El 15 de noviembre de 2007 se cumplieron 230 años de la ocupación efectiva y primera población de Melincué. Por entonces, 1777, las autoridades del recién creado Virreinato del Río de la Plata, veían con preocupación las invasiones que realizaban en las fronteras del sur de Córdoba y Norte de Buenos Aires, los huiliches y pehuenches ranquilinos. El paraje Melincué caracterizado por su imponente laguna, era frecuentado asiduamente por los aborígenes, desde donde lanzaban los malones. Este fue uno de los motivos fundamentales para la ocupación del lugar, con el objetivo de defender el ingreso a la frontera, y como protección al camino real que unía Buenos Aires con Cuyo. La decisión de la autoridad virreinal sería llevar adelante su fortificación, cabiéndole a Juan González la responsabilidad de ocupar el paraje Melincué el 15 de noviembre de 1777, y dar inicio ese mismo día a las obras de construcción del fuerte y de la nueva población.