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La felicidad se llenó de sombra

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MAURICIO MEJÍA K itasato Shibasaburo estaba a punto de cumplir nueve años cuando en París nació Pierre de Coubertin, el futuro fundador del olimpismo moderno y quien, como Voltaire, se fascinaría con los adelantos industriales y académicos de Inglaterra, en cuyas universidades el deporte era primordial en los programas de estudios.

Epidemiólogo de gran renombre, alumno de Robert Koch, Kitasato fue encargado de detectar la causa de la epidemia de la peste negra que asolaba Hong Kong en 1894, el mismo año en el que Coubertin, en la capital de Francia, fundaba el Comité Olímpico Internacional.

Treinta años después nacería en Tokio el padre del actual primer ministro de Japón. Shintaro Abe recibió la llegada de Shinzo Abe en 1954, 10 años antes de la celebración de los primeros Juegos Olímpicos de Asia: Tokio 1964.

Kitasato no participó sólo en las pesquisas de la enfermedad. Lo acompañó un alumno de Louis Pasteur, Alexandre Yersin, quien daría nombre científico al gran mal (1970): Yersina Pestis. Mientras Coubertin pasaba sus cursos de bachillerato, Yersin estudiaba en París los microbios que azotaban a la humanidad.

Inversión económica

El coronavirus, que ha causado la primera postergación de las magnas justas en tiempos de paz, es un digno heredero de la peste, de la viruela y de la gripe española, previa a Amberes 1920.

Todo comienza, como ahora, en China. Cuenta Patrick Deville en Peste y Cólera , la epidemia se extiende hacia Tonkin y llega a Hong Kong en mayo. El terror a su guadaña se levanta sobre el horizonte y en seguida llega la hecatombe, el pánico entre los ingleses de Kowloon, entre los franceses de Haiphong y en todos los puertos que mantienen relaciones comerciales con China. No mucho han cambiado las cosas. Es más, se han agudizado con la globalidad.

Deville escribe: “El terror es proporcional a la aceleración de los medios de transporte. La peste estaba esperando por el vapor, la electricidad, los ferrocarriles y los grandes navíos de casco de hierro… No hay terapia”. Palabras de uso común en el presente. Hoy los aeropuertos se han convertido en los grandes propagadores de un bicho que ha puesto en jaque a la especie humana y ha alterado el programa olímpico que debía cumplirse, como hace 100 años, en el año 20.

La felicidad se llenó de sombra

La historia registra que las desgracias naturales y los conflictos bélicos no son ajenos a los Juegos Olímpicos. En este 2020 la pandemia por el coronavirus aplazó la justa veraniega para 2021. Cálculos preliminares esbozan la magnitud del impacto. Japón ha invertido más de 10 mil millones de dólares en la celebración de sus segundos juegos, pero la suspensión irremediablemente impactará en su economía.

España e Italia rebasan hoy la cantidad de defunciones por coronavirus de China, en donde todo parece iniciarse. Amberes albergó las grandes competencias después de la Gran Guerra, los juegos de 1916 fueron cancelados porque Europa experimentó el primer gran conflicto armado del siglo XX.

Las armas químicas se estrenaron y la cantidad de muertos se contó en decenas de millones. Originalmente, la ciudad elegida para recibir la fiesta olímpica del 16 fue Berlín. Pero Amberes fue reconocida por el valor de sus ciudadanos durante la barbarie. Alemania, Austria y Hungría fueron desa creditadas para competir en las pistas y en los campos.

Kitasato y Yersin batallan al final del siglo XIX y comienzos del XX por encontrar las pistas de una epidemia que pone en aprietos al lejano oriente. Gana Yersin. Kitasato se vuelve a la academia; ofendido y resentido. El japonés, egresado de la Universidad de Keio, se encargará de promover sus conocimientos científicos en todo el país y en el extranjero. Con dolor, lee las palabras de su compañero y rival suizo: “Considero que el objetivo de mi misión en Hong Kong está conseguido, dado que he podido aislar el microbio de la peste, hacer los primeros estudios sobre sus propiedades fisiológicas y enviar a París un manual de trabajo suficiente”.

Dos años después del renacimiento del olimpismo moderno, Pierre de Coubertin celebra el inicio de los juegos modernos, 1896. Atenas, con la ayuda del gobierno griego y de otros países occidentales, es la encargada de encender el fuego olímpico por primera vez desde el siglo IV de la era moderna. Los dioses, a los cuales escucharon los románticos alemanes y franceses,

De Coubertin. Olimpismo moderno

vuelven a Olimpia. París, San Luis Misuri, Londres y Estocolmo suceden sin alter cados. Cagigal llama al siglo XX el siglo del deporte.

