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Las luchas políticas ideológicas
conciencia por parte del pueblo en cuanto a lo que es la política partidista en Venezuela, las organizaciones políticos en el país han arrastrados a las masas sociales a un despeñadero, son millones de muertes que llevan sobre sus espaldas estas maquinarias cuyo propósito es arrastrar grupos de personas para fortalecer sus políticas internas y empoderarse de los poderes públicos del Estado, no hacer reminiscencia de estos acontecimientos, es perder la memoria histórica de la sociedad de esta nación, al respecto los autores Acosta y Heinrich (2010, p.509), expresan que:
En la historia de venezuela tiene singular importancia, los partidos políticos, cuyo origen arranca desde el nacimiento institucional de la república. Considerándose el primer partido que existió en el país a la sociedad patriótica, fundada por un grupo de revolucionarios a fines de 1910, o comienzos de 1811. La actuación de algunos de sus miembros, como Francisco de Miranda, Simón Bolívar, Miguel Peña, Francisco Espejo, dio a esta sociedad un cariz abiertamente político, al punto que su actuación fue similar a la de un partido político y se convirtió en elemento de presión para lograr que el congreso nacional se decidiera a proclamar la independencia. Esta asociación, que tuvo en su composición las mismas características de los partidos modernos, llegó a contar hasta 600 miembros solamente en caracas, instalándose también filiales en Barcelona, Barinas, Valencia y Puerto Cabello. Sus miembros se destacaron en los congresos, en las funciones públicas y en la guerra, a la que fueron a defender sus principios. Tuvo sus voceros periodísticos, El Patriota de Venezuela, cuya redacción estuvo a cargo principalmente de Vicente Salías y Antonio Muñoz Tébal. Del ala radical que militaba en sus filas salió el llamado club de los sin camisas, presidido por el Sacerdote José Joaquín Liendo y Larreal.
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Dado lo antes expuesto, por los autores anteriores, los partidos políticos en el mundo, son símbolos de división, entre dos o más grupos sociales, es contrario a la unión, sin embargo, es sinónimo de democracia en las sociedades modernas, en donde los contrarios establecen pugnas ideológicas, proponiendo los mejores destinos de su país y de esta manera intentar ganar e instaurar en teoría su modelo anunciado, Sin embargo, la realidad es otra, la cual está teñida de mentiras que quedan plasmadas en el entorno social una vez asumen los cargos en las instituciones del Estado.
En Venezuela, los primeros ensayos de estas organizaciones tienen lugar en 1810, como se menciona en la cita planteada, es la era de los Godos y los Patriotas, la guerra entre un imperio y una clase social que decidió combatir en primer lugar a Napoleón Bonaparte (1769-1821) en 1810 y más tarde en 1812 al monarca español Fernando VII (1784-1833) con una fuerte influencia en el continente americano, por supuesto que esta guerra paso de la batalla de las ideas a la guerra cuerpo a cuerpo, la cual arrojó un resultado catastrófico, la propuesta de estos pioneros consistió en la conformación de la República, y fomentar la libertad, la igualdad, derivado de una fuerte idea proveniente de la revolución francesa y construida en proyecto para América por Francisco de Miranda, más adelante los mismos autores mencionan: En el tiempo de la revolución, ya en 1811, se dividió la opinión entre Godos y Patriotas. En el congreso del mismo año se distingue entre centralistas y federalistas. La guerra será entre facciones armadas: realistas y republicanos. Durante la Gran Colombia, a partir de 1821, por el descontento que se sobrevino por estar la capital en Bogotá y nombrase vicepresidente al general Francisco de Paula Santander, se formó el partido de Caracas. Después surgieron grupos personalistas: paecistas, santanderistas y bolivarianos. (p.509)
El proyecto Mirandino lo culminó Simón Bolivar, éste luego de una larga guerra, logró conformar la Gran Colombia, que también terminó en una pugna entre los propios libertadores del continente, la idea de la unión quedó disipada en las estepas, montañas, llanuras, ríos, lagos y mares y en las mentes de quienes arriesgaron sus vidas para salir del imperio español, luego de tan siniestro derrumbamiento, empieza una feroz disyunción la cual lleva incluso a partidos personalistas, como los paecistas en Venezuela, los bolivarianos en la Gran Colombia y los santanderistas de la Nueva Granada, con estas divisiones las ideas de consolidar una nación sólida y fuerte, queda en las mentes y deseos de sus patrocinadores.
Así empiezan las luchas de las ideas políticas en estas tierras y específicamente en Venezuela, uno de sus grandes promotores después de Miranda, es el Libertador, quien propone en el Congreso Anfictiónico de Panamá, la unión de naciones en
donde hubo unas propuestas muy interesantes, pero dejemos al autor Rumazo (2011, p.329), que exponga lo que sigue: …el día 22 de junio de 1826 – fecha imperecedera en la historia, con la concurrencia de los delegados de Colombia, Guatemala, Mexico y Perú únicamente. El conclave queda así incompleto y al final de diez sesiones se firma un acuerdo que nunca alcanzó su ejecución. El espíritu liberar individualista de las regiones en aquel momento opónese a la asociación; predominan las ambiciones personales de gobierno regional y el empeño fracasa entonces.
