La llamada “Guerra de Cuba” es la parte final de una contienda bélica de mayores dimensiones y crudeza con una de las mayores potencias emergentes de finales del siglo XIX, los Estados Unidos de América, por lo que dichos enfrentamientos podemos llamarlos más acertadamente “guerra hispano–estadounidense”, cuyo triste final, la derrota vergonzosa de España en 1898, nos llevó a unos de los momentos más críticos, tanto en lo social como en lo político, de un país que nunca supo defender sus territorios con la solvencia necesaria.