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El día que rugió Tonantzin con nuevo sonido

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Por J. Manuel Lozano Sánchez BE

Para poder hablar de la esencia del rock & roll, es necesario viajar a un punto específico en la historia que, en lo personal, me parece clave.

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En tiempos posteriores a la Segunda Guerra Mundial, comenzó la recuperación económica mundial, con ello, los niños con suerte y padres amorosos recibían como regalo instrumentos musicales, siendo este el punto en la historia que trajo a grandes músicos y bandas, que años después, serían reconocidas mundialmente, como Glen Miller, Ray Conniff y muchos más.

En la década de los cincuenta, México se convierte en principal creador de cine en el mundo, sus grandes figuras cinematográficas como: Pedro Infante y Jorge Negrete, fallecen, dejando perenne para las pantallas su trabajo; pero también en esa década, llega a nuestro país el aclamado director de cine español Luis Buñuel, quien con su visión en el arte cinematográfico rompe paradigmas con sus producciones como “Los Olvidados”, dando a conocer al mundo el verdadero rostro de nuestro país, ¡dejando atrás las películas pueblerinas y de argumentos arcaicos!

En cuanto a la política, nos gobernaba el partido de las mayorías, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), con Adolfo López Mateos como presidente, y posteriormente subiría al poder Gustavo Díaz Ordaz, siendo así, un México dominado por “los viejos” y sus ideologías patriarcales, en donde, por supuesto, la juventud era ignorada y segregada.

En el seno familiar, la obediencia debía ser irrestricta hacia los padres, ¡so pena de los castigos que se manejaban dentro de las familias!

La juventud en realidad no tenía su propia música, su propia ropa, su propia identidad, ¡siempre estaba supeditada y sometida desde el núcleo familiar! Rebeldía, búsqueda de identidad, dudas, amor… Una bomba de tiempo a punto de explotar en México y el mundo, ya estaba la mecha, solo hacía falta la chispa.

En esta década de tantos acontecimientos, nace en los Estados Unidos en primer lugar el Rythm & Blues que evolucionaría en Rock & Roll, en automático la juventud a nivel mundial lo adoptó como su música, aparece en la escena Little Richard, Chuck Berry, hasta “El Rey”, Elvis Presley y ¡en nuestro país no es la excepción!

En los años sesenta aparecen las primeras versiones del éxito de Bill Halley, “Al compás del reloj”, se comienzan a realizar los llamados covers de todas las canciones que son consideradas éxitos en Estados Unidos, así nacen: “Los locos del ritmo”, “Los rebeldes del Rock”, “Las camisas negras”, “Los Teen Tops”, “Los Apson

Boys”, y las primeras vocalistas de este movimiento como Julissa, Angélica María y Leda Moreno; en nuestro país el género es aceptado por la mayoría de adultos ya que es muy meloso, todo lo contrario a lo que representa el Rock & Roll, llegamos en este viaje por la historia al fatídico 1968, año en que sucede la matanza de Tlatelolco.

Todo comienza con un partido de fútbol entre dos escuelas, el cual termina en batalla campal, la policía reprime a “los rojos”, esto que pareciera insignificante daría pie para que se desencadenaran los hechos del 2 de octubre.

El gobierno: Represivo, autoritario, dictatorial y asesino, dirigido por el licenciado Gustavo Díaz Ordaz, los hechos posteriores a la aparición de las luces de bengala en la plaza de las tres culturas, dejan huella por todos los ámbitos del país, ya que el grito que ese día se silenció fue el de la democracia, el cual resurgirá con más fuerza cada año hasta nuestros tiempos: ¡2 de octubre no se olvida!

Llega el año 1971 y se lleva a cabo otra matanza, el 10 de junio, una vez más oprimiendo la voz de jóvenes. El gobierno tratando de suavizar la situación con la juventud de ese momento, da permiso para llevar a cabo un festival denominado “Rock & Ruedas”, que se llevaría a cabo el 11 de septiembre de ese mismo año en Avándaro, Estado de México.

Para la organización el festival es llamado “Festival de rock & ruedas”, los que organizan la carrera de autos, que a fin de cuentas no se llevó a cabo, son Eduardo López y Justin Compran.

CONTINUARÁ

¡No hay mal que dure cien años!

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