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APORTES PARA LA HISTORIA DE CHAJÁN INTRODUCCIÓN Dentro de las diversas investigaciones históricas que llevamos a cabo referidas a la secular disputa con el aborigen, encontramos menciones de hechos referidos al paraje de Chaján, que nos parece oportuno traer a consideración para su conocimiento y análisis. Cuando hablamos de Chaján, no nos referimos solamente a la actual localización del pueblo, sino preferentemente a la estancia ubicada mas al norte, a la vera del camino de los fuertes de la frontera, también al Fuerte Chaján y a otras formas de conservación del topónimo. Destacados expedicionarios como José Santiago Cerro y Zamudio y Justo Molina Vasconcellos (1805) transitaron por este camino. Asimismo lo hicieron personalidades como Lucio V. Mansilla y el padre Marcos Donati, entre otros. Hechos de armas ocurridos en las inmediaciones del paraje, como el combate de Chaján (1821), y enfrentamientos ante incursiones de los indios, como también citas relativas a este sitio se pueden encontrar en documentación de variada procedencia. Nuestro objetivo es referirnos a estos ejes temáticos, no excluyentes de otros que hacen a la realidad histórica del lugar, con el propósito de aportar elementos para un estudio mas exhaustivo de Chaján y la zona. Entre las fuentes consultadas caben citar las siguientes: diarios de Viaje de Justo Molina Vasconcellos (1805) y de José Santiago Cerro y Zamudio (1805), documentos del Servicio Histórico del Ejército Argentino, Memorias del Ministerio de Guerra y Marina, “Política seguida con el aborigen” (Círculo Militar), cartografía I.G.M., etc.
VIAJEROS POR EL CAMINO DE POSTAS Por Real Cédula del Rey de España Carlos IV de 1793, se propiciaba la búsqueda de un camino más directo entre Buenos Aires y el centro-sur de Chile, con la finalidad de mejorar la actividad comercial, atravesando territorios desconocidos y habitados por los indios, con la intención de integrarlos a los designios de la corona, en el marco de un contexto geopolítico. 1794 marcó el inició de la exploración topográfica de las Pampas con asidero científico, procurando que futuras expediciones obtengan datos precisos a través de la medición y observación, para ir definiendo la viabilidad de nuevas rutas. Ambrosio O’Higgins, Capitán General de Chile, fue un decidido impulsor de la necesidad de búsqueda de otros caminos más directos que comunicaran Buenos Aires y el territorio trasandino, proponiendo acciones conjunta a las autoridades del Virreynato del Rio de la Plata en dicho año.
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JUSTO MOLINA VASCONCELLOS HACE ALTO EN CHAJÁN (13 de octubre de 1804) De las distintas comisiones expedicionarias dispuestas por los gobiernos de Chile y Buenos Aires, ha sido la liderada por Justo Molina la que cumplió mas acabadamente con las instrucciones dadas, de hallar el camino para “ir en derechura” de Concepción a Buenos Aires, “por tierras ocupadas por los indios”. [Archivo General de la Nación, Sala IX, División Colonia, Legajo 19-74]. Figura prominente en el sur de Chile, de buena relación con los indios pehuenches del sur, con los que había compartido viajes a ambos lados de la cordillera, le tocaría en suerte realizar una travesía llena de dificultades, pero con logros de suma importancia en el descubrimiento de un camino más directo entre ambas ciudades, y que daría lugar a ahondar el estudio del mismo. Justo Molina partía de Chillán (Chile) el 14 de abril de 1804, cruzando la Cordillera de los Andes por el Paso de Alico para continuar viaje rumbo al Mamüll Mapu, donde debía encontrarse con su amigo el cacique ranquel Carripilún. Frustrado entre este intento, ya que el río Chadileuvú se hallaba muy crecido y no pudiendo atravesarlo, se dirigió por el camino que iba a Mendoza para de allí, por el camino de postas, dirigirse a Buenos Aires, donde lo esperaba el Virrey Sobremonte, de común acuerdo con el Capitán General de Chile Luis Muñoz de Guzmán. Si bien había fracasado en atravesar el corazón de la Pampa en búsqueda del camino que era objeto del viaje, en su intento de ida, contaría con la asistencia económica de Sobremonte para concretar su propósito en su viaje de regreso, arribando al Fuerte Ballenar en Antuco (Chile) el 23 de mayo de 1805. En tránsito por el camino real de Mendoza a Buenos Aires pasaría por Chaján: “29 de septiembre de 1804: El 29 sali deeste lugar, y llegue a la Punta de Sn Luis. 30 de septiembre de 1804: El 30 llegue al Rio quinto endonde pare ocho dias. 9 de octubre de 1804: El dia 9 deoctubre sali deeste lugar y llegue a Las Pulgas, en donde paré tres dias. 13 de octubre de 1804: El dia 13 llegue a Chajan, y pare un dia. 15 de octubre de 1804: El 15 llegue al Fortin de San Carlos Frontera de Cordova, haviendome presentado a Dn Luis Toledo que estaba de Comandante, le hize presente la diligencia en que andaba; y haviendome dado posada, le relacione mi viage desde la salida de mi casa y que mi animo y ordenes que trahia era de atrabezar desde las Cordilleras de Alico a Buenos Ayres; y que no lo havia hecho porque el Cazique Manquel mi practico y guia rebolvio acausa de que el Rio Chadilebu estaba crecido, según la noticiaque
4 tuvimos que todo se lo conté como lo llebo referido....” [Archivo General de la Nación, Sala IX, División Colonia, Legajo 39-5-5, Expediente Nº 1 (Diario de Viaje de Justo Molina)]. Si bien el diario de Molina es sumamente escueto en la descripción del camino seguido, bastante mas generosa es la descripción que de esta parte del trayecto hace Cerro y Zamudio al año siguiente, lo que contribuye a determinar con mayor aproximación los lugares de paso.
