Un proyecto del Museo de Filatelia de Oaxaca, MUFI Coordinación Editorial: Eduardo Barajas Mendoza y Edú Nieto Cabral Diseño Editorial: Andrés Manuel Gómez Ricárdez Obra: Molly Rausch Textos: Eduardo Barajas Mendoza, Carl Van Brunt y Beth E. Wilson Revisión ortotipográfica: Nayma Enríquez Estrada Traducción: Margit Schlosser © D.R. 2014 Los autores, por sus textos y obras © D.R. 2014 Museo de la Filatelia de Oaxaca A.C. Reforma 504, Centro C.P. 68000 Oaxaca, Oax., México ISBN www.mufi.org.mx Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra, por cualquier medio o procedimiento sin el consentimiento por escrito de los titulares de los derechos.
Presentación
Por Eduardo Barajas Mendoza
De aquella cartografía de color, de esa vista de pájaro que recorre las fronteras del plato cerámico en la mesa del taller de Rausch, el intercambio entre continentes inicia, como inician las rutas de viaje que cada estampilla postal emprende para, al final, regresar al espacio donde la imaginación de la artista las coloca en nuevas geografías, en nuevos continentes.
Molly Rausch respeta la escala del timbre, finca en él toda su propuesta y le dota de extensiones, de nuevas fronteras e imágenes insospechadas, así, hace posible sustraer la estampilla de su historia, de su corta vida, para darle aliento a un nuevo contexto, una nueva historia en la que el timbre postal es, una vez más, un digno protagonista.
Mirar las creaciones de Molly Rausch invita a sumergirse en imágenes que representan trozos de la realidad y mundos ideales, en una mixtura incomparable. A través de su obra, es posible observar pequeños universos contenidos en los límites dentados de una estampilla, al tiempo que se alcanza la imagen ideal, esa que Rausch creó inspirada en una diminuta representación de la realidad.
Eduardo Barajas Mendoza Director General
Un Sentido de Desplazamiento: Pinturas de Estampillas de Molly Rausch Por Beth E. Wilson Estampillas emitidas por autoridades locales en todo el mundo, pasan sus cortas y utilitarias vidas en tránsito, llevando el correo de su origen a su destino, ya sea cruzando la ciudad, o alrededor del mundo atravesando océanos y desiertos. Ofrecen al receptor una breve mirada de un lugar, un momento en la historia, o un personaje destacado; una mirada que es fragmentaria en el mejor de los casos, y casi siempre marginal, básicamente desplazada. Sus diminutas representaciones casi siempre son secundarias en relación al contenido del sobre o paquete al cual están adheridas. Ignorar los diminutos mundos contenidos en estas pequeñas joyas sería un desafortunado error que la artista norteamericana Molly Rausch no cometió. Desde hace 16 años Molly ha usado estampillas en
su trabajo desarrollando una obra que captura la invitación de las imágenes originales a imaginar, a proyectarse uno mismo a ese tiempo o lugar distante al cual aluden. Al ampliar las señales visuales de determinada estampilla, Rausch desvía la referencia original de la imagen misma, literalmente reemplazándola en el contexto de su propia imaginación artística. Con cualquier estampilla, ella normalmente no se preocupa por investigar el tema, en cambio, trabaja desde la lógica pictórica que la estampilla representa, utilizando una estrategia de perspectiva por aquí, una paleta de colores por allá, expandiéndose sobre el paisaje que la rodea, o la situación implícita en el universo diminuto de la estampilla misma. En el proceso, Molly
construye una completamente nueva, con frecuencia a través de una improbable o cómica interpretación de la imagen, pero siempre desplazando la imagen original de sí misma. En esta exhibición, este doble desplazamiento imprime un ingenioso toque de ironía al tratamiento de las estampillas conmemorativas del Museo de Filatelia de Oaxaca (MUFI). La estampilla original ya juega con el desplazamiento engendrado por estas representaciones oficiales, reduciendo una fotografía de cactáceas en el patio del MUFI a una escala liliputiense en contraste con la abrupta inserción de la imagen de una estampilla que contiene plantas similares, sujetada por pinzas aparentemente gigantes. Rausch prolonga la lógica surreal de la estampilla al colocar una
mano gigante que sostiene las pinzas (que no se ve en el original), y complementa la escena al ampliar la arquitectura del patio, poblando el espacio con un cactus adicional, y añadiendo un amplio cielo azul claro, el cual está unido al oblicuo terreno de su reflejo en una alberca. Pero Rausch nunca ha visitado el MUFI, le mencionaron que había espejos de agua en el jardín, pero no su tamaño o forma. La estampilla en esta pintura le fue enviada por el MUFI (junto con otras estampillas y catálogos) para que la usara en la preparación de su trabajo para el espectáculo, y así se representa como cualquier otra estampilla, cargando su incompleto paisaje de un lugar real, hasta las manos de la artista en las distantes costas del Valle de Hudson.
