Cancionero petrarquista 3º E

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NOTA PREVIA Este libro de poemas es el producto final del proyecto Un cancionero petrarquista1, desarrollado en el IES “Chaves Nogales” de Sevilla durante el tercer trimestre del curso 2015-2016, como parte de la materia Lengua Castellana y Literatura de 3º de ESO E. El libro culmina un proceso de escritura colaborativa entre los alumnos y alumnas del grupo. Se trata de la recreación de algunos poemas del Cancionero de Francesco Petrarca, nacida de la aplicación de los principios humanistas de la imitatio renacentista. Los poemas mantienen la numeración de los originales de Petrarca, por lo que se puede acudir a ellos para comprender mejor el proceso de asimilación y transformación de los modelos. Por otro lado, el canon de belleza petrarquista ya no es el actual, y el sentimiento amoroso también ha cambiado bastante en estos primeros años del siglo XXI, especialmente en lo que se refiere al papel de las mujeres en las relaciones amorosas. Nuestros poemas pretenden ser una actualización en ambos sentidos indicados de los poemas petrarquistas. Esperamos que sean de vuestro agrado.

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Este proyecto quedó en segunda posición en la convocatoria de los VIII Premios Rosa Regás a materiales educativos que defiendan la igualdad entre hombres y mujeres. La secuencia didáctica puede visitarse en http://sites.google.com/site/cancioneropetrarquista/


RIMAS IN VITA


1 Tened en cuenta, los que escuchĂĄis estos versos, que se trata del reflejo de un amor de juventud que, desde mi madurez, contemplo con sonrojo. Perdonad este atrevimiento y comprendedlo. Ha sido un breve sueĂąo, y ya no importa. Nacho Gallardo


6

Tan desorientado está mi sueño detrás de la que desvela su huida y con lazos ágiles vuela el amor enfrente del tranquilo galopar mío,

que cuanto más tardo en dominar, menos me escucha y me respeta, ni con correas, ni con cuerdas me vale, que es natural del amor tan fuerte.

Y así, después de todo intento, yo aquí quedo en su poder y por culpa mía, fue todo esto;

pero ir solo, al logro donde cogí áspero producto, cuya agria pulpa mi herida agranda y no cura.

Juan Antonio Espejo


8

Al pie del monte en que tus galas esos ojos claros me iluminan, ese cuerpo como griega escultura, aquel chico del que todos se enamoran.

De un día para otro, sin yo quererlo, vinieron a mí deseos de estar contigo, pero eso fue una tortura, ya que eras un amor no correspondido.

De estar libre como un pájaro a prisionera como un ratón. Por esos ojos claros mis sentimientos son un descontrol.

Yo deseo que desees a una joven y bella mujer, y que esta te desprecie para que mi dolor puedas ver.

Laura Lucena


10

Famosa columna que sujeta nuestra ilusión y el escudo a quien no quita del buen camino la furia de Jove en lluvia o tormenta.

No aquí alcázar, función ni lujosa Mansión, sino un árbol entre el césped y una columna vecina en el que allí nueva rima inventa.

Muestran al cielo su gran pensamiento y el pajarillo que suavemente tranquiliza todos los días llorando sus penas.

De amor inflé el alma, pero haces tantas cosas bien que tú, mi rey, te alejas de nosotros.

Juan Antonio Espejo


11

Dejar por sombra o sol jamás os veo, señora; ahora ni me miras cuando sabes qué es lo que pienso de ti, mas cuando no lo sabías sí lo hacías.

Mientras yo llevé escondido el deseo vi tu voz y tu mirada hacia mí; pero cuando lo supiste tu voz se apagó y esa mirada oscureció para mí.

Esa voz, lo que más me gustaba, me has arrebatado, esa mirada, con un mar en ella me la has arrancado de mi pecho como si de un suspiro se tratase.

Javier Peralta


14

Ojos tristes, en tanto que yo os lleve a vuestro amado, os ruego estĂŠis atentos porque yo os quiero.

Mi pensamiento de muerte no es fingido, solo yo me puedo sanar.

Y por ello, deja ya de llorar, amada mĂ­a, y ponle fin a tu dolor.

Sandra Molina


15

Intento olvidarle pero no puedo, cada paso que doy vuelvo de nuevo, no consigo olvidar tus ojos verdes, cansada estoy ya de tanto pensarte.

