Museodelarbol64 by Museo del Árbol

Museo del Árbol Año 7 No. 64 Julio-Agosto 2017

Fotografía de Boris Muñoz, 2017. 2

M u s e o d e l Ár b o l

Año7 No. 64 Julio - Agosto 2017

Publicación independiente sobre arte, cultura y sostenibilidad en Costa Rica, circula en Internet a través de la plataforma Issu.com. Por la calidad de diseño y concepto, posee desde su creación en 2010 el Sello de Respaldo de la Asociación Latinoamericana de Diseño.

Edición especial muestra de fotografía contemporánea 3

Fotografía de Boris Muñoz, 2017. 5

Museo del Árbol edición No. 64 (especial) ISSN 2251-3349

Grupo Editor Luis Fernando Quirós Rodolfo Uder Ilse Uder Nelson Moya

Museo del Árbol brota como un espacio de reflexión crítica y sensibilidad acerca del árbol en la naturaleza y en nuestras vidas. No es un museo físico, sino virtual, se accede a su espacio donde podemos movernos por sus páginas-salas.

Julio 2017

Artistas participantes

Nelson Moya

Esta edición No. 64 la dedicamos a una muestra virtual de fotografía contemporánea titulada “Subir al Árbol”, con la participación de artistas que han puesto su mirada en la experiencia de ver el árbol desde otras alturas e integrarse al proceso creativo que lo tematiza.

Renato Manzoni Boris Muñoz Cristian Bonilla Gabriel Moreno Alessandro Valerio Pablo Romero José Montero Roberto Guerrero Ana Beatriz Sánchez Dinorah Carballo Maurizio Bianchi Irvin González Oscar de la Cruz Otello Quirval

Edición No. 64

Subir al Árbol / Fotografía Contemporánea

Cuando se sube a un árbol observamos el mundo desde una perspectiva muy distinta (actúa un fenómeno de la visión, pues al mirar hacia abajo los objetos se ven más pequeños, como si estuvieran más lejos), tanto, que en ocasiones sentimos temor al bajar o abandonar la altura alcanzada. La idea de esta muestra virtual es abordar el fenómeno desde un plano simbólico o metafórico, al construir una visión del árbol vista desde otras miradas, desde otros filtros o perspectivas, incluso ilusorias o propias de los imaginarios simbólicos tratados por los artistas en la actualidad. En la vida diaria, subir al árbol implica asumir contingencias y retos, afrontar los problemas con una visión renovada desde nuevos ángulos problémicos. En cuanto a la misión e interés del proyecto Museo del Árbol –cuyo principal producto es la revista en línea del mismo nombre y que ya publicamos sesenta y cuatro entregas-, es impulsar estas experiencias creativas, centrales a la poética de la naturaleza, para conocerla, tener una experiencia con ella y estimularla desde un “gesto cuántico”, pues al contemplarla, al fotografiarla, constituye una manera de decirle a través de arte cuán enorme e importante es como madre de todas las formas de vida, que nos permite vivir en ella, refugiarnos, deleitarnos, transformarla creativamente para gozar de sus dones: aire renovado cada día, agua abundante, alimento, fuego, calor, y tantos otros dones que conforman su diversidad sin la cual no podríamos vivir. 8

Boris Muños, Paisaje fragmentado, 2017. Fotografía digital.

La edición la dedicamos por completo a esta muestra de fotografía y poesía titulada “Subir al Árbol”, con la participación de artistas que han puesto su mirada en la experiencia de explorar a esta criatura desde otros niveles e integrarse al proceso creativo que lo tematiza. Quizás Subir al Árbol signifique caminar hacia la montaña, como el reto propuesto por Nelson Moya al escalar los empinados riscos del cerro Chirripó, la frontera más elevada del país para captar ese entorno del páramo. O las construcciones fotográficas de Boris Muñoz quien pasa horas y horas engullido por el trabajo creativo allá en su taller de Parruás de Birrisito, filtrando, graneando, contrastando, generando interés compositivo para las imágenes con que siempre nos sorprende. El poeta Christiam Bonilla Poveda nos pinta con el pincel de la palabra el árbol de la existencia, donde asoma un signo de minimalismo: “A ser simplemente un árbol con únicamente lo esencial colgando de mis ramas”. Subió al árbol Renato Manzoni –artista español residente en Barcelona y amigo del proyecto-, para verlo construido al interior de un constructo que lo envuelve o lo ve brotar como un rizoma desde esas arquitecturas, atributos de lo metafísico al abstraer la naturaleza y figurar lo hecho por su humana imaginación. 9

