NOIR Magazine #08 by Noir Magazine

Aﾃ前 DOS #08

ene | abr 2016

CINE

CONTENIDOS CINE 08 Knock, knock, knocking on hell’s door 10 El extraterrestre 14 Youth: el precipicio del tiempo

MÚSICA 18 David Bowie, Blackstar: un epitafio sonoro para la eternidad 22 Rapeando con la cuenta de Twitter abierta

LITERATURA 26 Reconocerse en una sombra 28 Si se mueve, está vivo: literatura en internet

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CÓMIC

ARTE

34 El tipo de persona con el que quiero salir no existe 36 Nijigahara Holograph: un cuento de hadas macabro

64 El arte que se traga al cine 68 La Venus de Bouguereau lleva implantes mamarios

FOTORECORRIDO

MODA

74 Des(ubicados)

38 No Place for Sad Eyes 42 Night Prowler

ILUSTRACIÓN

ZEITGEIST

54 Jorge Gallardo: ilustrador de catástrofes

84 Cuanto vale tu trabajo y en cuanto te lo valen

60 Pollo Furia

88 Déjame entrar para estar fuera

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DIRECTORIO

FOTOGRAFÍA Alberto HV Isabel Andreu Juan Varela

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MEDIOS www.noirmagazine.com.mx /NOIRMagazinemx @NOIR_Magazine @noir_mag noirmaga.tumblr.com

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CARTA EDITORIAL

Ya estamos aquí de nuevo, presentando el issuu #08, primero de 2016 y primero en ser cuatrimestral. Este mes estamos de celebración; y es que se cumplen 2 años desde el nacimiento de este proyecto que vive puramente del amor al arte. Una de las pocas publicaciones que quedan que se auto gestiona sin fondos, únicamente con el amor y dedicación del equipo y nuestros expertos colaboradores que cada semana nos nutren con fascinantes artículos, a cada cual más original. ¡Que haríamos sin ellos! Gracias a todos y cada uno de vosotros y vosotras. Quiero dedicar este número a Marina L. Riudoms y Claudia Pérez, pilares fundamentales de NOIR Magazine, junto a mi. Especial mención y agradecimiento a todas las personas que trabajaron activamente en este proyecto y aportaron su granito de arena en algún momento a lo largo de estos años, especialmente a Mariana Estudillo, Larissa Bel, Isaias Avelar, Toni Gozalbo, Rodrigo P. Villanueva, Leopoldo Villaseñor, Elisabeth Jardón, Miyagi Olvera, Roberto Audiffred, Pitta García y Leo Mal entre otros. Gracias a ti, que estás ahí.

NOIR Magazine Por Isabel Andreu

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CINE

KNOCK, KNOCK, KNOCKING ON HELL’S DOOR Beasts of No Nation (Cary Fukunaga, 2015)

Por Xavi Torrents

“El infierno está vacío, todos los demonios están aquí” William Shakespeare, La tempestad.

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Cuando un horror bélico se representa a través de los ojos de la infancia siempre se tiene un poco de recelo de que aquello representado acabe adoptando un cariz demasiado superfluo, efectista o –en ocasiones– gratuitamente conmovedor. Beasts of No Nation no es nada de eso. Este film arroja al espectador a un abismo donde el oxígeno predominante que se respira es el horror más profundo y desgarrador al que es capaz de llegar el ser humano, y lo hace a través de narrar una historia desde el punto de vista de Agu, un niño soldado que vive su particular infierno combatiendo una guerra civil en una región de África. Sí, una región de África, porque la película no nos sitúa en ningún lugar geográfico concreto del continente

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africano, ni tampoco en ningún contexto histórico; se trata de una trama construida con elementos en los que resuenan los ecos de varios conflictos que han asediado nuestra historia en los últimos 30 años (Uganda, Angola, Somalia, etc…), por lo que es una representación más liberada de los corsés con los que un film bélico histórico puede encontrarse. El director que compone dicha eufonía del caos es Cary Fukunaga, el mismo que en 2014 deslumbró a todo el mundo con la primera temporada de True Detective y que coge aquí el timón de un navío que recorre los horrores de la pérdida de la inocencia, de la matanza indiscriminada, de la caída de las utopías, del hombre como un animal instintivo e irracional para el hombre. La mirada de Fukunaga es directa, seca y sin recelos a la hora de mostrar el horror, pero al mismo tiempo su cámara se detiene en la trágica lírica del alma humana y se mueve con delicada dulzura a través de primeros planos y breves transiciones que bailan entre miradas, ocasos y amaneceres, acercándose más al Terrence Malick de La delgada línea roja (1998) que a otro tipo de cine bélico. Agu mira a los ojos de su comandante (interpretado por un excelente Idris Elba, en uno de sus mejores trabajos hasta la fecha) y contempla la desesperanza de la raza humana, la oscuridad al final del túnel. Y es que si este film tiene alguna meta parece ser la de plantearle dicha cuestión al espectador: ¿es esto hacia dónde llegaremos? ¿Es esto lo que mayoritariamente somos? Puestos

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en el límite último de todo, ¿existe la posibilidad de construir una esperanza? ¿De reconstruirla nuevamente, de cero, desde los cimientos? Beasts of No Nation nos arroja a un horror profundo y atroz, y nos lanza luego esas preguntas sin respuesta, porque la respuesta solamente la podemos construir nosotros. Esta ha sido la primera película distribuida mundialmente por el canal Netflix, y ha abierto la puerta de lo que en el futuro próximo serán los estrenos simultáneos de films tanto en plataformas online como en cines, pero al mismo tiempo también nos ha regalado una pieza cinematográfica excelente, ferozmente purgante y armónicamente inolvidable.

CINE

EL EXTRATERRESTRE Un extra terrestre llamadoYorgos Lathimos

Por Adrián A. Astorgano

Supón que acaba de estrellarse con su nave espacial. Que se ha arrastrado dificultosamente hasta llegar a una gasolinera y una vez dentro, contempla un envase de champú anticaspa. Sigue pasillo abajo deteniéndose en cada producto, se quita la funda que le proteje de la contaminación. Luego baja hacia la ciudad guiado por las farolas. Se pasea por la avenida general mareado y alucina.

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Más tarde, por si fuera poco le dará por hacer películas. Ya establecido como cineasta se hará llamar Yorgos Lanthimos (griego según su pasaporte); reciente promesa del cine europeo. Como la carpeta abandonada de videos domésticos de un adolescente descuidado, cada una de sus películas empieza como un sopapo en la cara. Se abre el plano y aparecen en escena dos chicas jóvenes de perfil practicando lo que según la explicación parece ser un beso. En ese diagrama torpe, se explica paso a paso la posición de los labios y la lengua. Paso a paso todos esos microbios. Con esta premisa tan clara, en Attenberg (2010) el director despliega toda su mala leche en un planteamiento amable y frío. Tan sólo la relación de una chica con su padre enfermo en un paisaje postindustrial demasiado hermético. Una sórdida urbanización y una sola amiga. Nos habla también, de cómo en ese último verano antes de la vida adulta, ella sigue sin entender las relaciones humanas. En la violencia de sus cuerpos al chocar. Lo sé, alguien estará pensando en una especie de Ghost World mesitzo junto a Stalker. Y no es una conclusión muy desencaminada, pero no es tan sencillo. Hay que recordar que Yorgos Lanthimos (si es que ése es su verdadero nombre) no es de este galaxia.

Vale, por un momento supongamos que es el hijo bastardo de la cirugía de Cronemberg sobre el paisaje de Tarkovski. Una disección se prolonga película a película, sin dejar títere con cabeza. La plusvalía parcial de cada vínculo. La institución familia, los convenios del amor y su consenso. El sexo y su extremo opuesto, la soledad. Desde ahí -en esa actitud de apariencia clínica- el director griego (que no os engañe) se presenta con una actitud imprescindible para cualquier artista que se precie. La mente propia de un extraterrestre emocional, la inquisitiva y retórica curiosidad infantil. La lucidez propia de alguien que acaba de aterrizar. Aún sin sorprenderse del todo, sigue con su paseo. Notando la presencia de cada órgano palpitar, mueve su carcasa exterior a la caza de nuevos acontecimientos. Llegará a otro cúmulo de viviendas y en alguna de sus ventanas iluminadas avistará una familia. Tomará datos significativos sobre el acontecimiento. Alrededor de la mesa intercambian alimento al calor de una luz blanca, de televisor o fluorescente. Esas anotaciones cobran forma con Canino (2009) la película que atrajo la atención de público y crítica por igual; una fábula surrealista no muy desencaminada de la realidad. El aislamiento de cuantía

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variable presente en cualquier familia. Un retrato demasiado cotidiano. En otras palabras: espeluznante. La imposición de valores, un clima de pureza en el que evidentemente, algo va a pasar. Por supuesto, según hemos ido viendo, en este amago de Expediente X, no dejaremos lugar para spoiler alguno. Semejante trama requiere un visionado y escruitinio directo, cotejarlo con la propia realidad particular. La familia y la atmósfera que concibe Lanthimos es digna del género de terror. Tal aislamiento choca de frente con aquello que Diógenes promulgaba sobre la familia y la crianza... claro que su nombre ya no es mucho más que un sinónimo de basura. Según se va desplegando todo ese imaginario nos da por pensar que las relaciones, la familia y la sexualidad han cambiado de forma drástica en los últimos años. Pensamos en divorcio, sufragio femenino, fecundación invitro, comida precocinada, lavadora, lavavajillas, matrimonios del mismo sexo, batalla transgénero, familias monoparentales, masturbación asistida. Sin embargo algo nos dice que estamos muy lejos de vivir una realidad plural de forma honesta.

