Valiant 76 (no. 3)

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México, DF 2009, Vol. 1, Año 4. Nº 3


2 VALIANT 76 FANZINE Nº 3 juanbeat@mac.com

morcillo@hotmail.com

http://www.myspace.com/valiant76zine Portada: Javier Molinero http://javiermolinero.blogspot.com/ Colaboran: A. Rodz. Xime de Coster Luis Pardo Renato Guillén Renato Bocchio Linares Carlos Camaleón LUNA Javier Molinero Juan Beat Don Fer Jorge Contreras Herrera El Hombre Que Yahir Alonso Ortiz Alfonso Morcillo Donovan Villegas Daniel Zen David Yañez

valoeyes69@hotmail.com artepopurri@hotmail.com rincondelgatopardo@gmail.com renato_sotomonte@hotmail.com rbocchio@hotmail.com nopalradioactivo@yahoo.com.mx lunadeplata29@hotmail.com factoriapop@hotmail.com juanbeat@mac.com autogestion_creativa@hotmail.com jorgiastico@hotmail.com el_hombre_que@hotmail.com bolsadepalabras@yahoo.com.mx morcillo@hotmail.com hijo_de_un_beat@hotmail.com karpinteyro@hotmail.com contacto.davidyanez@gmail.com

La Chica Tóxica Manuel Noctis

revista_clarimonda@hotmail.com

Serapio Terror

thefokengang@gmail.com

Tania De La Cruz Brito

lamonda58@hotmail.com


3 Domingo por la mañana Ella partió 5 meses atrás, Emotiva despedida hemos llevado, la misma que ha durado mas de 4 años, en donde ella nunca ha estado, en la que jamás comenzamos algo, desde aquel 13 de julio en que nos conocimos. Ella de una relación tormentosa, asfixiante... yo de los bares, la noche, el vicio. Pensaba que esta vez seria diferente, pero ocurrió lo mismo, me quede parado en la terminal 1 viendo como se alejaba nuevamente de mi, con una estupida esperanza de volver a verla, sentirla, de pensar tenerla conmigo. Han pasado horas, días, semanas enteras, mi cuerpo no responde, no niega que la extraña, pero también lo hace así con mi antigua vida, mas ahora, que en brazos de otras mujeres comienzo a recordarla, a sentir su aroma, pero esta vez es distinto ella no esta cerca, esta mas alejada de mi vida, de mis sueños y recuerdos, ahora es una desconocida, una extranjera, una pasajera. Mis brazos se extienden a nuevas experiencias, nuevos aromas, nuevas borracheras. Dan las 7 AM nuevamente desde hace algunos días, el sueño no llega, el alcohol no termina, las mujeres rondan, mi vicio no se olvida. Estoy al teléfono, platico con ella, le explico que esta vez no será igual, que no necesito buscarla, que me alegro que este lejos, que así disfruto mas la vida, que soy indiferente, que estoy vacío completamente, que nada me satisface, que nada me interpreta, ella solo responde que se alegra que al fin yo sea quien decida mi futuro o mi desgracia, que si mañana estoy muerto seria porque así lo he deseado en vida, que ella no solo me recordará, si no que me extrañará tal vez hasta sus últimos días, yo golpeo el teléfono, doy vuelta y destapo otra cerveza. El silencio asfixia nuevamente mi añoranza de compañía, de una vida compartida, sobre la alfombra sucia de la cocina escupo mi esperanza de poder querer a alguien; miro el reloj, son las 5 de la tarde, alguien llama a la puerta, procuro no hacer ruido para que el visitante pronto se vaya, pero insiste golpeando con mas fuerza. En mi estado destrozado y perdido, comienzo a pensar si la muerte, si acaso es ella, si hoy será mi ultimo día. Me acerco a la puerta, giro la perilla, ella la empuja con fuerza para no darme oportunidad de cerrarla, comienza a gritarme, a golpearme la cara a patadas yo trato de bloquear los golpes con los brazos, ella insiste. Al fin miro su rostro, el mas bello que he visto, me apunta a la frente con un revolver, me mira sonreír, dispara y llorando me dice, solo asi te he de amar toda la vida..... A. rodz. valoeyes69@hotmail.com


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El mate. El agua. El ruido de la cisterna después de ser tirada. El frío en las manos enteras y en la punta de los dedos de los pies. Una gota que cae. Una gota que cae. Una gota que cae. Una gota que cae. Una gota que cae. Una gota que cae hasta hacerme estremecer del eterno silencio que cunde afuera bajo la brisa de los árboles. Miento, pía un pájaro. Miento, arranca un auto. Y más allá, mucho más allá, voces Y más arriba, alguien prende una luz o la apaga. Y el chorrito del agua que sale del termo hacia el mate, y el fin de la sorbida de la bombilla, y antes de eso, un golpe seco del termo sobre la mesa. Ilustración: Javier Molinero Y la puerta del ascensor que se abre, y se cierra, y se escuchan pasos, y timbran en la otra puerta. Y a lo lejos, un perro Y más lejos, una frenada. Sí, me parece que estoy sola. Xime de Coster artepopurri@hotmail.com


5 Prórroga

Luis Pardo

http://felinainsolencia.blogspot.com

Me persiguió como de costumbre, con insultos y quejas interminables, hasta el descanso frente a mi puerta, en el tercer piso. Estaba a punto de reclamarle lo del mantenimiento y hacer que cambiara el foco de afuera. Aquel era un rincón tristísimo, sin luz, con las paredes llenas de salitre y un olor penetrante a humedad rancia, que en ese momento se mezclaba con el hedor azucarado de su perfume. Alzando la voz y los brazos como una verdadera valquiria de ópera, me exigió de inmediato los meses de atraso por aquella pocilga en la que casi nadie quería rentar. Para mi fortuna el piso entero se encontraba solo. La pude haber lanzado por las escaleras en un intento heroico de salvarla de sus problemas. Nadie lo habría lamentado, hacía años que vivía sola dedicándose por completo a su matrimonio con la botella. Y estoy seguro, por su aroma etílico aún más fuerte que el mío, que para esa pobre mujer era una noche de aquellas. Dadas las circunstancias, deseché la idea de las escaleras y sin reflexionarlo mucho me dejé llevar por esa hambre de presidiario que desde hace meses me venía fastidiando. Cuando ella gritó algo sobre la dura vida de las viudas la tomé de los brazos para arrimarme y morder su cuello como si me embutiera un excelente jamón, mientras que para mi sorpresa, ella subió sus manos con la intención de seguirme el juego. Entonces por fin comenzamos a tratar el asunto en serio. Cuando me di cuenta ya la tenía metiéndome sus dedos regordetes y amarillentos por la bragueta. Yo no me quise quedar atrás y levanté su blusa floreada para palpar sus senos caídos. Quizá la emoción del momento me hizo aventarla contra mi puerta. No lo sé. Sólo recuerdo que ella comenzó a gemir como un animalillo herido mientras alguien abajo parecía estar dirigiéndose a la salida. Por si las dudas, metí mi lengua casi hasta su garganta para mantenerla callada y ella me respondió subiendo una de sus gruesas pantorrillas para empujarme hacia ella. Completamos el número en dos minutos, tras los cuales la dejé caminar hacia las escaleras con su andar torpe y aletargado de siempre, prometiéndole que continuaríamos la negociación después. Yo desaparecí tras la puerta de mi departamento y corrí por la única botella que me quedaba, pensando que quizás para el próximo mes tendría suficiente para comprarme otra. Siempre y cuando a ninguno de los dos se le ocurra cambiar el foco de afuera. Revólver Para mí que tú buscas a las mujeres peligrosas. Es más: yo creo que te excitan -decía, paseando su índice entre los rizos del pubis y el camel -húmedoencendido en sus labios La giré y entré tan profundo como podía mientras le tomaba el vientre como se acaricia la panza de una pistola antes de ganar la ruleta o perder la apuesta. Te llamo el martes; dijo al ponerse el sostén quitar las cortinas y hacerse de luz. No pude abrir los ojos hasta que cruzó la calle y me encendí un cigarro maldiciendo a mi buena suerte.

Photo: Christian Fossati


6 La razón correcta El interior de un Oxxo está siempre bañado con un exceso de luz. Si la sensación de hiperrealidad es incómoda estando sobrio, ahora a medios chiles es casi insoportable. Me siento menos real y definido que ese paquete de Gansitos. La chica tras el mostrador lee una revista de chismes, con mucho mas tedio que verdadero interés. No parece siquiera haber notado mi presencia y eso que soy el único cliente a estas horas. Pongo un par de Tonayanes frente a ella y le pido una cajetilla de Delicados. Alza los ojos hacia mi y yo le dirijo lo que creo es una sonrisa pero por la cara que puso me parece que más bien descompuse mi rostro en una mueca extraña con desgano toma los cigarros y los pone en el lector láser. No es fea, tampoco una belleza, pero la experiencia me dice que el alcohol el mis ojos le encuentra vetas de belleza hasta a Freddy Krueger. ¿Te ofreciste a venir o tus amigos te obligaron? - Tardo un par de segundos en darme cuenta que la voz es de ella y que me está hablando a mi. - ¿Qué te hace pensar que vengo de una fiesta o siquiera que voy a una? – respondo como Sócrates - No llevo aquí tanto tiempo pero ya he aprendido que cuando alguien llega a comprar chupe después de la una de la mañana con puras monedas de dos pesos, significa que le tocó armar la vaca y traerla aquí. Ahora si sonrío bien. Chica lista No has respondido mi pregunta - dice en medio de un discreto bostezo – Antes de responder atisbo un piercing en la mitad de su lengua, de esos que brillan con luz negra. - Vine yo por ser el menos pedo y el que mayor iniciativa de seguir chupando tuvo. Es ahora ella la que sonríe, se acerca un poco a mi y pregunta ¿está buena tu fiesta? Noto un inconfundible olor a bacacho salir de su boca y con el rabillo del ojo veo una anforita a medio llenar (entre mas pedo estoy, mas optimista me vuelvo) y una completamente vacía. Ella está más peda que yo aunque lo disimula mejor. Ya no tanto –confieso- el anfitrión se encerró con una invitada y los que quedan están malacopeando. Un pequeño gesto de frustración se dibuja en su cara, pienso en la pieza de su lengua y recuerdo de pronto que solo hay dos razones por las que una chica se perfora la lengua, de modo que decido arriesgarme y digo: Pero yo vivo a menos de dos cuadras y ahora tengo alcohol y cigarros. ¿Cómo verías que mandáramos a la chingada, yo a mis amigos tu al capitalismo y me acompañas a mi depa? Ella parece pensarlo un segundo y por toda respuesta se quita el mandil y sale del mostrador con una nueva ánfora de Bacacho. Solo tengo una pregunta, le digo ¿Te hiciste ese piercing por que se ve chido? Ella sonríe, pasa su lengua por sus labios y con lentitud baja el cierre de mi bragueta para después hincarse frente a mi. Cierro los ojos y disfruto de una lengua, perforada por la razón correcta. Renato Guillén

