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Cuentos & Relatos 2023
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Introducción Premiados
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1° lugar. Última escena por Trovero sureño 2° lugar. La casa vacía por Beni
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3° lugar. Dudas por Cautiva
Menciones honrosas 15 16 18 20 22 23 24 26
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Siempre he sido un conquistador por Conquistador Lo que siento por Fercar El niño del clarinete por Hefe K Detective por Facundo Clark El reloj de don Alfredo por Ticino Chocolate por Pandora Andares por Andariego Sueños del Sur por Willy 2023
Listado participantes
4ta versión Concurso Cuentos y Relatos Providencia 2023 El concurso de cuentos y relatos en 400 palabras que la Municipalidad de Providencia, a través del Departamento Adulto Mayor, ha impulsado desde 2020, ha permitido ampliar la memoria y el patrimonio cultural de nuestra comuna. Agradecemos a cada uno de los vecinos y vecinas que se han animado a participar en estos cuatro años de trayectoria.
Resumen Acta deliberación del Concurso 2023 El miércoles 27 de septiembre de 2023, a las 15:30 horas se reúne el jurado de la 4ta versión del Concurso “Providencia cuentos y relatos”, en la sala de directorio de la Fundación Cultural de Providencia, para seleccionar los cuentos presentados al concurso 2023.
El jurado está formado por:
4° Versión Cuentos y Relatos 2023
Andrés Varas, periodista de la Dirección de Comunicaciones, en representación de la Alcaldesa. Trinidad Siles del Valle, Licenciada en Castellano, Pontificia Universidad Católica de Chile, en representación de Ana María Yévenes Ramírez, periodista, Directora de Desarrollo Comunitario. Jerónimo Deichler, en representación de Carmen Lacalle Salas, trabajadora social, Jefa Departamento Adulto Mayor. Francisca Herrera Varas, periodista, representante de Espacios Mayores de Providencia. Jorge Andrés González Granic, Director ejecutivo de la Fundación Cultural de Providencia. Francisco Solanich Aguirre, periodista, Director de la carrera de Periodismo de la Universidad Autónoma de Chile.
Admisibilidad La admisibilidad fue realizada por el equipo de Gestión del Departamento Adulto Mayor, considerando el cumplimiento de las Bases. En esta 4ta versión del Concurso Providencia Cuentos y relatos, participaron 58 personas, 27 hombres y 31 mujeres. El promedio de edad fue de 74
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años. La persona más longeva que concursó tiene 93 años. El promedio de edad de los tres primeros lugares es de 80 años. Cada jurado realizó evaluación individual, considerando estructura de la obra, coherencia y ortografía, apreciación personal y título, entre el 28 de agosto y el 27 de septiembre. En sesión colectiva, por consenso el jurado decide otorgar 1 primer lugar, 1 segundo lugar, 1 tercer lugar y 8 menciones honrosas.
Premiados 1° lugar.
Última escena por Trovero sureño, Jorge Castro Hernández (82 años)
2° lugar.
La casa vacía por Beni, Carmen Victoria Nieto (74 años)
3° lugar.
Dudas por Cautiva, María Dominga del Carmen Riquelme Bravo (85 años)
Menciones honrosas
4° Versión Cuentos y Relatos 2023
Siempre he sido un conquistador por Conquistador, Pedro Alberto Madrid Garrido (74 años) Lo que siento por Fercar, Carmen Fernanda Curbelo de Gonzalez (70 años) El niño del clarinete por Hefe k, Migdalel Villalobos Cortés (77 años) Detective por Facundo Clark, Juan Jorge Faundez Merino (77 años) El reloj de don Alfredo por Ticino, Enrique Ceppi di Lecco Lazo (77 años) Chocolate por Pandora, María de los Ángeles Taberna (74 años) Andares por Andariego, Gustavo Adolfo González Rodríguez (77 años) Sueños del Sur por Willy 2023, Arturo Ulises Zumaeta Orellana (69 años)
Siendo las 17:11 se cierra la sesión.
