NOTA PREVIA Este libro de poemas es el producto final del proyecto Un cancionero petrarquista (https://sites.google.com/site/cancioneropetrarquista/), desarrollado en el IES “V Centenario” de Sevilla durante el tercer trimestre del curso 20122013, como parte de la materia Ámbito Sociolingüístico de Diversificación Curricular de 3º de ESO. El libro culmina un proceso de escritura colaborativa entre los once alumnos y alumnas del grupo. Se trata de la recreación de algunos poemas del Cancionero de Francesco Petrarca, nacida de la aplicación de los principios humanistas de la imitatio renacentista. Los poemas mantienen la numeración de los originales de Petrarca, por lo que se puede acudir a ellos para comprender mejor el proceso de asimilación y transformación de los modelos. Por otro lado, el canon de belleza petrarquista ya no es el actual, y el sentimiento amoroso también ha cambiado bastante en estos primeros años del siglo XXI. Nuestros poemas pretenden ser una actualización en el sentido indicado de los poemas petrarquistas. Esperamos que sean de vuestro agrado.
RIMAS IN VITA
I Tened en cuenta, los que escuchĂĄis estos versos, que se trata del reflejo de un amor de juventud que, desde mi madurez, contemplo con sonrojo. Perdonad este atrevimiento y comprendedlo. Ha sido un breve sueĂąo, y ya no importa. Nacho Gallardo
III Cuando el sol palidecía la piedad por su autor estaba sin prestar cuidado en su alma. Él andaba sin sospechar, combatía y no suponía el descuido del amor, por sospechar de no hablarme en el principio tal de mi porfía.
Abel Carrera
V Una carta de mi amor me llegó y el eco de su voz escuché; que me sigue pronunciando lo mucho que siente por mí, si no ocurre que Apolo se subleve con sus verdes ramas, con presunción se atreve. Desirée Serrano
VIII Por vez primera en una fiesta, vestida con sus mejores galas, a veces triste y llorosa, hoy un sueño le regala. Felices surcábamos la sala, libres como mariposas bellas, sin sospechar que nada abatiera. Mas la muerte nos acechaba poniendo fin a nuestra vida bella; sólo un consuelo queda: saber que el que nos condena por haber mandado nuestro amor peor condena lleva.
Andrea Díaz
VIII Al pie de la montaña, la niña ahí estaba rompiendo a llorar por querer conseguir al amor de su vida; Disfrutábamos de la vida sin pensar en el qué dirán, riéndonos de esa gente que muere de envida por nuestra suerte. Un dia cambió nuestra suerte sin saber por qué, todo fue de repente.
Desirée Serrano
XI Dejé oculto mi deseo y vos, señora, sabedora, aplastáis mi deseo. Mientras escondía mi amor vi piedad en nuestro gesto y cuando lo mostré me ocultasteis vuestro gesto. Lo que más deseaba se me fue depuesto. La muerte no me importa si no os tengo. Andrea Díaz
XIII Cuando entre otras doncellas te encontré destacando entre otras así lograste enamorarme. Yo bendigo el día y la hora en que te vi por primera vez y doy gracias a Dios por concederme este milagro. Mis pensamientos van dirigidos hacia ti teniendo conmigo lo que los demás desean. Y espero ansioso el día para estar solo contigo, y poder alzar el cielo al besarte. Antonio García
XIV Ojos tristes como el anochecer que ni el rostro se aprecia. Lleg贸 la hora de la muerte por el amor que tenemos. Se fue haciendo tan oscuro como la pupila, tan negra, y tan largo como una cueva.
Vicky Mart铆nez
XV Andar tan lento como la brisa del mar, pero a la vez llorar tanto como un rĂo.
Tal vez tan triste como la luna y tan feliz como el sol. Pero para eso estĂĄ todo el dĂa, tan triste como la luna y tan feliz como el que comienza a amar.
