La Herreria

Page 1

LA HERRERÍA (Monografía)

1


Imprime: Gr谩ficas Diputaci贸n de Badajoz Dep贸sito Legal: BA- 001162/2012

2


Índice 1.- INTRODUCCIÓN ........................................................

5

2.- SUS ORÍGENES Y EVOLUCIÓN ..............................

5

3.- EL TRABAJO DEL HIERRO EN OLIVENZA ...........

7

4.- ELEMENTOS DE LA FRAGUA ................................

10

4.1.- Instrumentos de percusión .................................

11

4.2.- Instrumentos de sujeción ...................................

11

4.3.- Instrumentos de corte y taladro .........................

12

4.4.- Instrumentos de estampación ............................

14

4.5.- Instrumentos de torsión .....................................

16

4.6.- Instrumentos de retocado...................................

16

4.7.- Instrumentos de medición .................................

17

5.- INSTRUMENTOS DEL HERRADOR........................

17

BIBLIOGRAFÍA ...............................................................

20

3


4


1.- Introducciòn El herrero, oficio tradicional, se encuentra en vías de desaparición; uno de los factores de ello es el progresivo abandono de las faenas agrícolas, pues la mayor demanda de productos procedía de este sector. Junto a él también lo ha ido haciendo el herrador. Ambos trabajos están vinculados a un modo de vida agrícola antiguo. El de herrero fue un oficio exclusivo del varón, la transmisión se producía de padres a hijos, en el seno familiar. El taller solía ubicarse en un edificio exento, de un solo piso y de pequeñas dimensiones. Su espacio se dividía en tres zonas: la fragua, la de forja y la de ubicación de herramientas. Muchas de éstas eran fabricadas por los mismos herreros o heredadas. Con esta monografía nos acercaremos al origen y evolución de la herrería, al trabajo del hierro en Olivenza, los materiales empleados, según su finalidad, para terminar con los instrumentos del herrador. Por último, añadir que deseamos que este trabajo sirva para reivindicar el oficio del herrero y el arte de la forja, importante legado que es necesario recuperar, Extraída del libro Guía Práctica divulgar y respetar. de la Forja

2.- Sus orígenes y evolución Los primeros objetos de hierro datan del 3000 a.C, propios de civilizaciones como egipcias y sumerias. En la Antigua Anatolia, actual Turquía, los Hititas se convierten en grandes manipuladores y forjadores de este material. Sus conocimientos se transmiten 5


por Asia y Grecia. El imperio romano contribuiría a difundirlo por toda Europa. En la Península Ibérica su uso se generaliza hacia el siglo VI a. C. Del Pozo celta se pasa al sistema de ablandamiento del metal en época romana, en hornos de reverbero, perfeccionados por los mozárabes, quienes desarrollaron el laboreo de este metal como necesidad para sus asentamientos. Surgen así hornos de mayor altura, en los que podían ubicarse varias capas de masas metálicas alternadas con carbón en combustión, que eran alentadas por toberas y también se humedecían con agua pulverizada, consiguiendo una temperatura más elevada que en los hornos romanos, llegándose a lograr la licuefacción del hierro, lo que supuso un gran avance en la metalistería. Este hierro se encontraba lleno de impurezas, así que otro gran avance fue su depuración, haciéndolo pasar por filtros de piedrecillas donde quedasen adheridos los restos de carbón.

Horno reverbero romano

Horno reverbero mozárabe

En España, la modernización de la industria del hierro corrió a cargo de las Sociedades Económicas de Amigos del País, que desde mediados del siglo XVIII, la primera se funda en Bil6