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1° LUGAR
Última escena Por Trovero sureño
Santiago, Providencia, barrio Alberto Magno Con pasos vibrantes el director Elio Maturana recorre todo su escenario. Los escenógrafos han hecho un buen trabajo transformando el sector en un auténtico barrio de Budapest. La edificación era apropiada, se modificaron los postes de iluminación y se agregaron algunos letreros en húngaro y alemán que terminan de entregar el ambiente adecuado. Son las primeras horas de un día de neblina mojadora. -“Luz. Cámara. Acción”. Resuena la voz del director
4° Versión Cuentos y Relatos 2023
Todos los elementos, humanos y técnicos, responden con precisión ensayada. El realismo de la escena produce escalofríos. En el set los camiones y los “soldados alemanes” ya tienen a los “prisioneros” en sus posiciones. Ingresan camiones militares cargados con soldados de bruñido casco. Se estacionan cerca de las casas aledañas y bajo las órdenes y gritos de sus oficiales desembarcan y corren, haciendo temblar los vidrios de las ventanas con el sonido de sus botas claveteadas Los soldados, en medio de fuertes gritos y agudos silbatos derriban puertas y sacan a sus “prisioneros” a fingidos culatazos y los hacen subir a los camiones. Los prisioneros intentan resistirse, los niños lloran, las madres intentan protegerlos. Se escuchan algunos disparos hechos contra prisioneros que intentan escapar sin ningún éxito. Sus cuerpos ensangrentados quedan desparramados por la calle. Desde la esquina opuesta resuena un fuerte alarido y se ve a una anciana desplomándose fulminada al suelo.
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-“Corten” Alto. No se muevan, vamos a repetir. Que alguien averigüe lo que pasó con esa anciana, grita indignado el Director. Pocos momentos después un ayudante se acerca a Maturana y le comenta: -Nadie sabe nada. La señora está muerta. Parece un ataque al corazón. Lo único que pude ver fue uno de sus brazos. -¿Y qué tiene de raro eso? -Es que tenía grabada esa serie de números que los nazis le ponían a los prisioneros en los campos de exterminio. -¿Y eso que tiene que ver con nosotros? -¿Pero no se da cuenta? – la escena era tan real que la señora creyó que la historia se repetía, ella se trasladó en el tiempo, usted la mató”.
4° Versión Cuentos y Relatos 2023
(347 palabras)
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La casa vacía Por Beni
Verónica camina trabajosamente al salir de misa, ayudándose de su bastón. Necesita tomar aire fresco. Avanza lentamente por la plaza Las Lilas y, súbitamente, una brisa primaveral le trae el olor de los Jacarandá que ya están comenzando a florecer. Al sentir el aroma recuerda… Su figura es aún muy atractiva y su mente vivaz. Es jueves. Se juntan en el mismo lugar. Una vez a la semana. Desde hace 7 años. Para confirmar su encuentro la llama un día antes al teléfono de su casa, a una hora predeterminada. Sólo ella contesta. En el lugar de siempre, cerca de Av. Bustamante, él la espera con sus ojos penetrantes y oscuros, las aletas de su nariz dilatadas, la respiración ansiosa.
4° Versión Cuentos y Relatos 2023
Ella se pega a él, a su sexo, respirando su olor, sintiendo su barba hirsuta. No es de su misma condición social y, por más que le pese reconocerlo, eso la excita. Su amor con él es a gritos, sin tapujos, sin vergüenzas. Es verdaderamente su hombre. Cuando llega la calma conversan de literatura, política, ríen a carcajadas. Ella es aguda y él la admira y, aunque sabe que nunca podrán oficializar su relación, la ama profundamente. Es su alma gemela. Esa semana no llamó. En el almuerzo del domingo, está toda la familia extendida, abuelos, tíos, sobrinos, ríen y conversan. Ella cómo sonámbula, para disimular su angustia ha
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dicho que tiene jaqueca. Cuando todos se han marchado y Rodrigo ha ido a la Iglesia El Bosque, no aguanta más y decide llamar. Sabe que no debe hacerlo, pero su agobio es demasiado. Inclusive físico. Marca el número, espera. Una voz infantil responde. Sus hijas son grandes lo que le da confianza, “¿Puedo hablar con C?” “No, están todos en el hospital, mi tío está grave…” Sin poder creerlo pregunta dónde está internado. Toma el auto y enfila por Av. Providencia hacia el oeste. Con el alma en un hilo llega al Hospital El Salvador. Su corazón se le sale del pecho, pero se hace de ánimo y entra en el área de pacientes críticos. Nada más cruzar la puerta ve al grupo familiar, la mujer llorando, un hijo abrazándola, amigos y parientes consternados. Y lo comprende todo. Nunca más sus manos ásperas y varoniles. Nunca más su aliento, su olor, su poesía, sus risas. Ahora solo el vacío desgarrador y el duelo en solitario.