En cuanto consigo olvidar, vuelvo a recordar viejos tiempos que siempre anhelo.

Y entonces me pregunto: ¿cómo conseguir alejarme de él y poder olvidar su sonrisa?

Pero me respondo diciendo: ¿Ya has olvidado que el que ama nunca consigue olvidar a su amor?

Sandra Gómez


17

Lágrimas salen de mis ojos cada vez que tengo la oportunidad de ver a ese simple chico con el que miles de veces he deseado soñar.

Es cierto que aunque no tenga toda tu atención en mí, me armo de fuerza y de valor para no dejar de sonreír, ya que eres el hombre por el que yo quiero vivir.

Pero después pierdo las palabras, al ver que cuanto más intento acercarme más te retiras de mí.

Tras tanto tiempo pensando en ti, hoy por fin mi corazón está libre. Pero siempre tendré tu recuerdo clavado en él.

Noelia Ramos


26

Lloraba amor y yo con él lloraba, del cual cerca mío andaba, viendo cómo de él te alejabas.

Tantos ruegos yo a Dios pedía, que un día cese sin más, pero él me escuchó y los hizo realidad.

Ahora quieres volver por dejar tu deseo; mejor quédate con quien habías escogido.

Me mostré áspera pero fue para mostrar lo duro que es esto y que la mujer también tiene elección.

Sandra Molina


34

Brillaba la estrella al este, y mientras la otra, ardiente, quema otro lucero lejano, en la estrella polar volteaba sus rayos de luz hermosa. Se elevaba ya vieja, pues al calor de la brasa elevaba el vuelo, mientras atizaba con sus rayos a los amantes dormidos. Cuando llegó, ya no quedaba esperanza en mi corazón dolido y herido, empapado por el llanto, y creí oír que me faltaba valor si aún mis ojos otros ojos veían, ¿qué no quería?

Sara Bernal


40

No quiero verte más. No quiero ver a tu persona ni a tu bella sonrisa que como tonta me enamora.

Debo eliminar todo sentimiento que me atraiga a tu ser. Aunque el hecho sea triste y frío, olvidarte será mi principal meta.

Haré que no me destruyas como el depredador al pequeño animal; aunque sea una aventura, lo que quiero voy a alcanzar.

Y aunque mi corazón diga que lo intente una vez más, mi astuta cabeza siente que llegará el punto y final.

Laura Lucena


50

Por más que te quise y haberte ayudado, haberte servido de psiquiatra y abogado.

Yo más te ayudo, tu más me dañas. En los sueños escucho cómo me hablas.

En las noches en mi mente estás; aquí, yo llorando al pensar que estás a mi lado, imaginándote en mi regazo y tú pudiendo estar en brazos de otra.

Y aunque egoísta sea yo quiero tu corazón, solitario y de alma rota.

Ana Hidalgo


54

Tan ilusionada estaba que no me importaba nada más.

Yo seguía detrás de él, pero a la vez me decía: “Estás perdiendo el tiempo”

Yo seguí, hasta darme cuenta de que era cierto. Perdí el tiempo.

Natalia Rodríguez


56

Cuando pensé el amor muerto por la dureza de la vida y el paso de los años, llama de nuevo a mi puerta y mi corazón agita. Pues en realidad no murió, sólo dormía, y lloro amargamente con lágrimas de fuego que me queman dentro. Tarde lo encontré, pero más fuerte me sujeta, y cuando intento escapar sus nudos aprieta.

Sara Bernal


58

Mi amor en llegar días tarda, querer verla así de temprano... Aquí la espero con toda mi alma. Quererla es poco, pero amarla es nada.

Su cabello rubio, sedoso y fino, altas cumbres del celo llega, sus ojos marrones confunden mi sentido y su piel morena a mí atosiga.

Yo fui antes a por su alma apagada. Nadie quiere asimilar mi amor a ella. No me rendiré ante la ignorancia humana, sentir la fuerza de mi pesar no contemplo.

Ni el centurión más grande desflora a la más bella dama de noche que asola mi corazón de sol a sol.

Álvaro de la Torre


61

Bendito sea el momento el lugar, el sitio, la esquina aquel dĂ­a, aquel instante en el que me enamorĂŠ de ti;

bendita la forma y bendita la manera y el arco con el que lanzaste aquella flecha que clavaste en mi corazĂłn.