CERRO Y ZAMUDIO POR LA ESTANCIA DE CHAJÁN A TRAVÉS DEL CAMINO DE POSTAS (7 de febrero de 1805) Una primera expedición realizada con el propósito señalado la llevó a cabo Don José Santiago Cerro y Zamudio. Parte de San Agustín de Talca el 26 de noviembre de 1802, cruza la cordillera por el paso de Valle Grande, al sur de Mendoza. Luego de reconocer además el Paso de Planchón continúa su marcha arribando a la ciudad de Mendoza el 5 de febrero de 1803. En junio de 1803 se encontraba en Buenos Aires a fin de imponer a las autoridades virreynales del reconocimiento efectuado; luego de transitar por el camino real atravesando el sur santafesino. Recibido el apoyo del Gobierno de Buenos Aires, se le recomienda retornar al punto de partida y con el compromiso de regresar con la información geográfica que lograra adquirir en el viaje.
5 Cabe destacar que en el viaje de ida la expedición de Cerro y Zamudio solamente había registrado distancias entre puntos de paso, pero se denota el interés de las autoridades en ir demarcando topográficamente la ruta, y para ello se le encomienda portar una brújula para determinar los rumbos de la derrota, como así también ir señalizando lagunas, arroyos, ríos y otros accidentes. A fines de junio de 1803 parte de regreso a Chile, hallándose en los últimos días de agosto en la ladera oriental de los Andes y hacia fines de diciembre de dicho año se encuentra de nuevo en Talca. El Gobernador y Capitán General de Chile, Luis Muñoz de Guzmán, a principios de 1804, si bien impuesto del paso cordillerano reconocido por Cerro y Zamudio, decide impulsar nuevos reconocimientos en busca de otros que fueran viables a través de los Andes. En tal sentido parten casi simultáneamente tres expediciones, una nuevamente desde San Agustín de Talca a cargo del mismo Cerro y Zamudio, otra a cargo del Capitán José Barros para reconocer los boquetes de Ancoa y Achigueno, y la tercera a cargo de Don Justo Molina y Vasconcelos, a través del boquete de Alico. En enero de 1804 Cerro y Zamudio cruza la cordillera por el mismo paso anterior de Valle Grande. Traspuesta la misma intenta el reconocimiento del río Diamante hasta la unión con el río Negro, misión que le había sido encomendada por el Gobierno de Buenos Aires, fracasando en la intención por la negativa de los indios a franquearle el paso. A raíz de esto retorna a Chile, encontrándose en Santiago los primeros días de marzo. En el mes de agosto de 1804 se halla nuevamente en la ciudad de Mendoza donde negocia con los indios pehuenches logrando que lo acompañen algunos de ellos hasta Buenos Aires, de manera que atestigüen de lo apropiado del paso que él había reconocido y proponía para trasponer la cordillera de los Andes. Arriba a la capital del Virreynato en los primeros días de octubre de 1804; en tránsito desde Cuyo a Buenos Aires por tercera vez recorre los caminos de postas y a la vez frontera con el indio en lo que habría de ser el sur de Córdoba, sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires, en las aún indefinidas jurisdicciones provinciales. El 12 de enero de 1805, José Santiago de Cerro y Zamudio ha de partir de nuevo de Buenos Aires con destino a San Agustín de Talca. En esta oportunidad acompañado del reconocido geógrafo agrimensor don José Sourryère de Souillac. Además componían la comitiva una escolta de 20 blandengues al mando del teniente Esteban Hernandez y los caciques pehuenches que regresaban al sur de Mendoza. De su diario de viaje extraemos sus anotaciones referidas al paso por la zona:
6 “5 de febrero de 1805 De la laguna del Corral de la Barranca, al fuerte de San Fernando, el cual está a la falda de un cerrito, que llaman Sampacho, y cerca de una laguna. 3 leguas 7 de febrero de 1805 Del fuerte de San Fernando, a la estancia de Chajan, que pertenece a don Gerónimo Quiroga, la cual está a la orilla de un arroyito, que lleva el mismo nombre y está en el medio de otros dos también poblados y permanentes 8 leguas 8 de febrero de 1805 De la estancia de Chajan a los Quebrachos, pasando por medio de dos cerritos, que llaman Blanco y Negro. 2 leguas 9 de febrero de 1805 De los Quebrachos, a las Vizcacheras, en donde hay unos pocitos de agua muy abundante y buena: C. 4 leguas De las Vizcacheras, a la orilla del monte, que se cría en las márgenes del Rio Quinto 1½ leguas De dicho monte al fuerte de San Lorenzo (jurisdiccion de la punta de la ciudad de San Luis) pasando el Rio Quinto, que es muy explayado, y de poca agua. 2½ leguas. C. y D. Son iniciales de comimos y dormimos.” [Itinerario De un nuevo camino descubierto por el capitan retirado D. José Santiago Cerro y Zamudio, desde la ciudad de Buenos Aires hasta la de San Agustin de Talca, capital de la provincia de Maule, en Chile. Colección de Obras y Documentos. Pedro de Angelis. Tomo VII. Plus Ultra. Buenos Aires]
EL COMBATE DE CHAJÁN (9 de marzo de 1821) La estancia de Chaján sería escenario de un tremendo choque de las fuerzas del general chileno José Miguel Carrera y del gobernador de Córdoba Juan Bautista Bustos. El hecho se produjo en las inmediaciones de la citada estancia, en un valle formado por el curso del arroyo Chaján en el marco de importantes elevaciones circundantes. “Nos acercamos a una estancia (*) del límite de Córdoba, donde encontramos ganado en abundancia y una chacra con muchas hortalizas. Esto no pudo ser más oportuno porque nos hubiera resultado imposible continuar dos días más nuestra marcha, después de las privaciones y fatigas soportadas. (*) (Difícil seria ubicar esa farm-house pero estaría por las inmediaciones de chajá o Chaján figura todavía en los mapas modernos, aunque la mayoría de esos nombres tradicionales, se han convertido en coroneles, generales, doctores, etc... . Aparece al sur de la línea de Rio 4° a Villa Mercedes más cerca de esta última)”. [José Miguel Carrera por William Yates (1820-1821), Tomo II pág. 17].