bao, en 1768, empiezan a operar en las ciudades españolas. Ellas promovieron la instalación de los altos hornos, llamados así por su gran altura, pueden alcanzar los 80 metros, en los que se lograban temperaturas tales que hacían posible la fusión del hierro y más eficaces sistemas de afino para obtener el acero, material limpio de impurezas que ha ido desbancando al hierro. 3.- El trabajo del hier ro en Olivenza hierro Fraguas y herrerías fueron imprescindibles en la infraestructura de cualquier población. Con el hierro se crean gran variedad de objetos necesarios para construir edificios, desarrollar la agricultura y ganadería, producir armas, útiles de la casa tales como cazuelas, sartenes, ollas… La fragua se situaba en un extremo de la habitación que servía de taller. Aquí se calentaba el hierro. Era una construcción de forma rectangular o cuadrada y de dimensiones variables, con una altura de más de 2´5 metros, de 1´5 ó 1 metro de largo y de 0´5 metros de ancho. Consta de una plataforma con paredes en la que se coloca el carbón, donde se calienta el hierro. En su interior se encuentra la tobera, conducto a modo de tubo hueco que lleva el aire producido por un ventilador. La campana sirve para extraer el humo. Junto a ella el fuelle y yunque. No muy lejos, un cubo o bidón de agua empleado para bajar la llama del fuego, templar, etc. En la fragua se daba vida a piezas relacionadas con el trabajo agrícola y ganadero, pero también a obras de forja, arte que se remonta a la Antigüedad y que desde el siglo XX ha sufrido gran 7


retroceso. Forjar consiste en transformar el hierro en objetos útiles o decorativos mediante el batido o martilleo del metal candente hasta moldearlo y darle la forma deseada al calor de la fragua: rejas, verjas, lámparas, candelabros, faroles… Velázquez, en su obra La Fragua de Vulcano, supo reflejar nítidamente las partes de una fragua. En nuestra villa, a la vega del Guadiana, se emplazaban las fraguas junto a las puertas de sus murallas, recordándose aún las ubicadas en las proximidades de la Puerta del Calvario (la de Camilo o Cano), en la Puerta Nueva (la de Vento) y en la Puerta de San Francisco (la de Corneta y Sirolo). Con anterioridad Ledesma Abrantes, quien se refiere a este oficio como «o mais nobre e aquel que (1) obrigava a maior estudo» , nos recuerda las de Manuel Aguça y la de los hermanos José y Joaquín Abrantes. Y es que fue una profesión muy reclamada en Olivenza por sus numerosos edificios civiles, militares y religiosos. De estos últimos destacan la rejería de la capilla bautismal de Santa María de la Asunción, obra de Manuel Gómez, en 1866(2), y la verja de entrada al edificio de la Santa Casa de Misericordia, forjada por Joaquín Cupido(3). La primera de ellas consta de tres partes; la superior se adapta a la forma semicircular de la capilla, con forma de rayos de sol; la segunda (1)

(2)

(3)

LEDESMA ABRANTES, V.: O Patrimonio da Serenísima Casa de Bragança em Olivença. Lisboa, 1954, pp. 468 y ss. VALLECILLO TEODORO, M.A.: Arte religioso en Olivenza. Olivenza, 1991, pág. 82. VALLECILLO TEODORO, M.A.: Historia de la Santa Casa de Misericordia de Olivenza (15501-1970). Olivenza, 1993, pág. 131.

8


parte, constituida por doce rectángulos que recogen formar en flor. En el centro se reconoce, también en forja, el momento en que San Juan Bautista bautiza a Jesús; las hojas de la puerta, con barras capitales tupidas con cintas de hierro plegado y volutas de forja constituyen la última parte.

Verja del baptisterio de Santa María de la Asunción

El tres de marzo de 1863, el maestro armero Joaquín Cupido, adquiere la obligación de construir la verja del patio de la Santa Casa de Misericordia, según el modelo que le presentó la Junta de dicho Establecimiento, por la suma de 2.800 reales. Su parte superior, semicircular, se decora con motivos florales; en su centro una cruz con la calavera, sello de la Misericordia, y las iniciales HDC; todo ello ha sido sustituido por la fecha 1501, alusiva al año de su fundación en Olivenza; la segunda parte la constituyen las dos hojas de la puerta, ornamentada con motivos florales; por último, los laterales de las hojas centrales asemejan tulipanes entrelazados. A dicho maestro se debe también la verja del coro de la iglesia de esta cofradía. Por otro lado, la del altar mayor, obra ejecutada en 1902, fue labrada por José del Carmen Ferrera(4). (4)

