Minuto 116 - Ruth Beitia #19

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Las revistas son una manera de ver el mundo. Explican la realidad, o una porción de la misma, pero también tienen algo de reivindicación. No es solo lo que existe, sino también la pretensión de que las cosas cambien a mejor, pues todo es susceptible de dar un salto adelante. En este número de Minuto 116 hemos querido poner el foco en las mujeres. De algún modo, la actualidad nos ha llevado a ello. En un año en el que se han contado varios fracasos del deporte español masculino, las féminas han ido dando las de cal entre tanta arena. No es exactamente un fenómeno nuevo, ya son unos años en los que el deporte femenino español ha florecido, pero 2014 quedará como uno de los momentos en los que la tendencia se estableció con fortaleza. Ya no hay síntomas o deseos, son realidades en forma de resultados. Para llegar a este punto, y eso es algo que todo deportista tiene claro, se han tenido que dar una serie de condiciones. Hay que mirar al pasado, pues los pioneros tienen voz. Dice Vero Boquete en su entrevista que son necesarios los referentes para que las chicas se acerquen al deporte. Tiene razón, la existencia de espejos en los que mirarse señala el camino. Por eso hemos querido buscar, entre entrevistas y reportajes, las historias de algunas deportistas que abrieron el paso en sus disciplinas, que fueron grandes y tienen historias de éxito y trabajo. En algunos casos, los más antiguos, su labor fue homérica,

La eclosión del deporte femenino en España ha coincidido con un mal momento general, lo cual ha dificultado la última parte del proceso. Hubo un tiempo, hace no tanto, en el que cualquier equipo de barrio encontraba patrocinador, los mecenas crecían en los árboles y el deporte llamaba al dinero. Los que en esos días brillaban no tuvieron problema alguno, peor hoy en día la situación ha cambiado y el deportista se ve obligado a buscar más, a veces sin fruto. En ese sentido Ruth Beitia, que es también política, deja claro que el dinero, en tiempo de crisis, no puede ser la brújula del deportista. O se ama lo que se hace o es mejor dejarlo. El deporte femenino no ha contado tradicionalmente con la repercusión que marcaba sus resultados. Aunque la imagen de las deportistas se va fortaleciendo, sus éxitos siguen estando por debajo de su notoriedad. El esfuerzo que supone triunfar, un compendio de mentalidad y esfuerzo, merece ser tratado con más cariño.

EDITORIAL

Mujeres, esfuerzo y éxito

pues no solo se tenían que dedicar a entrenar o competir, sino que necesitaban derribar las barreras que la vida y el machismo imperante les iban poniendo por el camino. Ese proceso, aunque haya mejorado con el tiempo, no ha finalizado del todo. El prestigio del deporte femenino, especialmente en España, ha crecido exponencialmente en los últimos tiempos, pero aún tiene que dar el paso de rentabilizar esa fama en espacio mediático y, finalmente, en dinero. Conocer el pasado amplía el espectro para todas aquellas que aman el deporte pero creen que el éxito es imposible. Nada más lejos de la realidad.



SUMARIO NOVIEMBRE #19 ENTREVISTA RUTH BEITIA

ENTREVISTA VERO BOQUETE

LOS JUEGOS NEGOCIO DUDOSO


EN FEMENINO

FÚTBOL

FALSO 9

BABE DIDRIKSON

KAY YOW

KIM YUNA

La deportista total que dominó el baloncesto, el golf y el atletismo.

North Carolina State vivió dos dramas por sus dos grandes técnicos.

La coreana que se convirtió en estrella mediática sobre patines.

CRISTIANO RONALDO

VOZ AUTORIZADA

PATRICIA GARCÍA

FUTBOLEANDO ANDO

Y MÁS... TECNOLOGÍA

DOS FORMAS DE DIOS

POR DEPORTE

El mejor deporte también se juega en las tabletas.

José Miguélez opina sobre la diferencia de Messi y Cristiano.

Marc Gasol, un pívot que no deja de evolucionar.

DERBIS DEL MUNDO


Entrevista con Ruth Beitia Por Gonzalo Cabeza, @gcabeza FotografĂ­a Martina MartĂ­n

Nos merecemos tanto espacio como los hombres


Ruth Beitia (Santander, 1979) es la mejor atleta española de la actualidad, la principal representante de un deporte lastrado por los malos resultados en tiempos recientes, pero que muestra algunos brotes verdes tras los últimos Europeos. Beitia llega a Madrid con agujetas de los entrenamientos y la agenda llena, una inauguración de un gimnasio GoFit, la marca que la patrocina, rompe su rutina habitual: política de día, atleta de tarde.

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EVISTA MINUTO 116: Has sido nominada tercera mejor atleta europea del año, ganado un oro en los europeos y un bronce en los mundiales ¿es este el mejor año de tu carrera?

A nivel personal y deportivo, tanto para mi entrenador como para

mi, ha sido increíble. En Sopot quedé tercera del mundo, a muy poquito del oro, hice uno de los mejores saltos de mi vida aunque fue nulo y con la sensación de poder seguir mejorando, feliz. Luego el aire libre solo me ha traído buenos resultados y sensaciones. El colofón fue el europeo, que fue una competición de lo más excitante, de lo más divertida para la gente que lo estaba viendo desde sus casas y en el propio estadio. Pasé de ir de las últimas a ser tercera, después en 1.99 iba cuarta y saltar 201 me supuso la medalla de oro. Estoy feliz con la temporada y ahora recojo premios, nominaciones, galardones… Siempre habla en plural cuando se refiere a su carrera deportiva ¿Qué significa Ramón Torralbo, su entrenador, para su carrera? Significa todo, me ha enseñado todo lo que sé, hemos cumplido 25 años esta temporada que nos han ayudado a crecer, él como entrenador y yo como atleta. Es un referente, te diría como un padre, pero mejor un hermano mayor. Es el 50% de algo que hacemos entre dos personas de la cual yo soy la imagen, porque soy la que más salgo en los medios, pero él es tan importante como yo. Este año he querido hacerle un pequeño homenaje, dejé mi club y he hecho uno con su nombre, el Torralbo’s team y voy a saltar con su nombre. Es un homenaje también a todos esos entrenadores que por desgracia no solo sale su nombre cuando los resultados son negativos.

Cuando eras más joven te costaba más estar en las medallas, algo que sí has conseguido recientemente ¿Por qué? Yo creo que siempre he sido lineal en mis marcas, las que han bajado en sus marcas son ellas. Piensa que Vlasic, Chicherova o Hellabaut estaban por encima de 2.03 y 2.04 en todas las competiciones, hubo temporadas en las que en cada competición intentaban el récord del mundo. Son ellas las que han bajado el nivel y me han permitido competir en casi todas las competiciones por una medalla. Mi rendimiento siempre ha sido el mismo, aunque también es verdad que tengo una madurez que se expresa en la competición, ahora todo lo que consigo es sumar, todos los días que puedo ir a entrenar, con esta ilusión y estas ganas, para mi es sumar. Evidentemente me lo estoy pasando fenomenal y voy a continuar un poquito más. En un momento de su carrera decidió retirarse y al retomar la competición ha conseguido sus mejores puestos ¿cómo se vive esa prórroga? Yo lo llamo la segunda oportunidad en forma de regalo. La vida me ha dado esta segunda opción. Los ciclos olímpicos están para hacerlos completos, y yo pensaba que tras Londres iba a dejar la competición. Estuve tres meses haciendo deportes de riesgo, cosas que no me podía plantear cuando era atleta porque no me lo permitían mis contratos publici-


tarios ni los equipos, ni la federación. Me lo pasé super bien haciendo patinaje, escalada, barranquismo... El patinaje era mi actividad principal lo hacía a diario, pero empezó a llover y con lluvia es prácticamente imposible y mi entrenador, que es uno de los grandes culpables de la vuelta, me propuso volver a entrenar de vez en cuando con el grupo. Me encontré bien, me encontré mejor que nunca, ycon muchas ganas. Esos tres meses me dieron unas ganas increíbles y aquí estoy. Después de haber estado un tiempo fuera ¿no pesa la rutina diaria de entrenamientos?

“EL TRABAJO DE LA FEDERACIÓN ES INCREÍBLE, EN ZÚRICH SE VIO QUE ESTÁ HABIENDO CAMBIOS”

Al contrario, si algo me da la madurez de tener 35 años es que me permito hacers solo una sesión al día, seis días a la semana. He bajado mucho los entrenamientos, ahora ya no prima la cantidad sino la calidad y me lo paso muy bien, porque cuando salgo de trabajar mi vía de escape no es ir al gimnasio sino ir a entrenar. Además, me entreno por la tarde, no en horario laboral y me dejo el teléfono en el coche, así desconecto totalmente. El atletismo español tiene a Ruth Beitia, pero parece que no mucho más ¿Hay alguna explicación?

El trabajo que se ha hecho en la Federación ha sido increíble. Era impensable que en todos los sectores hubiese gente, y consiguiendo medallas, como en el último europeo. Sí que es verdad que ha habido un bajón en el mediofondo y en el fondo, que era realmente como el estandarte del atletismo español, pero nos ha dejado espacio a los concursos, los lanzadores, los saltadores, la velocidad que está mejorando muchísimo y bueno, yo creo que es un largo trabajo que lleva su tiempo y está dando sus frutos. El campeonato de España fue un antes y un después y en Zúrich, con 22 finalistas y seis medallas se llegó a lo que pedían los medios, que estabais ahí pinchando con que el atletismo estaba en horas bajas, pero yo creo que ha habido un cambio. ¿Qué rival ha sido tu referente? Realmente en activo no he aprendido de ninguna, cada una tiene su técnica, todo es cosa de mi entrenador. Sí que es cierto que tengo un referente que me encanta, Anna Chicherova, porque es pura clase saltando. Es imposible saltar como ella, ya no es tiempo de cambiar la técnica, pero me gusta verla en las pistas y también fuera, porque es encantadora, puede ser la persona que más me gusta de mi prueba. En el salto de altura ha competido Blanka Vlasic, que es una deportista muy mediática ¿Es bueno para el atletismo que existan este tipo de figuras icónicas, atractivas?