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Con total soltura, el alienígena sigue andando por la avenida y se rinde a las calles, a cada colmena de mineral adulterado. Unos metros mas allá probablemente hallará en cada ventana varias figuras bañadas por luz azul y una manta de lana. Muchas ventanas dentro de ventanas. Nuestro jovencito director alcanza el centro de la ciudad. Galerías de cristal, mucho flash y mucho joie de vivre, según parece. Manadas de individuos se amontonan en espacios reducidos. Con una sed seca, ingieren líquidos en abundancia. Son las tantas de la madrugada, una pareja habla con calma tras el cristal de una cafetería. Hay una pausa. Hablan. Otra pausa. Ambos hacen una mueca, lo más parecido a una sonrisa. Yo también- dice ella. Con Langosta (2015) el cineasta condensa todas las inquietudes, de su condición humana recientemente adquirida. El reflejo de una humanidad distópica sometida al emparejamiento, soltería y una leve posibilidad de desobediencia civil. Una gigantesca estructura de control que no entiende de organizaciones o invididuos; sea donde sea permanece el fantasma de la soledad partiéndose de risa. Suena un tanto duro, pero se lleva con humor. Un humor situado en la periferia, digno de Buñuel. Suenan también ecos de Kafka, la amenaza absurda de retornar a nuestro pasado animal. Un sistema del que nadie sale impune. Una comedia cruel de amor y caos. Entonces, frente a semejante soledad, se proyectan convenciones. Alguien habla de productividad. Otros de control de la natalidad. Se expeden manufacturas asequibles desde Disney. Las canciones románticas en bucle por la radio, a cualquier hora. Un modelo estándar puesto en tensíón por tantos

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puntos como individuos hay. En ese carnaval cortesano, lo que se generan es un enorme cúmulo de absurdos y de ineptitud. Que lejos de ser la gloria de un sistema automatizado y preciso, son la reacción a algo que en evidencia no funciona del todo. Nos debatimos entre una monogamia en funciones a la par que sobrevivimos una sociedad que se autoabastece saturada de estímulos sexuales hasta para anunciar papel higiénico o chicles de menta. No, en serio, seguro que más de alguno recuerda aquella publicidad nefasta de quitagrasas para vitrocerámica, dirigido por Vigas Luna. La denominada revolución sexual separó la cópula de su faceta reproductiva y ahora nos preguntamos si no se trató tan solo de ampliar los horizondes del mercado. El sexo, lo más íntimo también desacralizado hasta lo ridículo. En cajitas para llevar. Llegado a este punto, se hace patente que aún no hemos entendido nuestra divergencia en el sentimiento, aún no hemos abrazado nuestra historia evolutiva. Lo no-racional enfrentado al elogio del progreso mediante la técnica. Mientras tanto estamos bien entretenidos, dedicados casi por completo al triunfo de la conquista poliamorosa. Siempre con secretos. Siempre de corte material, de carne tersa y poco más. Ha caminado mucho esta noche. En el camino de vuelta por la cuneta, Lanthimos se detiene en medio de la autopista frente una factoría lechera que se envuelve de vapor denso en la distancia. Pese a tanta oscuridad, se pueden apreciar las naves, la explotación ganadera y cada animal con apéndices ensangrentados. Y piensa que cada una de esas ampollas blancas, en transporte.

En cada una de las bocas a las que se acoplará. Hace números. Y sobreviene la palabra: sobrepoblación. Y una necesidad de tregua en consecuencia, como algo inevitable. Pero la maquinaria sigue girando. Con cada nuevo dispositivo el mismo ruido blanco y soledad. En cada nuevo tesoro para geeks una promesa de carne hecha aparato que resultará en un gramo de basura. Un gramo de basura más. Que nos estamos cargado el planeta es un hecho, pero quizá no tan visible es lo que ocurre al fenómeno que conocemos por nombre amor. Al igual que el cambio climático, nuestro sentir sigue siendo uno de los asuntos pendientes para este siglo XXI. Y es que el amor permanece como un concepto aún por definir. O mejor aún, a ser desdibujado.

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YOUTH_ El precipicio del tiempo Por Andrea Navarro

El poeta persa Omar Khayyam (1048-1131) invocaba en una de las versiones de las Rubaiyat: «Hace ya mucho tiempo que mi juventud fue a reunirse con todas las / cosas muertas. Yaces hoy, primavera de mi vida, junto con las / primaveras de antaño. ¡Oh, juventud mía; pasaste sin darme / cuenta! Te fuiste desvaneciendo insensiblemente, como la dulzura de la florida estación».

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El transcurso del tiempo, cruel Saturno que devora a sus hijos y los despoja de algo que, a partir de entonces, siempre contemplarán con inevitable nostalgia: la juventud. «El paso del tiempo es uno de los temas que más me interesan», dijo una vez el director napolitano Paolo Sorrentino. Y es que, precisamente, ese es el tema central de Youth, su último largometraje. No sé con qué puede sorprendernos Sorrentino tras grabar ese tótem que supuso para muchos cinéfilos The Great Beauty. La curiosidad sólo hace que aumentar cuando faltan pocos minutos para entrar en la sala. Al fin, me arrellano en el asiento del cine, sedienta de imágenes. Desde el inicio del film, aparece un bajo continuo en las películas del director: la música. Ésta abre la cinta

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y será un símbolo a lo largo de los ciento veinticuatro minutos que me quedan por delante, pero yo aún no lo sé. Los espectadores nos adentramos en un sitio de ensueño, un hotel alpino en Suiza; con el aire de esos lugares que parecen sacados de contexto, como si se hallasen en una nada inexplicable. Entonces, el espacio da paso a la trama. Tras unas gruesas gafas de pasta se oculta Fred Balinger, un director de orquesta retirado al que da vida Michael Caine. Siente un tedio inacabable por la vida y se dedica, casi exclusivamente, a contemplar su pasado en soledad. Un emisario de la reina de Inglaterra le pide que dirija de nuevo su mítica pieza “Simple Songs” para el aniversario del príncipe. Él lo ahuyenta haciendo un extraño ruido con un envoltorio de

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caramelo rojo. ¿Qué está haciendo? Está dirigiendo el ritmo de las cosas. En breves conoceremos a Mick (Harvey Keitel), un director de cine de la misma edad que Fred, vitalista hasta la saciedad. Ayudado por un grupo de jóvenes que lo admiran, se ve capacitado para volver a ser quien fue. Su voluntad es grabar un testamento cinematográfico con Brenda (Jane Fonda) como protagonista, junto a quien ha rodado sus mejores películas, su Galatea particular. Acompañando a estos dos creadores octogenarios podremos conocer la fauna tan excéntrica que se hospeda en el balneario: Miss Universo, un joven actor que es recordado por haber interpretado el papel de un robot en una película mainstream, un monje budista, un niño zurdo de quien escuchamos un ensayo

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malsonante de violín, un sensitivo escalador... Todos ellos conforman un prisma perfecto que piensa el tiempo desde cada una de sus caras. El director nos impele a presenciar, además, la decadencia rebosante: Maradona, su personificación. Pero también aparece de forma más sutil, en los primeros planos, cuando adivinamos a una joven que debe vender su cuerpo cada noche y a quien su madre acompaña fielmente. Timbres. Los trabajadores se preparan para estar en sus puestos a la hora correcta. Todo es metódico. Silencio y quietud. Entonces, como si de una procesión perfecta se tratara, los clientes avanzan en albornoces blancos impolutos al son de una asistente que los dirige. Saunas, sudor, gente tendida en el agua. Planos equilibrados y poéticos, con una simetría perfecta. En uno de

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ellos me parece entrever un homenaje a Le bain turc de Jean Dominique Ingres. Qué curioso. Cuando lo pintó, el artista también era octogenario y trató de representar, como declaró después: «Todo el fuego de un hombre de treinta años». Pero no, ese no es el único homenaje que Paolo Sorrentino coloca delicadamente en el film. La aparición de las musas en la pradera verde por la que pasea Mick nos remite, de forma directa, a 8 y ½ de Federico Fellini. La melancolía y la grandilocuencia se tejen en la trama y desembocan en una máxima: solo es necesario el recuerdo de un momento de placer o un instante de belleza para que todo cobre sentido. Es por ello que los planos simétricos se alternan con otros desgarradoramente carnales, como la entrada en la piscina de Miss Universo o el momento en que la masajista parece notar la música a través de las manos de Fred. La juventud recordada al final del trayecto no es una cuestión baladí, ni siquiera en la construcción visual.

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Los diálogos entre Mick y Fred son un paseo alrededor de la senectud. Ese periodo en el que te ves obligado a convivir con tu deterioro físico y mental. En el que compartes, como si de una celebración se tratara, el aumento del número de gotas de pis al cabo del día. Hay poco que añadir sobre estos dos grandes árboles con raíces bien asentadas. La química que existe entre ellos es una de las claves del éxito de la película. Hacia el final de esta gran reflexión sobre la memoria y el tiempo podemos presenciar uno de los planos más dolorosos. Conocemos a la esposa de Fred, una soprano perdida en una enfermedad impenetrable que, en la idílica Venecia, se ha convertido en la mueca macabra del tiempo.