4° Versión Cuentos y Relatos 2023
(394 palabras)
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Dudas Por Cautiva
Como todos los sábados, Rosalía acostumbra a comprar verduras orgánicas en la pequeña feria de la calle Andrés de Fuenzalida. De regreso a su departamento, se detiene frente a la vitrina de una zapatería, para ver las ofertas de baja temporada. A su lado se acerca una mujer y amablemente le dice: ¡Señorita Rosalía Martinetti que gusto de verla después de tantos años! Rosalía gira hacia su derecha, la mujer abre ambos brazos y la estrecha en un cálido, cariñoso y prolongado abrazo. Rosalía se desconcierta, es evidente su sorpresa, la desconocida al ver su confusión, le expresa: Señorita Rosalía, usted fue mi profesora de Literatura durante tres años. Soy Alejandra Vahl, de la promoción del año 1992 del Liceo de Niñas N°7.
4° Versión Cuentos y Relatos 2023
Rosalía trata de esbozar una sonrisa, y la desconocida continúa: Nunca olvidaré sus clases, eran algo casi mágico, porque ante nosotras usted nos desplegaba universos desconocidos, llenos de imágenes, colores, embrujos, en fin, en esa hora de Literatura el mundo real desaparecía totalmente. Pero, sobre todo, usted nos daba la libertad para expresar nuestra propia visión de los personajes de la novela que estábamos analizando. Era un ejercicio difícil, y ese esfuerzo de situarnos siempre en el lugar del otro que usted nos exigía, ha sido mi máxima de vida; para dialogar, para exigir, pero también para transar. Rosalía sonríe nuevamente, quiere decir algo, una especie de susurro pugna por salir de sus labios, pero calla. La desconocida consulta su reloj y se despide con otro tierno y prolongado abrazo.
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Rosalía la ve alejarse. Sus pensamientos van de un lado a otro como pequeños destellos eléctricos. Camina lentamente, su desconcierto aumenta, mientras se pregunta: ¿Por qué esa mujer conoce mi nombre? ¿Cómo sabe que yo soy profesora de Literatura si jamás, durante mi vida laboral, he hecho clases en el Liceo de Niñas N°7?
4° Versión Cuentos y Relatos 2023
(307 palabras)
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Menciones honrosas
Siempre he sido un conquistador Por Conquistador
Subo al Metro en la estación Cristóbal Colón, no hay asiento. Miro a la gente, de pronto mis ojos chocan con los verdes ojos de la agraciada chica de largo pelo rubio. Sonríe, hermosa, me incomoda como otras veces, pero siempre he sido un conquistador. De inmediato hago mi análisis, ¿Tengo dinero efectivo? No. ¿Mi talonario de cheques? No. ¿Mi tarjeta de crédito? Sí ¿Qué suerte! ¿Cuánto me costará el motel Amor, AMor?. Estoy bien, recién me pagaron la pensión. Miro fijamente a mi conquista y le sonrío cordial, mientras me acerco. Ella se ilumina con una sonrisa, se levanta y me dice amablemente “tome asiento, por favor, abuelito”. Sonrojado pienso: no puede ser que a los 70 años me traten así.