renato_sotomonte@hotmail.com


7 Tres patadas urbanas El Asaltante El otro día andaba por la calle Ayacucho, la primera cuadra después de atravesar el puente Grau viniendo de la Ejército. Quería ver si ya tenían la versión pirata de doscincuenta de Blindness, la película basada en la novela de Saramago. Pero doble por Bolivar a paso ligero. En la madrugada, antes de dormir, baje a la cocina a preparar una sopa ramen sabor beef picante. Siempre utilizo la olla más vieja (ya sin su mango) y delgada porque se calienta más rápido. Mientras el agua se calienta, abro el sobre poniendo el paquete seco de fideos en un plato especialmente hondo. Las burbujas en la olla significan que el agua ya esta hirviendo. Rompo el paquete de fideos en cuatro para meterlos con cuidado. El agua esta hirviendo, que jodido debe ser si meto la mano ahí. Debe ser una puta mierda en verdad. En el narrador de cuentos metieron a un cocinero a la olla, cuando el cuentacuentos engañaba a todos con su sopa de piedra. Desollar vivo a alguien, feo viaje. Cuando torturan a gente les cortan los dedos las orejas, incluso puedes cortarle la nariz o los labios ¿Si en alguna agarran dedo por dedo y lo meten a la olla? Sujetas su brazo con esas tenazas para agarrar perros y le obligas a meter la mano; muy jodido dedo por dedo. La piel se ampolla en one, luego revienta se le cae la epidermis... guarda… ¡arggg! hasta que su mano quede como la carne cocida que acompaña al caldo blanco, carne ploma… mierda cuantos gritos, debe ser para loquear, fácil se desmaya de dolor, cuando despierta no le han cortado la mano ploma e imagina que sentiría dolor si hacen que un perro empiece a comérsela Los fideos flotan sobre las burbujas haciendo ondas en la olla. Es todo un sistema ahí adentro. Ilustración: Jeremy Forson Ya estoy llegando a la esquina con San Agustín. Drill negro, camisa guinda a cuadros manga larga remangada en dos. Espero un rato. Mucha gente pasa por esta intersección, como mierda en la alcantarilla. Las combis y buses no dejan de transitar. La gente sube baja y se acomoda como puede. Es una desgracia este medio de transporte, una verdadera, casi como ser los menos educados en Latinoamérica. No estoy seguro de que es lo que estoy buscando; técnicamente he venido porque tengo hambre, necesito conseguir dinero, una cartera es la mejor opción. Pero también puedes pescar una mochila. Puedes robar unos lentes o un celular TresG. Buena voz con la comunicación, no solo te acerca, te da de comer. La gente a esta hora todavía anda muy sosa, los más explotados llegaron a las seis o siete, los sosos son los que tienen más chance, los trabajos que abren a las nueve, son mucho mejor pagados. Consecuentemente mejores celulares TresG. Estoy un toque inquieto, Gaps (Gastón) y Roy (Royer) están algo rayados, andan saliendo seguido a golpear gente a lo NaranjaMecánica recontra tercer mundo. Se supone que ahora están tirándose a Jessica pero a las diez van a ir donde Renzo a desarrollar “el plan maestro” que los sacaría de la miseria. Secuestrarían a la hijita del gerente de la Caja Municipal. Fácil les digo que le hiervan un dedo, para ver si de verdad se pone plomo. Seguro y viendo eso y el loquerío que va a armar la chibola se olvidan de violarla; mejor. Bajo y subo por San Agustín, no hay gente robable. Chespi ya esta haciéndose el cojo/manco para picar un poco de la gente. No sé como esconde la huevada.


8 Ahí viene una chibola, al otro lado de la calle, parece que va a la universidad. Zapatillas, pollera, mochila, de “La Cato” porque esta buena, pelo largo, esta rica la chibola, podría preguntarle si quiere que la viole o que le hierva un dedo. Así seguro coopera. Ni cagando hiervo un dedo en la olla de la sopa. Ya me vio; mucho rato mirando su cola. Sigo de frente nomas, paralelo. Su dedo gordo del pie hervido. La Chibola Que cojuda que es mi madre, no entiende que no puedo tomar desayuno, ya estoy atrasadísima. Le explico y se enoja. Pero tómate un café aunque sea. No mamá no puedo. Pero por qué no tomas desayuno, después por eso es que te enfermas, y quien es la que tiene que gastar en medicinas, te atrasas en la universidad… Blablabla Así es mi madre ya que puedo a hacer. Puedo no ser como ella, esa es una buena idea. Algo sabio que me hace evolucionar, o ser mejor, mejorar “mejoral” Jajaja. No me ha timbrado este monstruo, seguro que está durmiendo. Si se acuesta a las cinco, pobre monstruo se va a morir. Jajaja. Tengo que imprimir el trabajo del gordo asqueroso de internacional público, lo engraparé nomas, no voy a comprarle file, ni lee, todo lo califica a su sano juicio ¡bah! son de mentira esos exámenes ¡Qué cólera! Parece que ese chusco que está bajando es un ratero. ¡Aj! qué asco nunca ha visto una mujer en su vida. Esta como idiota mirándome el poto. Eso sí, esta bueno mi poto, ha engordado Jijiji. Mejor avanzo rápido y le muestro que ya me di cuenta que es un ratero. Lo miras con asco nada más. Ahora a esperar la combi. Sí era un ratero, ya está subiendo otra vez por la misma vereda. Es horrible viajar en estos carros. Cuando estaba en el colegio también tenía que regresar en micro, pero por lo menos eran todos grandes como el Enatru. En las mañanas me recogía la señora Meche, ella también era profesora en otro colegio, pero solo de primaria. Así que como no me enseñaba a mí yo solo le decía señora Meche. De regreso tenía que subirme en la Guardia Civil, pero íbamos siempre Diana, Rosita, la hermana menor de Rosita: Ximena y Yo. Yo me bajaba después de Diana; Rosita y su hermana se quedaban viajando 20minutos más. Pero cuando estás en el colegio te sientes más protegida que ahora. Supongo que como todos nos veían uniformadas, alborotadas e inocentes Jijiji, había una conciencia colectiva de protegernos, como si fuéramos sus hijitas o hermanitas. Y nosotras, que no éramos muy tranquilas la pasábamos jugando sin cuidado alguno. Pero una vez que te crece el poto y las tetas, ya nadie te mira como su hijita. Ahora me siento lo más rápido que puedo y pongo la mochila encima de las piernas abrazándola hasta llegar al paradero. No soy una traumada tampoco. Pero más vale prevenir que lamentar. Busco en la bolsa de la pollera el ipod nano que me compre hace poco, ya está casi lleno, solo faltan 600megas, hoy voy a viajar escuchando a los Café Tacuba. Voy a mirar a todos los que suban y bajen, los que nos pasen acelerando en sus autos particulares… y ahí va un Gol dorado del 2004, que bonito auto, yo quiero uno así. Motor 1.6 para ahorrar en gasolina. Esta parte del centro es una mierda, ya estamos llegando a siete esquinas.


9 El Volkswagen Gol Rodrigo murió. Su moto exploto cuando el muy imbécil cayó al río. Ni siquiera sé cuándo es qué compro la moto. Por ningún lado se me cruzo la idea de un Rodrigo motociclista, pero eso fue lo que paso. Aceleró en la pequeña pistera blanquiazul e intento recorrer a pique todo el sendero del río, estábamos a la altura del puente San Martin “el puente de La Cato”, hasta que salió volando y se desplomo todo y moto sobre una roca. Luego de asumir por completo la perdida de Rodrigo, desperté del sueño con una erección matutina de la que no encontré explicación alguna y preferí olvidar por completo lo antes posible. Hoy no me baño ni cagando, mucho frío. Tengo chamba hasta las 4, son las 8:40am ya estoy algo tarde. Por lo menos ahora que logre cambiar de agencia, el viaje es más rápido. Tengo que llegar en 20min. Y tengo que quedarme ahí unos 8meses más para asegurar los pagos del auto nuevo: Volkswagen Gol / Comfortline 2004 / Motor 1.8 / 4 puertas / Color Dorado / Transmisión Manual. Si me caso voy a grabar toda la noche de bodas, fácil con 3 o 4 cámaras, una de esas handycam definitivamente. Pero la noche de bodas tiene que ser inmediatamente después de la ceremonia. Creo que eso es lo único que me llama de un matrimonio convencional, el vestido. Eso tiene que ser un polvazo, pero como decía, inmediatamente después de la ceremonia, porque solo así vamos a tener energías para aguantar: viagra, coca, ganjah, lsd, hongos, lubricantes, consoladores, vibradores, anillos y demás accesorios conocidos y por conocer… tiene que haber de todo para elegir, fácil una encerrona de 4 o 5 horas. El vestido no se quita hasta el final. Sólo para ducharse. Después alimentarnos bien y ya salir para cuando la fiesta este poniéndose sucia y guarra Juajajajaja. Ahora que la U. San Pablo esta en estos lares siempre puedo romperme el ojo con las chibolas. Están ricas las chibolas. Eso es lo único de lo que podemos estar orgullosos y a lo que siempre nos acogemos después de reflexionar sobre lo inútil e improductiva que ha sido nuestra generación: Herederos del ADECOA (Asociación Deportiva del Consorcio de Colegios Arequipa). Están ricas las chibolas. Todo el tramo hasta la Marina es para andar a 20 máximo 30 km/ h luego ¡juaz! acelerar por toda la Marina hasta el puente Consuelo. A la altura del Bajo Grau esta El Castillo del Diablo jajajaja, era un tambo que ocupa todo un bloque, ahora está lleno gente corrompida; quisiera entrar para corroborar eso. Imaginé algún vez una batalla entre la municipalidad apoyados por la Policía, contra todos los habitantes del tambo. El motivo sería obviamente una expropiación o un desalojo por no cumplir con los mínimos requisitos estructurales que obliga Defensa Civil. Iba a ser un remedo de Guerra Urbana, con pasajes secretos y ubicaciones estratégicas que se debían mantener a toda costa. Doblas en “U” y entras por Palacio Viejo, subiendo hasta Sucre, de frente hasta siete esquinas. Dejo todo el transporte público atrás y subo para la Merced. Guardo el auto en la playa de la que ahora soy abonado y enrumbo al banco. “Hola, hola, hola” Que bien que aun no hay mucha gente. En la sala de estar siempre hay de uno a tres periódicos en pila sobre la mesita central. Me siento un rato en el sofá de cuero marrón y hojeo El Pueblo. En letras grandes y negras de titular: Secuestran escolar hijo del gerente de Caja Sur. Esta ciudad cada vez está más hecha mierda. Renato Bocchio Linares Arequipa 2008 http://subjetivosubjetivo.blogspot.com/