Rausch forzó este desplazamiento al pie de la letra, creando un mundo para rodearlo, y literalmente reemplazándolo en el contexto de su pintura y su imaginación pictórica. La gran ironía aquí es el hecho que ahora ha sido devuelto a su origen (rara vez este es el destino de las estampillas); así, quien visite
el MUFI hoy podrá contemplar el proceso desde una perspectiva única, experimentando las realidades paralelas de lugar y del arte. “¿Cuáles son los límites de lo real?” parecen preguntar estas pinturas. Como las estampillas, la imaginación artística parece no tener límites.
Molly Rausch
Eliminando fronteras
Molly Rausch a veces hace arte y a veces construye casas de árbol. También hace revivir viejas máquinas de escribir, en sentido literal y figurado. Alguna vez hizo una pintura de una antigua máquina de escribir sobre un fondo azul cielo. El borde derecho de la pintura partía la máquina de escribir a la mitad. La otra mitad solo existía en la mente del observador. A Molly le gusta mucho la comunicación, esa que es exitosa y diferente. Molly solía hacer pinturas sobre relaciones. Pedazos de conversaciones garabateadas con pintura de aceite sobre las superficies. Dibujos a ciegas de cosas cotidianas se hacían presentes de manera atrevida, quizás un buzón, algún poste de teléfono, o tal vez solo una silla vacía. Comunicaciones incompletas, frustradas, dolorosas… intentando
dar un mensaje. Fragmentos de relaciones, mediante los cuales nuevamente se invita al observador a rellenar el espacio en blanco. Alguna vez Molly instaló un cobertizo en una esquina en una pequeña ciudad universitaria. Allí invitó a los transeúntes a platicarle sobre algún objeto que hubieran perdido. A cambio hacía un dibujo del objeto para ellos. El objeto mismo seguía perdido, pero algo de su esencia había sido recuperado. Del objeto desaparecido, persistió su significado. Esto es comunicación a través del arte. En otra oportunidad Molly ocupó una esquina de Facebook. Creó un evento anunciando un proyecto, ella tenía la intención de cavar un túnel desde una cabina fotográfica de un lado de la calle,
hasta una galería al otro lado de la calle. A través de este túnel ella llevaría su trabajo a la galería. Publicó fotografías de ella misma en el proceso… cavando. Por supuesto, no había ningún túnel, pero sí aparecieron obras de arte en la galería (las cuales sí era reales) y en internet (virtuales) y en la mente del observador.
tampilla. Así que las estampillas se están convirtiendo en una cosa del pasado… como las cartas, como las oficinas de correo, al igual que muchas cosas como la comunicación pensada con esmero, sincera y creativas ¿Qué pasa cuando dejas a tu mente volar más allá de los bordes perforados donde los dibujos de las estampillas terminan?
Así que, ahora entiendes. Molly quiere comunicarse contigo. Ella es muy buena en eso. Lo cual nos lleva a las estampillas y su exhibición en Oaxaca.
Tal vez encuentres que es en un espacio amplio, más abierto, donde el arte comienza.
Las estampillas son minúsculos dibujos con bordes pequeños. Las estampillas tienen un propósito trivial en la vida real. Sin ella no puedes mandar una carta. Por otra parte, ahora puedes mandar un correo electrónico sin una es-
Carl Van Brunt Cold Spring, NY
Presentation
By Eduardo Barajas Mendoza
The colored cartography, the bird’s eye view looking over the boundaries of the ceramic plate on the table of Rausch’s workshop is the point where the exchange between continents start, as the routes traveled of post stamps do, in the end, to return to the space where the imagination of the artist places them in new geographies, in new continents.
Molly Rausch respects the scale of stamps, builds her entire proposal on it and provides it with extensions, new boundaries and images undreamed and thus pulls it out of its history, out of its short life, to inspire a new context, a new history in which the stamp once again is the protagonist.
Molly Rausch’s creations invite to immerse yourself in images representing bits of reality and ideal worlds, an unrivalled mix. Through her work you can observe tiny universes contained within the perforated borders of a stamp, while reaching for the ideal image, the one that Rausch created taking inspiration from a minuscule representation of reality.
