Resumen capítulo 3. Las sociedades del aprendizaje. En un mundo cada vez más complejo en el que todo individuo puede verse obligado a ejercer varias profesiones en el transcurso de su existencia, es indispensable seguir aprendiendo a lo largo de toda la vida. Se está acelerando la producción de nuevos conocimientos. La difusión rápida de invenciones e ideas nuevas a una determinada sociedad en su conjunto. Armonizar la cultura de la innovación con una visión a largo plazo, no dejándose llevar simplemente por las modas. Esta innovación exige el desarrollo de capacidades individuales y colectivas. Necesidad constante de aprendizaje. Las sociedades del aprendizaje tienen que permitir a todos “estar al día”, es decir que es importante aprender a aprender. Esto significa aprender a reflexionar, dudar, adaptarse con la mayor rapidez posible y saber cuestionar el legado cultural propio respetando los consensos. El estímulo de la creatividad infantil, la sensibilización a las prácticas artísticas, el aprendizaje por medio del juego y la repetición y la utilización de técnicas artísticas (teatrales, plásticas, musicales, etc.) en la enseñanza general son realidades vivas que ofrecen, con poco costo, posibilidades de expresión y comprensión, estimulando además el interés del niño y el adolescente por la escuela y el conocimiento. Para que las sociedades del aprendizaje se desarrollen, es necesaria una cultura del aprendizaje que valore al docente tanto como al estudiante. Las redes informáticas formadas por comunidades profesionales son un buen ejemplo de esto, especialmente por su utilización prolífica de Internet. Los textos digitales en la difusión del conocimiento son de gran importancia, ya que son fáciles de modificar, corregir, copiar, reproducir, distribuir, publicar y comentar en foros de difusión. La biblioteca, auténtico centro cultural y centro de intercambio de conocimientos, podrá representar una especie de puerta de acceso a los nuevos conocimientos, sirviendo a menudo de enlace y punto de articulación entre el plano local y el mundial. Se deberá mantener una coexistencia del material impreso y el digital, procurando evitar que los libros desaparezcan con el tiempo. El inconveniente de la constante innovación es que, a veces, crea inestabilidad y una impresión de inseguridad, por lo que habrá que tener en cuenta las consecuencias negativas en el plano social y cultural.