10 Muñecas de trapo. Carlos Camaleón nopalradioactivo@yahoo.com.mx

Foto: Tinebra

La dejaron sola en una prisión oscura. Los celadores (masculinos) de la cárcel corrupta, dejaban alimentos y alborotaban sus ideas con insultos y blasfemias. Se burlaban de sus ideales. De su religión, de su identidad. De su sexo. La rebelde lamentaba su estado. Ella, una rebelde. Una ganadora de disparos en el cuerpo que pasaban y se encajaban como alfileres en su costado, en ambas piernas, en uno de sus brazos. Una bala le hizo perder el ojo izquierdo. La daban por muerta, pero no. Seguía rebelde. No pudo derrocar al gobierno. El Rey se mofaba de su estirpe. De su clase. De su pobreza ahora humillada. Pensó en volverla loca, aborreciendo todos y cada uno de sus valores. Primero la mandó violar todos los días por muchos soldados, para esto, ella ya era estéril. Luego la mando golpear durante meses. Después la dejaron en el hambre y la ausencia de agua. Sufrir era algo que ella se negaba, pero el gobernante no buscaba destruirla, sólo quería cambiar el objeto de sus deseos. Desmoronar sus valores y hacerla una nueva criatura. En especial porque el Rey tenía una hija. Una bastarda. Una no reconocida heredera. A pesar de mantenerla oculta, no la negaba. Le daba todo, un palacio secreto, una fortuna secreta. Una corte de sirvientas mudas que no importaba fueran sordas también. Para su hija él era Dios. El único masculino. Todo cuanto le rodeaba era femenino. Menos él, que llegaba por las noches en silencio a besarle la frente. Él que había creado el mundo para ella. Creó aquel castillo, creó la noche, creó los días, creó las criaturas animales. Y ahora le había creado una esposa. Hermosa, como las princesas de los cuentos que leía. Toda sin cabello, con heridas de guerra como las heroínas, las diosas y las damas que salvaban a otras damas de sus prisiones en castillos de reinas malvadas. Venía en una caja, cubierta con barras de metal muy grueso. El Rey había dispuesto que durante años a su hija se le privara de toques humanos. Se le privara del amor a los hombres. Ponían en su prisión sólo fotos de mujeres de todas las razas, desnudas, amándose entre ellas. Cuando llevaron a la rebelde al castillo de su hija, era una rebelde con hambre. La soltaron en la habitación oscura. Era una gata de sombras, rabiosa, salvaje. Al ver a la presa se abalanzó sobre ella y comió a mordidas su cuello, sus piernas. La mató a los pocos instantes y lamía su sangre. Así hizo durante una semana cada noche. Mataba y mataba, besaba y besaba. Su sexo se mojaba más con cada muerte. Estaba loca de sexo. Luego pasó un mes de que su boca ensangrentada devoraba las pieles de mujeres mudas e indefensas. Pasó un año. Cuando la princesa cumplió 16 años, su esposa estaba lista. Nada recordaba de su vida pasada de rebelde. Estaba cansada de destruir y buscaba el cariño y el consuelo. La rebelde-esposa miró con gusto, la suave seda que cubría la perfumada piel de su princesa. Los cabellos de oro, la sonrisa discreta y la piel rosácea. Así, tal como la había soñado alguna vez. Y el Rey, vuelto Dios, pensó que era bueno.


11 LUNA -Dostresocho-

Líma, Perú http://mariluyong.blogspot.com/

traía horas con el pecho abierto, sin un hilo con que coserlo, podía tocar fondo con la punta de sus dedos, sintiendo las arcadas al roce de sus yemas, estaba tan profundo que podia encontrar petróleo de sus entrañas... Alguien entro por la puerta, el sonido de las bisagras oxidadas, la madera contrayéndose por la noche, crujía, crujía… Ella lo observaba con una mirada de soledad acompañada, queriendo torser la lengua como una raíz al crecer saliendo de su boca… Él estaba enclaustrado clérigo convicto de su tedio, de sus fármacos eyaculados sobre sus árboles bronquiales, buscando la nada dentro de si, cual niño explorador surreal de manos precipitosas, estático bajo un solo rayo de luz iluminando su rostro... *Silencio de un silbido agudo perpetuo... Ojos que tallaban su espalda, en la cúspide de la nota melódica... Se distorsionaba a punto de desaparecer ...interferencia de pantalla... apretando contra el suelo sus cabellos largos para no irse, la pasión de la que siempre fue "utópika" sin plan, la magnetizaba contra él, y este la quería, la quería, la quería ¿Quién eres?... Tu adicción... ....¿cómo entraste? Me inoculaste... ¿Dónde estuviste todo ese tiempo?... ...Aquí 238 ...interferencia de pantalla... sshh shhh shhh! Luna hizo caer su lengua, alzo sus pies para quedar de puntas, arrastrándose a él, clavándose astillas a su paso, casi levitando... lo tocó, la brasa fría de su cuerpo lo atravesó hasta su hoyo depositándose como pluma al caer en una pecera abismal, se hundió, se hundió, se hundió... SILENCIO bocina de tinte rojo carmín adormilaban los seres... ..."Déjame coserte"... Inoculación completa.


12 Nocturnos Sus cabellos eran antenas de la noche, frió azul narcótico, humedad sobre la pista... El marco era blanco a contraluz, la pared negra del vacío el esbozo de su aire como manchas grises se aceleraban más y más, Era él. (feto latiendo) Ella, renacía de una hoja seca y crecía espasmódicamente metros metros metros metros.... el puente ondulante en el espacio, el viento-silencio de ellos dos confabulan la noche, perdidos en total abstracción de los sentidos adicción, amor... Sus ojos eran túneles de una dimensión calor rojo telequinético sudor sobre la piel... Los sollozos de su cuerpo, frágil y mortal bajo la ventana de la habitación débil ante sus senos débil débil fuerte ante sus labios él murió. (vientre rosa) Observándolo, muerto, tornasol, ella rozaba su cuerpo, atravesando sus manos hasta sus vísceras con sus dedos pasivos con la nariz inhalando se metió en él.

Autorretrato: Luna

Sus pies helados, sus piernas gruesas su boca tibia su aliento extasiante Sus manos largas, sus senos rosas sus labios húmedos sus gemidos roncos. (mudos) El viento sopla en los árboles nocturnos, la metamorfosis de sus cuerpos yacen en sombras, Así son las noches, siempre mueren igual. La perdición.


13 JAVIER MOLINERO http://javiermolinero.blogspot.com/ Mientras tanto... Decido que llevar el corazón en la manga no es práctico, lo hago regresar a la caja torácica de mi pecho y me sorprendo por la manera en que las cosas se muestran diferentes. Una manga no es lugar adecuado para un corazón. Un corazón sangra y aunque la mayoría de mi ropa es de color negro, me cansé de que mi brazo siempre estuviese húmedo. Siempre lavándome las manos para no asustar a la gente cuando quería estrechar las suyas. Luego existe el problema de mi torpeza. Tengo miedo de que se rompa, aunque soy bueno en el bricolaje y arreglo todo tipo de cosas, pero, aunque rara vez se cae, a veces mi corazón sale lanzado por el aire o salta por las ventanas. Y no voy a decir, como en la canción que está roto en dos mil pedazos, pero algún remiendo sí que tiene. Son las emociones, no quiero que éstas lo destruyan, no quiero archivos adjuntos, no quiero vaciar la papelera de reciclaje continuamente. Trato de que no lo persigan, lo atormenten, lo abracen, y sobre todo de que no se caiga, para romperse en dos. Eso que siempre he intentado ser fuerte, y tener un corazón de piedra. De hecho lo aparento muy bien. He conocido gente con corazones de todo tipo, muchos lo tenían de piedra, pero también los había de gominola, o que licuaban horchata, algunos lo tenían directamente conectado a su nariz, o su hígado, o su polla. A veces te encontrabas con otros que lo tenían vacío, otros solitario y algunos con demasiadas particiones. Los hay felices y atormentados, pero lo que más hay son corazones cansados, por el tabaco, el sobreesfuerzo y la mala alimentación. Corazón grasiento que vive de menús XXL. Corazón anfetamínico, que por la noche se hecha sobre un somnífero. Corazones locos y divertidos. Y corazones grandes. Corazones al fin, todo el mundo tiene uno. Además se quejaban en las bibliotecas, en los cines, y en las conferencias, incluso una vez en una iglesia, de que mi corazón hacía demasiado ruido. Los niños gritaban cuando me veían llegar con las mangas largas, chorreando... Y los vecinos, callaban pero miraban un poco de reojo. Sí, las cosas son mucho más tranquilas ahora que mi corazón está, una vez más, encerrado dentro de mi pecho, donde sus condiciones de seguridad del resto del mundo....


14 ROYAL OPORTO RUBI JUAN BEAT Meses recorriendo el Sena, siempre descuidado, con el discman a todo volumen; durmiendo en los jardines de Luxemburgo sin fijarme donde dejaba la cerveza, al final se calentaba tanto que de un sorbo la bebía, no podía desperdiciar, todo el dinero se esfumó en aquel hotel Blanche Fontaine frente al Mouline Rouge. Me despertaba muy temprano y algunos días podía comprar pan y jamón para todo el día, al principio me angustiaba confundirme con los días de la semana, temía perder el avión hacía Madrid y quedarme más y más solo tirado en el pasto viendo hacía la Eiffel. Y no por soledad, París me sentaba bien, después de todo ese tiempo ayudándome con un mapa pude haber sido un buen taxista, me aprendí las estaciones del metro, pasé infinidad de veces por el Boulevard Haussmann, visité los restos de Tzara y mi “paz”, era poder comprarme aunque fuese una horrible cerveza Kronenbourg y un bocata de pollo. Escribía algunos poemas, uno sobre mi visita a Tzara, otro sobre Jana, una chica hermosa que había conocido en una clase de bioquímica, también Grissel estaba presente en cada paso hacía Pigalle, hasta que uno de esos “raros días que viajé en metro”, me encontré 40 euros, me llamó la atención un envoltorio tirado cerca de la Salpêtrière; era un pedazo de periódico con una nota sobre viñedos, todo enrollado… una vez más, el vino vendría a salvar mi alma. Encontré el hotel de, en aquel tiempo mi jefe del laboratorio y otro milagro más, en un sobre me dejaba 50 euros que vía mail le había pedido prestado. Me fui directamente a una taberna griega muy cerca de las galerias Lafayette, me pedí pasta, pescado, pollo y dos botellas de vino de creta. Al lado de mi en la barra unos negros con ese francés impronunciable me miraban, yo descorché la botella y les serví en unos vasitos de plástico, alzaron sus vasos y no me miraron más, al irse, el negro más mal encarado se me acercó y deslizó sobre la mesa un cd: Diam´s -Brut de Femme. Resultó muy buen disco de hip hop, me lo fui escuchando desde el Boulevard Haussmann hasta mi cuarto en rue blanche. Al día siguiente, bien desayunado con una Juliette de a litro, un par de huevos fritos y pan, me encaminé al congreso de neurociencias, el metro me dejó en la puerta de ese enorme centro de convenciones, en el segundo piso ya estaba el Dr Velásquez, solo esperando a que yo llegara para encargarme el cartel e irse a Versalles; ja… ambos tomamos como pretexto ese congreso, yo no perdía nada. En las tres horas que estuve parado solo se acercaron tres personas a preguntar, mi inglés como siempre malísimo, pero me hice entender. Me fui al centro de computo y me brillaron los ojos cuando vi esas iMac G3, bocadillos y copas de plástico pequeñas con tinto. Era un buen tinto, durante mi estancia en París estuve comprando varios de un euro, alguno que otro preferí tirarlo al retrete, no es como el tinto español que por más barato que sea es bueno y si no, se mezcla con casera y listo, todo un placer beberlo. Una chica me miraba, ja, no noté mi constante consumo de tinto más que de bocadillos, pero no era por eso, ella no podía con la iMac, me preguntó cómo hacer un zip, busqué el stuffit, lo agregue como attachment y solo bastó darle send. El nombre de aquella chica era Rubi. Lo curioso fue que en la tiendita al lado del blanche fontaine, en vez de ir por cerveza esa noche, me acordé de Kerouac y su eterno oporto, caminé unos pasillos y me encontré con “Royal Oporto Rubi”, me sonreí… lo que restó de la semana antes de viajar a Madrid, estuve arropado por el dulce y reconfortante Royal Oporto Rubi.


