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Los más malvados de la corona
Los más malvados de la corona
Por David Altamirano
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La búsqueda de la vida eterna ha llevado a muchas personas al borde de acciones fenomenales y macabras en contra de otras más para ser recordados por un suceso muy importante y fuera de común en la historia. La realeza no es la excepción, pues los gobernantes a veces pierden la cabeza al tener tanto poder en sus manos.
Vlad el Empalador, Príncipe de Valaquia - 1448
En esta ocasión, nos la chupó toda… la sangre.
Vlad, príncipe que se mantuvo como rey en tres ocasiones distintas durante el siglo XV, purgó a todos lo habitantes de Valaquia que estuvieran en contra de sus ideologías, disfrutaba torturar a prisioneros en fuego y con fierros, los despellejaba, los mutilaba y antes de matarlos, se dice que se los quedaba viendo a los ojos mientras terminaba con sus vidas. La tortura era su pasatiempo favorito y de estos, se destaca el empalamiento pues, lo hacía con ejércitos enteros que osaban desafiar su autoridad y provocaba el miedo en la región, exhibiendo los cadáveres alrededor de su ciudad capital en forma de muralla. Este miembro de la realeza, se posiciona como el más brutal y salvaje de todos los tiempos, tanto que inspiró en el famosísimo personaje llamado Drácula.
Herodes el Grande, Rey de Judea 37 a .C .
Los personajes malvados existen en todos los ámbitos, un claro ejemplo es en la BIBLIA.
El Rey de Judea, superó por mucho la traición que Judas le hizo a Jesús, pues este estuvo dispuesto a asesinarlo cuando era niño pero falló en el intento. Claro que un intento de asesinato no era suficiente para poder posicionarse en esta lista, bueno… Este intento fue un crimen contra la humanidad, pues ordenó matar a todos los niños menores de dos años en Belén, además de erradicar la pobreza y la desigualdad entre la sociedad. Lo odiaban tanto que, se dice, sus guardaespaldas tenían que ser de magnitudes enormes.
John, Rey de Inglaterra 1199
La Gran Bretaña no siempre ha resguardado sus escándalos tan bien como ahora lo hace su realeza.
El Rey John, apodado como El Peor monarca de Inglaterra, quedó cegado ante la envidia y el poder que la sangre le heredó, pues para llegar al trono, traicionó a su propio hermano durante una batalla, provocándole la muerte y su ascenso al máximo trono. Este acto ya era considerado como delito y sus habitantes estaban furiosos con su Rey, pero se quedaron indefensos y ante una nula posibilidad de levantarse en armas al asesinar también a su sobrino Arturo, evitando cualquier forma de levantamiento en su contra. ¿Te suena a El Rey León? Digamos que hay rumores que así lo apuntan.
Leopoldo II, Rey de los Belgas 1909
La realeza no es conformista y suelen llegar a niveles extremos para conseguir más capital propio.
El comportamiento del Rey de los Belgas en el Congo, lo hace acreedor al título de “esclavista” de esta lista, pues obligaba a los habitantes nativos del lugar en mención, a trabajar para él con la promesa de obtener una mejor calidad de vida. Los forzó a cosechar caucho, enriqueciéndose con esto y causando la muerte de casi diez millones de nativos, por si esto no fuera sufriente, a aquellos que se negaban a trabajar para él, mutilaban a sus familiares, esposas e hijos. Las autoridades internacionales reaccionaron ante este atroz acto y el Rey Leopoldo tuvo que abandonar el lugar, cabe mencionar que no tuvo represalias.
Calígula, Emperador del Imperio Romano 41 d . C .
La demencia no se fija en clases sociales.
Los emperadores están para proteger y gobernar, caso contrario fue el de nuestro quinto lugar en el puesto, pues el desorden mental que presentaba lo obligó a matar gente desde muy temprana edad por diversión. Mas tarde, cuando cumplió treinta y siete años y ya proclamado como el tercer emperador de Roma, sus desordenes mentales crecieron a tal punto de llegar a la ninfomanía, ya que obligó a sus hermanas a tener relaciones sexuales con él y también ordenaba a todas la esposas de sus guardaespaldas a mantener relaciones sexuales con el Rey mientras sus respectivos esposos presenciaban todo el acto.