MÚSICA

DAVID BOWIE, BLACKSTAR Un epitafio sonoro para la eternidad

Por David Tolo

Martes, 5 de enero de 2015. Hablaba con nuestra redactora Marina sobre las ganas que tenía de escribir una crítica sobre el Blackstar de David Bowie. Me fascinó desde el principio observar el misterio de sus letras, la magnificencia de sus videoclips y la iconografía que rezumaba el LP. «Parece que se ha quitado 30 años de encima», le decía a algún amigo.

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Por supuesto empiezo hablando en la crítica del primer tema avanzado días antes, Blackstar, una suite de casi 10 minutos que resulta ser el tema más experimental desde su LP Low (1977). Lúgubre pero sinuosa explota a medio camino con la aparición luminosa de Bowie erigiéndose con el libro de la estrella negra, «Something happened on the day he died (…) I’m a blackstar». Tanto la canción como el video son auténticas obras de arte, mostrándonos al Bowie más ambicioso. Viernes, 8 de enero. Por fin sale a la luz el disco y se estrena un nuevo videoclip, “Lazarus”. En él vemos un Bowie postrado en la cama de un hospital. «Look up here, I’m in heaven» son sus primeras palabras. Curioso. Es un tema trágico, con un protagonismo del bajo y por supuesto de los vientos. Donny McCaslin es el nombre a apuntar, el otro gran protagonista del disco. La influencia

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Última foto tomada a David Bowie por Jimmy King el 8 de enero de 2016.

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MÚSICA

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del jazz en Blackstar es evidente y el saxofón de McCaslin impregna todas las esquinas del álbum, con sonidos que van de lo sugerente a lo frenético. Por si fuera poco es el aniversario de David. 69 años, un número tan andrógino y místico como es él. Lunes, 11 de enero. Me despierto con la trágica noticia de David Bowie. 18 meses de lucha de un cáncer que todos desconocíamos le han ganado la partida. Se nos va uno de los grandísimos artistas del siglo XX y parte del XXI. Icono en la música pero también en el cine, en la moda, el arte… Muchas de las letras ahora cobran sentido. El misterio que encerraban ha sido descifrado. Y como genio que es él, tenía que despedirse de esta manera. Ahora entiendes que “Dollar Days”es una despedida a los fans; que la harmónica que suena en “I Can’t

Give Anything Away” homenajea a su etapa berlinesa de “A New Career In a New Tow” del 77 (otra vez Low). Incluso comprendes porque en un disco nuevo aparecen dos caras B de su anterior LP, Nothing Has Changed. Quizás faltaron las fuerzas de Bowie para acabar. Ese mismo día comento de nuevo con Marina el mal cuerpo que nos queda con su muerte. Me dice: «No se nace inmortal, al menos lo podremos seguir escuchando siempre. Es lo único que nos diferencia de los artistas». Cuánta razón.

El día 10 de enero nos dejaba el personaje del Duque Blanco, de Aladdin Sane, de Halloween Jack, de Ziggy o de Blackstar. El día 10 de enero de 2016 nacía para nunca morir la leyenda de David Bowie.

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MÚSICA

RAPEANDO CON LA CUENTA DE TWITTER ABIERTA KANYE WEST_ “THE LIFE OF PABLO”

Por Alvaro M. Dobaño

Ésta es como la tercera vez que inicio esta reseña ya que he pasado por todas las fases posibles con este disco: la curiosidad, enfado, indignación, euforia, amor demente y resignación… Después de unos días en loop creo que ya he expulsado la fiebre del hype de mi organismo para poder diseccionar la última obra del autoproclamado mejor artista vivo.

A mi me gusta el nuevo Kanye. My Dark Twisted Fantasy es un disco lleno de barrocos hits del cual puedes aprender estilo mientras cantas las partes de Rihanna sin sentirte culpable. Yeezus es otro giro de tuerca en su carrera, llevándolo por un camino oscuro dónde se plantea las dudas sobre su matrimonio y la paternidad en un disco lleno de elementos industriales. Seco, corto y potente dónde ya Kanye se proclama Dios. The Life of Pablo (Picasso, Escobar o de Tarso; inserte el de su elección) es un disco hecho con retazos, no lo guía una idea total como a las anteriores

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dos obras antes mencionadas; parece más un divertimento personal o una retrospectiva que la obra faraónica que el mismo West llevaba prometiendo durante semanas a través de sus incendiarios mensajes en twitter.

“This is a God’s Dream…”

Así, sin lugar a malinterpretaciones. Una voz infantil abre “Ultra Beam Light” iniciando el sueño de nostalgia del todopoderoso que pasa por las ganas de ser liberado de la carga que el mismo se ha puesto (las dos partes de “Father

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Stretch my Hands”), hablando de como ha puesto en el mapa a Taylor Swift o una mostrando una sonrisa maliciosa de la época que se acostaba con todo el mundo (“No More Parties in L.A.”). El chute energético de la primera escucha deja un buen sabor de boca, en parte gracias a una producción amable y a unos arreglos idóneos para cada tramo; en los primeros temas te sientes tan poderoso como debe sentirse West. Pero todo poder conlleva dudas y tribulaciones. También hay una cara oscura del poder, la misma que condenó a Lucifer, tentó a Jesucristo en el desierto y hace que Kanye haga las peores rimas oídas en años:

“Now if I fuck this model And she just bleached her asshole And I get bleached on my T-Shirt I’mma feel like an asshole” (“Father Stretch My Hands pt. II”)

MÚSICA

Puntuación: 5.5/10

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Ejemplos hay decenas:

“Wake up, nigga, wake up “We ‘bout to get this paper” (Feedback)

Entre otras… El tema aquí es que parece que está en otro mundo, realmente hay momentos en los que parece que la voz y las líricas van por un lado opuesto a los que el beat y los arreglos quieren llevarnos. A veces podría llegar a parecer que está rapeando con su cuenta de twitter abierta, directamente recitándonos sus berrinches y triunfos sin filtro. Dentro de todo el caos (planeado o no) estilístico y nostálgico aún notamos grandeza que puede estar simplemente hibernando pero que se deja ver en increíbles showoffs como “Real Friends” o “30 Hours” dónde Yeezus demuestra que él agrandó un poco más las puertas del hip hop dando lugar a Kendrick Lamar o Travis Scott. Pero no es suficiente… Una vez han pasado los 58 minutos te das cuenta que el mayor problema del disco radica en la contraposición de dos ideas: la urgencia y la megalomanía. Kanye parece querer condensar las enseñanzas de su última época con los patrones de “College Dropout” o “Late Registration”, canciones directas y cortas. El problema de este experimento es que quedan temas cortos, borrosos, faltos de garra al no

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haber tenido tiempo de desarrollarse como propiamente debería. No quiero ser malinterpretado; el disco cumple (ahí están “FACTS”, “FML” O “Wolves” entre otros) y de sobra pero Kanye quiere ser el Alpha y el Omega del hip hop aunque su trono está siendo usurpado por otros carneros de oro one beat at the time.

LITERATURA

Reconocerse en una sombra Por: Cristina Llamedo

Situación: antes de empezar el libro decido leer artículos, reseñas sobre Intento de escapada, quizás para estar a la altura –algo me dice que algún detalle importante voy a pasar por alto si no hago esto. En casi todos los artículos mencionan sus libros anteriores a los cuales yo todavía no he tenido acceso. Me declaro lectora principiante de Miguel Ángel Hernández, soy la que empieza por el final. Incapaz de establecer un nexo de unión entre sus obras anteriores y la actual, daré simplemente mi sensación de lectura de la obra.

Intento de escapada ha sido para mí más bien un intento de introducción a ese mundo universitario en el que intento adentrarme. Aquel, en el que Miguel Ángel Hernandez incluye una gran señal luminosa que indica dónde está la posible salida en caso de querer huir. Aun así, dejando reflexiones personales a las que me lleva el inicio del libro, no hace falta querer adentrarse en ese mundo para disfrutar de la novela, ni muchísimo menos. Intento de escapada es ese tipo de novela que te nutre, te enriquece y que conseguirá que no te sientas “farsante” -como el propio protagonista dice sentirsea la hora de hablar de según qué temas. Encontramos a Roland Barthes y Walter Benjamin como co-tutores, haciendo

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reflexionar al lector que el trabajo está tutorizado claramente por Miguel Ángel Hernandez. Es una novela con la que pienso que resulta fácil empatizar. Conecta contigo y he tenido momentos de introspección junto a la propia reflexión de los personajes. Te nutres de ideas fundamentales que afectan más de lo que pensamos a nuestro modelo de mundo y a como percibimos la vida en occidente. Pero volviendo a lo de la introspección, el libro en sí es un reflejo. Como decía Stendhal en una cita que, por cierto aparece en varios pasajes del libro: «La novela es como un espejo». Por otra parte, durante la lectura hay algo recuerda a Marcel Proust y su En busca del tiempo perdido. Está implícita la idea proustiana

