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Una sociedad de cómplices criminales

Gobierno del Pacto de Punto Fijo o Pacto de Nueva York, y más atrás, si un político robaba el situado constitucional, solo se le juzgaba por malversación de fondos públicos y quizás lo condenaran a su residencia o en el mejor de los casos, lo enviaban a Miami a pasar una largas vacaciones, del otro lado de la calle, es decir, el pueblo si robaba una cartera, iba por su puesto, a una cárcel del país a prepararse como delincuente profesional o quizás y en el peor de los casos consiguiera la muerte, es decir, doble pena por un solo delito.

Nadie recuerda ahora que CAP fue acusado por malversación y peculado, figuras excluyentes que implican la utilización indebida de fondos del Estado para beneficio particular o público y se menciona la cifra de 250 millones de bolívares de la partida secreta, una gran suma destinada a la seguridad de la nación en otrora y para ilustrar lo antes expuesto es importante tomar en consideración a Arteaga (2011) quien expresa que:

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Nadie recuerda ahora que CAP fue acusado por malversación y peculado, figuras excluyentes que implican la utilización indebida de fondos del Estado para beneficio particular o público y se menciona la cifra de 250 millones de bolívares de la partida secreta que hoy día apenas alcanza para comprar un automóvil. Nadie parece recordar que el cargo fundamental que, en definitiva, se formuló, no fue otro que haber financiado una misión policial que viajó a Nicaragua para contribuir con la seguridad personal de la presidenta electa Violeta Chamorro, contando con la anuencia de todas las fuerzas políticas de ese país. La sentencia absolvió a CAP por el delito de peculado, a tal punto inexistente que, en su desesperación, el Fiscal General hizo referencia a un sedicente "peculado espiritual". Y la condenatoria fue tan absurda que la malversación se habría configurado por una ayuda a Nicaragua que respondía a la seguridad y resguardo del sistema democrático en el continente.

Carlos Andrés Pérez quien fuera presidente de Venezuela en el periodo de 1989-1994, fue imputado por lo antes expuesto en la cita mencionada, su verdugo para la época, el Fiscal General Ramón Escobar Salón, encontró argumentos incriminatorios suficientes para juzgar al primer mandatario a la sazón, convirtiéndose en el número uno de los mandatarios venezolanos juzgados por

corrupción, un hecho inédito en este país que no tiene precedente, pero que se ha perdido su memoria histórica, se hace caso omiso a este hecho transcendental, de carácter público y notorio a nivel nacional e internacional.

En este país, solo cumplen penas corporales los pobres, eso está intrínseco en la memoria colectiva del pueblo, pero pareciera que no lo pone de manifiesto, en esta nación no se sanciona a los políticos, solo se desincorporan para surgir más adelante repotenciados como supuestos líderes con una manifiesta disque sabiduría, que en realidad solo son culpables de aberraciones e incluso de incitar a la criminalidad y luego absueltos por las mismas leyes, pero se observa a masas sociales de esta nación aclamándolos y en ocasión salen en su defensa, ¿hasta cuándo será la sociedad venezolana cómplice de tantos crímenes? Los organismos del Estado parecieran estar diseñados para someter al pueblo, ninguna policía averigua a los políticos, son inmune según las leyes y entre ellos se pueden juzgar, en todo esto, esta manifiesta la complicidad, es por eso que el tribunal de la historia no puede ser comprado, cada vez que tiene que enjuiciar lo hace estrictamente, sin vacilar y apegada a la verdad, en este sentido el Libertador fue muy claro al momento de tomar decisiones para consolidar la libertad y establecer la República, cuando en 1817 a través de un tribunal militar permite que se fusile a Manuel Carlos Piar, que por supuesto, según algunos historiadores estaban emparentados, pero quizás para Bolívar era necesario pasar por las armas a su propia sangre, para construir sus ideales y darle libertad a un continente.

Hoy se observa como la impunidad hace presencia en todos los niveles, no es solo los políticos, también en las bases sociales se ve como la criminalidad es reinante en todos sus aspectos, el autor no pretende criminalizar a las comunidades, pero hay que aclarar en este contexto que en muchos sectores y urbanizaciones de esta nación, hay expendedores de drogas, bandas organizadas, delincuentes comunes y la población aprende a vivir rodeado de esas organizaciones en medio del miedo, la impunidad y la complicidad.

La modalidad de mantenerse en silencio, es una manera de decir que acepto lo que haces y con esta postura el crimen no toca su puerta, esto demuestra la incapacidad de los organismos de seguridad que no han podido lograr cumplir con las leyes y brindar protección a la comunidad de forma efectiva y eficiente, aunado a la corrupción manifiesta que ha arropado a estas organizaciones filtradas por miembros que utilizan a la organización como medio para comercial con el delito, en consecuencia se observa como la sociedad junto a sus organizaciones se trasforman en cómplices del crimen.

Ese Estado garante de la libertad que promueve Hegel, murió en este siglo, el Eticismo que vocifera este filósofo alemán, ha muerto en Venezuela, existe un Estado permeado por la ideología política, carente de voluntad y supeditado a intereses particulares que solo obedecen a criterios cargados de ignominia y juegos caprichosos de intestinas emociones que solo apuntan a crear divisiones y guerras que las pelean los pueblos, quien como cabo de leña es atizado al fuego y usado como carne de cañón para satisfacer los sueños e interese de los políticos, que al final de la jornada, termina amasando grandes sumas de dinero mal habido y el pueblo es hundido en una profunda crisis económica y social; cualquier parecido con la realidad, es mera coincidencia.