IDEM, PÁG. 58

9


Verja de entrada a la Santa Casa de Misericordia

También el herrero hacía las veces de herrador, desplazándose con una bigornia o yunque móvil, martillo y chapa por los cortijos. Lo más frecuente era herrar las caballerías, pero también hacían cencerros. Con ayuda de unos patrones fijos cortaban la chapa, añadiéndole el asa, la hembrilla para sujetar el badajo y la pedrera o refuerzo de la boca. Todo ello lo recubrían con barro y lo introducían en la fragua para cocerlo. Finalmente se añadía el badajo, del que se obtenía un sonido característico martilleándolo en frío para su afinado. 4.- Elementos de la fragua Para una mejor comprensión de los útiles de la fragua se ha decidido dividirlo atendiendo a su finalidad. Así tenemos instrumentos de percusión, de sujeción, de corte, estampación, torsión, retocado, medición y, por últimos, algunos usados por el herrador. 10


4.1.- Instrumentos de percusión. Entre ellos mencionemos el yunque, bloque de acero dulce, con cara superior rectangular (mesa) y provisto de dos apéndices, uno cuadrado, el otro, en pico redondeado. En ellos se descubre un agujero de la misma forma. Presenta base o peana que apoya en el tajo, base de madera, generalmente de encina, con objeto de absorber el efecto de los golpes. Ligado al yunque se encuentra el martillo, que puede presentar diversas formas. Es la herramienta más utilizada en labores de forja. Se diferencian tanto por su forma como por su peso, siempre en función del trabajo a realizar. La parte más gruesa se llama boca o maza. Puede ser redonda, cuadrada, en herradura, ovalada, casi plana, abombada…, conociéndose por nombres tales como de peña, bola, brazos, mazo o de guarnecer.

4.2.- Instrumentos de sujeción Las tenazas son herramientas imprescindibles en el taller de forja pues permiten introducir, guiar y manipular las piezas en el fuego o sobre el yunque. Se componen de dos barras que tienen 11


una parte plana y bastante ancha, donde llevan un orificio atravesado por un perno que las articula; sus extremos, denominados mordazas, acaban en formas planas, redondas o cuadradas para sujetar la pieza. Entre los principales tipos de tenazas que se hallan en una fragua se encuentran: las de mordaza plana, ahuecadas, acodadas, de pernos, de remache, de cuello de cisne, boca de hormiga…

Tenaza de cuello de cisne

Tenaza boca de hormiga

Tenaza de mordaza plana

Tenaza de pernos

4.3.- Instrumento de corte y taladro La taladradora se empleaba para realizar agujeros, con ayuda de una broca. En esta sala del Museo Etnográfico se pueden apreciar dos tipos: una portátil, otra fija. En esta última, de mayor tamaño, también llamada de columna, el movimiento se produce de manera mecánica. Consta de un sistema de refrigeración que lleva el líquido hasta la boca con el fin de evitar el calentamiento excesivo y que no pierda temple. 12


Taladradora de columna

Taladradora manual

La tajadera, herramienta del yunque que se utiliza con mayor frecuencia. Siempre se empleaba en combinación con su tas asentado sobre el yunque y colocado sobre el agujero existente a cada lado de éste. Permite cortar hierros en frío o en caliente y hacer cortes rectos o curvos. Siempre se dispone la pieza sobre el filo de la tajadera, golpeándola con el martillo sobre la zona de corte. El cincel, barra de acero endurecido con filo cortante, presenta cuerpo de sección rectangular o troncopiramidal con bordes redondeados; la cabeza se dispone ligeramente abombada para recibir los golpes. El herrero lo empleaba para cortar chapa o eliminar remaches, marcar el corte de la pieza, realizar hendidos… Los útiles de cincelar reciben distintos nombres dependiendo del trabajo al que se destinan: buril, gubia, rompedera y escoplo. La forma de su cuerpo y cabeza es similar, variando su filo. 13


El punzón es un instrumento de hierro acerado, de unos 20 a 25 cms de longitud, con punta afilada y un extremo plano sobre el que se golpea con el martillo. Puede ser de mango o de mano y prePunzón de mango sentar secciones redonda o cuadrada. Se utiliza para hacer agujeros en el metal, normalmente en caliente, o para agrandar la hendidura hecha con la tajadera. La cizalla permite cortar en frío pletinas de grosor moderado. Consta de un cuerpo o armazón sujeto al pie o soporte en el que se monta la cuchilla fija; la móvil se dispone sobre un brazo articulado. Se afilaban, con frecuencia, con piedra esmeril. 4.4.- Instrumentos de estampación Entre ellos destacan estampas, moldes o matrices, piezas de acero, provistas de una espiga en su parte inferior para asegurarlas en el orificio del yunque. En nuestra sala abundan las matrices relacionadas con objetos agrícolas. La canaleja es un instrumento constituido por dos elementos que actúan a manera de molde. Uno de ello, hembra, tiene un apéndice que se acopla en el agujero cuadrado del yunque, mientras que el otro, macho, va enmangado para manejarlo con la mano. Se usa para dar un perfil definido al hierro.

