PIEDAD
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La Orden Franciscana y el Sagrado Corazón pag. 5
Punto de Partida. pag. 13
El Culto Eucarístico en la Ortodoxia. pag. 36
San Antonio de Padua de "La Cebolleta" pag. 21
El Culto Eucarístico en Guatemala. pag. 27
San Fandila, Monje y Mártir pag. 3
San Pedro "Compadre" OFM pag. 12
Santa María "La Miserable" Virgen y Mártir. pag. 33
Mes de Junio al Sagrado Corazón de Jesús. pag. 7
Hora Santa Franciscana. pag. 17
Consagración de los Niños a San Antonio de Padua. pag. 25
Su vita nos ha llegado por manos de San Eulogio de Córdoba, quien escribió las leyendas y martirios de algunos santos hispanos. Fandila nació en Acci, hoy Guadix, sobre el año 820 en una familia cristiana y acomodada. Estudió en Córdoba, reinando Abd al Rahman II. En esta misma ciudad tomó el hábito monástico, en el monasterio de Tábanos, fundado por San Jeremías. A la sazón era abad Martín, un santo monje quien le recibió con gusto, pues Fandila tenía buenas y santas aspiraciones. Fue ordenado presbítero, aunque no era su deseo, pero por obediencia aceptó. Su fama de virtudes y sabiduría hizo que los monjes de San Salvador le pidieran fuera uno de ellos.
Teniendo esta dignidad no abandonó el oficio de la predicación, por lo cual un día que bajó a la ciudad Córdoba, comenzó a predicar de Cristo a algunos dignatarios musulmanes. Estos lo aprendieron y lo encerraron, cargado de cadenas, en un calabozo oscuro. Le torturaron con hambre y sed, y severos castigos, para que renunciara a Cristo, mas como permaneció firme, fue sentenciado a muerte y degollado 13 de junio de 853.
El santo cuerpo de Fandila fue colgado en un poste para que sirviera de escarmiento a los cristianos. Estos tomaron el cuerpo y lo sepultaron piadosamente. En Córdoba y Guadix aún tiene culto, y es abogado contra el granizo y las tormentas.
“CUANTOMÁSUNIDOESTÁUN CORAZÓNCONELDEJESÚS,MÁS
PARTICIPADELAPRINCIPAL CUALIDADDELCORAZÓNDIVINOY
HUMANODELREDENTOR,QUEESLA BONDAD.” (DOM.J.B.)
La Orden Franciscana tiene títulos muy particulares le que atan fuerte y dulcemente al Sagrado Corazón. Es la Orden Seráfica. Es natural que por ello el mismo Sagrado Corazón dijera a Santa Margarita, Terciaria Franciscana y formada en una Casa Franciscana, que su modelo era el Serafín de Asís. Sin duda San Francisco era “el Santo más especialmente identificado con su adorable Corazón”, y que se lo daba por “guía de su espíritu”.
Pudiera llamarse esta Orden con toda propiedad la “Orden del Sagrado Corazón”, con sus Tradiciones, Leyes, Armas, Historia, Hijos… Santa Margarita de Cortona, Mística y Terciaria Franciscana, en el Siglo XII, vio en éxtasis al Sagrado Corazón y profetizo que sería Devoción conocida más adelante.
Sin duda por ello, desde tiempos muy antiguos, mucho antes de Santa Margarita María, en el Escudo Oficial de la Orden Franciscana estaba entronizado el Sagrado Corazón.
San Antonio de Padua fue visto como perla preciosa dentro del Corazón de Jesús. San Buenaventura hablo con dulzura del Sacratísimo Corazón de Jesús en el Siglo XIII, e hizo pintar su imagen, rodeándole de una Corona de Espinas.
Santa Margarita María de Alacoque pidió al Señor le mostrase un Santo que le sirviese de guía y modelo en su Devoción y Amor a su Corazón Sacratísimo, y Jesucristo, el día 04 de octubre de 1686, se le apareció en compañía de San Francisco de Asís y se lo propuso a la Santa como ejemplar de su verdadero devoto, asegurándole, además, que el Seráfico Fundador de los Menores “era el Santo más amante de su Corazón”.
(Ob. Cit. “ Vamos tras el…”/P. Juan R. de Legisima & P. Gaspar Calvo Moralejo/ Págs. 385-386/ Biblioteca Franciscana/Madrid, 1972, octava edición/transcripción y adaptación del texto por el Hno. Félix Becerra O.F.S. Año 2020 )
En el año de 1873 las Ordenes Franciscanas fueron consagradas al Corazón Santísimo de Jesús, por el Rmo P Bernardino de Portogruaro, general de la Orden de Frailes Menores, en el sepulcro de Santa María Alacoque El Asistente Espiritual de cada Fraternidad de la O.F.S. en un día determinado, leerá en voz alta el siguiente:
Aquí me tenéis, oh Divino Corazón de mi Jesús, ante vuestra real presencia, en este Sacramento del Altar. Os adoro y os bendigo como mi Criador y Redentor, como Padre y Esposo de mi alma, redimida por Vos con el precio de vuestra preciosísima Sangre. Pero
¿y quién soy yo, oh Señor para que me améis tanto? Por mi os habéis humanado; por mi habéis sufrido las más graves injurias, los más crueles tormentos; por mi os hicisteis obediente hasta la muerte, y muerte de Cruz. No obstante, todo esto no fue suficiente para desahogar vuestro amor hacia mí. Vuestro Santísimo Corazón, inflamado de la más ardiente caridad, os obligo a dejarme una perpetua y preciosísima prenda de amor, y antes de morir instituiste este Divino Sacramento, con el cual me comunicáis vuestro Cuerpo, vuestra Sangre, vuestra Alma y vuestra misma Divinidad.