15 "NET MEMORIES” Mi mujer anti-perfecta está perdida en bytes, en blogs, en links, en motores de búsqueda y en un mp3 de Beth Gibbons; mi mujer heroica lleva el cabello suelto, odia el dial up odia el móvil y prefiere caminar sola. Mi mujer anti-perfecta es un fantasma, traspasando firewalls, contaminando discos duros y enloqueciendo a la memoria ram; mi mujer heroica no me piensa, no le importa perderme en la red, ni viajar miles de kilómetros para olvidarme. Solo me queda dormir, soñar en una bella Macintosh, y “mi mujer y yo”, encriptados, encerrados en ondas y hertz dentro de un mp3 de Beth Gibbons. BRUBECK A 7/4 Brubeck choca sus dedos, suena tan refinado con una parafernalia enloquecida, tiempo por tiempo, marcando notas por toda la costa oeste con su “cool” sofisticado, y take five disparando hasta convertirse en un bossa, en un lamento, en la antítesis de la furia bop. Brubeck a 5/4 incendiando, provocando el sonido más limpio, saltando entre beats, ardiendo sobre el piano, y con ráfagas de 7/4, entre whisky con agua y ginebra, todos los del nightclub caían a sus pies.


16 STOUT Quiero beberme una cerveza stout y verte dando sorbos largos de mi vaso, quiero que compres un tinto californiano en el 7 eleven y beberlo en el subterráneo estación tras estación, quiero una endoscopía más y tu mirando en el monitor mis viseras y sangre, quiero pelear contigo por el mando del cd player y terminar con Charlie Parker soplando y soplando; quiero, tras el espejo retrovisor, verte entrar en casa sonriendo, sin corresponderme, pensando en la lejanía, en el último trago, en tus amores, en todo, menos en mi. Quisiera desaparecer, con el auto en marcha, con el sorbo de la London Porter, desaparecer en cada track de Parker desaparecer sobre 160 km, sin un gps, sin un mapa, sin tu mirada fija en la carretera; quisiera desaparecer, contigo, en el fondo de la botella de una stout desaparecer de golpe en el ahogado solo de Parker… en los bytes de una lenta conexión dial up, en el vaso con hielos lleno de un sotch .

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17 “Actos” Por: Don Fer. http://autogestivo-creativo.blogspot.com Me siento solo en el gran teatro. Las luces iluminan con sus destellos multicolores a todos los demás. Estoy arrinconado y aunque soy parte del espectáculo ya no participo en él. Lo decidí después de haber enfrentado las risas, los reproches, las burlas y los abucheos. No soporto el escenario ni a mis compañeros complacientes con sus rizas forzadas. Decidí que lo mejor será actuar para mí, complacerme mostrando mis instintos más salvajes y contradictorios. Me han cansado los aplausos forzados, las elocuencias positivas e hipócritas. El melodrama del mundo va bien para la mayoría, para aquellos que necesitan las luces sobre sus rostros y los aplausos de los demás para sentirse bien; ellos se encuentran en el círculo obligado de la vida y eso les va como un traje hecho a la medida. Yo deje de girar en él hace mucho tiempo ya. Lo intente y fracase, no estoy hecho para este mundo y sus complejas abstracciones morales y objetivas. En alguna ocasión una luz se enciende en mi corazón y parece guiarme, cual apuntador, hacia los demás artistas. Y me dejo ir aunque sea fugazmente. Ellos no se dan cuenta pero por un momento mi fútil espíritu se une a sus corrientes cuerpos. Y por un instante me siento bien, todos los sentimientos que guardo en mi alma parecen exacerbados e iluminados y los manejo de la mejor manera: he amado, odiado, sufrido, creado y guiado. La carpa se cierra y se abre constantemente pero siempre se da el mismo espectáculo: ellos queriendo quedar bien con los otros, violando constantemente lo que humana, tierna e inocentemente llaman sus ideales. Y el público aplaude por no saber hacer otra cosa. El gran dilema de la humanidad es que los actores no saben su papel principal en la vida, siempre siguen y adoptan el que va mejor con el momento, con el que pueden Ilustración: T-Hanuka hacer reír o entristecer al otro. ` Siempre quedando bien, siempre. Se ha perdido el dramatismo que implica el arte de vivir, se ha difuminado el sentido innato de desenvolverse con libertad. Ahora la vida se ha vuelto demasiado vulgar, muy estereotipada y material. Se ha dejado de lado el espíritu, la magia que conlleva seguir los instintos más salvajes, fugaces y a la vista de todos irrisorios. Pero adelante. Seguid humanidad, el maquillaje les va bien, los atuendos brillosos y de última moda les asientan a la perfección. Dejadnos solos a aquellos pocos espíritus que vagamos por la noche riéndonos lastimosamente de ustedes… de nosotros mismos. Seguid, que la inmortalidad es solo para unos cuantos. Yo me quedo en mi teatro mágico solitario, siendo mi único espectador, riendo y sufriendo para mis adentros. Si alguno queréis entrar a esta carpa recuerde solo una cosa: jamás saldría y si lo llegase a hacer lo haría loco… Yo ya lo estoy. Reportando desde la carpa…


18 No soy un semental Te gusta lloriquear con aire telenovelesco y decir te amo con campanas falsas en el espacio. Serán los estrógenos locos de tu cuerpo que también moldearon tus sensuales curvas tus prodigiosos bustos soberbios. Vas lubricando feromonas lúbricas por la vida toda erógena eres un radar para la libídine caricia. Te masturbas cada mojado amanecer desde el sueño amante, hasta el almuerzo noviazgo. Escapas del trabajo con tus zapatillas de aguja y sensual corres a verme con tu éter de sexo ligera exiges más de un orgasmo, y no te importa sino duermo o no quiero. ¡Por Dios! No soy un semental También quiero ternura, soñar con la luna Caminar por el parque mirar tus ojos Y hablar o en silencio buscar un colibrí volando entre las ramas. Cuestión de feromona Me gustas ─ entiéndelo ─ pero no es lo mismo feromona que neurona. No sé que hacemos teniendo sexo jugando a los amantes míticos quedándonos aburridamente dormidos. Confieso que eres complaciente pero compréndelo ¡No me vuelves loco! ─ No haces que me ponga como un perro oliendo a una perra en celo ─. ¿Comprendes? Es la feromona la química animal del cuerpo. La sustancia ancestral del enamoramiento El origen del magnetismo De la electricidad corporal del llamado primitivo de la cópula. Ahora que lo sabes, discúlpame respiro a una mujer en celo. Jorge Contreras Herrera jorgiastico@hotmail.com


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KES RICHARDSON

http://www.kesrichardson.com/


20 Alergia El hombre que

el_hombre_que@hotmail.com

No podía evitar pensar en lo estúpido que sonaba mientras lo tenía delante. Me lo acababan de presentar, entre dientes con un cigarro entre los dientes, entre una calada y otra decía: me ocurre cuando me imagino en el infarto de miocardio en medio de un parquepúblico-vacío, en el coche averiado en una carretera desierta, y entonces punzadas intermitentes que iluminan mi intestino. Alergia a la soledad: tos, abscesos e incluso asma cada vez que alguien se largaba de una habitación. Estuvimos bastante tiempo juntos en aquella convención del 81, en salas de reunión impersonales y en ascensores demasiado pequeños, y me dio su tarjeta y yo le di mi número, y a veces, después, llamaba a última hora de la noche; él vivía en Detroit y por aquel entonces, entonces me acababa de mudar yo a Virginia. Pasábamos noches enteras hablando por teléfono. Pasamos la Nochevieja del 86, la de la ola de frío, hablando por teléfono. De su soledad, del miedo; el miedo a la soledad es esa habitación que siempre tiene la puerta abierta cuando llegas y cerrada por fuera cuando te quieres ir. También de fútbol, de mujeres (en el 88 decía haberse cruzado en un hospital con el amor de mi vida) y de cualquier otra cosa: era un conversador nato. Comprendí con el tiempo que contaba las mismas historias a todo el mundo, pero que menos de la mitad eran mentira. Las de su madre prostituta y lo de su padre, cualquier cosa de su padre, creo que todo el que no confía en tener historias propias suficientemente buenas cuenta algo malo de su padre. Lo cierto, a pesar de todo, es que nunca le colgaba, y veía amainar su tos en madrugadas cortas. Él dormía muy poco, tenía miedo de encontrarse solo al despertar, pero no era un mal tipo, no tenía un mal trabajo e hizo carrera, llegó a presidente de los estados unidos; un día del 99 me llamó desde el despacho oval y estaba solo y yo estaba solo en un motel de Alburquerque y habían llegado los teléfonos móviles y me contó que había discutido con su mujer. Tuvo un par de esposas (una por década) que no aguantaron un tiempo su alergia a la soledad y luego le dejaron al borde de su fobia. Pienso que en el cielo tendrá suficiente compañía mientras me aflojo la corbata negra; a pesar de que en la habitación en la que velo su cadáver no hay nadie más que él y yo, me cuesta respirar y una sensación extraña en los dedos. Llámame, por favor. Llámame.

Concorde Cuando el último Concorde realizó su último viaje ni tú tenías edad legal para hacer el amor ni yo siquiera hubiera sabido hacértelo (bien); y sin embargo, aunque el trasto de la nariz afilada esté fuera de la circulación, amor, seguiré prometiéndote que follaremos en un avión supersónico que vaya a cruzar el Atlántico, en uno de esos que al atravesar el Mach 1 inunda el cielo de pájaros sordos. Es necesidad, en los vuelos comerciales corrientes tenemos que aguantar las ganas, y la explosión sónica de la barrera del sonido es la única capaz de silenciar tus orgasmos.