4° Versión Cuentos y Relatos 2023
(122 palabras)
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Lo que siento Por Fercar
No sé cómo expresar mis sentimientos. Sin embargo, trataré de hacerlo en este sencillo relato. Veo todos los días por televisión casos que muestran el comportamiento de los hijos con sus padres y abuelos. Nunca como hoy sentí en carne propia tal indiferencia hacia los mayores. Una transformación emocional que me hizo ver la soledad, el abandono, el desinterés y el desamor en un tiempo en que, adulta mayor, la liquidez escasea y las enfermedades llegan. Esta situación me llevó a no salir, no compartir y encerrarme, añorando el cariño y la atención que tanta falta hacen al adulto mayor.
Cuando comencé en el gimnasio de la institución, en Antonio Varas 242, mis perspectivas cambiaron. Empecé a compartir con gente como yo. Ese día encontré a Amelia Story, quien prácticamente me obligó a asistir a un concierto de piano y, la noche siguiente a otro, en el Teatro Oriente, cuyas funciones
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4° Versión Cuentos y Relatos 2023
Un día, por dolencia en un brazo, llegué al CESFAM: Manuel Montt 101, donde me atendió el instructor Francisco Vargas. Me recibió y, sin saberlo, me levantó el ánimo diciéndome que yo era buena candidata para ingresar en el grupo de ejercicios, donde seguro, por mi agilidad, sería líder.
fueron gratuitas para las personas que tenemos la tarjeta Soy Providencia. Me sentí muy feliz. En los días siguientes se iniciaron las clases y pude compartir con personas de la tercera edad, iguales o mejores que yo. Me recibieron con los brazos abiertos. He aprendido que la mayoría de los abuelos sentimos y pasamos por las mismas situaciones: Desamor, indiferencia y falta de tiempo para nosotros. Un día, pensando en mi abuela y luego en la vejez de mi madre, me di cuenta que yo también actué con ellas tan igual como hoy lo hacen conmigo. Recordé a mi abuela sentada en un sillón mientras todos nosotros -sus nietos jugábamos, saltábamos y pasábamos junto a ella, y lo peor, la mirábamos, pero no la veíamos. Allí estaba mi abuela en su soledad, a pesar de las alertas y correcciones de nuestra madre... Nunca hicimos caso. Años después, en el mismo sillón, mi madre lloraría el termino de su trabajo, e inmediatamente pasaría a ser la abuela. Hoy vale recordar los dichos que siempre escuchamos: “Nadie escarmienta en cabeza ajena”, “dime cuánto tienes y te diré cuánto vales”, “nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde”.
4° Versión Cuentos y Relatos 2023
(396 palabras)
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El niño del clarinete Por Hefe K
Cuto, como le decía su madre, tenía once años, era el menor de tres hermanos. Su padre, Nicolás, era empleado municipal, trabajaba como recolector de basura en la comuna de Providencia. A veces, Nicolás traía a casa artefactos eliminados en los desechos de la basura. Un día encontró una flauta antigua de color negro. Estaba muy sucia, pero se veía en buen estado. A Cuto siempre le gustó la música. Hacía sonar notas con cualquier elemento: Tapas de ollas y tarros de leche eran improvisadas baterías. Cuando Nicolás llegó a casa con el instrumento, Cutito le pidió por favor que se lo regalara.
Su padre le habló de la responsabilidad escolar llegando al acuerdo que primero serían sus tareas. Llegaba del colegio, se ponía una polera cómoda, hacía con rapidez sus tareas para luego sentarse a descubrir las notas de esta mágica flauta. Su oído era privilegiado. —Ven Cuto —le dijo un día Nicolás— ¿Por qué no tratas de sacar algún sonido de esta música? Escúchala hasta memorizarla. Me gusta mucho, es de un músico famoso llamado Mozart. Concéntrate y oirás el sonido de esto que me dijeron, se llama clarinete.
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4° Versión Cuentos y Relatos 2023
Lo primero que hizo fue desarmarlo memorizando el orden de sus partes. Después de una minuciosa limpieza, parecía nuevo. Empezó a soplarlo y descubrió cómo sonaba.