Las divisiones no se hacen esperar para entonces, es la génesis de los partidos políticos en ciernes, la cual va poco a poco dando sus primeros pasos, marchando hacia una guerra intestina que se abre brecha, dando lugar a los intereses personales caudillescas, diluyendo los grandes esfuerzos de Bolívar que se disipan en el tiempo, ya se hacen evidentes las persecuciones personales, los neo-oligarcas ponen precio a las cabezas de los héroes de la independencia, esa idea de ser libres se la tomaron muy en serio, pero de forma subrepticia, todo por el poder, una nueva manera de hacer gobierno local, dominar el comercio el cual ya no tenía la imposición del imperio español, eran ellos solos y el único escoyo era Bolívar y Sucre, a quienes mandaron a eliminar de forma permanente lográndolo con el último, al primero lo venció la muerte aparentemente por una enfermedad, hasta ahora la muerte de Bolivar –el Libertador- es un enigma, aun cuando sus restos los preservaron de forma correcta, ningún gobierno desde entonces, ha asumido con entereza la realidad sobre la muerte de este personaje histórico, solo la certificación del doctor Alejandro Próspero Révérend (1796-1881) quien realiza el acta de defunción del libertador de América, en la cual se afirma que murió de tuberculosis, quedando la hesitación para las generaciones futuras por no tener sustento dicho fenecimiento.
Continuando con la temática, es importante resaltar los acontecimientos políticos partidistas que se generaron en Venezuela, luego de la disolución de la Gran Colombia, hecho que fragmentó el ideal de Bolívar y Miranda, el país se independiza de la nueva granada, y sale de una república democrática para imbuirse en una república autocrática impuesta por el General José Antonio Páez (1790-1873), éste
asesorado por Miguel Francisco Peña Pérez (1781-1833) quienes desmembraron el sueño de miles que dieron su vida por un gran territorio y el ideal de la libertad, el cual no se respetó, fue pisoteado por los emperadores criollos que lamentablemente deben ser mencionados por la historiografía para que sean recordados como los separatistas de Colombia.
La sociedad venezolana debe recordar a estos personajes no como patriotas, sino como cobardes y traidores que supieron estar en un momento dado de la historia y lograr que sus sueños, mas no los del pueblo, sin embargo, la historiografía los recuerda como héroes de la patria, lo cual pone en evidencia la poca memoria histórica que tiene el venezolano, los méritos militares y políticos de nuestros libertadores no se pueden ocultar, en este sentido hoy se debe decir la verdad sobre quienes iniciaron la política partidista en el país.
En Venezuela, no hubo una independencia total, solo fue parcial, y quienes lo hicieron exceptuando a Bolívar, a Miranda y a Sucre, se adueñaron del país, en teoría luego de la guerra de independencia, es decir, con el imperio español lejos y derrotado, no había motivos para la pugna militar, no obstante, no fue así, las reyertas entre los políticos generaron la guerra caudillescas más grande de esta región, como la Cosiata o la Revolución de los morrocoyes auspiciada por Páez y fue un movimiento político orientado a erosionar la Gran Colombia, que empieza en el país como pugna política, en este sentido Ybarra (2014) afirma que: La figura de José Antoni Páez. El actual hegemónico de este procurara ciertos procesos eleccionarios apegados a la constitución y leyes electorales; a la vez, dicha imposición de autoridad significa una creencia suficiente en la institucionalidad y el sistema electoral como legitimador del orden político regular. Pese al reconocimiento otorgados al sufragio, considerándolos como la vía más factible para ocupar los cargos públicos derivados de la voluntad popular, hubo algunos sectores o bandos que, incluso, participaban en los eventos electorales para acceder al poder político y a resultar desfavorecidos optaban por la vía de facto, sin embargo, la racionalidad del momento era impuesta por quienes comulgaban por dichos principios liberales (p.63)
El proceso electoral venezolano, tiene sus registros históricos en venezuela, así lo afirma el doctor Ybarra, en lo antes planteados, se estructuró un sistema de votación cuyo propósito era legalizar el poder en quienes asumían las direcciones del país, hay que considerar que en Venezuela para la época el sistema para sufragar era primitivo, muy frágil, y sujeto a ser cuestionados por caudillos, terratenientes que no quedaban elegidos en la contienda electoral, de allí nacen la pugnas electorales en el país, eso para los venezolanos actuales es un proceso invisibilizado.
Como diría el gran poeta venezolano Núñez (1948), en un discurso ante la Academia Nacional de la Historia en Caracas en donde expresó:
Un pueblo sin anales, sin memoria del pasado sufre ya una especie de muerte. O viene a ser como aquella tribu que sólo andaba por el agua para no dejar sus huellas. A pesar del número de sus cultivadores puede decirse que ignoramos la propia historia. No de otro modo se explica la carencia de sentido histórico en nuestra política territorial. Porciones de territorio, la más preciada herencia, han pasado con magnífica imprevisión a manos extrañas. Las relaciones entre hombre y naturaleza han sido más desastrosas para ésta última. Por carecer de una política fundada en la historia nuestro país no es hoy lo que debía ser. Una nación es lo que son sus hechos, afirma Hegel en su Introducción a la filosofía de la Historia. Es lo permanente en la vida de los pueblos. Y ese territorio nos dice cuáles han de ser nuestros hechos. La inmensa variedad de los que pasan por el paisaje histórico en tan distintas épocas y las latitudes, de tan diversos tipos y caracteres, nos ofrece la experiencia acumulada de la humanidad. Tal experiencia nos revela la identidad del alma humana. […] Cuando estudiamos historia comenzamos a comprender lo que propiamente significa la causa de Venezuela. Esas palabras que a menudo se escriben o leen con indiferencia, como si carecieran de sentido, lo tienen, sin embargo, y hoy como ayer es la causa única y verdadera de la historia nuestra. (p.12)
La pérdida de la memoria histórica de las sociedades, facilita la dominación por parte de grupos de poder que ayer y hoy sometieron y siguen con fuertes intenciones de mantener su hegemonía, tan solo por mantener el control y el poder para seguir medrando sus alcas y establecer grupos de esclavitud, a través de sus acólitos carroñeros, es por ello, que esa masa social que fungen como esclavos deben