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La leyenda de las estrellas enamoradas

La leyenda de las estrellas enamoradas

Por Samantha Castrejón

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El Tanabata, mejor conocido como “el festival de las estrellas”, es una festividad nacida de una leyenda asiática parecida a San Valentín, popularizada por los japoneses, cuyo origen varía, al igual que su procedencia y algunas de sus características, pero en esencia es la misma historia.

La leyenda cuenta la historia de la princesa Orihime, hija del Rey Celestial, cuya representación en el cielo es la estrella Vega de la constelación Lira, ella tejía las ropas para las deidades junto al río celestial conocido en nuestro mundo como la Vía Láctea, un día se dio cuenta que por su trabajo no conocía mucha gente y pensó que realmente estaba sola y que nunca podría conocer el amor, así que su padre, el cual no podía soportar ver a su hija llorar, decidió presentarle a Hikoboshi, un pastor representado por la estrella Altair de la constelación Águila. Al conocerse los jóvenes se enamoraron de inmediato y poco después se casaron, pero su amor y devoción hacia uno por el otro era tanta que olvidaron sus tareas en el reino celestial, ocasionando el enojo de su rey.

Este decidió separarlos poniendo a cada uno a un lado del río celestial para que estuvieran separados años luz, desconsolada Orihime le rogó a su padre que la dejara ver a su amado una vez más, y como el rey la quería tanto, accedió a que si todo el año trabajaban arduo en sus tareas, se les permitirá verse una vez al año, el séptimo día del séptimo mes lunar fue el dia que se acordó para el reencuentro de los enamorados (7 de julio).

Pasado un año, Orihime trató de cruzar el río pero no pudo, así que una grullas la ayudaron formando un puente para que cruzara al otro lado, además prometiendo que cada año si no llovía la ayudarían sin falta. Asi que se dice que cuando ese día llueve, las lágrimas de Orihime vienen mezcladas con ella, pues deberá esperar otro año para ver a su amado.

Este día, o cerca de este, aparece un fenómeno al cual le da una explicación este relato, pues la Vía Láctea pierde luz y parece que da paso a que los amantes se puedan reunir.

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