VIOLENCIA SECA La crisis por la pandemia de COVID-19 además de muertos y enfermos, también ha dejado una larga estela de abusos y violencia contra las mujeres, porque se quedaron encerradas con su verdugo, amenazadas, sin dinero y asustadas, ante una indiferencia que raya en la complacencia gubernamental. La falta de alcohol terminó por cuajar el caldo de cultivo y las llamadas al 911 se multiplicaron.
ERA MADRE DE CUATRO HIJOS DE SEIS, OCHO, DOCE Y CATORCE AÑOS DE EDAD. El padre era un hombre violento que constantemente la golpeaba y amenazaba con quitarle la vida si terminaba su relación. En plena contingencia, donde el aislamiento es fundamental para detener la pandemia de COVID-19, fue quizá uno de los muchos motivos por los que el sujeto, de
32 años de edad, golpeó y mató a la madre de sus hijos de 38 años de edad. Los hechos ocurrieron el 22 de marzo, cuando el presunto feminicida atacó a mordidas y golpes a la mujer. Los familiares intervinieron y la trasladaron al hospital Agustín O´Horán, donde fue atendida de emergencia, pero por la gravedad de las heridas no resistió y ahí falleció. La causa de la muerte fue traumatismo raquimedular.
NEWSWEEK PENÍNSULA
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JUNIO, 2020
Antes de finalizar el mes de marzo, la Juez Elsy del Carmen Villanueva Segura dictó auto de vinculación a proceso por delito de feminicidio agravado, es uno de los más reciente en lo que va de este año. Este caso es uno más en la larga estadística de los abusos contra mujeres, que desde marzo y hasta finales de mayo, creció por el confinamiento en los hogares. Mientras en Yucatán, el gobierno de Vila
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POR VERÓNICA CAMACHO / JOHNNY LA FUENTE