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Procedente del Morro, del que se había apoderado el 6 de marzo de 1821, Carrera llega el día 9 a Chaján, donde acampa. Sorprendido en el lugar por las fuerzas del gobernador de Córdoba Juan Bautista Bustos, es atacado por este quien contaba con alrededor de 600 hombres, evidenciando una notable superioridad numérica y de armamentos por sobre las de Carrera, que apenas alcanzaban a 200 hombres. No obstante la dispar relación de fuerzas y la sorpresa del ataque, la bravura y arrojo en el combate de las huestes carreristas y sus indios aliados, dieron vuelta el combate en su favor, obteniendo una resonante victoria que culminó con una prolongada persecución que duró toda la tarde de ese día, produciéndose una verdadera masacre, ya que murieron mas de 80 hombres de las fuerzas de Bustos, siendo tomados prisioneros otros 61 entre soldados y oficiales. “Nuestros efectivos ascendían a ciento cuarenta hombres, que con los cuarenta indios de la escolta del general, componían una fuerza de ciento ochenta soldados, excluidos los oficiales. Y para destruir esa pequeña pero temible división, se pusieron en campaña miles de soldados. Los peligros y privaciones de que habíamos triunfado nos enseñaron a esperar con paciencia todas las desventuras que pudieran acaecernos en adelante. La tropa iba bien montada y tenía conciencia de su superioridad sobre cualquier fuerza que pudiera atacarla. Con su escasa pero entusiasta hueste, siguió Carrera la marcha, sabiendo que el enemigo avanzaba para cortarnos el paso. Envió comunicaciones a los gobernadores de Córdoba y San Luis, informándoles que continuaría camino a Chile, con su asentimiento y de lo contrario, por la fuerza. Que en caso de permitirle pasar esos gobiernos, todo cuanto consumieran los soldados se pagaría y que por su parte, pondría el mayor cuidado en que nadie diera motivo a hostilidades. Seguimos avanzando sin recibir ninguna contestación, y en el Chajá, ignorantes del peligro en que nos encontrábamos, nos vimos sorprendidos por Bustos, gobernador de Córdoba, al frente de seiscientos veteranos, mientras a retaguardia, doscientos milicianos nos tendían una emboscada. Habíamos acampado en un vallecito rodeado de altas lomas por todos lados. El sol estaba muy fuerte. Tres centinelas que se habían apostado en alturas estratégicas, desmontaron para protegerse del sol a la sombra de sus caballos y fueron vencidos por el sueño. Por eso no advertimos el avance del enemigo hasta que le vimos aparecer en lo alto de un cerro, disponiéndose a la carga, formado en dos líneas. Los soldados quedaron más que sorprendidos ante aquel inesperado ataque. Los pocos que tenían caballos ensillados, montaron enseguida. Otros sólo tuvieron tiempo de enfrenarlos y saltaron en pelo. El general, apenas si pudo tomar su espada y montar en el caballo de una mujer, dejándose el sombrero
8 y la chaqueta. Todo fue confusión y desorden; no hubo tampoco tiempo de organizar ninguna formación. Nuestros hombres empezaron a dispersarse en retirada hacia un desfiladero que quedaba a nuestra espalda y donde Bustos había emplazado una partida en emboscada. Pero unos cuarenta soldados con algunos pocos indios permanecieron firmes y resueltos a vender caras sus vidas. En medio de una salvaje gritería se lanzaron de súbito al ataque sin considerar el peligro. Los fugitivos, cuando vieron aquella escena y a sus compañeros que luchaban, se sintieron avergonzados de su terror y por un impulso común, volvieron sobre sus pasos en desorden y se arrojaron sobre los enemigos con ímpetu furioso. Estos no pudieron resistir la violencia de la acometida. El segundo comandante y los principales oficiales de la primera línea fueron muertos. En consecuencia esa líneo cedió, y retrocediendo sobre la segunda, comenzaron ambas a replegarse. Pero el empuje de nuestros soldados e indios no les permitió resistir. Rotas ya las líneas, los enemigos volvieron grupas y buscaron la salvación en la huida. Fueron perseguidos en distancia de seis leguas sin que se les diera cuartel. Los indios, con sus largas lanzas, se vengaron hasta el exceso de sus enemigos. Ya casi de noche cesó la carnicería y cincuenta soldados con siete oficiales se trajeron prisioneros. Pasamos la noche recogiendo los heridos graves y los trasladamos a nuestro campamento donde recibieron los pocos auxilios que podíamos prestarles. En la mañana siguiente se recorrió nuevamente el campo y se recogieron las armas. Algunos desgraciados, que desfallecían víctimas de heridas incurables, fueron ultimados a tiros por razones de humanidad; otros heridos, horriblemente mutilados, pero todavía curables, se remitieron a San Luis con una guardia de paisanos y una carta para el gobernador Ortiz, recomendándolos a su misericordia. Ortiz, aunque no había respondido a la primera carta de Carrera, contestó esta última en forma tan cortés que nos indujo a esperar una pronta autorización para cruzar la provincia, sino quería correr el riesgo de oponérsenos”. [José Miguel Carrera por William Yates (1820-1821), Tomo II págs. 18, 19 y 20]. Asimismo gran cantidad de armamento, entre fusiles y sables, fueron tomados por los vencedores y que servirían para derrotar a las fuerzas puntanas en Las Pulgas, dos días después. Este sangriento combate se producía el día 11 de marzo a orillas del río Quinto, en el cual los hombres de Carrera destrozaron a las fuerzas puntanas de Luis Videla, causandole mas de 200 bajas, entre ellas la del coronel Dolores Videla, hermano del primero.
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Croquis publicado en pag. 243 de “Política seguida con el aborigen (1820-1852), Tomo I, Círculo Militar”.