La travesura pedagógica de Coubertin dará vida a la superlativa festividad del mundo: a la primera cita asisten 245 atletas de 14 países; a las últimas ediciones más de 10 mil deportistas de más de 200 naciones. Después de los juegos de Los Ángeles 1984, la reunión se convierte en un espectáculo de gran alcance gracias a la venta de derechos de televisión y el soporte de patrocinadores permanentes y ocasionales (locales, para el Comité Organizador).

Pero en esta ocasión la inversión económica puede jugar en contra. Los datos conservadores indican que Japón ha invertido más de 10 mil millones de dólares en la celebración de sus segundos Juegos Olímpicos. Otros, más arriesgados, duplican la inversión. Los expertos japoneses presentían que el PIB del país crecería más de 15 mil millones de dólares. Pero eso no sucederá.

La calificadora Fitch calcula que la economía japonesa presentará un retroceso de

1964. Primeros juegos para Asia

AP photo 1.6%. Se han cancelado los viajes, la oferta hotelera –en la que estaba depositada una esperanza de recuperación– ha caído más de 58% y el costo lo han tenido que cubrir el gobierno de Tokio y el de Japón. Hay que recordar que las sedes olímpicas se otorgan a las ciudades y no a los países, como sucede con las fases finales de las Copas del Mundo de futbol.

Hace un siglo, en los juegos de Amberes, Japón ganó sus dos primeras preseas olímpicas. Ichiya Kumagae tenía cuatro años cuando Kinasato y Yersin combatían a la Peste Negra en Hong Kong y Coubertin daba vida al COI. Egresado también de la Universidad de Keio, a los 30 años se inscribió en el torneo de tenis en las pruebas de singles y de dobles.

Japón, que después sobresaldría en el judo, en la gimnasia y en el atletismo, no era entonces un referente en la raqueta. Ichy, como se le conocía familiarmente en su país, ganó platas en las dos disciplinas. En 1928 Mikio Oda, en el salto triple, y Yoshiyuki Tsuruta, en los 200 metros pecho, ganarían los primeros oros para su nación.

Kinasato murió en 1931, en Tokio; Yersin, en plena Segunda Guerra Mundial, en 1943, y Coubertin en 1937, después de ver al nazismo convertir los juegos en propaganda supremacista que haría de la carnicería un deporte de rutina.

En el verano de 1932, en Los Ángeles, Liu Changchum se conviritió en el primer atleta chino en competir en las Magnas Justas. Se alistó en los hits de los 100 y los 200 metros planos, en los que terminó en el último lugar. Entonces representaba a una población de 400 millones de personas. China se inscribiría formalmente en el programa olímpico en 1984, otra vez en Los Ángeles, los juegos del boicot soviético y los antepenúltimos de la Guerra Fría, en la que el socialismo de Estado ganó en el medallero olímpico.

La delegación china terminaría en el cuarto lugar, con 15 medallas de oro. En 2008, en Beijing, sería la dueña de la cima del tablero.

Super Mario

Dice Roberto Calasso que Olimpia era la imagen de la felicidad para el mundo griego. La sombra y la meta. El 5 de septiembre 1972, 40 años después del debut chino, la felicidad se llenó de sombra.

Septiembre Negro (ocho palestinos) interrumpió la paz de la Villa Olímpica de Múnich. Ingresó a los cuartos de la delegación israelí. Mató a dos atletas y tomó a otros nueve como rehenes. Después, en el aeropuerto militar, fue abatido el resto de los deportistas; cinco de los palestinos fueron asesinados y murió un policía. Los

Horst Ossinger

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juegos, por primera vez, fueron suspendidos durante 36 horas de luto. Se produjo lo que Claudio Magris llama el desmoronamiento de la utopía entre individuo y sociedad. Los Olímpicos pierden la gracia que enamoró al mundo clásico. Desde Múnich los comités organizadores deberían invertir millones de dólares en seguridad y protección de atletas y asistentes. La peste, la sequía y las desgracias naturales están ligadas a los Juegos Olímpicos desde su nacimiento. Ifito, su restaurador, fue a Delfos a preguntar cómo el Peloponeso podía escapar de una epidemia desoladora.

Conrado Durantez cuenta que en las Olimpiadas Griegas La Pitia respondió: “Defended nuestra patria, apartaos de la guerra, cuidad de lo común, amistad con los helenos, mientras a nuestros juegos anuales se sume el año de la alegría”.

