3 minute read
ACELERA! Matilda Yáñez Moraga
¡ACELERA!
Matilda Yáñez Moraga Escuela El Edén - Talca
Advertisement
Tres amigos que se hacían llamar “La Patrulla del Bosque” se preparon para una de sus tantas excursiones. Drek y Rich iban hacia el lugar del encuentro con Barry. Alegaban como siempre dentro del auto, cuando en un descuido y sin darse cuenta atropellan a una oveja. Rich siempre tan nervioso se preguntaba una y otra vez: ¿Qué haremos ahora, qué haremos ahora? Drek se sacaba selfies con el cadáver de la oveja, y mientras se las muestra a su amigo, voltean y la oveja ya no estaba. Subieron rápidamente al auto y aceleraron hacia el bosque donde los esperaba Barry.
—Hola amigos, tardaron un poco; ya tengo las carpas listas —dijo Barry.
Drek revisando su celular vio que había una súper fiesta en la ciudad esa noche y no se la quería perder; le contó a Rich y acordaron que cuando Barry se durmiera se irían a la fiesta y volverían antes de que él despertará.
Ya era hora, y antes de ir a la fiesta pasaron a comprar bebidas y cosas cool para comer. De pronto vieron a lo lejos a Barry arrancando de una oveja. Se acercaron a él para que subiera al auto; una vez adentro, aceleraron lejos.
—Oye Barry ¿qué ocurrió?, ¿cómo llegaste acá? —Me levanté a ofrecerles chocolate caliente y no los encontré. Salí al camino y esa oveja zombie casi me muerde las pompis, así que corrí hasta aquí. Y ustedes ¿por qué me abandonaron?
—Sólo queríamos ir a una fiesta —dijo Drek. —Siempre hacen lo mismo, creen que soy un bobo —dijo Barry. —No discutamos ahora —dice Rich— tenemos que hacer algo con esa oveja zombie. —De seguro encontraremos un antídoto en el laboratorio de la universidad.
Los tres chicos partieron en busca del antídoto, pero cuando llegaron el laboratorio estaba repleto de ovejas zombies reunidas en la entrada. Ingresaron por atrás, y una vez obtenido el antídoto los tres amigos se enfrentaron a las ovejas, pero eran muchas y el antídoto se agotaba, hasta que ya no quedó más y se vieron rodeados. Se abrazaron y esperaron su fin.
—Justo en ese instante Drek escuchó una voz. —¡Despierta! Tenemos que ir a la fiesta. Te quedaste dormido y se nos hace tarde —era la voz de Rich —Pero ¿cómo volvimos al bosque?, ¿estábamos a punto de morir? —dijo Drek. —Sólo fue una pesadilla, ¿vamos a ir o no a la fiesta? —Sabes, prefiero quedarme acá con Barry. Somos “La Patrulla del Bosque” y no podemos abandonar a un amigo. —Entonces despertemos a Barry y preparemos chocolate caliente, que me estoy helando.
EL DEMONIO SIN CARA
Sofía González Morales Colegio Suyai - Maule
Esa noche a Julieta le había tocado cuidar a sus hermanas; de pronto un sonido alarmante la despertó, pero lo ignoró. Unos minutos después escuchó pasos sobre el techo, creyó que era su imaginación; no hizo caso y siguió durmiendo.
Era la medianoche cuando escuchó un grito de sufrimiento extremo, fue a investigar qué ocurría y encontró un cuerpo ensangrentado; era el cuerpo de una de sus hermanas. Tenía mucho miedo y fue corriendo a la otra habitación, pero vio que su otra hermana estaba siendo atacada por un monstruo negro y muy alto: El Demonio Sin Cara. No pudo salvarla, y su hermana murió en sus manos.
Con mucho miedo y ganas de vomitar se escondió en el baño. Escuchaba pisadas en el techo, y de un momento a otro se rompió la puerta. Sin poder contener la angustia y, desesperada por tener que sufrir, se quitó la vida.
Julieta creyó que cuidar a sus hermanas esa noche sería una tarea fácil, pero no sabía que sería su última noche.
Ustedes se preguntarán cómo conozco esta historia… Porque El Demonio Sin Cara soy yo.