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cuarto creciente por: Yahir Alonso Ortiz I levantĂŠ su falda negra sus manos titilaron ansiedad sonrojada voz lluvia de estrellas opacando Venus

II pantaleta a encajes blancos es via lĂĄctea o lĂ­neas sobre espejo ahumando insomnios

III Octubre, estaba tierna fue rosa profunda al terminar la noche

www.historiasdemadrugada.blogspot.com


22 papel para el culo alfonso morcillo desde que recuerdo tengo libretas, cuadernos o vivo rodeado de papeles. mi madre guardó durante mucho tiempo los cuadernos del kinder en donde pinté horribles dibujos infantiles, eran horribles, lo juro, siempre fui malo para el dibujo, como lo soy para muchas cosas. guiado por esa manía yo guardé cuadernos de primaria, algunos, no los de matemáticas, pero al entrar a la secundaria los cuadernos fueron enviados a la basura puesto que los comics de memín pingüín, simón simonazo, videorisa, spiderman y muchos más ocuparon su lugar. de la secundaria guardé hasta hace muy poco muchos papeles, basura. incluso recuerdo algún chismógrafo que por prudencia y pena tiré, ese sí, hace muchos años. también hasta hace muy poco guardé los cuadernos del cch y la universidad, que no eran muchos pues ya en esas épocas en un cuaderno podía guardar todo lo relativo a todas las materias y dejé de anotar tanto porque ya no me dictaban como a un lorito, tomaba las notas sólo de lo que me parecía importante, como aún ahora hago, hecho que lamento pues llego a olvidar detalles imperdonables. tengo malas costumbres y una de ellas es anotar ideas y pensamientos y números telefónicos en jodidos papelitos o post its que quedan por ahí regados. debería juntarlos todos y pegarlos en un cuaderno pero también me he desecho de mucha de esa basura que ya no quiero recordar. conservo, entonces, sólo varios cuadernos, del cch y Ilustración: Blue Mamba la universidad algunos; otros de esta ya larga vida que me aqueja. pero he dejado de anotar en ellos. salvo estúpidas anotaciones laborales, que bien pueden irse al carajo, muy pocas tienen que ver con ideas, proyectos, reflexiones o diarios. he volcado casi toda mi pobre inventiva a estas madriolas cibernéticas apelando a que no olvide las claves para algún día volver a escribir, o que alguien me recuerde las direcciones de todos los blogs y demás páginas en donde he escrito basura. hace unos cinco años, luego de una tremenda y estúpida (como todas) borrachera, perdí una mochila. dentro de ella un par de libros entrañables, una camiseta de Pumas, una cámara digital con todo y cargador y funda y cables y sobre todo un cuaderno. uno en donde había, a diferencia de muchos otros, decenas de páginas con anotaciones, citas, ideas, proyectos, teléfonos y minirelatos o simples esbozos. me autoimpuse una pena de 3 meses sin alcohol, pero la libreta jamás la recuperé, por supuesto, así que luego de eso estilo ponerle mi mail a las libretas con un mensaje para quien llegase a encontrarlas. pero ahora que lo pienso, tampoco pasa nada. quisiera no tener papel, ni uno más en mi casa. les confieso que voy perdiendo la vista paulatina pero irremediablemente. pronto los papeles que me rodean no servirán más que para limpiarme el culo y los mocos. y ni para eso. así que evito todo trato con libretas. aún no puedo evitar el trato con mis libros, pero pronto comenzaré a tirarlos a una hoguera. me han causado ya suficiente daño. no sólo a la vista, me refiero. ¿alguien que pronto quiera quedarse ciego o perder la razón se apunta por unos cuantos libros? morcillo@hotmail.com


23 Donovan Villegas. Enero. 1 Jodí la máquina, de tantos chingadazos de locura mal puestos, la perilla se trabó, tuve que regresar a mi vieja laptop y resulta casi imposible escribir desde las entrañas en esto. Demasiado cuidado. La máquina me la regaló isela hace dos navidades, yo le di un par de bragas que todavía usa en sus presentaciones. Necesitábamos mejorar nuestro arte si queríamos volver a beber ron cubano todos los días. Hacían cinco años de la publicación de mi último libro de cuentos, ya sólo escribía para una revista con dos anuncios publicitarios, a ella la habían relegado del primer puesto de bailarina hasta el cuarto. Nos dimos las tangas y máquina, escribimos y bailamos. El uno de enero compramos un havana club, por lo menos durante todo enero, amor, dijo ella. 2 El dos salí a dar un paseo al centro. Compré visión de anáhuac de alfonso reyes por quince pesos. Vi una manifestación para legalizar la marihuana, me acerqué, corrieron un toque, me puse pacheco y regresé a la casa. Encontré a isela muy arreglada muy temprano. Van a venir carmen y alfonso y no tenemos nada que ofrecerles. A esos no los soporto si no estoy borracho, ¿a qué hora llegan? como en media hora. Bajé a tomar unas cervezas al bar clandestino de doña rosa. Dos horas y diez cervezas después subí a la pequeña reunión. Noté el escote de carmen, sus limitadas tetas se ofrecían tímidamente dejando entrever un brasier rosado con encajes negros. Alfonso vestía lo más elegantemente posible, me recicibió con una sonrisa bastante estudiada. Afortunadamente para todos, ellos también estaban pedos. Hablamos sobre la guerra en medio oriente y las obras publicas en el df. Repentinamente aquellos dos comenzaron a cachondearse frente a nosotros. Isela me llamó a la cocina y me propuso la pequeña orgía. Dijo que todo estaba planeado y que yo era el único que no sabía nada del asunto. Vi el culo portentoso de carmen bajar y subir ante mi verga, vi el rostro de isela, chillando de placer mientras la penetraban. Me encueré y salí a la sala. Armamos la cogedera, terminó muy rápido; la influencia de la cultura porno nos llevó a montar el siguiente cuadro: carmen e isela arrodillas bajo nosotros, estrujándose las tetas y besándose, alfonso y yo puñeteándonos apuntado a sus narices. 3 Isela aferrada al tubo, con los ojos enfurecidos, calientes, llenos de coca, sucios, bestiales. Baila smells like teen spirit de nirvana Los tres silbamos y aplaudimos fervientemente al finalizar su performance. Ganó mil pesos, los mojitos corrieron por su cuenta. También en marzo, gordo, ron cubano los primeros tres meses del año. 4 Las enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco ocasionan la muerte de tres millones de personas en el mundo cada año, dice lolita ayala, me masturbo recordando el culo de carmen. En el nombre del holocausto se han cometido muchas atrocidades. Escribí cinco cuartillas de una comedia sobre un fraude en un concurso de baile de televisión.


24 Llamé a carmen por teléfono. Estaba ocupada, podía encontrarme en la cantina los jarritos del centro en tres horas, a las seis. Me bañé, cogí una cajetilla de delicados con filtro, comprobé la peste de mi aliento, me comí un pastilla de miel y salí al bar los jarritos. Carmen daba sorbitos a su cerveza con salsa, limón y sal. Cuando dije que yo invitaba (mentí sobre una publicación), comenzó a beber realmente. Le dije que estaba guapa, muy guapa, que siempre me habían fascinado los senos pequeños, como los tuyos, tu culo, por otra parte, es trascendental. Isela pegó un grito, te esperábamos, le dije, titubeó, todas sus fuerzas sobre la puerta hicieron vibrar al edificio entero y besamos el azote, no sin antes venirme. Al despertar la tarde siguiente me dijo; si en abril te vas a coger a carmen yo en mayo me cojo a alfonso. 5 Alfonso estaba ahí. Alcancé a verlos desde la puerta. Isela sobre sus piernas, parecían divertidísimos, decidí dejarlos solos. Entré en el antro junto al table dance. Saqué mi lápiz y sobre una servilleta escribí: Silencio, escribió la bestia. Tropecé con unos matorrales que estaban estúpidamente sembrados a menos de un metro de la salida de un bar, un par de adolescentes me gritaron, carcajeándose, qué pendejo, pinche borracho. Contemplé el cielo, totalmente oscuro, encendí un cigarrillo, me quedé plácidamente dormido. 6 ¿En junio también te vas a tirar a alfonso, a dónde vas? En junio voy a tomar un café con carmen, para dejarnos de pendejadas, ¿dónde dormiste, en un hotel verdad, con una puta?, dormí bajo un eucalipto, absolutamente solo. Saqué la cabeza por la ventana, reprimí el deseo de lanzar una guacareada. Recordé la bolsa llena de agua, el viejo famélico extendiendo su sombrero esperando recibir algunas monedas, la necesidad que tienen los niños de joder, la bolsa cayendo, el viejo empapado, la mano de mi madre extendiéndole al viejo cien pesos, dos semanas de escuela sin dinero. Las dos aceptaron su parte de culpa y reconocieron lo excitante que había sido todo, incluso el engaño. Del café la habana salieron a la cantina los jarritos. Llegaron a casa pasada la media noche. 7 Las miradas subrepticias, las caricias disimuladas, las enormes sonrisas. Supuse que, como dicen los españoles, todo se iría al follón rápidamente. Siempre impulsé las inclinaciones lésbicas de isela. No estaba equivocado, se acercaba a la perfección; dos mujeres tan dulces lamiéndose como madre y cría. Dudé en participar, les pregunté, me rechazaron. Me retiré a la cama a seguir bebiendo. Carmen se marchó temprano. No mencionamos el mes de julio. Comimos quesadillas hechas con torrilla azul en el bar clandestino de doña rosa. Escribí toda la noche, haciendo pausas entre cerveza y cerveza. 8 Me excusé diciendo que tenía mucho trabajo. Sólo unos minutos, estoy aquí afuera. ¿Qué tomas?, Ron, ¿me regalas un trago? Se lo serví. ¿Qué quieres? Que aclaremos lo que pasó. Se lanzó con un triste y grandilocuente monólogo sobre la liberación sexual, supe que no se iría en unos minutos, serví otra ronda. Hasta que toda la botella estuvo en nuestras venas tuvo el coraje de hacer la proposición, todavía con rodeos. ¿Me pides permiso para acostarte con isela? No, bueno más o menos, tú puedes cogerte a carmen todas las veces que quieras. Le dije tenía que escribir, le dije no, que nuestras mujeres estaban enamoradas. Isela me encontró dormido. Me despertó, sólo una copa, por agosto, dijo.


