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Queda caso G. Luna en dichos de narcos

Cierran alegatos en Corte sin dar pruebas contra ex mando policiaco

REFORMA / STAFF

Las acusaciones contra Genaro García Luna, sobre las cuales la Fiscalía de Estados

Unidos decía tener pruebas contenidas en un millón de documentos, sólo quedaron en los dichos de nueve testigos colaboradores, todos ellos criminales confesos, que aseguraron haber entregado o haber conocido del pago de sobornos millonarios al ex mando policial.

Pese a la expectativa de que llevar a juicio a un ex secretario de Estado mexicano supondría la existencia de pruebas indubitables, los fiscales apelaron al sentido común de los miembros del jurado para declarar culpable al hombre que en algún momento fue considerado un aliado en la lucha antidrogas del Gobierno estadounidense.

“Usen su sentido común y encuéntrenlo culpable”, dijo ayer Saritha Komatireddy, quien encabeza el equipo de fiscales al presentar las conclusiones del caso.

García Luna, quien fue director de la Agencia Federal de Investigación (AFI) durante el sexenio de Vicente Fox (2000-2006) y titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) en la Administración de Felipe Calderón (2006-2012), fue detenido el 9 diciembre de 2019 en Dallas, Texas. El ex mando fue acusado de tres cargos por conspirar para traficar cocaína y uno más por hacer declaraciones falsas a las autoridades migratorias estadounidenses.

“El arresto demuestra nuestra determinación de llevar ante la justicia a quienes ayudan a los cárteles a infligir daños devastadores en los Estados Unidos y México, independientemente de los cargos que ocuparon mientras cometían sus delitos”, declaró entonces Richard P. Donoghue, Fiscal para el Distrito Este de Nueva York.

En julio de 2020, la Fiscalía añadió el delito de participar en una empresa criminal continua debido a que los cargos de tráfico de droga presuntamente habrían prescrito, pues la acusación comprendía sólo el periodo de 2000 a 2012, pues la presunta participación de García Luna era dar protección al Cártel de Sinaloa desde el Gobierno.

CAPOS EN FILA

Una vez integrado el jurado, conformado por 12 ciudadanos elegidos al azar, el juicio inició el 23 de enero y el primer testigo ofrecido por la Fiscalía fue Sergio Villarreal Barragán, “El Grande”, uno de los principales lugartenientes de los hermanos Beltrán Leyva.

Villarreal sostuvo en la Corte Federal de Brooklyn que el jefe del clan, Arturo Beltrán Leyva, “El Barbas”, pagó de 2001 a 2009 –año en que murió– entre un millón y millón medio de dólares mensuales a García Luna.

“Cuando yo entré (al cártel en 2001) ya se le pagaban (sobornos) y se le pagaron hasta el último día de Beltrán”, dijo. El narcotraficante aseguró que el pago servía para que García Luna les proporcionara información sobre bandas rivales, no interfiriera en las operaciones del Cártel de Sinaloa e incluso para que les vendiera la cocaína que aseguraba a otros grupos.

Esta protección habría servido para que la organización criminal se expandiera y pasara de tener presencia en cinco estados a controlar las

S Lo Palabras

SERGIO VILLARREAL BARRAGÁN “EL GRANDE”

Afirmó que los Beltrán Leyva pagaron de 1 a 1.5 millones de dólares mensuales entre 2011 y 2009.

Acusó un pago extraordinario de entre 14 y 16 millones de dólares por la entrega de dos toneladas de cocaína.

La droga había sido asegurada al Cártel del Golfo.

Tres capos del narcotráfico en México declararon haber pagado sobornos a Genaro García Luna para que los apoyara en el trasiego de drogas.

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