La inicial amistad entre los eleos y los espartanos duró poco. Después de un glorioso auge, los juegos cayeron en descrédito. Otra desgracia hizo que los griegos volvieran a preguntar en Delfos sobre el futuro de la región. La respuesta fue similar. La Pitia ordenó el restablecimiento de los juegos y ordenó que se nombrara a Olimpia como un lugar sagrado y nació la infranqueable tregua. Así, desde 776 antes de Cristo la festividad sublime se mantuvo intacta hasta la caída griega ante Roma. Todo relato tiene el misterioso juego de los juegos de mesa que tanto fascinaban a Jinichiro Tanizaki.

Calasso agrega que siempre sobreviene un incidente, siempre hay alguien que entra, que estorba el proceso y lo interrumpe. Siempre hay alguien que avienta al aire las fichas de la partida de la Historia. Fue Roma. Tácito llamó a los juegos piezas de teatro. Grecia cronometró su tiempo en Olimpiadas (espacios de cuatro años entre edición y edición); Roma desbarató el cómputo.

No se sabe con certeza qué sucedió entre las Olimpiadas 265 y 286 (84 años). No hay manera de comprobar ganadores, ni, mucho menos, si se realizaron con la regularidad establecida. Por ejemplo, Tito Livio cuenta que la edición 175 fue llevada a la capital del imperio por soberbia y para demostrar que había una nueva cosmogonía latina.

Los atletas (agones, como los actores de las tragedias) se convirtieron en gladiadores. El desnudo, que tanto gustó a Herder, se arropó de escuderías y lanzas; de muertos.

Al final del siglo IV de la era cristiana, después de la matanza de Tesalónica, en la que se calculan unos 7 mil muertos, Teodosio proclamó la cancelación de los Juegos Olímpicos, que ya eran una caAP photo /Charly Triballeau

Múnich. Septiembre Negro

ricatura de lo que fueron en el esplendor clásico.

En 2016, en la clausura de los Juegos Olímpicos de Río, Shinzo Abe, el primer ministro que más ha durado en el cargo en la historia del Japón, se vistió de Super Mario para presumir la elección de Tokio (2013) como sede de 2020. Llamó a sus juegos como los de “par de manos seguras”. La frase equivalía a la que la capital del Imperio del Sol utilizó en 1964 para celebrar su levantamiento de la guerra.

En aquel día de la apertura, Yoshinori Sakai –el Bebé de Hiroshima– fue el encargado de encender el pebetero en el Olímpico de Tokio. Había nacido en el mismo día (6 de agosto de 1945) en el que el mundo conoció la hecatombe nuclear. Yoshinori, por cierto, nunca compitió en unos Juegos Olímpicos.

Hoy, después de la postergación de la inauguración, Abe teme no estar en la ceremonia como el hombre fuerte del gobierno japonés. Los tiempos juegan contra él.

Pide que el presidente Andrés Manuel López Obrador aplique la ley

Señor director:

Le ruego publicar la siguiente carta, dirigida a Andrés Manuel López Obrador, presidente de México.

Si frente a la puerta de Palacio Nacional se pueden lanzar bombas molotov y no hay detenidos ni responsables, sino impunidad, ¿qué seguridad contra la violencia podemos esperar los ciudadanos que vivimos lejos del Centro?

¿Hemos pasado de la profunda corrupción del país y del poder a la violencia atroz en sus narices, y la misma impunidad por la ineficiencia de la seguridad y la justicia del Estado?

Deje usted de acusar de todo a los conservadores y detenga y someta al imperio estricto de la ley a los culpables de la violencia, la corrupción y la impunidad, sean conservadores, revolucionarios, narcos, humanistas o lopezobradoristas.

Atentamente, Julio Figueroa

Solicita que la Secretaría de Movilidad de la CDMX tome acciones contra el coronavirus

Señor director:

Le escribo en razón de que la Secretaría de Movilidad del Gobierno de la Ciudad de México no ha observado las medidas que garanticen mínimamente la salud de sus trabajadores y la de los usuarios que acuden a realizar trámites vehiculares.

El suscrito ha solicitado por escrito en dos ocasiones al secretario de Movilidad, Andrés Lajous Loaeza, que, dada la gravedad de la pandemia causada por el covid-19, se pronuncie respecto de los protocolos y acciones para evitar los contagios.

Pese a lo anterior, el funcionario no ha dado ninguna respuesta sobre la seguridad de los trabajadores y de los usuarios. La falta de respuesta probablemente es por la disciplina que pueda dictar el grupo gobernante y al cual pertenece.