Tu ves ahora la televisión y desde primera hora hasta la noche es todo sensacionalismo, algo que no gusta. Todo el mundo es famoso, pero hay que dar la importancia por lo que se es, por deportista, por diputada y quiero que me vean por lo que hago bien en esas facetas, no porque sea una imagen llamativa en otro sentido. Sí que es verdad que, en positivo, Usain Bolt ha dado un gran impulso al atletismo, la gente le sigue y es como el Messi del fútbol, gracias a él nos ven más, pero nunca da que hablar más allá de lo deportivo. El atletismo también ha sufrido la lacra del dopaje. Soy una fiel defensora del antidopaje, y por desgracia ya ocupa demasiado tiempo cuando sale un caso como para darle vueltas en una entrevista. ¿Qué consejo le das a los que vienen por detrás, tú que eres capitana de la selección?

“HOY TODO EL MUNDO ES FAMOSO, PERO YO PREFIERO SER CONOCIDA POR LO QUE HAGO, NO POR UNA IMAGEN LLAMATIVA”

“EL ATLETISMO ES COMO EL TEATRO, DESPUÉS DE MUCHAS HORAS DE ENSAYO EN LA COMPETICIÓN HAY QUE DISFRUTAR” Yo siempre les digo que disfruten, sobre todo de la competición. Lo comparo con una de mis aficiones, que es el teatro, que son muchas horas de ensayo para que luego el día del estreno no disfrutes. La base de la competición es disfrutar. Hay que tener nervios, espíritu competitivo, sacrificio, pero que se pueda llegar a disfrutar. Yo lo estoy haciendo y ojalá pudiese haberlo hecho antes. Los presupuestos han bajado mucho en el deporte ¿Cómo afecta a los que ya estáis asentados en la primera línea? Como deportista nos han pegado una rebaja importante en las subvenciones. Yo tengo la grandísima suerte de que me ha apoyado mucho GoFit que es una firma de gimnasios y estoy muy contenta con el apoyo que me han dado en un momento difícil. La gente pensaba que con 34 años, que es cuando empecé con ellos, ya no tenía futuro. Ellos apostaron por mi y les ha salido bien, les estaré agradecida toda la vida. En lo de las subvenciones, como política que soy, le doy la vuelta a la tortilla, prefiero que le pongan una cadera a una señora mayor a que me den a mi dinero


para conseguir medallas. Si esta crisis ha traído algo es que el que ama el deporte va a practicar el deporte al 100% si tu haces deporte por dinero vas mal en este momento. Es cierto que es difícil, a mí no me ocurre, pero es difícil entrenar con la sensación de que no vas a llegar a fin de mes. El deporte español ha tenido un gran fenómeno en los últimos años, la exposición del deporte femenino ¿Hay alguna explicación por la que ahora el deporte femenino esté teniendo esos grandes resultados? Creo que es necesario un pequeño homenaje a esas pioneras que lucharon contra viento y marea para hacerse un hueco en el deporte. Está dando sus frutos. En Barcelona 92 hubo un cambio con el deporte femenino y ya la explosión fue en Londres, los que se llamaron los Juegos de las mujeres. Que se nos dé la importancia que tenemos que tener es algo que ya tocaba. Siempre ha habido grandes resultados, pero hemos pasado de puntillas porque estaban ahí los hombres. Es verdad que seguimos estando en un país de futboleros que no es malo, pero no estaría mal que nos hicieseis un poquito más de hueco. A nivel individual estamos bien posicionadas, pero en los equipos sigue faltando un poco. Las chicas están teniendo grandes resultados, pero sus apariciones son muy momentáneas. Las chicas de baloncesto han sido finalistas en un mundial y se escuchó durante tres o cuatro días, luego se olvidaron. Eso es

difícil, el único deporte en el que no pasa es el waterpolo, donde se escuchan más a las mujeres. Tampoco es cuestión de hacer bandera del deporte femenino, pero sí que es verdad que queremos que se nos de más espacio porque lo merecemos igual que los hombres. ¿Es más complicado por ser mujer conseguir patrocinios? Sí, es más complicado, sobre todo porque el fútbol prima y los hombres son el estandarte, las chicas de fútbol parece que ni existen. Es difícil luchar contra eso, porque todo lo que no salga en medios no

“COMO POLÍTICA, PREFIERO QUE HAYA DINERO PARA UNA CADERA DE UNA SEÑORA MAYOR QUE PARA UN DEPORTISTA”


“LA CRISIS NOS HA ENSEÑADO QUE EL QUE SE QUIERA DEDICAR AL DEPORTE NO LO DEBE HACER POR DINERO”

es llamativo, si yo salgo mucho los patrocinadores querrán que lleve en la camiseta su firma, pero sin salir es difícil. Seguimos luchando, peleando por un hueco, aunque estamos en desigualdad en cuestiones de patrocinio.

¿Qué le llevó a entrar en política? La política es algo llamativo para mí, siempre me gustó, he estado pendiente de lo que pasa, sobre todo en Cantabria. Hace siete años entré en la ejecutiva del Partido Popular, encantada, para poder hablar de las inquietudes en el mundo del deporte, que era mi cargo en ese momento. Hace tres años el presidente de Cantabria me pidió que entrase en las listas, para representar a los cántabros no solo como deportista sino como diputada y secretaria primera de la mesa

del Congreso. Lo que hago me llena, me levanto con ganas de ir a trabajar, llevo deporte, discapacidad, cooperación, mujer, juventud y cultura… me encanta, creo que estoy haciendo una buena labor. Tengo dedicación parcial, voy por las mañanas al Parlamento y por la tarde me dedico a entrenar. ¿Cuál es su minuto 116? Yo no me quedo con ninguno concreto, me quedo con el camino, 25 años con “mi entrenador. Es fundamental, de los buenos y los malos momentos aprendes y nos ha servido para mirar hacia atrás y decir, aprendo. Hay que fijarse también en los malos momentos, todos tienen su importancia.


DEPORTE FEMENINO

EL DEPORTE FEMENINO SUBE EL VOLUMEN Por Gonzalo Cabeza, @gcabeza

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ra la última tarde de agosto. España, de vacaciones, se disponía a echar una siesta. Encendió la televisión, conectó Teledeporte y no pudo dormir. En la pantalla apareció Carolina Marín, una chica hasta ese momento desconocida para la mayoría, con una raqueta ligera en su mano izquierda, persiguiendo una pluma que volaba de un lado a otro de una red alta. Los que más sabían recordaban que el bádminton es una disciplina en la que solo ganan los asiáticos. Pensaban que la china que Marín tenía enfrente, la número 1 del mundo, era demasiado para esa chica de Huelva. Nada de eso, Carolina Marín se hizo con el título porque ella vale más, porque es parte de la nueva ola de deportistas españolas. Una semana antes las tardes de cualquier aficionado al deporte habían sido secuestradas por la natación. En Berlín había europeos y allí se encontraba, ni más ni menos, que Mireia Belmonte. Seis fueron las medallas que se llevó a casa la catalana. Seis pruebas que tuvieron de todo. Ganó preseas desde las aguas abiertas hasta las pruebas más técnicas, como el 400 estilos.


DEPORTE FEMENINO

Desde 200 metros a 5 kilómetros, no hay distancia que se resista. Más podrían haber sido si el calendario hubiese sido algo más benigno con Mireia. Berlín supuso la reafirmación de una nadadora única, quizá la primera deportista española que puede presumir de ser una deportista total, de esas que vuelven de los juegos con sobrepeso en la maleta de tanta medalla. No fue la única buena noticia en la piscina, hubo mucho más y todas ellas con nombre femenino. España logró un total de 13 medallas, el mejor campeonato de todos los tiempos. Ningún hombre fue capaz de sumar una chapa al botín, todo llegó por Belmonte, Carbonell, Da Rocha, Ignacio o Vall. El atletismo femenino también tuvo buenos días en verano. Ruth Beitia, la capitana del equipo español, llegó a Zúrich con cierto aire de favorita. La atleta cántabra, después de muchos años en la brecha, se había convertido en una saltadora muy fiable, siempre presente en las mejores reuniones, siempre compitiendo contra las primeras. En Suiza la cosa no cambió, un concurso brillante, trepidante, en el que pareció que se quedaba por el camino varias veces le dio la medalla de oro. La mejor atleta de Europa en lo suyo. Después del bronce mundial en pista cu-

bierta, logrado unos meses antes, se certificaba una temporada perfecta. Diana Martín e Indira Terreros redondearon la actuación de las féminas españolas en la competición. El verano de las chicas se completó con la plata mundial del equipo de baloncesto. Durante años las categorías inferiores del basket español habían brillado, poco a poco se fueron estableciendo como parte de la élite pero hasta el momento no se había llegado tan alto en un mundial. El contraste, en este caso, se acuciaba al pensar que la selección masculina, pocos días antes, había fracasado estrepitosamente en una competición que, para más inri, se disputó en nuestro país. El caso del baloncesto fue un éxito más en el deporte colectivo español. Las guerreras del waterpolo, campeonas del mundo, subcampeonas olímpicas, son quizá el mayor emblema del deporte femenino español. En su caso, aprovechando unos últimos años de menos nivel en el campo masculino, han dado un paso adelante. Combinan

todo lo que se necesita para aparecer con más frecuencia en los medios, no solo ganan sino que son inteligentes y divertidas, su imagen de éxito es rotunda, completa. El deporte colectivo, siempre fuerte en España, ahora tiene su cara más amable en el lado femenino. Ya están ahí el baloncesto, el waterpolo y el balonmano. El fútbol está llegando. El deporte español tiene motivos para el orgullo por el buen trabajo en el campo femenino.


Babe didrikson, la deportista total Por Gonzalo Cabeza, @gcabeza


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as imágenes son escasas y transportan a una época lejana. Los deportistas son pioneros, héroes de primera hora que comienzan a apelar al gusto cada vez más refinado del consumidor. Los incipientes avances sociales acotan la jornada laboral y, consecuentemente, permiten al ciudadano tiempo de esparcimiento. Son los años 30, surgen nombres de atletas, futbolistas, deportistas en general. En Estados Unidos Babe Ruth y Lou Gherig se convierten en dos iconos gracias a su desempeño en el béisbol. Son, fundamentalmente, hombres, pues el futuro aún estaba por llegar realmente. Entre las excepciones se cuela, con letras de oro, una mujer, Mildred Ella Didrikson. En Europa es más raro, pues el deporte sufrió siempre de un muy alto grado de especialización, pero en los Estados Unidos es común que los deportistas dominen varias disciplinas, especialmente en edades universitarias. Ser, al mismo tiempo, una excelente atleta, una brutal jugadora de golf y una gran jugadora de baloncesto delimita una deportista total. Y eso, ni más ni menos, era Didrikson.