¡Oh Dulcísimo y Tiernísimo Corazón de mi Jesús¡ Yo me lleno de admiración al solo recordar los inmensos prodigios que habéis obrado por mi amor. Sin embargo, yo hasta ahora he correspondido a ese amor vuestro con ingratitudes y pecados. Pero penetrado del más vivo dolor, os pido humildemente perdón, y os ruego aceptéis el ofrecimiento que os hago de este mi pobre corazón, desprendido de cuanto pueda seros desagradable, un corazón enteramente libre de amor propio, un corazón todo abrazado de vuestro amor. Y este corazón, os lo ofrezco, lo dedico y lo consagro enteramente a vuestro Sacratísimo Corazón, y con mi corazón os consagro también el de mis Hermanos y Hermanas de las Tres Órdenes de N.P. San Francisco. Bendecid, Señor, tan bellas instituciones de vuestro Seráfico Siervo, hacedlas crecer siempre en perfección,
y bendecid al mismo tiempo a vuestra amada Esposa la Iglesia Católica, a su cabeza suprema, vuestro Vicario en la tierra, a todos los sacerdotes, vuestros ministros y en particular a esta mi Fraternidad. Sostened a los justos, convertid a los pecadores, asistid a los moribundos, librad a las almas del Purgatorio y extended a todos los corazones el dulce imperio de vuestro amor. Así sea.
Padrenuestro, Avemaría y Credo.
Haced que yo os ame siempre con nuevo fervor, Querida María, Madre de mi Señor, Hacedme amante de su Sagrado Corazón.
FRANCISCANA SEGLAR AL SAGRADO
CORAZÓN DE JESÚS
¡Dulcísimo Corazón de Jesús! Postrados ente vuestra divina presencia, llenos de humildad y de amor, os adoramos con el Padre y el Espíritu Santo como nuestro Creador, Redentor y Glorificado. ¡Vos sois, Señor, el Santo; Vos sois el Altísimo; vos el Rey de los cielos y de la tierra! ¡Vos sois el Bien, el sumo Bien!
Os alabamos y bendecimos desde lo íntimo de nuestro ser y os damos gracias por todos los beneficios que de día en día amorosamente nos dispensáis, especialmente por la singular merced que nos hicisteis llamándonos a militar en las filas de la Tercera Orden de vuestro siervo el bienaventurado San Francisco de Asís, el cual, brasa encendida en el divino amor, mereció ser propuesto por Vos a Santa Margarita María como modelo en el culto y veneración a vuestro adorabilísimo Corazón. ¡Oh amadísimo Jesús! Henchidos de gratitud y de amor, nos consagramos hoy públicamente a vuestro sacratísimo Corazón; nuestras personas, nuestras familias y nuestras casas, con toda la Orden Franciscana Seglar. Queremos ser completamente vuestros, ya que por nosotros os ofrecisteis Vos al Eterno Padre como hostia propiciatoria en el ara de la Cruz, y cada día renováis vuestra inmolación en el Sacrificio de nuestros altares. A Vos, Rey nuestro, queremos siempre servir, estar donde Vos estéis, querer lo que Vos queráis y aceptar lo que Vos, con paternal Providencia, queráis enviarnos. Y así como pusisteis vuestra delicias en estar con los hijos de los hombres, así haced, Señor, que las delicias de los Hijos de San Francisco se
cifren en estar con Vos, ya oremos, ya trabajemos, ya asistamos a los Divinos misterios o meditemos el Santo Evangelio, ya ejerzamos la caridad con el prójimo, ya nos sonría la fortuna o nos pruebe la adversidad. Y para dar a nuestra consagración mayor eficacia, renovamos ahora públicamente nuestra Profesión.
Yo…, en presencia de Dios Omnipotente, a honra de la Inmaculada Virgen María y del Bienaventurado Padre San Francisco y de todos los Santos, prometo observar todo el tiempo de mi vida los Mandamientos de Dios y de la Regla de la Orden Franciscana Seglar, instituida por el mismo Bienaventurado Padre San Francisco y confirmada por los Sumos Pontífices Honorio III, Gregorio XI, Nicolás IV, León XIII y Pablo VI. Prometo, además, satisfacer, según la voluntad del Asistente Espiritual, por las transgresiones contra la misma Regla. Así, pues, penetrados del espíritu de penitencia de vuestro Evangelio, nos aplicaremos con desvelo a la santificación de
nuestras almas; ofrecemos nuestros corazones al Vuestro, saturado de oprobios, en reparación por todas las maldades con que el mundo continuamente lo aflige, y trabajaremos para que las familias y las naciones, redimidas por el precio infinito de vuestra Sangre, vuelvan al seno de vuestro reino, que es el reino de la fe y de la sabiduría, de la justicia y de la caridad, de la abnegación y de la paz. Mas, siendo pecadores, poco o nada podemos sin vuestra ayuda. Suplid Vos, Señor, todo lo bueno que nos falta y dignaos aceptar esta consagración que hacemos hoy a vuestro Corazón sacratísimo por mediación de vuestra Madre, la Inmaculada Virgen María, que lo es también nuestra. Por la intercesión de Nuestro Padre San Francisco, de los Bienaventurados San Luis y Santa Isabel, nuestros celestiales Patronos, os rogamos nos concedáis la gracia de cumplir fielmente nuestras promesas hasta la muerte. Haced, ¡Oh dulcísimo Corazón de Jesús, generoso con los que os invocan! Que todos los miembros de la Orden Franciscana Seglar nos amemos como verdaderos hermanos, vivamos como un solo
corazón y una sola alma y demos a todos buenos ejemplos que los guíen por la senda del bien. Bendecid y multiplicad a la Orden Franciscana Seglar; iluminad y proteged a Vuestro Vicario en la tierra, el Papa N.; a los Prelados de la Iglesia y a las Autoridades que nos gobiernan; conducid a vuestro redil a las ovejas descarriadas; dad paciencia y salud a los enfermos, consuelo a los afligidos, socorro a los pobres, y a los fieles difuntos la vida eterna.
No nos abandonéis, Jesús Señor nuestro, fuente de paz y de bondad, sino permaneced con nosotros y atraednos hacia vuestro Divino Corazón, para que, sirviéndoos con fidelidad en la tierra, podamos amaros, alabaros y glorificaros en el cielo, en unión con el Padre y el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amen.
(Ob. Cit. “Oficio Parvo de la Tercera Orden de San Francisco: El Oficio Parvo de Nuestra Señora, El Oficio de la Semana Santa el Oficio de Difuntos y el Ordinario de la Santa Misa”, por el Padre Juan Crisóstomo Piquer, 4ta edición, corregida por el P. Fray Sebastián Font, Quito, Fundición de tipos de M. Rivadeneira, 1886/ Págs. 527-529)(Ob. Cit. “Manual de los Terciaros Franciscanos”/Págs. 246- 249 / Quito, Ecuador /Edit. “Fray Jodoco Ricke” / 1960, adaptación y transcripción del texto por el Hno. Félix Becerra O.F.S. Año 2020)
"La Eucaristía es la prueba suprema del amor de Jesús. Después de esto no existe nada, más que el Cielo mismo".