25 9 El 69 es un número palindrómico. El 69 es el número de la casa, en la calle de bolivar. No sé si disfrutar o dar placer, no puedo concentrarme en ambas cosas. Pero ahí estamos; formando un SOMOS sexual. El nueve de enero de 2000 carmen introdujo el dedo índice en mi culo. Isela grababa el 69 y se tocaba alzándose la falda. El estruendo de una avioneta volando demasiado bajo irrumpió en escena. Una vez me dijiste que siempre que pasaba un avión había una especie de magia. Soy un alquimista. Quítate. ¿Por qué? Sentí celos. Me vine y me quité. Una vez más las dejé solas. Me negué a grabar, estaba cansado. Salí a caminar. Me encontré con jesús tirado en una acera, no hice por despertarlo, mi tocayo babeaba y roncaba, perdido ¿Cuál es la diferencia entre estar perdido y no? ¿Estoy perdido? Bebo, soy un mantenido, me culearon, no creo en visiones místicas ni vibraciones cósmicas, me desprecio. ¿Soy así de sencillo? Abrí la puerta del refrigerador, sobre la caja de cervezas había una nota: te dejo, carmen y yo nos amamos, tal vez en otra vida, cuídate, te dejo dinero en el cajón de tu escritorio, en septiembre me marcho. Me embriagué hasta quemar lo que me quedaba. 10 No contesté, siguieron insistiendo ¿Quién sería tan estúpuido para llamar a las nueve de la mañana? Desconecté el pinche aparato. Soñé con un perro, paseábamos juntos y no había necesidad de palabras, comprendíamos que con estar juntos bastaba. Llamaron a la puerta. ¡No estoy! Ábreme, por favor, soy alfonso. Tu vieja no está. ¿A dónde fue? Bebimos micheladas con doña rosa. El quería buscarlas, yo quería que me dejara en paz. Se fue al fin y escuché las sonatas para piano de Beethoven, me revivió y salí a buscar a trabajo. La tarde ardía, todavía tenía suficiente para sobrevivir unas tres semanas, regresé y miré la televisión hasta que anocheció. Pregunté por isela, perdón, brisa. No ha venido. ¿No habló ni dijo nada? No, pregúntele a esa muchacha de rojo. No había notado la gravedad del hambre sexual que tenía isela, con la tipa de rojo también se acostó. Me dijo que solían ir a beber juntas a una cantina llamada los jarritos, decidimos ir a buscarla. La tipa lloró, dijo que estaba desconsolada cuando le platiqué lo que había sucedido. 11 En noviembre caminaría por las calles del centro a la una de la mañana tomado de la mano de una tipa de labios portentosos y vestido rojo de la que ignoraba su nombre y bebería de una botella de tequila y una estúpida lágrima se atascaría en el bigote. Cojimos, me dijo que en el table se llamaba dulce, le gustaba más que irene. Eirene trae la paz, puedes quedarte, nos llevaremos bien, soy escritor, tú no eres puta pero yo no soy poeta, por poco. Desperté y se había marchado. No dejó notas ni dinero. En noviembre llamarían a la puerta buscando al señor urrutia, policía judicial, dijeron. Acompáñanos cabrón, cuéntanos ¿qué hiciste el nueve de enero? Carmen e isela estaban muertas, yo encerrado, en los separos, con hambre, sin cigarrillos, compartiendo la celda con unos borrachos que parecían muy contentos por estar allí. No me dijeron nada, me cansé de preguntar. En noviembre carmen e isela morirían.


26 12 A los borrachos los habían soltado. Estaba solo. Por fin me contaron la historia. La señora equis llamó denunciando ruidos como de golpes y gritos en el departamento contiguo al suyo. Al llegar y no recicbir respuesta procedió a tirarse la puerta, se encontraron dos cuerpos de sexo femenino muertas, estaban desangradas, todavía tibias. Se encontró una cámara de video, se revisó la cinta. En el video aparece una orgía, protagonizada por las occisas y un tercero, usted, el acto tenía lugar en su casa. Usted tomó la cámara y se retiró, olvidó apagarla, cuando culminaron el acto sexual, una de ellas dijo: vámonos, si no nos vamos ahorita nos mata, nos va a matar manita. Y apagaron la cámara. El policía bueno y el policía malo se retiraron. Descubrí que al menos no estaba perdido, según platón era tan libre como un pájaro.

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27 Congestión alcohólica en el vapor Daniel Zen Nos enfrentamos aquí a una institución bien poco indagada en las costumbres del ebrio consuetudinario, y sus motivos inciertos son tomados por herméticos. Odisea, Ilíada de la supervivencia urbana, esta congestión es tan común en los borrachos como la degradación del hígado y el páncreas. Es difícil establecer en qué punto decide un beodo suspender su maratón alcohólico para buscar alivio, para implorar porque sus poros se abran como géiseres propaladores de todos aquellos éteres radioactivos que abrasan sus entrañas. De esta urgencia al ingreso en el baño público no media demasiado tiempo. Cuando se agota la hora contratada para el cuarto, los dependientes suben y golpean la puerta de latón con creciente apremio. Luego hay que entrar como se pueda y forzarse a contemplar aquel cadáver en el piso, cuya inconfundible expresión de batracio ahogado hace ocioso el trámite de verificar la ausencia de pulso. Suelen sacarlo del baño público en camilla, un anónimo fantasma de sábana amarillenta, y es metido con atropello en una ambulancia destartalada. Yo mismo contemplé la escena en mi niñez, desde mi ventana, casi siempre al primer claror, afuera de los baños Guadalupe. Frente a ellos vivía, en un hogar adusto que parecía presagiarme un destino parecido al de aquellos borrachos ultimados de modo tan siniestro. Y yo mismo experimenté, desde mi juventud, esa lasitud de reposar exangüe, en los límites de la vasoconstricción, entre espesas nébulas de cerveza adulterada y brebajes corrosivos. Desde los tubos oxidados, vapores ardientes se han disparado con la letalidad de un lanzallamas y se han acoplado con los miasmas pútridos emanados de mis poros, para terminar aferrados a la cerámica negruzca de mi cuarto de vapor. He despertado con el rostro sobre la coladera, que engulle desganada el lago de sangre que ha chorreado de mi boca. Pero si nunca me han sacado en camilla es porque en cada ocasión me he entregado a la difícil empresa de recordar mi nombre y el lugar en donde vivo. Este ejercicio reconstructivo, que demuestra la primacía de la memoria en los pilares de la identidad, no es una meta que se alcance a la primera, máxime cuando se percibe la disparidad con que se irriga la sangre, escatimando al cerebro su vital soplo de oxígeno. El momento que demanda mayor conciencia de uno mismo, irrumpe cuando peores son nuestras condiciones neuroquímicas: cuando estamos tendidos en desnudez , sobre la loza corrompida con sarro añejo, consolidado en su calidad epidérmica merced a cientos de otros desgraciados que le han vomitado su sangre y sus entrañas, como ofrendando los pies de un oráculo dionisiaco. Cabe mencionar que si en algunos baños de mala muerte se toleran ebrios, es porque se les tienen reservados uno o dos cuartos a propósito. Todos los demás ablucionistas, los habitantes de vecindades sin ducha, los amantes desfalcados, serán destinados a esos cuartos únicamente en caso de total saturación del establecimiento, y a veces bajo advertencia. Y dicha advertencia va relacionada con la falta de higiene. Porque en estos cuartos reservados al borracho, germina una película viscosa resistente a la agresión industriosa de la química moderna. La genealogía de la cucaracha, la alquimia infrahumana de la flora fungífera, la sangre, el semen, las heces y los orines intoxicados, son resguardadas por demonios báquicos que impiden conjurar su putrefacción crepuscular. Estos cuartos, como los picaderos de heroína, y las celdas de castigo de las cárceles clandestinas, constituyen espacios liminales con el purgatorio y con otros reinos que ningún libro confesional prefigura.


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La tétrica imagen de estos cuartos, hay que decirlo, demerita en infernalidad ante los interiores de un borracho que se congestiona. ¡Qué caricia del horror cuando se percibe la falta de aliento! ¡Qué sorpresa de la anatomía cuando queda claro que los pulmones pueden aplanarse! ¡Qué radicalidad de la neumología cuando la nébula abandona su cualidad de respirable! Qué subsahariana la vastedad de este desierto en que se ha extraviado nuestra sed! Posibilidades del reciclaje industrial se instauran en el cataclismo neurológico, y la cabeza hace las veces de anticongelante y plutonio. El hogar llama al borracho desde el otro lado del universo, a mil millones de años luz, prometiéndole consuelo y amparo. Pronto esa imagen se transformará en un crematorio. Entre la negrura espesa de ese cuarto y la disolución de la conciencia, la única posibilidad de supervivencia reside en extraer fuerzas desde el vacío, concentrarse y tomar algunas medidas imperiosas.

Ilustración: Camille Rose García

La primera de ellas es pararse del piso, aferrándose a la plancha de mosaico acondicionada como asiento o cama; faena digna de un equilibrista, pues todo es resbaloso, cada superficie está cubierta de lama y el cuarto gira centrífugo, como el estómago de un elefante rosado, convulso por el ébola. Un paso en falso y la nuca irá a dar a la esquina del asiento pétreo. Se hace hincapié en la medida precautoria de ubicar el tubo de vapor. Y si bien aquel sifón torvo silba su insania desde todas partes, hay que hallar a toda costa aquella boca metálica que es el centro del sonido. Unos centímetros arriba, se encontrará una pequeña palanca. El contacto de la piel con cualquier parte del tubo que no sea esta palanca implicará una calcinación de la carne que será sensible hasta al olfato. Hay que bajar la palanca. Hay que bajarla y luego, sin un centímetro cúbico de aire en los pulmones, atravesar el cuarto y abrir la puerta. Quien logra esto se ha salvado. Podrá marearse de oxígeno una vez más, lavar su sangre del piso, vestirse y salir a un nuevo día, caminar hacia casa, beber agua helada y recostarse en su lecho. Habrá atravesado, en estado de guiñapo humano, un lance que sólo se conquista con arrojo hercúleo. Esmerará sus pasos desiguales por las calles, bajo la luz joven, como en un sueño, como en una nave rumbo a Ítaca. Un discreto trance heroico que aquel borracho ha venido repitiendo por años, semana tras semana, y que no le ha merecido el menor monumento, ni epopeya, ni al menos un coño equiparable al de Penélope esperándole en el hogar.


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GO JOHNY GO, GO, GO Si quieres versos alegres escríbelos tú mismo me decía entre dientes mientras echaba un alka-seltzer en la mañana de un martes para quitarme el sabor a perfume de la boca. Aquella época mecanografiaba versos como una ametralladora. Idioteces sobre chicas con las que me acostaba y por qué no volvían a llamarme. Creía sentirme terriblemente solo. Hoy he encontrado una foto donde sonreía [apretando los dientes, la he pegado en la pared y he esperado a que algún amigo llamara por teléfono para contarle la anécdota y quizás también rememorar las noches en que nadie podía tocarnos, aquellas noches en que estábamos en llamas, pero no ha llamado nadie. No ha llamado nadie en semanas

Ilustración: Sugaa


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ESBOZO Dos yonkis tomando el sol recostados en el escaparate de una joyería como sinécdoque perfecta de la ciudad, chicas bonitas taconeando por las escaleras del metro a las nueve de la mañana a través de los peruanos agarrados a sus sombras, cabizbajos hombres de arcilla ungiendo de suciedad a deliciosas mujeres atareadas, hombres tristes y mujeres recién duchadas, limpias Mis problemas ya nunca tienen nombre de mujer, tienen nombres de grandes compañías de suministro eléctrico o gas ciudad. Mujeres en el metro. Las más jóvenes protegen sus caras rojas en las páginas de la propaganda política; no es rubor no tiene nada que ver mirarte fugaces y asustadas es que están exhaustas, y tampoco tiene que ver con el sexo, son las nueve de la mañana, están limpias. Cuando era joven llevaba un bloc de dibujo en vez de una imitación de Moleskine y soñaba con dibujar a mi novia desnuda o con exámenes finales y felaciones o con faldas de uniforme de colegio privado y todo era comida rápida y pantallas de cine y dibujar a chicas hermosas y fugaces y coches y tristeza fácilFoto y todos los problemas del mundo y pagar el gas no importaba, no importaba, de veras. Y nunca nunca había montado en metro. David Yañez

contacto.davidyanez@gmail.com


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R. BLACK

http://www.rblack.org/


32 La Chica Tóxica

Diario de una princesa… Lunes 02:00 a.m.

