EL RANQUEL, UNA LENGUA QUE LUCHA POR SOBREVIVIR El ranquel es un dialecto del mapudungun, el idioma hablado por los mapuches. Otros dialectos de esta lengua son el huilliche, el pehuenche y el picunche. En la actualidad mas de 400.000 personas hablan el mapudungun en el sur de Chile, y unas 40.000 en Argentina. Durante los siglos XVIII y XIX, junto a la expansión por las pampas de los mapuches, su lengua, el mapudungun, se difundió desde el centro sur de Chile hacia las actuales provincias argentinas de Neuquén, Río Negro, Chubut, La Pampa, sur de las de Mendoza, San Luis, Córdoba y Santa Fe, y noroeste, oeste y sudoeste de Buenos Aires, dejando su impronta en la toponimia (nombre de los lugares) de estas regiones. El mapudungun era una lengua sin escritura. Sólo durante la conquista se trató de interpretar su fonética utilizando las letras del alfabeto español. Pero para adaptar mejor los símbolos a los sonidos, la Sociedad Chilena de Lingüística elabora en 1986 el Alfabeto Unificado Mapuche formado por las siguientes 27 letras: a, ch, d, e, f, g, i, k, l, l, ll, m, n, n, ñ, ng, o, p, r, s, t, t, tr, u, ü, w, y. El pueblo ranquel que habita algunos sitios de nuestra geografía, se originó de los pehuenches ranquilinos, que anteriormente vivían sobre la falda oriental de la Cordillera de los Andes, en el norte neuquino, y que era uno de los tantos troncos étnicos que conformaban la gran Nación Mapuche. Por lo cual, originalmente los ranqueles hablaron el mapudungun, al igual que sus hermanos del otro lado de los Andes. Pero luego fueron adquiriendo algunos modismos, y nuevas palabras, para designar características y cosas que veían en el nuevo hábitat que les tocaba vivir: el caldenal pampeano. Los pocos ranqueles que lograron sobrevivir, y que no fueron tomados para penosas tareas, después de la llamada “conquista del desierto” quedaron en el sur de Córdoba, en cercanías del Fuerte Sarmiento (actual Villa Sarmiento), y otros en Villa Mercedes. Pronto fueron llevados al paraje llamado “La Blanca”, en cercanías del actual pueblo de Luan Toro (Provincia de La Pampa). Cuando se remataron las tierras, y los grandes hacendados se quedaron con las mejores, los ranqueles fueron trasladados a un lugar inhóspito del oeste, al cual paradojicamente se le dió el nombre de uno de los militares que participaron en su conquista: Colonia Emilio Mitre. Allí el gobierno les cedió un terreno caracterizado por grandes montes, donde pocos pensaban que los ranqueles fueran a sobrevivir. Pero esta colonia, a pesar de las dificultades, subsistió. Algunos ranqueles también se radicaron en Santa Isabel, Árbol Solo, Colonia La Pastoril, Victorica, Telén, Eduardo Castex, Toay y Santa Rosa, entre otros lugares. Durante muchos años la lengua ranquel fue desconocida y se promovió solo el español entre los aborígenes. Pero a partir de 1985 se promulgaron leyes en Argentina, a nivel nacional y en las provincias, tendientes a modificar la situación de los diferentes grupos indígenas del país. La reforma constitucional de 1994 reconoce los derechos de los pueblos originarios a la educación bilingüe, por lo cual los propios ranqueles manifestaron al gobierno de La Pampa, el deseo de que su lengua se enseñara en las escuelas. En 1996 se inició el primer curso dictado por Daniel Cabral en la Escuela Albergue de Santa Isabel. Las dificultades que conllevaba la utilización del alfabeto español, para representar los diversos sonidos de esta rica