A Didrikson solo le dejaron disputar tres pruebas en Los Angeles 1934, aunque estaba clasificada para cinco. En todo lo que compitió ganó medalla. Sobra decir que la suya fue una batalla por la excelencia, pero también por la aceptación. Las mujeres deportistas estaban mal consideradas, por poco femeninas, por rompedoras. Didrikson tuvo que leer cosas como que “hubiese sido mejor que ella y las de su clase se quedasen en casa acicalándose, esperando que sonase el teléfono”, exabrupto machista propio de la época, aparecido en un periódico neoyorquino. A Didrikson le llamaron Babe por su destreza con el bate en su juventud, aunque después el béisbol solo sería una anécdota en su carrera. Comenzó practicando baloncesto, y fue la primera vez en la que la deportista cobró por practicar deporte, aunque fuese con camuflaje. Para no perder su condición de amateur el sueldo de 75 dólares mensuales que le pagaba el equipo de la Employers Casualty Company de Dallas en el que competía lo hacía en concepto de secretaria. Excelente, como en todo, los tres años que pasó allí consiguió honores de all-american.


Allí descubrió el atletismo. La forma madre del deporte, la base de todo, era también la más avanzada en el campo de las mujeres. En los Juegos ya podían competir deportistas femeninas y allí el atletismo reina. Didrikson, un portento, pronto se encumbró como un de las mejores de su tiempo. Llegaron los Juegos de los Angeles, en 1932 y se clasificó para cinco pruebas. Desafortunadamente la norma de la época impedía a las mujeres (siempre alguna barrera) competir en más de tres disciplinas. Tuvo que elegir, y no pudo ser más variada. Salto de altura, 80 metros vallas y lanzamiento de jabalina. Si hoy se va a un estadio de atletismo es fácil distinguir a las especialistas en cada una de esas disciplinas, pero en los 30 todo estaba más homogenizado. Comenzó la exhibición con la jabalina. 43.69 metros, primera campeona olímpica. Récord del mundo. Después los 80 metros vallas, una disciplina que hoy ya no existe. 11.7 segundos, oro olímpico, también con récord. Segundo oro. El único error llegó en el salto, y aún hoy es difícil ver la justicia en su plata. Saltó 1.65 lo mismo que la campeona, Jean Shiley, pero en el último salto fue descalificada y se tuvo que conformar con la plata. Los jueces alegaron que pasó por la barra antes la cabeza que el resto del cuerpo, una ilegalidad que años después fue sacada del reglamento y que tampoco debía ser muy estricta en su aplicación, pues también saltó de ese modo hasta la medalla de plata sin que nadie dijese nada al respecto. Las imágenes la muestran brincando con la técnica de rodillo ventral y sin colchoneta que amortiguara la caída. Aún así, 1.65, récord del mundo. Tres medallas, un gran logro teniendo en cuenta que solo hubo seis pruebas atléticas en el campo femenino. La gloria olímpica sería suficiente para justificar una carrera deportiva, pero Didrikson no podía parar ahí. Su talento innato para el deporte la empujaba a buscar otros retos más allá del atletismo. Grantland Rice, el gran cronista de la época, se fijó en ella: “Se es incrédulo hasta que la ves actuar. Ahí finalmente entiendes que estas viendo la más perfecta armonía muscular, de coordinación mental y física que el mundo del deporte ha visto nunca”. No es poca cosa. Lo mejor, en cualquier caso, estaba por llegar. Fue en el golf, un deporte que hoy en día sigue siendo eminentemente masculino, y solo en tiempos recientes empieza a ascender


a í c e r a p a N P S E e d a t r s i o l j e a n m u a n En e v o n a s l o l o s m o o d c o t e d a t r s e i j t u r m o p a r de e m i r p a l , s n o ó p i c a c tiem i if s a l c a de l

la popularidad de su vertiente femenina. Pero Didrikson se adelantó a su tiempo, tanto que incluso llegó a competir con los hombres, un hito que se volvería a repetir con Annika Sörenstam, Suzy Whaley y Michelle Wie varias décadas después. De hecho Didrikson pasó el corte en torneos masculinos, algo que solo alcanzó Wie. Porque entre las féminas nunca hubo dudas. Didrikson se retiró con 82 torneos ganados, entre ellas 10 de Grand Slam. Y eso que no pudo competir durante un tiempo por problemas de profesionalismo, una constante en el deporte de la época. Fue la mejor deportista de su tiempo y aún hoy está considerada entre las mejores de siempre. En una lista de ESPN sobre los mejores deportistas del siglo XX aparecía como la novena más grande del deporte americano, superada solo por gente como Muhammad Ali o Michael Jordan, como primera mujer y por delante de mitos del deporte del estilo de Magic Johnson o Carl Lewis. Una decisión similar a la que tomó la agencia AP, que la situó novena en su lista. Didrikson tuvo que navegar por el desprecio de muchos, se la consideraba masculina, poco refinada y abominable. Pero eso también lo superó, vivió la vida que quiso aunque el tiempo no fue mucho, pues murió con 45 años víctima de un cáncer de colon. Pocos meses antes de su fallecimiento aún ganaba torneos de golf, pues al fin y al cabo ella era la mejor con bastante diferencia.

El palmarés de Babe Didrikson


Por Fran GuillĂŠn, @guillenfran


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i hay un programa baloncestístico tristemente estigmatizado por el cáncer en la NCAA, ése es el de North Carolina State. Los Wolfpack, actores a veces menores pero vecinos normalmente incómodos de Duke y North Carolina, las dos grandes potencias del estado, están consolidados en el imaginario deportivo estadounidense como el eterno altar de dos leyendas de los banquillos cuyos homenajes ya, lamentablemente, han de ser a título póstumo: Jimmy Valvano y Kay Yow. Valvano, hasta su enfermedad, había perdurado por ser el protagonista de una estampa recurrente dentro de los momentos históricos del deporte universitario americano. En la Final Four de 1983, Lorenzo Charles convirtió en el último segundo una canasta impredecible que le dio a una sorprendente NC State la victoria en el título nacional frente a la Universidad de Houston de Akeem (aún sin hache) Olajuwon y Clyde Drexler. La carrera eufórica tras el bocinazo, con el rostro desencajado, de Jimmy V (así le apodaban) se grabó para siempre como una alegoría del margen para la épica que cada temporada guarda la March Madness. Ya inmortal por lo deportivo, el prometedor Valvano se convirtió también en inmortal por lo humano cuando, en 1993, con sólo 47 años, subió al estrado de los Premios ESPY y, ocho semanas antes de fallecer, dio un discurso que encogió el alma de todo un país. Sus palabras (“el cáncer me ha quitado mis habilida-

des físicas, pero no ha podido tocar mi mente, mi corazón y mi alma”) fueron ejemplo de entereza ante una muerte que acechaba en el cruel corto plazo. Y aún hoy, su lucha contra la enfermedad sigue activa mediante su fundación, que da nombre al Jimmy V Classic, uno de los torneos más prestigiosos de la pretemporada universitaria. “Coach Yow: My hero”. La pancarta, escrita a mano, era sólo uno de los cientos de mensajes que la grada del Reynolds Co-

liseum dedicó a Sandra Kay Yow aquella noche de febrero de 2007. La cancha del pabellón donde el equipo femenino de NC State disputaba sus partidos acababa de ser bautizada como Kay Yow Court, en honor a su sempiterna entrenadora, que se encontraba superando su segunda recaída de cáncer de mama. Las chicas se aliaron para homenajear a su madre deportiva y las vecinas de North Carolina, segunda mejor escuadra del país en aquel momento, cayeron ante la euforia general y la mirada vidriosa de Yow.


Ella jamás había dejado que el cáncer la subyugase. Perseveró hasta en los momentos más delicados, llegando a compaginar quimioterapia y transfusiones de sangre con el banquillo. Incluso cuando necesitó ayuda para levantarse de su asiento, con la voz quebrada, Kay Yow continuó dirigiendo en la banda a sus pupilas. Hasta tal punto llegó su entrega que, en ese mismo 2007, tuvo que ser evacuada de la pista en medio de un entrenamiento tras amagar con desmayarse debido a una reacción adversa a la medicación. Tras cuatro años dirigiendo al Elon College, Sandra Kay Yow se había convertido en 1975 en la primera entrenadora a tiempo completo del equipo femenino de baloncesto de North Carolina State. Responsable al principio también de las escuadras de voleibol y softball, Yow terminaría decantándose por la canasta, firmando una trayectoria de película que le llevaría a no abandonar jamás el centro educativo de Raleigh. A su muerte, de hecho, había alcanzado el quinto puesto histórico entre las entrenadoras más ganadoras de la historia de la NCAA, siendo merecedora de un lugar en el Hall of Fame.

Fuera de la institución en la que pasó los treinta y cuatro últimos años de su vida, Yow fue también la entrenadora del Team USA femenino que ganó el Mundobasket de 1986, además del que, luego, fue campeón olímpico en Seúl, en 1988. Se retiró con 737 partidos ganados por 344 derrotas

y, sobre todo, con el respeto de un baloncesto femenino que siempre la tuvo como una de sus gurús. También su memoria, como la de su querido amigo Valvano, quedó siempre ligada a sobrellevar los momentos más negros con una dignidad encomiable. “No pienso en el tradicional por qué yo, sino en por qué yo no”, le dijo al New York Times en 2006. En su honor, compañeras y rivales popularizaron el gesto de usar cordones rosas durante los partidos, ayudando a extender la concienciación sobre una dolencia letal entre las mujeres. Murió, cuentan, con el talante animoso que le acompañó siempre. “No tengo miedo porque sé que Dios lo tiene todo bajo control”, decía. “Lo realmente triste sería que me fuese sin ayudar a nadie, pero lo increíble es que veo que estoy ayudando a otros de la mejor manera posible”. Fue Mike Krzyzewski, otro legendario entrenador universitario, el que encontró la mejor manera de condensar la historia de dos amigos, vidas gemelas, que jamás se rindieron. “Dios bendiga a Kay y a Jimmy”, declaró Coach K. “Dos luchadores hasta el final”.