Cuto todos los días escuchaba esa música tratando de imitar sus notas. —Mamá —le dijo un día— perdona por repetirlo tanto, a papá le gusta, necesito tocar esos sonidos. —No me molesta, es mejor que pasar mirando televisión como tus hermanos. Por la perseverancia y el oído privilegiado, Cuto a los tres meses tocaba algo similar a lo que su padre le indicó. Nicolás al escucharlo, le prometió que al día siguiente terminando su trabajo, iría a la Municipalidad de Providencia para averiguar un lugar donde pudiera ir a clases gratuitas de este instrumento. No pudo ser. Esa tarde, cuando Nicolás cruzaba la calle Valenzuela Castillo para vaciar su último tacho de basura al camión, un auto pasó a gran velocidad, lo arroyó dándole una muerte instantánea. Su cuerpo fue velado en su casa. En medio del responso, Cutito vestido con la polera de rayas rojas y el overol azul, puso una silla junto al féretro de su padre y con mucho dolor, pero con todo el corazón, logró tocar con su clarinete, algo parecido al “concierto para clarinete de Amadeus Mozart”.
4° Versión Cuentos y Relatos 2023
(399 palabras)
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Detective
Un aullido ensordecedor atruena el mall y cientos de personas se arrojan al suelo gritando ¡Una bomba! ¡Una bomba! ¡Disparos! ¡Auxilio! ¡Policía! Pero el hombre de recortada barba blanca, de un metro sesenta y nueve centímetros,
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4° Versión Cuentos y Relatos 2023
Por Facundo Clark
El hombre de recortada barba blanca ve venir hacia él una bala y el tiempo se detiene. Alcanza a pensar que está equivocado. Es una abeja o una mosca. Imagina el zumbido. Sonríe. Un otorrino le había dicho -hace ya unos cinco años- que estaba bastante sordo, sobre todo del oído derecho. Pero detesta los audífonos. Y el griterío. Así se concentra mejor en sus asuntos. Más bien en los de otros, porque como buen detective privado, siempre trabaja para resolver problemas ajenos o dejarlos al descubierto. Las heridas abiertas. La pus al aire. Detesta tener que delatar a los y a las infieles. Pero ello le permite el diario sustento. ¿Será así el momento de la muerte? ¿Que se la ve venir como una tromba con su burlona risa de grandes dientes y la guadaña haciendo rodar cabezas por aquí y por allá? Imagina su roja carcajada in crescendo por entre las escaleras, pasillos, laberintos y vericuetos del Costanera Center. Su ídolo, The Mentalist, Patrick Jane, lo mira burlón desde una gigantesca publicidad de Longines. El reloj de Patrick marca las 10:10. Por mero automatismo, agacha la cabeza para verificar la hora en el reloj de su muñeca. La bala hace añicos el cristal de una vitrina a sus espaldas, pasa por entre ceja y ceja de una sexy maniquí de cartón piedra y prosigue imperturbable su trayectoria por entre las clientas de un local de lencerías, hasta hacer un orificio de salida en la ventana del baño de discapacitados. Luego cruza la costanera Andrés Bello y termina incrustándose en el tronco de una acacia junto a la populosa ciclovía que bordea el río Mapocho.
camisa a cuadros vino tinto marca Bellota, que realza su masa corporal de 90 kilos, observa la silueta encapuchada que se aleja corriendo por entre las sombras hacia los estacionamientos subterráneos. Hace ademán de iniciar la persecución, pero un dolor intenso le llega desde la rodilla derecha. Queda inmóvil. Los médicos lo habían urgido a cambiarla por una prótesis. ¡Mierda, lo perdí! Entonces abre los ojos. Nahual, su negro gato regalón duerme a su lado ronroneando hecho un ovillo. El televisor zumba en negro.
4° Versión Cuentos y Relatos 2023
(397 palabras)
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El reloj de Don Alfredo Por Ticino
Don Alfredo era un hombre de costumbres bien establecidas, vivía solo en una casa de la calle Granaderos, un pequeño barrio, en medio de una gran comuna, donde los vecinos se conocían unos a otros. Desde que había enviudada seguía la misma rutina todos los días, solo descansaba los domingos, tenía la precisión de un reloj suizo, y se sentía orgulloso de ello.
