Editorial ‘Contra Viento y Marea’
¡¡A retomar la iniciativa!! Todo el Peda por la Carrera funcionaria docente y la democracia universitaria En esta edición: El mes de movilización y los desafíos del Peda – Editorial ‘Contra Viento y Marea’
Ha pasado un poco más de un mes de movilización efectiva de todo el Pedagógico, en donde las fuerzas de las primeras semanas parecieran consumirse de a poco. Para entender esa situación sin ser pesimistas, sabemos de antemano que después del mediático mes de Copa América y la agenda política copada con los casos de corrupción afectaría a un movimiento estudiantil, hasta hace poco, sin claridades ni propuestas a nivel nacional. Así mismo, vemos como los profesores han dado firme pelea por el retiro del proyecto de carrera docente del parlamento, y han sostenido su paralización a pesar del hostigamiento del Mineduc (con mano más dura con la nueva ministra Del Piano) y el no pago de sus sueldos. El paro docente, a pesar de todo, sobrevive a todo el cerco mediático y encabeza la lucha de este año por una educación digna, mientras el movimiento estudiantil con sus contradicciones en cada universidad se ha quedado atrás. ¿Pero, qué pasa en el Peda?
Muchos compañeros se han sorprendido al saber que la movilización surgida en rechazo a la carrera docente derivó en demandas internas y en la discusión del próximo claustro. Más aún, desde las mismas carreras movilizadas ha surgido el cuestionamiento de la falta de rumbo que ha tomado el paro. No podemos dejar de reconocer que los últimos esfuerzos por profundizar las demandas- como la propuesta de Biología a la carrera docente, o el fuero maternal/paternal- han sido importantes. Pero, lamentablemente, el Peda ha caído en la falta de claridad en objetivos y prioridades. No solo es preocupante que nos hayamos quedado atrás en la pelea contra la carrera docente (cuando hay derrotistas que se resignan a decir que “no sacaremos la ley del parlamento”). También preocupa que, después de un claustro mentiroso como el del año pasado, aun se sostengan posiciones, que más vale terminar de definir el modelo educativo en este claustro, y que los nuevos estatutos podemos zanjarlos el próximo año en comisiones coaptadas por rectoría.
¡¡¡Claustro, claustro, claustro!!! – Cristian Muñoz El desfinanciamiento del Peda ¡Problema urgente! – Camila Salamanca Lecciones históricas del movimiento estudiantil: Aprendiendo a separar lo urgente de lo importante – Sergio Soto Infograma Carrera funcionaria
Ante tantas dudas, nuestra propuesta es tajante. La urgencia hoy es el retiro del proyecto de ley, considerando todas las presiones contra el profesorado, con propuestas en mano para dignificar la labor docente. No obstante, la pelea por acabar con los estatutos de dictadura no se puede perder. Por ello, insistimos en un Claustro Refundacional para un Co-gobierno triestamental paritario, sin letras chicas puestas por el rector Espinosa. Un posible aplazamiento de este claustro no solo sería para prepararnos como estamento ante cualquier pasada de máquina, debe ser también para retomar la pelea contra la carrera docente, demanda correcta y justa que no puede impulsarse con los profes solamente. EL PEDAGÓGICO, CON ASTUCIA Y CERTEZA, DEBE RETOMAR LA INICIATIVA CONTRA LOS AJUSTES NEOLIBERALES DE BACHELET.
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Cristian Muñoz – Estudiante de Filosofía
Hay problemas internos. Ese es el diagnóstico que todos hemos vislumbrado en la universidad. Falta de democracia, privatización de algunos espacios, neoliberalización del Pedagógico, y concordamos que es por culpa de los estatutos heredados de la dictadura, en fin, parece que es necesario otro claustro, pero esta vez refundacional. La tónica interna de nuestra universidad ha girado, durante 3 semanas enteras, en torno al problema estatutario, en este mismo sentido se han celebrado distintas instancias donde las carreras se han sentado a discutir cual es la universidad que queremos, pero nos hemos topado con la constante contrariedad de rectoría hacia las demandas del estudiantado, esto en referencia al problema que surge de la dicotomía entre esta entidad y los estudiantes, la caracterización del claustro.
A principios de este mes agitadas movilizaciones que eran por causa del proyecto de Carrera docente, todos teníamos las fuerzas puestas en la lucha externa pero aun no pensábamos en lo que significaría este proceso. Se tenía cierta conciencia de que habría un claustro, pero no se sabía acerca de qué ni cuándo. Pronto nos dimos cuenta que era por estatutos, y todos felices… pero todo cambió cuando el rector decidió que fuera por modelo educativo (al igual que el del año pasado), acto seguido la universidad (o por lo menos lo que queda de ella) entró en una bola de nieve de descontentos que a cada momento crece más.