Por Gonzalo Cabeza, @gcabeza ENTREVISTA CON VERO BOQUETE

“Da mucha rabia saber que por ser mujer no puedes tener una situación decente” Verónica Boquete (Santiago, 1987) es la cara más conocida del fútbol femenino español. Candidata al Balón de Oro, subcaempeona de Europa con su anterior equipo, ha llevado las riendas de una selección que ha hecho historia, será por primera vez mundialista. El año que viene, en Canadá, buscarán no solo acudir, sino también hacer un papel e, incluso, sueñan con llegar a los Juegos Olímpicos. Por fin os habéis metido en un Mundial ¿Cómo lo habéis vivido? Con mucha emoción, ha sido una clasificación larga y nos habíamos quedado a las puertas muchas veces. Por fin vamos a estar en un Mundial.


Las categorías inferiores llevaban años teniendo éxitos ¿por qué hasta ahora no se había conseguido dar el salto? Todavía nos falta dar otro salto más. Es cierto que en categoría base estamos en lo más alto, jugando finales y ganando títulos, pero también es verdad que en esos años en los que otras selecciones tienen una última progresión aquí tienes que dedicarte a pensar si quieres estudiar o trabajar, le dedicas menos horas. Quizá en este momento ha habido más apoyo a nivel de clubes, las jugadoras pueden dar más tiempo y nos da un salto de calidad, como también hay jugadoras que se han ido fuera para poder mejorar su nivel. Para poder triunfar en el fútbol femenino ¿Es necesario irse fuera? Si quieres competir al máximo nivel, sí, te ves obligada. Al máximo nivel aquí no es suficiente, no juegas con y contra las mejores, si tienes ambición tienes que irte fuera. Tu lo has conseguido, eres candidata al Balón de Oro femenino. Ha sido una gran satisfacción, porque ha sido un trabajo de muchos años, sabes lo que te ha costado y te alegras por toda la gente que te ha ayudado a llegar. Yo siempre he dicho que es un reconocimiento personal, pero me lo tomo como un éxito colectivo del fútbol femenino español, de estos años de avance de la selección. Esperemos que venga más.

Hay dos aspectos, uno es a nivel personal, las experiencias que me ha dado el fútbol, que han sido fantásticas. He conocido otros idiomas, otras culturas, otra forma de ver las cosas, me ha enriquecido muchísimo. A nivel deportivo me ha dado la opción de ser profesional, mejorar mi juego, con todo lo que eso conlleva. Ahora puedo exigirme mucho más cada día y llevar mi nivel muy alto. Juegas en el Frankfurt, el equipo que más veces ha sido campeón de Europa ¿Qué se espera de vosotras?

tado a los rivales más fuertes hasta la final. Todas las que formamos parte del equipo tenemos claro que hay que luchar por la Bundesliga, la Copa y la Champions, somos un equipo muy competitivo, tenemos jugadoras muy buenas, aspiramos a todo. ¿Qué necesita el fútbol español para acercarse al nivel de las grandes ligas europeas?

Hay muchos pasos que dar, no solo en la liga, también en la sociedad. Si queremos atraer gente la mentalidad tiene que ser Se espera que luchemos por los títulos, por otra, hay que ofrecer un fútbol de más niHas jugado en Suecia, Alemania y Estados todos, especialmente por la Champions, que vel, pero para eso necesitamos el apoyo de Unidos ¿Qué te ha supuesto esa experiencia? jugamos contra el Bristol y nos hemos evifederación, clubes, y patrocinadores.


¿Os habéis sentido minusvaloradas por lo grande que es el fútbol masculino? Sin duda, y da mucha rabia, ver que por ser mujer no puedes tener una situación más o menos decente. Nuestro objetivo no es igualarnos al fútbol masculino, no es ganar lo que ganan ellos y generar lo que generan ellos, buscamos mejorar nuestra situación y sabemos que es posible porque en otros países pasa. Vosotras también destacáis por la posesión de balón como base del juego ¿existe una escuela española?

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Fotos: sefutb

¿Habéis notado más interés gracias a los últimos resultados? Sí. En los últimos meses no ha habido un boom, pero sí más espacio en los medios, más interés y eso atrae a patrocinadores, a más gente que se da cuenta de que existimos. Eso es lo que buscamos.

Sí, nuestro estilo es el Tiki taka y lo que te da el estilo es el tipo de jugadores que tienes. En España los jugadores son muy técnicos y la selección femenina no es una excepción, somos un grupo muy técnico, nos sentimos cómodas con el balón y esa posesión nos ayuda a salvar las diferencias físicas que hay con otras selecciones

bre todo, de promoción, que nos hace falta, necesitamos promocionar nuestro deporte y si el Madrid hace un equipo femenino llega- ¿Cuál es el objetivo en el Mundial de Canadá? ríamos a más gente.

Vamos sin presión, porque es el primer El deporte femenino ha tenido sus mejoMundial, nadie nos va a exigir nada ni se res resultados en los últimos años ¿Qué ha espera nada de nosotras, pero a nivel interpasado para esa evolución? no, en el grupo, no queremos ir allí a dis¿Es un problema que el Real Madrid no se frutar. Queremos disfrutar, pero también Hemos conseguido entre todos crear reinvolucre en el fútbol femenino? competir. Nuestro primer objetivo es claro, ferentes femeninos, que antes no había. pasar la fase de grupos, pero el siguiente, Más que un problema es una pena, porque Ahora las chicas ven que es posible, que se que es mucho más ambicioso, es meternos al final en las grandes ligas de otros países puede ser profesional, jugar una final de los grandes clubes se están metiendo, inclu- Champions, o ir a un Mundial, eso antes no en los Juegos Olímpicos. Para eso sabemos so aquí, los mejores equipos pertenecen a pasaba. Ahora ven un mundo de posibilida- que no llega con pasar la primera fase, hay clubes masculinos, entonces si el Madrid se des por delante y cuando sabes que hay esa que meterse entre los cuatro primeros europeos y coger esas plazas. metiese nos daría un salto de calidad y, so- opción tienes una motivación extra.


Reina en la sombra D

esconocida en occidente, celebridad en las latitudes de ojos rasgados. Su nombre se coló entre las mucho más mediáticas Serena Williams y Danica Patrick, la hercúlea tenista y la ninfa de la Nascar. Allá, en su mismo pedestal, se subió una muchacha que hoy, a sus 24 años, ya es y fue historia jugando a ser colibrí sobre el hielo. Kim Yuna, la gran desconocida entre las deportistas contemporáneas de calado planetario. Es habitual repasar el ranking de la WTA u hojear las listas de mujeres más bellas del planeta para reunir a las profesionales mejor pagadas del mundo del deporte. El rendimiento dentro de la pista o la fotogenia fuera de ella aseguran rendimiento pecuniario. El asterisco dentro de la regla lo personificó una fuera de serie cuando aupaba con cuchillas las plantas de sus pies. Nacida en Bucheon, ciudad satélite de Seúl, ‘Queen Yuna’ fue, para muchos, la Nadia Comaneci del patinaje sobre hielo. Por no andarnos con largas enumeraciones de méritos, Kim fue la primera pati-

Por Fran Guillén, @guillenfran


nadora en ganarlo todo. Sin contemplaciones. Su sonrisa de colegiala ocultaba un androide calibrado para una inagotable precisión en el frío. Sus dos ejercicios principales en Vancouver 2010, dibujándole arabescos a la música de Gershwin, fueron tan impecables que las crónicas hablaron de “la abstracción de la perfección hecha carne”. Por supuesto, esos siete minutos desembocaron en una medalla de oro y el equivalente sobre hielo al 10.0 de Comaneci en Montreal. Convertida en icono cultural y motivo de orgullo nacional para los surco-

reanos, Kim ha llegado a cotas donde otras virtuosas del patín como Sonja Henie o Katarina Witt no alcanzaron. Con ella, por primera vez en la historia, Forbes debió mirar a un deporte claramente minoritario para elaborar su lista anual de mayores fortunas entre atletas. A los premios en metálico por gobernar la competición, la niña prodigio sumó el apadrinamiento de empresas como Hyundai, Kookim Bank, Nike o Procter & Gamble, interesadas en su imagen de chica impoluta y campeona inmisericorde.

Porque, hasta cuando perdió, Kim Yuna terminó ganando. Jamás se bajó de un podio donde fuera que compitiese, pero en ocasiones se le resbaló el oro. La más cruel, quizá, en su enrarecida despedida en Sochi, donde asomó su posible heredera, Yulia Lipnitskaya. Alejada de la competición durante unos extraños dieciséis meses, Kim disipó las dudas sobre su preparación con una rutina primorosa al compás de un tango. A pesar de ello, los jueces favorecieron a la local Adelina Sotnikova entre sospechas de maquillaje en la nota. Las televisiones de todo el mundo censuraron las puntuaciones en sus retransmisiones e incluso otras rivales como la estadounidense Ashley Wagner confesaron estar boquiabiertas con los resultados. Horas después se desveló que entre los miembros del jurado se encontraban elementos muy sospechosos como el ucraniano Yuri Balkov, con historial de amaño de competiciones a sus espaldas, o la rusa Alla Shekhovtsova, esposa del mandamás de la Federación Rusa de Patinaje sobre Hielo. Con todo, el brillo de la estrella de Kim Yuna no menguó un ápice pese al deslucido final en una carrera ejemplar. Hoy, la coreana consagra su tiempo a la actividad filantrópica y a una ajetreada vida como celebrity en su país, con peripecias que van desde grabar colaboraciones musicales a presentar programas de televisión. Recompensa merecida para quien rompió con su talento el orden mundial del deporte femenino.


El Rugby C femenino, en primera persona

antarranas, Ciudad Universitaria de Madrid. Invierno del 2008, estoy un poco nerviosa… Irene (Schiavon) lleva placándome en cada entrenamiento de nuestro equipo de fútbol de El Escorial durante varias semanas y al final lo ha conseguido. Entro en el barro, hay unas cuantas chicas con polos a rayas pasándose un balón con forma de melón y sonriendo casi sin cesar. Las porterías no tienen red y son más bien una H gigante ¡Qué curioso! Dificultad 1: Un deporte desconocido. El rugby no es que sea un deporte minoritario en España o poco conocido… es que encima se le confunde con el fútbol americano y su característica más relevante, los valores de respeto, trabajo en equipo, compañerismo… se confunden con la agresividad de las películas americanas.

