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Por qué viajar a Marte?

Por Araceli Larrión Gallegos BE

Han transcurrido 56 años desde que ocurrió el primer despegue de un artefacto de la NASA rumbo a Marte, esto hasta el reciente amartizaje exitoso del Perseverance en 2021, lanzado en 2020.

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En 1964, inició la aventura de la NASA de enviar al espacio a los primeros exploradores, con el objetivo de llegar algún día al planeta rojo.

Muchas misiones fracasaron, algunas sondas se siguieron de largo, otras fueron golpeadas por meteoritos, otras simplemente se desintegraron en el lanzamiento como ocurrió con la sonda Mariner 8, sin embargo, fue la Mariner 9 la primera sonda que orbitó Marte.

En 1976 lograron posarse en la superficie marciana los módulos Viking – 1 y Viking – 2, y enviaron imágenes durante algunos años, que revelaron indicios de grandes inundaciones en el pasado. El módulo 1 funcionó hasta 1982 y el módulo 2 hasta 1989.

En 1997, un dispositivo pudo desplazarse por la superficie marciana, a control remoto desde la Tierra, el dispositivo Sojourner (Peregrina) de la misión Mars Pathfinder (Pionero de Marte).

En 2011, se lanzó el explorador Curiosity, que pisó suelo marciano en 2012, con la misión de comprobar si hubo o podría haber vida en el planeta.

En caso de poder sortear los peligros que rodean a la misión y contar con la tecnología necesaria, hay que lidiar con una parte muy difícil que es la parte humana, ¿cómo permanecer en un espacio relativamente pequeño durante tantos meses y con otros compañeros, sin que empiece a afectarles mentalmente?, además suponiendo que logren llegar, deberán permanecer ahí unos tres años antes de poder regresar, de tal modo que tendrían que tener una estación ya adaptada de antemano por robots, con todo lo necesario para sobrevivir.

¿Cuáles son las razones para llevar a cabo una hazaña tan complicada?

Una podría ser que el humano siempre quiere satisfacer su infinita curiosidad científica, quiere saber que hay más allá, así logró llegar al Polo Norte, logró subir a la cima del Everest, se embarcó un día sin saber si tendría éxito y descubrió continentes y un buen día pisó la Luna.

Otra razón sería que la Tierra algún día fuera inhabitable y formar una Colonia en Marte garantizaría la supervivencia de la raza humana.

Los viajes a Marte han impulsado el desarrollo de nueva tecnología. Como resultado tenemos los paneles solares, escáneres TAC, trajes para bomberos, nuevas prótesis, el GPS, telefonía satelital, sistemas para potabilizar el agua, etc… Y últimamente se prueban los cohetes reciclables para disminuir los costos, aparte de impulsar numerosos estudios en diversas áreas del conocimiento.

Terraformar Marte, es decir transformar el clima marciano y hacerlo como el de la Tierra, es un sueño lejano pero no imposible, una vez que el humano imagina algo, pone todo su talento y empeño, para lograrlo.

¿Por qué queremos viajar a las estrellas?

Ya sea más rápido que la luz o incluso más lento que la luz? ¿Por qué ir a las estrellas? ¿Por qué no quedarnos contentos con nuestro planeta Tierra? Vamos allá afuera porque queremos buscar vida. Unas palabras que dijo el Doctor Miguel Alcubierre, Director del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM, en una conferencia impartida en 2018, me parece que nos da algunas pistas del por qué:

“¿Por qué queremos viajar a las estrellas? Ya sea más rápido que la luz o incluso más lento que la luz? ¿Por qué ir a las estrellas? ¿Por qué no quedarnos contentos con nuestro planeta Tierra? Vamos allá afuera porque queremos buscar vida.

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