En razón de lo expuesto, sería positivo que un medio tan importante como Proceso le pregunte al secretario de Movilidad cómo se protegerá al personal y al usuario, entre quienes hay embarazadas, adultos mayores o personas con diversos padecimientos, como diabetes.

Denuncia acoso laboral en el Tecnológico Nacional de México

Señor director:

Le pido publicar esta carta dirigida a Enrique Fernández Fassnacht, director general del Tecnológico Nacional de México (TNM).

Hay una campaña permanente de hostigamiento en mi contra para que no pueda dar clases de matemáticas. A las autoridades del campus La Paz, en Baja California Sur, les escribí para pedirles que se esclarecieran unos hechos en mi contra.

Nadie me respondió: ni el director ni los subdirectores ni los jefes de los departamentos de Ciencias Básicas, tampoco de Ingeniería y Arquitectura.

Quiero exponer los hechos de noviembre de 2019 en las oficinas del Departamento de Ciencias Básicas, los cuales atentan contra mi derecho a servir como maestro de matemáticas.

El ingeniero Lamberto Villegas Montoya propuso a la asamblea de catedráticos, reunida en dichas oficinas, los siguientes tres asuntos que implican una severa afectación a mi trabajo en la institución. Aclaro que apenas en diciembre último supe de los hechos en mi contra; nunca me notificaron de nada y tampoco me llamaron para estar presente en la reunión.

Villegas Montoya pidió que, primero, se me ponga a disposición de la dirección de la institución, para que yo ya no pueda estar en la formación científica, tecnológica, cultural y humanista de los estudiantes de ingeniería civil.

Segundo, que se me acuse de hacer o proponer a los estudiantes de la institución un “club de masturbación”.

Tercero, que se me acuse de programar cine pornográfico en el cine club de la institución.

Evidentemente esto es parte de la campaña de hostigamiento contra mi persona y mis actividades educativas, académicas, literarias, recreativas y culturales, las cuales realizo de la mejor buena fe para los estudiantes.

El 4 y 11 de diciembre de 2019, y el 9 de enero y 5 de marzo últimos le solicité al director del campus La Paz del TNM, Jesús David Estrada Ruiz, que se esclarecieran los hechos, pero tampoco he tenido respuesta.

No hay respuestas, pero en los hechos está el atropello de impedirme continuar con el curso de cálculo integral en ingeniería civil.

Se hicieron dos cartas apócrifas firmadas por estudiantes asesorados por sus tutores; las dos misivas son de dos grupos distintos, pero tienen casi idéntica redacción. Además, a los estudiantes les pasaron una lista para que la firmaran, sin conocer la carta que avalarían. Fue inútil demostrar la falsedad, me expulsaron del curso. Las autoridades escondieron cartas aclaratorias de algunos estudiantes.

Como tenían que programarme en cursos, estoy en arquitectura, de donde soy maestro fundador de la licenciatura. Actualmente me desaparecieron un curso. Me están pagando. Una vez más, me pagan, pero no me dejan dar clase. Esto tiene que considerarse, mínimamente, como negligencia, discriminación y acoso laboral. Señor director general Enrique Fer nández Fassnacht, por favor no se equivoque en el caso del campus La Paz del Tecnológico Nacional de México. Hay una mafia sindical que manipula todo. El ingeniero Lamberto Villegas Montoya se dice “dueño del Tec de La Paz”. El actual director Estrada Ruiz le dice “jefe” a Villegas Montoya. El asunto es que están exigiendo la salida del director, que tiene casi seis años (y normalmente son tres) como director.

Todo lo que ocurre son simulaciones. Lo académico no importa. La integridad física de los estudiantes tampoco.

Si acepta la petición de cambio de director, comenzarán, como ha ocurrido, a cercar al nuevo director. Baja California Sur se merece un verdadero director en este campus La Paz, que casi siempre ha pasado inadvertido, sin contribuir al desarrollo tecnológico regional que tan necesario es para el sur de la Península de California.

Que se deje de solapar a los “dueños” del sindicato. En 47 años no ha hecho nada notable en el instituto, más allá de pagar los salarios quincenales y las ceremonias de graduación.