Bendita la voz y benditas sean las palabras de tu nombre, las cuales pronuncio con orgullo en cualquier lugar;

y bendita toda cuanta fama te doy y benditos los momentos en los que me pierdo pensando en ti.

Francisco Javier Bravo


69

Desde los primeros instantes cruces comedidos de miradas, roce sincero entre mi pierna y la tuya; todo aquello que te rodea quiero haberlo sentido.

Pero al zarpar viento en popa, sorprendida me halló algo que no había percibido, algo en ti me ha hablado

Corro en pos de aquello, entre pétalos caídos y otros puestos ¿Qué es?

Y llegó hasta el final del abismo, y tú, y comprendo es ahora que lo entiendo, ni perseguirlo, ni dejarlo,


ese no es el camino que creĂ­ correcto al haberte seguido.

Nerea Navarro


74

Cuando en más bella edad estaba y el amor cada vez más nos unía, sentía que aquí no podías dejarme, cuando tú eras mis únicas ganas de vivir.

Sé que aunque no estés presente desde aquí lejos aún puedo contemplar tu enorme belleza.

Miles de veces me pregunto: ¿cuándo podré subir al cielo contigo? Ya que detrás de ti sigue mi pensamiento, mi alma contenta debería de acompañarlo al Cielo donde solamente tú y yo al fin podamos reencontrarnos.

Cuanto más tarde sea mayor será mi daño. ¡Qué alegría para mi fuera morir contigo al tercer año!

Noelia Ramos


75

Los ojos con que me miras son los que me conquistan; aunque me hieran de esa manera, tu mirada fue mi cura.

Me hiciste mucho bien, pero hay heridas por curar que todavĂ­a no conseguĂ­ cerrar.

Esos ojos son los que me enamoran, los que feliz me hacen, al sentir que tus miradas me abrazan.

Estamos los dos separados, pero hay algo que nos une sintiendo tu amor en mi pecho, pero sin hablar de ello.

Sandra GĂłmez


78

Que pasen los años, que no lo consigo. A mi mente no llega el concepto del olvido.

Ese pelo castaño que ya no puedo acariciar, ya que la muerte te ha llevado, y no te puedo recuperar.

El vacío que siento dentro difícil es de explicar, por las noches miro al cielo pensando en nuestro encuentro.

A veces en vela me quedo pensando en si era un ángel, ya que grande era su belleza que no pertenecía a los mortales.

Inma Molino


80

Han pasado más de dos lustros y el dolor igual de intenso sigue; camino donde tú caminas y tu mirada en mí no posas.

Aunque tenga dos pulmones, no siento mis suspiros; aunque tenga un corazón, no siento ningún latido.

Pero aun así no estoy muerta, ya que sigo pensando y sintiendo. Pero no queda mucho para que bajo tierra me haya ido.

El dolor es insoportable, más de dos lustros aguantando; se dice pronto por los labios, pero es lento pensarlo.

Inma Molino


81

Tan cansada estoy ya de esta rutina, a cada momento con mi culpa cargando y temiendo a la vez desviarme por poder caer en manos de mi enemigo.

A librarme de él vino un gran amigo, para ayudarme el deber lo llamaba, y sin darme cuenta de mí se alejaba mientras yo lo sufría.

Su voz desde abajo escucho: <<Vosotros que lo pasáis mal, aquí yo me encuentro, venid a mí, si otro camino no encontráis.>>

¿Qué simpatía, qué cariño o qué felicidad me hará volar hacia mi lugar tan esperado?

Nerea Navarro


85

Siempre he amado, más amo ahora, pero aún cada día sigo amando. Me dirijo hacia aquel lugar, cuando en recuerdos de amor sigo;

dispuesta a amar cualquier momento que me aleje de cualquier mal, y a él quererlo, cuyo blanco rostro me guiará por el camino.

¿Quién pensaría pedir mi amor para llenar mi corazón? Maldito sea todo enemigo que quiera ese corazón.

¡Amor, me has ganado! Con el deseo, mi ansia no vivirá. Sin vida quedaré, donde estar quiero.

Nerea Navarro


91

La mujer preciosa que tanto amabas de repente se ha ido, espero que tras vivir como una santa, en el firmamento haya acabado.

Tras la pena, las llaves de tu corazón recupera, que ella tenía mientras vivía, y, sin que la vida te dé más disgustos, sigue la senda que ella ha seguido.

