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Experto Phillipo Correa: El futuro es digital
Minería
EL FUTURO es digital
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En 1982, se presenta al mercado el primer programa de diseño asistido por computadora de menos de 100 dólares. Se había iniciado una nueva era.
A mediados de los noventa, comienzan a aparecer los primeros artículos que
Phillipo Correa
Ingeniero Civil Estructural de la Universidad de Chile. Es vicepresidente de la Asociación de Ingenieros Civiles Estructurales de Chile (AICE Chile), y cuenta con casi 20 años de experiencia en Proyectos Mineros tanto en su etapa de diseño como construcción. hablan sobre una construcción digital, enfocándose en las virtudes que tendría el poder manejar grandes volúmenes de datos, en ambientes abiertamente multidisciplinarios y colaborativos.
Pero el 2002, se presenta al mercado una nueva estrategia para la aplicación de tecnología de la información a la industria de la construcción, Building Information Modeling, fi nalmente esta coordinación, orden o armonía en la ejecución de actividades tenía un nombre, nacía el BIM.
Así como el CAD llevó el diseño a niveles de productividad nunca vistos, el BIM fue una nueva vuelta a la espiral del desarrollo de proyectos, una nueva forma de trabajar había emergido con fuerza.
Hoy estamos inmersos en esa revolución, tratando aún de adaptar nuestros
“entregables” a esta nueva forma de desarrollo de la ingeniería. Seguimos “calibrando” nuestras horas hombre (HH) a esta nueva forma de hacer el trabajo.
El BIM llegó para derribar paradigmas, como, por ejemplo, cuando hacemos ingeniería, da lo mismo si salen un par de planos más, ya que las HH se gastan en el modelo y no en poner las vistas en una viñeta. Y ni hablar de los isométricos, cientos de planos de cañerías obtenidos a partir de una rutina automática.
Con el paso de los proyectos hemos visto que la fase de ingeniería se parece cada vez más a la fase de construcción, el diseño se está transformando en una construcción digital del proyecto, donde al igual que en terreno, nos transformamos en activadores de un suministro, pero en vez de ser una pieza física, en diseño, son los planos del proveedor nuestro insumo crítico.
La captura con nubes de puntos digitalizando la infraestructura existente, se complementa con conversar y colaborar para entender los dolores del otro, pero a su vez, queremos equipos autónomos, capaces de vivir, sentir y trabajar con el riesgo. Que se avance lo más rápido posible, pero sin generar retrabajos. Parece una ecuación difícil de balancear.
En el caso de las estructuras, el cálculo está cada vez más automatizado, en una o a lo más dos décadas más se entregará al cliente una memoria de cálculo directo desde el programa de modelación, sin mayor intervención de un ingeniero. ¿Eso es malo?, en lo absoluto, eso sí, es distinto a lo que estamos acostumbrados.
En las próximas décadas, el mercado, demandará habilidades distintas y es responsabilidad de todos prepararnos. Los ingenieros deben capacitarse adecuadamente, las universidades facilitar el conocimiento no solo a sus estudiantes sino también a los profesionales del área, y de los coordinadores de ingeniería para lograr sacarle el mejor provecho a esta nueva forma de trabajar.
Es tu decisión ser testigo o protagonista, solo de ti depende, nos vemos en el camino. N&C