Otro de los elementos que se pone de manifiesto en esta sociedad, es el palanquismo, el cual consiste en alterar el orden natural establecido de las actividades humanas, y en ocasión se promueve como un derecho consuetudinario, que las propias comunidades mantienen por costumbres tradicionales, este tipo de acciones a veces solo aparentar una supuesta supremacía en la masa de su entorno y demuestra en apariencia que se tiene el control, no obstante, todo se sumerge en un plano ilusorio, por otro lado, quizás el instinto muy interno de querer ayudar a otros y evitar que pasen penurias en ciertos lugares donde las personas caducan con el tiempo por lograr algo que necesitan, solo queda la utopía de vencer la pobreza, y el supuesto soberano cuando conviene, sigue afrontando la miseria promovidas por políticas trasnochadas de gobiernos preñados de mentiras y políticas publicas absurdas que no

embonan con la realidad popular, es allí donde aflora este tipo de forma de evadir algunas formalidades del plano, convirtiéndose en crimines de lesa humanidad, sin castigo.

De todo lo expuesto con anterioridad, se puede intuir que con estas formas de evadir las formalidades de la sociedad y sus leyes, se hace apología del delito y esta costumbre se considera una transculturización que arranca desde la llegada de los españoles a estas tierras, en donde la imaginación en cuanto a buscar fórmulas asertivas para lograr hacer daños considerables al contrario, se asumieron por su puesto de los forasteros, Cristóbal Colon fue uno de los promotores de este tipo de habilidades negativas y así lo hace saber en una de sus cartas donde dice lo siguiente (Carta del primer viaje año 1493, del Almirante Cristóbal Colon, anunciando el descubrimiento al rey de España)

Señor, porque sé que habréis placer de la gran victoria que Nuestro Señor me ha dado en mi viaje, vos escribo ésta, por la cual sabréis como en 33 días pasé de las islas de Canaria a las Indias con la armada que los ilustrísimos rey y reina nuestros señores me dieron, donde yo hallé muy muchas islas pobladas con gente sin número; y de ellas todas he tomado posesión por Sus Altezas con pregón y bandera real extendida, y no me fue contradicho.

Luego de observar la cita antes mencionada, se ha de señalar, la fuerte influencia manifiesta por el Almirante en sus escritos, demuestra una carga de egoísmo cuando afirma “yo hallé muy muchas islas pabladas con gente sin número” y más adelante “y de ellas todas he tomado posesión” se refiere a las islas en donde arribó inicialmente hoy las islas del caribe, Colon es un claro ejemplo de realizar crimen con alevosía y ventaja, entonces, nuestra cultura criminal no es propia, es transcendental, viene de los primeros españoles que pisaron estos territorios, aun cuando este continente tenía sus propios dueños, eso no fue relevante para estos hombres egoístas sedientos de tesoros y recursos “una sociedad implantada” parafraseando al historiador German Carrera Damas.

Hoy en venezuela, se sigue repitiendo este tipo de conducta, una sociedad sin memoria y cómplices de crímenes, en donde las estructuras mentales se moldean para sacar ventaja de cualquier eventualidad y tratar de dejar al contrario en una situación precaria, socavando su derecho, eso es lo que llamaría Napoleón Hill la “herencia social”, la cual se enquistó en la mente de los venezolanos y hoy es una herramienta utilizada muy audazmente para someter a comunidades enteras y así lo han hecho los primeros colonos españoles, más tarde los independentistas convertidos en políticos que hoy aun con nuevas generaciones repiten el legado de la herencia social, dada por Colon y sus sequitos.

Nuestro contexto está impregnado de violencia y vicios, las normas de convivencia en el país no son muy respetadas, es decir, el estado de derecho que se yergue en esta nación es muy avanzado, pero la sociedad no está apta para ponerla en práctica, dentro del radio de aplicabilidad de la propia Carta Magna, existen una serie de artículos que garantizan la vida, la educación, la seguridad, la salud, en fin los derechos humanos, la cual ha sido utilizados por facinerosos herederos de los españoles haciendo ver que está se ciernes en un modelo anárquico, contraviniendo la norma de forma deliberada y alevosa, con fórmulas políticas perniciosas y aviesas.

La sociedad es un organismo vivo e histórico, que se adapta de forma sistemática a los cambios de clima y hábitat, para ello es necesario crear una serie de artilugios historicistas, cuyo propósito es mantener y someterlo a un orden aparente, y de esta manera se evitan levantamientos sociales, que pudieran ir en detrimento de la ordenanza creada, las escuelas de formación histórica representa la ética y la moral de los pueblos cuyo fin es gestar la conciencia de los pueblos y así, evitar sus crímenes.

Las luchas políticas ideológicas

Otro de los elementos, que reflejan que los venezolanos tengan memoria histórica colectiva, guarda relación con el tema políticos partidista del país, factores que desde la independencia surgieron, han creado movimientos políticos que están teñidos de colores, ideologías, y propuestas, sin embargo, se nota la falta de toma de

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