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de que el autor narrativo se va creando a medida que se va desarrollando su obra. A mi parecer, aquí ocurre exactamente eso: se crea ese autor, la persona que está detrás, el personaje… todo a través de la escritura. Destaco lo importante del acto creativo, en lo general y en lo particular de la escritura. Me entenderéis mejor con un pasaje del libro: «Escribir ya no era perder el presente. Escribir era recuperarlo todo. Volverlo a vivir. Escribir era importante. No sentí, como en otros momentos, que debía decidir entre la escritura o la vida. No, Sophie. Porque la escritura era la vida.» Por último, sin separarme demasiado de los otros temas, en el transcurso de lectura me fijé especialmente en la importancia de la luz. Quizá es por defecto algo fenomenológico pero iniciando la novela con «Lo primero que vi fue la sombra», realmente creo que la luz es indispensable para este libro y no puedo ir muy

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desencaminada. Pensadlo, si no hubiera luz no existiría la sombra tan importante en esta novela. Ese doble, ese espejo que no nos deja ver por lo negro que es y que nos lleva a lo oscuro, lo negro pero a su vez a lo interior. El interior es oscuro porque fuera siempre hay luz. Y cuando digo afuera, me refiero a fuera del cuerpo, de uno mismo. No encuentro mejor manera de acabar este artículo que citaros una de las frases que más me han gustado de la novela y que para mí resumen el proceso de diseccionar una obra para entenderla: «Es mejor romper los juguetes para ver cómo funcionan» à vous de jouer. Es vuestro turno de leer la novela, desmigarla, hacerla vuestra, entenderla como queráis y con todo eso disfrutarla y sobre todo ser conscientes de la buena literatura que tenemos en nuestro país, que no está de más barrer para adentro de vez en cuando.

LITERATURA

Si se mueve está vivo Literatura en Internet

Por Marina L. Riudoms y Andrés Didier Castro

Estoy suscrita a los artículos en los que Didier Andrés Castro reflexiona sobre autores y Literatura Contemporanea. Este ejercicio es un nuevo modo de crítica literaria blogging que permite el intercambio de ideas e información. Me llegan periódicamente a mi e-mail opiniones y recomendaciones muy diferente al que solemos encontrar en suplementos culturales y revistas. Internet brinda la libertad de separarse de la opinión preestablecida y marcada por la industria. En Internet se encuentran muchas de las reflexiones que hacen avanzar la Literatura de hoy en día. Es por ello que solicité a Didier la publicación en NOIR de uno de sus textos. Mis notas a pie de página solo pretenden aclarar algunos conceptos que se dan por sentado dado que el texto estaba pensado para suscriptores.

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¿Qué significa esto?

Noah Cicero escribió un pequeño ensayo sobre las diferencias entre B. E. Ellis, David Foster Wallace y Frazen frente a Tao Lin, Sam Pink y Kate Zambreno1. El ensayo titula Ellis/DFW/Frazen vs Lin/Zambreno/Pink, y lo escribió para Thought Catalog en 2013. En este, Cicero trata de mostrar las diferencias en los personajes y temas, como las drogas, la sexualidad y el aburrimiento, por parte de los autores. Una tesis de Cicero, que es reiterativa en sus textos, es llamativa; un autor de cierta clase social, digamos alta, siempre va a escribir distinto a uno de clase distinta, digamos baja. Con clase entendemos, condición socioecónomica. Las diferencias estéticas son definidas por la condición social. Esto se lee aquí. Pero esto, si lo pensamos, nos dice que un tipo de literatura distinta requiere un tipo de edición, distribución y comercio distinto. Un tipo de lectura distinta. Noah Cicero también lo ha dicho anteriormente en una entrevista: «Si usted lee un libro de Scott McClanahan2, Sam Pink3, Elizabeth Ellen4, xTx5 o Andrea Kneeland6, se da cuenta al instante de que cuando una persona desde la parte inferior del 70% se da la libertad de escribir cómo quieren, se ve rápidamente que la forma en frases e historias se construyen, lo que se da prioridad, cuáles son los problemas que están teniendo filosófica son muy, muy diferente al de una novela del 10% superior». No todos los escritores necesitan el mismo agente literario y editor que Frazen.

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LITERATURA

Lo que sucede con cualquier movimiento (o grupo) literario reciente es el equivalente al 15M en España o la ocupación de Wall Street en los Estados Unidos (infrarealistas, nadaísmo, antes; la red de los poetas salvajes7, la Alt Lit8, los Perros Románticos9, poesía conceptual, reciente y etc.). Un grupo de personas con un mismo vacío, no en obras, no en calidad, no en potencial; en lectores, en reconocimiento. Y que no son sólo autores, sino lectores, críticos, ilustradores, periodistas etc, etc. Un vacío que dejó, y sigue dejando, las instituciones, el mercado y la mentalidad de que “si no es de cierta editorial, no vale la pena”. Por eso la frescura que provocó a muchos jóvenes autores, y la huella que probablemente dejó en algunos más, el auge del grupo. Y no fue la institución o la crítica literaria la que volcó los ojos a estos autores, sino las revistas de tendencia, de

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moda, fueron los periódicos que dieron espacio a los artículos de sus becarios con relación al tema. Entonces lo que sucedía de manera casi clandestina en Internet, para hablar de algo reciente, se volvió algo público. Así queda en múltiples artículos registrado. Desde el New Yorker hasta los blogs personales. Es apreciable la forma como Luna Miguel10 u otros escritores siempre impulsaron esto, luego de, por ejemplo, el hangout de los Perros Románticos (pueden leer uno de ellos aquí). Los medios y la crítica comenzó a preguntarse si eso que sucedía, que nunca había ganado un premio ni publicado una editorial, si eso en verdad era poesía. Y luego de ello, como lo dice Daiana Henderson en un artículo para Eterna Cadencia11: «Paradójicamente, los usuarios que en un principio se vieron reunidos por la búsqueda común de un modo de publicación alternativa, terminan teniendo en sus horizontes la publicación de su primer libro en papel. Las editoriales no tardan en surgir o aparecer». Sucede luego de tener este “clic” en la red, o en comunidad, se elimina la brecha que existía. Puede ser paradójico para Henderson, pero es un camino totalmente convencional. Eso siempre sucede. No es malo.

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Es claro que no todos los escritores necesitan la misma maquinaria a su alrededor. Porque como lo piensa Cicero, las formas de escribir, aunque puedan ser similares, sus temas y desarrollos pueden ir en direcciones opuestas. Y si no se procura un espacio, un lugar para que esta literatura, que por lo general está excluida de las instituciones, festivales, publicaciones y editoriales “serias”, sea escuchada, jamás sabremos qué hay en ella. Y con esto, también evitaremos su posible desarrollo. A diferencia de México y Argentina, donde la maquinaria editorial independiente es fuerte, en el resto de Latinoamerica nos perdemos de la mitad (diría que más) de nuestros escritores. Aunque se juzgue a los jóvenes de no ser consientes políticamente o no afrontar luchas, esto que sucedió con la Alt Lit, o con los Perros Románticos, fue una respuesta a la poca atención que se prestan a los nuevos autores, a los jóvenes, o a los que habitan lugares no convencionales. Pero, ¿y quién crea ese espacio para la literatura? Nosotros, como lectores. Al hacer crítica. O al darle valor. El crítico argentino Juan Terranova escribió esto para la Revista Paco al hablar del crítico literario: «El arte sin crítica es un arte pobre, un arte efímero, que golpea y desaparece. Podemos gozarlo en ese momento, gesto romántico mediante, pero al no existir el comentario se vuelve muy pronto pobre y muchas veces se desvanece». ¿En manos de quién está el poder para poner en el ruedo un tipo de literatura, que como alude Cicero, habla de nuestros problemas, nuestras reflexiones y formas de vida, que no son del grupo privilegiado? Cualquiera, de la forma que quiera, puede darle valor a estas obras. Que son otras narraciones, que no dejan de hablar de lo que significa ser un ser una persona en este planeta, pero sí más cercanas a la mayoría de la gente.

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LITERATURA

La literatura es algo vivo y hay que darle lugar. Así que, ¿qué significa todo esto que sucede y de lo que yo les vengo hablando? ¿Qué son todos esos autores y cosas de las que suelo escribir? No son nada más que personas que hacen lo que gustan, de la forma que gustan. Todos seremos olvidados una vez muertos. Podemos disfrutar de todo lo que hay ahora. Justo ahora. No hay que creer que existe un camino correcto para la literatura; todos los caminos son errados, y no hay mejor lugar que estar perdido. Vagar la red o las librerías es extraordinario. Tomar un libro y leer, y quizá no hacer nada más. Pensar en ello y reflexionar y decidir si nos gusta o no. Pero no menospreciar y creer en un paradigma literario que no existe: Internet nos abre las puertas, cualquier puede entrar, pero el mismo sistema, la comunidad, elegirá lo valioso de unos y otros. Aunque es mejor desear lo que desea ese verso de David Meza12: «Quiero que los poetas tengan miedo a la inmortalidad y a la permanencia». Eso no significa que los autores no puedan ser leídos y valorados. Terminando con Noah Cicero, quien ve a DFW o Frazen como rebeldes y a Lin o Pink como revolucionarios. Vale la pena ver que, si hay una revolución, esa está en nuestras manos. Un abrazo.

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Noah Ciceró (1980), autor de The Human War y curiosamente más leído en español que en inglés. Tao Lin siempre bromea al respecto. Pero volviendo al artículo que Didier linka, Ciceró señala diferencias entre los escritores americanos que publicaban de los ‘90s al cambio de milenio, respecto a los autores de los ’00s i‘10s. Todos los nombres aparecidos deberían sonaros. Todos.