Elevarse al plano conceptual es la altura para los artistas más jóvenes invitados a ser parte de esta presentación virtual, como Gabriel Moreno, quien escaló el árbol social, para escudriñar cada signo de sus ramajes: la familia, la fe, la educación, la economía, la ecología, e indagar sobre esos valores que conforman la estructura que nos sostiene aunque a veces pareciera colapsar. Alessandro Valerio centra su propuesta en la poética, construcción de la metáfora “natura/ naturata”: altar que acrecienta a la Tierra sirviéndose de materiales del mismo entorno como florecillas silvestres, heliconias, bejucos, trepaderas, líquenes, musgos, cortezas, piedras y aguas que fluyen entre esos “Atajos del Río Tibás”. Pablo Romero nos propone una panorámica conceptual quizás avistada a la manera del “Barón Rampante” del célebre Ítalo Calvino, para mostrarnos a contrapelo el efecto de la contradicción: la realidad del anhelado desarrollo de las comunidades rurales del país. José Montero presenta una fotografía en la cual el follaje natural consume un retrato de gres, el cual quizás simboliza la cara de la raza, hallazgo del artista palimpsesto quien cava entre las estratificaciones del mundo para develarnos aún mayores significados para la cultura. Roberto Guerrero literalmente subió al árbol, para evocar el mito de Dafne quien de repente se percató que su piel era de corteza, sus brazos ramajes y sus pies bajaban como raíces para penetrar el suelo donde estaba plantado. Todos buscamos un árbol al cual subir, algunos trepamos a lo más alto de una montaña para buscarlo, otros lo encontramos en la misma ciudad, o lo reconstruimos en la virtualidad de la computadora para que su imagen capturada fotográficamente o construida por dicha tecnología siga fluyendo entre las redes, como en el caso de esta muestra. Ana Beatriz Sánchez se internó en el verdor del entorno para decirnos: Subir al árbol no es más que ver las cosas desde diferentes perspectivas; área en algunos casos, paralela y vertical entre otras. Como la vida, tendremos días que subimos, bajamos, nos enredamos o miramos hacia el cielo. Dinorah Carballo presenta un conjunto de imágenes de un Guanacaste -Enterolobium cyclocarpum-, con sus “chorejas” depositarias de las semillas que contribuyen a su permanencia. Otello Quirval focaliza un paisaje de cenizas y troncos renegridos o carbonizados para decirnos que aún después de la devastación del fuego permanecerá la belleza. Irvin González elaboró tres árboles a partir de las posibilidades que le ofrece la tecnología para sorprendernos con su visión de imperante rotación. Maurizio Bianchi para subir al árbol cultiva

Karla Solano. Amanecer nublado, 2017. Fotografía digital.

una bugambilia impregnándole la imagen de un árbol en plena floración. Y Oscar de la Cruz, fue al pié del árbol, entre el sotobosque o la pradera donde encuentra cientos de ranitas de varias especies para hablarnos de cuán enorme es la creación. Así también en esta experiencia expositiva en línea podemos apreciar el arte de quienes recomponen un discurso con signos donde el referente arbóreo quizás desaparece del escenario, para intrincar la comprensión y obligarnos a aguzar la mirada y lectura de esos indicios que nos lleven a elevarnos y gozar a cabalidad el acertijo de -desde esas alturas-, hacer arte hoy en día. Luis Fernando Quirós, curador

Nelson Moya Moya: Chirripó Tanto en el ascenso como en el descenso al Cerro Chirripó –a 3820 metros sobre el nivel del mar-, es inevitable dejar de admirar el imponente paisaje. La regeneración de los árboles en el sendero “Los Quemados”, es prueba irrefutable de que Natura posee una fuerza incontenible para afrontar las adversidades. Tampoco el caminante puede obviar el arbusto color rosa que sobresale al amplio verdor del páramo, a la vera del sendero que lleva a “Valle Los Conejos”, o el árbol escultural enclavado en la brecha de ascenso a los Crestones. ¡Inolvidable, misterio, espiritualidad, misticismo; prevalece la admiración de la naturaleza en su máximo esplendor…!

Nelson Moya. ChirripĂł, Los Quemados. 2017. FotografĂa digital.

Nelson Moya. “Sendero los quemados” Chirripó, 2017. Fotografía digital.

Nelson Moya. Jardín Chirripó, 2017. Fotografía digital.

Renato Manzoni: “Simbiosismo” El artísta “simbiótico” El “Simbiosismo”; es una manera de hacer y entender el arte. Es una mezcla de lenguaje artístico que goza y bebe en las artes escénicas, en las técnicas de ambientación, la plástica de la fotografía y las estéticas de la pintura, el grafismo y la ilustración así como, y entre otras, de las leyes arquitectónicas y la proporción escultórica. En definitiva, fusiona el alma, el sentimiento que anida y da vida a cualquier tipo de expresión plástico-visual. El artista simbiótico pues, es en parte algo de todo: pintor, dibujante, fotógrafo, escenógrafo, arquitecto..., y su obra debiera ser totalmente producto de su creación y trabajo, o participar activa y directamente en ello.

