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Contralor Municipal
Controles obligatorios de Obras Particulares para obras de vivienda
En la ciudad de Rosario el control in situ a las obras privadas las debería realizar la dirección de Obras Particulares de la Municipalidad de Rosario, pero salvo construcciones con denuncias de vecinos o contravenciones muy importante, esto no se realiza. En esta falta de control es donde surgen irregularidades muy marcadas, como son sumar m2 más allá de los permitidos que imposibilitan el otorgamiento del final de obra y la escrituración de todas las unidades de la torre. Estos casos son los más graves y se cuentan varios en el último tiempo, pero hay otras contravenciones al Código de edificación que se desconocen por falta de control en obra. Para resolver esta situación, el concejal Agapito Blanco presentó un proyecto donde pasa de ser optativa a ser obligatoria la fiscalización por parte del Estado Municipal. “Proponemos modificar la ordenanza y donde dice que el municipio ‘podrá’ fiscalizar las obras queremos que diga que ‘deberá’ hacerlo, y como dicen que es imposible hacerlo con todas las construcciones, pedimos que lo hagan sobre los PH destinados a la venta y no sobre refacciones o ampliaciones particulares”, explicó Blanco.
“El personal designado por la Dirección General de Obras Particulares hará las inspecciones en la forma que estime conveniente, para verificar si la obra se realiza de acuerdo con los documentos convenidos en el expediente municipal y con las normas constructivas que sean una garantía de permanencia y seguridad. La falta de estas inspecciones o la no comprobación de fallas por la Dirección General de Obras Particulares, no atenúa ni elimina las responsabilidades de los profesionales, constructores e instaladores”, dice el reglamento de edificación de la ciudad de Rosario en la sección 2. de la Administración, sección 2.3. De la policía de obra, el punto 2.3.2. en las atribuciones de la dirección general de Obras Particulares estipula.
Este punto del reglamento, con la modificación que le incorporó Blanco, quedaría redactado de la siguiente manera: “El personal designado por la Dirección General de Obras Particulares deberá realizar inspecciones mensuales para verificar si la obra se realiza de acuerdo con los documentos convenidos en el expediente municipal y con las normas constructivas que sean una garantía de permanencia y seguridad. Asimismo la visita mensual del personal municipal al efecto del cumplimiento del presente, deberá plasmarse con un acta de verificación por duplicado en donde se especifiquen las transgresiones que pudieran haberse detectado, o en su defecto si no la hubiere, la leyenda: “No se detectan a la fecha transgresiones al código urbano ni al reglamento de edificación”. El inspector municipal dejará una copia del acta en la obra y la otra deberá adjuntarse al expediente municipal que tramite las instancias administrativas del caso. La falta de estas inspecciones o la no comprobación de fallas por la Dirección General de Obras Particulares, no atenúa ni elimina las responsabilidades de los profesionales, constructores e instaladores”.
El edil de Cambiemos quiere que el control se haga en dos momentos claves. Primero, cuando se ejecute el tercer piso, ya que para ese entonces ya está definida la estructura del edificio y entonces es posible verificar si cumple con las normativas al respecto de patios mínimos, ventilación, cajas de escalera y de ascensores, entre otros puntos. La segunda instancia será cuando se llegue a la última losa, la de la azotea. “Una mirada más o menos experta del inspector podría determinar si hay intencionalidad de hacer un piso demás, porque entonces deberían estar las armaduras a la vista, o si efectivamente van a terminarlo ahí”, señaló a Ecos365, el portal de economía y negocios de rosario3.com.
En cada uno de estos controles (ambos cuando se ejecuta la etapa de hormigón armado, y no ya la división y mampostería) a cargo de Obras Particulares, se deberán emitir certificados de visita avalando o rechazando la construcción. Ambos deberán estar aprobados para que se otorgue el final de obra. Si no lo están, no habrá excepción: el constructor deberá readecuar la obra por más que eso implica tirar abajo un piso. En los últimos años hubo dos casos en los que se llegó a esta instancia, uno de ellos por un edificio ubicado justo frente al Distrito Centro, donde están alojados los inspectores. En el último tiempo, un desarrollador que había hecho departamentos cuando tenía permiso para hacer cocheras, tampoco consiguió ninguna excepción.
“Esto no va a implicar ninguna demora ni costo extra para el desarrollador”, dijo Blanco al mismo medio y aclaró: “El constructor deberá avisar que está en la tercera losa o en la última y seguir trabajando, siendo responsabilidad del municipio fiscalizar a tiempo”, cerró. La propuesta está siendo pulida en la comisión de Planeamiento, pero en principio cosechó adhesión mayoritaria.