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La injerencia árabe en Europa
La injerencia árabe en Europa
La competencia por el poder ha llevado a la humanidad a la destrucción de civilizaciones enteras, como ya se ha mencionado, los nuevos europeos con sus reyes nórdicos, anglosajones y galos, emprendieron una feroz exploración seguida de conquistas por nuevas tierras, la primera fue la reconquista del medio oriente, en donde se encontraron con una fuerte resistencia del Califato de los Omeya, quienes habían destruido a los Visigodo de la península Ibérica, hechos ocurridos entre los siglos VIII, XI y XIII, al respecto, Towson (1973, p.7) menciona que:
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La riqueza de España, y especialmente su plata, su estaño y su cobre habían atraído durante siglos tanto a los mercaderes extranjeros como a los colonos, por ejemplo griegos y cartagineses. Había sido un territorio pacífico y próspero cuando formaba parte del Imperio Romano, pero con las invasiones bárbaras del siglo V lo habían ocupado una serie de tribus de guerreros germánicos que habían tratado de gobernar al pueblo llano que trabajaba en las ciudades y el campo. Una de estas tribus era la de los vándalos y de ella sacaron los árabes el nombre que le pusieron a España, «alAndalus».
El mismo autor señala que “Los árabes sometieron a España por varios siglos, inicialmente con un berebere llamado Tarik, en el 711 d.C., quien arribó a ese territorio con 7.000, hombres y ayudado por los judíos que se establecieron antes en esas tierras”. Las invasiones por riquezas y tierras forman parte de las ambiciones del hombre aun en la actualidad, lo que ha permitido el desmembramiento del acervo cultural de los pueblos y su identidad, es por ellos, que la humanidad camina en penumbras sin conocer el rumbo hacia donde se dirige, por el desconocimiento de su pasado.
Las luchas intestinas por conquistar y esclavizar al otro, forma parte de las actividades humanas, asumiendo que, quien tiene poder militar, mediático, económico y tecnológico, siempre intenta someter a los llamados peyorativamente indios o barbaros, encadenando sus manos y sus ideas, y destrozando su cultura, como menciona Towson, la cultura romana-española fue eliminada e incluso su
nombre fue cambiado y eso pasa por lo que se viene aseverando, dejar sin memoria a los pueblos, para que las generaciones de relevo no sepan de donde vienen y quiénes
son.
Con la invasión de los españoles en 1492, con la ayuda de los Alemanes –Welser-, ingleses –compañía de Indias Occidentales, portugueses y franceses, al continente que le implantaron el nombre de América, se generaron de manera intempestiva una serie de cambios en las nuevas tierras llamadas así por los conquistadores, no obstante, estos predios llevaban siglos de ocupación por sus nativos con adelantos tecnológicos que solo Egipto y Asia los tenían, verbigracia los Olmeca, Mayas, Incas, Anáhuac, Toltecas, por mencionar algunos, quienes construyeron grandes edificaciones que la ciencia actual se cuestiona todavía ¿cómo lo hicieron?, y en menos de un siglos los invasores diezmaron la población del continente, y destruyeron casi toda su cultura, ¿la finalidad? Dejar a los pueblos sin memoria, sin identidad, dejando solo vestigios de un pasado remoto de una civilización grandiosa que hoy es un enigma.
El terror, otro medio para someter a los pueblos
Una vez en el continente americano, los europeos usurpadores, libraron una feroz campaña de guerra en contra de los nativos en lo que hoy es Estados Unidos, le ponían precio a la cabeza de los originarios para exterminarlos debido a su gran capacidad combativa, Paredes (1996, p.228) dice que:
La toma de cabelleras tomo un nuevo ímpetu económico cundo los europeos y gobiernos coloniales empezaron a pagar recompensas por las de los indios, que eran recolectadas tanto por los blancos como sus aliados indios [esto] sirvió a los plantadores blancos como un medio para aterrorizar a los esclavos negros y desanimarlos a intentar escapar a las zonas salvajes, donde se les decía, se encontrarían en manos de los indios.
Otro forma de someter a los pueblos era crear un miedo para dominar la conciencia de los nativos, neutralizando todo tipo de actividad que fuere en contravención con los preceptos implantados, todo esto para incitar a la obediencia