Vicky MartĂnez
XVI Un viejecillo con el pelo blanco y cano, donde su edad es cumplida, con dolor transita andando lejano. Allí el anciano en lo días extremos de su vida se ayuda del afán que en él anida, que va roto de edad. Va para Roma queriendo su deseo, por mirar tan ansioso que quiere ir al cielo, pero va a esperar. Cuando veo a otra mujer, para cuanto es posible lo hace de forma verdadera. Abel Carrera
XVII De mi cara llueven lágrimas sin cesar, no sé por qué, pero rompí a llorar. Te vas de mi lado, sin decirme por qué, cuando tu fuiste mi razón de ser. Y cuando yo me voy, nadie me echa en falta y al sentirme mal mi alma se apaga. Y al tirar la llave que me ataba a ti, un suspiro salió de dentro de mí. Desirée Serrano
XXI Mil veces lo intenté, amada mía, por alcanzar un brillo en esos ojos de color verde como la esmeralda. Tan fuerte es mi amor por ti que no sabría ni qué hacer si un rechazo me llevara. Pero nuestro amor rompió de forma insegura y repentina y ahora solo espero volver a encontrar ese brillo en tus ojos. Antonio García
XXI Muchas veces lo intenté, cariño mío, por encontrar un brillo en tus ojos de color marrón como el chocolate. Tanto amor tengo por ti que no sabría qué hacer si un rechazo encontrase. Pero tu amor fue conquistado de forma segura y conquistadora y ahora sólo necesito encontrar tu brillo en esa cara tan hermosa. Laura Gajate
XXI Tu mirada fue oscura, como el bosque en la noche. Tus ojos fueron engañados con la mirada más oculta.
Sin ti no sabría caminar, pero con tu voz ya puedo amar. Irene Cantalejo
XXI Mil veces intenté poder enamorarte, pero lo único que conseguí fue rechazos sin cesar. Intento ser de tu agrado y demostrarte lo que siento, pero tú no me respondes, te quedas en silencio. Me cuesta trabajo ya no tenerte a mi lado no tener lo que me has dado. Desirée Serrano
XXV Lloraba por ella, por la dulzura de su piel. Cuando le vi me enamoré. Sentí que sus ojos eran caramelos y su piel tan dulce como el mar. Tan solo por eso mi cabeza se volvió tan loca y terminé enamorado de ella. Pero ahora mi camino del amor se complicó entre tantas montañas oscuras. Vicky Martínez
XXV Cuando mi amor venía, yo de alegría lloraba. Mi alma nunca estaba sola, viendo que, por efectos humanos, sus ojos eran verde esmeralda. Ya que vamos caminando obligo al cielo azulado, que me da las gracias porque un día me dio, al fin,su pelo de color castaño. Y volviendo atrás , hacia el pasado, doy ese deseo que jamás tuviste que fue el de tener labios carnosos como el bizcocho. Fui a demostrar que se cumplió y con alegría y amor tienes ese cuerpo que te dio Dios con todo su corazón. Laura Gajate
XXVI Soy el más feliz de la Tierra. Las aguas turbias. Me da pena la gente que se equivoca. Soy más feliz que un preso recién liberado Tened en cuenta mis palabras: que el amor da alegría. Rafael Martín Gil
IL Las mentiras son como una bola de nieve, tan blancas que se descubren al instante. Tanto te ayudo con el amor como tú con la mentira. Lágrimas como lluvia detrás de tantas mentiras. Suspiros como el viento al saber que ya no te tengo.
Vicky Martínez
LII El amante de Diana le vio desnuda en mitad del agua que estaba fría. Cuando ella lavaba mi zagaleja, cuando yo la veía, qué rubia y bella era. Que me hizo arder en el cielo y temblar. Abel Carrera
LII No dio placer a su amada cuando la vio desnuda, metida en la bañera y anciana, que a mi chavalita lavándose su cabello, rubio como la paja. Fue tal, cuando murió, todo mal el amor que sentí.