Que si ya el mayor sufrimiento no existe, cualquier otro será menor e irás más cómodamente.

Y ver cómo toda cosa viva acaba finalmente en la muerte, y lo importante que es ir con la conciencia tranquila.

Francisco Javier Bravo


95

Nunca dejo de mirar a su tela pensando que su figura cayó del cielo como si una Venus en vivo fuera; no creo que otra hubiera semejante

Como milagro inaudito yo la veo; nunca pensar en lo que pasaría si otro viniera y la acompañase a un lugar que yo no quiero

No creo en lugar mejor conmigo, ver su rostro junto al mío mirando sus ojos y sentir el vacío

Y yo mirando a una pareja linda que parecía estar en celo y no pensaba más que en ella.

Álvaro de la Torre


96

Cómo escribir unos versos que recojan mis encerrados pensamientos que tanto daño me causan y tanta compasión provocan. Me muestro a los ojos de quien sufrí como soy, desnuda el alma, corazón roto, sin que me vea llorar. Tus ojos resplandecen en los míos y no necesito decir más para que me entiendas, porque sólo tú me conoces.

Sara Bernal


97

El corazĂłn estĂĄ cansado de retener tanto mal; odio ese deseo con esperanza y tanto espera me agota.

Me arrastro contra mi voluntad, tengo el alma prendida y donde miro observo callado por ese buen gesto de verdadera realeza.

TenĂ­a cortado el paso hacia el camino de la libertad. Sin ti no veo el gusto a la vida.

La vi corriendo, escapando hacia el lado contrario, pero ya era tarde para poder arreglarlo.

Ă lvaro Ruiz


98

¡Ay, bella libertad, cómo has mostrado que por unos claros ojos en los que se fijó mi mirada la herida eterna abriese en mi costado!

Como una flecha en el pecho, al verte causó tal hecho; al segundo cambió todo en infinitos e inexplicables modos.

Escuchar tu nombre para mí es un veneno y aunque eso sea cierto en mis sentimientos no ordeno.

Antes era más feliz y sin tantos problemas; no me es un inconveniente actuar cual incompetente.

Inma Molino


103

Anibal lo logró, pero de poco le sirvió. Así que tú sé más astuto y mantenlo en tu pensamiento.

Fue un guerrero, sin preocuparse de lo demás, increíble lo que hizo, es un campeón.

Como ahora se le recuerda, y siempre se hará, todas las mentes pensarán, que no habrá otro igual.

Natalia Rodríguez


103

El amor que te tengo sufrir me hace pasar llegaste sin querer o no sé si lo busqué.

Pero ese amor que te siento daño me hace padecer. Yo quisiera quererte y sin sufrir no puedo.

Estoy en la redes de Cupido, por eso te pido de este amor tuyo y mío nunca haberlo sentido.

Rubén Andrade


109

Morena tiene que ser con ojos verde oliva como el diamante, verdes de AndalucĂ­a.

El tallo fino de mujer y sus labios acaramelados su pechos cĂĄntaros de miel y sus piernas bellas y torneadas.

RubĂŠn Andrade


134

Ni el sueño me da consuelo en la noche ni el desvelo me proporciona lucidez. La muerte no me da descanso y la vida me hace daño. Alzo el vuelo, ni tan cerca de la estrellas me hallo ni tan lejos de la cordura me alejo.

Estoy incompleto y a la vez entero. Hielo y fuego. Calma en la tormenta. Lágrimas de niño desconsolado, fiereza de la niña que no se postra.

Sonrisas y gritos, ayuda le suplico, cada vez que la observo no distingo si es su piel tostada o su cuerpo alargado al ritmo de la sonata.

Javier Peralta


145 Ponme una barricada de sonrisas o un triste muro, argollas y cadenas; ponme deshidratado en las arenas o en agua, con despacios, con deprisas; ponme entre pantalones o camisas, entre carnes desnudas y morenas; ponme en la boca cante jondo o llenas estrofas de infelices poetisas; ponme en la piedra gris de mi recuerdo: allĂ­ las madrugadas son mĂĄs breves y el amor se dibuja en pocos trazos; ponme en la encrucijada, no me pierdo contigo, sĂłlo quiero que me lleves hipersensible en medio de los brazos. Nacho Gallardo


151

El compañero de la noche es el silencio, recuerdo y agonizo de su ausencia mientras pienso lo alegre y guapa con el olor de tu fragancia.

