María Fernández Anderson Nació en Cartagena el 11 de noviembre de 1942. Su padre era español y su madre estadounidense. También tenía dos hermanos llamados Lucas y Thomas. Fue a la escuela hasta que su madre murió en un accidente de tráfico. Después de la muerte de su madre, su padre se metió en el mundo de la droga y murió, así que tuvo que cuidar a sus hermanos. Mientras cuidaba de sus hermanos se interesó por la lectura de poemas de Antonio Machado y empezó a escribir sus propios poemas. Empezó a trabajar en una fábrica de conservas, pero la despidieron por recortes de plantilla. Más tarde encontró un trabajo de camarera en el bar de su barrio. Estuvo saliendo con un hombre llamado Víctor, que, tras dejarla embarazada de sus dos hijas (llamadas Nayara y Daniela), se fue de casa, poniendo la excusa de que se fue a comprar tabaco, pero nunca volvió.
SIEMPRE O NUNCA Siempre he estado cuidando de mi familia, Siempre he estado preocupándome por mis padres, Siempre he estado cuidando de mis hermanos, Siempre me ha interesado la poesía, Siempre he estado trabajando para mantenerme. Nunca he sido buena al escoger pareja, Nunca he tenido miedo de nada, Nunca me arrepentí de tener a mis hijas, Nunca dejé de trabajar y de escribir libros. Siempre tratando de sobrevivir, nunca dando un paso atrás.
Roque Romero
Esta soy yo Esta soy yo, quien nació en Cartagena Esta soy yo, quien aprendió a leer cuando mi madre murió Esta soy yo, quien perdió a su padre en otro mundo Esta soy yo, quien cuidó a sus hermanos sin ser mujer Esta soy yo, quien empezó a leer poesía Esta soy yo, quien se enamoró de una persona desconocida Esta soy yo, quien tuvo dos hijas Esta soy yo, quien perdió a la persona que amaba Esta soy yo, quien escribió su primer poema Esta soy yo, María Fernández Anderson
Marina Sánchez Santos
DUDO Dudo que mi madre no se estrellara queriendo, Dudo que mi padre se drogara por mí, Dudo que yo solo me interesara por Antonio Machado Dudo que mis hermanos se divirtieran conmigo Dudo que mi novio se fuera a buscar tabaco Dude en cómo llamar a mi primer poema, Dudé si seguir escribiendo, Dudé si valía la pena vivir, Dudé si quería estar con mi padre o con mi madre. Dudo de muchas cosas, pero nunca dude de mí misma.
Miguel Ángel Melguizo
La Cárcel No estoy entre la cárcel de tus brazos, no, no soy tu juguete personal, no, no soy tu conejillo de indias, no. Estoy harta de tantas tonterías, y no quiero sobre mí risas, por ser mujer y poeta, hay mucha gente que me desprecia. No solo sé limpiar y estar en casa, también sé hacer poemas y de mí pasan. No estoy entre la cárcel de tus labios, no. Roque Romero
BUSCO Y DESEO busco un mundo en el que nadie diga nada, en el que no critiquen sin razรณn alguna, en el que las mujeres sean libres sin estar encerradas como un pรกjaro enjaulado, deseo que todo eso sea verdad y que todo lo que es ahora sea mentira este mundo se hace a pedazos poco a poco, deseo que no dependamos de nadie que nadie nos defienda porque nosotras sabemos hablar y decir cรณmo realmente somos Marina Sรกnchez Santos
El OBJETO No soy como un objeto, no, soy como una mariposa, libre; yo no estoy entre los brazos de nadie, es decir, libre, no me hace falta nadie, porque soy libre. Ningún hombre me cambiará, pero nadie acepta que sea poeta. Mis hijas crecerán fuertes y seguras, a pesar de que ese me dejó por tabaco, era un gilipollas. Los hombres se creen que somos como objetos, pero ellos no se dan cuenta que somos libres. No soy como un objeto, no. Miguel Ángel Melguizo López
La verdad La verdad es que no me importa si te fuiste o no, que tu corazón rompiera el mío en mil pedazos como una frágil figura de porcelana, como un globo que va al cielo y se queda sin aire, sin respiración y con ganas de llorar para volver a bajar.