Por Patricia García Rodríguez, @pgr_rugby

s Vocezadas ori Aut

Foto: Francisco Santiago Cámara

Resulta que cuando algo o alguien aún “no existe” (en la realidad aún o en un contexto o lugar determinado) se puede crear en su mejor versión. Con una bonita forma, con unos grandes principios, pues como apenas existe, la imagen del rugby en España la podemos crear a nuestra manera, resaltando esos valores que tanto caracterizan nuestro deporte o esa espectacularidad tan digna de su juego. Se busca que cuando en unos años o generaciones, las personas escuchen “rugby” lo asocien a valores. Me tiraron por el suelo unas cuantas veces, me embarré toda la ropa y hasta el pelo, pero me levanté de nuevo; me enseñaron a placar a otras, “¡eso si que mola!”, corría como un potro esquivando personas, pasaba como podía, pateaba el balón, saltaba y al acabar nos fuimos todo el equipo a tomar algo juntas, a reírnos de las anécdotas del entrenamiento, a conocernos más entre todas y disfrutar de momentos únicos. El rugby engancha. Apasiona tanto por el juego como por el entorno social. Todo el mundo es importante, nadie es imprescindible, todas somos iguales, dentro y fuera del campo, seas la más ágil o la más rápida, la más fuerte o la más maja, iguales. El rugby te ayuda a aprender a respetar, a levantarte una y otra vez, a disfrutar con los demás. Dificultad 2: Nivel de competición bajo. Es un ciclo que se retroalimenta, un deporte desconocido significa pocos deportistas, lo que es igual a una competición de nivel medio-bajo. Sencillamente porque al no haber mayor cantidad, aquellas jugadoras con mayor nivel, aspiraciones competitivas e internacionales entrenan día a día con jugadoras que acaban de llegar, como yo en ese momento, a un mundo desconocido, donde cuesta mucho meterse en la cabe-


za una norma básica, por ejemplo, que el pase es hacia atrás. La evolución del nivel de juego de los equipos lleva un ritmo tranquilo por este simple hecho. Se puede entender como una gran oportunidad, o así lo entendí yo. ¿Quiénes son las mejores selecciones del mundo? Francia en primera instancia, porque allí el rugby es cultura… tienen como 5 o 6 divisiones sólo en el femenino, está relativamente cerca de casa y quiero seguir aprendiendo, enfrenándome a nuevos retos, a un idioma nuevo, a un equipo nuevo, a una vida y un rugby nuevos. Cuando algo te apasiona, eres capaz de dejarlo todo por esa pasión. Aunque en mi forma de verlo, no considero haber dejado nada sino haber transformado mi vida en positivo, haber perseguido sueños con acciones positivas que hacen de mi existencia aún más feliz, aunque en el camino haya personas, cosas, elecciones que se quedan detrás. Dificultad 3: El malo de la película, las lesiones. Me llegó al finalizar mi etapa francesa. Mi vida había dado un giro 360º, mi vida era todo rugby. Una temporada en segunda división francesa, y un salto a la primera división con titulo de Campeonas de Francia incluido en lo que era un año histórico para aquel equipo modesto de un pueblecito del sur de Francia. Una lesión de rodilla me apartó unas cuantas semanas del campo, ¡cuánto sufrí! Parecía tan grave… Qué difícil es aceptar las cosas en las que no tenemos control. Ese fue mi gran aprendizaje, conocerme a mí misma en una situación adversa, uno de los momentos más difíciles de mi carrera deportiva hasta el momento a solo dos meses de luchar por el Campeonato de Europa. Iba a ser la primera cita importante que me perdía desde que había descubierto este sueño, el rugby. Aprendes a dejarte ayudar, aprendes a focalizar tus energías en un objetivo concreto, vivir día a día pero con un sueño en la mente. Tienes que aprender a aceptar circunstancias o situaciones sobre las que no tienes el control, no perder energías en ellas y dirigirlas todas en lo que sí depende de ti. Lesionarme fue uno de los mayores aprendizajes de mi vida. Me recuperé a tiempo. Dificultad 4: Un deporte sin ventana, sin escaparate. Pasan los años y sigo apasionada, motivada día a día a entrenar dos o tres sesiones, a cargar tanto mi cuerpo o mi mente con entrenamientos, vídeos, partidos y demás pero el cansancio nunca calla a la pasión. Es el motor de todo. Acabo de llegar de Nueva Zelanda, dos ligas jugadas en la meca del rugby, el horizonte va apare-

BUSCAMOS OFRECER EN EL ESCAPARATE DE LOS DEPORTES UNO MÁS, EL RUGBY, QUE TIENE VALORES IMPRESCINDIBLES QUE SON FÁCILMENTE TRANSFERIBLES A LA VIDA. ciendo poco a poco, parece que no hay final, pero siempre hay por donde crecer, que mejorar. Vuelta a casa y lo que más me apetece es compartir todas las experiencias, las vivencias, los valores… no son palabras son hechos. En España apenas hay nada que defina el mundo del rugby, lo que me obliga a hacer una comparación, ¿te imaginas a Iker Casillas compartiendo casa con una jugadora extranjera de fútbol? En la #NZexperience compartía casa con Ben Tameifuna, el pilier de los Chiefs, de Waikato y fichaje All Black (Selección Neozelandesa de Rugby, actual Campeona del Mundo). Compartir, pues, es mi objetivo. Crear esa ventana para todos los niños españoles. Hay un deporte más donde elegir, el que más te guste, pero éste también existe. Papás y mamás, los valores educativos del rugby son tan imprescindibles en nuestro deporte como transferibles a la vida. Gracias a las redes sociales, a periodistas con pasiones comunes como la igualdad de género en la vida en el deporte, a personas concretas que me brindan oportunidades de acceder a ese balcón. Con tal de crear un escaparate y lanzar el mensaje “el rugby, el deporte de los valores, también existe en España, no te quedes en la dificultad, transfórmala en oportunidad…”. Patricia García Rodríguez Noviembre 2014


FUTBOLEANDO ANDO

Por Jaime Aznar, @jaimeaznarsanzo

De premios,

rércords

y demás...

Se acerca la navidad y lo sabemos porque los ayuntamientos colocan el alumbrado, las jugueterías preparan sus famosos catálogos, a los niños se les recuerda que sean buenos... Y los periódicos, programas, tertulias se convierten en monotemáticos, Balón de Oro para arriba, Balón de Oro para abajo... Nunca una acción de marketing fue mejor, nunca. No debemos olvidar que el balón, al que la mujer de Ribery aún le guarda un lugar privilegiado sobre su chimenea, es un premio que otorga France Football y al que la FIFA decidió unirse – si no puedes con tu enemigo únete a él debió

pensar el bueno de Blatter-. En ocasiones perdemos la perspectiva, nos imaginamos que es un premio objetivo... No, ni mucho menos. El premio francés es un premio que ni los que lo votan saben porqué lo hacen y que mientras siga generando portadas, minutos de tele y radio seguirá siendo polémico, oscuro... Si deja de hacerlo seguirá siéndolo, pero al menos no nos acordaremos. Messi, Cristiano, Neuer... ¿O lo merecería Courtois, Costa o Iniesta? ¿Se premia la temporada 13/14, el año 2014, el Mundial o los followers de Twitter? Y digo yo, ¿a quién le importa? A mí, desde luego no. Me cansa, me aburre y sobre todo no me importa. El fútbol es un deporte colectivo, un deporte de equipo, un deporte en el que juegan 11 contra 11 y siempre ganan los de Simeone. Bueno, siempre no, por desgracia para un servidor. Él debería ganar, el de mejor jugador y el de mejor entrenador, él ha sido sin duda la persona más determinante en los banquillos y en el terreno de juego, él debería ser el único ganador. Este año, a esta cansina rutina de reproches, medallitas, lo merezco yo o lo merece mi prima, se le han unido los ya “olvidados” premios de la LFP, tan oscuros y subjetivos como el galardón francés. No merece más reflexión, el campeón sólo logró un premio, bueno dos, porque el que valía, el objetivo, por el que pelearon durante 38 jornadas... Aunque tarde, también lo recibieron.


Por deporte

UN

DE TODA LA VIDA

Por Luis Aznar, redactor de MARCA @luis_aznar

Ya han pasado 15 segundos de posesión, él inicia el movimiento hasta la bombilla, bloquea, continúa, recibe y la deja suavemente con la derecha. Ahora todo es más rápido, así que se incorpora el último al ataque, frena a seis metros del aro, recibe, le flotan, la enchufa. De nuevo, jugada elaborada, él pelea por un lugar en la zona, le sacan a empujones hacia la izquierda, lo mismo le da, recibe, cuerpea para ganar espacio y dejar un gancho más o menos liberado, dentro. Vuelta a la carga, recibe pronto, a cinco metros, se crea el espacio, amaga una vez, otra, canasta. Así podríamos continuar relatando otra media docena de jugadas que Marc Gasol domina con la misma soltura y naturalidad que Messi conduce con la zurda, que Nadal ejecuta su ‘banana shot’, que Hamilton negocia curvas clavando el freno delantero o que otro Marc, Márquez, gira sobre railes circuito tras circuito perdiendo de vista a sus rivales sin despeinarse. Y ni siquiera hemos sacado a relucir su capacidad para asistir tanto el poste bajo jugando entre pívots con Randolph o atrayendo ayudas para sacar el balón al perimétro. Marc, Gasol, ha evolucionado temporada tras temporada hasta convertirse en, desde el humilde punto de vista de un sacrificado aficionado (no es fácil compatibilizar cada noche la NBA en España y dormir seis o siete horas), el mejor pívot de la Liga. A día de hoy, solo puede pelear tal distinción con él Anthony Davis, jugador llamado a dominar


las zonas durante muchos años. De hecho, apenas tiene 21 el ‘angelito’ y ya suena para MVP este curso. El pívot de Sant Boi es lo que Andrés Montes llamaba “un 20-10 de toda la vida”. De hecho, en las últimas semanas se prodiga todavía más en ataque y promedia 27 puntos. Una barbaridad en un equipo que no es especialmente rápido ni anotador como los Grizzlies de Joerger. Pero Marc, tal y como él mismo ha comentado hace unos días, ha decidido dejar el asiento del copiloto para ponerse al volante y quién sabe si su iniciativa no llevará a los Grizzlies a pelear por el anillo. El mediano de los Gasol, por cierto, acaba contrato esta temporada, con lo que todo hace indicar que se lo van a rifar el próximo mes de junio. Está en el mejor momento de su carrera y tiene por delante cinco, seis o siete años al más alto nivel, así que tampoco sería de extrañar que aparecieran media docena de equipos ofreciéndole el máximo. Sin duda, la franquicia del Fedex Forum va a tener muy complicado retenerle, aunque yo, si fuera Marc, me plantearía muy seriamente la opción de continuar, ya que los Grizzlies tienen una plantilla compensada y relativamente joven, con lo que podría pelear por títulos a corto plazo. Desde luego, los 80 kilos en cuatro temporadas no se los quita nadie. En Memphis, o donde sea. Se lo ha currado.