Pero llegó el día en que todos se atrasaron en el barrio, los relojes se detuvieron, don Alfredo no abrió los postigos ni salió a caminar. El reloj suizo se había detenido para siempre. (248 palabras)
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4° Versión Cuentos y Relatos 2023
Muchos habían remarcado la regularidad de sus hábitos y para algunos eran una pauta para saber la hora del día. Los niños que iban al colegio apuraban el paso cuando veían que don Alfredo ya había abierto los postigos, faltaban minutos para la campana. Algo similar ocurría con Juan, siempre encontraba a don Alfredo barriendo la vereda cuando él iba a la parada del bus: casi sabía la hora exacta según el lugar donde lo encontraba. De esa manera el barrio arreglaba sus relojes de acuerdo con las rutinas de don Alfredo. A las 10 de la mañana iba a hacer sus compras a Manuel Montt, saludaba a todo el mundo, pero nunca se detenía a conversar con los vecinos, en realidad era muy reservado. Se comentaba que en una ocasión una persona le preguntó la hora y él, sin mirar reloj le dijo, son las diez con siete minutos.
Chocolate Por Pandora
De pie, frente a la ventana, contemplando los árboles cobrizos que se deslizaban por la avenida Ricardo Lyon, tomó un sorbo de café expreso y presionó contra su paladar un pedazo de exquisito chocolate negro. La fusión de aquellos intensos sabores la transportaron a los días que pasó con él en el trópico. Muy despacio, saboreándolo con los ojos cerrados, mordió de nuevo un bombón y bebió un poco más de café. El chocolate se derretía en su paladar, poco a poco, por el intenso calor del aromático líquido. La amargura de ambos logró sumergirla en una nueva sensación tan placentera como la que sintió entre aquellos brazos fuertes y musculosos que la atraían hacia él y la apretaban contra su pecho. El chocolate se deshacía como ella por la presión, el suave movimiento de su lengua y el intenso fuego que la invadía. En la taza quedaba aún un sorbo y repitió el ritual identificando aquel gusto delirante con el éxtasis de la absorción que la unió a él.
4° Versión Cuentos y Relatos 2023
De pronto tocaron a la puerta que se abrió lentamente y una cabecita de cabello castaño ensortijado y rostro angelical apareció ante ella: - Abuelita, abuelita, te traje más chocolate porque sé que te gusta cuando escribes y también te traje el libro que dejaste en la cocina, Misterio en el Caribe. (220 palabras)
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Andares Por Andariego
¿Los pasos dejan recuerdos? Es lo que siempre quise preguntarle. Desde mi soledad nunca encontré la respuesta, pese a que me empeñaba en interrogar a la ciudad. Me paseaba por las galerías comerciales de Providencia desde las Torres de Tajamar hasta Suecia y extendía mis andaduras hasta el Costanera Center. Un anónimo más en las veredas invadidas por músicos callejeros, vendedores ambulantes y predicadores. Pisaba fuerte para saber de mi propia existencia, como si quisiera desafiar el bullicio de buses y automóviles, mientras observaba con envidia los zigzagueos de los ciclistas y las evoluciones de los skaters. Pero fue solo en la ribera sur del Mapocho, donde los pastos absorben los ruidos de la caminata, que pude intentar una respuesta.
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4° Versión Cuentos y Relatos 2023
Quizás recuerda el eco de mis pasos tras ella cuando salía del Metro Manuel Montt y caminaba deprisa por Antonio Varas hacia la universidad. Tenía siempre esa actitud reconcentrada, de alumna responsable que ignoraba miradas masculinas y respetaba los semáforos, como si fuera un privilegio suyo, solo suyo, repasar cada día esas aceras y dar ojeadas distraídas al paisaje urbano de mascotas que paseaban a sus amos y gentes cautivas de sus teléfonos móviles. Debe recordar el eco de sus propios pasos, en sandalias veraniegas o botas invernales, esquivando baldosas flojas o charcos en el cruce de Eliodoro Yáñez. Según la estación, las viejas acacias le daban sombra o deslizaban goteras que alguna vez rebotaron en sus hombros. Y así seguía siendo dueña inadvertida de todo, de un todo que comenzaba y acababa en mí, porque al final de cuentas era yo quien imaginaba sus imaginaciones, yo el único que podía descifrar las sensaciones que recogía en sus andares cotidianos.