JOSÉ ISEAS DERROTA AL MONTONERO PUEBLA EN CHAJÁN (21 de noviembre de 1863) En el marco de las guerras civiles que protagonizaban unitarios y federales, otro hecho singular sobresale en la historia de Chaján, tal es el enfrentamiento entre el coronel José Iseas y una importante montonera de 180 hombres aproximadamente, al mando de Juan Gregorio Puebla, resultando derrotados estos últimos. “El 21 de noviembre, desde su campamento en Chaján, el coronel Iseas comunicaba que “despues de una marcha forzada de cuatro días con sus noches”, había tenido la fortuna de alcanzar “un grupo de ciento ochenta y tantos forajidos derrotándolos completamente”. Y añadía: “El mayor número de los prisioneros aseguran que el Chacho es muerto”.” [Urbano J. Nuñez, Historia de San Luis, Pag. 504]. La “Revista de la Biblioteca Nacional” del año 1937, en la página 249, hace referencia a este hecho: “Carta del General Wenceslao Paunero al ministro de guerra y marina Juan Andrés Gelly y Obes, dándole cuenta de que el Coronel José Iseas ha perseguido y derrotado al montonero Puebla en Chaján, con lo cual, muerto ya Peñaloza, parece definitivamente reprimida la rebelión de la Rioja y asegurada la tranquilidad de las provincias colindantes.”. Exactamente dos meses después Puebla caería abatido en Villa Mercedes. “...-el 21 de enero de 1864- el jefe del Regimiento Nº 4 de línea, informaba desde Villa Mercedes “...esta madrugada he
10 sido avanzado por un número considerable de indios, que no bajaran de seis a ochocientos, pues según los partes de las partidas descubridoras, venían en tres divisiones, llevando su audacia hasta venirse a las trincheras; pero viendo que en el ataque que hicieron a una de las trincheras guardadas por vecinos extranjeros, quedó muerto el salteador Puebla que los capitaneaba, se retiraron dos horas después”. Así, frente a la boca de la escopeta del gringo Santiago Betbeder, se apagó la estrella de Juan Gregorio Puebla, el último de los más audaces montoneros, de aquellos que, al interrogatorio, contestaban: “su patria, la tranquilidad y la Federación; su religión, el ser libre y llevar el orden”” [Urbano J. Nuñez, Historia de San Luis, Pag. 504].
INVASIONES DE INDIOS SOBRE CHAJÁN Sobre la segunda mitad del siglo XIX se intensifican las incursiones aborígenes sobre las líneas fronterizas, que conformaban el gran arco defensivo que iba desde el sur de Buenos Aires al sur de Mendoza. El propósito y los actores de tales incursiones eran generalmente los mismos, a veces en forma de grandes malones, o de partidas aisladas, a veces solos, otras con aliados, denotando siempre una gran capacidad de traslado, facilitada por el conocimiento que tenían de la geografía pampeana (rastrilladas, aguadas, médanos, cerros, etc.) como así también por la excelente caballada con que contaban. Por lo que no resulta extraño observar las menciones en los partes militares de la época, de grandes caciques como Calfucurá, Baigorrita, Mariano y Epumer Rosas, Pincén, etc, en las fronteras de Mendoza, San Luis, Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires. De tantos hechos de esta índole, extraemos algunos que especificamente se produjeron en el paraje Chaján y que, como tal consta en los documentos originales respectivos. En este caso, las menciones que nos ocupan datan del año 1865 y, por lo tanto, se refieren al Paraje Chaján, que por entonces definía el sitio llamado Estancia de Chaján, ya que el Fuerte y la población resultan posteriores a esta fecha. INVASIÓN SOBRE VARELA, CHALANTA Y CHAJÁN (Noviembre 1865) Seguramente una partida no muy numerosa de indios merodeaba por los parajes enunciados con el propósito de realizar un malón. Siendo advertida su presencia son rechazados el día 31 de octubre por las fuerzas de Varela y Chalanta, aunque lejos de retirarse tierra adentro volvería a ser observada su presencia, un tanto mas al norte, por Chaján una semana después. Toda esta presencia reiterada en la zona trajo la lógica preocupación de la reducida fuerza fronteriza y de pobladores, por lo que se solicitaría el refuerzo de las guarniciones de esta parte de la frontera con por lo menos 25 guardias nacionales para ser acantonados en el Paso de las Piedritas (actual Fraga). “Tengo el honor de dirijirme a V.E. adjuntando en copia la nota que he recibido del Sargento Mayor del Rej o.
11 4 de línea Don Fermín Guevara encargado de la Frontera Sud de la Provincia dando cuenta haberse efectuado una invasion de indios sobre “Chajan” punto limítrofe en aquella parte con la de Cordoba y con este motivo tambien hacer presente a V.E. que a consecuencia de esta invasion y la que tuvo lugar el 31 del pasado sobre Varela donde fueron correteados sin lograr su objeto por las fuerzas de ese punto y “Chalanta” al mando de su Gefe el Sargento Mayor Don Toribio Aldao como de la iniciativa que toman los indios sobre nuestras fronteras, he creido conveniente pedir esta fha. Al Exmo Gobierno de la Provincia la movilizacion de 25 gus nas á fin de estacionarlas en el paso de las “Piedritas” y reforzar la pequeña fuerza que existe sobre el Rio 5º, para tener a cubierto esa parte tan frecuentada por este enemigo.” [Servicio Histórico del Ejército. Buenos Aires. Campaña contra los Indios. Caja Nº 18. Documento del 6 de noviembre de 1865. Nota del Inspector Nacional de Armas en la Provincia de San Luis Juan Barbeito al Ministro de Guerra y Marina Coronel Julián Martínez].