San Pedro Eymard
Festividad: 15 de junio
Por Ramón RabreCelebraba la ciudad de Oviedo, España, la memoria de “san” Pedro, llamado "Compadre", que fue uno de los primeros hijos de San Francisco y al que el mismo santo envió desde Italia a fundar un convento de la Orden en Oviedo. La relación del Santo Padre con Oviedo era anterior, pues allí había estado en su peregrinación a Compostela. Sobre 1214 fundó el eremita Pedro dicho convento. De su vida nada se sabe, pero virtuosa debió ser cuando desde tiempos inmemoriales le tributó culto la ciudad. Su sepulcro, veneradísimo en otros tiempos, estuvo en la iglesia conventual y hoy está en el Museo Arqueológico de Oviedo. En él una inscripción dice: "Yo, hermano Pedro, llamado Compater, antes carne, ahora hueso, mi Salvador me llamó en el año de 1214, en el mes de octubre".
Las reliquias fueron veneradas en su lugar hasta 1487, cuando Alfonso Balderrábano, gobernador de Asturias, mandó colocarlas sobre la puerta principal del templo, como fundador que era. Pero de allí fueron trasladadas de nuevo al interior en 1594 por Fray Luis de Quirós, Guardián del convento, y el gobernador Luis Carrillo de Mendoza, a causa del estado ruinoso de la portada. Cuando la invasión de los franceses, fue violentada la urna y los huesos profanados y desaparecidos.
-"Año cristiano o Ejercicios devotos para todos los días del año". Junio. R.P. JUAN CROISSET. S.J. Barcelona, 1862.
Podemos adelantar desde ahora algo tan sencillo como esto: Francisco aprendió a ser cristiano en la Eucaristía. O sea: La verdadera escuela de fe para Francisco de Asís ha sido en la practica el Sacramento de la Eucaristía.
¿Cómo estaba la Eucaristía en tiempos de San Francisco?
Un desastre, si lo miramos desde nuestro punto de vista: Había sacerdotes que por cobrar las misas celebraban varias veces al día (Aunque no se podía más que una) y comulgaban solamente en una de ellas para salvar la prohibición de la Iglesia; otros abandonaban el Sagrario que era un nido de ratones; muchas iglesias se parecían más a tabernas que a otras cosas. Los cristianos no comulgaban casi nada y algunos creían que la adoración de la Hostia Consagrada era mejor que comulgar y se iban de Iglesia en Iglesia para “ver” la Consagración. Y lo peor de todo: Había sacerdotes que celebraban para el pueblo llevando una vida moral muy dudosa. El Clero alto, los Obispos, no eran mucho mejores en este sentido.
No hay que extrañarse que entre cristianos serios se difundiera aquel error doctrinal de que, si no se podía encontrar un buen sacerdote que
viviera dignamente, tenía derecho a consagrar un laico bueno. Y, yendo aún más lejos, los Cataros llegaban a decir que la Eucaristía era poco menos que una idolatría, por eso de adorar el pan y el vino, cosas materiales, cuando Dios solamente puede estar presente en las cosas espirituales. Según estos herejes, en la materia no podía estar presente Dios. Y quien pagaba las consecuencias de este modo de pensar y de este estado de cosas era el pueblo sencillo que cada vez participaba menos en una Liturgia que entendían poco (se decía en latín) y que no era apreciada ni por los mismos sacerdotes.
¿Cómo vivió San Francisco de Asís el Misterio Eucarístico?
Lo primero que hay que decir es que Francisco valoro la Eucaristía yendo a la Eucaristía. Efectivamente, todos los grandes momentos de su vida han estado cercanos y enmarcados en la Eucaristía: Su conversión (1C 22); la conversión de sus primeros compañeros (1C 24), el Misterio de la Encarnación en Greccio (1C 84), etc. Comulgaba con frecuencia en un ambiente que no favorecía la participación (2C 201) y teniendo en cuenta que en la mayoría de las iglesias solamente habría misa los domingos. Además parece que le gustaba recibir la Eucaristía bajo las dos especies que el distingue y nombra constantemente (CtaA 6).
Por lo demás, Francisco es muy claro en la cuestión del sacerdote. Para él es el único que según la Iglesia puede celebrar la Eucaristía. Y eso independientemente de su conducta personal, así nos referirá Esteban de Borbón:
“Tengo oído referir que, entrando el Bienaventurado Francisco en una villa de Lombardía - tenía fama de santidad por aquellas tierras-, un hereje, que le suponía hombre simple, quiso valerse de el para confirmar su secta y afirmar a sus seguidores en ella. Viendo que se acercaba un sacerdote, dijo ante los presentes: << Mira, buen hombre: ¿Qué dices de este que administra la parroquia de esta villa y vive con una concubina y es autor de muchos crímenes de todos conocidos?>>. Percatándose el Santo de la malicia del hereje, le dijo: << Este de quien decís tales cosas, ¿es el sacerdote de esta villa?>> Al responderle el hereje: << Lo es >>, el Santo se puso de rodillas en el barro y besando las manos del sacerdote, dijo: << Estas manos han tocado a mi Señor; sean como fueren, no pueden hacerle a Él inmundo ni disminuir su fuerza. En honor del Señor, honra al Ministro; puede que para sí sea malo, para mi es bueno >>. Los herejes quedaron confundidos.”
También así lo dejo bien claro en su Testamento (Test. 8-10) y en otros escritos suyos (CtaO. 30-33). Él fue Diacono, y si no quiso ser sacerdote es probablemente por un asunto ajeno a esto: Porque para él, ser sacerdote conllevaba un grave riesgo: El pasar de ser “Menor” a ser “Mayor”. Pero eso es otro tema…
Animaba incansablemente a sus hermanos a que celebraran la Eucaristía dignamente (CtaO 14-16) e hizo de la Eucaristía el único tema de catequesis para sus hermanos. Así lo demuestran claramente ese grupo de cartas suyas que llamamos “Cartas Eucarísticas” (Son: CtaA, CtaCle, CtaO, 1 y 2 CtaCus) y que tiene por objeto sumarse a la campaña de renovación eucarística que supuso la Bula que el Papa Honorio III público en 1219 que se llama “Sane cum olim”; y dice así en uno de sus párrafos primeros: “Nos entristecemos de verdad y sufrimos profunda pena al saber que los sacerdotes en muchos lugares guardan sin las debidas precauciones la Sagrada Eucaristía y la tratan sin limpieza y devoción…nos apresuramos a mandar que la Eucaristía la conserven los sacerdotes con devoción en lugar limpio y señalado”.
