Pioneros de la aviaciĂłn en Chile 90 aĂąos 1928 - 2018
Club Aéreo de Santiago
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90 años Club Aéreo de Chile-Santiago Desde su formación, y hasta el día de hoy, el Club Aéreo de Chile-Santiago, ha cumplido con su mandato de formar pilotos civiles para Chile.
Hans Gesche Walker Presidente Club Aéreo de Santiago
Hoy es copropietario junto con el Club Aéreo del Personal de Carabineros, del Aeródromo Eulogio Sánchez, Tobalaba, lo conforman 531 socios, una flota de 34 aeroplanos, una Escuela de Vuelo con 38 instructores ad honorem y una planta de personal de 44 personas.
pasillos y en la sala de directorio se puede leer una parte muy importante y educativa del discurso de inauguración del señor Arturo Merino Benítez: “Hombres selectos, no vulgares, los nuevos pilotos civiles son garantía de que no surcarán nuestro aire patrio ni las bajezas, ni las intrigas; nuestro Club forma Caballeros del Aire sin tacha y sin temores, ajenos a banderías y divisiones mezquinas que no se alcanzan a ver desde allá arriba” .
Esta situación actual del Club Aéreo de Chile- Santiago, se ha alcanzado gracias a la sacrificada y desinteresada labor de casi 90 diferentes directorios que lo han dirigido a lo largo de su vida, de su Escuela de Vuelo, de socios que cooperan con su tiempo y conocimiento en diferentes comisiones y tareas, del personal de planta que busca dar el mejor servicio conforme la misión que tienen en sus diferentes cargos. Nos orgullece ser la organización de aviación civil más antigua de Chile, formando aviadores que posteriormente eligen desarrollar esta actividad como privados o comerciales, por tal motivo, en nuestros
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Esta Corporación sin fines de lucro, el Club Aéreo de Chile, fue creada el 5 de mayo de 1928, por el entonces Mayor de Ejército señor Arturo Merino Benítez, durante el gobierno del General de Ejército señor Carlos Ibáñez del Campo.
Hans Gesche Walker Presidente Club Aéreo de Santiago
Índice
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PALABRAS DEL PRESIDENTE
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RESUMEN HISTÓRICO
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TOBALABA: EL SUEÑO CUMPLIDO
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90 AÑOS DE HAZAÑAS AÉREAS
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NUESTRA FLOTA
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PERSONAJES HISTÓRICOS
LLEGADA A LOS CERRILLOS
Resumen histórico Nacimiento del club aéreo de Chile:
5 Aviones Club Aérero de Chile 1928.
El incansable trabajo del Directorio permitió la puesta en marcha del Club Aéreo de Chile, la aprobación de sus Estatutos y su personería jurídica por Decreto 2.274 del 20 de noviembre de 1928. El Club Aéreo de Chile comenzó sus actividades en la Base Aérea El bosque con un avión biplano Moth Cirrus y otros siete aviones traspasados al Club por la Línea Aeropostal. El primer curso de vuelo se inició el 11 de mayo de 1929 con nueve alumnos. Durante la segunda Asamblea General de socios del 26 de noviembre de 1929, fue elegido Presidente Honorario de la Institución, el Presidente de la República, General Carlos Ibáñez.
Socios y sus aviones 1928.
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Luego de la constitución del Aero Club de Chile en 1926, y tras la muerte de su precursor Raúl Edwards Mc Clure, el día 05 de mayo de 1928, en la Escuela de Aviación del Bosque se realizó la Junta Constituyente del Club Aéreo de Chile, donde se constituyó la nueva corporación aérea, con el objetivo de fomentar la aviación en el territorio de la República, y fueron nombrados el Directorio provisorio con atribuciones para obtener su constitución legal, el que estuvo encabezado por Arturo Merino Benítez, junto a los señores Salvador Sanfuentes, Capitán Rafael Sáenz, Jorge Lathrop, Aladino Azzari, teniente Julio Bocaz, comandante Ramón Vergara, Emilio Etchegaray y el teniente Roberto Costabal.