Adrián Ramos
LII Su amante quiso a Diana. Imaginó verla desnuda y bella. La vio en aquellas aguas quietas. Aquella mujer bonita y virgen cuando lavaba el velo y aquel cabello dorado y bello, cuando el cielo ardía, me hizo temblar de un amor frío. Abraham Bermúdez
LX La amé tantos años que su frontal no ofrecía mi flaco ingenio. Luego creí su engaño, cambié mis pensamientos de sus tristes daños. ¿Qué diría si mi rima tuviera otra esperanza? Rafael Martín Gil
LXXXI Ya tan cansado estoy de tu amor, de estar siempre cargando con mi culpa y temo caer en malas manos. Mi mejor amigo en estos momentos se llama vino, después tu amor se fue lejos. Y al verlo me desmorono. Pero tu voz aquí en mi corazón todavía enamorado. ¿Qué amor me queda?¿Mi felicidad donde está? ¿Me sentiré como un vagabundo por el mundo del amor?
Antonio García
LXXXII El amor es como el día: oscurece y aparece. Pero el amor no será jamás para siempre porque es como la vida misma. Puede llegar tan adentro como una cueva oscura pero siempre saldrá. Vicky Martínez
LXXXV Yo siempre te amé y más te amo cada día. Aquel hogar en el que me ahogaba en lágrimas tu amor me invadió completamente. Y estoy dispuesto a amar tras cualquier problema y conflicto. A ti te amaré. Rozando tu cara tan suave como una pluma. ¿Quien pensó que alguna persona volvería a dar vida a este corazón roto y desconfiado del amor? Tu amor ha vencido, a mi corazón roto le has devuelto la vida. Si por ti no fuese, yo ya descansaría Yo te amé, te amo y te amaré. Antonio García
C En esa ventana se mete mi sol cuando quiere, silba en los días fríos. Allí en aquel rincón se sienta una persona sola que con el pie holló o volvió sombrío. La herida que tenía cada vez me dolía más, porque el amor paso como otra estación. Esa voz tan dulce se clava en mi alma, que hace que mi ojos se pongan llorosos.
Abel Carrera
CXXII Amor no es, ¿qué siento? Es amor, ¿por qué? Bueno, ¿cómo me siento así ? Malo, ¿por qué es bueno? Si amo, ¿por qué lloro ? Si odio, ¿qué gano? Soledad, mala compañera, ¿tanto daño, sin pensar? Y aceptando, me duele. Sin pensar en lo que hago voy haciendo mucho. Es malo, sabed los errores, que no sé lo que deseo y pasa lo contrario . Adrián Ramos
CXLI Suele volar en verano, acostumbrada a la luz del día, y a las mariposas revoloteando, y unos ojos vuelan con ganas, donde mueren; así me hace ir a un sol donde yo siempre vuele, los ojos, donde cuento mis cosas, pues el desenfrenado amor gana a lo que pienso de lo que deseo. Siento que al esquivar al desengaño probablemente moriré, y rindo culto a mi empeño tan grandioso. Aquel amor tan suave que lloro apartado del mal y no a mi daño, y ciega mi alma en su final. Abraham Bermúdez
CXLV Ponme una barricada de sonrisas o un triste muro, argollas y cadenas; ponme deshidratado en las arenas o en agua, con despacios, con deprisas; ponme entre pantalones o camisas, entre carnes desnudas y morenas; ponme en la boca cante jondo o llenas estrofas de infelices poetisas; ponme en la piedra gris de mi recuerdo: allĂ las madrugadas son mĂĄs breves y el amor se dibuja en pocos trazos; ponme en la encrucijada, no me pierdo contigo, sĂłlo quiero que me lleves hipersensible en medio de los brazos. Nacho Gallardo