Francisco pensaba que “hacia Iglesia” secundando fielmente las indicaciones del Papa (Véase LP 60 “El Oficio Franciscano de barrer y limpiar las Iglesias”).
¿Qué ha supuesto la Eucaristía para la vida cristiana de San Francisco?
San Francisco quiso anclar su nueva forma de vida evangélica, la de sus hermanos y la de “Todo los fieles” (Así lo dice en la 2CtaF) en el hecho del Misterio Eucarístico. Para el, este Misterio se articula no solamente sobre el signo del pan y el vino, sino también de las Santas Palabras que los interpretan (Véase CtaCle 1-2). Es toda la realidad Sacramental, todo es importante: El pan y el vino y la Palabra del Señor dicha en la fe de la Iglesia.
Pues bien, es en la celebración de la Eucaristía donde el creyente hace la experiencia mayor que un hombre puede hacer en su vida cuando se pone ante Dios, esta: Aprender poco a poco, según el Don de Dios y la Fidelidad a Él, el significado del valor salvador de la Cruz de Jesús, de su muerte redentora. Ah se revela que significa eso de “murió por nosotros”
No es una revelación que se hace al hombre como cosa ajena a él, no. Sino que quien empieza a ver esto, comienza también a darse cuenta de que su vida entra también en el mismo destino de cruz que el de Jesús. Es el modo más hondo de experimentar a Jesús (2CtaF 2-4). La pobre vida que es la del hombre Francisco se ve acogida por el amor que ha supuesto la de Jesús en cruz por él. Y de este modo adquiere la vida el sentido del que hasta entonces parecía estar desprovista: Tiene sentido en la salvación de Jesús, Es el sentido de la vida, él es salvador.
Es entonces cuando Francisco se siente responsable de dar a los demás las “palabras recibidas” para decir que Dios esta accesible al creyente en el sentido de la cruz que se aprende en la Eucaristía (2CtaF 1). Quien ha aprendido la cruz en el camino del Sacramento no tiene otra salida que “Hacer Penitencia” (2CtaF 15-18). Así la historia salvadora de Jesús se le hace al creyente tangible y personal.
Y solamente sabemos que todo esto es verdad porque nos fiamos en la fe de la Iglesia que así lo dice. El Hermano Menor celebra la Eucaristía en el modo y sentir de la fe de la Iglesia que garantiza la verdad de su descubrimiento del sentido de la cruz de Jesús en su vida.
Si te preguntan puedes decir que Francisco ha aprendido la vida cristiana en la Eucaristía, porque ahí ha aprendido el secreto de la cruz de Jesús. Por lo mismo, solo se puede ser Franciscano Seglar aprendiendo, viviendo la Eucaristía. Es el camino seguro de Francisco y el nuestro.
(Ob. Cit. “El Camino de Francisco de Asís” Curso básico de Franciscanismo, Vida, Escritos y espiritualidad de Francisco/ Págs. 125-128/ P. Fidel Aizpurua, O.F.M. Cap. / España /Adaptaciones del Hno. Félix Becerra O.F.S. /2020)
Santo Santo Tomás de Aquino
"La Eucaristía es el Sacramento de Amor: significa Amor, produce Amor".
Por la señal de + la Santa Cruz de nuestros enemigos + líbranos Señor + Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, criador y Redentor mío, en quien creo y espero, a quien amo y adoro sobre todas las cosas: por ser Vos quien sois, me pesa de haberos ofendido y con vuestra Divina Gracia propongo morir antes que volver a pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuese impuesta Amen
I - RECESE LA ESTACIÓN MAYOR AL SANTÍSIMO:
ESTACIÓN AL SANTÍSIMO SACRAMENTO
Está constituida por el Padrenuestro, el Avemarías y el Gloria, se repiten cinco veces por las cinco llagas de N.S. Jesucristo y una vez por el Papa.
V/-¡Viva Jesús Sacramentado!
R/-¡Viva y de todos sea amado!
Padrenuestro Avemaría y Gloria. (Se repite 06 veces).
II.- A CONTINUACIÓN, RECÍTESE LA CORONA FRANCISCANA.
III.- Hágase luego una Lectura Espiritual (Del Evangelio, o de la Vida de San Francisco o de las Florecillas).
LUEGO HÁGASE SILENCIO (PREFERIBLEMENTE UNA HORA) PARA MEDITAR Y ENCONTRARSE CON EL AMADO EN LA CONTEMPLACIÓN DE SU CUERPO EUCARÍSTICO
IV - RECESE LAS SUPLICAS AL SERÁFICO PADRE Y LA VISITA AL MISMO SANTO FUNDADOR:
Por la señal, etc. Acto de contrición.- Señor mío Jesucristo, etc.
ANTÍFONA.- ¡Oh, bienaventurado Padre San Francisco, dirigid compasiva mirada desde el excelso trono de vuestra gloria y rogad por vuestro pueblo; por este pueblo que habéis escogido para que en todo tiempo sirva delante de Vos en el ministerio del Señor!
Perfeccionad, Padre Seráfico, la viña que vuestras manos han plantado y escuchad las suplicas de vuestros hijos que os interesan con las siguientes
Seráfico Padre San Francisco, amigo de Jesús y devoto de la Virgen María, que fuisteis premiado por Dios con la gran promesa de que vuestra triple Orden (de Menores, Clarisas y Franciscanos Seglares) duraría hasta el fin del mundo, rogad por vuestro devoto.
Padre nuestro y Avemaría.
Seráfico Padre San Francisco, que tuvisteis revelación de que ninguno de vuestros hijos que llevara devotamente vuestro habito se condenaría, lograd que mis obras correspondan a los deberes de verdadero hijo vuestro.
