Dentro del prolongado enfrentamiento interétnico que se dio en la frontera sur durante tres siglos, se sucedieron muchos hechos de cautiverio, en especial los llevados a cabo por los aborígenes sobre las incipientes poblaciones españolas. Mediante un documento, que se halla en el Archivo Histórico de Córdoba, con fecha de 30 de octubre de 1777, el comandante del fuerte del Sauce, Ventura Echeverría, notifica al gobernador de Córdoba del Tucumán Antonio Arriaga, sobre el hallazgo en las cercanías de una mujer blanca llamada Cristina Ferreyra, la cual venía huyendo de las tolderías. Esta cautiva aportó importante información acerca de la ubicación de los toldos, nombre de caciques, número de indios, y sus intenciones de futuras incursiones. Gracias al aporte de información cartográfica e histórica, se pudo reconstruir en la geografía de hoy, la situación de las tolderías en el Mamil Mapu y las rastrilladas existentes utilizadas por la cautiva, en su largo y penoso periplo de 47 días.