Por Gonzalo Cabeza @gcabeza


A

lemania quiere los Juegos Olímpicos de 2024, bien sea en Hamburgo o en Berlín. La noticia es un soplo de aire fresco para el COI (presidido por un alemán), pues en los últimos tiempos solo los oligarcas parecen querer los grandes fastos que suponen tres semanas de competición deportiva de primer nivel. Todos los candidatos aseguran que unos Juegos serán el maná para sus ciudades, traerán turistas, riquezas, reconocimiento internacional, una imagen moderna que nunca viene mal. La realidad, sin embargo, no lo pone tan claro. En la historia reciente hay tantos ejemplos de villas revitalizadas gracias al deporte como de grandes fracasos económicos que han supuesto una factura abultada y pocas satisfacciones. Efectivamente, Barcelona salió muy bien parada de su puja por unos Juegos. No solo le dieron la oportunidad de organizarlos, sino que sirvieron para establecerla como una de las ciudades más atractivas para el turismo y acometió un profundo cambio urbano que supuso un paso adelante en la estructura de la ciudad. Tan cierto como el éxito de la ciudad condal es el fracaso que supusieron las ediciones de Atlanta y Atenas. En el imperio de la Cocacola tuvieron la competición lastrada por un atentado y su legado urbanístico fue escaso, por no decir inexistente. Peor aún es el caso griego, cuyo desmedido gasto generó una deuda que terminaría siendo la estocada final para la gran crisis de 2007. Las muchas obras que se ejecutaron en la ciudad son hoy lugares fantasmas que solo sirven de refugio a la mendicidad.

LOS JUEGOS NO GENERAN UN AVANCE ECONÓMICO, PERO SON SOLICITADOS POR PAÍSES QUE QUIEREN DEMOSTRAR QUE SUS FINANZAS SON BOYANTES

Un estudio realizado en el año 2011 por Andrew Rose y Mark Spiegel sobre el comercio exterior de los países que organizaban Juegos dio como resultado que los países sedes incrementaban en un 30% sus ventas interna-

cionales. El problema, según los docentes, es que ese porcentaje no es una consecuencia del evento deportivo, pues también el resto de candidatas a ser sede olímpica experimentaban incrementos similares. La explicación que dieron para este supuesto es que los países que quieren unos Juegos son los que están experimentando antes ese tipo de crecimiento, y si buscan el evento es para mostrar internacionalmente los avances que están ocurriendo en un lugar concreto. En ese sentido los Juegos son más una demostración de fuerza que una escalera para subir estatus.

La historia económica reciente de los Juegos Olímpicos comienza en Los Angeles 1984. Los juegos previos, en Moscú 1980 y, especialmente, en Montreal 1976, que tardó 30 años en devolver los 4.600 millones de dólares de deuda que generó, supusieron un disparate económico para ambas ciudades, que se vieron endeudadas para varias generaciones y sin haber logrado ninguna de las consecuencias positivas que se supone tiene que tener una ciudad que organiza un gran evento deportivo. Tras aquellos fracasos el COI no encontraba candidatos para aco-


ger los Juegos de 1984. En aquel momento no se admitían patrocinadores externos y se obligaba a las ciudades a empezar de cero todas las sedes olímpicas. Estados Unidos, aún en la Guerra Fría, decidió que podían rentabilizar políticamente una competición de este calibre. Lo harían, eso sí, a su manera, no siguiendo los dictados del Comité Internacional sino con sus propios patrones. No en vano presentaban a Los Angeles para salvar el movimiento olímpico. Buscaron patrocinadores que cubrieron de dinero a la candidaturas y reutilizaron los elementos que ya existían en la ciudad y podían servir para la práctica deportiva. En las explicaciones oficiales se suele señalar también que los países que organizan juegos tienen un empujón en su mercado de trabajo, algo que los datos tienden a refutar. El empleo que lleva los juegos es temporal y de poca calidad, pan para hoy y hambre para mañana.

EL ÉXITO QUE TUVO BARCELONA NO ES NORMA EN EL OLIMPISMO, HAY EJEMPLOS CONTRARIOS COMO ATLANTA Y, SOBRE TODO, ATENAS

Las nuevas normas económicas, que quedarían establecidas como patrón en las siguientes intentonas, hicieron de los Juegos de 1984 los primeros económicamente rentables desde los años 30. El movimiento olímpico se salvó gracias a este nuevo paradigma y la imagen de la competición cambió. Pasó de apestada a muy solicitada aunque, lo más probable, es que ninguno de los dos extremos designe bien la cuestión. Hay un riesgo añadido en una candidatura olímpica que nunca termina de ser representado en las previsiones de las ciudades pujantes: se pueden no conseguir. Madrid lo sabe a la perfección, pues se dedicó durante una década a realizar instalaciones deportivas con el eterno optimismo de pensar que los Juegos visitarían la ciudad. Nunca lo logró, lo que le ha llevado a tener enormes estructuras ya ejecutadas cuya utilización es muy deficitaria, como en el caso de la Caja Mágica, que solo tiene una semana de alta competición al año. Los elefantes blancos, que así se llaman este tipo de estructuras, suponen un coste estratosférico en su construcción y mantenimiento y un exiguo aprovechamiento económico de las instalaciones. No es el único motivo por el que Madrid es una de las ciudades más en-

deudadas del continente, pero a buen seguro no influyó positivamente un proyecto tan ambicioso que resultó un fracaso. Para 2024, y con la lección aprendida, la ciudad se negó a entrar de nuevo en competencia. Su rival en el último intento, Río de Janeiro, no ha salido mucho mejor parada. El tiempo medirá el éxito o el fracaso de los Juegos de 2016, pero hasta llegar a la cita han sido mucho más abundantes los desvelos que las alegrías. Brasil consiguió el primer evento del deporte más por una promesa de futuro que por una realidad tangible. Es parte de los BRIC, los países de rápido desarrollo, plenos de potencial pero con unas carencias objetivables que obligan al país a hacer unos esfuerzos mucho mayores que los que tendría que hacer una ciudad más avanzada. “Para ser francos, estamos muy preocupados. No están preparados en muchos, muchos sentidos”, ha reconocido John Coates, vicepresidente del COI, en fechas recientes.

JUEGOS DE INVIERNO Si ha sido problemático encontrar sedes para los Juegos Olímpicos de verano, la joya de la corona del COI, aún lo es más buscar candidatas para los de invierno. Tienen menos pruebas y mucho menos reconocimiento, pero eso no supone una reducción en el monto de la factura final. De hecho los de Sochi son los más caros de la historia, incluyendo también los estivales, aunque bien es cierto que el presupuesto se disparó por la megalomanía del presidente del país. Son, en resumen, los Juegos de Putin, una manera de reafirmar un régimen a los ojos del mundo. Cuanto más lujosos, más caros, más espectaculares, mejor. El estilo no es nuevo, Pekín 2008 fue una competición a más gloria de la potencia china, no se escatimaron los gastos pues no era una cuestión publicitaria de la ciudad sino de reafirmar una identidad. Vancouver, Turín o Sochi, las tres últimas sedes invernales, no se parecen en nada a la tradición de la cita. Antes pequeñas ciudades de montaña, como Lake Placid y conglomerados de estaciones competían para hacer de los Juegos algo modesto, muy orienta-


do a la nieve. Nunca más, ahora en invierno también compiten grandes ciudades que puedan organizar los deportes de hielo y tengan lo suficientemente cerca las montañas para poder realizar las competiciones de nieve. Esta modificación ha llevado a un cambio en las elecciones y, consecuentemente, a un encarecimiento que pocos están dispuestos a asumir. En 2018 los Juegos serán en Pyeongchang, Corea del Sur. Para los de 2022 hay solo dos candidatas: Pekín y Almaty. Ambas comparten muchas similitudes, países enormes con déficits democráticos que quieren mostrar al mundo su capacidad para organizar cualquier cosa. Estados millonarios a los que la realización de unos Juegos supondrá, a buen seguro, cuantiosas pérdidas pero que tienen recursos suficientes para asumirlas de buen grado. Solo hay que ver la arquitectura moderna que reina en ambas ciudades para darse cuenta que la organización de un evento de este calibre es una más de las muchas maneras de sacar músculo que tienen. Oslo, Múnich o Barcelona se plantearon en su momento la posibilidad de entrar en competición, pero la crisis las sacó de la puja. En el caso de la capital noruega llegó a pasar algunas visitas del CIO, consiguiendo incluso buenas valoraciones, pero su gobierno pensó finalmente que no merecía la pena tanto esfuerzo y retiró la candidatura. Ninguna ciudad candidata suele hacer casos de las luces de alarma. Las dudas económicas sobre la organización de unos Juegos palidecen contra sus consecuencias de imagen y políticas. Ni Lula, ni Putin ni el régimen chino quieren el evento por algo diferente a todos los países desarrollados que los han solicitado en los últimos años. Al final todos buscan una gigantesca operación de marketing, un empujón al ánimo interior de un país que se siente

importante al fijar los ojos del mundo, aunque sea solo durante unos días. Ese optimismo que sí generan los Juegos (salvo desastres, que también los ha habido) es el objetivo que busca todo dirigente cuando se mete en la carrera. Al final el deporte tiene mucho de ilusión.


Cristiano, contado por los suyos Dedicarse a negar lo que le ha dado Cristiano al Real Madrid en las últimas cinco temporadas es un ejercicio de absurdo. Las sospechas sobre su precio, aceptables, se fueron difuminando a golpe de salto, de tiro, de gol. Hoy el equipo no se puede concebir sin pensar en ese goleador letal, quizá el mejor que haya pasado en el Madrid. Un activo de un club que tiene los anaqueles llenos de trofeos y las paredes colmadas de retratos de sublimes jugadores, aunque pocos, muy pocos, como Cristiano.