Marina Sánchez
El paquete Me dejó el paquete y se fugó como un cartero entregando cartas, con mis ríos de lágrimas llenaba sus fotos que miraba desolada mientras a mis hijas yo criaba. Me dejó el paquete y se fugó tan rápido como arde un papel, tan rápido como me enamoré de él tan rápido como él se fumaba los pitillos, fue tan inesperado que no me di cuenta. Y yo creyendo que era mi gran amor, y yo creyendo que solo fue a comprar tabaco. Extraño sus labios de cuchillas, extraño el cariño de su rostro… Miguel Ángel Melguizo
Maldita sabandija Maldita sabandija, me dejaste como el jamón en Navidades, me tiraste como si fuera un objeto inservible. Recuerdo tus manos de osito y tu barba era un erizo. Maldita sabandija, eres como un lagarto nauseabundo buscando algo de dinero, cosa que ahora no tengo. Te fuiste a por tabaco y no volviste, siempre recordaré tus ojos de alpiste. Me dejaste sola con las niñas, maldita sabandija ¡cuánto te quería! Roque Romero
Me duele pensar que... Me duele pensar que… Me duele pensar que me dejé llevar y tu clavaste esos puñales en mí que mi mirar en tus ojos hicieron una dura coraza para proteger mi corazón puedo engañar y fingir mi risa pero seguirá presente ese amor que me dejaste me rompo como el cristal cómo te echo de menos Zaida Reyes
Desastre de vida Esta vida es un desastre, una sociedad tan desigual y nos tenemos que aguantar. No podemos desafiar a los ricos, que con picos algunas vidas destrozan. No es tan fácil salir de la pobreza, ya que es una cosa pesada y obesa, que tira de ti como si fuera un manatí. ¡Vaya, vaya con la valla!, que separa dos mundos, dos tipos de sociedad, una valla que algunos no pueden pasar. ¡Que desastre de vida! los ricos tienen la cabeza ida, mientras que los pobres intentan resistir, buscando algo para sobrevivir. Roque Romero
La sociedad La sociedad en el que vivimos y en la que nos ha tocado vivir es demasiado injusta. La sociedad se divide en tres: las personas que no ven la realidad y las personas más pobres que sufren por llenar su corazón, pero luego las personas que no están ni en lo más alto ni en lo más bajo, que solo ayudan a las otras personas para que la sociedad sea igual. Marina Sánchez
Puta sociedad Esta puta sociedad no es normal pobreza por aquí y por allá pero nadie hace nada. ¿Para qué estudiar? si esta puta sociedad te va a ignorar. Tanta guerra para conseguir papeles, tanta guerra para mostrar poderes. Hablar de la paz no sirve de nada, porque sabemos que nunca va a llegar. ¡QUE ASCO DE SOCIEDAD!, siempre estamos igual… Miguel Ángel Melguizo
El destino El destino me dijo que no estaría sola y me siento tan sola…. Encontrar a alguien para aguantar a este desastre Encontrar el amor para llenar mi corazón Para no estar vacía y sola El destino me dijo que no estaría sola Pero aun así me siento tan sola…. Cuando estoy sola me da pena romper el silencio, pero romper el silencio a carcajadas con alguien bien acompañada.
Marina Sánchez Santos
Juguete Soy un juguete, pero un juguete roto, soy el juguete con el que ya nadie quiere jugar. La soledad qué buena es, pero a la vez qué mala es, estar solo es más malo que sufrir 10 puñaladas, pero a la vez es tan bueno porque puedo reflexionar. Ya no sé ni yo lo que quiero, porque estar sola me está volviendo loca, y estar con gente me está volviendo una delincuente.
