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La realeza en la pantalla grande
La realeza en la pantalla grande
Por Hector Reynolds
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El rey león
Estrenada en 1994 y dirigida por Rob Minkoff y Roger Allers, El rey león fue uno de los grandes éxitos animados de Disney que formó parte de su renovación en la industria, colocándose como uno de sus clásicos animados más importantes. La historia nos relata la vida de Simba, un joven león que está destinado a convertirse en rey, sin embargo, tras la muerte de su padre, su perverso tío lo manipula para huir y tomar control del reino. Simba deberá enfrentar su pasado para regresar y recuperar su trono. Esta cinta fue la más taquillera de 1994 y es evidente él por qué. No es entretenimiento fácil para niños, es una cinta bastante completa que desarrolla muy bien (para empezar), a su protagonista. La catarsis de Simba es palpable, de ser un niño inmaduro y egocéntrico, pasando por una pérdida de identidad, hasta recordar las lecciones y filosofía de su padre para convertirse en el auténtico rey. Por otro lado, tenemos a uno de los villanos más emblemáticos de Disney, un personaje con varios matices y que no se limita a ser un villano de caricatura. La banda sonora es otro punto fuerte, compuesta por el maestro Hans Zimmer y que lo hizo acreedor de un premio Oscar. En ocasiones se puede observar un cambio de tono muy marcado, aligerando la carga emocional de la cinta, en específico con la llegada de los personajes de Timón y Pumba, esto evidentemente porque su público objetivo son los niños y, lejos de entorpecer la película, funcionan como un buen agregado. Este filme marcó a una generación entera de personas, por su sentimental y entrañable historia, sin duda un clásico de clásicos de la empresa del ratón.
Troya
Una cinta estadounidense de 2004, dirigida por Wolfgang Petersen que, a pesar de ser de manufactura comercial, logra reinterpretar de forma correcta lo escrito por Homero en sus poemas.
Paris, príncipe de Troya, roba a su enamorada Helena, quien a su vez es esposa del Rey de Esparta, Menelao. Esto provoca una guerra entre los griegos, liderados por el gran guerrero Aquiles, y los troyanos, encabezados por Héctor, hermano de Paris e hijo de Príamo. El filme cuenta con un reparto lleno de estrellas, es grande en producción y sí, representa un espectáculo visual al espectador. Existe una buena ejecución en los efectos especiales, combinando de manera adecuada la pantalla verde y la utilería para lograr transportarte al 1193 A.C. Tuvo una nominación al Oscar como mejor vestuario, lo cual denota un acertado trabajo de producción, que es su punto fuerte. Un agradable blockbuster veraniego.
El señor de los anillos - El retorno del rey
Esta entrega supuso un magnífico cierre para la ya consagrada saga que Peter Jackson dirigió, basada en los presuntamente inadaptables relatos de Tolkien.
Estrenada en 2003, nos presenta la etapa final de esta historia, con Sam y Frodo a punto de llegar a la Montaña de Fuego para destruir el anillo, y por otra parte la defensa de Gondor, el último bastión del hombre en la Tierra Media. Esta película logra ese punto de equilibrio, en el que una cinta es aclamada por la crítica y, a su vez, por la audiencia en general. Tuvo 11 nominaciones al Oscar y 11 fueron los premios que se llevó a casa, con una recaudación mundial de $1,119,929,521 dólares. Una característica clave en este filme, y en toda la saga en general, son sus efectos especiales que representan un adelanto a la época. El motion capture en Andy Serkis para interpretar a Gollum está bien pulido y, a pesar de que existen grandes planos y secuencias realizados con pantalla verde, el diseño de producción apoya la estética de la película logrando que a la fecha se mantenga vigente. Existe ese sentimiento de que lo que ves está realmente ahí.
En conclusión, la cinta entrega un gran final para los personajes y la historia y sin lugar a dudas es el desenlace que muchos desearían tener para su trilogía.
Reyes de las olas
Una película animada de 2007, dirigida por Ash Brannon y Chris Buck, que narra la historia de Cody Maverick, un joven surfista Pingüino que deja su hogar en la Antártida y se encamina a participar en su primera competencia oficial en la “Copa Mundial de Surf de Pingüinos”. Cody idolatra a un legendario y difunto surfista llamado “Gran Z”, espera seguir sus pasos y honrar su legado. Lo peculiar de la cinta es que emula la cámara en mano para grabar y el desarrollo se nos presenta a través de lo que filman los personajes que acompañan a Cody y que están documentando su travesía. El producto terminado de animación le valió su nominación al Oscar como mejor película animada, sin embargo su guión no es el más original o espectacular que encontraremos en las películas de esta categoría y algunos de sus personajes recaen en lo unidimensional. Es un buen filme para un domingo familiar.