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MALÓN SOBRE LOS CAMPOS DE CHAJÁN Habiendo terminado con éxito la misión emprendida por los comandantes José Iseas e Yrrazabal, de acuerdo a las instrucciones impartidas por el general Emilio Mitre, contra las fuerzas montoneras en los llanos riojanos, durante el mes de noviembre de 1865, regresan a Villa Mercedes, haciéndolo el primero el día 27. “Al Coronel Don José Yseas que segun instrucciones que recibia del Señor General Don Emilio Mitre antes de marcharse, se movió sobre las montoneras con una fuerza de 400 hombres, se encuentra actualmente en el lugar las “Palomas” 60 leguas al Norte cubriendo de esa manera la Provincia de cualquier intentona que quisieran nuevamente efectuar, sabiendo al presente que se reunian en la “Cuyana” estremo de los los Llanos de la Rioja, á donde se presume los buscaria el Comte Yrrazabal” [Servicio Histórico del Ejército. Buenos Aires. Campaña contra los Indios. Caja Nº 18. Documento del 6 de noviembre de 1865. Nota del Inspector Nacional de Armas en la Provincia de San Luis Juan Barbeito al Ministro de Guerra y Marina Coronel Julián Martínez]. Desde el paraje de la Lomita, José Yseas emprende el regreso apurando la marcha, ya que había recibido la noticia de la invasión producida un mes atrás, y que los mismos aún merodeaban por la zona. Apenas arribado a Villa Mercedes, recibe el aviso de una nueva invasión sobre los campos de Chaján, por lo que, sin poder dar descanso a la tropa, parte nuevamente, no en dirección a Chaján, sino siguiendo el curso del río Quinto, hacia el abandonado Fuerte 3 de Febrero, conocido por entonces como Fuerte Viejo, llegando hasta el Paso del Lechuzo (11,5 km al N.E. de la Estación Modestino Pizarro, entre los lotes 2 y 27 del Plano Oficial de la Provincia de Córdoba), en la presunción de que los indios habrían de regresar por este lugar. “...y habiendo arribado á esta Villa el 27 al salir el sol en esa misma madrugada la invasion habia tenido lugar en los campos de “Chajan” teniendo este aviso como á las 9 de la mañana despues de haber puesto la tropa en descanso, mas en el acto volvi á encillar y emprender mi marcha con direccion al 3 de Febrero y arribé hasta el paso del Lechuzo en la misma noche,...” [Servicio Histórico del Ejército. Buenos Aires. Campaña contra los Indios. Caja Nº 18. Documento del 29 de noviembre de 1865. Nota del coronel José Iseas al Inspector Nacional de Armas en la Provincia de San Luis Juan Barbeito].
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Reproducción parcial del parte del Inspector Nacional de Armas en la Provincia de San Luis Cnel. Juan Barbeito dirigido al Ministro de Guerra y Marina de la República Cnel. Julián Martínez. [Servicio Histórico del Ejército. Buenos Aires. Campaña contra los Indios. Caja Nº 18. Documento del 30 de noviembre de 1865]. COMBATE EN EL PASO DEL LECHUZO (27 de noviembre de 1865) La presunción de Iseas había sido atinada, ya que efectivamente parte del malón buscaría regresar tierra adentro, con el arreo robado, a través del Paso del Lechuzo. Los indios son sorprendidos produciéndose un violento choque entre las fuerzas, resultando tres indios abatidos, además de un lenguaraz. “...tuve lugar de esperar á los indios que por alli vinieron con sus arreos los mismos que habiendo aparecido en numeo. como de 50 mas ó menos los mandé batir y fueron muertos tres
14 indios incluso un lenguarás, quitandoles como 200 cabezas entre yeguas y vacunos;” [Servicio Histórico del Ejército. Buenos Aires. Campaña contra los Indios. Caja Nº 18. Documento del 29 de noviembre de 1865. Nota del coronel José Iseas al Inspector Nacional de Armas en la Provincia de San Luis Juan Barbeito].
COMBATE EN EL FUERTE VIEJO (28 de noviembre de 1865) Conforme a una habitual estrategia que utilizaban los indios, los invasores con el producto del malón se fraccionaba en varias partes en su retirada, para atravesar la línea en distintos puntos y distraer y confundir a los defensores. En este sentido los probables sitios de paso sobre el río Quinto eran: Paso del Guanaco (3 de Febrero o Fuerte Viejo), Paso del Lechuzo (luego Fortín Lechuzo (1869)) y Paso de las Arganas (posteriormente Fuerte Sarmiento (1869)). Ante esta presunción, el
15 coronel Iseas intenta acudir al Paso de las Arganas (Actual Villa Sarmiento), pero se ve imposibilitado por un problema de salud que lo aquejaba, y por el mal estado de las caballadas. “..., mas si algunos otros trozos de la invasion pudieran haber pasado mas abajo por el paso de las “Arganas” ha sido de todo punto imposible perseguirlos por el mal estado de la caballada, al mismo tiempo que tuve un ataque violento de estar a punto de perecer lo que no es estraño padeciendo desde mucho tiempo esta clase de accidentes cuya circunstancia y el pesimo estado de las cabalgaduras nos privó de alcanzar un triunfo mejor” [Servicio Histórico del Ejército. Buenos Aires. Campaña contra los Indios. Caja Nº 18. Documento del 29 de noviembre de 1865. Nota del coronel José Iseas al Inspector Nacional de Armas en la Provincia de San Luis Juan Barbeito]. La hipótesis de salida de los indios en partidas aisladas y por diferentes lugares