Las rastrilladas fueron las primeras vías de comunicación que utilizó el hombre en su andar por las pampas desde antiquísimos tiempos. Originadas por el incesante tránsito, fundamentalmente por el arreo de ganado, vinculaban las áreas de frontera con la pampa central y la cordillera, uniendo puntos de subsistencia y referencia, básicamente aguadas, médanos y cursos de agua. El replanteo de las mismas en la cartografía I.G.N. de hoy, con el marco de apoyatura que brindan la cartografía antigua, las primeras mensuras practicadas en las tierras pampeanas y la fotografía satelital, nos permiten interpretar y asociar datos e informaciones para localizar parajes y sus conexiones a través de estos caminos. Se observa la convergencia de las grandes rastrilladas que surcaban lo que hoy es el sur de San Luis, Córdoba y Santa Fe y noroeste de Buenos Aires hacia el Mamüll Mapu, donde se hallaban los grandes cacicazgos ranquelinos como Leubucó, Poitahué, Nahuel Mapu, Marivil, etc