Scott McClanahan (1978) Autor y director de cine de los ’10s que suele producir textos buscando siempre una reacción emocional en sus lectores. Su libro más famoso es Crapalachia: A Biography of a Place. 2

Vuelve a aparecer Sam Pink (1983). Escribiré la nota igualmente para no dejarlo solo y desangelado junto a los otros escritores. Autor de la novela de culto Person.

Elizabeth Ellen, Escritora y editora independiente. Ha publicado varios relatos para la revista y editorial de David Eggers (1970) McSweeny’s y la editorial independiente fundada por Tao Lin (1983) Muumuu House. Si uno lo piensa es una autora hibrida entre la generación que Ciceró ponía en Vs más arriba. Es decir la de DFW vs Tao Lin.

xTx es una escritora anónima recomendada por la Alt Lit Gossip como fundamental para el movimiento. Pese a que muchos consideran irreal con aquello de “xTx Is Not a Real Person but ___ _____ Is Not a Real Writer (Yet)” viene apadrinada por Dennis Cooper quien dijo sobre ella que era una «complete young literary god». Ana Carrete –poeta mexicana residente en California, que contribuyó a la escena literaria de la aurora del segundo milenio con una antología virtual llamada New Wave Vomit y con su poemario Baby babe– contaba en youtube que, en un evento literario, le llamó la atención el pelo de una de las asistentes. Le dio vueltas durante todo el acto. ¿Dónde había visto ese pelo? Hasta que identificó sus cabellos con aquellos que salía nen en una de las portadas de xTx. Se acercó a ella y le preguntó al respecto. Posiblemente este extraño caso de reconocimiento capilar pilló por sorpresa a la anónima autora y esto la delató. Ana Carrete es una de las pocas personas o incluso la única que sabe quien es xTx. Sus libros más destacados son Normally special y Billie the Bull. 5

Prolífica autora de los ‘00s y ‘10s.

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7 Movimiento mexicano generacional de poesía de los ’10s. Su blog. Sus máximos exponentes son David Meza, Gerardo Grande y Eduardo Ruiz Sosa.

Termino en desuso sobre el movimiento literario norteamericano de principios de siglo XXI. Para más información artículo aquí de NOIR aquí.

Grupo de poetas de los ’10s en español. Intentó unificar a escritores latinoamericanos y españoles adaptando muchas de las ideas de sus coetáneos norteamericanos a un panorama literario muy diverso Sirvió como punto de encuentro físico –a través de viajes transoceánicos de sus confortantes– y virtual –a través de hastags y un grupo de Facebook en el que intercambiaban artículos, poemas y opiniones–. El nombre rinde homenaje a Roberto Bolaño.

Luna Miguel, 1990. Poeta española más relevante de los ’00s i ’10s. Cofundadora de los Perros Románticos y promotora de poesía joven y poesía Internet tanto en sus artículos como en sus ediciones de El Gaviero.

Daiana Henderson (1988) poeta paranaense y codirectora del fancine de poesía Pegaláctico.

12 David Maeza (1990). Poeta de la red de los poetas salvajes (véase nota 7) que publicó El Sueño de Visnu en El Gaviero. La cita que Didier Andres Castro elije está emparentada temáticamente con algunos de sus propios versos: «Piensen en esto como en una fiesta / no lo imaginen como una camisa de fuerza»

CÓMIC

EL TIPO DE PERSONA CON EL QUE QUIERO SALIR NO EXISTE Por Antonio J. Romero

Para mí, Ghost World siempre será aquella peliculilla extraña, bella e incómoda que vi antes de tener edad para comprenderla de veras. Tardé años en descubrir que estaba basada en un tebeo y, por algún motivo, no me produjo ninguna sorpresa, como si fuera de lo más evidente. No sé por qué no he vuelto a ver el largometraje desde entonces, pero sí que he revisitado muchas veces el cómic y forma parte casi de mi ADN, como buen hijo que también soy de los noventa. Y es que aquella fue una década frívola y grisácea (que no estéril): filmes como El silencio de los Corderos, Wall Street, American Beauty o Entrevista con el Vampiro pregonaban la muerte del idealismo, el triunfo del vacío. Parecía que de verdad llegaría el fin del mundo con el 2000, porque se sentía que la humanidad no tenía más que ofrecer. Y, de hecho, a veces pienso que el tiempo que hemos tenido desde entonces ha sido una prórroga. De eso va Ghost World – Mundo Fantasmal (Ediciones La Cúpula): de un mundo tan etéreo en su frialdad, en su insubstancialidad y en sus constantes reiteraciones (las mismas conversaciones y los mismos encuentros cíclicos) que en efecto se vuelve tan fantasmagórico como alude el título. Curiosamente, no tenemos

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una catarsis en la rebelión contra este status quo, sino más bien todo lo contrario: es el escondite donde se resguardan nuestras protagonistas, reacias a madurar pero obligadas a ello. Como todos nosotros. Ahora que La Cúpula la ha reeditado recientemente en rústica, es la ocasión perfecta para darle una oportunidad a esta novela gráfica inmejorable. Decíamos que se gestó en el crepúsculo del siglo XX (concretamente en 1993) y que está profundamente enraizada en su época... Y es cierto, pero es tan rompedora y underground que nunca pasa de moda. Sigue cautivando con la misma fuerza de entonces: tal vez porque el sentir general no ha cambiado demasiado desde entonces o tal vez porque sigue conectando con el sentimiento de extrañeza que sienten todos los jóvenes inteligentes respecto al mundo que les rodea y el temor al cambio de paradigma que implica el final de la adolescencia. En esta eterna vigencia y en este retrato de la mentalidad púber se

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hermana a la novela El guardián entre el centeno (J. D. Salinger, 1951), con la que guarda no pocas semejanzas. La obra funciona porque todos sus personajes, aunque participen de esa apatía amarga y de esa soledad, son auténticos, con personalidades palpables. En particular, cómo no, Enid Coleslaw y Rebecca “Becky” Dopppelmeyer, nuestras antiheroínas: vibrantes, cínicas, únicas, siempre demoledoras en su cosmovisión y ocasionalmente crueles hasta lo terrible. No es casualidad que la primera nos presente en su nombre un anagrama de Daniel Clowes, el autor, que escoge un dibujo y una composición de página sencillos, sin aspaviento, supeditados a su elenco, en un delicioso blanco y negro con tonos azulados que realza la irrealidad de lo narrado. La trama parece romper con el realismo que pretende en este efectismo que introduce con su particular uso del color y de la atmósfera, y también con varios giros que parecen desviar hacia lo grotesco

y lo absurdo: el cura pedófilo y el chico morboso que le da publicidad, la muchacha del tumor en la cara, la actriz molesta o los satanistas, por contar varios ejemplos. Pero, si nos paramos a pensarlo, realmente la vida está plagada de sinsentidos similares. Y, precisamente, la grandeza de este título estriba, como ocurre con todas las obras de arte memorables, en que sabe hablarnos de la vida misma, tan inabarcable e indefinible, tan acongojante como es. Ghost World esboza una advertencia contra el inevitable paso del tiempo, que todo lo mata o cambia. Más allá de eso, no se puede describir con justicia; su máximo valor se halla en la experiencia emocional que ofrece. Es una obra inmortal, con una huella honda y un poder que escapa a lo racional, casi indispensable en cualquier biblioteca con espacio para la contracultura y en toda mente dispuesta a abrazarla.

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CÓMIC

NIJIGAHARA HOLOGRAPH

Por Antonio J. Romero

A aquellos estamos demasiado acostumbrados al cómic europeo y al americano y demasiado poco al manga, este último nos puede llegar a costar tanto o incluso más que a los lectores neófitos. En el caso de Nijigahara Holograph, estas dificultades aumentan notablemente a razón de su complejísima estructura narrativa, que prácticamente pide a gritos una relectura en cuanto uno termina el tomo.

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Sin atreverme a revelar más por miedo a arruinar aunque sólo sea el menor de los detalles, sí puedo decir los siguiente: la historia, áspera como la vida misma, no elude lo más escabroso del ser humano, con momentos realmente duros, pero, a pesar de ello, posee una especie de encanto oscuro, reforzado por un dibujo precioso y expresivo, así como por el realismo mágico en el que se enmarca, con constantes simbolismos. La historia dentro de la historia, la del monstruo del túnel que se alimenta de inocentes, sirve para reforzar esa sensación de cuento de hadas macabro sobre el vacío inhóspito y aterrador que anida en las almas de los hombres, pues una y otra vez reitera su capacidad para la maldad. El propio malecón que nos presentan y que da razón al título resultará ser un lugar terrible, donde se cometieron unos actos atroces. Y la fusión de presente, futuro y pasado sustenta esa atmósfera onírica, que dota a la obra de su imponente capacidad de sugestión. Cuando nos encontramos ante un relato extraño, duro de digerir o difícil de comprender, da igual el medio narrativo (ya sea cómic, cine, literatura o el que sea), siempre resultará legítimo preguntarse si realmente tales dificultades, durezas o extrañezas tienen un motivo de ser, o si merecen la pena. De hecho, probablemente sea la primera cuestión que debamos abordar, especialmente desde la concienciación de que, en el arte, las formas también forman parte del fondo. El caso que nos ocupa es difícil de dirimir, aunque una segunda lectura (o una primera sumamente atenta) ya hace que todas las piezas del rompecabezas cubran su lugar sin las aparentes complicaciones del caos expositivo. En todo caso, una narración como ésta, que trate sobre la crueldad y el vacío, hace bien al provocar semejante evocación de la sinrazón a través de sus continuos vaivenes. Es de un lirísmo sobrecogedor que lo que más sentido tiene dentro de lo caótico sea precisamente lo sobrenatural, más sugerido y latente que