CIL Alguna vez veo aquel rostro angelical, y con una buena sonrisa, en la imagen de su gesto, y la mirada de aquel hombre tan oscura. ¿Que hace conmigo este último suspiro, que en él nació un dolor inmenso, y desde fuera hacía ver mi vida de sufrimientos? Cuando al coger el corazón y al retirar la vista, vale la causa mía ver me parece al amor y dulce vida. Y, en cambio, ni guerra, ni paz veo, que me hizo arder en deseo cuando más mi esperanza está segura. Abraham Bermúdez
CXCII Amor, el paraíso estamos viendo, maravilloso e insólito. ¡Ve cuánto cariño en ella mora, ve luz, tierra y cielo!. Nunca vio tales vestiduras, nunca vio flores y abalorios ni dulces pies y ojos. La hierba verde y las flores dan sombra a una vieja encina, deseosas de que alguien las toque. El cielo reluce hermoso alegre de nuestra alegría, feliz con amor y dicha. Andrea Díaz
CXCV De día en día peno y peno, no suelto esta pena mía ni deshago el entuerto que lleva esta vida mía. Se secara el mar, el sol y el cielo antes de perder el miedo a amar y odiar y curar la herida de amor ciego. No espero pasar sin pena, deseo pagar mi castigo y me perdonen sus ojos. Podrá ser todo imposible, que ella o la muerte curen mi herida que produjo el amor. Andrea Díaz
CXCV Todas las noches mudo piel y suelto el cabello aún quemado, ni respondo a describir el tejido del árbol que ni crece ni fallece. Pelo castaño será, sin cejas el color castaño que no me dé verde esperanza y su estilo, y no cambie y odie la herida del amor. No espero algo nuevo hasta que me encuentre en mi vida o venga a mí su rostro sin antojos. Podrá ser todo posible, que ella o la muerte encuentren esta herida, que me ame en el pecho con sus ojos. Laura Gajate
CCXVI Por la noche lloraba, pero tal vez por el dĂa amaba. Eras como la noche oscura, y en el dĂa tan tranquilo. La gente ve la vida bella, pero ella en su tiniebla vivĂa en una vida solitaria. Irene Cantalejo
CCLXXV Ojos míos, el sol ha oscurecido, y aún en el cielo, que allí podremos verlo, allí me atiende, y mi tardar le dolió. Oídos míos, su acento es hoy mi sentido, en parte le dio a quien mejor lo entiende. Pies míos, vuestro paso no se extiende donde la guía fue en su tiempo vuestra. ¿Por qué me dais esta guerra? Yo que no fui causa de vuestro oír y ver y andar con calma. A muerte lamentos y deja tras el llanto alegre aquel alma. Abraham Bermúdez
RIMAS IN MORTE
CCLXXV Ojos míos, ya no podemos ver nada. Hoy me encuentro aquí encerrado. Ya no soy dueño de mi cuerpo, ya no volveré a ver la luz saliente. Mis piernas ya no las uso, mis brazos ya no los extiendo. Sólo observo y veo desde el cielo. Desirée Serrano
CCXCIV Solía estar conmigo noche y día como a altas horas de la mañana. Hoy no te vayas. Al irte, te encontrarás más hundido abajo, y ella eterna arriba. El amor a que del bien la muerte viva, Amor sin ver su luz descubierto y no dura podrían romper las de este suelo mas no hay quien tal dolor piense ni escriba; lloran en silencio, donde nadie escucha, si no soy yo, al que el dolor incita que a no más que crecer el alma alcanza. Qué bien se ve que somos cuerpo y sombra; y cuánta es la pasión por amor, si mucha y sin importancia y falsa es la esperanza. Laura Gajate
CCCXXVII La sombra tan oscura, pero tú tan clara. La luz del día ardía, aunque la de la noche se refugiaba en mí. Dormir tan bello, vivir tan difícil. Y si estás en mi memoria te recordaré en la vida eterna. Irene Cantalejo
CCCXXIX Hay ojos tristes, pero también bellos. Perder todo, recuperar un mundo lleno de sueños e ilusiones. Sus ojos tristes reflejaban sabiduría, pero en el cielo seguían tan tristes como la soledad. La vida es difícil, pero mas difícil es tener sueños sin cumplir. Irene Cantalejo
