MÁS SANA TU MESA EN ESTE 2023

Lucy Barrera

El pasado diciembre supe que los dueños de esta maravillosa revista nos harían una cena para conocernos y agradecernos nuestra participación. Me sentí muy triste de no poder asistir, ya que, el día del evento, tenía que salir de la ciudad a recibir a una de mis Quepeños que regresaba de viaje. Cuando regresaba, con esa felicidad inmensa de recibir a mi hijita adorada, mi felicidad aumentó al ver algunas de las imágenes de la cena que organizaron. Y me dio más alegría ver los rostros de algunas personas que escriben en esta revista. Espero poder conocerlos pronto y poder disfrutar de su compañía y entusiasmo con la que participan al escribir cada mes.

Este año, quiero comenzar contándote que en casa realizo un concentrado de tomate que me sirve para condimentar mis platillos de forma rápida, le da un sabor mucho más intenso y evito el uso de los consomés comerciales que contienen aditivos dañinos. Este concentrado lo utilizo principalmente cuando hago lentejas, que, dicho sea de paso, son uno de mis platillos favoritos. Una de las cosas que he aprendido, es que las propiedades del licopeno que contiene el tomate se hacen más potente al cocinarlo. ¡Ah! Pero si no sabes que es el licopeno, te cuento un poquito.

El licopeno pertenece al grupo de los carotenoides que junto con los beta carotenos, hace que algunos de los vegetales que conocemos, tengan el color rojo o naranja, como la papaya, sandía, pimiento rojo, etc. Es un súper antioxidante, antiinflamatorio, reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, previene enfermedades neuro degenerativas, y además, es delicioso, jugoso y alegre. Cuando cocinamos el tomate, hacemos que la biodisponibilidad del licopeno, así como su bioaccesibilidad y bioactividad sea mucho mejor. Por lo que, al consumirlo cocinado, el organismo puede aprovechar mejor las propiedades del licopeno y se logra que tenga una mayor asimilación que al consumirlo crudo.