Llegada a Los Cerrillos El interés por la actividad aérea, su crecimiento y la naturaleza militar de El Bosque, hicieron necesario el traslado del Club Aéreo de Chile a un espacio más adecuado para el desarrollo de la aviación general.
que incluían un amplio casino con terrazas, una torre de control, un moderno hangar y una maestranza.
Durante ese período, el industrial y filántropo estadounidense Daniel Guggenheim donó quinientos mil dólares al gobierno de Chile, dinero destinado al fomento y desarrollo de la aviación. Con parte de estos fondos fue adquirido el fundo Los Cerrillos a fin de habilitar un aeropuerto donde el Club Aéreo de Chile obtuvo una faja de terreno.
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Casino del Club Aéreo Los Cerrillos 1935.
Las nuevas instalaciones del Club fueron dos hangares de madera y una casa en el extremo sur poniente que cumplió la función de sede social para los socios. Su inauguración fue el 28 de septiembre de 1930. El entusiasmo por la actividad aérea se extendió a provincias y con escasa diferencia de tiempo, nacieron las filiales de Temuco en 1935 y de Iquique, posteriormente. En escasos 10 años, las principales ciudades contaron con filiales del Club Aéreo de Chile. A comienzos de 1938 se llevó a cabo el primer curso de vuelo de la Escuela de Aviación Civil, creada para unificar la instrucción práctica y la enseñanza de ramos teóricos, que hasta 1937 se impartía de manera precaria. Su primer director fue el Comandante Carlos Montecino y el subdirector el destacado piloto Aladino Azzari. El 09 de diciembre de 1944 fueron inauguradas las nuevas instalaciones del Club Aéreo de Chile en el costado oriente de Los Cerrillos,
Cerrillos 1944
El interés por la actividad aérea, su crecimiento y la naturaleza militar de El Bosque, hicieron necesario el traslado del Club Aéreo de Chile a un espacio más adecuado para el desarrollo de la aviación general.
Lo importante de llegar,
cuando mรกs se necesita.
We make it fly.
Tobalaba: el sueño cumplido
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Al igual que ocurriese con la Base Aérea El Bosque, el incremento de la actividad aérea durante la década de los ´50 significó para Los Cerrillos un aumento de vuelos nacionales e internacionales, esto sumado a las operaciones del Grupo de Aviación Nº 10 de la Fuerza Aérea de Chile, tornó la realización de la práctica aérea civil en algo peligroso en ese campo de aviación.
El Aeródromo Tobalaba cambió de nombre el año 1957 y en reconocimiento a la labor desarrollada por el ex Presidente del Club Aéreo de Chile, quien murió trágicamente el año anterior, pasó a llamarse Aeródromo “Eulogio Sánchez Errázuriz”, como muestra del agradecimiento y cariño de los socios hacia quien fuera uno de los personajes y aviadores más importantes de nuestro país.
Debido a este nuevo y complejo escenario, el Directorio del Club Aéreo de Chile, encabezado por Eulogio Sánchez Errázuriz, inició la búsqueda de un nuevo lugar donde poder desarrollar la instrucción aérea y trasladar sus instalaciones. Es así como, gracias al apoyo brindado por el alcalde de Ñuñoa, José María Narbona, se obtuvo del Servicio de Seguro Social y de la Caja de Previsión de Carabineros una faja de terreno ubicada en el sector alto de Ñuñoa, la cual fue cedida en comodato por 30 años.
El 30 de mayo de 1964 se produjo un hecho relevante para el Club Aéreo de Chile, conforme al acuerdo aprobado por la Asamblea General Extraordinaria de la Federación Aérea de Chile, que establecía en sus estatutos “la FEDACH es la única entidad que agrupa genéricamente las diferentes actividades aéreas nacionales, los nombres de sus miembros no podrán tener la denominación de Chile”. Es así como a partir de esa fecha el Club Aéreo de Chile pasó a llamarse Club Aéreo de Santiago. Inauguración Aeródromo Tobalaba 1954.
