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Llega la edición más ambiciosa de Noches del Botánico
Parecía imposible después de una sexta edición pletórica que reunió a más de 135.000 asistentes, pero la séptima promete superarse.
EL CICLO de conciertos Noches del Botánico regresa al entorno bucólico del Jardín Botánico de la Universidad Complutense con un cartel poderoso encabezado por una leyenda: Bob Dylan actuará por partida doble en un auditorio con nueva grada revestida de madera antideslizante y dotada de asientos plegables más cómodos.
EL FLAMANTE Premio Nobel de Literatura estará bien acompañado por una ecléctica selección de artistas de todo el mundo y los géneros más diversos, la seña de identidad del festival madrileño. Serán cuarenta y cinco conciertos, entre el 9 de junio y el 30 de julio: del funk irresistible de Nile Rodgers & Chic al postpunk de la leyenda británica Siouxsie, el clasicismo de Chris Isaak, el indie rock fibroso de Placebo, los cálidos aires latinos del panameño Rubén Blades o los sonidos africanos de Salïf Keita. A ellos debemos sumarles artistas de distintas generaciones y géneros como Silvia Pérez Cruz, Andrés Calamaro, M-Clan, Ilegales, Iván Ferreiro, Natalia Lafourcade, Luz Casal y Niña Pastori. La nueva grada se une a las zonas verdes de desconexión, el Mercado del Encanto y otras ofertas para los asistentes. MS www.nochesdelbotanico.com
Tulsa & Combo Lipa se presentarán en Madrid
LA GUIPUZCOANA MIREN IZA (Tulsa) ha sido seleccionada por la Sociedad de Artistas (AIE) como artista en ruta para impartir una serie de clases magistrales sobre creatividad musical en el Liverpool Institute For Performing Arts (LIPA). Lo hizo entre el 22 y el 28 de mayo con un grupo de alumnos que tendrán ocasión de aplicar lo aprendido en un concierto en la ciudad británica y cuatro en España. El tour se abrirá en Madrid (7 junio, Sala Galileo), aunque posteriormente pasará por Zaragoza (8 junio, Sala Las Armas), Pamplona (9 junio, Sala Tótem) y Vitoria (10 junio, Sala Jimmy Jazz Gasteiz). En ediciones anteriores AIE ha enviado a músicos como Depedro, Zahara, Coque Malla o Carmen París. MS
Festival Fep Producciones, visibilidad para artistas emergentes
LA SALA VESTA de la calle Barquillo (Madrid) es el escenario en el que tendrán lugar los conciertos de un evento previsto para los días 16 y 17 de junio. Actuarán seis artistas en proyección representativos del roster de Fep Producciones, y cuyas propuestas transitan entre el garaje, el pop de los ochenta, el brit-pop y la electrónica. El viernes 16 tocarán Sugarcrush, Amyjo Doh & The Spangles y FaLsantes, y el sábado se subirán al escenario DJ Moderno (Live), Tú Peleas Como una Vaca y El Niño Erizo. Fep Producciones es una agencia de management con vocación de dar visibilidad a artistas independientes apasionados con lo que hacen. Entre otras actividades, programan y sonorizan los eventos musicales del popular Mercado de Motores. MS www.fepproducciones.com
Estás nervioso por el lanzamiento de tu primer disco de larga duración?
Sí, bastante nervioso. Es un trabajo que me ha llevado mucho tiempo y que narra dos años de mi vida. Soltar algo con unas expectativas y entregarte al hacerlo es bastante curioso. Pero estoy contento. Al final termina una época y sale otro espectro donde poder seguir la vida.
¿Cómo definirías “El Gallo” en tres palabras?
Tragicómico, rabioso y verdadero.
¿Por qué el gallo y no otro animal? Primero, por la canción “Cuando canta el gallo”, ya que a partir de eso entré en la concepción de que “El Gallo” es un animal nocturno que nunca verás de día, canta al amanecer y desaparece. El disco tiene muchísima nocturnidad. Me gusta esa la ternura que tiene al ser el único del corral (las peleas de gallos), pero al mismo tiempo no tiene idea de por qué. Lo segundo, porque canta con “los pies en la mierda”. Me parece graciosa la situación de que sea un nickname, como “El Salmón” de Andrés Calamaro, o “El Madrileño” de C. Tangana. Cuando empecé a ponerlo en redes y a conceptualizar un lugar, al ir a sitios y encontrarme a colegas o amigos músicos, me llaman “El Gallo”, sin que haya salido. Es como crear una realidad paralela, de repente quiero ser “El Gallo” y lo logro. Al final es un juego al visualizar a ese animal y visualizarme a mí. Me parece bastante peculiar y gracioso. La música es una cuestión lúdica.
Has comenzado la gira del disco, sin haberlo sacado. ¿Cómo crees que lo está recibiendo la gente? ¿Qué sensaciones percibes del público?
En el directo cobra bastante fuerza el rock en general. La banda está muy unida, tiene un concepto bastante claro y una proyección brutal, en el sentido de que la música va a algún sitio. En los directos se crea esa energía. Esa situación visceral siento que es la que más me llena. El encuentro de sudar y de que pase algo corporal. El rock tiene esa cosa juvenil, del movimiento, de pasión, y esos resquicios de algo mágico. Siento que en los conciertos la gente ya está cantando todas las canciones, sin haberse publicado el álbum. En el disco puede llegar a encontrarse un lazo entre el que escucha y las canciones.
La banda que te acompaña y tiene un papel muy importante en tu música. ¿Cómo se vive en el directo?
Es como tocar con una pandilla al ser amigos. Es muy importante para mí el punto del rock juvenil, una especie de banda de instituto. El rock siempre tiene que tener algo de eso. Es una música de la adolescencia, con rabia y de rebelión contra algo. Podemos estar todos juntos y dedicarle tiempo al proyecto, es muy bonito. Son todos de Asturias, voy allí y ensayamos en un granero, salimos de ahí y vemos “les vaques”. Hay caldo de cultivo de esa pasión y un encuentro en las canciones.
¿Desde cuándo llevas trabajando en este disco?
Nos fuimos en verano a Asturias a componerlo con Freddy Flowers, Menend, Omar Alcaide, Delgao y Sebastián Cortés. Fueron veinte días furiosos de casi no dormir, en una habitación del Hotel Piedras. Nos metimos en una situación noctámbula a componer lo que luego sería “El Gallo” Hicimos un montón de temas y me llevé siete a México. Allí conocí a los 3KMKZ, en Coyoacán, un barrio muy bonito. Me he tatuado un coyote al ser la “tierra de coyotes”. Fuimos allí a terminarlo e hicimos otros cuatro temas, empezamos a rehacer toda la grabación del disco. Estuvimos veinticinco días más dedicando tiempo a armar ese “ADN” y esa mística que tenia que tener el disco. En esos días pasaron un montón de situaciones, todo fue un delirio, esa evolución de vidas que te causa “El Gallo” como ente. Luego lo traje para aquí. Ese fue el camino de sacar y materializar el vinilo. Bastante loco.
¿Qué tema te costó más hacer?
Creo que “Vagos y maleantes”, que habla de la ley del franquismo. No quería enfocarlo como algo político, sino como una historia de amor. No pretendía ser tan solemne con la historia del país, tenía que ser más lúdico con la de las personas. Me costó imaginar la situación de ser una pareja del mismo