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¿Por qué un bolillo y no cerveza para el susto?

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Por Fernanda Morales

Desde épocas ancestrales, de generación en generación se ha pasado este remedio -un bolillo- de raíces otomíes para el susto, ‘enfermedad’ conocida desde la época prehispánica. Aunque no es parte de las enfermedades reconocidas por la ciencia, es uno de los males que aún aquejan a unas cuantas personas en algunas regiones. Al susto y otro tipo de enfermedades culturalmente delimitadas y tratadas por médicos tradicionales en lugar de la medicina académica, se le conocen como ‘nosologías’.

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Personalmente, de pequeña recuerdo haber recibido de la mano de mi madre un bolillo (si era duro mejor) después de aquel atemorizante temblor, o en la preparatoria al llegar a casa sin mochila luego de un traumático y violento asalto. Como la mayoría de los mexicanos, lo recibía y comía sin rechistar ni preguntarme sobre la efectividad y veracidad de este remedio, que, hasta el momento, yo, mi madre y mi abuela desconocíamos. Así que, después de una profunda investigación aquí la respuesta:

El susto es conocido como una sensación de miedo muy fuerte y desagradable, producto de una impresión grave. Entre los efectos del susto se encuentra el incremento o disminución de la presión arterial, desmayos, náuseas, mareos, elevación o baja de azúcar en la sangre, depresión, falta de apetito, sueño, entre otros más.

Se cree coloquialmente que un fuerte susto podría causar daños en la salud, como disparar la diabetes. Aunque, estudios demuestran que esto es prácticamente imposible, puesto que la diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no genera la insulina necesaria o el organismo no la usa de forma eficaz. No obstante, cuando se presenta un estado de alarma repentino, los niveles de glucosa se elevan, pero el susto por sí solo no la podría provocar. Es por eso que se recomienda mantener una vida saludable: beber suficiente agua, comer de manera balanceada y hacer ejercicio de manera regular, pues el sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo, que si están relacionados con la aparición de esta enfermedad (Diabetes).

Lo que sí es verdad, es que, “el susto” se manifiesta en el estómago, así que no es recomendable tenerlo vacío y menos en el momento de una impresión, ya que la segregación de los jugos gástricos aumenta y podrían dañarlo desde el interior. El bolillo ayuda a asentar el estómago, es por eso que se recomienda para “curar el susto”; en realidad no tiene propiedades mágicas ni de tipo similar como se cree, por lo que comer otro tipo de alimento sólido también es efectivo.

Otro remedio popular es beber una copa de tequila, mezcal, aguardiente, whisky o lo que se tenga a la mano; a excepción de la cerveza y las bebidas preparadas dulces. Aunque, ciertamente esta es una de las creencias no muy recomendables para la salud, ya que, las bebidas alcohólicas incrementan la producción de ácido en el estómago, lo que como ya mencioné, podría resultar dañino en el momento del susto. Sin embargo, esta coloquial recomendación para curar el espanto, va más en el sentido de adormecer y relajar el sistema nervioso para que ese estado de alerta pase pronto. ¿Será que funciona? Si no quieres arriesgarte, recuerda que siempre queda la opción naturista: el buen té de tila.

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