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García Luna (y Lourdes Mendoza)

El que calla, otorga. Cuando el criminal Reynaldo Zambada le dijo en su cara a Genaro García Luna que le habían entregado sobornos por 5 millones de dólares, el exfuncionario hizo mutis.

Para el caso específico que se ventila en Brooklyn, no influye que el capo del Cártel de Sinaloa haya dicho tiempo atrás que aportó dinero a la campaña del actual presidente López Obrador.

Ayer Zambada fue más cuidadoso y sólo dijo que entregó dinero a un funcionario del gobierno de AMLO en la Jefatura de Gobierno de la capital mexicana “para una campaña”, sin especificar cuál.

El juez Cogan llevó a las partes a un lugar privado, y al regreso no se volvió a tocar el tema.

Lo único que aportó el narco –para efectos del juicio– con esa declaración, fue dejar la percepción en el jurado de que en México todo está podrido.

Nada de eso exime a García Luna del delito por el cual se le juzga.

Para la opinión pública de Estados Unidos que siguió el caso o se informó de él, queda la imagen de que México es un narco-Estado.

Tal vez tenga razón.

Y no es cosa de los de antes y los de ahora.

Para que opere una maquinaria criminal tan grande como los dos principales cárteles del mundo, se

USO DE RAZÓN algunos años el combate al narco se ha centralizado en el Ejército. Ahora más que nunca. tribunal o por un gobierno es la que tuvo la colega Lourdes Mendoza en México.

Desmintió la calumnia. Y como parte de su temperamento e indignación ante la mentira, no soltó al acusador hasta meterlo a la cárcel.

Pública federal.

Cierto o falso, no lo sabemos.

Y los cárteles han tenido un crecimiento exponencial.

Pobre de nuestro país.

Opine usted: phiriart@el nanciero.com.mx phiriartlebert@gmail.com

Pablo Hiriart @PabloHiriart

requiere de una estructura paralela entre autoridades y agencias encargadas de combatir al narcotráfico.

En la actual administración se ha disparado el poder y la capacidad de exportación de drogas de los cárteles.

Hay una estructura paralela en el gobierno federal y locales para que ello sea posible. No hay crimen organizado sin la complicidad de policías.

El problema es que desde hace

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