U

na tarde de julio se reunieron en el Bernabéu más de 80.000 espectadores porque un jugador se presentaba. Cualquiera que haya ido a uno de esos actos sabe que son bastante aburridos. La estrella, vestida por primera vez de blanco, se da una vuelta al estadio, tira unos balones a las gradas, en el mejor de los casos dice tres o cuatro tópicos delante de un micrófono. Poco más. Sin embargo aquella tarde las gradas estaban plagadas de gente. Llegaba Cristiano Ronaldo, que en ese momento era el fichaje más caro de la historia y que en los años venideros pasaría a ser una leyenda blanca.

Por Gonzalo Cabeza, @gcabeza

do que aceptar un precio tan alto porque fue negociado por sus antecesores) y también la lucha de Cristiano por ser el mejor.

Del mismo modo que sabemos que nadie salta a su altura y nadie corre a su ritmo, de Cristiano conocemos algunas de sus veleidades. Le hemos oído decir que le envidian por ser guapo o que está triste cuando una temporada no ha hecho más que comenzar. Sabemos que ha tenido problemas con algunos compañeros y una relación rota con Mourinho, su entrenador en el Madrid. Esos detalles, que igual Mario Torrejón ha llevado a cabo un ejercicio podrían no esperarse en un libro que ha teninecesario para dar a conocer mejor a esa esdo tanto contacto con el entorno de Cristiano, trella mundial. Cristiano Ronaldo. El Di Stéfatambién son explicados por Torrejón. Se agrano de nuestro tiempo. es la aproximación más dece, pues la cercanía al genio debe servir para exacta a la figura del luso en el Madrid. Hay contar lo bueno, pero también para dar muesmás libros, pero pocos autores han conseguitras de la otra cara del jugador. do el grado de cercanía y acceso a las fuentes que ha logrado Torrejón. Por el libro desfilan El libro concluye con una entrevista al crack muchos de los que rodean a Cristiano que, a luso, lo cual en otro tiempo podía no ser musu vez, son grandes prebostes del fútbol muncho, pero con el mutismo establecido en los dial. Florentino Pérez, José Ángel Sánchez, últimos tiempos en el Madrid, no es poca Jorge Valdano, Pedja Mijatovic. Y Jorge Mencosa. Los jugadores, además, suelen descondes, claro, que sin él hoy no hay fútbol. Todos fiar de todos aquellos que quieren escribir su ellos conocen al jugador y al club lo suficiente historia, aunque en este caso es evidente que para explicar una relación que ha sido muy Cristiano se ha convencido de los beneficios fructífera, aunque en ocasiones también de ser escrutado y presentado entre páginas. haya habido complicaciones. El libro, de la editorial Al Poste, explica tanto los buenos como los malos momentos, cuenta cómo el jugador llegó un año después de las primeras negociaciones, explica el precio que se pagó por él (y se lamentan, desde el campamento de Florentino, de haber teni-

Todo aquel que estuvo aquella tarde de presentación en el Bernabéu acudió movido por la curiosidad que irradian las estrellas. Con el tiempo se conocen más cosas del genio, pero también han surgido más preguntas sobre el mismo. Para saciar esa curiosidad pocos textos habrá mejores.


DERBIS DEL MUNDO

ALFREDO DI STÉFANO,

SÍMBOLO DE RIVER, ADMIRADO EN BOCA Los dos grandes clubes de Argentina se fundaron en el barrio de La Boca. River Plate, en 1901, y Boca Juniors, cuatro años después. Allí, en un vecindario del sur de la ciudad de Buenos Aires, donde el Riachuelo desemboca en el Río de la Plata, surgió una encarnizada rivalidad que se propagaría luego por todo el país. Entre los 25.000 habitantes que por entonces vivía en La Boca, en su mayoría inmigrantes recién bajados de los barcos, estaba Miguel di Stéfano, italiano de Capri y cuyo hijo, Alfredo, nacía enfrente de la vieja cancha de Boca. Sin embargo, éste se decantó por la acera opuesta, defendiendo la camiseta de River como zaguero hasta que una lesión de rodilla le hizo retirarse muy joven. Su pasión por la Banda Roja se la traspasó a ‘Alfredito’, su primogénito, y que con el tiempo se convertiría en ‘La Saeta Rubia’. ‘Alfredito’ nació en 1926 en Barracas, a solo unas cuadras de La Boca. Socio de River desde los ocho años, creció jugando picados a todas horas bajo el apodo de ‘Minellita’, en alusión a la rubia cabellera de José María Minella, emblemático mediocentro riverplatense de los años 30.

Sería Luraschi, ex portero y compañero del padre de Di Stéfano en River, quien lo recomendaría para pasar una prueba en la cantera rojiblanca. Era la época dorada de ‘La Máquina’, y ‘el Alemán’, otro de sus apodos, mamó ese fútbol, el de la mítica delantera Muñoz, Moreno, Pedernera, Labruna y Loustau, quienes daban cátedra bajo la atenta mirada de los maestros Peucelle y Cesarini. Una lesión de Muñoz le dio la oportunidad de debutar en Primera en 1945, ganando la liga de ese año y, ya con Minella como técnico, la de 1947, donde además fue máximo goleador con 27 tantos en 30 partidos. Parecía que Di Stéfano haría, como la mayoría de los ídolos de entonces, toda su carrera en el mismo club. Sin embargo, la huelga de futbolistas de 1948 -donde Alfredo fue uno de los que llevaba la voz cantante de los trabajadores- enturbió la relación con la directiva y, en 1949, terminó yéndose a Millonarios de Bogotá, para luego consagrarse en el Real Madrid. En uno de sus últimos partidos con River ocurrió un hecho particular. Era el 31 de

Por Ezequiel Costa @ezequieldcosta

julio de 1949 y el entonces líder del torneo recibía al último clasificado, que no era otro que Boca Juniors. En un momento dado, Amadeo Carrizo recibió un pelotazo bajo el estómago que le impedía seguir atajando. Como aún no existían los cambios, un jugador de campo debía sustituirle y, con 23 años recién cumplidos, Alfredo se puso los guantes. Fueron alrededor de nueve minutos hasta que se recuperó Amadeo, y River terminó ganando 1-0 con gol de Ángel Labruna a pase del ‘imbatido’ Di Stéfano. Si los que vieron jugar a Alfredo enfatizan su polivalencia como factor revolucionario en el fútbol, moviéndose todo el tiempo como defensa, volante o delantero, en aquel superclásico bien podría decirse que Di Stéfano ya era, literalmente, un ‘jugador de toda la cancha’. Tras debutar como entrenador en El Elche, en 1969 Di Stéfano levantaba polvareda al aceptaba la oferta para ser el técnico de Boca. Dos décadas después La Saeta volvía a radicarse en Argentina, ‘que 20 años no es nada’, como cantaría su admirado Carlos Gardel. Pese a las reticencias iniciales de los hinchas auriazules, él fue tajante


intocable para la hinchada. No obstante, un River de pico y pala y alejado de su tradicional estilo (obligado por las circunstancias), terminó proclamándose campeón del Nacional 81, superando en las dos finales a Ferro. En la segunda, disputada en Caballito, ganó con un gol de cabeza de Kempes, que se volvió a Valencia con el propio Di Stéfano como entrenador. Alfredo se transformó así en el único entrenador hasta hoy que logró campeonar con Boca y con River. Aquel título de 1969 hizo que Di Stéfano se ganara para siempre el cariño de los hinchas boquenses. Un riverplatense de pura cepa admirado en Boca, un caso singular en el siempre virulento fútbol argentino, tal vez por ese aura especial que desprenden los Grandes, los que son respetados por todos los rivales, los que están por encima de cualquier antinomia.

y respetuoso: “Nací y me crié en este barrio, como mis padres”, declaró en El Gráfico. Meses después, terminaron ovacionando a un técnico que sacó campeón a un equipo que parecía más cercano al paladar riverplatense, basándose en el talento y en el juego atildado en detrimento de la garra, dándole espacio a jóvenes y sentando a vacas sagradas, como Rattín, el veterano jefe de aquel Boca. Allí se demostró una vez más que todas las aficiones, cuando se gana, aplauden el buen trato de balón. La aventura porteña terminó pronto y Alfredo fichó por el Valencia. Luego, en 1981, regresaría a Buenos Aires, pero ahora para dirigir al equipo de su corazón, River Plate. El contexto era muy diferente. El país estaba inmerso en un caos económico con la dictadura militar a punto de caer, mientras que el club estaba sumido en una guerra intestina que le hizo rozar la desaparición. El presidente Aragón Cabrera, nacido en Málaga, había contratado a Di Stéfano tras despedir a Labruna, el máximo ídolo -como jugador y como entrenador-, que venía de encadenar seis títulos en seis años. Para terminar de encender los ánimos, Alfredo, al que no le temblaba el pulso, se enfrentó al Beto Alonso,


FALSO 9

Neuervolución Por Julián Carpintero @carpintero_jcg

E

l “Misal de Constanza”, una recopilación de salmos que empezó a ser distribuido en torno a 1459, es considerado por los historiadores el primer libro impreso con tipos móviles en toda Europa. El responsable de aquel hito que cambiaría el mundo para siempre fue el maguntino Johannes Gutenberg, un genio adelantado a su era al que la historia ha bautizado como uno de los grandes pioneros de todos los tiempos. Un emprendedor de la Edad Media, al fin y al cabo. Más de cinco siglos después, en Baviera ha tenido lugar otra revolución protagonizada por un espigado y rubio muchacho alemán que promete romper los moldes del fútbol del mismo modo en que la imprenta de Gutenberg acabó con los manuscritos.

al histórico Eintracht de Fránkfurt. El partido dejó la imagen de un abatido Thomas Schaaf —técnico de ‘die adler’—, quien, cruzado de brazos, bajaba la mirada y resoplaba ante la acción que acababa de protagonizar una de las estrellas del cuadro muniqués. Lo llamativo de la escena no fue el gesto de resignación de Schaaf, sino el protagonista del escorzo que le hizo claudicar por completo, pues ni el hat-trick de Müller ni las carreras de Ribéry ni el hecho de que los de Pep fagocitaran el 67 por ciento de la posesión consiguieron una reacción parecida a la que provocó Manuel Neuer al devolver con la espuela de El pasado 8 de noviembre el Bayern de su bota derecha y al primer toque un baMúnich puso un ladrillo más en su parti- lón a media altura con el que la filarmócular escalera para alzarse con una nue- nica bávara se sacó de encima la presión y pudo armar un nuevo ataque. Poesía. va Bundesliga tras aplastar a domicilio

Y es que hace tiempo que Neuer se ha encumbrado como el guardameta más influyente del balompié mundial. Es complicado determinar si el guardián de la Mannschaft es el mejor del mundo, pues sobre él planean las figuras de Courtois, De Gea o el sempiterno Buffon, pero lo que es innegable es que la evolución de su juego le ha convertido en el más capacitado para custodiar los arcos de los renovados Bayern y Alemania. Salvo algún error de bulto que comete —o que, para ser preci-


Neuervolución

Neuer recoge el testigo en la portería del Bayern de otros metas históricos como Sepp Maier y Oliver Kahn

equipo combinando con laterales y mediocentros. A día de hoy ya hay pocas dudas: Neuer es un verso suelto, no sólo en lo que al planeta fútbol se refiere, sino también en la propia personalidad e idiosincrasia del gigante bávaro.