14


Hembra de canaleja

Macho de canaleja

Buterola y contrabuterola son dos elementos, uno en forma de buril, con boca redondeada y engrosamiento en su cara, el otro cuadrado, con vano central que reproduce en negativo la forma de la boca del primer elemento. Servían para hacer la segunda cabeza de un remache. La clavera es una pieza de forma rectangular, perforada por agujeros de diferentes formas y tamaùos, que en su interior disminuyen de grosor de arriba abajo. Se empleaba para hacer clavos. El degßello es un instrumento de filo romo y redondeado. Existen dos variedades, de yunque y de mano. Éste lleva en su parte media un agujero para astil de madera. La parte opuesta a la boca es plana para recibir los golpes del martillo. Su boca puede ser recta, de filo romo o curva. Su finalidad es degollar, es decir, estrechar los perfiles del hierro. 15


4.5.- Instrumentos de torsión El retorcido, también denominado entorchado, consiste en la torsión de una barra de acero con fin ornamental. El hierro debe ser calentado previamente y estar sujeto en las mordazas de un tornillo. La palanca es el útil más sencillo para realizar entorchado. La grifa permite el plegado o doblado en pequeñas piezas de hierro. Son de sección circular, formado por dos apéndices paralelos, lateral o perGrifa pendicular con respecto a la barra. Existen grifas de mano, cuya barra de sujeción es perpendicular a los apéndices a los que está unida, y grifa de yunque, con barra similar, paralela a los apéndices. 4.6.- Instrumentos de retocado El más usual es la lima, barra templada de acero, provista de pequeños dientes cortantes que arrancan el material por fricción. Pueden estar dotadas de un mango de madera, reforzado con anillo metálico para que no se agrieten. Se emplean para desbastar, acabar piezas, eliminar imperfecciones cometidas en la forja, igualar superficies o pulir contornos. Hay diferentes tipos: plana paralela, plana de punta, plana delgada, de cuchillo, redonda, triangular, cuadrada, media caña, de aguja, esta última es una lima de pequeño tamaño para trabajos de gran precisión.

16


4.7.- Instrumentos de medición En la sala del Museo se localizan reglas de acero, graduadas en decímetros, centímetros y milímetros, escuadras, formadas por dos brazos unidos, de acero, en ángulos de 90º, compases, también de dos brazos de acero, de igual longitud, cuya abertura se fija mediante un tornillo de apriete, falsa escuadra, constituida por dos brazos, uno de madera y el otro de acero, articulados en un eje que se puede regular según el ángulo requerido. Se utiliza para transportar la apertura de un ángulo determinado sobre la pieza trabajada.

Escuadras Compases

5.- Instrumentos del herrador Como ya se ha comentado, el herrero también podía ejercer las funciones de herrador, desplazándose por los cortijos del término. Para desempeñar su labor siempre llevaba consigo los siguientes útiles: 17


La bigornia o bigorneta, pequeĂąo yunque portĂĄtil que puede llevar dos bigornias, una redonda, otra cuadrad. Otros tienen una superficie superior redondeada y doblada. Se puede montar en un cepo de madera. El pujavante se empleaba para rascar la suciedad del casco de las caballerĂ­as antes de colocar las herraduras.

Pujavante

18


La cuchilla de herrar se utilizaba para recortar el casco de las caballerías. Otros elementos fueron la escofina, pequeña cuchilla de hierro para lijar el anverso de las herraduras; tijeras, para cortar la chapa con la que se hacían los cencerros; por último, la burra, especie de asiente de madera donde se apoya la pata del animal.

Cuchillas de herrar

19


BIBLIOGRAFÍA Guía práctica de la forja artística. León, 1997 JIMÉNEZ PREGO, M.T.; MARTÍN MOLINERO, M.: Jerónimo Soto. Un artista de la forja. Mérida, 2001. MORCILLO PARES, M. A.: La forja. Oficios tradicionales en Madrid. Madrid, 1982.

20


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.