ese era Tkachenko, quizá no uno de los mejores centers de la historia del baloncesto, pero seguro que uno de los más famosos, carismáticos y, con el paso de los años, de los más queridos y admirados… ¿Acaso no dan ganas de darle un tierno abrazo?
Por Hugo Condés @HugoCondesSER
EN LA ACTUALIDAD, ‘EL GIGANTE ROJO’ TRABAJA EN UNA EMPRESA DE LOGÍSTICA DE TRANSPORTES DONDE SU VOZ VUELVE A SER PROTAGONISTA EN EL TRASLADO DE MERCANCÍAS
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