Eduardo Barajas Mendoza Director General
A Sense of Displacement:
Molly Rausch’s Postage Stamp Paintings By Beth E. Wilson Postage stamps, issued by local authorities around the world, spend their short, utilitarian lives in transit, carrying the post from the point A of their origin to point B, whether across town or across the globe. They offer the recipient a fleeting glimpse into a place, a time in history, or a notable personage, a glimpse that is fragmentary at best, and almost always marginal, fundamentally displaced—their minute but charged representations are almost always ancillary to the contents of the envelope or package to which they are affixed. One would be mistaken to overlook the minute worlds contained in these little jewels, however. Recognizing this, American artist Molly Rausch has used postage stamps in her work for the past 16 years, developing a body of work that
takes up the invitation extended by the individual images to imagine, to project oneself into the distant time or place to which they refer. By extending the visual cues of a given stamp, Rausch displaces the original reference of the image itself, literally re-placing it in the context of her own artistic imagination. With any given stamp, she typically does not bother herself with research into the subject, preferring to work from the pictorial logic it presents, picking up on a perspective scheme here, a color palette there, expanding upon the surrounding landscape or situation implied by the miniature universe of the stamp itself. In the process, she constructs an entirely new, often improbable or humorous reading of the image, ultimately displacing the image-displaced place itself.
In the current exhibition, this double-displacement is given an ingeniously ironic edge in her treatment of the stamp commemorating the Museo de Filatelia de Oaxaca (MUFI). The original stamp already plays on the displacement engendered by these official representations, reducing a photograph of cacti in the courtyard of the museum to Liliputian scale with the abrupt introduction of the image of a stamp bearing the image of similar plants, held in place by a pair of apparently giant tweezers. Rausch extends the surreal logic of the stamp by providing the giant hand holding the tweezers (otherwise unseen in the original), and completing the scene by extending the architecture of the courtyard, populating the space with an additional cactus,
and adding a vast, clear blue sky, which is tied to the oblique patch of its reflection in a pool below. But Rausch has never been to visit MUFI; she was told that there were reflecting ponds in the garden, but not their size or configuration. The stamp in this painting was sent to her by the museum (along with a number of other stamps and catalogues) for use in preparing her work for the show, and thus it performs like any other stamp, carrying its fragmentary view of a real place to the artist on the distant shores of the Hudson Valley. Rausch has obliged by taking this displacement at face value, generating a world to surround it, and literally re-placing it in the context of her painting and her pictorial imagination. The great irony here is the fact that
it now has been returned to its origin (rarely the case with stamps), so that the visitor to MUFI today can contemplate the process from a unique perspective, experiencing
the parallel realities of place and of art. “What are the boundaries of the real?� these paintings seem to ask. Like stamps, the artistic imagination seems to know no borders.
Molly Rausch
Erasing Boundaries
Sometimes Molly Rausch makes art and sometimes she makes tree houses. She also brings old typewriters back to life, literally and figuratively. Molly once made a painting of an antique typewriter on a wide-open sky blue background. The right edge of the painting cut the typewriter in half. The other half only existed in the observer’s mind. Molly is very interested in communication, successful and otherwise. Molly used to make paintings about relationships. Bits of conversation were scrawled in oil stick on the surfaces. Blind drawings of everyday things boldly made their presences felt, perhaps a mailbox, perhaps telephone poles or maybe just an empty chair. Communications incomplete, frustrated, painful... trying to get
a message through. Relationship snippets, the observer again invited to fill in the blanks. Once Molly set up a shed on the corner of a street in a small college town. There she invited passersby to tell her about an object they had lost. In exchange she made a drawing of the object for them. The object itself remained lost, but something of its’ essence was returned. The thing was gone, its meaning persisted. That’s communication through art about what matters. Another time Molly occupied a corner of Facebook. She set up an event page documenting a project. Molly had set out to dig a tunnel from a photo booth on one side of a street to a gallery on the other. Through this tunnel she would