Me pregunto si ella olvidó mis pasos o si nunca le llegó su eco. La inventé en la frescura de su silueta estudiantil, en el susurro de una falda ondulante donde nunca hay vientos y la retraté en mi mente recostada en el césped aledaño al río, como compartiendo espacios con los negros tordos y las catitas verdes. Y la respuesta fue sí: hay olvido. Un día desapareció ella o desaparecí yo, porque ya no tuve capacidad de imaginarnos.
4° Versión Cuentos y Relatos 2023
(361 palabras)
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Sueños del Sur Por Willy 2023
Con muchos sueños, un adolescente se despide de su familia una tarde lluviosa. Se dirige a un aislado y lúgubre terminal, pero su mirada se centra en la techumbre que muestra hermosas tejuelas que, ordenadamente dispuestas, no dejan pasar la lluvia. Antes de ingresar vuelve su vista al cielo y con orgullo recuerda a su padre, a quien tantas veces vio trabajar y que, con solo un hacha y sus fuertes manos de chilote sufrido, lograba crear verdaderas obras de arte a partir de un trozo irregular de madera.
Al ingresar al terminal, se acercó al fogón central y nítidamente pudo ver sobre los maderos encendidos, la imagen de su madre y sus hermanos, quienes lo habían abrazado por largo rato durante la despedida. Él sabía que se estaba alejando de su familia, pero estaba convencido que el bus que iba a abordar, lo acercaría a su destino en la capital. Por esas coincidencias de la vida y por ser un alumno destacado en su modesta escuela rural, su nuevo domicilio sería un hogar de sacerdotes que estaba en la comuna de Providencia. Al llegar, quedó deslumbrado por el tamaño y lo diferente que era todo. Era
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4° Versión Cuentos y Relatos 2023
Recordó cómo, día tras día, en el patio de su casa su progenitor fabricaba sin cesar, cientos de tejuelas de madera nativa, las que vendía y transformaba en el sustento del hogar. Rememoró, cómo sin estudios y con solo la experiencia, su padre fue capaz de construir pequeñas embarcaciones, las que luego surcaban los mares del sur.
tan distinto a su pequeño pueblo. Fue toda una aventura caminar por Avda. Pedro de Valdivia, por sus plazas y parques. Sintió admiración por la limpieza, el orden y la amabilidad de sus residentes. Quedó impactado por el edificio más alto de Sudamérica: el Costanera Center, que es una muestra de esta realidad, porque su mirador panorámico, da una magnífica vista de la imponente cordillera nevada y de la vasta ciudad. Siete largos años pasó en la universidad desde esa tarde fría y hoy regresa como profesional a su humilde pueblo. Se siente feliz, porque tiene a cargo la pequeña posta rural, para atender y sanar a sus amigos de infancia, a sus vecinos, visitantes y también podrá ayudar a su padre, a su madre y hermanos, para cooperar y hacer más fácil la sufrida, pero apacible vida del sur de Chile.
4° Versión Cuentos y Relatos 2023
(397 palabras)
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Participantes Título
Autor (a)
¿Por qué hijos?
Marité Arriaza Muñoz
Willie
Tanto apuro
Ana María Isabel González Garrido
Nala 7 Colmillos
Güeli
Héctor Faúndez Muñoz
Trovero Sureño
Última escena
Jorge Castro Hernández
Soñadora
El paseo matutino de Pepita
Gabriela Núñez Araya
Conquistador
Siempre he sido un conquistador
Pedro Alberto Madrid Garrido
Monpat
La gran decisión
Mónica Gómez Lira
Valentina
Los Beatles en el Baquedano
Virginia Nigro Escobar
Fercar
Lo que siento
Carmen Fernanda Curbelo de González
Viejo verde
Paulonia en cuatro tiempos
Enrique Fernández Tello
Marina
Calles de Providencia de 7:00 a 7:30 hrs.