se había confirmado. Un tercer grupo de invasores, con gran parte del arreo lo hacía por el Paso del Guanaco (donde se hallaba el abandonado Fuerte 3 de Febrero, conocido entonces como Fuerte Viejo). Es de notar que con motivo de la ocupación del río Quinto durante el avance de la Frontera Sur de Córdoba, en 1869, el teniente coronel Antonio Baigorria, acompañado por el coronel Czetz reconstruyen el Fuerte 3 de Febrero, que pasa a formar parte de la nueva línea. Según el informe de José Iseas, se toma conocimiento en Villa Mercedes que en la madrugada del día 28 de noviembre de 1865 se había observado la presencia de algunos indios en proximidades del Fuerte Viejo (3 de Febrero) quienes, con importante número de hacienda se dirigían hacia el sur, con el propósito de cruzar el río Quinto. Ante este alerta, el mayor Guevara, a cargo de la Frontera de San Luis, con una pequeña fuerza a su mando, a la que se sumaron algunos vecinos de Villa Mercedes, partieron rumbo a este lugar, donde sorprenden a los incursores librándose un intenso combate, del que resultaron muertos cinco indios y dos soldados heridos, recuperando gran parte de la hacienda. “El 28 en la madrugada tuvo lugar otra invasion en el “Fuerte viejo” aunque en pequeño num o. se habia arreado 1000 y tantas yeguas y caballos: El Mor Guevara siempre al cargo de esta poblacion mandó al Teniente retirado D. Jesus Sarnito con un pequeño numo. de Tropa y algunos vecinos que patrióticamente en sus caballos se ofrecieron á esta jornada componiendose yá la partida como de 20 y tantos hombres, pero siendo los indios igual numo. se tuvo la suerte de salirles adelante, los batieron heroicamente, les mantaron cinco indios incluso un cacique hermano de Naguel Quintú que venía encabezando y un hijo del Yndio Peñaloza, quitandoles toda la presa y escapándose los demas enancados. Por nuestra parte solo tenemos que lamentar dos soldados levemente heridos. Estos acontecimientos con tan feliz resultado Sor Ynspector no dejan de ser un escarmiento para los indios que continuamente nos molestan” [Servicio Histórico del Ejército. Buenos Aires. Campaña contra los Indios. Caja Nº 18. Documento del 29 de noviembre de 1865. Nota del coronel José Iseas al Inspector Nacional de Armas en la Provincia de San Luis Juan Barbeito].
16 LA LARGA CUESTIÓN DE LÍMITES ENTRE SAN LUIS Y CÓRDOBA El paraje Chaján estaba ubicado en una zona de jurisdicción imprecisa, en el deslinde entre Córdoba y San Luis, al menos hasta 1859, momento en que se materializa el marco de discusión jurídico sobre los reales límites de ambas provincias. Por entonces los pobladores de Chaján se sentían cordobeses y reticentes a aceptar disposiciones emanadas de la autoridad puntana. “No tenemos información sobre que sucedió con la estancia de Chaján y los vecinos del paraje desde 1821 hasta 1859, fecha presente en documentos localizados en el Archivo Histórico de la Provincia de Córdoba (AHPC) que hacen referencia a un conflicto limítrofe entre las Provincias de San Luis y Córdoba; la correspondencia que entablaron sus autoridades es reveladora al respecto. La primera de estas cartas localizadas fue enviada el 15 de Julio de 1859 por el Juez de Primera Instancia de Achiras, Antonio Ortíz, al Juez de Alzada de Río Cuarto, José Mario Arias, manifestándole que el Juez de Paz de San José del Morro -jurisdicción de la Provincia de San Luis- había enviado órdenes al auxiliar de Chaján para que pusiese toda la gente de su distrito a disposición del oficial Novillo, residente en el mismo vecindario de Chaján, y que éste se había negado a cumplir tal mandato por pertenecer a la jurisdicción de Córdoba, habiéndose presentado ante él para informarle que (...) todos los besinos de chaján sean ausentado de sus casas por que no quieren perteneser a San Luis, y temen que de un momento a otro los asalte alguna partida puntana a llebarlos (AHPC. FG, T1, F212, 1859). Es decir, que para 1859 es indiscutible la existencia del vecindario de Chaján.” [“Poblamiento Euroamericano al sur del Río Cuarto” Flavio Ribero (FCH-UNRC)]. Si bien el gobierno de Córdoba reclamaba como suyas las tierras de Chaján basándose en un informe de Sobremonte que señalaba como límite entre ambas provincias en esta parte al cerro El Morro, por su parte la autoridad de San Luis aducía lo establecido en el acta de fundación de la ciudad de Córdoba, que fijaba como límite entre ambos a las Sierras de Córdoba, hasta Achiras. Si bien el 20 de mayo de 1881, es firmado un tratado de límites entre San Luis y Córdoba, el mismo es desaprobado por la Legislatura de San Luis el 18 de octubre de ese año. No obstante esta aprueba someter a arbitraje el litigio el 25 de setiembre de 1882. Finalmente los límites, son definidos por acuerdo del 28 de junio de 1896. A partir de entonces Chaján queda incorporado al dominio territorial de la Provincia de Córdoba. Es de notar que los partes militares citados de 1865, por ejemplo, dejan en claro la pertenecia del paraje Chaján a la jurisdicción militar de la Provincia de San Luis. Asimismo y con antelación al acuerdo de 1896, el Plano de Límites de la Provincia de San Luis incluye el paraje Chaján dentro de su territorio.