Tenemos que observar y pensar en torno al panorama actual fríamente, veamos como las condiciones nacionales están dadas para que el colegio de profesores deje de movilizarse y nosotros, futuros pedagogos, perdamos el principal apoyo político de nuestras movilizaciones con carácter externo. Mientras el gobierno toma decisiones estratégicamente pensadas para que el proyecto siga su curso si o si, nosotros nos entrapamos en discusiones internas que solo cansan al estudiantado, que hasta ahora ha resistido el mes 1 semana de movilizaciones.
Al gobierno poco y nada le importa los asuntos internos de una universidad, con los estatutos que sea, si el proyecto se lleva a cabo, tendremos un trabajo mísero e indigno. Tenemos que darnos cuenta del limbo de quietud en el que hemos entrado a causa del bendito claustro. Si queremos triunfar en esta lucha nacional, que ha llevado a los profesores del país a arriesgar un mes de sueldo (los de la región metropolitana lo perdieron), tenemos que priorizar la lucha por el retiro inmediato de la Carrera docente, por lo tanto, la prorroga al claustro es la opción más plausible en este momento.
¿Es importante el Claustro Refundacional? Sí, es muy importante, pero su importancia palidece frente a lo nacional y el apoyo moralizante que significaría que el pedagógico tomara las riendas del asunto para los profesores. Es verdad que una oportunidad para crear una universidad nueva no podemos desperdiciarla, pero un sistema laboral docente que es ley de estado puede incluso tardar 40 años para que su discusión vuelva a tomarse en cuenta. Esto va más allá de la conducción política que la mesa de la Fep haya dado (que por cierto ha sido errónea), va mas allá de las declaraciones públicas del rector (que cortamente ayudan), incluso, va más allá de nuestras horas de clases perdidas, esto es una lucha donde lo nacional se confunde con lo personal, algo que nos atañe a todos nosotros como futuros profesores, como futuros padres, como futuros ciudadanos, como futuro educando y educados, vamos a vernos afectos directa e indirectamente, es nuestra vida y nuestro futuro lo que está en juego. … Presidenta, ministra y parlamentarios, recuerden que fue un profesor el que les enseñó a leer.
Camila Salamanca – Estudiante de Básica
Antes del golpe militar, las Universidades de Chile tenían un carácter público y de financiamiento estatal, tras este acontecimiento en 1981 y mediante una seguidilla de reformas a la Educación en todas sus aristas, se abrió la facilidad de crear universidades privadas y se reestructuró el sistema de financiamiento, mediante el D.F.L 1, con la excusa de que Chile no tenía dinero para subsidiar los altos costos de la educación.
De esta forma años después el Instituto Pedagógico, perteneciente a la Universidad de Chile, fue transformado en un Instituto Profesional (‘’Academias superiores de Ciencia Pedagógicas’’, donde la actual UPLA era parte también) y posteriormente en la hoy llamada Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación. Si bien esta Universidad no perdió su ‘’financiamiento estatal’, si cambiaron los requisitos para ser entregados estos dineros y los porcentajes asignados, pasando la responsabilidad financiera en gran parte al autofinanciamiento de las universidades, refiriéndome con esto a que el mayor porcentaje de dinero entrante corresponde a cobro de papeles, estampillas, matrículas y otros, dejando solo un bajo porcentaje a ingresos por parte del estado. En este mismo sentido debemos distinguir dos formas de ‘’financiar’’ sus universidades por parte del estado, aportes fiscales directos y aportes fiscales indirectos.