En este contrato el Club Aéreo de Chile se comprometió a dar hangaraje a tres aviones pertenecientes al Club Aéreo de Carabineros, que hasta ese entonces no contaban con instalaciones ni material de vuelo propio. El 6 de noviembre de 1954 se inauguró el Aeródromo Tobalaba con la presencia del Presidente de la República General Carlos Ibáñez del Campo; El alcalde de Ñuñoa José María Narbona Cortés; el Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea de Chile, General del Aire Armando Ortiz Ramírez, entre otros invitados. Las nuevas instalaciones comprendían una pista asfaltada de 1000 metros, calles de carreteo, iluminación, hangares colectivos de gran capacidad, torre de control, casino para socios, salas de clases y Secretaría, lo que permitió trasladar la administración del club desde sus oficinas en el centro.
El presidente de la República General Carlos Ibáñez del Campo y autoridades en inauguración del Aeródromo en 1954.
El 6 de noviembre de 1954 se inauguró el Aeródromo Tobalaba con la presencia del Presidente de la República General Carlos Ibáñez del Campo; El alcalde de Ñuñoa José María Narbona Cortés; el Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea de Chile, General del Aire Armando Ortiz Ramírez, entre otros invitados.
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Autoridades en inauguración del Aeródromo en 1954.
90 años de hazañas aéreas El Club Aéreo de Chile a lo largo de su historia ha sido parte de grandes hazañas aéreas que han cimentado nuestra historia aeronáutica: El 12 de enero de 1935 se realiza el primer raid de confraternidad internacional efectuado por aviones del Club Aéreo de Chile. En la ocasión, una escuadrilla de biplanos De Havilland Moth voló desde Santiago a Lima al mando del instructor Aladino Azzari Reyes.
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El 27 de abril de 1945 se realizó el cruce de la Cordillera de Los Andes. Gracias al apadrinamiento del Director de Aeronáutica, Comandante de Grupo Gregorio Bisquert, cinco aviones Vultee BT-13 pertenecientes a la Fuerza Aérea de Chile, fueron puestos a disposición
de pilotos del Club Aéreo de Chile para realizar esta travesía que llevo a las escuadrillas, que a través de la ruta del Cristo Redentor, llegaron a Mendoza y General Alvear. Al mando de este histórico cruce estuvo el del instructor del Club Mauricio Serrano. Posteriormente en septiembre de 1946, se repitió este cruce pero esta vez en material de vuelo del Club Aéreo de Chile. Fueron cinco aviones Fairchild, comandados nuevamente por Mauricio Serrano los que cruzaron de manera exitosa la Cordillera rumbo a Buenos Aires.
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Equpo que cruzó la cordillera de Los Andes 1945.
Cruce cordillera de Los Andes 1945.
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En 1948 se realizó el segundo crucero internacional, realizado en tres aviones Fairchild del Club Aéreo, esta vez al mando del instructor Carlos Ward, volaron hasta Guayaquil con escala en Lima. En 1951 se realizó el primer curso de vuelo nocturno integrado por 12 instructores de la institución. Ese mismo año los pilotos del Club Jorge Lermanda y Oscar Peralta establecieron el récord nacional de permanencia en el aire con 26.30 horas. Un año más tarde, en 1952, se realizó un exitoso crucero Santiago- Punta Arenas-Santiago con cuatro aviones Cessna 170 bajo el mando del instructor Jorge Jarpa. Entre el 12 y el 17 de diciembre de 1955 se realizó, por primera vez en la historia de la aviación nacional, la “Semana Aeronáutica” que buscaba aunar la aviación y divulgar sus fundamentos y sus ventajas para todos los chilenos. Destacados fueron los vuelos populares y el festival aéreo. Pero sin duda, las mayores atracciones de esta semana fueron el aterrizaje en Plaza Bulnes del Presidente del Club Aéreo Mauricio Serrano, la travesía de Los Andes por una escuadrilla de 7 aviones del Club capitaneados por el ex Presidente Eulogio Sánchez en honor a la hazaña realizada en 1918 por Dagoberto Godoy y la gran concentración de aviones en el Aeródromo de Tobalaba.
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Aterrizaje Plaza Bulnes 1955.
Entre el 12 y el 17 de diciembre de 1955 se realizó, por primera vez en la historia de la aviación nacional, la “Semana Aeronáutica”. Continúa página 14
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El 28 de marzo de 1965 se llevó a cabo una masiva concentración aérea en el Aeródromo Eulogio Sánchez, donde se reunieron 242 aviones civiles y 10 planeadores provenientes de diversas regiones del país. Este magno encuentro tuvo por objeto presentar el Proyecto de Fomento a la Aviación Civil Chilena al Presidente de La República Don Eduardo Frei.
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Concentración Aérea 1965.
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En octubre de 1966 fueron adquiridos 12 modernos aviones Cherokee y traídos en vuelo desde la fábrica en Vero Beach, Florida, EEUU. Este crucero fue el más extenso y el más importante hasta la fecha, por la cantidad de aviones involucrados y las 7000 millas recorridas. De esta hazaña aérea fueron parte Alberto Reyes como líder general y Patricio Burr, Arturo Miquel y Luis Peralta como líderes de las diferentes bandadas.
Crucero EE.UU. - Santiago 1966.
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Avion Cheeroke y piloto.
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En octubre de 1966 fueron adquiridos 12 modernos aviones Cherokee y traídos en vuelo desde la fábrica en Vero Beach, Florida, EEUU. Este crucero fue el más extenso y el más importante hasta la fecha, por la cantidad de aviones involucrados y las 7000 millas recorridas. De esta hazaña aérea fueron parte Alberto Reyes como líder general y Patricio Burr, Arturo Miquel y Luis Peralta como líderes de las diferentes bandadas.
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El día 11 de febrero de 1983 se llevó a cabo una de las hazañas más significativas en el historia del Club Aéreo, el Crucero a la Antártica en el avión Piper Twin Comanche CC-KXD equipado adecuadamente para materializar el vuelo con el máximo de seguridad. Las tripulaciones estuvieron compuestas por los instructores Patricio Herrera Días y Carlos Rocca Righton, quienes realizaron el viaje de ida desde el Aeródromo Eulogio Sánchez hasta Punta Arenas y luego aterrizando en la base Antártica Teniente Marsh. El retorno fue concretado por los instructores Sergio Elgueta Zunino y Gerardo Díaz del Río. Esta hazaña se constituyó en un hecho histórico para la aviación civil nacional e internacional y una demostración de la capacidad operativa del Club.
Tripulación en la Antartida.
Sobrevuelo Antartida 1983.
Tripulación vuelo Antartida 1983.
P e r s o n a je s históricos
La historia del Club Aéreo de Chile-Santiago ha sido escrita gracias a la tenaz e incansable labor desempeñada por muchos hombres y mujeres que dedicaron su tiempo y recursos a su desarrollo y fomento.
César Copetta 1913.
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Los primeros pasos de la aviación fueron dados gracias al espíritu visionario y aventurero de pilotos como César Copetta, quien realizó el primer vuelo en un aeroplano en Chile el 21 de agosto de 1910 en la Chacra Valparaíso, o Luis Alberto Acevedo, primer aviador chileno titulado y mártir de la aeronáutica nacional; Clodomiro Figueroa, el piloto civil más popular de la aviación civil y que mayor tiempo dedico al desarrollo de la aviación, que cubrió sin aterrizar la distancia Batuco- Valparaíso- Santiago.