Padre nuestro y Avemaría.
Seráfico Padre San Francisco, que supisteis de Dios que cuantas personas estimasen de verdad vuestra Orden y la favoreciesen obtendrían la misericordia del Señor, arrepintiéndose, si eran pecadores, aumentad en los pueblos el afecto a vuestro espíritu religioso.
Padre nuestro y Avemaría.
Seráfico Padre San Francisco, a quien el Señor revelo que todos los perseguidores, calumniadores y enemigos de vuestra Orden serian gravemente castigados y que acabarían pronto y mal sus días, interceded para que el Señor se digne tener misericordia del mundo.
Padre nuestro y Avemaría.
Seráfico Padre San Francisco, que innumerables veces habéis demostrado la eficacia de vuestra intercesión en favor de vuestros devotos detenidos en el Purgatorio, obtenednos de Jesús y María, la gracia de una buena muerte y la dicha de entrar luego en la patria celestial
Padre nuestro y Avemaría.
V/. Rogad por nosotros, Padre nuestro San Francisco.
R/. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo.
ORACIÓN.- ¡Oh, Dios, que multiplicando los hijos del Padre San Francisco, dais un nuevo lustre a vuestra Iglesia!, hacednos la gracia de que a ejemplo suyo despreciemos las grandezas y bienes de este mundo y alcancemos las del cielo. Por Jesucristo nuestro Señor. Así sea.
VISITA A SAN FRANCISCO
(Todos los días, y particularmente el día 4 de cada mes, puede hacerse esta visita ante una imagen del Seráfico Padre)
¡Padre! ¡Padre mío San Francisco! Heme aquí a tus pies, pobrecillo pecador, pero hijo tuyo amantísimo. Vengo a cumplir un deber filial, visitándote. Mírame como los padres miran a sus hijos, mírame con esa mirada de ternura con que mirabas durante tu vida mortal a los pobres, a los humildes, a los que luchamos en la vida, a los que somos víctimas del dolor… ¡Mírame, Padre mío!, y que tu mirada infunda en mi alma sentimientos de pureza, amor al sacrificio, sosiego de espíritu y, sobre todo, aquel amor de caridad que inflamo tu pecho, encendió tus llagas y te hizo emulo de Serafines…Mírame, que hijo tuyo soy, y tanto más necesitado de tu paternal cariño, cuanto más miserable Mírame ¡oh dulce Padre mío!, y que tus ojos no se aparten de mí en la vida, en la hora de mi muerte y en el cielo Amen
V - TERMÍNESE CON LA ORACIÓN A LOS SANTOS PATRONOS DE LA O F S Y LOS ACTOS DE FE, ESPERANZA Y CARIDAD:
ORACIÓN A LOS SANTOS PATRONOS DE LA ORDEN FRANCISCANA SEGLAR: SAN LUIS IX, REY DE FRANCIA, Y SANTA ISABEL GRAN PRINCESA DE HUNGRÍA: Excelsos protectores míos, que, siguiendo las huellas del Seráfico Padre, cubristeis el armiño con el burdo sayal franciscano, y humildes, pobres de espíritu, penitentes y caritativos, fuisteis vivo ejemplo de los pueblos, dignos de ser puestos por la Iglesia como modelo de imitación a todo hijo de la Orden Franciscana Seglar : yo, pobre hijo vuestro, os pido que desde el cielo, en donde lleváis imperecedero cetro y corona de virtudes, me dispenséis vuestro patrocinio e influencia, para que imitándoos, y siendo fidelísimo seguidor de San Francisco, humilde y penitente, logre algún día acompañaros eternamente en el cielo. Amen.
Dios mío, porque eres verdad infalible, creo firmemente todo aquello que has revelado y la Santa Iglesia nos propone para creer. Creo expresamente en ti, único Dios verdadero en tres Personas iguales y distintas, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Y creo en Jesucristo, Hijo de Dios, que se encarnó y murió por nosotros, el cual nos dará a cada uno, según los méritos, el premio o el castigo eterno. Conforme a esta fe quiero vivir siempre. Señor, acrecienta mi fe.
Dios mío, espero de tu bondad, por tus promesas y por los méritos de Jesucristo, nuestro Salvador, la vida eterna y la gracia necesaria para merecerla con las buenas obras que debo y quiero hacer. Señor, que pueda gozarte para siempre
Dios mío, te amo con todo el corazón sobre todas las cosas, porque eres infinitamente bueno y nuestra eterna felicidad: por amor a ti amo a mi prójimo como a mí mismo, y perdono las ofensas recibidas
Señor, haz que yo te amé cada vez más
(Ob. Cit.“Vamos tras el…”/P. Juan R. de Legisima & P. Gaspar Calvo Moralejo/ Págs. 557-558/ 613616 / 799/ Biblioteca Franciscana/Madrid, 1972, octava edición) (Ob. Cit. “Manual de los Terciaros Franciscanos”/Pág. 69 / Quito, Ecuador /Edit. “Fray Jodoco Ricke” / 1960 / Transcripción y Adaptación del texto por el Hno. Félix Becerra O.F.S. Maestro Formador de la Región San Francisco de Quito e integrante de la Comisión Nacional de Formación O.F.S. Ecuador, Año 2023)
La piedad popular es una senda que lleva a lo esencial si se vive en la Iglesia, en comunión profunda con sus Pastores.
Nuestras tradiciones se caracterizan por tener continuidad con el pasado, con ello no significa que sean estáticas o incambiables, sino todo lo contrario, esta fuerza de la costumbre está sujetada a muchas influencias a través de las cuales cada generación y grupo social han podido darle un toque sumamente especial, según su modo de vivir la tradición.
Las fiestas en México son el reflejo de la rica herencia cultural prehispánica y el fervor religioso impuesto por el colonialismo español. En ellas se palpan los sentimientos más profundos del pueblo mexicano y el valor social que cada región le otorga. En México, en la parte occidental del estado de Guanajuato se encuentra San Francisco del Rincón. Lugar que se ha caracterizado a nivel mundial por la fabricación de sombreros, industria que data del siglo XVIII y que en nuestros días cuenta con un valor importante en la producción económica
Algunas de las tradiciones que hay en el pueblo, suelen ser muy semejantes a las de la comarca, a las del estado y a las del país.