El roce de tu cuerpo sobre el mío me recuerda en la noches llenas, y ahora en las noches vacías te extraño y pienso que estás más lejos que la luna.

Tal vez tu amor nunca fue el mío y cerraste el libro de mi corazón partido.

Rubén Andrade


218

La noche me paso sin poder parar. Lágrima a lágrima el tiempo pasa y no logro terminar, me consumo por dentro como un loco.

Mis ojos se van ahogando como niño en alma en pena; cruzo mis penas sombra a sombra siguiendo mi camino triste y solo.

Tu falta me desvela, socorro pido callado, pero no me doy cuenta de que ni se valora, ni se cuida.

Álvaro Ruiz


228

Señora, aquel cabello como el tronco de un árbol que al peinarte mueves suavemente y entre tus dedos queda deja destapado tus ojos color esmeralda de los cuales estoy enamorado. Con esa mirada aceitunada me has dejado descorazonado.

Hoy la tengo más cerca que nunca, mas a la vez tan lejos; hoy la deseo, pero la veo desinteresada hacia mí.

Javier Peralta


241

Y a ti amor, solo una cosa te pido: líbrame de estas penas, y aunque caso no me hagas yo ya me olvido de estas.

Amor, y me vuelves a fallar, vuelves a hacerlo otra vez más, agarrándome para no llegar al corazón de ese bello.

Buen corazón tienes, rey, sangre mala no obtienes; con las estrellas te comparo, igual de bueno eres.

Bello tanto por fuera como por dentro, ojos azules donde me reflejo cada vez que te veo, ¡ay, qué bello eres!

Ana Hidalgo


244

Vivo bajo la verdad de la muerte, la realidad de quien no tiene suerte, el canto de los cuervos sobre el que es mi ataúd espero junto al tuyo.

Qué importa la huida, negar con insistencia que el destino está dispuesto a que lo nuestro no vaya a funcionar.

Y por euforia que mi corazón sienta al ser correspondido por el tuyo, todo órgano se equivoca. Y si aquí no puedes estar, espero cantes allí en el lugar en el que te encuentres. ¡ Qué buena mi suerte al conocerte antes de que llegarás al final del camino!

Javier Peralta


258

Si yo pudiera acercarme un solo un día a la persona que rugir a mis latidos hace, ya que todos los días vuelta su cara no pensé mal de ella ni un segundo.

Feliz ella estaría, saber cómo soy, pero pensar que rehúye mi ser hace que día tras día no demore nada de nada cuidar mi alma.

Mi amor que, en su cuerpo y en su mirada se basan, lleva a mi alma a contener las ganas.

No pararé hasta desenterrarla de su ignorancia y su penumbra que a mi corazón aterra y apena.

Álvaro de la Torre


RIMAS IN MORTE


269

¡Ay, bello gesto, ay, plácida mirada, ay, tú siempre con gracia andas! ¡Ay, voz fría y dulce, que siempre respetaba!

¡Ay, sin tu risa muero! Eres digno de estar en lo más alto. si tu muerte no fuese tan pronto enviada.

Vivo en ti y aún te recuerdo. y si no os veo nada me volverá a doler.

Sandra Molina


270

Te quería. Tú a mí no, pero igualmente yo lo hacía.

Te quería. Aunque no me imaginaba tu lado. Cuando me necesitabas a tu vera jamás te deje tirado.

Te quería. Pero tú decidiste irte con mi querida amiga. Mi apreciada amiga la muerte.

Te quería. Y esos sentimientos han cambiado. Ahora te odio, ya que de mi vida te has escapado.

Te quería. No íbamos a ser nada.


No íbamos a realizar un cuento de hadas. Pero me daba igual, te quería.

Ahora le pregunto a la vida cuál es mi destino. Ella, amable, me contesta ``El único camino es el olvido.´´

Así que seguiré ese consejo de esa vieja sabia. Que descanses complaciente, y no lo olvides, te quería.

Laura Lucena


274

Dame ya paz, oh duro pensamiento: ¿no te basta con tener estos duros sentimientos que no puedo olvidar?

Y mi corazón me traiciona, pero tengo que perdonarte; no puedo seguir con esta tortura.

Sentimientos que llevo dentro; Intento, pero no consigo, sacarlos de mi interior, que por solo tu culpa no consigo guiarme por mi cabeza. No puedo vivir con tranquilidad. ¡Oh, duro pensamiento, déjame vivir con libertad!

