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Hilotz

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Königreichssaal

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El trío guipuzcoano HILOTZ publicó en el mes de septiembre el que es su segundo LP, «Aske», a través de Maldito Records combinando en él thrash, death y black metal. Usando el euskera como transmisor de sus mensajes, la banda hizo un ejercicio de empatía, un intento por ponerse en la piel de quienes pretenden ser libres: migrantes, mujeres, animales, personas con adicciones,…

Antes de nada, enhorabuena por el álbum «Aske» y muchas gracias por atendernos en esta entrevista. Me gustaría, para comenzar, que nos contarais algo más sobre vosotros: cómo surge la banda, si tocáis en otros proyectos…

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Hilotz se funda en 2010 por cuatro compañeros de la ikastola a los que nos unía la pasión por el metal. Comenzamos versionando las canciones de nuestras bandas favoritas hasta que en 2012 publicamos nuestro EP debut, ‘Hil Ala Bizi’. Desde entonces, hemos tenido cinco cambios de formación, pasamos de ser un cuarteto a un trío y hemos publicado dos discos de larga duración, ‘Giza Ankerkeria’ y ‘Aske’. En cuanto a otros proyectos, actualmente el baterista Etxahun y yo tocamos también en Asgarth, una banda clásica de heavy metal en el País Vasco.

¿Cuáles son vuestras bandas de referencia?

Nuestras referencias son muy amplias. Annihilator, Death, King Diamond, Behemoth, Vektor… podrían considerarse algunas de las grandes influencias en ‘Aske’, pero esos no son más que unos pocos nombres de una lista muy larga. También nos gustan Beethoven, Michael Jackson, Paco de Lucía, Juan Luis Guerra, Snarky Puppy… no queremos encorsetarnos en un solo estilo, tratamos de componer sin límites y creemos que eso se acaba notando en nuestra música.

¿Cómo afecta el cambio de formación a la hora de componer?

Desde que pasamos de cuarteto a trío, las actuaciones de directo han pasado a estar más presentes en nuestra mente a la hora de componer. Seguimos incluyendo multitud de guitarras en el estudio para que el disco cuente con todas las capas armónicas y la grandeza que nos gusta, a fin de cuentas, la grabación y el directo son dos cosas diferentes. Después, nos juntamos en el local y pensamos en los arreglos más adecuados para que la esencia de las canciones se sostenga en directo. Solo somos una guitarra y un bajo, pero con una mayor presencia melódica de este último el abanico de opciones se amplía mucho, tanto en el estudio como en directo. Durante estos últimos años hemos ido buscando la fórmula para que guitarra y bajo sean uno y la banda suene como un bloque totalmente compenetrado.

En medio de la situación sanitaria actual cualquier trabajo resulta mucho más complicado, ¿Cómo fue la grabación de «Aske»?

La grabación fue realizada en primavera de 2019 y el disco se finalizó por completo en otoño, por lo que no nos ha afectado en ese sentido. Música, plazos y material promocional… teníamos todo preparado para cuando llegó la pandemia, por lo que el dilema ha girado más en torno a publicar el disco o no en un contexto tan excepcional. A comienzos del confinamiento cerramos el trato con Maldito Records y decidimos seguir adelante, ya que publicar era también una forma de liberarnos, de sacar a la luz ese material que tanto tiempo habíamos pasado preparando. Si hubiéramos guardado ‘Aske’ en un cajón y hubiéramos dejado su publicación a la merced de la evolución del virus, el disco podía haberse convertido en una losa pesada.

A mí me resulta imposible escoger un único tema como favorito y supongo que a vosotros os ocurrirá lo mismo, pero… ¿hay algún tema del álbum que represente algo especial para vosotros o con el que os sintáis más identificados?

Te diría que va por temporadas. Últimamente disfruto mucho con “Sinisten Dut”, tanto a la hora de tocarlo como al escucharlo. Es una canción que tiene un poco de todo: elementos orquestales, breakdowns, riffs thrashers, partes fantasmagóricas de guitarras limpias, blast beats, un solo de bajo… además, originalmente, antes de que tuviera letra, se llamaba “bodom thingy”. Es el nombre que le puso nuestro guitarrista Pablo al riff principal de la canción, el riff desde el que partió toda la composición. Estos días he pasado horas y horas escuchando Children of Bodom y esa conexión se ha convertido aún más especial.

¿Cuál fue vuestro mayor obstáculo como banda?

Para mí, la etapa más dura fue cuando el ex guitarrista Paulo Eizmendi abandonó la banda. Fue en otoño de 2015, cuando estábamos metidos de lleno en la grabación de nuestro primer LP, ‘Giza Ankerkeria’. Paulo tuvo problemas personales y no pudo participar en la grabación del disco. Esto hizo que Pablo Cabasés, nuestro actual guitarrista, entrara en la banda y tuviera que aprenderse las canciones a marchas forzadas, de cara al concierto de presentación que ofrecimos en diciembre de ese mismo año, junto a Angelus Apatrida. Sin embargo, de todo lo malo se saca algo bueno, y en este caso los cambios mencionados han derivado en una mayor fortaleza para la banda. Los tres miembros actuales llevamos juntos más de cinco años, Hilotz nunca ha contado con una formación tan estable y esto ha sido una de las claves para crear ‘Aske’ y llevar al grupo a un nuevo nivel.