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Plano de Límites en litigio de la Provincia de San Luis. Ed. Peuser. Buenos Aires. CHAJÁN EN LA CONSIDERACIÓN DEL AVANCE DE LA FRONTERA SUR DE CÓRDOBA EN 1869 Una de las primeras actuaciones de Lucio V. Mansilla como jefe de la Frontera Sur y Sureste de Córdoba, fue el relevamiento, durante los primeros meses de 1869, de todas las fortificaciones de la linea de su mando como también de los parajes y sitios estratégicos a ocupar, con motivo del planificado avance de la Frontera Sur de Córdoba, y que contribuirían a dar forma al proyecto definitivo que, junto al coronel Czezt y Antonio Baigorria materializaría poco mas adelante, durante los meses de agosto y octubre. En este marco de consideración hace alusión al paraje Chaján, dándole este nombre a los actuales cerros Blanco y Negro, o uno de ellos, por su inmediatez a la estancia homónima. Cabe aclarar que no se refiere al actual cerro La Leoncita o Chaján, ya que por entonces solamente se llamaba La Leoncita, y que él bien grafica en su croquis topográfico al representar cartograficamente los cerros de: La Leoncita, La Garrapata, Cerro de la Madera y Chajan. “De Achiras pasé al cerro de Suco, que queda poco distante del camino que conduce al fortin San Fernando, y cuyo cerro visité por considerarlo un punto estratéjico é interesante, pues ofrece no solo las ventajas de una fácil defensa, sino que por su elevacion considerable domina completamente esta parte de la pampa. Desde lo alto de su cumbre tomé los rumbos de los cerros de Chajan, de la Madera y de la Garrapata, que se encuentran en direccion á la Provincia de San Luis, y que son puntos que se hallan mas ó menos en iguales condiciones que el
18 de Suco. La zona de tierra ocupada por estos cerros encierra inmensos tesoros para la ganaderia; pastos abundantes y riquisimos, espesos bosques, profundas lagunas de agua dulce que no se agotan jamás.” [Servicio Histórico del Ejército. Buenos Aires. Memorias del Ministerio de Guerra y Marina. Año 1869. Pag. 411]. “Llevada la linea al Rio 5º la comunicación se hará por el antiguo camino que seguian los españoles en sus atrevidas espediciones, cruzando campos riquísimos en escelentes pastos para toda clase de ganado, pasando por los cerros de Suco y de Chajan”... “Acompaño á V.E. el perfil ideal de la nueva línea proyectada, levantado por mi según datos recogidos de hombres baqueanos y prácticos, entre los que menciono especialmente á mi segundo Gefe, el Teniente Coronel D. Antonino Baigorria. Este perfil no adolece de las inexactitudes que el levantado por el General Paunero, el cual coloca por ejemplo, el paso del Lechuzo donde se encuentra el de las Arganas, suprimiendo éste; la Amarga mucho mas cerca de las Tunas de lo que está en realidad, sin mencionar tampoco la hermosa cadena de cerros que arranca de Sampacho, y que, pasando por Suco, Chajan y Garrapata, se estiende hasta el de la Madera” [Servicio Histórico del Ejército. Buenos Aires. Memorias del Ministerio de Guerra y Marina. Año 1869. Pag. 420].
19 FUERTE CHAJÁN O POSTA DEL QUEBRACHAL Si bien algunos testimonios dan cuenta de que el coronel José Iseas levantaba una fortificación en el paraje Chaján el 12 de octubre de 1868, no es posible corroborar si se trata en el lugar de la antigua estancia o bien, en la llamada Casa de Piedra. Sí es posible afirmar su existencia hacia 1871, como lo registra el informe dirigido al Señor Comandante General de las Fronteras de Córdoba, San Luis y Mendoza, General José M. Arredondo, haciendo alusión a la Posta Militar de “Chagán” en estos términos: “sobre la misma linea que Biscacheras con el mismo objeto teniendo a más la invernada de yeguas que la tabla 3 explica, los caballos y mulas inutilizados por el servicio de las fronteras –los campos son buenos- “[Servicio Histórico del Ejército. Buenos Aires. Campaña contra los Indios. Caja Nº 34. Documento Nº 1157. Informe dirigido al Señor Comandante General de las Fronteras de Córdoba, San Luis y Mendoza, General Don José M. Arredondo]. Hoy se conserva la fortificación construida en piedra, a 13 km al sur de la localidad de Chaján, en la suerte 24 de la serie “A”, de la estancia San Antonio, que fue propiedad del señor Antonio Cravero. CHAJÁN SOBRE EL CAMINO DE LA FRONTERA La Posta o Estancia de Chaján, ubicada a orillas del arroyo de igual nombre, se encontraba sobre el camino que unía parajes fortificados y fuertes. Desde la Posta del Río Quinto (Actual Paso de las Carretas) se separaba del camino real que venía de Cuyo, y costeando el río Quinto llegaba a Las Pulgas (Actual Villa Mercedes), y se continuaba por Vizcacheras, Chaján, Fuerte de San Fernando (Sampacho), Orcobí, Fuerte Santa Catalina, hasta llegar al Fuerte San Carlos o Terneras sobre el río Cuarto, donde empalmaba con el camino real que se continuaba hacia Buenos Aires. En el parcial descripto, este camino era una alternativa un tanto mas al sur que el camino real, no muy frecuentado a fines del siglo XVIII y principios del XIX, seguramente por su inmediatez a la interacción con el indio en la zona, lo que representaba un riesgo cierto. Testimonio y descripción del mismo, como se expresara al comienzo, nos lo dan los diarios de Justo Molina Vasconcellos y José Santiago Cerro y Zamudio.