Sandra Gómez


280

Cansada, estoy ya cansada de pensar cómo aún no he parado de pensar en ti, y cómo aún sigo en esta vida; hasta la muerte te tendré en mí.

Mi alma siempre ha reconocido tu mirada, tu pelo y tu sonreír. Nunca olvides que estando yo presente nada te ha faltado.

En cualquier lugar en el que estés siempre contigo he estado, aunque no me hayas podido ver.

De la tinta y papel nace la forma de mostrar mis sentimientos, y si esto no está funcionando siempre pensaré que fue culpa del amor y no del arte.

Noelia Ramos


284

Muerte, la mujer más bonita te has llevado, y hasta el espíritu de la persona más tranquila con este gesto has despertado.

Mi calma toda de un golpe te has llevado al darle muerte; y todo lo que ahora veo y oigo a mi alrededor me enfada.

Sólo me consuela desafiarte a cada paso, pero si tienes piedad y me la devuelves, ya no habrá más peligro.

Que, si con lo que la amo, ella viviese, mi amor tendría tanta fuerza, no ya como la de un hombre, sino como la de una fiera.

Francisco Javier Bravo


286

Si la brisa dulce que allí resopla, aquella que aquí mi amada fue un día, y aunque al suelo se dice que fue, yo sigo estando a tu lado, mi vida.

Pudiese representarla con mis versos, como levantarla, para poder verla. Vuelve asustada por si mi alma se cansó de poder verla.

La vía recta a mí me muestra su puro empeño y siempre ruego firme volver a escucharla y verla de nuevo.

Lo bueno es que yo sé que ella me dirige y en su habla dócil todo entiendo. Gracias a ella todo es más fácil.

Juan Antonio Espejo


300

Pienso en todo lo que en estos años hemos pasado, los sentimientos de ambos tan fríos al haber sido engañados. Ay, el amor, cómo nos la ha jugado.

Del dolor, por la mitad me partí, ¿cómo tanto daño pude pasar? Si lo único que hacía era quererte. Ay, malgasté el tiempo contigo, y no me arrepiento.

Abrir los ojos y sentir envidia de todo aquello que te roza y de toda la suerte y asustada aquí sigo abajo, sin ti a mi lado.

¡Oh, bello, oh, mi rey! Tan rota me has dejado. Te recuerdo, pero ya casi ni duele tu ausencia, bello.

Ana Hidalgo


329

¡Oh, tiempo que pasa en un momento! ¡Oh, cielo, no me esperes todavía! ¡Oh, ojos, no derraméis lágrimas sin poder estar callados!

Yo misma sé cómo soy y lo siento, pensaba no poder del todo rendirme. ¡Ay, el anhelo que se va sin darnos cuenta!

El cielo no sabía qué pensar, no nos quedamos sin santos. Lo sabía y se veía en sus ojos.

Con los ojos vendados, no podía ver lo que se acercaba, para que ya no pudiera hacer nada ni aunque regresara.

Nerea Navarro


365

Ahora sufro por amarte como lo hice, perdí mi tiempo en ti en lugar de usarlo para mí.

Tú me viste mal, mas no te importó, mientras que yo todo lo hacía por ti

Hasta que no pude más y te dejé solo, y quedé yo, señor, en tranquilidad

Sé que podíamos haber llegado lejos, pero tú no quisiste tenerme durante el resto de tu vida.

Laura Perea


365

Llorando voy recordando el pasado, por haber amado a personas sucias. Debería haber sido más astuta y así no recuerdo ni el pasado.

Pero tú siempre has sabido todo lo que yo sufría, por eso desearía pensar que tú eres el que me guía.

Y después de todo lo pasado, con el morir casi llegado, espero morir en paz, y con todo ya olvidado.

Natalia Rodríguez


365

Estoy entre tinieblas apagado, intentando seguir para no sufrir; cansado estoy de pasarlo mal, luchando por sentirme libre.

Siento que no estoy al alcance de este dolor dentro de mĂ­; lucho como nadie para poder seguir.

Sigo adelante buscando la manera para poder conseguir la libertad, y mientras tanto me encuentro tirado sin poder llorar.

Ă lvaro Ruiz


Diseño de portada: Laura Lucena

Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons AtribuciónCompartirIgual 4.0 Internacional.


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