1 minute read

Aline Amaro QuijadaEl árbol mágico

El árbol mágico

Aline Amaro Quijada Escuela El Edén - Talca

Advertisement

En el parque de mi pueblo hay un árbol que todos decían que era mágico, mágico porque los niños sacaban sus manzanas y nunca se acababan.

Un día una niña llamada Celeste vio el árbol, se acercó y fue a sacar una manzana; tomó una y notó que apareció otra enseguida. Ella dijo en su mente: Quizás estoy alucinando.

Celeste se fue a su casa y al otro día volvió para ver nuevamente el árbol. Esta vez sacó cinco manzanas; para el papá, la mamá, sus dos hermanos y una para ella. La mamá le preguntó:

- ¿De dónde sacaste esas manzanas? - Las saqué del árbol mágico del parque. ¿Quieres ir a verlo? Celeste al otro día llevó a su mamá a ver el árbol de manzanas, y cuando llegaron al lugar, el árbol no estaba.

- ¡Oh, no! Mamá, el árbol estaba ahí. - Hija, que eres mentirosa ¿Por qué mientes? ¡Grrrrr! Al otro día Celeste fue al parque, y habló con el árbol.

- ¿Por qué me dejaste como una mentirosa? - dijo la niña. - Porque sólo pueden verme los niños y niñas como tú.

Desde ese día fue todas las tardes a conversar con el árbol y a disfrutar

de sus ricas manzanas. Nunca dejó de ir, pues se había transformado en su mejor amigo.

Así pasó el tiempo, los meses y los años. Un día Celeste despertó muy temprano, y corrió a contarle a su amigo árbol que ella estaba de cumpleaños y que ese día cumplía 18 años. Cuando llegó al parque, miró para todas partes y no encontró a su amigo. No sabía lo que estaba pasando, hasta que recordó lo que el árbol le dijo un día: “Sólo pueden verme los niños y niñas como tú”. En ese momento comprendió que ya había crecido.

Regresó a casa un poco triste, pero con un corazón agradecido. Igual estaba feliz, porque vivió toda su infancia acompañada del árbol mágico, quien siempre fue y será su mejor amigo.

This article is from: