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Lucas Valdés ArandaEl mago
El Mago
Lucas Valdés Aranda Instituto Andrés Bello - Talca
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Érase una vez un Mago que no tenía más de 35 años; bien vestido, con una estilosa barba, medía un metro 75 centímetros y además era muy criticado por la gente de la ciudad pues decían que la magia era sólo un tonto invento.
Un día llego una terrible Bruja; quizás te estás imaginando una fea, vieja y arrugada Bruja, pero no, ella era bella y joven, y como si fuera poco vestía de blanco con un gorro lino color azulino.
La Bruja atacó a la ciudad con hechizos y en algunos casos con embrujos.
El Mago se enteró de esto y acudió a la ciudad para enfrentarse a la malvada y bella Bruja.
La Bruja, que ya se había informado de la mala fama del Mago, se burló de éste.
El Mago sacó su varita con la mayor tranquilidad del mundo. Pero la Bruja, que estaba impaciente, también sacó su varita y disparó un rayo. El Mago movió su mano rápidamente y se vio un rayo de fuego aún más grande que el de la Bruja; le destruyó su varita y luego la congeló. La pobre y malvada Bruja se despedazó al caer al suelo, como si hubiera sido un cristal.
Todos estaban sorprendidos, ¿qué había ocurrido? El Mago reveló su secreto; dijo que sólo había sacado un laser rojo y amarillo que llegó a los ojos de la Bruja cegándola y ésta se había disparado sola, y se congeló por la mezcla del disparo y un fuerte y frío viento.
Después de esto jamás le volvieron a creer al Mago, pero siempre le estuvieron muy agradecidos por salvarlos de la Bruja.
Si bien es cierto este Mago no tenía poderes sobrenaturales, sí contaba con algo muy valioso, que era la determinación, el coraje y muchas ganas de ayudar.
La bruja del Mal
Mathías Loyola Muñoz Instituto Andrés Bello - Talca
Un día una bruja llamada Clementina estaba en su palacio encantado tomando té, ella era como todas las brujas del Consejo Brujil (Institución de brujas para designar la sucesora cuando la actual ha fallecido).
Celestina ya tiene noventa y nueve años de edad, y las brujas sólo pueden vivir cien años; la próxima semana estará de cumpleaños y automáticamente ese día morirá y designarán a otra para que cumpla su rol.
Todos los vecinos estaban muy asustados esperando este momento, pues las brujas eran reconocidas por hacer el mal, y Celestina era la que más mal había hecho en el pueblo como cuando hechizaba, se comía a los niños y los hacía sopa (ella decía que era para tener buena digestión). - ¡La bruja Celestina ha muerto!
Aquellas voces se escuchaban del cielo, mientras el Consejo Brujil ya estaba designando a quien se encargaría de hacer el mal.
- ¡Ya; estamos listos! La nueva bruja aparecerá en cinco segundos.
Toda la ciudad contaba… “cinco, cuatro, tres, dos, uno” y aparece la sucesora, gritando: - ¡Buenas tardes! ¡Mi nombre es Armandela Segunda y vengo a hacerlos sufrir a todos ustedes!
Armandela Segunda sería la última bruja del Consejo Brujil. Pasaron noventa y nueve años, y segundos antes de morir bajó del cielo el jefe del Consejo para despedirla.
- Despidamos con un fuerte aplauso a nuestra última mandataria, la bruja Armandela Segunda.
Todos aplaudían sin ganas por ella, pero a medida que la bruja iba subiendo al cielo con el jefe, todos los vecinos estaban felices, pues al morir Armandela se acabaría la maldad en el pueblo.