Luis Alberto Acevedo
César Copetta
Al igual que estos pilotos, destacados hombres como Eduardo Molina, Armando Venegas, Lisandro Santelices, Ignacio Gilberto, Enrique Phillips, entre otros, trabajaron por organizar, estructurar y difundir la naciente aviación chilena. Este trabajo dio como resultado el Directorio de la primera corporación destinada a trabajar por el progreso de la aviación, el Aero Club de Chile en 1913.
Posteriormente, otros grandes personajes destacarían en la aviación. Tal fue el caso de Raúl Edwards Mac-Clure y Arturo Merino Benítez, quienes lucharon incansablemente por reactivar la aviación chilena y forjaron las bases de la institución que hasta nuestros días es el pilar de la aviación civil nacional, el Club Aéreo de Chile. Sin lugar a duda otro gran personaje de la aviación chilena fue el industrial y filántropo estadounidense, Daniel Guggenheim. Gracias a la donación de 500.000 dólares al gobierno de Chile con fines educacionales dirigidos hacia el desarrollo de la aeronáutica permitió el traslado de la aviación civil al Aeropuerto Los Cerrillos.
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20 Aero Club 1913.
Arturo Merino Benítez.
Daniel Guggenheim 1910.
Luego vinieron grandes aviadores que dejaron una huella imborrable en la historia del club y la aviación chilena. Aladino Azzari, Eulogio Sánchez, Mauricio Serrano, Francisco Echeñique, entre otros, que cimentaron las bases para el crecimiento y profesionalismo de la aviación civil en el Club Aéreo de Chile.
Francisco Echeñique
Mauricio Serrano.
Arturo Merino Benítez.
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Eulogio Sánchez
La historia del Club Aéreo de Chile-Santiago ha sido escrita gracias a la tenaz e incansable labor desempeñada por muchos hombres y mujeres que dedicaron su tiempo y recursos a su desarrollo y fomento.
Nuestra flota: 90 años de historia aeronáutica El Club Aéreo es parte de la historia aeronáutica del país, no sólo por ser el primer club aéreo de Chile, sino por ser pionero en la adquisición e implementación de aviones de diversa tecnología en la instrucción aérea, poniendo a disposición de sus alumnos y socios una amplia gama de aeronaves, que han sido un reflejo de diferentes épocas y de los avances ocurridos en la industria aérea mundial.
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El material de vuelo constituye el principal patrimonio de una institución de aviación, y para el Club Aéreo de Chile – Santiago, la adquisición de aviones a lo largo de su historia ha estado definida por el trabajo y esfuerzo de los diferentes Directorios que han liderado la institución, así como de sus socios, que han hecho su aporte en ocasiones monetario, en otras, con sus habilidades como pilotos.
Desde 1929 la flota del Club Aéreo de Chile- Santiago estuvo compuesta de una pequeña variedad de aviones que ciclaban en cantidad por diversas circunstancias de la época, partiendo sus actividades aéreas con un biplano Moth Cirrus, facilitado por la aviación militar, pasando por aeroplanos traspasados de la Línea Aeropostal, hasta contar a finales de 1935 con un total de siete aeronaves donde destacaban dos Moth Cirrus, un Moth Gipsy, un Avro Avian, un Curtis Robin Linx y un Caudrom Cirrus.
El Club Aéreo es parte de la historia aeronáutica del país, no sólo por ser el primer club aéreo de Chile, sino por ser pionero en la adquisición e implementación de aviones de diversa tecnología en la instrucción aérea, poniendo a disposición de sus alumnos y socios una amplia gama de aeronaves, que han sido un reflejo de diferentes épocas y de los avances ocurridos en la industria aérea mundial.