Dentro de la música metal siempre es más difícil conseguir llegar al público que en otros estilos musicales, y vuestras letras además son en euskera. ¿Qué acogida estáis teniendo fuera de Euskadi? ¿Notáis que os cuesta más hacer llegar vuestro mensaje por culpa de la barrera lingüística?

‘Aske’ ha tenido una gran acogida en los medios especializados del Estado español y también ha llegado a algunos países de Europa, América y Asia. Las reacciones que hemos recibido de medios y seguidores han sido muy favorables y estamos deseando que el interés mediático se traduzca en conciertos por todo el mundo, una vez se abran las fronteras internacionales. En nuestra opinión, el idioma no debería ser un impedimento para dar a conocer a una banda por el mundo. Somos conscientes de que vivimos en la dictadura del inglés, muchas bandas optan por ese idioma pensando que, de ese modo, lograrán un mayor reconocimiento internacional, pero, en realidad, el euskara es lo único que tenemos para presentarnos al mundo de forma diferente. Es una lengua milenaria, la única preindoeuropea que todavía vive. Nacimos, crecimos y vivimos en ese idioma, y cantarlo no es más que una pulsión natural. Además, tenemos claro que el mundo no es monocolor. Mirad a Alien Weaponry, cantan en maorí y son una de las bandas nóveles de metal más destacadas en la actualidad. Afortunadamente, existe una infinidad de idiomas más allá de las dominantes y, gracias a ello, el mundo es más interesante. Parece que estuviéramos obligados a justificarnos constantemente, por el hecho de cantar en una lengua minorizada, cuando esto no hace más que enriquecer el abanico cultural. Personalmente, me encantaría que Angelus Apatrida cantara en castellano o que Kreator lo hiciera en alemán, pero cada uno es libre de hacer lo que quiera.

Maldito Records ha publicado vuestro álbum. ¿Qué nos podéis contar sobre esta colaboración?

Se trata de la primera vez que publicamos un disco con el apoyo de un sello discográfico, por lo que, sobre todo, está siendo un proceso de aprendizaje. Maldito lleva más de 20 años en esto y cuenta con mucha experiencia, han trabajado con grandes bandas y saben lo que hacen. Además, son uno de los pocos sellos españoles que publican discos de bandas que cantan en euskara. Desde marzo, hemos trabajado codo con codo con todo el equipo del sello para que nuestra música tenga el mayor alcance posible y, por ahora, notamos que la colaboración está dando sus frutos en el aspecto promocional. ‘Aske’ ha tenido un seguimiento mucho mayor a nivel estatal que nuestro anterior trabajo ‘Giza Ankerkeria’, nos alegramos de que cada vez más gente esté interesada en nuestra música y esperamos que la colaboración con Maldito pueda seguir prosperando en el futuro.

¿Cómo os planteáis la promoción de «Aske»? ¿Intentaréis realizar conciertos o viendo que se están cancelando la mayoría de ellos a pocos días de su celebración buscaréis otra forma de hacer llegar vuestro trabajo al público?

A falta de conciertos, hemos pasado los últimos meses haciendo una intensa promoción en prensa, radio y televisión. En diciembre pudimos actuar en directo durante 30 minutos en la 55. Edición de la Feria de Durango, el evento de referencia para la cultura vasca, pero una presentación de ‘Aske’ en mayúsculas todavía está pendiente. Actualmente, estamos trabajando para dar forma a un puñado de conciertos, eventos selectos pero muy cuidados, en los que trataremos de potenciar el apartado estético. Nuestro objetivo es que el público pueda disfrutar de un gran show musical y visual, un concierto que pueda ser disfrutado al máximo, a pesar de estar sentado en butacas y sin poder moshear y festejar como suele pasar en nuestros directos.

Aunque mirar al futuro ahora mismo parece complicado… ¿qué planes tenéis?

Nuestro plan es ensayar y mantener la maquinaria lo más engrasada posible, para estar completamente preparados para cuando llegue el momento de saltar al escenario. A su vez, seguiremos promocionando ‘Aske’ a través de las redes sociales, para que el interés hacia el disco no decaiga.

Y ya para terminar me gustaría felicitaros nuevamente y daros las gracias por atender a Necromance Magazine. ¿Hay algo que os gustaría decir a nuestros lectores?

Muchas gracias por vuestro tiempo e interés. Esperamos volver a juntarnos pronto y celebrar, disfrutar con la música tanto encima como debajo del escenario.

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