La festividad de San Antonio de Padua tiene en nuestro municipio data del siglo XIX en el llamado Barrio de la Cebolleta o San Antonio de la Cebolleta. Se desconoce el mote por el que era nombrado el barrio, pero seguramente ha de haber sido por los sembradíos de cebollas. Un sector de esta población aparte de ser un sector que en la antigüedad fue muy dado a la labor de tejer sombrero de palma. En este lugar, hacia la mitad del siglo XIX, se ideo una estrategia para atraer al comercio y se dijo que se encontraron a unas mujeres realizando actos de brujería, sus nombre eran Antonia Lomeña y Jacinta Parra, aprehendidas en los momentos que simulaban un maleficio. Este acontecimiento detonó el comercio en el municipio, pues un suceso nunca visto congregó no sólo a la gente de San Francisco en el Jardín Principal, sino a vecinos de las poblaciones circunvecinas, quienes con tamaña novedad, olvidaron ir a hacer sus compras al pueblo de Purísima del Rincón (municipio vecino).
Viendo esto don Atanasio Guerrero, pospuso para el domingo siguiente la quema de las hechiceras, cosa que no ocurrió, y así fue difiriendo el castigo de estas embaucadoras, quienes finalmente sólo fueron paseadas por las calles del pueblo, vestidas de forma estrafalaria, pero el Alcalde consiguió su propósito: arraigar y afianzar el comercio en San Francisco del Rincón[1].
Dentro de la festividad a San Antonio de Padua es la edificación de su ermita, siendo colocada la primera piedra la tarde del 28 de enero de 1894, siendo bendecida por el Pbro Manuel de la Vega a ordenanza del Señor Cura Bartolomé Coronel[2] Para el año de 1912, a petición de los vecinos del Barrio de San Antonio, antes de la Cebolleta, el Sr Obispo Don Emeterio Valverde y Téllez lo nombró capellán [al padre José María Juárez] del templo de San Antonio [,] habiendo transformado la antigua y misérrima capilla con su elemental espadaña, en un templo lleno de luz y de belleza […][3].
En su santuario se realia el acto de fe llamado los martes a San Antonio, en los cuales se congregan feligreses que le imploran algún milagro a este santo franciscano; recurren a rezar por alguna situación muy difícil, señoritas que le imploran por algún pretendiente u orar fervientemente por que se encuentren los objetos perdidos.
Nueve días anteriores a la festividad, la gente y acude al interior del templo a rezar el novenario. Además se realizan diversas actividades culturales y de recreación tales como las palomas, las carreras de burros e incluso el famoso Puerco ensebado que es muy icónico de este barrio.
De unos 10 años a esta fecha de 2023, cada noche hay un grupo musicial que ameniza el novenario y a todos los pobladores del barrio, pues los vecinos de las calles José María Juárez, Luis Rocha, Callejón del Mirto, Guillermo Prieto, José María Pino Suárez, Tomás Padilla y Blvd. Emiliano Zapata se congregan para deleitarse y estar en la organización.
El 13 de junio es una fecha marcada para este barrio pues se realiza la festividad: las mañanitas al santo, además de la misa solemne para glorificar la festividad. Se vuelve un mar de gente a las afueras del templo, pues entran y salen francorriconeses con la fe a flor de piel.
[1] Archivo Histórico Municipal de San Francisco del Rincón/J. Jesús Zamora Corona, Algunos aspectos históricos de San Francisco del Rincón, pp 2-3; Murillo, José María, “Tercer Centenario de su fundación” en Reloj de Sol, órgano de difusión del Archivo Histórico Municipal de San Francisco del Rincón, núm 98, año 9, época 2, abril-junio 2010, pp 18-19
[1] AHP, DIS, TCO, 16 enero 1894
[1] Aceves Barajas, Pascual, Datos biográficos del Sr. Pbro. Don José María Juárez en el cincuentenario de su Ordenación Sacerdotal, Lumen, San Francisco del Rincón, Gto , León, Gto , 1957, p.8.
recreación tales como las palomas, las carreras de burros e incluso el famoso Puerco ensebado que es muy icónico de este barrio.
De unos 10 años a esta fecha de 2023, cada noche hay un grupo musicial que ameniza el novenario y a todos los pobladores del barrio, pues los vecinos de las calles José María Juárez, Luis Rocha, Callejón del Mirto, Guillermo Prieto, José María Pino Suárez, Tomás Padilla y Blvd. Emiliano Zapata se congregan para deleitarse y estar en la organización.
El 13 de junio es una fecha marcada para este barrio pues se realiza la festividad: las mañanitas al santo, además de la misa solemne para glorificar la festividad. Se vuelve un mar de gente a las afueras del templo, pues entran y salen francorriconeses con la fe a flor de piel.
La participación de la danza azteca o danza prehispánica es un evento que se espera por muchos a las afueras del templo, en el atrio, pues el atuendo y las percusiones que realizan hipnotizan a los asistentes a esta fiesta, haciendo un verdadero mosaico de color, olor y sonido.
Por la tarde-noche del día de la celebración, las personas llegan con sus familias para ir a visitar al Santo en su día, pedirle o darle gracias con fervor, esperando el culmen con el castillo para dar por terminado un año más al festejo del franciscano de Padua.
Y así, cada martes del año y el día 13 de junio, San Francisco de Rincón acude al templo del antiguo barrio de la Cebolleta a implorarle un rezo a San Antonio de Padua.
· Archivo Histórico Municipal de San Francisco del Rincón
· Archivo de la Parroquia de San Francisco de Asís, fondo: Parroquia sección: disciplinar, serie: testamentos, capellanías y obras pías, exp. 14, fecha: 16 enero 1894.
· Aceves Barajas, Pascual, Datos biográficos del Sr. Pbro. Don José María Juárez en el cincuentenario de su Ordenación Sacerdotal, Lumen, San Francisco del Rincón, Gto., León, Gto., 1957, p.8.
· Murillo, José María, San Francisco del Rincón el tercer centenario de su fundación, mexican paper company, 1907.
· Zamora Corona, J. Jesús, Algunos aspectos históricos de San Francisco del Rincón, pp. 23 [recurso electrónico].