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Sin embargo, no fue sino hasta 1948 que el Club Aéreo de Santiago hizo historia al traer en vuelo 4 aviones desde su fábrica en los Estados Unidos. Estos aviones, 3 Cessna 170 los primeros cuadriplazas de la Institución y un biplaza Cessna 140. Esta inédita travesía fue llevada a cabo por instructores del Club en una larga ruta a través de selvas y trópico. Esta manera de traer las nuevas aeronaves se repetiría en el traslado de los aviones biplazas Cessna 140 en 1951 y en la llegada de siete unidades del Piper PA-18 “Super Cub” 90 en 1953. Ya en 1956 el club adquirió sus seis primeros aviones de instrucción elemental Champion 7 EC “Traveller”, a los que agregó otros cinco ejemplares poco después, traídos todos en vuelo por pilotos de nuestro club desde la fábrica en Osceola, USA, hasta las instalaciones de la institución en el Aeródromo de Tobalaba. También en el año 1959, la flota del Club Aéreo de Chile-Santiago se vio enriquecida con tres modernos aviones cuadriplaza Cessna 172 y cuatro del modelo 175, todos ellos con la novedad del tren de aterrizaje triciclo, traídos por un selecto grupo de pilotos instructores del club, desde los Estados Unidos. Pero sin lugar a dudas, la travesía más grande de este tipo fue la realizada en 1966 cuando el Club adquirió un importante paquete de seis aviones biplaza Piper PA-28 “Cherokee” 140 y tres cuadriplazas 235, más tres “Six” 260, con capacidad para 6 personas, traídos por tripulaciones de nuestra Institución desde la fábrica en Estados Unidos, material de vuelo que abrió una nueva etapa en la Escuela de Vuelo y actividades aéreas en general de la corporación. Este crucero se constituyó en el más importante realizado, tanto por la cantidad de
aviones involucrados como por las 7 mil millas recorridas en el viaje. Este crucero que atravesó el continente estuvo al mando del instructor Alberto Reyes, como líderes de las diferentes escuadrillas estaba los señores Patricio Burr, Arturo Miquel y Luis Peralta. Entre 1948 y 1966, la tecnología aeronáutica era muy precaria en comparación a lo que hoy conocemos. Considerando que la navegación debía hacerse por reconocimiento de los puntos de referencia seleccionados en la planificación de cada tramo de la ruta debiéndose volar estrictamente visual, traer aviones en vuelo desde los Estados Unidos fue toda una odisea, que significó una gran reconocimiento para nuestra Institución y sus instructores de vuelo. En los años posteriores el CAS fue adquiriendo y renovando su flota, lo que tuvo un enorme impacto en las actividades de vuelo del Club, en la formación de nuevos pilotos, en los cruceros nacionales e internacionales, así como en los cursos avanzados, que gracias a la nueva tecnología, fueron impartidos y elevaron el nivel técnico de los pilotos.
Con la creciente demanda civil por la aviación y los continuos avances tecnológicos que ha experimentado la industria aeronáutica, el Club Aéreo realizó diversas adquisiciones de aeronaves a la largo de los años.
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Con la creciente demanda civil por la aviación y los continuos avances tecnológicos que ha experimentado la industria aeronáutica, el Club Aéreo realizó diversas adquisiciones de aeronaves a la largo de los años, llevando a cabo la compra de recordados aviones como el Aeronca Champion, que llegó a satisfacer la enorme necesidad de material de instrucción de la Escuela de Vuelo en 1944.
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Es así como llegaron al CAS aviones como el bimotor Piper Twin Comanche, los Cessna 152 modelo 1978, los Cessna 172 y 182 RG. En 1981 se renovó la flota de instrucción básica con la llegada de los Piper Tomahawk; en 1983 llega al Club el Bellanca Decathlon, en 1990 los Mooney M20J, en 1997 el Seneca bimotor hasta las adquisiciones más recientes realizadas por el CAS como son los Cessna 172 S y los nuevos aviones de instrucción básica los Diamond DA-20.
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