PEPE TE AMO Frecuentemente me pregunto que pasaría si gritara a los 4 vientos mi amor por pepe, ash ya no puedo más!! y es q es muy difícil seguir ocultándolo. estoy cansada de guardar las “apariencias”, osea tengo 21 años y no puedo callar más, desde peques nos queremos, mi madre siempre veía con malos ojos q pepe y yo fuéramos tan apegados, hizo lo posible para separarnos, gracias a mi padre nunca logró su oscuro objetivo, pero ahora q el ha muerto no sé q va a pasar c lo nuestro! he pensado escapar con el, irnos lejos, a un lugar donde nadie nos conozca, donde nadie vea mal nuestro amor, donde podamos salir a la calle y q todos observen con admiración la pasión q se lee en nuestros ojos. mmm pero mis ilusiones caen al suelo como agua cuando me doy cuenta de que ese mundo no existe, d q nuestro amor esta condenado a permanecer en las sombras. A veces, cuando me pongo muy loca y quiero mandar todo al carajo ensayo escenas en las q pepe y yo nos atrevemos a todo; en las que cogemos en la calle sin que nada nos importe, jajaja la cara de las rucas de mis vecinas!! Pepe es taan tierno conmigo! Sé que me ama tanto o más que yo a él, ningún chavo le llega a los talones, y no me da pena decir que soy una zorra, si un chavo me gusta y se arma, me lo chingo! Pero pepe es distinto a todo lo que he conocido, es muy bueno y no piensa solo en coger como todos, jamas voltea a ver a otras viejas, es super serio y nunca me hace quedar mal, todos los que lo conocen lo adoran, menos mi madre claro. Pienso q esta amargada, q le da envidia q yo a mi edad haya encontrado a alguien que me hace feliz, ella nunca quiso a papá, solo lo utilizo para tener la vida que quería, bruja nefasta!! la verdad ni creo que sea mi madre, no nos parecemos en nadita. mmm tengo sueño y mañana tengo que llegar tempra a la uni, siempre tengo que esperar hasta que mi madre se duerma para poder invitar a pepe a mi cuarto y consumar nuestro amor, el si sabe como ser un amante, siempre empieza con un oral y me sujeta fuerte con sus patas mientras me estremezco de placer, su cola me hace rosquillitas en el cuello y a veces deja caer una meada caliente, cuando sabe que estoy cerca del orgasmo me penetra con fuerza, sabe que me gusta y que lo amo, cuando terminamos le rasco la panza y comemos galletas de chocolate.

Photo: Ira Bordo

Chido… Que porqué hago esto? Supongo que porque no hay nada más que hacer, quizás sea que me siento sola o inútil o muerta x dentro, a lo mejor solo es que estoy harta de la rutina, o tal vez porque mi novio me dejo por su mejor amigo. Yo creo que nada más porque se siente chido, porque así duermes mejor, o porque en poco tiempo comienzan los Simpson. Más bien se debe a que estoy escuchando a Portishead. En la mañana vi a un perro muerto en la carretera, le vi las tripas azules y me dio miedo, cuando llegue a casa vi pasar a un gato y no pude resistir la tentación de ver si sus tripas también eran azules, y no... eran rosas. Lo malo es que me gustan los gatos... mucho…


33 LA RESACA AFTER PARTY* Manuel Noctis Siempre lo mejor de una buena peda, pero de esas pedotas bien tripeadas, es el día siguiente. El after with after party. Cuando te despiertas después de haber dormido tan solo tres o cuatro horas, con la sensación aún entre las piernas porque te cogiste a la morra de la casa, a su prima o a una de sus amigas que andaban ya bien pasoneadas. En ese momento que la cabeza esta de puta madre y los ojos que te arden machinzote. Luego te das cuenta que tu camarada con el que llegaste ahí ya no está, que se fue tal vez pa’ no embarrarse en el rollo, por que resulta que el muy cabrón escuchó todo el coge&coge, grito&gritos, ¡Chale! Lo chido es que aún siguen dormidos los demás y aprovechas para huir de ahí, pero antes, recabrón que hasta te das el lujo de dejar bien tendida la cama, o en el otro extremo de los casos, recoger las cobijas del suelo y dejarlas bien dobladitas, o simplemente acomodar los pinches cojines del sillón. Cuando sales de la casa se sacude más el pedo porque resulta que no sabes ni donde jodidos estás, y nuevamente dices ¡Puta madre! Pero eso sí, antes de regresarte a preguntarle a alguien de los que se quedaron que como chingaos sales de ahí, te pones tus lentes negros y te sigues caminando sin sentido, esperando encontrar un lugar reconocible o que te oriente a saber donde andas, para eso uno busca siempre en cada esquina, a lo lejos, una calle donde se vea que circulen varios carros. Cuando te empiezas o orientar y vez más o menos como está el pedo pues te lanzas a tu cantón, go home hommie! Pero en otras ocasiones uno se sienta en donde no pegue el sol, y ahí te quedas un rato(te) como pendejo, pensando en todo menos en como caerle ya pa’ la casa. Se sale uno del trance cuando las tripas te tripean y no solo eso, se deviene con ello una sensación cabrona, la sed maldita, esa que te hizo soñar -lo poco que dormiste- que te bebías las mejores aguas frescas de doña Mary (¿Quién es doña Mary?, no sé) y si traes lana ya chingaste, porque vas a la tienda y en vez de comprar precisamente un agua o una bebida rehidratante, agarras una Cocacola de lata bien fría (el mejor remedio para la sed y la cruda, según don Dionisio, un gurú de la peda severa) pero si no traes varo ¡Puta madre! Otra vez. Tan solo traes como siete ocho varos y todavía hay que agarrar chombi pal chante ¡Verga (con todo y venas)! Pues ya de rato te subes a la combi o al camión -el pesebre perfecto para desollar el sueño un ratón- inesperadamente comienzas a sentir que te miran y te observan y lo peor, que hablan entre dientes de ti; pero pues como no habrían de hacerlo, si el pinche tufazo a cerveza, charanda, aguacrazy, cigarro, mota, sexo sin condón, perfume barato, desodorante rancio, sudor y demás madres andan recios a tu alrededor, a veces hasta a miados o vómito hueles cabrón ¿Qué no te da pena? Y todavía sínicamente dices: ¡Ah chinga! Me hubiera puesto Astringosol de perdis. Así transcurre el tour entre la bestiandad puritana que ya se imagina lo peor, y que muy seguramente lo que le dice la señora cuarentona a su viejo es: Mira nomás a los jóvenes de ahora, cómo desperdician su vida, hay dios mío, ampáralo. Eso en el mejor de los casos, porque en el peor dirían: Mira nomás ese pinche muchacho apestoso viejo, quesque tan jóvenes y ya perdidos en el vicio, de seguro anda drogado el condenado, dios mío (Aquí ya no te amparan). Igual tú no te freekeas tanto por eso, porque como aún andas medio pedo y sayqueado te vale madre, lo culero es que de antemano sabes que ese camión en que vas no es el que te lleva a tu casa, sino el que te deja relativamente más cerca, y todavía hay que caminar un chingo; con la cabeza a reventar, el estómago retorciéndose, bajo el sol de medio día ¡No mames! Pero pues ni pedo –dijo el tapado- y le sigues en el vía crisis. Aunque en algunas otras ocasiones suele suceder que te quedas dormido y su madre, hay que regresarse caminando. En esos momentos piensas que igual lo mejor hubiera sido haberle caído a


34 algún compa y que alivianara con unas tortas ahogadas o ya de perdis con unas de jamón con puro pan Bimbo y mayonesa –bate que bate mayonesa- o en el reputísimo caso de que recibes un mensaje en tu celphone de mierda diciéndote: ¡Qué onda chavos! ¿Por qué se fueron? ¡Acá ahorita vamos a preparar unas carnes azadas! Y tú dices otra vez, pero más recargado: ¡La reputa madre que te parió! ¡No mames! Eso pasa por pendejo. Y bueno, ya estás a unos pasos de tu cuchitril, pero antes de entrar, así como a manera de triunfo porque has llegado, sacas de la bolsa del pantalón el cigarro que te ratiaste antes de salir de aquella casa, pero el culero está roto, le haces al médico y lo recompones o a la vale madre, te lo fumas de a farito, a pelo. ) Con toda la sed que te cargas y el vacío en el estómago se siente recabrón después de la tercera fumada y mejor lo tiras, o te lo chingas aunque se sienta culero. Ya para concluir la jornada, te metes a tu chante y lo primero que haces es ir al refri a buscar comida y tomar agua o ir al baño a tirar el miedo. Y meas y comes y tomas agua y prendes la tele o pones música, y ahí estás otra vez, como buey, pensando en infinidad de cosas que cuando dejes de pensarlas se te olvidarán; que si Martita ya compraría su pastillita del día siguiente, que dónde andará el cabrón de tu compa, haces cuentas porque no sabes cómo te pudiste haber gastado los trescientos varos en una noche, y por más que le buscas no das con respuestas, entonces te paras y optas por echarte la dormidita. ¡Ah cabrón, espérense, esa no! Sino que una jetita pa’ descansar, aunque tu jefa ya te esté gritando madres, ¡Queliase! Aún así lo mejor de todo esto es que ya estás a punto de caer en el sueño profundo cuando te levanta un mensaje o una llamada para decirte que la peda ya ha comenzado otra vez y que te están esperando en el centro, entonces te das un shawer o si no chingue su, como pa’ luego es tarde, nomás te cambias la playera, te desodoranteas y ya estás peinao pa’tras, bien pilas para el segundo round.