Miguel Ángel Melguizo
Sola-solita Mejor sola que mal acompañada, mejor acompañada que bien sola. Sola-solita sigo, mientras en el espejo yo me miro y me lamento por mi vida por no encontrar a nadie me harto de comida. Estoy sola-solita, sin nadie en mi compañía. Pero soy soltera y hago lo que quiera. Salgo con mis amigas, pero tengo un vacío que ellas no pueden llenar. Mejor sola-solita que mal acompañada, mejor acompañada que sola-solita. Roque Romero
El gato El gato fue engañado, subió al tejado y se quedó atrapado Pobre gato Pobre gato El gato pidió ayuda, pero nadie le escuchaba mientras maullaba Pobre gato Pobre gato al final el gato fue engañado que se quedó atrapado y no subió más a ningún tejado.
Marina Sánchez
El unicornio El unicornio tenía un bicornio, pero con su cuerno lo rompió, mientras comía apio. El amigo del unicornio se llamaba Capricornio, era una cabra un tanto extraña, pues comía arañas. El unicornio se compró un tricornio, ya que su bicornio había roto, y de paso se compró una moto. Miguel Ángel Melguizo
El canguro duro El canguro duro se chocó contra el muro, mientras saltaba y saltaba, veía que su amigo fumaba Le dijo: No fumes, es malo. Y le respondió: Anda ya y cómete un palo. El canguro duro vio que su amigo bebía, Y le dijo: no bebas más que te reñirá tu tía. Le respondió: mi tía me da igual. Y el canguro triste se chocó con un panal. Triste y herido, se fue a su casa y en sus heridas se puso una gasa. Con el paso del tiempo no veía a sus amigos, lo pensaba y pensaba mientras comía trigo. Un día vio sus cadáveres en la calle, y pensó, “Se lo dije”, mientras iba por el valle.
Así que chicos, no acabéis así, no como los amigos del canguro duro, yo no morí. Roque Romero
¿Quién ha visto el viento? Quién ha visto el viento ni tú ni yo pero cuando las hojas se cuelgan temblando El viento está pasando Quién ha visto el viento ni tú ni yo pero cuando los árboles se inclinan sobre sus cabezas el viento pasa
Zaida Reyes
¡Basta! De verdad ¡BASTA!, basta ya de locos con misiles ¡BASTA! basta ya de granadas por las ventanas ¡BASTA!, basta ya de cuerpos con metralla ¡BASTA! basta ya de suelos manchados de sangre ¡BASTA! basta ya de hijos de perra a los que le beneficia la guerra ¡BASTA! basta ya de caras tristes ¡BASTA!, basta ya de balas bailando en una lluvia de bombas ¡BASTA! basta ya de gente suicidándose por cosas absurdas ¡BASTA! ¡BASTA YA DE GUERRA POR FAVOR!
Miguel Ángel Melguizo
El Cielo Llora El cielo llora Llora por ver esas pequeĂąas flores guerrear por su campo El cielo sufre Sufre por ver cĂłmo esas flores dejan el campo de batalla para ir a su lado, por dejar su vida ayudando a su campo Ahora son las plantas las que lloran. Tantas tienen que llorar por esas flores que dejan su vida por su campo Zaida Reyes
Antiguerra Soy aquella persona que luchó en la guerra, que pensó que cuanto antes acabara antes llegaría la tranquilidad matando a todas esas personas que se cruzaban en mi camino pero ahora que todo ha acabado, ahora que la Tierra vuelve a sonreír, me arrepiento de volver a vivir. Marina Sánchez Santos
Cuando no hay guerra Cuando no hay guerra, el sol llora de felicidad, cuando no hay guerra, el suelo se relaja, cuando no hay guerra, el cielo sonríe, cuando no hay guerra, las flores bailan. Pero cuando hay guerra… todo se vuelve gris oscuro, el sol ahora llora de tristeza, el suelo se mancha de sangre, las flores se quedan quietas como estatuas, el cielo empieza a vomitar cuando hay guerra. Después de una guerra, nadie que haya pasado por ella vuelve a ser normal.
Roque Romero Montes
Este libro se terminรณ de escribir el 13 de abril de 2018, como
resultado
final
del
proyecto Poemas Fuertes, que se desarrollรณ en el aula de 2ยบ de ESO D del IES Chaves Nogales (Sevilla).