Renato Manzoni. “Addio, Amore (12h)”. Dibujo digito-vectorial. Piezas únicas originales.

Renato Manzoni. “Karl-Marx-Allee (era)”. Dibujo digito-vectorial. Piezas únicas originales.

Renato Manzoni. “Karl-Marx-Allee (es)”. Dibujo digito-vectorial. Piezas únicas originales.

“

Boris Muñoz: “Paisajes alterados”

Boris Muñoz “Paisajes alterados” 2017. Fotografía digital.

Cristian Bonilla Poveda: PoesĂas

NUNCA MÁS “Estoy lleno de sombras” de miedos que me salen por los ojos como en un cuadro del Bosco. Esta noche fresca de julio me ladran los aguaceros. El canto de las brujas es la danza de los diablos. Hoy me quedo quieto en el árbol no sea que quieran invocar lamentos usando el cuenco de mi cráneo.

ÁRBOL Me veo tentado a perder mis creencias fiduciarias a quedarme desnudo A ser simplemente un árbol con únicamente lo esencial colgando de mis ramas Me veo tentado a mirarme para adentro y descubrir que lo único verdadero que hay en el fondo es la conciencia de mí mismo y la certeza de que Dios existe aún debajo de tanta cosa.

CUADRO MARINO El atardecer se devora un barco frente a una tribuna de รกrboles. Las gaviotas, ajenas al magnicidio, hacen clavados en su hambre.

DESDE EL AIRE Desde acá se puede observar la calva de las nubes Las ciudades como simples hormigueros La costa como una línea a mano alzada Desde acá, más cerca del cielo de lo común debería encontrarme a Dios pero hecho la mirada al horizonte y veo sólo nubes Desde acá la tierra es infinitamente grande comparada con nosotros Los barcos parecen meteoritos viajando a ras del mar Tampoco se ven manadas de ballenas azules Desde acá el hombre es invisible, inexistente, casi inocente

Gabriel Moreno: â&#x20AC;&#x153;Textigos en segunda instanciaâ&#x20AC;?

Gabriel Moreno “Textigos en segunda instancia” 2017. Fotografía digital.

Alessandro Valerio: “Atajos del río Tibás” “Entiendo el paisaje como forma y materia, metáfora y signo. Lo transformo caminando, igual que él a mí. Ese caminar es la inscripción de una experiencia… que es al mismo tiempo sensible y racional. Un reflejo, una textura, una marca, un sonido. El aire. La realidad, Natural y cultural.”

Alessandro Valerio “Atajos del río Tibás” 2017. Fotografía digital.

El trabajo “Atajos del Río Tibás” indaga la relación de la natura con la cultura investigando en los límites entre: lo real dado natura naturas y lo real modificado natura naturata. A partir de este binomio se activa el entorno circundante al río con un conjunto de intervenciones en el espacio. Explorando con varios soportes, materiales y co-actores como: piedras, bejucos, hormigas, la lluvia, agentes climáticos, flores, arboles e incluso algunos transeúntes. La intervención la entiendo como una acción concreta que consiste en: recolectar, colocar, superponer, pintar, sustraer o construir. Así modifico la gramática visual del río y sus atajos: con el fin de comunicar y exponer la relación de la natura/cultura en este paisaje. Algunas veces esta relación será explorada a manera de contraste mientras en otras se mimetizará entre los materiales usados.

Alessandro Valerio “Atajos del río Tibás” 2017. Fotografía digital.

Pablo Romero: “Panorámica” El ejercicio de subir al árbol en mi historia personal parecía ser algo relegado al recuerdo de las vivencias en la infancia; es una práctica que además en la zona urbana se vuelve casi nula al haber pocos árboles a los cuales visitar y por la extrañeza que puede generar en los demás ver que un adulto se suba a un árbol, ahora el panorama ha cambiado un poco y debido a inesperadas circunstancias estoy viviendo en la zona rural, donde hay más árboles que postes de luz, y la invitación a este proyecto fue un detonante para una expedición.

Imagen Panorámica según el Barón Rampante, o ¡¿Progreso a la Vista?!