Ilustración: Ilk *Texto incluido en el libro “Wath is the fucking problem?” (Tortillería Editorial, 2009) Morelia, Michoacán. 1985. Editor y director melodramático de la revista Clarimonda. http://www.revista-clarimonda.blogspot.com/


35 Serapio Terror

thefokengang@gmail.com

Siempre me ha incomodado la idea de perder la llave. cuando eso ocurre, me vuelvo insoportable. Es mejor, según mi madre o conocidos, no acercarse a mi durante algún tiempo so pretexto de la salubridad doméstica y mental. Una vez perdí mi llave, al momento mismo en que se celebraba una pequeña fiesta en mi apartamento. el lugar, como era costumbre en esos días, estaba lleno; había gente de muchas partes y de todos los colores, posturas y rincones: vecinos, conocidos; algún insurgente militante con el partido opositor, gente del ultraderechismo más longevo e indestructible, sibaritas tecnológicos cosmopolitas, aficionados del fútbol mexicano, del argentino y el europeo; gente de una editorial amarillenta de sociales(dedicada al lucro de imagen), gente que vendía y distribuía materiales para el ensamble de laboratorios clandestinos para el procesamiento de pseudoefedrina y artículos cosméticos(que, curiosamente, vestían sino idéntica similarmente a los de la editorial); un grupo de personas de procedencia peninsular, continental, insular y meridional; entidades extraterrenas, compañeros de aula, compañeros de parranda, de juego; coincidencias, a las cuales sólo se le puede dar reproche al destino(si es que existe) o son ejemplo típico de accidentes causales; incluso, y cómo no, estaban algunos extraños y por su puesto algunas de mis aventuras casuales también se dieron cita convocadas por el bullicio que se venia haciendo de camino acá, motivadas, no tanto por tan ejemplar y nutrido grupo de convidados sino por la resonancia cuasi armónica, que ofrecía tan conmovedor desfile, integrando una influencia inevitable en el anímico generalizado y que estructuraban sendos canales sensitivos que conectivamente lograba captar un bienestar comunitario amplio y emocional, para, inconscientemente, verse presa de la hipnosis que la fiesta y su accidente inducen a niveles tan elevados que en el último de los momentos, se descubrían así mismos siendo parte de tan colorido festín, festín que, dio su estado inaugural en el momento en que fuimos invitados a salir del arrabal en el que nos encontrábamos varios nuevos amigos y este, su humilde servidor, so pretexto del cierre de caja que se efectuaba todos los días y sin excepción a las 00:00 horas. Una vez pagada la factura, que por cierto, corrió por parte de distinguidísimo parroquiano, dirigimos nuestros pasos hacia el aparcamiento del inmueble donde en una un poco productiva charla delimitábamos aspectos del orden urbanista para poder encontrar alguna fórmula que resultara accesible, fresca, conocida, rápida y sencilla con la cual se asegurara la asistencia a mi humilde morada: que si te vas por el periférico, por el circuito, que llegas más rápido por el eje central, que si por Vallejo y/o Politécnico y Montevideo y del mismo modo en como dictábamos lo mejor de nuestros consejos experimentados en el caos de la hora pico, así de fácil ya estábamos instalados en la sala y el jardín de tan humilde y sencilla residencia con una cantidad de cerveza, drogas y por supuesto, piratería musical, que de solo mirar, deleitaba el apetito famélico de los convidados. Durante el transcurso de la velada, divagué demasiado en problemas meramente ontológicos, poniendo especial atención a los malestares-anímicos y las patologías producto de la baja estima. mucho tiempo duré en esa especie de trance, motivo, de los pequeños excesos que en ese día ocurrieron. Sin embargo, durante el tiempo que duró, miles de pensamientos y nuevas ideas cobraban forma al descubrir un nuevo aparato que me serviría para dar sentido y diagnostico a potentes elucubraciones que en festejo más que experimentado, tomaban sentido, forma, carácter y vida propia: eran ese cultivo bacterial que se multiplicaba exponencialmente a cada nota de jazz, en cada brindis, en una carcajada vomitiva, en un llanto un poco sutil, anónimo o meramente colectivo: alarmantemente cacofónico. Toda esa aleatoriedad se construía así misma y por encima de la regla. Todo este ideario de suculenta procedencia fue roto por la ebriedad de un vecino que en ese momento decidió partir; a éste, le siguió un sibarita enfurecido por no lograr romper el récord que establecí en el fabuloso Fred horas antes, premio ganado con honores y


36 otorgado de la misma mano de Chabelo en conocido programa televisivo familiar allá por los 80's. Mientras tanto, en el jardín, cruentos diálogos de carácter deportivo cobraban fuerza entre la terna de clanes americanistas, chivistas y cruzazulistas versus el apenas notable grupo de defensores argentinos y europeos, y que en esta memorable ocasión, los protagonistas locales, tenían ideas y principios de regularidad constante y común. Más allá, por los rincones de la estancia, lúgubres esencias se mezclaban con la dialéctica editorial y el argot técnico del procesamiento de fármacos entre los grupos de sociales y los laboratoristas, platica que, en lo personal, preferí evitar dando una vuelta singular y notable en dirección de la mesa de juego improvisada en mi tablero de ping pong instalado cerca de la alberca y que era la mas concurrida no tanto por el nivel de destreza ni conocimiento en el arte del burro castigado, la brisca o la canasta, sino por el nivel de apuesta que se efectuaba en ella y al darme cuenta de no poder competir contra avatares de palenque, por el hecho de solo dedicarme a usar la baraja española para apilar triangularmente sus cartas decidí ceder el asiento libre a algún otro personaje con conocimientos sólidos en ese arte y escabullirme a la sala, paseándome por el jardín y ver al notable grupo de ultraderecha machacando con técnicas conocidas en el arte judicial al único convidado al que todos veían como culpable del malestar social que beneficia al país, dando certeros golpes y magistrales muestras de control de masas al pobre insurgente, estandarte del neomarxismo-socialista-comunitario, que ahora en lugar de portar su boina guinda con orgullo y en la parte superior de la cabeza, le servia de bosal. Un poco molesto por esto último, me dirigí al líder del grupo y con un tono severo e indignado le pedí de la manera más atenta posible que si quería someterlo y hacerlo hablar, no usara la alberca como medio de persuasión ya que en ella, espectaculares y voluptuosas sirenas invitaban a quien fuere a practicar la inmersión y el nado libre, a lo que éste, acepto y en un modo muy peculiar y disciplinado me hizo un saludo, como si del mismísmo Führer se tratara. Ya más tranquilo por la promesa del ultra me dirigí al centro mismo de la fiesta a buscar a alguna de mis pocas conquistas e intentar persuadir con un poco de tacto su apático para lograr beneficiarme con la nobleza de sus encantos y virtudes y dejar de una buena vez, la estupidez de enriquecer mi intelecto en el estudio social y posponer para otra ocasión la formulación práctica de la teoría social múltiple no sin antes darme tiempo a hacer una evaluación finita y final. Pensamiento que fue roto por una voz estética y de modularidad perfecta y sonoridad etílica que mentaba mi nombre y me decía muy despacio quedo y cerca: ven, yo tengo lo que esta noche necesitas, y acto seguido: el sonido lascivo de miles de moscas, gusanos, flores, bestias, putas, amantes, alarmas, resortes y teléfonos se sincronizaron perfectamente al momento en que el estallido del orgasmo efectuaba sus interinos efectos de placer simbólico, efímero y evidentemente simulado: te gusto papi? Al despertar me encontraba flotando en una colchoneta en una alberca que en lugar de contener agua clorada se beneficiaba con un amplio porcentaje de botellas y embaces de toda índole, al revisar no había nadie con quien pelear por haber perdido mi llave.

Ilustración: Owen Freeman


37 UNA BUENA MAMADA lamonda58@hotmail.com

Tania De La Cruz Brito http://www.borregatahipoalergenica.blogspot.com/

Qué te puedo decir, al final, todos lo que realmente buscan es una buena mamada. Siempre se podrá dejar atrás el delito más herrumbroso, cualquier pasado censurado con clasificación PG-13 o la ofensa más insulsa sobre su madre amén de ofrecer una buena mamada. Cada vez quedan menos caminos por recorrer, todos los rincones anatómicos se van convirtiendo en un mapa lleno de vestigios ― ¿Y esa cicatriz? ― Ah, me la hice con un novio cuando caímos de la moto ― ¿Pero cómo, me has dicho que temes subirte conmigo a una? ― Claro, porque he caído de una anteriormente. Nunca antes, he amado a alguien como tú. Nunca antes había tenido un sexo tan genial como contigo. Nunca antes se habían venido en mi boca. Nunca antes he vivido con alguien como tú. Nunca antes. Nunca antes he comido gomitas con alguien como tú. Tal como dice tu amiga Ana, conforme te vas de picada en este precipicio llamado madurez, te quedan menos cosas que ofrendar, superficies inmaculadas ya no quedan, rincones virtuosos en tu memoria son inoperables. Desde siempre has buscado una mujer lo suficientemente zorra pero con un currículum amoroso incipiente. Que no te niegue el placer de las carnes pero que te evite las amarguras de enterarte de algún pretérito oneroso. No puedes borrar el pasado y mucho menos el tuyo, pero hay un momento específico en el que deja de importar incluso para el más aplicado de los celosos en retrospectiva. Tarde entendí que la cortesía a mis principios de feminista de clóset y a todas las mujeres, de nombre imposible de hacer diminutivos con las que desde hace 30 años tu madre insiste en que visites para escuchar lo hijueputa que son los hombres, no me hayan permitido decir a bocajarro: al final lo que te hace especial, lo que en verdad buscan, lo que hará sublimarte, realmente es una buena mamada y me jacto de ello.

Ilustración: Kes Richardson


38 Jugueros vs. cantineros alfonso morcillo así como me conocen los cantineros y meseros de ciertos bares y cantinas y restaurantes, me conocen los jugueros a los que acudo cuando la resaca o el puro gusto por lo sano hacen presa de mí. más bien bebo jugo por su sabor, por su frescura, por su naturalidad, por sus propiedades, por lo que sea, bebo jugo. un día de naranja otro de toronja otro de zanahoria otro de betabel con apio y otro más de naranja y luego repito la dosis por semanas. no hay regla en esto. mis jugueros me conocen; uno, mayor de 50 años me llama jefe y sólo exprime de naranja y toronja; otro, como de 20 años, me llama joven y de repente me queda a deber cambio pero luego me compensa con un poco más de jugo, dice: tómele, joven, para que le sirva un poco más; y siento que mis ojos a punto de la ceguera vuelven a recobrar un poco de vida y brillo con el delicioso jugo de zanahoria con una pizca de jugo limón (invento reciente que no me disgusta). un juguero más no me dice nada, pero me reconoce, él está cerca del metro y tiene tanta gente como para ponerse a charlar con un mentecato como yo que sólo los domingos lo visita sin tanta prisa, porque además es el único juguero del rumbo en ese día. otro juguero y su hija, cerca del trabajo me preguntan siempre si quiero el vaso tapado o con popote; cada vez les pido distinto, un día un litro, otro medio litro, otro día tapado, uno más sin tapa y otro día sin popote, para que vean que tampoco soy de una sola respuesta ni de un solo gusto, y además venden licuados de leche lala con miel y granola y huevo y sabe dios cuanta cosa que no se me antoja ni tantito, porque a mi edad ya no se está para beber leche como recién nacido. antes, viviendo por otros rumbos, había una juguera que nada más verme sabía el grado de mi resaca y me preparaba un jugo de naranja mezclado con jerez, la medida exacta ya la conocía puesto que la visitaba generalmente sábados y domingos. yo era aún joven o a punto de dejar de serlo y podía resistir dos o tres días de borrachera. no cruzábamos muchas palabras. en otro lugar, en la roma, un juguero cotorrón al verme a menos de diez metros ya gritaba: jugos para la cruda. mis manos temblorosas tomaban el líquido y daban unas monedas. pinche juguero, lo bueno es que no siempre llegaba resacoso con él. en fin. jugueros por las mañanas. cantineros y meseros por las noches. mis fieles amigos. para servir a usted. Ilustración: Merdanchik

morcillo@hotmail.com menosquecero.blogspot.com


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