20 Cuando la Villa de la Concepción de Río Cuarto alcanzó mayor preeminencia, otro camino la vinculaba San Fernando. La estancia o Posta de Chaján subsistía como tal hacia 1871, cumpliendo sus funciones a la vera del camino de Rio Cuarto a Villa Mercedes, y no debe confundirse con el Fuerte Chaján o Posta del Quebrachal, que había sido levantada recientemente, y coexistía a unos 23 km al SSO de la estancia. “Observaciones. En el Rio 4.º hay buenos cuarteles para infanteria y caballeria, sin embargo de estar un poco arruinado. De esta Villa salen los caminos siguientes de la frontera. Uno al “3 de Febrero” pasando por “Jagueles” el “Durazno” y “Santo Tomas”. Del “Durazno” se separa un camino carretero que vá hasta “Chemeco” y de alli á “Sarmiento” uno y otro á “Necochea”. Otro derecho á Achiras. Otro á “Villa de Mercedes” que pasa por “San Fernando” y “Chajan”...” [Servicio Histórico del Ejército. Buenos Aires. Memorias del Ministerio de Guerra y Marina. Año 1872. Pag. 44]. Asimismo el informe de Jordan Wysocki sobre la situación de las fronteras en 1873, al referirse a la frontera Sur de Córdoba nos dice: “Caminos. Muchos caminos se desprenden del Rio 4º y de la antigua frontera sobre este rio, tomando todos los rumbos al Sud con pocas direcciones, los principales son: Del Rio 4º hasta San Fernando, de acá se desprende formando dos ramales, uno pasa por Cerro de Paraguaya y de Chajan, y llega á la Villa de Mercedes, y el otro pasando por la Brava á 3 de Febrero...” [Servicio Histórico del Ejército. Buenos Aires. Memorias del Ministerio de Guerra y Marina. Año 1873. Anexo. Pag. 78]. EL CAMINO REAL EN CERCANÍAS DE CHAJÁN El camino real que unía Buenos Aires con Mendoza pasaba un poco mas al norte de Chaján; en un área próxima al mismo, y de oeste a este, vinculaba la Posta del Río Quinto (Paso de las Carretas), Fuerte de San José del Morro, Portezuelo, Achiras, Rio Cuarto, Reducción, Fuerte San Carlos, y se continuaba por el Sauce (La Carlota) hacia Buenos Aires. Otra variante anterior se continuaba desde Achiras hacia Tambo, hacia el N.O. de Río Cuarto, llegando hasta la Esquina de Ballesteros, donde proseguía por la margen del río Tercero hacia Buenos Aires, y en el otro sentido hacia Córdoba. Obviamente esta vía de comunicación resultó ser la de mayor tránsito entre la capital del virreinato y las provincias de Cuyo. Numerosos viajeros lo transitaron, dejándonos valiosos testimonios que abarcan tanto la descripción de los territorios y parajes visitados, como de las distancias entre postas. Uno de ellos, Juan de Videla en 1794, yendo desde la Punta de San Luis hacia el Tambo, describe en su diario de viaje algunos parajes intermedios. Así alojándose en Piedra Blanca nos dice: “Hai dos casas que no son malas para posada yo pare en Casa de la Viuda Madre del Arriero. Quedé tres
21 dias y recorri las inmediaciones hasta mas de dos leguas entre peñascos y es sitio muy ameno. Se halla varias curiosidades: a una Legua N. está la Paroquia de S n José en donde hai Estancia: Vino Agte Pan, y a las dos leguas está el Cerro del Moro que es una montaña algo pelada que tiene alguna comparacion con el Moncayo en España.” ... “La jornada de hoy es mas larga que la del Rio Quinto a Piedra blanca. La Ermita o Capilla en donde pasé es de la invocacion de la Virgen del Rosario: pocas veces se dice la Misa en el año sin embargo de que hai alg s vecinos: sali al dia sigte para hir al Cerro de Entiguaso, u Yntiguaso son 10 leguas cortas se pasa oi entre peñascos las cuatro primeras leguas y se hallan bastantes casas por el camino: la Posta de los Achiras: Hai abundancia de agua cinco arroyos se hallan y a los tres primeros hai casas donde se puede parar”... “Los cinco Arroyos con agua que se encuentran oy son 1º el Manantial de Gamas 2º los Achiras 3 Las Lacas 4 La Cruz 5 el Sauce”. [Diario de Viaje de Juan de Videla, Subdelegado de Real Hacienda y Comandante de Armas de San Luis, 1º de marzo de 1794, Museo Naval, Madrid, España]. En tanto John Miers en 1819, yendo por el camino de postas de Buenos Aires a Mendoza, nos señala las distancias entre las postas: Achiras a Portezuelo 5 leguas, Portezuelo al Morro 7 leguas, del Morro al Río Quinto 12 leguas. Las descripciones expuestas son a título ilustrativo, existiendo muchas mas en este sentido. EL TOPÓNIMO CHAJÁN Y SUS LOCALIZACIONES El topónimo Chaján se conoce desde 1804, cuando Justo Molina pasa por el lugar. Al menos esto es posible documentarlo, sin perjuicio de alguna datación anterior. La denominación Chaján es utilizada inicialmente para nominar a la Posta o Estancia Chaján, y que seguramente tomara su nombre del arroyo homónimo, en cuyas orillas se emplazaba. Dicha estancia se hallaba donde hoy se encuentra el Establecimiento La Carmensa. Bastante mas al sur de este lugar se emplazó en 1871 la Posta del Quebrachal, vulgarmente conocida como Fuerte Chaján, y que la hoja IGM 3366-29-4 Chaján registra como “El Fortín o Casa de Piedra”, a unos 1000 m al ENE de la Estancia El Fortín, cuyo nombre alude al mismo. También la cartografía IGM conserva como Arroyo Chaján, el que recibe como afluentes al Arroyo del Medio y el Arroyo Los Arroyitos, en cercanías de su naciente. Con el advenimiento del Ferrocarril Andino se construyó la Estación Chaján, muy próxima al cerro La Leoncita, el cual por esta razón, pasó a ser conocido también como Cerro Chaján, por lo que actualmente se lo llama de manera indistinta. La estación, construída en 1875, dio origen al pueblo homónimo, que hoy es el portavoz oficial del topónimo Chaján.
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23 BIBLIOGRAFÍA: Cartografía IGM 3366-29-4 Chaján Colección de Obras y Documentos. Pedro de Angelis. Tomo VII. Plus Ultra. Buenos Aires Diario de Viaje de Juan de Videla, Museo Naval, Madrid, España John Miers, Viaje al Plata (1819-1824), Ed. Solar/Hachette José Miguel Carrera por William Yates (1820-1821), Tomo II Poblamiento Euroamericano al sur del Río Cuarto. Flavio Ribero (FCH-UNRC) Política seguida con el aborigen (1820-1852), Tomo I, Círculo Militar Servicio Histórico del Ejército. Buenos Aires. Memorias del Ministerio de Guerra y Marina. Servicio Histórico del Ejército. Buenos Aires. Campaña contra los Indios. Documentos. Urbano J. Nuñez, Historia de San Luis
Rufino, 19 de abril de 2007
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