Los aportes fiscales directos corresponden a un subsidio, por parte del Estado, asignado en un 95% por criterios históricos y el 5% por indicadores de desempeño anuales referentes a matrícula, número de académicos con postgrado, y el número de proyectos y publicaciones de investigación que sean de excelencia. En el caso de nuestra Universidad, al no recibir altos ingresos por parte del estado en esta forma de financiamiento debido a que nuestras matrículas muchas veces no se completan, gran culpa tiene de esto como se ve al profesor hoy en día en nuestra sociedad, el subsidio es menor y variable ¿Cómo potenciar los proyectos y publicaciones si no hay dinero para esto? Lo poco que se recibe es para cubrir gastos que no son posibles cubrir con el autofinanciamiento al que las universidades fueron obligadas. Entonces ¿Cómo llegar a cumplir los requisitos para obtener mejores aportes fiscales directos? Los aportes fiscales indirectos corresponden a dineros entregados por el Estado a los planteles de estudio reconocidos por el Ministerio de Educación que admitan a los 27.500 mejores puntajes de la PSU, debemos tener en cuenta que nuestra Universidad recibe una mínima parte de alumnos con estos mejores puntajes, entendiendo de esta forma que el aporte fiscal indirecto entregado por el Estado al Ex Instituto Pedagógico es mínimo. La desvaloración social de nuestra labor docente es en gran parte responsable, como mencioné anteriormente, de que los altos puntajes no lleguen a nuestra casa de estudios en grandes cantidades, ni siquiera en cantidades considerables. Entonces el problema de financiamiento, las grandes deudas que nuestra Universidad ha adquirido con la banca privada ¿es culpa de los estudiantes, de sus académicos o funcionarios? El problema acá es el Estado y su visión de la educación como un mercado empresarial rentable, mientras esto no cambie las Universidades ‘’Estatales’’, si es que se les puede llamar así, seguirán hundiéndose más en la miseria, seguirán llenándose de deudas, muchas veces haciendo peligrar la continuidad de estas casas de estudio poniendo en jaque todo el esfuerzo de familias y estudiantes que se esfuerzan para poder pagar sus estudios superiores, ya que no podemos olvidar que por lo menos en el Peda, la mayoría de sus estudiantes corresponde a los quintiles más bajos de nuestra sociedad. Por esto compañeros, una de las luchas que como estudiantes debemos impulsar hoy en día es el refinanciamiento de nuestras universidades, que pasen a manos del Estado en su totalidad, 100% de aportes basales a nuestras casas de estudio, que el Estado se haga cargo de la gran deuda que tiene el Peda, cosas que no se han visto impulsadas en el petitorio interno de este año, siendo que es un problema que afecta a gran parte del estudiantado y está latente día a día, y peor aún, sabemos que la promesa de Educación Gratuita no será, por esto no podemos bajar las brazos con aquellas demandas, no podemos esperar o confiar en que el Estado hará algo, somos nosotros los estudiantes, en conjunto con los trabajadores, los que debemos exigir condiciones de estudio y trabajo dignas para todos y todas.
Sergio Soto – Estudiante de Física
Se cumplirán ya siete semanas desde que los profesores de Chile, decidieron dejar sus aulas y dar una de las lecciones más importantes que cualquier alumno pueda aprender en su vida. La lucha por la dignidad y por sus derechos. Es así como semana a semana hemos visto a nuestros maestros, en columnas interminables, marchando por todo Chile, exigiendo el retiro del proyecto de ley sobre una nueva política nacional docente. Denunciando la nefasta lógica neoliberal que impera en sus páginas. Pero, ¿Qué ha pasado con nosotros, el cuerpo estudiantil? Artífice de otras memorables masacres de autoridades incompetentes y dignas de respeto por cada ciudadano de nuestro país ¿En qué estamos como movimiento estudiantil? La respuesta hasta el día de hoy se hace difícil de expresar, entendiendo que la génesis de las movilizaciones de los estudiantes no fue el proyecto de carrera docente, si no que las ansias de democratización y mejoramiento de los planteles universitarios, que no se ven reflejados en los altos costos que día a día tienen que hacer frente nuestros compañeros y sus familias. Si bien, no debemos desconocer que estas demandas ya se han vuelto de carácter “histórico” para el movimiento. La lección que aún no aprendemos es a distinguir las luchas urgentes, de las importantes. Para volver al foco, esta reflexión cobra relevancia ya que nuestras movilizaciones han sufrido un constante y acéfalo golpe de timón por parte de las dirigencias del movimiento. Si como estudiantes decidimos movilizarnos por democratizar nuestras universidades, debemos entender que el contexto político nos obligó a reemplazar el foco de nuestras discusiones y así mismo, comenzar a hablar sobre la nueva ley de carrera docente. Este proyecto es el que tiene carácter urgente, ya que por la coyuntura nacional, la lucha de nuestros profesores no ha logrado la presión necesaria para que se hable del retiro de este proyecto de ley. Nuevamente seguimos con “mesitas” de dialogo, en donde se le podrán hacer “indicaciones” a un proyecto que en su alma Mater está podrido y nosotros mismos como estudiantes hemos mantenido una pasividad impropia sobre la lucha de nuestros maestros, no hemos sido capaces de manifestar una postura tajante de apoyo a su lucha, ni menos hemos sentado nuestro foco en incidir en aquella lucha. Seguimos dejándonos arriar por las fuerzas auxiliares del gobierno presentes en nuestras organizaciones y que con sus nefastas intervenciones han logrado que no le tomemos el peso real al momento político que hoy se da en cuanto al proyecto de ley de carrera docente. Es por esto que se hace prioridad entender la máxima que nos invita a que seamos capaces de separar lo urgente, de lo importante. Nada ni nadie debe impedir que conquistemos nuestras demandas como estudiantes. Nada ni nadie debe dejar en segundo plano las luchas por realizar una labor digna como futuros educadores. Por eso compañeros, creemos que es necesario volver a retomar en nuestras asambleas la discusión por la dignidad docente. Basta ya de dirigencias nefastas, ¡seamos nosotros mismos quienes volvamos a la cabeza de esta lucha, que no acabará si no, hasta que la dignidad se haga costumbre!
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