efectivamente expuesto durante la mayor parte de la narración. Resulta casi lógico, ya que desde la prehistoria el arte siempre ha estado vinculado con el rito y tanto el rito como el mito nos han servido para crear la ilusión de sentido y orden antropométricos a lo que no lo tiene. El tebeo fue editado originalmente entre 2003 y 2005 y editoriales como Milky Way o Ponent Mon se han ocupado de publicarlo en castellano, consiguiendo que Inio Asano se haya convertido, junto con Jiro Taniguchi o el legendario Tezuka en otro nombre a explorar dentro de esa gran asignatura pendiente que me ha supuesto el manga desde siempre. Como autor del trabajo que nos ocupa destacaría, además de su ingenio, su espléndida habilidad para construir atmósferas, donde no queda más que aplaudir su extrañas pero acertadas elecciones a la hora de componer las viñetas y escoger los encuadres. Si una película como Apocalypse Now (id., 1979) puede evidenciar el descenso a los infiernos a través de la metáfora (obvia) de la guerra y del Vietnam, Najigahara Holograph nos muestra las tinieblas que existen de por sí en nuestro aparente mundo cotidiano y, créanme, resulta tanto o más aterrador que el viaje a la jungla. Si deciden abrirse a la experiencia, les recomiendo este viaje descarnado, angustiante y, sin embargo, a un tiempo, extrañamente libertador.

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MODA

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no place for sad eyes

Fotografía ALBERTO HV Modelo LUKE for D1 MODELS NY Styling VON FORD Grooming YUKO KAWASHIMA As JACOB MURPHY

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night prowler Fotografía ISABEL ANDREU Stylist HELEN ARTHURS MUAH None Él JESÚS SÁEZ para 2MANAGEMENT

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MODA Sandalia napa trenzada GENUINS Bermuda engomada RELIGION CalcetĂn alto HUGO BOOS

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Bomber print hojas RELIGION 45

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Calcetines EMILIO TUCCI Zapatos NEOSENS

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Chubasquero RELIGION Short canvas esbozado SOLOLAVERDADESSEXY

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Bomber NEW ERA

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Pantalon RELIGION Sandalias napa flecos GENUINS

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Chaleco de punto y bermudas print hojas RELIGION Zapatos ART

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Vestido y pantalón ALEXIA ULIBARRI | arnés MARIKA VERA

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NEW ERA es.neweracap.eu/spain by Carole Cervera Press RELIGION religionclothing.co.uk by Carol Cervera Press SOLOLAVERDADESSEXY sololaverdades-sexy.com by Carole Cervera Press ART the-art-company.com by Carole Cervera Press GENUINS genuins.com by Carole Cervera Press NEOSENS neosens.com HUGO BOSS by El Corte Inglés EMILIO TUCCI by El Corte Inglés

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Carole Cervera Press c/infantas 21 Madrid [+34] 915 233 393 moda@carolecervera.com 53

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EDUARDO GALLARDO Ilustrador de catástrofes

“Los trazos siempre supieron hablar… Y la simplicidad, si se sabe llevar, es un diamante en bruto”.

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Estas son las palabras del joven ilustrador Jorge Gallardo acerca de su trabajo y es que nos enamora con la simplicidad y trascendencia con la que le habla a su obra. Nacido en Tenerife, este joven de 21 años está dispuesto a conquistar nuestros corazones y cerebros. Él es uno de esos artistas que se metamorfosean por las redes sociales, causando estragos en sus entrañas:

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«Nunca jamás hubiera pensado que mi ilustración gustara o le llegara a la gente… Pero a día de hoy es una realidad y no puedo estar más feliz y orgulloso de tocar temas tan gráficos y levantar pasiones tan poco comunes.» Si os gusta su trabajo tanto como a nosotros, puedes contactar con él a través de su página www.jorgegallardoillustration. com, y siempre deleitaros con sus obras en su perfil de Instagram @Jhon_Boy

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Los odias a todos, Pollo Furia también Por Isabel Andreu

I: ¿Qué es Pollo Furia Ediciones y quién hay detrás? PF: Pollo furia ediciones somos Helena Gómez y Adrián Albacete. Helena y yo somos pareja, ella estudió bellas artes y a mí siempre me ha gustado dibujar. Solíamos juntarnos para dibujar por las tardes, nos dimos cuenta que coincidíamos en la temática hater. Hicimos nuestro primer fanzine como regalo para el cumpleaños de un amigo y fue tal el éxito que nos propusimos llevarlo más allá, ponernos un nombre Pollo Furia Ediciones y recopilar todas las ilustraciones que íbamos haciendo en un fanzine Muerte Serebral. I: ¿Cómo os ha marcado vivir en Murcia a la hora de crear? PF: Murcia es un lugar bastante inspirador para nosotros, hay mucha gente vistiendo pajarita y llenándose el brazo de tatuajes random. I: ¿Cuál es vuestra misión? ¿Qué temas tratáis y qué os lleva a ello? PF: ¿Alguna vez te has preguntado, por qué una determinada gente es tan ridícula? O esto me da vergüenza ajena y no sé por qué, o ¿por qué cada vez

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que contemplo esto se me entumece el alma? Nuestra misión es aislarlo y señalarlo. Es como La Biblia de lo garrulo, de lo ridículo, lo paleto, lo gañan y de lo rancio. Convivimos con ello y ni nos damos cuenta, nos rodea en las redes sociales y en la vida real, pero no nos atrevemos a señalarlo porque son nuestros amigos, conocidos, familia... Bien, pues esa es nuestra misión, señalar: “¡Tú! Eso que haces es ridículo”

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I: ¿Cuál es vuestro formato de difusión? PF: Nuestro principal medio de difusión es Facebook, es más instantáneo y mediático. Por supuesto también tenemos Tumblr, donde acabamos de abrir la tienda online para que la gente pueda hacer pedidos de fanzines o posters. Cuando se presenta la ocasión de un mercadillo o una feria preparamos una buena remesa de material en papel. El trato con el público es lo que más mola y lo que nos gustaría estar haciendo todo el tiempo, pero desgraciadamente los mercadillos y ferias de autoedición no son tan frecuentes o populares como nos gustaría. I:¿Qué tiene de especial la ilustración como medio de expresión? PF: Que puedes hacer lo que te dé la gana, es absolutamente libre y tienes al alcance muchos más medios para expresarte, cualquier técnica. I:¿Qué técnicas utilizáis? PF: Rotuladores y Rotrings. La técnica en nuestro caso va condicionada por la impresión, ya que el destino final es vender un fanzine. Blanco y negro es mucho más económico.

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I: ¿Dónde podemos encontrar vuestro trabajo físicamente? ¿y en Internet? PF: Para conseguir nuestro trabajo en papel hay 3 opciones: O esperas a que se organice algún mercadillo o feria (que anunciaríamos debidamente y con antelación en nuestras páginas).

Y en Internet: pollofuriaediciones.tumblr.com Facebook.com/pollofuriaediciones I: ¿Algo que añadir? PF: ¡Pasen y visiten nuestra página!

O entras en nuestro Tumblr (sección tienda) y haces un pedido que te será enviado vía postal. O si eres de Murcia, puedes encontrar nuestros fanzines en Bazar Bizarro/Carril de las palmeras (Calle Cánovas del Castillo no. 17).

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ARTE

El arte que se traga al cine

Por Lara Serodio

No supone ninguna novedad afirmar que los diferentes tipos del llamado arte mayor llevan influenciándose los unos a los otros incluso desde las primeras representaciones artísticas. Bien es sabido que la poesía ha bebido de la música y que la literatura y la pintura han tenido idilios constantes a lo largo de la historia, como tampoco es extraño atender a cómo el cine ha tomado prestado en un sinfín de ocasiones de todos y cada uno de ellos. Sin embargo, no es casualidad que estemos viviendo un reciente cambio de dirección y, casi de manera natural, empecemos a ser testigos de cómo el arte, por ende, se está viendo influenciado por el cine.

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Las emociones de los filmes y sus múltiples herramientas de narración (la trama, la dirección de fotografía o de arte) traspasan a otros ámbitos redefiniendo así los discursos artísticos. Acostumbrados a las reinterpretaciones constantes, es ahora tendencia convertir al cine en musa, llevar todas las miradas al celuloide desde otras disciplinas para que el artista, siempre capaz de verse reflejado en la obra de otro autor, convierta algo tan cotidiano como una película en obra suya.