CCCXXXVI La tengo en mi mente presente, la recuerdo como el primer día cuando la conocí, era casi una chiquilla. La veo tan bella en mi locura que grito: ¡Es ella y aún con vida! y le pido que vuelva. A veces calla y otras me susurra y yo, que me equivoqué, le preguntó: ¿Qué te ocurre, alma mía? Un día seis de abril de un año que no olvidaré partió esta alma bendita. Andrea Díaz
CCCXXXIX Miré, cuando desperté y vi a mi amada, bella y joven, que da luz a mi vida. Las demás, más guapas, respetuosas e imparables, al no ser parecidas, cosas nuevas y hermosas, más mortales, no fueron capaces de ver mi temor a perderla. Y cuando escribí esto, ella me dio una gota que el mar cobija. Que la belleza se reduce, y cuando miras algo bello es cuando el sol menos ilumina.
Adrián Ramos
CCCXL La muerte persigue en la noche, pero el cielo da vida y tristeza. La vida es soĂąar y los sueĂąos son alegrĂas del pensamiento. El amor es vencido, aunque el sentimiento es doloroso. Mis lamentos son oscuros, pero a la vez sinceros. Irene Cantalejo
CCCXLVI Todo ángel, toda alma bendecida ciudadana, en el día que subió, la vio llena e ilusionada. Que una nueva luz está encendida, que decían, porque el alma va de un lugar a otro, y jamás subió en la edad que tuvo vida. Ella tan contenta de haber cambiado, compite allá con todo lo que vive. La sigo mirando y creo que me espera porque oigo que ella me quiere. Abraham Bermúdez
CCCLVII Cualquier día me parece una eternidad. Sigo a mi amada y en su camino me condujo a la infidelidad. Ya tus engaños no me importan, ya conozco tus mentiras. Tan roto está mi corazón que perdí la cuenta de los daños que sufría. Y hoy en día vivo feliz, siempre mirando al frente, con la cabeza levantada ya no pienso en mi amada. Antonio García
CCCLVII Muchos días parecen muy largos. Si voy de un lado a otro con mi amor, que me condujo ayer, se me hace más corto; hoy me conduce a claras verdades. Ya no pueden decirme mentiras del mundo. Sé todo su pasado, pero no las falsedades, que llevo ya la cuenta de mis errores. Y no sufro venganzas de la muerte, que el hombre de reyes tenía más pena, por hacerme en seguida bonita y fuerte; hoy en toda regla cruzo de aquella que me encontraba en suerte, sin que moleste su frente tan alta. Laura Gajate
CCCLVII Día tras día parece eterno si no estoy con mi amada que me condujo a mejor camino; hoy me conduce a claros desengaños. Ya no me podrá producir daño, ahora que conozco su falsedad; me di ya cuenta de la verdad que llevo tiempo cometiendo errores. No temo el abandono, que el ser padece más pena por seguir firme y fuerte; y de nuevo hoy siento que estuve con suerte sin que turbe mi futuro.
Adrián Ramos
CCCXLVIII Los ojos verdes como la esmeralda, que eran muy bonitos, cabellos castaños como la castaña, que nada los superaba, sonrisa blanca y alegre, con el amor demostrado en sus miembros, que me enamoraron más y más, su culo respingón y su piel morena más bonito que la propia Eva y Adán, vivía en una nube, en el cielo con lo mejor de la vida, y todas sus cartas; y yo ciego por el amor que profesaba. Solo con su tristeza hallaría la alegría que a mí no me pudieron dar sus mentiras, y el daño que llevo conmigo.
Adrián Ramos
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