El que ama la cruz encuentra que, aun las cosas más amargas que vienen a su vida, son dulces
El día que murió San Antonio, los niños salieron gritando por las calles ¡ha muerto el santo, ha muerto el santo! . Desde entonces, todas las familias cristianas adoptaron la tradición de consagrar a sus hijos al Santo de Padua, para que él los proteja durante toda su vida de los peligros de alma y cuerpo y les preserve su pureza e inocencia. Todos los años en las iglesias franciscanas se lleva a cabo esta hermosa devoción cada 13 de junio, reuniendo a miles de devotos de San Antonio, vistiendo a los niños con el hábito, para que los bendiga y consagre por medio del sacerdote, que suele utilizar esta fórmula, la cual también puede utilizar en casa uno mismo:
CONSAGRACIÓN DE LOS NIÑOS
V) Nuestro auxilio es el Nombre del Señor
R) Que hizo el cielo y la tierra
V) Nuestro Dios es Misericordioso
R) El Señor protege a los pequeños
V) Señor, escucha nuestra oración
R) Y llegue a Ti nuestra súplica
V) El Señor esté con vosotros (si es un sacerdote, sino, se omite)
R) Y con tu espíritu
ORACIÓN
Señor Jesucristo, Hijo de Dios vivo que, engendrado antes de todos los siglos, quisiste hacerte sin embargo, niño en el tiempo y amas la inocencia de esta edad; que abrazaste con amor a los niños a Ti presentados y los bendijiste; y que en forma de niño descansaste en los brazos de tu siervo San Antonio de Padua: derrama sobre este/a niño/a la abundancia de tus bendiciones y haz que la malicia no corrompa su entendimiento y concédele, por la intercesión del mismo San Antonio, a cuya protección lo/la confiamos que, progresando a una con la edad en sabiduría y gracia, pueda siempre agradarte. Tú que vives y reinas con Dios Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios por los siglos de los siglos. Amén.
(Si es posible se rocía con agua bendita)
La paz y bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ti y te acompañe siempre. Amén.
La piedad popular es un tesoro que tiene la Iglesia, un espacio de encuentro con Jesucristo.
Dentro de la piedad barroca post tridentina que se dio en el mundo cristiano católico y durante el período de dominación hispánica en el antiguo Reino de Guatemala para ser específicos, tuvo especial e inmensa relevancia el culto a la Presencia Real de Cristo en la Santísima Eucaristía o como más bien se decía en aquellos tiempos en el Santísimo Sacramento del Altar. Se fundaron Cofradías en todas las cabeceras de curatos, sedes conventuales y pueblos de doctrina, según el informe del arzobispo don Pedro Cortés y Larraz al rey Carlos III de España, del año 1,774, en todos los pueblos de doctrina, ciudades, conventos y parroquias que componían el arzobispado de Santiago de Guatemala hubo cofradías o archicofradías del Santísimo Sacramento. Así mismo se obtuvo desde aquella época el Jubileo Circular, en el cual todas las iglesias de la Capital del Reino tienen de forma turnada la exposición del Santísimo Sacramento y por ende en Guatemala no hay hora en que no se halle el Santísimo expuesto para su adoración desde hace tres siglos, devota costumbre vigente hoy en día en la capital de la República de Guatemala.
Como se apuntó, estas cofradías o en su caso, con las debidas aprobaciones archicofradías, se establecieron en casi todas las iglesias y gozaban de las indulgencias propias a las fraternidades de su rango, así como con las aprobaciones de las autoridades civiles y del arzobispado pasaban también a la categoría de Archicofradías, las cuales tenían más facultades canónicas y de funciones, como absorber y administrar otras cofradías, sobretodo tener preeminencia sobre las demás. En ese orden de ideas, cada poblado aportó lo que su gastronomía, cosmovisión, bailes tradicionales, elementos de su clima y cultura les fueron permitidos sin interferir en la rica liturgia católica de Trento y la costumbre hispánica que marcó otros lazos de similitudes entre las mismas, tal es el caso del uso de las Imágenes del Dulce Nombre de Jesús, que es el Niño Jesús de pocos años de edad mostrando atributos de la Pasión o los triunfantes de la Resurrección, cuya celebración era entre el 01 y el 15 de enero. Su función según los libros de Cofradías y registros de actas municipales, así como inventarios de iglesias consultados para la
consolidación documental del presente artículo iba entre la demanda de limosnas en cera y dinero para la celebración del Corpus y su Octava, visitando las casas adyacentes a los templos a los que pertenecían, así como presidir las procesiones solemnes del Corpus y su Octava, cargados los Divinos Infantes por el pueblo, los miembros de la congregación y en todo caso permitiendo la participación activa de laicos o seglares dentro de las funciones y solemnidades del Corpus Domini, pues antes del Concilio Vaticano II, no se les permitía a los fieles laicos portar la Custodia con las Sagradas Formas Consagradas.
Esta tradición dio inicio en el Sagrario de Sevilla con el encargo de la imagen del Niño Jesús, que Martínez Montañés talló para la Hermandad Sacramental de la Parroquia del Sagrario en 1606, llegó a ser el modelo iconográfico más representativo de la devoción al Dulce Nombre de Jesús.
Uno de los primeros ejemplos venidos a América y posiblemente del mismo autor del Sevillano o su discípulo Juan de Mesa, fue el traído por los padres de la Real y Militar Orden de la Merced al curato antiguo de Santiago Tejutla, en el antiguo Corregimiento de Quesaltenango, hoy en el municipio de Tejutla, departamento de San Marcos, de belleza incomparable y tallado en la madera europea.
Siguiendo esta línea del tiempo, está la del Niño del Dulce Nombre o la Resurrecciónde la parroquia de San Marcos, llamado al igual del de Tejutla Niño del Corpus. Aunque ya ninguno de los dos goce de culto público o se use en las funciones del Corpus en sus parroquias.
Para la redacción del presente artículo se evitó el uso de referencias bibliográficas para promover la amenidad del devoto lector. Así mismo las fotos son propiedad del autor y de la sede “San Francisco de Paula” en San Marcos, de la Casa Cultural de la Novena.
Últimamente el caso del Niño del Santísimo de Quetzaltenango que aún goza de culto público y procesiona el 01 de enero para la fiesta del Corpus y su Octava, reminiscencia del culto hispánico y sus tradiciones. Además de tener otra imagen, de posible procedencia española como la del de Tejutla, se tiene esta singular escultura barroca guatemalteca, forrada de ropajes de plata y plata sobredorada.