Hasta que con Heynckes en el banquillo el Bayern levantó la Champions League de 2013 en Wembley —la quinta de su historia— sólo dos porteros podían narrar la misma hazaña que el chico de Gelsenkirsos, solía cometer— cada cierto tiempo, chen que creció con la cara tiznada del el sobrio Neuer se ha hecho un hueco en hollín del Schalke. El primero de ellos fue la élite gracias a su regularidad, sus reel carismático Sepp Maier, un ogro sin el flejos y un físico privilegiado que le hace que no se entendería la edad dorada del muy difícil de batir en las jugadas aéreas, Bayern a mediados de los 70, cuando los cualidades a las que ha sumado el valor de Udo Lattek se proclamaron campeones añadido de haberse destapado como un de Europa tres años consecutivos. Siendo peón del tablero más que capacitado con el último hombre del equipo, el socarrón el balón en los pies. Un portero con alma Maier ordenaba, gritaba e intimidaba a de líbero, aquella figura tan prototípica del la camada de los Breitner, Hoeneß o Gerd fútbol teutón que inmortalizó a BeckenMüller, un cerrojo de unos reflejos brutabauer y que desapareció a consecuencia del les que representaba el arquetipo de meta encorsetamiento de los sistemas tácticos a europeo, tan alejado de la escuela sudapartir de los años 80, que al mismo tiempo mericana que salía del área y anhelaba el es capaz de cortar los balones a la espalda balón. Cuenta la leyenda que nunca esbozó de sus defensas para evitar el uno contra una sonrisa, menos aún cuando el osado uno como de darle una salida limpia a su

Panenka le engañó a ojos de todo el continente con aquel penalti suicida una noche en Belgrado. El segundo en discordia fue un pitbull que, como escribió Fran Guillén en alguna ocasión, se pasó el final de los 90 y el principio de los 2000 ladrándole a la cara al Real Madrid. Oliver Kahn, cuyos inicios en el Bayern no fueron fáciles tras llegar desde el Karlsruher, es un mito viviente en el Allianz al que la Mannschaft también le llegó rondando la treintena. Sin embargo, su capacidad de liderazgo fue el gran activo de un club que tuvo que aprender a vivir sin Matthaüs y en el que Effenberg iba y venía en función de sus peleas con éste o aquél. Ágil, imponente y tremendamente ganador, Ottmar Hitzfeld encontró en él la boya a la que agarrarse cuando Mendieta y Cúper a punto estuvieron de tocar el cielo de San Siro. Pero para desgracia del murciélago ‘ché’ su robusta figura emergió en una tanda de penaltis que fue una moneda al aire en la que, como siempre, ganaron los alemanes.


TECNOLOGIA Por Pablo Ramos, @pabloramosd

RECOMENDACIÓN DEL MES 101 historias NBA Un relato que va más allá de nombres, de historia, de jugadores o de palmarés. Desde la épica, al fracaso. Las anécdotas, la intrahistoria, las conversaciones, negociaciones, todo lo que engloba a la mejor liga de baloncesto del mundo contado en 101 relatos, que te harán sentir la NBA como nunca antes lo habías hecho. Gonzalo Vázquez, reconocido experto de dicho deporte y dicha liga, esgrime lo que la NBA esconde desde un prisma desconocido. Baloncesto para leer.

Parte de nieve Es la aplicación sobre esquí y partes de nieve más descargada. Con el comienzo de la temporada, los amantes de los deportes de invierno encontrarán en esta app los partes de nieve actualizados de más de 2.000 estaciones de esquí en todo el mundo. Además, dispone de GPD, informes de usuarios, previsiones, mapas o fotos de las estaciones.


Matchapp

McLaren

Varias federaciones regionales ya utilizan esta aplicación. Una app para futbolistas y seguidores, para seguir el día a día de tu equipo, desde benjamines, hasta juveniles. Siempre tendrás tu calendario a mano, fotos del partido, lugares de interés junto al campo de juego, previsión meteorológica. Ya no hay excusa, el fútbol modesto, al alcance de tu mano.

Como anunció el Rey Don Juan Carlos, Fernando Alonso correrá en la escudería McLaren la próxima temporada. Qué mejor manera de ir conociendo el equipo y el futuro coche que conducirá el asturiano desde su app oficial. Noticias, calendario y otros datos de interés para ir entrando en la nueva casa de Alonso.


PERSONAJES DEL MES

LIONEL MESSI Contra el Sevilla, en Barcelona, Leo hizo uno de los partidos tremendos a los que tiene acostumbrados a la afición azulgrana. Tres de los cinco goles del equipo que, en este caso, no eran simplemente eso, también significaban llegar a 253 dianas y superar así al máximo goleador histórico de la Liga: Telmo Zarra.

RENAUD LAVILLENIE El pertiguista francés ha conseguido una de las grandes proezas de 2014, batir el récord mundial que mantenía un mito del deporte mundial como Sergei Bubka. Sus 6.16 de altura le han valido además para ser considerado el mejor atleta de la temporada para la IAAF.

MIREIA BELMONTE La nadadora de Badalona ha terminado su temporada con varias victorias en las pruebas de la Copa del Mundo celebradas en Pekín y Singapur. Con estas nuevas medallas ha culminado su mejor año como profesional, una temporada que la ha afianzado en la élite mundial de su deporte.


ALEX MÁRQUEZ Marc Márquez se había llevado el campeonato de Moto GP con mucha autoridad, lo que le hacía dar un paso más en una carrera que se promete única. Su hermano, Alex, demostró que su fuerza no es solo el apellido, también sus propias cualidades, imponiéndose en Moto3.

MAGNUS CARLSEN El mejor jugador del mundo en ajedrez es noruego y se llama Magnus Carlsen. Tiene solo 24 años, pero su despliegue sobre el tablero de momento no encuentra rival que le desafíe. El indio Anand, cuatro veces campeón del mundo, no logró en Sochi recuperar su corona contra el gran prodigio del ajedrez normal.

LEWIS HAMILTON El piloto británico había ganado, con McLaren, un campeonato del mundo en 2008 cuando casi no había salido de la adolescencia. Seis años después, en la escudería Mercedes, ha vuelto a lograr una corona que se le ha resistido. Al recibir el premio lloró, ahora sabe mejor que antes los sacrificios necesarios para ser el mejor.

ROGER FEDERER Al jugador suizo le faltaba solo la Copa Davis para redondear una carrera jalonada de éxito. La consiguió sobre la tierra batida de Lille, junto a Stan Wawrinka. El de Basilea ganó el punto decisivo del domingo, frente a Gasquet.


Dos formas de dios Por José Miguélez @Jose_Miguelez

A

s Vocezadas i utor

Cristiano marca un gol. Y de pronto estalla una ceremonia, la del yo. Nadie más. Yo, yo y yo. Vengan ustedes a adorarme. Observen mis músculos. Hasta mis propios dedos índices se rinden y me señalan. Da igual que sea un penalti intrascendente en el último minuto de una final que ya se gana por 4-1, da igual que sea un remate en el área pequeña tras una gran maniobra colectiva del equipo o el regalo generoso de un compañero. La lectura siempre es la misma, yo, yo y yo. Encantado de conocerme, que suerte tienen ustedes de haber acudido a contemplarme. Messi marca un gol. Y de pronto estalla una ceremonia, la del esto es todos. Una sonrisa tímida, como quien casi pide perdón. Los compañeros acuden a su encuentro sin que nadie se lo reclame. Llegado un récord, hasta le suben a hombros y le mantean. Todo natural, sin carantoñas artificiales. Y también un agradecimiento. A los que están arriba. Al que le concedió el pase. Incluso después de una jugada exclusivamente personal, la recompensa es de todos y para todos. El fútbol ha quedado reducido, es cosa sólo de dos. No hay conquistas que se valoren o se publiciten si no les alcanza de lleno. No vale con que les salpique. Ni Mundial ni gaitas. Los premios son injustos y excluyentes. Messi o Cristiano. Cristiano o Messi. Nada más. Pero hasta en esa dualidad todavía hay clases. Quizás el trámite les una. La bronca al jugador que llevando la misma camiseta no les entrega el balón, el árbitro que no se rinde. Pero hay un punto que, justo cuando explota el éxito, todavía los separa. Definitivamente.


DIRECTOR ADJUNTO Fran Guillén

DIRECTORA DE ARTE Martina Martín

MAQUETACIÓN Alma Neila Sergio amador

FOTOGRAFÍA Martina Martín Sefutbol

FIRMAS INVITADAS José Miguélez Patricia Rodríguez

STAFF

DIRECTOR Gonzalo Cabeza

COLABORACIONES Luis Aznar Jaime Aznar Ezequiel Costa Julián Carpintero

AGRADECIMIENTOS

GoFit, Ignacio Romo, Ruth Beitia, Patricia Pérez, Verónica Boquete, Israel Montejo. Trivium comunicación

Diana Sanchidrián Pablo Ramos Jaime Aznar

CONTACTO PRENSA/PUBLICIDAD:

info@triviumsport.es


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