bring her work to the gallery. She posted photographs of herself in process... digging. Of course, there was no tunnel, but art did appear in the gallery (which was real) and on the internet (semi-real) and in the observer’s mind. So, you get the picture. Molly is trying to get through to you. She’s pretty good at it. Which brings us to stamps and this exhibition in Oaxaca. Stamps are little pictures with tight borders. Stamps have a real life prosaic purpose. You can’t mail a letter without one. On the other hand, you can now send an e-mail without a stamp. So stamps are becoming a thing of the past...as are letters, as are post offices, as are lot of things such as carefully considered, heartfelt
and imaginative communications. What happens when you let your mind wander beyond the perforated edges where stamps’ little pictures end? Perhaps you’ll find that wider, more open space where art begins. Carl Van Brunt Cold Spring, NY
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MUFI, Acuarela, gouache y timbre postal, 2014 Día de los abuelos, Acuarela, gouache y timbre postal, 2013 Barrio Kokopelli, Acuarela, gouache y timbre postal, 2013 Desierto eléctrico, Acuarela, gouache y timbre postal, 2013 Pastel de cumpleaños de edificio, Acuarela, gouache y timbre postal, 2013
XII
XIII
XIV
XV
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XVII VI
Torres de petróleo, Acuarela, gouache y timbre postal, 2013 XVIII
VII
Aldea Lego, Acuarela, gouache y timbre postal, 2014 XIX
VIII
Barco de Veracruz, Acuarela, gouache y timbre postal, 2013 XX
IX
Puente de arcos, Acuarela, gouache y timbre postal, 2013 XXI
X
Ferrocarril verde, Acuarela, gouache y timbre postal, 2013 XXII
XI
Metro, Acuarela, gouache y timbre postal, 2014
Hombre de historieta, Acuarela, gouache y timbre postal, 2014
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Colegio de Defensa, Acuarela, gouache y timbre postal, 2014
XXIV
Cinco de mayo, Acuarela, gouache y timbre postal, 2014
XXV
Luis Barragán, Acuarela, gouache y timbre postal, 2014
XXVI
Beisbol, Acuarela, gouache y timbre postal, 2014 Novio de café, Acuarela, gouache y timbre postal, 2014 Monte Albán, Acuarela, gouache y timbre postal, 2014 Túnel, Acuarela, gouache y timbre postal, 2014 Durango, Acuarela, gouache y timbre postal, 2014 Monarcas, Acuarela, gouache y timbre postal, 2014 San Pablo, Acuarela, gouache y timbre postal, 2014
Plaza de Ciudad Dorada, Acuarela, gouache y timbre postal, 2014 Olimpiadas de tigre, Acuarela, gouache y timbre postal, 2014 Biblioteca, Acuarela, gouache y timbre postal, 2014 Arbol de la Cruz Roja, Acuarela, gouache y timbre postal, 2014
I
II
III
MUFI, watercolor, gouache, postage stamp, 2014 Grandparents Day, watercolor, gouache, postage stamp, 2013 Kokopelli’s Neighborhood, watercolor, gouache, postage stamp, 2013
XII
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XV IV
Electric Desert, watercolor, gouache, postage stamp, 2013 XVI
V
VI
VII
VIII
IX
X
XI
Birthday Cake Building, watercolor, gouache, postage stamp, 2013
XVII
Oil Towers, watercolor, gouache, postage stamp, 2013
XVIII
Lego Village, watercolor, gouache, postage stamp, 2014
XIX
Veracruz Ship, watercolor, gouache, postage stamp, 2013
XX
Arch Bridge, watercolor, gouache, postage stamp, 2013
XXI
Green Railroad, watercolor, gouache, postage stamp, 2013
XXII
Subway, watercolor, gouache, postage stamp, 2014
Cartoon Man, watercolor, gouache, postage stamp, 2014 Defense College, watercolor, gouache, postage stamp, 2014 Cinco de Mayo, watercolor, gouache, postage stamp, 2014 Luis Barragan, watercolor, gouache, postage stamp, 2014 Baseball, watercolor, gouache, postage stamp, 2014 Coffee Boyfriend, watercolor, gouache, postage stamp, 2014 Monte Alban, watercolor, gouache, postage stamp, 2014 Tunnel, watercolor, gouache, postage stamp, 2014 Durango, watercolor, gouache, postage stamp, 2014 Monarchs, watercolor, gouache, postage stamp, 2014 San Pablo, watercolor, gouache, postage stamp, 2014
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Golden City Square, watercolor, gouache, postage stamp, 2014 Tiger Olympics, watercolor, gouache, postage stamp, 2014 Library, watercolor, gouache, postage stamp, 2014 Red Cross Tree, watercolor, gouache, postage stamp, 2014
Museo de Filatelia de Oaxaca Presidente vitalicio: Alfredo Harp Helú Presidente: Enrique Trigueros Legarreta Vicepresidenta: María Isabel Grañén Porrúa Dirección general: Eduardo Barajas Mendoza Administración: Juana Vásquez Calleja Difusión: Waldini Miguel Ángel Pérez Ortega Educación: María de la Luz Santiago Pérez Diseño: Andrés Manuel Gómez Ricárdez Museografía: Alejandro Cruz Ramírez Acervo: Luis Eduardo Sánchez Morales · María Fernández Harp Colecciones: Tsaani Villasante Barahona · Verónica Bustos Hernández Programación: Víctor Ríos Vargas Biblioteca: Mónica Ocampo Cabrera · David Karminski Katz Atención al público: Alan García Aguayo · Ruth Guzmán Tienda: Jovanna Nizariyi Pacheco Arellanes
Se termin贸 de imprimir en los talleres de Alta Resoluci贸n, en el mes de abril de 2014. La edici贸n consta de 1,000 ejemplares.