Es curioso que la palabra árbol también sea un sinónimo de mástil, esa parte de los barcos que sostiene las velas y donde se subían los avistadores para divisar el horizonte, desde donde hace más de 500 años se exclamó la famosa frase ¡Tierra a la vista! Entonces, me di a la tarea de buscar un árbol en el cual pudiera subir, buscando nuevas perspectivas. El punto de partida fueron las preguntas ¿Cuál es el panorama desde un árbol en una zona rural como San Carlos? ¿Qué es lo que se ve? Puede asociar el panorama “físico” con uno más sugerente como cuál es el panorama futuro para esta cantón. ¿Qué tanto pesa la idea de progreso en la zona rural? Sobre todo cuando la idea de desarrollo está ligado a la desaparición del verde en pro del concreto, de la construcción, del comercio que genere oportunidades de empleo muchas veces en detrimento del paisaje natural. Vale la pena cuestionarse esta idea de desarrollo que muchas veces es un proyecto inacabado y que muchas veces se usa como slogan político en estos lugares ignorando todos los problemas propios de la zona urbana. Para esta pieza subí al árbol para documentar por medio de la fotografía digital el paisaje desde la altura y desde diferentes puntos de perspectiva que tenía al estar allí arriba, después en un trabajo de postproducción agrupé algunas de las fotografías en un collage para crear una imagen panorámica como lo hacían los antiguos avistadores, esta vez no en busca de tierra pero sí de algo más... Pablo Romero Valverde 45

Pablo Romero. Imagen Panorámica según el Barón Rampante, o ¡¿Progreso a la Vista?! 2017. Técnica: Collage y fotografía digital 46

José Montero: “Retrato siendo consumido” El oficio de la cerámica en mi taller “Enraizados” siempre está en convivencia con el jardín, un jardín que literalmente nació sobre el cemento. En un espacio de 2 metros y medio por dos metros se encuentra este retrato, que día a día como una metáfora de la vida misma se va consumiendo y formando parte, en el que se vive de manera incierta el cómo de alguna forma pasé de sembrar a habitar, y de habitar a permanecer. Por su naturaleza dinámica y de crecimiento esta fotografía se llama “Retrato siendo consumido”.

José Montero “Retrato siendo consumido” 2017. Instalación.

Roberto Guerrero: “Dafne”

Roberto Guerrero, “Dafne” 2012. Fotografía digital, b/n. 100 x 150 cms.

Ana Beatriz Sánchez: “Perspectivas íntimas” Descubriendo formas en los bosques nubosos y árboles frutales de Atenas y Santa Ana, recorriendo su piel y su forma, observo capas y estructuras llenas de significado y textura. Subir al árbol no es más que ver las cosas desde diferentes perspectivas; área en algunos casos, paralela y vertical entre otras. Como la vida, tendremos días que subimos, bajamos, nos enredamos o miramos hacia el cielo. La fotografía nos permite documentar estas vivencias y lugares, cito al fotógrafo estadounidense Paul Strand: “Siempre he querido estar atento a lo que me rodea y he buscado usar la fotografía como un instrumento de investigación y para reportar la vida de mi propio tiempo”.

Ana Beatriz Sánchez, “Perspectivas íntimas” 2017. Fotografía digital.

Fotografías realizadas en el Bosque Caricias en Heredia , Atenas y Santa Ana.

Ana Beatriz Sánchez, “Perspectivas íntimas” 2017. Fotografía digital.

Fotografías realizadas en el Bosque Caricias en Heredia , Atenas y Santa Ana.

Ana Beatriz Sánchez, “Perspectivas íntimas” 2017. Fotografía digital. 57

Ana Beatriz Sánchez, “Perspectivas íntimas” 2017. Fotografía digital.

Fotografías realizadas en el Bosque Caricias en Heredia , Atenas y Santa Ana.

Revisando archivos

Dinorah Carballo: â&#x20AC;&#x153;Siguiendo rastrosâ&#x20AC;?

Dinorah Carballo. “Siguiendo rastros”, 2017. Fotografía digital.

Maurizio Bianchi: Visiรณn arbรณrea

Maurizio Bianchi. Visión arbórea. 2017. Fotografía digital.

Irvin González: “Visión 360 Grados”

Irvin González. “Visión 360 Grados”, 2017. Fotografía digital.

Oscar de la Cruz: “Criaturas del bosque”

Oscar de la Cruz. “Tríptico Criaturas del bosque”, 2017. Fotografía digital.

Otello Quirval: “Incendiarios” “Incendiarios” no aclama la nociva actitud de quemar los bosques, la fustiga, la rechaza, la condena. Aunque en tanto “paisaje” posee o es portador de una dosis de contingencia o memoria de lo actuado por el fuego, que entre sus cenizas no deja de inquietar y provocar belleza.

Otello Quirval “Bosques quemados”, 2017. Fotografía digital intervenida.

La revista trimestral de arte contemporáneo L’ FATAL (la fatalísima) es un proyecto editorial de los curadores Rolando Castellón y Luis Fernando Quirós, con comentarios de exposiciones, ensayos críticos o de teoría del arte en Costa Rica y la región centroamericana. A la fecha se han publicado diez ediciones y publica también una hoja suelta L’Hoxa, con temas específicos de interés del mundo del arte actual.

https://issuu.com/lfatal/docs/

Joaquín Murillo. “Pescadores al atardecer”, 2017. Fotografía digital.

Fotografía de Boris Muñoz, 2017.