Soy orgulloso egresado del Instituto Politécnico Nacional. Me prepararon como estudiante en la Preparatoria Técnica Piloto Cuauhtémoc. Estudié ingeniería mecánica en la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica. Hice mi servicio social en el Planetario Luis Enrique Erro. Tengo 33 años como maestro de matemáticas en este lugar. He realizado con estudiantes un reloj de sol en la plaza de acceso a la institución, una cúpula geodésica de 12 metros de diámetro diseñada para la galería de artes y que es actualmente la sala de titulación, un estadio de ajedrez, un edificio geodésico de doble curvatura para un Taller de Creatividad (el edificio existe y es muy notable, pero no hay taller de usos múltiples) con una superficie cubierta de 226 metros cuadrados. He escrito 69 artículos para la revista del instituto.

También he propuesto un Museo de las Matemáticas, un Museo Recreativo de Ciencia y Tecnología. Intenté durante dos años la consolidación de un Planetario con el que atendí a 12 mil 400 personas. Este último proyecto lo bloqueó Villegas Montoya junto con Óscar Báez Sentíes, quien fue director.

Por favor, no se equivoque. Sería muy recomendable que averigüen primero qué es lo que sucede aquí.

Atentamente, José Javier Farah de Anda

Mensaje dirigido a Ricardo Monreal

Señor director:

PALABRA DE LECTOR

Finito , forma parte del grupo de panistas-priistas que encabeza el ahora prófugo Carlos Gómez Arrieta, El Perro . Este último fue expulsado del Colegio Militar.

Ambos, con Ismael Álvarez Ortiz, El Chiquilín , y Érick Flores Gaytán, El Licenciado , actual secretario particular del detenido director general de Resguardo y Seguridad de la Cámara de Diputados, Isidro Junco Barajas, fueron quienes brindaron seguridad a los diputados federales que, por instrucciones del presidente panista Vicente Fox, y de la entonces presidenta del PRI, Beatriz Paredes Rangel, pretendieron desaforar al entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal, ahora presidente, Andrés Manuel López Obrador, situación que –como no fue en su año, no le hace daño– no tiene la mayor importancia para usted.

Pero lo que sí debería tener algo de importancia para usted es que el nuevo presidente nacional de Morena es Alfonso Ramírez Cuéllar, a quien la ahora senadora y el grupo de “expertos” en seguridad, encabezados por el prófugo Carlos Gómez Arrieta, trataron de meter a la cárcel por haber entrado con todo y caballo al Palacio Legislativo el martes 10 de diciembre de 2002, e impedir que fuera diputado federal en la LIX Legislatura.

Pero, al igual que con López Obrador, no lograron ni una ni otra cosa. Ramírez Cuéllar fue diputado federal por el distrito 11 del Distrito Federal en la referida Legislatura y no creo que vea bien que usted tenga como director general de Resguardo al Finito , no tanto por quien lo recomienda ni por lo que trataron de hacerle a él, sino por pertenecer al grupo de un prófugo de la justicia.

Por lo que a mí respecta, tengo 57 años de experiencia en las áreas de seguridad, inteligencia e investigación política; mis jefes siempre fueron, desde capitanes hasta generales y almirantes, expertos en las referidas áreas. Con ellos aprendí mucho y los recuerdo con respeto.

Durante 20 años fui el responsable de Inteligencia en el área de Resguardo y Seguridad de la Cámara de Diputados, renuncié porque no podía recibir órdenes de un cuarteto de inexpertos e ignorantes panistas-priistas.

Atentamente, Gilberto Vera Gallardo

Demanda intervención de la Segob para recibir apoyo del fondo de ayuda a víctimas

Señor director:

Mucho le agradeceré publicar esta denuncia dirigida a la doctora Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación.

Señora secretaria, me permito denunciar la violación de los derechos humanos por parte de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, por la revictimización que hacen a las personas que somos beneficiarias de los recursos económicos que marca la Ley General de Víctimas, mediante el Fondo de Ayuda, Asistencia y Reparación Integral. Mi registro es REFEVI/ CEAV/15520/2018.

Las víctimas directas, indirectas o potenciales incluyen a periodistas, defensores de los derechos humanos y desapariciones forzadas por autoridades federales. En mi caso, soy adulto mayor de 72 años, activista de derechos humanos. Desde que estoy incluido en el padrón de víctimas los atrasos han sido hasta de cuatro

meses sin recibir el apoyo económico; esta situación nos pone en total indefensión.

Mi reclamo es por los depósitos de enero y febrero de este año, dada la pandemia que estamos viviendo y sin recursos económicos. Le pido su intervención ante la comisionada Mara Gómez Pérez para resolver este asunto de violación a los derechos humanos.

Atentamente, F. Luiz Rodríguez Pérez

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