En todos los casos las novenas que se utilizaban para venerar al Niño del Sagrario o del Corpus es indistintamente la del Dulce Nombre de Jesús o del Santísimo Sacramento.
dejes de amar, pues cuando nuestra alma se niegue a seguir amando, entonces comenzará a morir.
Festividad: 18 de junio
Por Ramón Rabre
Fue María una piadosa joven que vivía en Woluwe-Saint-Lambert, un pueblo cerca de Bruselas, a finales del siglo XIII. Su devoción y profunda vida espiritual la llevaron a ser eremita junto a la iglesia de Stockel, dedicada a Nuestra Señora de los Dolores, por la cual María tomaría el apellido religioso de “Dolorosa”. Vivía en oración, trabajo, pedía limosna para ella y para los pobres, y daba consejos espirituales o de cualquier índole a los lugareños. Y esto a pesar de ser muy joven se le daba bien. Era muy querida y tenida por santa por los habitantes de la región.
En 1290 se encaprichó de ella un joven, que comenzó a acosarla, llevado de sus bajas pasiones. La seguía, le hacía ofrecimientos de riquezas, la amenazaba, le hacía proposiciones indecentes... y nada hacía doblegar a la pobre ermitaña. Entonces, cegado de ira por no ser aceptado, tomó una valiosa copa de plata que le pertenecía y la escondió en la bolsa de las limosnas de la muchacha. Acto seguido, fue al magistrado de la ciudad y la acusó de haberle robado la copa. Además, la acusó de haberle recitado un hechizo para que no pudiera dejar de pensar en ella de día o de noche.
María pidió a sus padres la defendieran, pero estos eran solo pobres campesinos y nada pudieron hacer. Fue arrestada y llevada ante el juez, y al ser preguntada por la copa hallada en su bolsa, respondió que no la había puesto ella, ni sabía cómo había llegado ahí. El juez, quien sabe si sobornado por el joven malvado, no le creyó y la condenó a muerte por robo y hechicería. Además, de un modo tremendamente cruel, como veremos.
Antes de su muerte, tuvo María permiso para visitar la iglesia en la que había vivido, y allí rezó por su alma y por sus perseguidores. Acto seguido la sacaron fuera del poblado, cavaron una fosa en su presencia, la arrojaron viva allí, y acto seguido el verdugo clavó una estaca en su pecho al tiempo que decía tristemente "¡Reza por mí, María!". Luego, estando aún viva, cubrió la fosa con tierra. Os podéis maginar el dolor de los padres, allí presentes, y la agonía de la inocente joven Ciertamente parece demasiada pena para tales delitos, más aún sin prueba alguna. Este crimen le valió ser tenida como una santa mártir y ser venerada por toda la comarca y más allá. En 1363 se construyó una iglesia en su memoria, aún existente, llamada “de Santa María la Miserable”. El papa Urbano V concedió numerosas indulgencias a quienes veneraran sus reliquias, lo cual habla de una aceptación del culto popular tributado desde antiguo.
Reconoced en el Pan lo que pendió de la Cruz, y reconoced en el vino lo que salió de su Costado.
San Agustín
Siempre qué se toca el tema de la Santa Eucaristía , cuando de la iglesia ortodoxa y la romana hablamos existe la creencia de que el concepto es exactamente el mismo, sin embargo deben precisarse pequeñas diferencias qué lograrán clarificar el porque de determinadas expresiones litúrgicas en torno al santo misterio.
Mientras qué para occidente se entiende la Eucaristía como la “renovación” incruenta del sacrificio de nuestro Señor Dios y Salvador Jesucristo, para la ortodoxia esta es la continuación de dicho sacrificio, ello en la base de que siendo Dios atemporal, se da en la persona de su hijo, sacrificio perfecto, una sola vez y para siempre, siendo así no una nueva forma de sacrificio sino la misma ofrenda de la Cruz, donde el Sumo Sacerdote se ofreció a si mismo, y que no estando sujeto a la temporalidad, obra la redención siempre y continuamente.
Respecto a la razón para acercarse a los Santos misterios, si bien existe la razón de la unión del hombre con Cristo, el sentido en la ortodoxia va más allá de la mera santificación entendida como compartir algo de Dios, pues en la ortodoxia la finalidad es la theosis, es decir , dicho de modo muy coloquial, encarnar algo se la divinidad , partiendo también del hecho de que mientras la Eucaristía para occidente se ve como medio de santidad en la ortodoxia es medio verdadero de sanidad, debido en gran medida al hecho de que contrario a occidente, no se concibe el pecado como una ofensa infringir en contra de Dios, cuya gloria es infinita y no puede ser ni ofendida ni mermada en y por nada, sino más bien como una enfermedad que sebe ser sanada por la misericordia solicitada al médico divino.
Entendido así es que podemos justificar el acceso qué los fieles pequeños tienen a recibir los Santos misterios, pues todo miembro nacido en Cristo puede y debe alimentarse de Cristo, dejando de lado la idea de acceder al santo Sacramento “hasta la edad de conciencia “ pues al encontrarnos delante del gran milagro de milagros, la sola pretensión de “ conciencia plena” resulta per se, en una cuestionante de la fe, dado que mientras en la tradición occidental se habla de recibir el verdadero cuerpo y sangre del Señor, la ortodoxia, siempre en apego ala verdad apostólica de que Jesús nuestro Salvador y Dios tiene una doble naturaleza no confundida ni difuminada sino plena en cuanto a Dios y hombre nos da en su Santísimo cuerpo y sangre a la Trinidad misma , por ello la divina liturgia adquiere un rango de Adoración verdadera e incuestionable, por lo que por ello no se realiza la celebración de los Santos misterios como parte integral de otro Sacramento o festejo (XV años, graduaciones etc… )
sino que en cuanto a acto de Adoración realizado por la comunidad debe ser un acto comunitario qué exige el más alto estándar de respeto debido a la acción. Santísima qué en él se vive, pues en la divina Eucaristía, la cada entera de nuestro Señor Dios y Salvador desde su presencia en la creación del mundo hasta su parecía, se hacen reales en modo místico e incuestionable, haciéndonos partícipes de todo ello , en razón de nuestra fe y de que en la Trinidad TODO ES PRESENTE.