Esterbina de las Mercedes Olivares Vergara
Nagasaki Wyoming
La facultad
Jorge Cristian Bustos Patiño
Gaspar
Colorín colorado
Guillermo Downey Collao
Hefe K
El niño del clarinete
Migdalel Villalobos Cortés
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4° Versión Cuentos y Relatos 2023
58 personas (27 hombres y 31 mujeres)
Seudónimo Dulce Vejez
4° Versión Cuentos y Relatos 2023
Facundo Clark
Detective
Juan Jorge Faúndes Merino
Profesora de matemática
Treinta años en Providencia
Amelia Gabriela Tapia Aqueveque
Lefara
Renacer en el amor
Rafael Antonio Morales Pacheco
Ticino
El reloj de don Alfredo
Enrique Cappi di Lecco Lazo
Tony black
Las hojas de lyón
Walter Olavarría Avendaño
Pilmaiken
La agonía de perderte
Sylvia Odette del Carmen Jara Padilla
Cautiva
Dudas
María Dominga del Carmen Riquelme Bravo
Ingrid
No pasó nada
Mildred del Mar Herrera Véliz
Amante eterno
Sin ti
Christian Boris Gajardo Guzmán
Abue
Sucede en Providencia
Yali Yamile Rivera Farias
Lina Dubois
El ruido misterioso en mansión Henckel
Yohanna Yacqueline Trombert Villafranca
Pandora
Chocolate
María de los Ángeles Taberna
Tormenta
Adiós chico de mi barrio
Roberto Dannemann Carvallo
Karlito
Caminar o pensar, ese es el dilema...
Carlos Núñez Sepúlveda
El taxista
Radio taxis Eliseo
Alfonso Pino Pizarro
La Anto
Ojos Azules
Yolanda Espinosa Salazar
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El jardín
María Eugenia Pessoa de Mello Martins
Andariego
Andares
Gustavo Adolfo González Rodríguez
Ababa
El sembrador silencioso
Elizabeth Chicco de Colmenares
Mañungo
El amigo Peraca
Manuel Zavala Briceño
El eterno deudor
El deudor de Provi
Adolfo Milla Alcayaga
Mckilder
Providencia ayer y hoy
Ildemaro González
Navegante
La historia de Felipe
Mariano de Sarratea Rosales
Asivi
Averia del alma
Silvia Rebeca Garrido Lazo
Alicia de la mora
Providencia: Mi pasado desde el presente
María Ximena Pinto Larraín
Sagitario
Los zapatos de tacón
Laura Tapia Gutiérrez
Moni
El aviso
María Angelica Santibáñez Arancibia
Sarita
Golpe a golpe
María Eugenia Herreros Solar
Tala
¡¡¡Providencia que linda eres!!!
Ligia Salazar Cáceres
Viajero
La acequía
David Herrera Pommer
El Ñau
Circuito del recuerdo de Providencia
Sergio Montenegro Arriagada
Escarlata
Para no creerlo
Yasmina Espinoza Gómez
Cony
La vida bella es posible
Inés Concepción Roco Leiva
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4° Versión Cuentos y Relatos 2023
Sauda
4° Versión Cuentos y Relatos 2023
Dibacam
Diego Manuel Agustín Barrera Campos
La feria
Belisario
Dos amigos
Enrique Gandásegui García
Melchor
Cita a ciegas
Manuel Francisco Daniel Bauerle
Urbana
Un lugar feliz
Verónica Emilia Torres Ramírez
Willy 2023
Sueños del sur
Arturo Ulises Zumaeta Orellana
Beni
La casa vacia
Carmen Victoria Nieto
Cartor
De vuelta al Coppelia
Carmen Toro Muñoz
El administrador de la historia
Providencia: el nombre de sus calles y su historia
Jaime Alcaide Lara
Samarkanda
El cine las lilas y La Chatelaine
Liliana Baltra Montaner
No tiene
Nomor y las margaritas en chile
Maritza Cristina Merader herrera
El insoportable
¿Ya tienes lista tu historia?
Rubén Reveco
1er lugar
3er lugar
2do lugar
Menciones honrosas
Providencia, octubre 2023
31
Participantes