EL CASO EN EEUU Mientras se escriben estas líneas, la 1988 Gallery de Los Ángeles inaugura su “Really, Really, Really, Ridiculously Good Looking Art Show”, una exposición cuyo punto de encuentro se halla en el film ya de culto Zoolander (Ben Stiller, 2001). No es la primera vez que esta galería llama a la acción a artistas contemporáneos para que exhiban sus obras inspiradas en cine comercial en exposiciones impregnadas de todo tipo de film-inspired art. Sin ir más lejos, y siempre a la vanguardia de taquillazos recientes, el pasado mes de noviembre sorprendieron con The Art Awakens, una muestra cuyos beneficios fueron a parar a Unicef y cuyas creaciones son un homenaje al universo galáctico de la franquicia Star Wars. Del mismo modo, la Spoke Art Gallery de San Francisco lleva un par de años a la vanguardia de esta tendencia y su indudable éxito. Colecciones inspiradas por clásicos de la talla de Stanley Kubrick o que apuntan a las filmografías de grandes nombres del panorama actual tales como Wes Anderson, Quentin Tarantino o los hermanos Coen. Piezas originales de artistas profesionales recaudan miles de dólares. La alta cultura choca, así, con un arte tan popular como es el cine concebido por gran parte del público como entretenimiento. Gracias a estas iniciativas se está obrando un cambio

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ARTE

en el concepto de fan-art revalorizándolo entre la opinión popular, que ha tendido hasta la fecha a infravalorar gran parte de las creaciones que tienen su origen en una pantalla.

¿Y EN ESPAÑA? La distinción a este lado del charco entre high-art y fan-art radica en el valor que le da cada individuo en particular. Tener en propiedad un original no parece ser una práctica cercana para el gran público y la exclusividad de la copia única pasa a verse sustituida por imágenes de alta calidad que ilustran camisetas y suvenires, o por copias impresas con un precio que solo parece justo al bolsillo de quien lo obtiene. Es por eso que en España las obras de arte basadas en filmes acaban por tener como empaque formatos más accesibles, aumentando la reciente proliferación de libros de este tipo. De entre los exponentes nacionales del arte volcado en el cine podemos citar a Paula Bonet y María Herreros. 813: Truffaut (La Galera, 2015) puso con este libro el talento de Paula Bonet en favor del cineasta francés. Para esta ilustradora de gran recorrido internacional, fusionar cine, literatura y vida real es una inspiración constante en su manera de trabajar. El logro de esta publicación radica en ser considerada un libro de autor que es entendido como

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objeto único por cada persona que lo posee. Bonet ha logrado convertir su arte en algo cercano para su gran comunidad de seguidores. 813: Truffaut se trata de un conjunto; fue concebido originariamente como libro y no como obras que tuvieron que conformarse con ser reproducidas en un papel. Por su parte, la ilustradora María Herreros –que publicará el próximo mes de marzo con la editorial Lunwerg su nuevo libro sobre mitos de Hollywood–, tiene claro que el cine es un tema de fácil conjugación con el dibujo. En sus propias palabras, Herreros apunta que la sinergia entre disciplinas es uno de los pilares del trabajo de un artista. «Me parece esencial ver la cultura como un todo en el que las partes de alimentan unas a otras». Convencida de que lo interesante es el coctel final que le llega al espectador, la artista nos da una de las posibles claves del éxito reciente de esta fórmula: «No hay un consumidor de cultura que solo se nutra de cine, o solo de fotografía, o de arte contemporáneo. Lo que interesa es esa mezcla visual colectiva que el público interpreta y cómo afecta a largo plazo a la sociedad».

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ARTE

La Venus de Bouguereau lleva implantes mamarios Por Elena Barrio

Hay pocas disciplinas gráficas tan poderosas e impactantes como el collage. En este mundo de superposición y texturas, el artista combina imágenes que aparentemente no guardan relación y “fabrica” un significado nuevo e inesperado. A continuación, en Noir Magazine, hacemos un repaso de nuestros artistas visuales favoritos para que explores con nosotros este mundo, lleno de contrastes. Dan Cretu, Eugenia Loli, Naropinosa y el proyecto Los Días Contados’; todos ellos juegan con nuestras expectativas y el resultado es siempre, como poco, espectacular.

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Narciso ya no contempla su reflejo en el río sino que lo hace en su cuenta de Instagram. Escenas como ésta son muy comunes en el universo particular del artista Dan Cretu (http://dancretu.tumblr. com/) donde el arte de Renacimiento se rebela y saca su vena más kinky. Siempre mediante grandes dosis de ingenio, nos regala imágenes limpias e inesperadas en las que el David de Miguel Ángel sangra por la nariz o masca chicle de fresa, la Venus de Bouguereau lleva implantes mamarios o hace striptease, el entrecejo de Frida es sustituido por un halcón, el pezón de un pecho, por una mirilla o los amantes más famosos de Gustav Klimt están envueltos en una fajita mexicana. También aparecen por allí el Papa Francisco en un momento Marilyn con las faldas al viento o los apóstoles, que saltan en colchoneta elástica.

Eugenia Loli (https://www.instagram. com/eugenia_loli/) es la gran dama del collage surrealista. Fondos estelares y psicodélicos suelen enmarcar personajes domésticos propios de comerciales de los años 60. Encontramos a hombres de purpurina que besan apasionadamente a damas pin-up, bebés que respiran mariposas, lunas repletas de espagueti y albóndigas, piscinas de sopa de fideos, columpios que penden de las estrellas, microuniversos contenidos en platos hondos, niños diabólicamente angelicales que sorben cerebros ajenos con pajita, sirenas gigantes, enfermeras felices dando el biberón a pulpos...

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Naro Pinosa es quizá uno de los más irreverentes. En su mundo confluyen con picardía lo absurdo y lo pornográfico para escandalizar sin hacer ruido y es que cuando el miedo al ridículo se pierde, las posibilidades se multiplican. Nadie escapa al espíritu gamberro de Naro Pinosa: curas, militares, celebrities, actores porno, la realeza británica, figuras religiosas... Tu mente perversa completará los significados que el artista ofrece a medias con la superposición drástica de imágenes sugerentes. Unos labios en lugar de otros labios, colas de animales en lugar de otro tipo de colas, unos fluidos en lugar de otros, unos túneles en lugar de otros... instagram.com/naropinosa

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En España el arte del collage ha ganado popularidad recientemente y una muestra significativa de ello son proyectos tan interesantes como el de Los Días Contados (losdiascontados.com). Hace algo más de un par de años, un grupo de tres amigos se animó a iniciar una pequeña aventura: a partir de una misma imagen de un calendario Taschen, decidieron crear un collage al día y compartirlo en su blog. Aunque esta era la idea principal, el experimento no tardó mucho en mutar. Ahora se trata de un proyecto con aportaciones diarias desde diferentes rincones del mundo. Ya son más de 50 artistas los que han creado unas 2400 piezas (¡y subiendo!). Organizan talleres, concursos, maratones de collage, sesiones abiertas... Todo por y para la difusión de esta disciplina artística. Lo único que tienes que hacer, si quieres formar parte de la comunidad, es hacerte con el calendario que indican en su web, unas tijeras y echarle algo de tiempo y mucha imaginación. No te pierdas las publicaciones de María García Freire, Gustavo Solana, Nat Cat o Álvaro León, entre muchos otros. Gracias a ellos el espíritu pop del arte visual tiene un rinconcito cada día en nuestra rutina.

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Collage tradicional, collage digital, collage experto o collage de aficionados... Éste es un arte abierto a todo el mundo, que no requiere de grandes presupuestos y donde existe una libertad total creativa. ¿Porno? ¿Divertido? ¿Sensual? ¿Poético? ¿Vintage? ¿Colorista? ¿Sencillo? ¿Barroco? ¿Irreverente? ¿Delicado? Tú eliges el enfoque y tu creatividad hace el resto. Y si lo tuyo no es la creación, siempre puedes seguir a tus artistas favoritos en Tumblr o Instagram para dejarte sorprender por sus piezas únicas. Advertimos que el consumo y creación de collages puede ocasionar una seria adicción difícil de superar.

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(DES)UBICADOS Por Juan Varela

Laura y Aziz viven en su casa de Puente Tocinos, una pedanĂa de la huerta murciana de apenas 15.000 habitantes.

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Laura reside en el mismo lugar donde nació, muy cerca de donde también vive su madre. Aziz es de origen senegalés, pero tras su paso por Francia e Italia decidió instalarse en Murcia.

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Aquí es feliz, aunque algunas veces los “blancos” le tratan como a un “negro” mientras que los “negros” le tratan como a un “blanco”. Esta situación provoca que, en ocasiones, se sienta desubicado.

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Alrededor de su casa también la naturaleza parece estar desubicada. De manera espontánea o gracias a la intervención humana, árboles y plantas brotan y logran hacerse un hueco a pesar de la presión urbanística, del mismo modo que Aziz, en compañía de Laura y de otros compatriotas emigrados, consigue plantar cara al desarraigo.

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ZEITGEIST

Cuﾃ｡nto vale tu trabajo y en cuﾃ｡nto te lo valen Por Israel ﾃ」ila

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Durante los últimos meses, muchas de las monedas en el mundo se han devaluado, en cuestión de semanas se ha ampliado la brecha entre el valor de las de los países ricos con respecto al de las de los países en vías de desarrollo y pobres. Con ello, nuestra capacidad de compra repunta o cae según la parte del planeta que habitemos, sin importar nuestro esfuerzo, méritos o capacidades.

Fenómenos económicos que poco entendemos y que son dirigidos, provocados o vaya usted a saber qué, por manos e intereses que no imaginamos, terminan sepultando el valor de nuestro esfuerzo diario, provocando que cuando antes estaba ganando unos 1000 $/€ mensuales, se hayan convertido en unos 700 $/€, ¡a pesar de que hasta el sueldo me subieron! Nada puedo hacer, si lo pienso mucho me frustro, si ignoro el hecho, estaré más tranquilo, pero sería un imbécil, eso de cerrar los ojos no es de gente lista, pienso. Por otro lado, desde niños nos han dicho que el trabajo engrandece y ennoblece. «Debemos ser agradecidos por el empleo que tenemos», «el trabajo es una mierda pero no hay de otra» nos cantan, y con esas frases aparentemente llenas de sensatez, crecemos y nos convertimos en algo que se parece más un “manitas” con baja autoestima, que a un orgulloso trabajador. No es raro entonces, que cuando salimos al fin a buscar un empleo, sintamos que vamos a pedir un favor. Con una sonrisa estúpida y un currículum medio inflado, aceptamos las condiciones que los de recursos humanos nos enumeran sin siquiera pensar en negociar, es más, hasta decimos «¡Sí,

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acepto!», cuando a veces no estamos ni seguro del sueldo neto. Así, una trampa comienza a revelarse. El trabajo se comienza a tomar como un acto cuyo valor radica más en el beneficio moral de realizarlo que en la capacidad que nos otorga de procurarnos una mejor calidad de vida. Y no es que el trabajo bien realizado no valga por el simple hecho de que colabora para el crecimiento de nuestras sociedades (si así fuese), pero cuando salimos todas las mañanas a dedicar horas a una causa, no es sólo por apuntalar nuestro orgullo, sino justamente para permitirnos obtener todo aquello que requerimos para vivir plenamente, ya saben, alimento, vivienda, servicios, vacaciones, viajes, estudios, etc. Entonces, la trampa consiste en el chantaje emocional externo o auto infringido que nos lleva a sentir tremendas culpas cuando, por ejemplo, salimos de trabajar a la hora… de la salida, o cuando pedimos un aumento que sabemos es merecido y posible. Frente a cualquier abuso, el manual del “manitas” con baja autoestima nos dice que hay que aguantar, que el trabajo es algo así como sagrado y hay que cuidarlo y amarlo más que a nosotros mismos. Pero al final, más allá de la culpa, terminamos sintiéndonos

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mal, y es que dentro de nosotros sabemos que merecemos mucho más respeto de nosotros hacia nosotros como trabajadores, que el tiempo es valioso porque al hablar de tiempo hablamos de vida y porque lo que realizamos, sea lo que sea y lo sepa hacer la cantidad de personas que sean, nos debe permitir sentir desahogo y no ahogo, debe hacernos de sentir que nos da, no que nos quita. ¿Cómo podemos ser mejores como obreros, oficinistas, campesinos, creadores, médicos, etc. si no estamos plenos? Y ¿cómo sentirnos plenos si, más allá del gusto que tengamos por el trabajo realizado, no nos sentimos remunerados justamente? Y sí, ahí va una tercera pregunta, ¿cómo ser remunerados justamente si de principio no nos sentimos merecedores, porque creemos que el trabajo es bueno por el sólo hecho

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de ser trabajo y no porque me debe permitir acceder a lo mínimo requerido para mi bien estar? Muchas veces es difícil pensar en el empleo y el salario en términos de felicidad o plenitud, pero insisto, sabemos que debe ser así, la cuestión es que el sistema nos ha hecho creer que vivimos en constante riesgo (miedo) y el trabajo es la gran seguridad de nuestras vidas (tranquilidad), por lo que debemos aceptarlo sin mayores exigencias y resignados a condiciones tales como bajos salarios o poco respeto a los horarios. También nos han enseñado que debemos pensar en el jefe, la empresa y sus necesidades por sobre nosotros (ponernos la camisa), ya que si ellos están bien, nosotros estaremos, si no bien, al menos seguros. En parte esto es verdad, pero es una realidad construida (y por lo tanto modificable) por un sistema que tiene como objetivo

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aumentar la brecha de desigualdad y permitir la construcción fortunas personales que llegan a ser mayores a las del PIB de países enteros. Aquí es donde entra en juego la parte en que el valor del dinero varía independientemente de la variación de lo que te pagan. Tú puedes estar haciendo el mismo trabajo en calidad y en cantidad que un finlandés o un canadiense, pero seguramente ganarás menos, porque vives en un país en donde se los salarios son bajos, pero sobre todo porque tu sueldo, vale y valdrá menos con el tiempo (ahorrar resulta ser mas perjudicial que solicitar crédito). Todo lo anterior es causado por condiciones inherentes al sistema en el que se desarrolla el tramposo juego que nos tumba el futuro con cada crisis y su consecuente devaluación monetaria, y cuyo objetivo se cumple de manera sistemática, que el 0.7% de los humanos posean el 45.2% de la riqueza que todos generamos trabajando. Recuerda que el capitalismo tal como lo vivimos y cuya existencia hemos aprendido a defender, no es el que genera la riqueza o el que crea las comodidades a las que hasta cierto punto accedemos, no, eso lo hace nuestro trabajo, en realidad lo único que hace es decidir en donde se queda el dinero. Nuestras vidas son usadas para construir mega fortunas de las que muy poco o nada veremos y hasta que no desarrollemos un sistema de pago justo y de revalorización del trabajo, difícilmente podremos vivir como merecemos por todo lo que hacemos. ¿Ya viste cuánto vale tu trabajo y en cuánto te lo valen?

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Dﾃｩjame entrar, para estar afuera

Por Israel ﾃ」ila

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¿Qué pensarías de una persona que quiere formar parte de un club pero está en desacuerdo con las reglas del club? Parece tonto, ¿no? No tiene sentido querer pertenecer a un lugar cuyas reglar no le favorecen o convienen. No obstante esto ocurre todo el tiempo, lleva ocurriendo siglos y ha traído consigo grandes escisiones y conflictos muy pesados. El club es ni más ni menos que la Religión.

Usted, lector, sin duda habrá ya pensado que durante muchos siglos pertenecer a una religión no era una cuestión de elección, de hecho la única alternativa en muchas culturas, era morir ejecutado, si le iba bien. Ahora las cosas son diferentes en prácticamente todos los países de occidente y en muchos del resto del mundo. El estado laico y la libertad de culto nos han dado la opción de estar en el credo que queramos o no estar en ninguno. Sin embargo, sucede que muchos quieren pertenecer a alguna de estas instituciones sobre todo a las predominantes, que por motivos culturales suelen tirar mucho, a pesar de que con frecuencia no comulgan con el estilo de vida y reglas que ellas mismas exigen. Mujeres quieren ser aceptadas como sacerdotes o pastores, homosexuales quieren ser aceptados como hombres sanos y rectos, el celibato es criticado y sacerdotes quieren casarse. No han entendido que el sostén de estas instituciones es la tradición y que sus leyes no pueden ser cambiadas porque provienen del mismito Alto. Las religiones no fueron hechas para servir a los hombres sino para guiarlos, sus principios son inamovibles porque en ellos radica su razón de existir. Hoy sabemos que el sol transforma el hidrógeno en helio, que el electrón está hecho de partículas más pequeñas y que la homosexualidad no es una enfermedad, es lo que nuestras minuciosas observaciones nos han dicho. Una de las particularidades que hace tan exitoso al método científico es que no impone verdades, a diferencia de lo que muchos creen, en ningún lado se acepta más la crítica como en el mundo científico, claro, crítica con rigor, con elementos, con datos. La ciencia evoluciona, es escéptica y en ella la clave no son las respuestas, son las preguntas.

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Si alguien llegara a demostrar que Einstein estaba equivocado en su teoría de la relatividad general, no lo esconden o lo vapulean, no, le dan un Nobel, se hace rico, se llena de fama, de prestigio y pasa a la historia. Se premia el progreso Eso no puede pasar en el dogma de la religión, porque en escancia es inamovible, es una verdad que no puede ser evaluada y en donde lo importante son las respuestas. Entonces, si el valor de la religión radica en gran medida en las leyes que del dogma emanan, querer modificarla es dañarla, es atentar contra su corazón, contra lo que las sacraliza. Claro que el dogma, como creación humana que sabemos es, puede ser ajustado, pero recuerden que justamente son dogmas porque parten del principio de que todo lo que afirman viene de la palabra de un dios, así que ni como moverle. Y sí, todos necesitamos, por las razones que sean, recurrir a creencias de este tipo, puede ser incluso sano para nuestra psique, pero ello no forzosamente debe implicar pertenecer a alguna institución de culto. Así que no nos preocupemos, nuestra modernidad y libertad no radica en poder alinear las religiones a nuestro tiempo, sino en poder elegir no estar en ellas. Buenas, malas, no importa, este texto no pretende atacarlas, todo lo contrario, busca reivindicarlas y entenderlas. Dejen que se hagan bolas, que digan y se desdigan, que acepten y que rechacen. Lo que nunca deberemos permitir es que vuelvan a estar por encima del estado y al mando del saber. Por lo contrario, si ellas se hacen bolas nos hacemos bolas todos aun

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más y como ya sabemos, ejemplos viejos y actuales sobran, esto hace correr sangre. No nos desgastemos en transformarlas, mejor usemos esa energía en transformarnos como especie, partiendo de conocimientos que sí, son y serán imperfectos por incompletos, pero son criticables y atacables y ese es un valor realmente alto. Créanme, en la libertad de evolucionarnos vive nuestro futuro.

ENE/ABR ESP DIC ‘16 ‘15

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